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R ahab es un personaje misterioso en las Escrituras. No era israelita.

Era mujer
en un mundo donde su sexo la ponía en una gran desventaja cultural. Además,
vivía en Jericó, ciudad señalada por Josué y el ejército del pueblo de Dios para la
destrucción. A pesar de todo esto, cuando llegó la batalla, ella y su familia
vivieron seguros en el seno de Israel. En vez de juicio y destrucción, Rahab
recibió la gracia y la misericordia de Dios.
Texto: Hebreos 11:31: «Por la fe Rahab la ramera no permaneció
juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz».
Este mensaje describe a Rahab, una mujer que, a pesar de todos los factores en su
contra, finalmente fue contada como pueblo de Dios. La respuesta está en su fe.
1. RAHAB SE ARRIESGA JOSUÉ 2: 1—7
Jericó era una ciudad importante dentro del Medio Oriente antiguo; como
resultado de esto, estaba sumamente bien protegida. Tenía una muralla que podía
medir hasta unos ocho metros de altura, numerosas torres de nueve metros
espaciadas a lo largo de la muralla y un terraplén inclinado por fuera de ella que
dejaba a todos los enemigos al descubierto y a la merced de las armas defensivas
de la ciudad. Puesto que Jericó era un centro de comercio y de la política, los
israelitas debían conquistarla para establecerse en la Tierra Prometida.

VERSOS DE REFERENCIA BIBLICA SOBRE LA HISTORIA:


Josué 2:1, 4, 6, 8, 9, 12, ¡3; 6:22-25
2:1. Josué hijo de Nun envió desde Sitim dos espías secretamente, diciéndoles:
Andad, reconoced la tierra, y a Jericó. Y ellos fueron, y entraron en casa de
una ramera que se llamaba Rahab, y posaron allí.
4. Pero la mujer había tomado a los dos hombres y los había escondido; y dijo: Es
verdad que unos hombres vinieron a mí, pero no supe de dónde eran.
6. Mas ella los había hecho subir al terrado, y los había escondido entre los
manojos de lino que tenía puestos en el terrado.
8. Antes que ellos se durmiesen, ella subió al terrado, y les dijo:
9. Sé que Jehová os ha dado esta tierra; porque el temor de vosotros ha caído
sobre nosotros, y todos los moradores del país ya han desmayado por causa de
vosotros.
12. Os ruego pues, ahora, que me juréis por Jehová, que como he hecho
misericordia con vosotros, así la haréis vosotros con la casa de mi padre, de lo
cual me daréis una señal segura;
13. y que salvaréis la vida a mi padre y a mi madre, a mis hermanos y hermanas, y
a todo lo que es suyo; y que libraréis nuestras vidas de la muerte.
6:22. Mas Josué dijo a los dos hombres que habían reconocido la tierra:
Entrad en casa de la mujer ramera, y haced salir de allí a la mujer y a todo lo
que fuere suyo, como lo jurasteis.
24. Y los espías entraron y sacaron a Rahab, a su padre, a su madre, a sus
hermanos y todo lo que era suyo; y también sacaron a toda su parentela, y los
pusieron fuera del campamento de Israel.
25. Y consumieron con fuego la ciudad, y todo lo que en ella había; solamente
pusieron en el tesoro de la casa de Jehová la plata y el oro, y los utensilios de
bronce y de hierro. 25. Mas Josué salvó la vida a Rahab la ramera, y a la casa
de su padre, y a todo lo que ella tenía; y habitó ella entre los israelitas hasta
hoy, por cuanto escondió a los mensajeros que J osué había enviado a
reconocer a Jericó.
Josué envió dos espías a la ciudad para que evaluaran su sistema de defensa
(Josué 2:1). Cuando llegaron, los espías fueron a casa de una ramera llamada
Rahab. Tal vez nos preguntamos por qué los espías escogerían su casa. Eran
visitantes, y tal vez aquel era el único lugar donde podían permanecer sin que los
demás notaran su presencia. Además, el hecho de que la casa estaba en el muro
facilitaría la rápida salida de la ciudad.

