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Rosado-May, F.J. 2008. Educación intercultural y sostenibilidad en el medio rural/indígena de Q. Roo.

REFERENCIA:

Rosado-May, F.J. (2008). Importancia de la educación intercultural en la sostenibilidad de las comunidades


indígenas/rurales de Quintana Roo, México. Presentado en el: “Seminario sobre la Conservación de la
Zona Norte de Quintana Roo”. Universidad del Caribe, Cancun, Quintana Roo, 21 y 22 de julio.

IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN INTERCULTURAL EN LA SOSTENIBILIDAD DE LAS


COMUNIDADES INDÍGENAS/RURALES DE QUINTANA ROO, MÉXICO

Por: Francisco J. Rosado-May


Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo
francisco.rosadomay@uimqroo.edu.mx

RESUMEN

La sostenibilidad en el medio rural/indígena (Maya) de Quintana Roo está cada vez más directamente
relacionada con la actividad turística del estado. No solo es el uso de la mano de obra barata (migración, y por
tanto pérdida de conocimiento local) en los centros turísticos, tampoco ya no solo es el flujo de productos
agropecuarios para consumo turístico; ahora también es el flujo unidireccional de recursos forestales para cubrir
las necesidades de la oferta de servicios anunciados como “eco” o “sustentables”. Los bienes naturales para la
construcción de cuartos, hoteles y otros servicios, incluyen especies maderables de diferentes tipo (desde madera
“suave, preciosa” hasta madera “dura” y otras que aún ni siquiera clasificamos) para paredes y techos, incluso
pisos, hasta hojas como el “huano” y el zacate para techos. La creciente demanda de estos bienes parece ser
demasiado para la capacidad de recuperación del sistema que los produce; ni siquiera conocemos bien su
ecología o biología o relaciones socio-políticas y económicas. Esta situación pone en peligro la sostenibilidad de
la región.
No obstante la gran importancia de lo anterior, un factor subyacente, poco visible pero aún mas importante, es
la pérdida de la “noción” de la sostenibilidad embebida en la gran cultura Maya y demostrada en varios
programas forestales del estado. Esta pérdida se explica, en gran parte, por la erosión de la forma de
construcción de conocimiento local, debido a su substitución por otra forma de construcción de conocimiento
que no valora la local: el sistema occidental y su expresión a través del “método científico”.
Concientes de los dos grandes elementos anteriores, la Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo se
desarrolla con base en la creación de un espacio, seguro y equitativo, en el que coexistan las diferentes formas de
construcción de conocimiento: la local (Maya) y la occidental buscando crear a través de su interacción
sinergética, nuevos conocimientos construidos de forma diferente de modo tal que genere alternativas diferentes
para atender los grandes problemas/retos como los expresados anteriormente y que ponen en peligro la
sostenibilidad de la región. El nuevo conocimiento es el intercultural.

INTRODUCCIÓN

En un día cualquiera es cada vez más frecuente encontrar una persona que visita Cancún, o la Riviera Maya, o
Tulum, o la Costa Maya, o las ofertas al turismo que se encuentran en pequeñas poblaciones como Cobá, Pac -
Chen, Bacalar, Laguna Guerrero, Raudales, etc., buscando sitios construidos con recursos de la región, buscando
conocer más de la flora, fauna y/o de la cultura o lengua local. Estas personas tienen un nivel de educación
excelente, de situación económica solvente, provenientes de México o de otros países del mundo. Vienen en
busca de descanso, dispuestos a disfrutar un servicio diferente, más de contacto con la naturaleza, un ambiente
en el que puedan aprender a través de conversación con locales sobre su cultura y lengua; un ambiente en el que
puedan disfrutar de la tranquilidad del entorno y, desde luego, disfrutar de la tranquilidad en su mente y
conciencia que, para ser acorde con la demanda, tiene buenas bases en el concepto de sostenibilidad o
sustentabilidad porque ha estudiad@ o está interesad@ en temas sobre el medio ambiente, la ecología, y otros
afines. El cuarto que habita está construido con materiales de la región, cómodo, con buen manejo de residuos
sólidos y líquidos, quizá con alimentos de origen orgánico, con paneles fotovoltaicos o generadores eólicos para

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producir la electricidad que se usa en el lugar. Sus toallas y sábanas no serán cambiados todos los días, y cuando
se hace seguramente son lavados con detergentes biodegradables, quizá con agua limpia reciclada. La persona
visitante recibirá un excelente trato por parte de quienes ofrecen los servicios, quienes normalmente son locales,
muy probablemente indígenas que aún hablan el Maya. Por estos servicios, la persona que nos visita está
dispuesta a pagar una buena cantidad de dinero por día.

