Fragmentación y segregación social.

Alumno: Germán Calderón.

Ya desde principios del siglo XX hemos visto como se han producido en todas las partes del
mundo migraciones, ya no desde naciones subdesarrolladas a las desarrolladas, sino desde el
campo a la ciudad; con la intención de encontrar mejores oportunidades para trabajar y vivir.
Sin embargo, no todos los que migraron tuvieron suerte, la mayoría al no conseguir ni trabajo
o viviendas, se vieron obligados a vivir en villas-miserias, en su momento se encontraban
alrededor de las ciudades formando una especie de cinturón, pero con el paso de las décadas
las ciudades han ido creciendo rodeando las villas-miserias. Las personas que viven allí se ven
obligados a dirigirse a las metrópolis para trabajar y estudiar, y al terminar la jornada deben
volver a las villas-miserias en las que viven. A pesar de esto la distancia con la ciudad es el
menor de los problemas, en las muchas villas-miserias el acceso a la electricidad, el agua
potable, las cloacas y el internet son nulos o escasos, y esto sumado al alto nivel de
hacinamiento hace que sean lugares insalubres donde se propagan gran cantidad de
enfermedades. Los altos índices de natalidad entre las familias que viven en estos lugares
contribuye al hacinamiento. Las viviendas son sumamente precarias en su mayoría no resisten
a las lluvias o inundaciones como suceden por ejemplo en muchas villas-miserias de Buenos
Aires, a todo esto, se le suma que estos lugares son usados por narcotraficantes para
esconderse, delincuentes, lugares de trata y la policía mucho no puede hacer. Todas estas
situaciones encontradas han hecho que la fragmentación y la segregación entre los grupos
sociales cada vez sean más grandes y los gobiernos se ven obligados a buscar soluciones para
estos problemas. En el último tiempo han salido a la luz distintos proyectos para cambiar la
situación agónica en la que se encuentran, pero el que más fuerza ha tenido es el de la
reurbanización, que consiste que con ayuda del estado se reconstruyen las casas y se trasladan
a aquellas familias que viven en lugares peligrosos por ejemplo abajo de los puentes y
autopistas, permitiéndoles pagar sus casas a muy largo plazo y con bajos intereses, este
proyecto se realizó en parte de la antigua villa 31, una de las villas más importantes de Buenos
Aires, para pasar a ser el barrio 31, sin embargo algunos vecinos se han negado a recibir la
ayuda porque se han acostumbrado a vivir en esta condición desde toda su vida. Frente estos
problemas los gobiernos de las ciudades y de los países buscan soluciones para revertir el
avance de la fragmentación y segregación social.