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Principio inquebrantable de nacionalización de las riquezas mineras por ser partes del subsuelo de la
nación y de sus ciudadanos.
Simón Bolívar.
Medida adoptada por Simón Bolívar para contrarrestar la corrupción imperante en la administración de
hacienda pública en la que declara:
“Todo aquel que fuere convencido de haber defraudado los caudales de la renta Nacional del tabaco, o
vendiéndolos clandestinamente fuera del estanco, o dilapidándolos con el robo o manejos ilícitos, será
pasado por las armas, y embargados sus bienes para deducir los gastos y perjuicios que originen”.
Simón Bolívar
Severas penas a los defraudadores de la renta del tabaco, que contrabandean ese producto decisivo
para las entradas fiscales.
Reorganización de las rentas nacionales. Se han incrementado y corregido algunos abusos, se han
puesto penas terribles contra los agentes del tesoro que contribuyan a defraudar las rentas. Yo sé que
penas capitales participan de la crueldad; pero la existencia del Estado es preferente a todo”.
“Todo ciudadano tiene derecho a velar sobre la Hacienda Pública Nacional; su conservación es de interés
general. Los que defrauden son declarados enemigos capitales, y en este caso la traición de degradar al
que la hace, es una prueba de su ardiente celo por el bien público”.
Simón Bolívar.
Consecuente con su lucha contra la corrupción. En enero de 1824, en Lima (Perú), Simón Bolívar declara
su decreto más severo contra la corrupción administrativa.
Todo funcionario, a quien se le convenciere en juicio sumario de haber malversado o tomado para sí
de los fondos públicos de diez pesos arriba, queda sujeto a la pena capital.
Los jueces a quienes según la Ley compete este juicio, que en su caso no procedieran conforme a este
decreto, serán condenados con la misma pena.
Se fijará este decreto en todas las oficinas de la República, y se tomará razón de él en todos los
despachos que se libraren a los funcionarios que de cualquier modo intervengan en el manejo de los
fondos públicos.
Para el Libertador, como hombre de Estado, siempre fue la corrupción una preocupación principal. Su
visión del fenómeno tuvo varios aspectos:
El problema de la burocracia que complica la administración, que resulta tan costosa y presenta bajos
rendimientos.
El flagelo del peculado, consistente en la apropiación de dineros públicos por parte de funcionarios,
que en el presente es denominada corrupción administrativa, Y la venalidad de los jueces en la
aplicación de justicia.
Fueron estas, entre otras, los aspectos que llevaron a la ruina a la hacienda pública nacional, al no poder
costear los gastos generados por el estado y que se necesitaban para continuar la gesta libertadora.
Estas fueron algunas de las medidas de emergencia que tomó Bolívar ante la crisis:
Impresión de papel moneda por la escases de dinero, sin otra garantía que la fuerza y las rentas
imaginarias de la Confederación el cual era mal visto y al cual no se le tenía confianza.
Cobro de impuestos de importación a las mercaderías de los buques en tránsito y a los aguardientes.
Eliminó los impuestos de las aduanas provinciales con el fin de estimular la producción y facilitar el
tránsito de dinero eliminado el derecho de las aduanas interiores (5% que debían pagar los frutos de
una provincia a otra).
Se aumentan los impuestos de aduanas exteriores; se utiliza el arancel aduanero como instrumento de
política económica.
Se mantiene el estanco (monopolio) del tabaco, y se grava su importación con un derecho de 50%.
Restricción a contraer empréstitos extranjeros, que era la forma de penetración del capitalismo
europeo en el siglo pasado, advirtiendo los peligros de la deuda como enajenante de la soberanía
nacional.