Esta historia se repite cada vez con mayor frecuencia, al grado que se han desarrollado complejos turísticos, de
diferente naturaleza, especializados en atender este tipo de turistas. Los hay relativamente baratos con servicios
muy básicos, hasta otros bastante costosos, con servicios más sofisticados. No se mencionan nombres para evitar
propaganda gratis.

La persona que nos visitó, satisfecha con la atención y los servicios, pero sobre todo con una gran tranquilidad
mental porque disfrutó de un descanso “sostenible” en un hotel “ecológico”, construido con materiales de la
región, seguramente repetirá la experiencia cada vez que pueda, sea en Quintana Roo o en otro lugar, el destino
será del mismo tipo: ecológico, sostenible. Pero, ¿Realmente se puede lograr una sostenibilidad con este tipo de
servicios y turistas? Algo falta en la foto: 1. La dimensión del tamaño del tipo de servicio, sumando todos los
componentes, chicos y grandes; 2. Los procesos sociales, económicos, políticos, ecológicos y de construcción de
conocimiento (esta es la parte nueva), que explican la oferta y dimensionan mejor la sostenibilidad del servicio,
los cuales no entendemos totalmente ni claramente.

A través de observaciones de campo y con base en información generada por diferentes investigadores e
instituciones, este trabajo hace visible algunos de los elementos poco conocidos de los procesos que hacen
posible la oferta de servicios “sostenibles” en Quintana Roo, especialmente relacionados con las zonas
rurales/indígenas del estado. Se hace énfasis en el paradigma que guía las decisiones de los elementos y los
procesos que han hecho posible, hasta ahora, la oferta de servicios “sostenibles”. A la luz del análisis presentado,
con base en el concepto de interrelación de ecosistemas es necesario adicionar elementos para entender si los
servicios sostenibles realmente lo son y, sobre todo, es necesario desarrollar una nueva forma de construcción de
conocimiento que genere paradigmas alternativos y que integre la complejidad de factores que normalmente no
son tomados en cuenta bajo el enfoque convencional, la referencia es hacia la construcción de conocimiento
intercultural.

DESARROLLO DEL PROCESO

Pongámonos en los zapatos de un ejidatario Maya de cualquier lugar en Q Roo. Su ejido ya ha pasado por la
trauma del programa “Procede”, existen terrenos asignados a cada ejidatario pero también existen las llamadas
áreas de reserva, comunales. El ejido tiene selva muy bien preservada. Un buen día llega una persona interesada
en comprar material de construcción para hacer un desarrollo turístico en el Caribe Mexicano. Necesita miles de
“palos” (tallos de árboles en proceso de crecimiento y desarrollo, no maduros) para hacer las paredes de los
cuartos. Necesita palos para los techos, necesita grandes troncos para efectos de ornamentar la entrada o las
esquinas de diferentes construcciones, necesita material para el techo, prefiere huano (hoja de Sabal mexicana)
que sí hay en el ejido. Cuando esta persona descubre que no hay suficiente huano en el ejido, ni en los ejidos
colindantes porque otras personas que están construyendo grandes complejos turísticos han ido de compras en
los ejidos Mayas, entonces se conforma con un tipo de pasto que crece en las áreas de sabana que se usa para
techos (Cladium jamaicense, conocido también comúnmente como siba, puch, xpuj, suuk, o cortadera). Para
animar a los ejidatarios a que le vendan este material, ofrece buena paga por el producto, ofrece el transporte,
ofrece el pago por adelantado de un 30% del costo total, ofrece trabajo a los que saben construir “palapas”,
ofrece capacitación y trabajo para algunas personas del ejido que quieran fungir como albañiles, meseros,
mucamas, ayudantes de cocineros, entre otros, y también ofrece transporte diario redondo del ejido al lugar
donde se hace la construcción sin cobrar. Por supuesto que la oferta es tentadora. Cualquier ingreso es bueno
para un ejido que normalmente tiene problemas económicos.

