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El matrimonio natural:
el carácter de totalidad en la entrega:
o te quiero del todo, o no te quiero nada.
Índice
Dos aclaraciones sobre el título
Una historia real.
El carácter de totalidad: “lo quiero todo”.
Las condiciones de un matrimonio verdadero.
El carácter de totalidad aplicado al número de cónyuges: exclusividad=unidad
El carácter de totalidad aplicado a tiempo: indisolubilidad.
El carácter de totalidad aplicado a la disponibilidad sexual: el débito.
El carácter de totalidad aplicado al poder sexual: la potencial fecundidad.
Una sonrisa para terminar.
¿Natural?
Sí, como la vida misma.
Carácter de totalidad:
Todo lo conyugal.
Todo a ti y sólo a ti.
Todo el tiempo: siempre a ti.
Una historia real
“Ésta es una historia de amor. No tiene principio mágico ni final feliz. No hay perdices ni fuegos
artificiales. Hace siete años que Isabel tiene Alzheimer. No se mueve, no habla y tiene la mirada perdida.
Hace siete años, con sólo cincuenta y seis, Fernando decidió abandonar su carrera de abogado para
cuidarla las veinticuatro horas del día.
“Aqueldía de enero en que me preguntaste quién era yo estalló en mil añicos ese universo que
compartíamos. Lloré entonces desesperado (...). Dejar de trabajar fue la decisión más difícil de tomar.
Cuarenta años luchando por ascender desde el último puesto...
Sesienta todas las tardes con ella en el sofá, cogiéndola la mano y hablándole. “Sé que tú hubieras hecho
lo mismo por mí. Aunque tuviera que pasar veinte años más así, sin salir de casa, cuidándote, hablándote,
besándote las mejillas, limpiándote… Tengo tantos momentos felices que agradecerte!
“Pidoa Dios que me deje morir después de ti. No quiero dejarte sola en este mundo sin ayuda, sin ternura.
Nuestro hijo a sus veintiséis años no aguantaría este peso solo, tú lo sabes... Así que hazme sitio cuando
llegues al cielo. ¡Tengo tantas cosas que contarte!”
En su pellejo
Elmatrimonio es una “institución” divina, no es un diseño humano. Esto quiere decir que sus
características me vienen dadas: las elijo, pero no las decido. El matrimonio está “inserto” en
la naturaleza humana, es su despliegue natural, no un “añadido”. Dios al crearnos varón y
mujer, está disañando a la vez el matrimonio.
:
¿Qué es casarse? Hacerse
esposos
Larelación entre esposos se da en el orden del ser: uno es cónyuge como uno es hijo o padre
o madre o hermana.
Enefecto, uno puede o no casarse, pero una vez comprometidos, los esposos no pueden
borrar esa identidad conyugal: Se puede ser o no ser un buen
marido/mujer, como se puede o no ser un buen padre/madre, o un buen hijo, pero lo que no se
puede dejar de ser marido/mujer, padre o hijo...
… de igual modo, se puede renegar del hijo o del otro cónyuge, pero no por eso se deja de ser
padre o esposo.
Carácter de totalidad aplicado al nº de cónyuges:
exclusividad = unidad
“Uno con una” implica que cada cónyuge sea cónyuge único del otro.
indisolubilidad (1)
“—Te amo, pero mientras sigas siendo simpática y complaciente, te
amo mientras no encuentre otra mejor, te amo mientras no tengas
arrugas”. Un "te amo" que implica “sólo por un tiempo" no es un amor
verdadero. Equivale a: —Me gustas, me apeteces, me lo paso bien
contigo, pero ni por asomo estoy dispuesto a entregarme por entero a
ti”.
“Un don si quiere ser total, debe ser sin retorno y sin reservas” (Juan
Pablo II). “La donación física total sería un engaño si no fuese fruto de
una donación en la que está presente toda la persona, incluso en su
dimensión temporal; si la persona se reservase algo o la posibilidad de
decidir de otra manera en orden al futuro, ya no se donaría totalmente”
(Familiaris consortio 11).
Un don, un regalo, es por naturaleza definitivo, permanente e
irrecuperable; comprende, por tanto, la “concesión de los derechos de
Carácter de totalidad aplicado al tiempo:
indisolubilidad (2)
el débito
Cuando los contrayentes se intercambian el “sí, quiero”, se están
entregando el derecho al cuerpo del otro en todo lo relativo a la
conyugalidad. Una consecuencia de este derecho es el débito.
Pedirel débito es invitar al otro cónyuge a tener relaciones sexuales. El
cónyuge, entonces, debería estar dispuesto a realizar la unión sexual,
salvo caso de grave incómodo. Hablando se entiende la gente: un
diálogo comprensivo y razonable…
Estederecho al cuerpo del otro siendo pleno, no es absoluto, ya que no
incluye “prestaciones” al margen de la conyugalidad. Tan injusto sería,
por tanto, negar el débito cuando se ha pedido razonablemente, como
pedirlo (o aceptarlo) cuando lo que se pretende es una unión no
propiamente sexual —por ejemplo, sodomítica—, o contraria a su
dimensión procreadora —las que incluyen barreras anticonceptivas—.
No existe ningún derecho respecto a ellas: no se contemplan en el
Carácter de totalidad aplicado al poder sexual:
espos@ total = padre/madre potencial