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Rocas subvolcánicas o filonianas

Se definen las rocas subvolcánicas como las rocas magmáticas que cristalizan en el interior de
grietas o fracturas donde la P y T no son tan elevadas como las que soportan las rocas
plutónicas durante su formación, ni tan bajas como las de las rocas volcánicas.

Composición y texturas

La composición de las rocas subvolcánicas es la misma que la de las rocas volcánicas y se


clasifican a través de los mismos diagramas. Solamente aquellos diques de textura
microgranuda se clasifican como las rocas plutónicas.

Hay dos tipos de diques que por su frecuencia tienen una consideración particular, que son:

Diques de diabasa (dolerita). Es una roca básica de tipo basalto pero más cristalina.

Diques de aplita. Es una roca granítica de aspecto sacaroide (azúcar), con una textura de grano
fino.

La textura de las rocas subvolcánicas puede ser muy variada en función de la profundidad a la
que se encuentre el cuerpo subvolcánico. Realmente hay una total transición entre las texturas
microgranudas y las afaníticas. Las dos texturas más comunes son:

Porfídica. Es la textura más frecuente. Destacan grandes cristales (fenocristales) en una pasta
microcristalina.

Afanítica. El tamaño de grano es tan pequeño que no se distinguen los minerales a simple
vista.

Geometría de los cuerpos subvolcánicos

Los cuerpos subvolcánicos aparecen formando intrusiones que raramente alcanzan grandes
volúmenes. Se pueden distinguir cinco tipos de cuerpos.

Dique. Es una formación ígnea intrusiva de forma tabular. Su potencia es


generalmente mucho menor que sus restantes dimensiones geométricas y
puede variar de algunos milímetros hasta muchos metros, mientras que su
extensión lateral puede alcanzar muchos kilómetros.

Un dique atraviesa capas o cuerpos rocosos preexistentes, lo que implica que


un dique es siempre más reciente que la roca en la cual está contenido y
discordante con la estructura que atraviesa.

Pueden aflorar de forma aislada o formando grandes enjambres.

Sills. Es una masa tabular de roca ígnea, con frecuencia en


posición horizontal, que ha intruido lateralmente entre dos capas
antiguas de roca sedimentaria, capas de lava volcánica o toba
volcánica, o incluso a lo largo de la foliación en rocas
metamórficas.
Los sills pueden ser confundidos con frecuencia con flujos de lava cuando son vistos desde un
punto de vista geológico, sin embargo existe una diferencia fundamental entre estos. Cuando los
flujos de lava entran en la roca siempre lo hacen por la superficie, calentando sólo un lado de la
roca natural de la región. Por el contrario, la intrusión de los sill en la roca crea un
calentamiento en ambos lados.

Lacolitos. Son masas de cierto volumen, subconcordantes y de


morfología lenticular, con muro plano y techo convexo hacia
arriba, que cristalizan cerca de la superficie. Son similares a los sill,
ya que se forman cuando el magma se introduce entre capas
sedimentarias a escasa profundidad, pero a diferencia de estos, el
magma que los genera es más viscoso (félsico) por lo que forma
una masa lenticular que deforma los estratos superiores.

Lopolitos. Son cuerpos ígneos con forma de palangana. La


característica fundamental que los diferencia de los lacolitos es
que el piso no es plano, ya que en su sector central es cóncavo
hacia arriba. También este término ha sido utilizado para
caracterizar a unidades máficas estratificadas de extensión
gigantesca, como la del lopolito de Bushveld, en Sudáfrica,
cuyo piso es concordante con la caja y está deprimido en el
centro como una palangana. En este sentido cumple con los
requisitos de un lopolito, pero sus gigantescas dimensiones no permiten una comparación con
los lopolitos asociados a los edificios volcánicos. Para los lopolitos de pequeñas dimensiones
emplazados en los niveles superficiales de la corteza, es preferible emplear el término de
lacolito, resaltando la característica del piso hundido en su parte central.

Neck o pitón. Es una forma del relieve de origen


subvolcánico que se crea cuando el magma solidifica
dentro de un conducto de emisión de un volcán activo.
Su estructura es resistente a la erosión, por lo que una
vez que el cono se erosiona, este cuello permanece como
una aguja relicta del cono desaparecido.
Rocas plutónicas o intrusivas

Generalmente un magma tiene un peso específico menor que una roca sólida, por eso un magma
puede subir hacia la superficie apoyado por la alta presión, por los gases que lleva disueltos y,
como factor muy importante, por un régimen tectónico de expansión. Sí el magma sube hacia la
superficie se va a formar un volcán. Pero algunas veces no alcanza para subir hacia la superficie
por falta de presión, entonces se van a formar diques, stocks o lacolitos los cuales pertenecen al
grupo de las rocas subvolcánicas.