El acuerdo se hace sin que los ejidatarios tengan un punto de referencia de los precios que deben pedir. Por un
lado no tienen el entrenamiento, por otro lado tienen la necesidad de contar con recursos financieros para

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solventar varios pendientes. Además están tan acostumbrados al trabajo de monte que no ven ni difícil ni
complicado, hacer el corte del material de construcción. En medio de una muy difícil, pero hasta cierto punto
normal por el tipo de asunto, reunión ejidal, finalmente se acuerda que el ejido haga el compromiso de vender el
material. Hubieron posiciones de todo tipo en la asamblea, la gran mayoría guiada por el interés de aprovechar
en lo individual la gran oferta que tienen enfrente, esto hizo que la reunión fuese difícil. Muy pocos, los de
mayor edad, intervinieron para señalar que el compromiso implica un enorme trabajo y que hay que tener
cuidado con la conservación de los recursos para que le quede algo para sus hijos y nietos. La necesidad es más
fuerte, sin embargo. También se observa que junto con la necesidad, muchos de los ejidatarios no tienen tanta
experiencia de vida, son relativamente jóvenes y han crecido bajo una fuerte influencia de transculturización
sesgada hacia lo mercantil. Es decir, todas las condiciones estaban dadas para que los compradores de material
de construcción salgan beneficiados, ¿Será que hicieron un estudio previo que les permitió casi la certidumbre de
éxito?

Con el compromiso a cuestas los ejidatarios iniciaron el corte del material. Algunos, los más jóvenes e
inexpertos, no hicieron caso de los “sabios” locales y cortaron material en la luna equivocada. Quizá sabían que
los compradores tenían en mente tratar la madera para evitar problemas de comején u otros insectos que
destruyen la madera. Quizá no lo sabían porque cuando escucharon que hay que tomar en cuenta la luna para
evitar daños a la madera, dejaron tirados en el monte los cortes que habían hecho con una motosierra; eran ya
cientos de árboles pequeños para extraer la madera o tallo (“palo”) que sirve para las paredes de los cuartos. Se
habían solicitado miles de estos palos que deberían tener de entre 5 y 7 cm de grosor, rectos y con una altura
mínima de 3 m.

Dada la cantidad tan grande de material, y los problemas entre personas y grupos del ejido, no hubo la
coordinación suficiente para “sacar” del monte la “palotada”. Cuando mas o menos resolvieron el problema de
coordinación, después de varias semanas, gran parte de la palotada ya no servía, fue sometida al proceso de
descomposición en el monte, provocado por la gran diversidad de fauna, muy alta humedad, lluvias y altas
temperaturas. Cerca del 40% de los palos cortados, en el orden de los miles, no podían ser transportados, es decir
no llenaban el requisito. Había que hacer mas cortes.

También surgió otra situación. Varios ejidatarios consideraron que sabían lo suficiente como para arriesgarse a
cortar más de lo que se había comprado porque vislumbraban que otras personas podrían venir al ejido a comprar
más material de construcción. Ellos cortaron en el orden de cientos de palos y los apilaron cerca de sus casas, en
espera de posibles clientes. Por supuesto que no hubo tal demanda, pudieron vender unos cuantos, la mayoría
inició el proceso de descomposición, porque incluso la madera no estaba apilada en la forma correcta.

