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La fe de Rajab

Josué 2:1–24; 6:22–25


Introducción: Josué envió a dos espías a reconocer la ciudad de Jericó. Los
dos espías se hospedaron en la casa de una prostituta llamada Rahab. La idea
fue buena pues muchos hombres entraban y salían de aquella casa.
Rahab protegió a los exploradores, pero antes de facilitarles su salida de la
ciudad les hizo una confesión, les exigió el cumplimiento de una promesa
y estableció un símbolo de salvación.
Aunque Rahab había tenido una vida muy agitada emocionalmente y su
reputación la marcó para toda su vida; sin embargo, el Señor la salvó y ella
llegó a ser una antepasada directa del rey David, por lo tanto en línea
familiar directa a Jesucristo, llegó a ocupar un lugar en la lista de “los
héroes de la fe” mencionada por el autor de Hebreos, y citada en la carta
de Santiago como un ejemplo de alguien que hace lo bueno por causa de
su fe.
I. La confesión: Yo sé que el Señor es un poderoso salvador.
1. 2:8: “Yo sé que el Señor les ha dado esta tierra”.
2. 2:11: “Estamos todos amedrentados y descorazonados”.
3. 2:11: “Yo sé que el Señor y Dios es Dios de dioses tanto en el cielo
como en la tierra”.
II. La promesa: Yo quiero ser salva hoy.
1. 2:12: “Les pido ahora mismo que juren”, hay un sentido de urgencia
por reclamar la oportunidad de ser salva.
2. 2:13: “Juren que nos salvarán de la muerte”. Está segura que a menos
que Dios la perdone y la salve la muerte es cosa segura.
3. “Seremos bondadosos contigo y cumpliremos nuestra promesa cuando
el Señor nos entregue este país” (v. 14). Los exploradores
comprometen su palabra condicionados a la acción salvadora del
Señor.
III. La señal o símbolo: Un cordón rojo, como símbolo o señal de salvación.
1. 2:12: “Quiero que me den como garantía una señal”.
2. 2:17, 18, “Quedaremos libres del juramento que te hemos hecho si,
cuando conquistemos la tierra, no vemos este cordón rojo atado a la
ventana por la que nos bajas”.
3. 2:21 “Ella ató el cordón rojo a la ventana”.
Conclusión, aplicación e invitación:
1. Josué 6:22–26 nos cuenta que cuando los israelitas tomaron Jericó, Josué
envió a los dos exploradores para que cumplieran la promesa hecha a
Rahab.
2. En 6:26 dice que “desde entonces, Rahab y su familia viven con el pueblo
de Israel”.
3. Mateo 1:5 nos cuenta que Rahab se casó con un importante israelita
llamado Salmón. De ese matrimonio nació Boaz, quien a su vez se casó
con Rut la moabita bisabuela del rey David. Por lo tanto, Rahab se ubica
en la línea de la cual desciende nuestro Señor Jesucristo.
4. La fe de Rahab en el Dios de Israel la hizo actuar de tal manera que es
contada entre los héroes de la fe. En Hebreos 11:31 leemos: “Por la fe la
prostituta Rahab no murió junto con los desobedientes (otra trad., “los
incrédulos”), pues había recibido en paz a los espías”.
5. Nuestro pasado puede ser mas o menos como el de Rahab, con sus
variantes, pero la fe en el Dios de Israel puede hacer la misma acción
salvadora si hoy, hacemos la misma confesión, reclamamos con urgencia
la promesa y establecemos a Jesucristo en la ventana de nuestro corazón.

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