Las rocas plutómicas se forman cuando el magma solidifica en el interior de la Tierra. En las
zonas profundas de la litosfera, la presión, temperatura y la composición química de los
materiales son muy distintas a los que existen en la superficie, por lo cual se forman rocas
características de esta zona llamadas rocas intrusivas o plutónicas, por haberse originado en el
interior de la corteza terrestre y el manto. Como en el interior las temperaturas son elevadas, el
enfriamiento de los magmas es muy lento. En estas condiciones los minerales tardan mucho
tiempo en crecer, por lo que estas rocas presentan cristales relativamente grandes que se
distinguen a simple vista.

Como la presión del interior es también muy elevada, los minerales crecen estrechamente
unidos sin huecos. Los granitos son las rocas plutónicas más comunes.

En la mayoría de las rocas plutónicas, la fábrica es masiva, los minerales están distribuidos
irregularmente o los minerales no isométricos, como las láminas de feldespatos o las micas
hojosas, están alineados. La textura es típica para las rocas plutónicas y también está
desarrollada a menudo en las rocas subvolcánicas y en los diques.

Cuerpos intrusivos muy grandes se llaman batolitos. Intrusiones y batolitos tienen un techo, que
es el sector del contacto superior con las rocas de caja. Algunas veces, durante el proceso de
intrusión, se incorporan fragmentos de rocas de caja al magma cuales no se funden. Estos
trozos extraños se llaman xenolitos.

Un cuerpo intrusivo con un ancho de algunos kilómetros contiene una energía térmica tremenda
y va a afectar las rocas de caja en una zona de contacto. Las rocas de esta zona se transforman a
causa de la temperatura a rocas metamórficas (metamorfismo de contacto).

Textura

La textura más característica de estas rocas es la textura granuda, equi o inequigranulasr. Los
minerales principales son isométricos y macroscópicamente visibles. Es lo que se denomina una
textura fanerítica. Se origina cuando grandes masas de magma se solidifican lentamente a
bastante profundidad, lo que da tiempo a la formación de cristales grandes de los diferentes
minerales. Las rocas faneríticas, como el granito, están formadas por una masa de cristales
intercrecidos aproximadamente del mismo tamaño y lo suficientemente grandes como para que
los minerales individuales puedan identificarse sin la ayuda del microscopio.

También son comunes las texturas porfídicas, sobre todo en las rocas de composición granítica.

Geometría de las rocas plutónicas

Según la superficie que ocupan las masas plutónicas, reciben un tipo de denominación diferente.
Las más comunes son:
• Batolitos: los batolitos son los cuerpos intrusivos más grandes. Por definición, tienen a
lo menos 100 km2 de superficie y muchos alcanzan dimensiones mayores. Los batolitos
son discordantes en general, y la mayoría constan de múltiples intrusiones. En otras
palabras, un batolito es un cuerpo compuesto grande producido por intrusiones
voluminosas y repetidas de magma en la misma área.
• Plutón: cuando son cuerpos intrusivos de dimensiones medianas.
• Stock: cuando son cuerpos intrusivos de dimensiones pequeñas.

Clasificación de las rocas plutónicas según Streckeisen

La clasificación se realiza por la moda de los minerales claros. Los resultados del contaje del
cuarzo (Q), feldespatos alcalinos (A) y plagioclasa (P) se reducen a 100 y se proyectan en el
triangulo de Streckeisen. Este diagrama no sirve para las rocas con mas del 90% de minerales
ferromagnesianos (piroxenos y olivino).
Tipos de rocas plutónicas

Las principales rocas plutónicas son: granito, granodiorita, diorita, gabro y sienita. En menores
cantidades están las rocas ultrabásicas o ultramáficas que son las que tienen más del 90% de
minerales máficos y cuyas rocas tipo son: peridotitas (dunitas), wehrlitas y piroxenitas.

