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GRÁFICO MATRIMONIOS: algunos datos.


 Nº de divorcios / m civiles y canónicos / parejas de hecho
 7.7.81 y divorcio express

DISTINGUIR
 Separación y divorcio
 Declaración de nulidad y anulación
 M civil y canónico / matrimonio natural y m sacramental
(signo sacramental)
 (más complejo) M sacramental y matrimonio canónico (forma
canónica)

SEPARACIÓN (diapositiva del PWP)

PROCESO DE NULIDAD
 Los famosos y Enrique VIII
 Tribunal competente e instancias
 Causas: impedimentos, vicios y defectos. Las más frecuentes.
 Incoación: necesaria cierta sospecha, no a ver si cuela
 Tipos de pruebas: documentales, testimonios y periciales
 Sentencia de nulidad. Ahora la sentencia de nulidad en primera
instancia, si no existe apelación, se considera ejecutiva.

OTRAS CUESTIONES
 Por qué el índice de divorcios es mayor entre los que conviven
antes…
 Prevenir ante un enamoramiento con un divorciado.
 ¿Es necesaria la fe? El signo sacramental es el mismo matrimonio
natural
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 ¿Es necesaria la confirmación?


 Ha dicho el fotógrafo que sí.

C.1055 P.1. La alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer


constituyen entre sí un consorcio de toda la vida, ordenado por su misma
índole natural al bien de los cónyuges y a la generación y educación de la
prole, fue elevada por Cristo Nuestro Señor a la dignidad de sacramento
entre bautizados. EL SIGNO MATRIMONIAL ES EL MISMO MATRIMONIO
NATURAL. PLAN DE DIOS PARA EL MATRIMONIO.
P.2. Por tanto, entre bautizados, no puede haber contrato matrimonial
válido que no sea por eso mismo sacramento.
C.1056 Las propiedades esenciales del matrimonio son la unidad y la
indisolubilidad, que en el matrimonio cristiano alcanzan una particular
firmeza por razón del sacramento.
C.1065 P.1. Los católicos aún no confirmados deben recibir el sacramento
de la confirmación antes de ser admitidos al matrimonio, si ello es posible
sin dificultad grave.
P.2. Para que reciban fructuosamente el sacramento del matrimonio, se
recomienda encarecidamente que los contrayentes acudan a los
sacramentos de la penitencia y de la santísima Eucaristía.
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NATURALEZA DEL MATRIMONIO CANÓNICO

NATURALEZA SACRAMENTAL DEL MATRIMONIO ENTRE BAUTIZADOS


En la doctrina canonística se viene hablando de la inseparabilidad del contrato y
del sacramento: es decir, no es posible separar ambos aspectos del matrimonio
entre bautizados. El Papa Juan Pablo II, en su Discurso a la Rota Romana de
2003, recuerda que “la dimensión natural y la relación con Dios [del
matrimonio] no son dos aspectos yuxtapuestos; al contrario, están unidos tan
íntimamente como la verdad sobre el hombre y la verdad sobre Dios”. Por el
contrario, la exclusión de la sacramentalidad del matrimonio es una de las
causas de nulidad (cfr. canon 1101 § 2), e igualmente lo es el error
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determinante acerca de la dignidad sacramental del matrimonio (cfr. canon


1099).
Acerca de ambos capítulos de nulidad, el Romano Pontífice indica que “en
ambos casos es decisivo tener presente que una actitud de los contrayentes que
no tenga en cuenta la dimensión sobrenatural en el matrimonio puede anularlo
sólo si niega su validez en el plano natural, en el que se sitúa el mismo signo
sacramental”.