La conducta hasta este momento tiene claramente una fuerte influencia occidental, con la sola excepción del uso
del conocimiento de la luna para tomar decisiones sobre la fecha de corte de la madera, basada en el mercado de
oferta y demanda; es decir, formas que no son las que se desarrollaron en su cultura. De entrada han perdido sin
que lo sepan. Sin embargo, ¿Qué saben de su cultura para enfrentar estos tipos de retos que se producen una y
otra vez? No lo suficiente, pero tampoco tienen conciencia de ello. Estamos viviendo desde algunas
generaciones la pérdida acelerada de conocimiento local, valioso, tanto por la migración como por el bombardeo
de lo no local, incluyendo la escuela, la televisión, radio, periódicos, así como vendedores y compradores de
diversos objetos y servicios. Las nuevas generaciones no solo no tienen la conciencia de este tipo de desarrollo
sino que poco a poco y cada vez en forma acelerada piensan que no tiene nada suyo y que están atrasados en lo
que respecta a la forma de entender cómo funciona el mundo, su mundo, como funciona el mercado, como
funciona la sociedad dentro y fuera de su comunidad. Hay muchas contradicciones y hay mucha presión,
incluyendo discriminación y racismo. Por tanto hay que hacer cambios en la dirección del mercado, de lo
dominante, de lo que enseñan en las escuelas y de los que se dice en los medios masivos de comunicación.
Incluso los políticos o profesores no ofrecen alternativa alguna, sino que presionan para hacer este tipo de
cambios; ellos mismos funcionan así. Pero no hay la preparación suficiente para ser exitosos en y con el cambio.
Lo único claro en este proceso que inició hace ya varias generaciones es que la situación de desventaja de las
comunidades rurales/indígenas, aún bajo la supuesta aplicación del concepto de sostenibilidad con el que se
basan los complejos turísticos que así se anuncian, aún se mantiene y en momentos parece que se torna peor.

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EL IMPACTO ECOLÓGICO-AMBIENTAL DE LO “SOSTENIBLE” EN EL TURISMO

En números redondos se presentan algunos datos para que la persona interesada tenga un punto de referencia del
impacto ecológico-ambiental del turismo “sostenible”

La persona que visitó Q Roo y se hospedó en un complejo turístico construido con materiales de la región pudo
haber hecho las siguientes observaciones:

1. El complejo turístico tiene unas 50 habitaciones. Un tamaño adecuado. Cuando estuvo buscando información
sobre este tipo de hospedajes, encontró que en hay hoteles grandes que usan material de la región (más de
200 habitaciones), y lugares más pequeños que el que eligió. Con un sondeo encontró que en Q Roo existen
alrededor de 20,000 cuartos de hotel con techo de huano o pasto. Encontró que alrededor de 10,000 cuartos
tienen paredes de materiales de la región (palos) y que habían varios proyectos en construcción para hoteles y
servicios ofreciendo construcciones con materiales de la región. También detectó que alrededor del 20 % de
la población de Q. Roo aún vive en palapas construidas con materiales de la región. La población de Q. Roo
que estimó nuestro visitante es de un millón cien mil habitantes.

2. La altura promedio de los palos para las paredes es de 3m.

3. El grosor promedio de los palos para las paredes es de 5-7 cm.

4. Se necesitan 25 palos para cubrir una superficie de pared de 1m por 3m.

5. Cada cuarto de hotel cuyas paredes son hechas con palos, tiene alrededor de 36 m2 , incluyendo baños y otros
servicios.

6. Sin tener los datos precisos, pueden haber hasta 25 diferentes tipos (no hay seguridad si son especies
diferentes) de palos que se cosechan para paredes de casas, algunas son las mismas que se usan para el
“caballete”, es decir donde se pondrán los huanos para el techo.

7. Un caballete adecuado, con una inclinación de 30%, puede tener palos verticales cada 60 cm. Dependiendo
del tamaño del cuarto o la casa se puede estimar el número de palos.

8. La altura de los palos para el caballete oscila entre 5 y 7 m. Con un grosor promedio de entre 7 y 10 cm.

9. Los palos verticales llevan otros mas delgados a su alrededor, en forma horizontal. Éstos se ubican a cada 50
cm en promedio, con un grosor de 3 a 4 cm. El largo es variable, aunque se prefieren piezas de entre 5 y 8 m
de largo.