El granito tiene minerales de tamaño medio hasta


grueso. Principalmente contiene como minerales
claros: cuarzo, feldespatos alcalinos (microlina o
ortoclasa) y plagioclasa. Suele tener siempre
alguna mica como moscovita (color blanco) o
biotita (color negro). En el campo, el granito
aparece formando macizos rocosos que pueden
llegar a ser de miles de km2 (grandes batolitos,
con contornos en general curvilíneos. Es frecuente
que a gran escala estos macizos están afectados
por una red de fracturas que puede no ser deformacionales; de hecho, en ocasiones se origina
simplemente por la contracción ligada al enfriamiento del macizo (diaclasamiento). A nivel de
afloramiento, suele dar origen a un relieve característico, el denominado berrocal, formado
como consecuencia del desarrollo del proceso de meteorización favorecido por la fracturación
que suele afectar a este tipo de rocas, que suele individualizar paralelepípedos de roca a partir de
los cuales, por erosión diferencial de vértices y aristas, se forman los bolos (p. ej., La Pedriza,
en la Sierra de Guadarrama).

La granodiorita contiene una menor cantidad de feldespatos alcalinos en comparación al


granito. Con mayores cantidades de plagioclasa también se aumentan las cantidades de los
componentes máficos. Los minerales máficos más comunes son biotita, anfíboles y, raramente,
piroxenos.

La tonalita es una roca intrusiva con un contenido medio de cuarzo y alto de plagioclasa. Los
feldespatos alcalinos (microclina u ortoclasa) casi no tienen presencia.
Tiene un color más grisaceo que el resto de rocas graníticas debido a un mayor porcentaje de
biotita y, en ocasiones, anfibol. La textura es equigranular - de grano medio (macrocristalino).

La diorita tiene un color negro o ligeramente gris-verde. Como componente de color claro se
encuentra casi exclusivamente la plagioclasa. El cuarzo y los feldespatos alcalinos no superan
5%. Los minerales máficos más comunes son: anfíboles, biotita y piroxenos de manera más
escasa. La textura es hipidiomórfica - granular, pero las grandes cantidades de plagioclasa
(blanco-gris) esconden la equigranualidad.

El gabro es similar en aspecto pero algo más oscuro, con mayor cantidad de minerales máficos
y una plagioclasa más cálcica. En el campo, los gabros suelen aparecer, como los granitos,
formando macizos intrusivos de cierta importancia. No desarrollan las formas más típicas del
berrocal, debido a que suelen presentar una mayor densidad de fracturación, y su alteración
superficial suele ser más rápida que la de los granitoides.

La sienita es, desde el punto de vista geológico, un granitoide pobre en cuarzo que tiene una
textura equigranular, de grano mediano hasta grano grueso.

La palabra sienita proviene de Syene una antigua ciudad del sur de Egipto situada en la isla
Elefantina. En la antigüedad llevaba el nombre de Siena (Syene) del cual deriva Asuán, su
nombre actual. (Syene → As Syene → As Suen → As Suán → Asuán ). La isla, próxima a
Asuan, esta compuesta por sienitas. Era aquí donde se extraía la roca utilizada en la
construcción de estatuas, obeliscos y elementos decorativos en templos y palacios.
Su color en general es rosado hasta gris. La componente más común es el feldespato alcalino, y
hasta 35% la plagioclasa. El cuarzo no es predominante, y, la mayoria de las veces, falta.
Además se encuentran como minerales accesorios (a veces en cantidades principales) biotita,
hornblenda y augita.

Las rocas ultrabásicas o ultramáficas son muy densas y de color oscuro porque están
compuestas por más de un 90% de minerales ferromagnesianos, oscuros, que suelen ser olivino
y piroxeno (orto y clino). Además pueden contener algo de plagioclasa, y minerales metálicos
como cromita, que puede llegar a concentrarse en yacimientos de interés económico.

Las texturas son variables, en función del tipo de peridotita: las hay formadas por acumulación
de cristales en cámaras magmáticas. En otros casos la textura es holocristalina equi- o
ligeramente inequigranular.

Se subdividen en dos grupos: las peridotitas, que son rocas granudas muy ricas en olivino, y las
piroxenitas, rocas compuestas mayoritariamente por piroxenos.

Las peridotitas aparecen constituyendo dos tipos diferentes de


macizos rocosos, de origen muy diferente: formadas por
obducción o acreción de litosfera oceánicas en corteza
continental (caso de los macizos máficos del NO peninsular, p.
ej., Cabo Ortegal, Bragança, Morais), o bien forman macizos
de gran extensión, que representan diapiros del manto,
encajados tectónicamente en niveles muy superficiales de la
corteza (Serranía de Ronda).

Una constante en este tipo de rocas es que suelen estar serpentinizadas: el olivino es un mineral
muy inestable en las condiciones de la superficie del planeta, tendiendo a transformarse en
serpentina.
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