EFECTOS DE LA DIGNIDAD SACRAMENTAL DEL MATRIMONIO


¿Cuáles son los efectos de la naturaleza sacramental del matrimonio? El canon
1134 lo explica: “En el matrimonio cristiano los cónyuges son fortalecidos y
quedan como consagrados por un sacramento peculiar para los deberes y la
dignidad de su estado”. El Concilio Vaticano II, en la Constitución Dogmática LG
11, indica que “los esposos cristianos, con la fuerza del sacramento del
matrimonio, por el que representan y participan del misterio de la unidad y del
amor fecundo entre Cristo y su Iglesia (cf. Ef 5, 32) se ayudan mutuamente a
santificarse con la vida matrimonial y con la acogida y educación de los hijos”.
Por otro lado, en el matrimonio sacramental -o, según otra terminología, el
matrimonio rato: cfr. canon 1061 § 2- que además haya sido consumado, la
indisolubilidad adquiere una especial firmeza: así lo afirma el canon 1141.

QUÉ SE DEBE ENTENDER POR MATRIMONIO SACRAMENTAL


Obsérvese que no se hace referencia al matrimonio contraído canónicamente.
El carácter sacramental del matrimonio se debe entender, por lo tanto referido
a los matrimonios válidamente contraídos si ambos contrayentes son
bautizados. Incluye, por lo tanto, a los matrimonios contraídos entre bautizados
en cualquier confesión cristiana: los requisitos son, como ya vemos, que el
bautismo de ambos contrayentes sea válido y que el matrimonio igualmente sea
válido. Téngase en cuenta que si ninguno de los dos contrayentes es católico, no
rige pare ellos el derecho canónico. Así lo afirma el canon 1059, interpretado
sensu contrario:
Canon 1059: El matrimonio de los católicos, aunque sea católico uno solo de los
contrayentes, se rige no sólo por el derecho divino, sino también por el
canónico, sin perjuicio de la competencia de la potestad civil sobre los efectos
meramente civiles del mismo matrimonio.
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Por lo tanto, si ambos contrayentes están válidamente bautizados en una


confesión no católica, contraen matrimonio válido si su matrimonio sigue las
normas del derecho divino: aunque sea contraído ante el ministro de su
confesión religiosa o una autoridad civil. Y además, como venimos viendo, su
matrimonio es verdadero sacramento. Pero no acaban aquí las conclusiones que
hemos de sacar del canon 1055.
En efecto, el canon habla de cualquier contrato matrimonial válido entre
bautizados. No se excluye el matrimonio entre católicos. Ciertamente a nadie se
le escapa que se incluye el matrimonio celebrado en forma canónica. Pero no se
puede olvidar que puede haber matrimonios válidos celebrados en forma no
canónica: el canon 1117 hasta 2009 indicaba que están obligados a la forma
canónica del matrimonio los contrayentes “si al menos uno de los
contrayentes fue bautizado en la Iglesia católica o recibido en ella y no se ha
apartado de ella por acto formal”, sin perjuicio de la normativa aplicable a los
matrimonios mixtos. Por lo tanto, puede haber católicos apartados
formalmente de la Iglesia Católica, que contrajeron válidamente matrimonio
usando forma no canónica, y por efecto del canon 1055, tal matrimonio es
sacramental. Entiéndase que si el Código de derecho canónico recuerda la
naturaleza sacramental del matrimonio de los católicos, aunque se hayan
apartado de la Iglesia, no intenta favorecer -nada más lejano a la intención del
Legislador- lo que podríamos llamar un matrimonio “civil” de católicos. El
Código de derecho canónico pretendía más bien reconocer y facilitar el derecho
a contraer matrimonio -el ius conubii- de quienes han tenido la desgracia de
apartarse de la Iglesia Católica, dicho esto sin ánimo de juzgar la intención de
quien haya hecho esto.
Quedan DOS POSIBLES DUDAS: por un lado, el caso de los casados que se
bautizan. Y por otro, el caso del matrimonio en que hay disparidad de cultos, es
decir, el matrimonio en que uno de los contrayentes es bautizado y el otro no.
“La Iglesia católica ha reconocido siempre los matrimonios entre no bautizados,
que se convierten en sacramento cristiano mediante el bautismo de los
esposos, y no tiene dudas sobre la validez del matrimonio de un católico con
una persona no bautizada, si se celebra con la debida dispensa”, de acuerdo con
Juan Pablo II, en el Discurso a la Rota Romana de 2003.

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