10. Cada m2 de techo de huano usa 45 hojas.

11. El techo de huano de un cuarto de hotel cubre una superficie aproximada en promedio de 40 m2 .

12. Se usan alrededor de 1,800 hojas de huano por cada techo.

13. Una palma de huano produce al año unas 25 hojas buenas de huano para techo.

14. En suelos adecuados para el huano podemos encontrar hasta 2,500 plantas por ha.

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15. El techo de huano pude tener una duración de entre 10 y 15 años, excepto cuando es sometida a fuerzas de
algún huracán que azote el área de construcción.

16. Si calculamos unos 20,000 cuartos que en Q Roo tienen techo de huano, con una superficie de 40 m2 , esto
equivale a 36 millones de hojas.

17. Si cada planta de huano provee de 25 hojas, se necesitan 1’440,000 plantas.

18. Si en 1 ha se pueden tener, en muy buenas condiciones de suelo, clima, etc., 2,500 plantas, entonces se
necesitan 576 ha. Sin embargo no siempre se tienen las 2,500 plantas/ha. Por tanto es necesario incluso
cuadruplicar esta cantidad de terreno. Por otro lado techos se hacen y techos se cambian, lo que ejerce mayor
presión en la producción de palmas. Adicionalmente hay que tomar en cuenta las construcciones como
restaurantes, palapitas en la playa para resguardarse del sol, etc.

19. El precio de una hoja de huano, que hace unos cinco años era de alrededor de $3.00 y $5.00, actualmente
oscila alrededor de los $10.00.

20. El tiempo y distancia que los ejidatarios deben recorrer para colectar una gran cantidad de hoja de huano ha
pasado de un radio de 3 km desde su casa, hace unos 5 años, hasta otro radio de 10km actualmente.

Al mirar los datos la persona que está haciendo este sondeo, a través de las pláticas con quienes proveen los
servicios en el hotel donde se hospeda, encontró los siguientes datos que se suman al impacto ambiental del corte
de huano y palos para los “eco” hoteles.

a) El número de visitantes, incluyendo turistas, cruceristas, familiares visitando Q Roo, personas en tránsito,
movimiento de personas entre poblaciones del estado, hacia la zona turística, etc., es de aproximadamente 25
millones.

b) El número promedio de días por visitante en Q Roo es de entre 3 y 5 días.

c) Una de los frutos que más se consumen es el limón, que acompaña la cerveza, margaritas, salsa, comida,
limonadas, etc. En promedio cada visitante consume 3 limones, oscila entre 1 y 5. Esto arroja una cantidad de
75 millones de limones al año, sin contar lo que consume la población local.

d) Cada turista consume un promedio de 300 g al día de maíz en forma de chips, tortillas u otro tipo de
alimentación. Esto arroja una cantidad de 7’500,000 kilos de maíz al año; sin contar a la población local.

e) En promedio cada visitante consume 300 g de tomate. Esto arroja una cantidad de 7’500,000 kilos de tomate
al año; sin contar a la población local.

f) ¿Cuánto de lo anterior proviene de Q. Roo?

g) ¿Qué otros productos-alimentos, se consumen por los visitantes y los locales?

h) ¿Cuántas hectáreas de cultivo se necesitan para cubrir la demanda anterior?

i) ¿Cuántas hectáreas se destinan en Q. Roo para producir los anteriores alimentos?

A lo anterior se puede agregar que la tendencia actual entre los ejidatarios es a tener y mantener un área de
producción agrícola lo más cerca posible a su hogar. Esto se explica por el mínimo esfuerzo de transportación, y
puede tener un radio de entre 2 y 3 km máximo.

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La observación anterior tiene varias implicaciones. Una es que la tendencia a usar la misma área para producción
agrícola se explica por el incremento en el uso de insumos sintéticos, especialmente fertilizantes, herbicidas e
insecticidas, en este orden. La otra implicación es que la vegetación ubicada entre la casa y el sitio de producción
es el primero en sufrir la cosecha que demandan los compradores de productos forestales para construcción, pero
al mismo tiempo no es la que mejor tiene la cantidad necesaria porque son áreas que han estado en uso de
rotación de cultivo. Por tanto se tienen que alejar más y más para satisfacer a los compradores de productos
forestales. Al alejarse más la probabilidad de cortes sin uso, ya sea porque no se transportan o porque se pierde
su ubicación o porque se cortó de más, se va incrementando.

Así, el desarrollo turístico exitoso de “eco”hoteles, está teniendo un impacto no visible pero muy fuerte, en los
ecosistemas y sostenibilidad de las comunidades rurales-indígenas de Q Roo. Y se espera que siga aumentando.

Es importante mencionar que la investigación que se necesita para atender esta situación, es casi nula. No se sabe
bien la biología, taxonomía o ecología de las especies que se cosechan en el monte. No se sabe su tasa de
crecimiento, su reproducción, las posibles asociaciones con otras especies que explican su crecimiento y
desarrollo, Por tanto estamos inermes ante la posibilidad, cada vez más necesaria, de tener que reforestar con
especies nativas.

LA ALTERNATIVA INTERCULTURAL

La forma actual dominante de construcción de conocimiento se sustenta en el método científico. En teoría, este
método se usa para explicar racionalmente y para encontrar alternativas a problemas en un mundo guiado por el
mercado. Aquellos que entienden la teoría, práctica y metodología de la economía, podrían estar en mejores
condiciones para enfrentar los retos que tienen los ejidatarios y/o Mayas. La realidad nos indica que ni siquiera
los no ejidatarios o no Mayas tienen la capacidad de enfrentar adecuadamente retos de la magnitud antes
descrita. ¿Cómo esperar que sin la preparación adecuada se enfrenten adecuadamente retos tan complejos y tan
difíciles?

Por otro lado, asumiendo que los empresarios tienen la formación adecuada, entendieron y estudiaron bajo el
esquema occidental de construcción de conocimiento, que hicieron un plan de negocios y por tanto conocen lo
suficientemente el método científico y/o sus aplicaciones, y que incluso tienen la inclinación hacia lo sostenible,
razón por la cual, se puede presumir están interesados en “eco” hoteles, ¿Cómo es posible que se vean
dominados por el sistema mercantil de oferta y demanda para incrementar sus ingresos y no puedan percibir la
complejidad de los procesos como los que se ilustraron anteriormente? Es posible entonces que requieran de
conocer otra visión del problema.

Las anteriores reflexiones, enfatizando las debilidades de las tres partes: la empresarial, la del visitante y la de
los ejidatarios/indígenas, conllevan a concluir que todos pueden beneficiarse con una nueva óptica, con un
nuevo análisis de la situación y contradicciones que enfrentan y con nuevas alternativas de solución.

Por un lado los ejidatarios/indígenas, han perdido la forma local de construcción de conocimiento. Han estado
tratando de asimilar lo nuevo, lo “moderno”, obviamente sin éxito, aún con todo el esfuerzo del sistema
educativo actual. Han perdido la forma de crear conciencia para el mejor manejo no solo de sus recursos
naturales sino de su vida propia. Están en un proceso de transculturización en la que ni se logran adaptar a lo
occidental ni tienen sólidas bases de lo local, de su cultura. Por otro lado, ni la conciencia de sostenibilidad del
visitante y del empresario de los “eco” hoteles, crea alternativas ante la situación a todas luces insostenible entre
la relación turismo-recursos naturales- cultura local.

Con base en lo anterior, el planteamiento es el de darle una oportunidad a una forma diferente de construcción
de conocimiento. Aquella que permita la sinergia entre lo occidental y lo local y que como resultado emerja
nuevos concepto, paradigmas, metodologías que articule la complejidad de los fenómenos y presente

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alternativas viables para las personas involucradas en el proceso y que seguramente son de culturas diferentes.
La idea de la educación intercultural en la que diferentes formas de construcción de conocimiento co-existan y
de esta interacción emerja un nuevo conocimiento, el intercultural, es bella, elegante, aunque el camino para
transitar hacia ella es muy difícil y lleno de obstáculos. Pero, ¿qué otras alternativas se pueden presentar de
forma tan lógica y atractiva? Vale la pena el intento, el futuro deberá demostrar que el camino que sigue la
Universidad Intercultural Maya de Quinntana Roo, es la adecuada, …..si no se atraviesan intereses políticos o
directivos con nula experiencia académica intercultural.

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