Es muy posible que los cananeos estuvieran alerta a la llegada de espías israelitas
a su tierra, por eso seguramente pronto tuvieron noticia de estos espías y de
dónde se encontraban (v. 2), y enviaron fuerzas del orden para apresarlos.

Rahab escondió a los espías en su terrado, debajo de los manojos de lino que
guardaba allí (Josué 224,6). Los techos planos de las casas de aquel tiempo eran
un espacio ideal para secar el grano. Aquel lugar era perfecto también como
escondite para los espías.

Cuando llegaron las autoridades, Rahab les dijo que los espías habían huido en
una dirección desconocida (vv. 4,5). Muchos han discutido sobre si aquel engaño
fue algo correcto o no, pero lo importante aquí es que ella actuó a favor de Israel,
y al hacerlo, puso su propia vida en peligro. Sus acciones, que representaban una
traición contra Jericó, habían nacido de su fe en el Dios de Israel (véase Hebreos
11:31).

Pregunta: ¿Qué le dice la descripción de Jericó acerca de lo que haría falta para
conquistar la ciudad?

UNA REFLEXION: ¿Qué nos enseña Rahab acerca de arriesgarnos por causa de
nuestra fe?

2. LA RESPUESTA A LA PETICIÓN DE RAHAB


Josué 2:8— 18 Observe lo que le dijo Rahab a los espías después de que se
marcharon las autoridades (Josué 2:8-11). Las grandes obras del Señor a favor de
Israel eran conocidas por todos los pueblos de la región. Como consecuencia, ella
estaba convencida de que Israel conquistaría Canaán.

Rahab les confiesa también que el pueblo estaba aterrado. La noticia de las
hazañas de Israel les habían hecho perder la seguridad de que podrían derrotar a
los israelitas. El Señor había abierto el mar Rojo para liberar a su pueblo del
poder egipcio y después había hecho que derrotaran a los reyes amorreos
(Números 21:21—25). Cuarenta años después de lo ocurrido en el mar Rojo, los
cananeos seguían hablando de aquel suceso.

Mientras que los demás cananeos solo tenían miedo, Rahab tenía fe en el Dios de
Israel. Esto nos hace ver que la gracia de Dios no conoce fronteras. Una ramera
gentil le respondió a Dios con fe, mientras que sus compatriotas se preparaban
para luchar.

Rahab suplicó que perdonaran la vida a ella y a su familia porque ella había sido
bondadosa con los espías (Josué 2:12,]3). La palabra «misericordia» aparece en
el versículo 12 en un sentido de lealtad o fidelidad a causa de un pacto. Este
término en particular es usado para referirse al amor o bondad amorosa de Dios.
En ese caso, hasta cierto punto, Rahab estaba pidiendo que ella y su familia
fueran recibidos en el seno de la comunidad de fe que tenía un pacto con Dios.
Anhelaba que su familia se identificara con el Dios de Israel y con su pueblo, en
vez de continuar hundida en la idolatría de Canaán. Los espías le respondieron
con el juramento de salvarles la Vida a ella y a su familia (v. 14). La única
condición que le pusieron fue que no los traicionara.

Cuando se preparaban para marcharse, le dieron instrucciones a Rahab sobre lo


que debía hacer para proteger a su familia y protegerse a sí misma. Debía colgar
de su ventana un cordón de grana (vv. 17,18). Puesto que su casa se hallaba en la
muralla, sería fácil distinguir aquel cordón. A todos los que estuvieran dentro de
la casa se les respetaría la vida.

Los espías también le indicaron a Rahab que los miembros de su familia debían
estar adentro de la casa; su ejército no se haría responsable de nadie que
anduviera fuera de ella durante el ataque (véase V. 19). Rahab aceptó aquellos
términos y le indicó a los espías que fueran al monte (vv. 15,16; al oeste de Jericó
hay tres colinas que forman unas tierras desérticas y son un buen lugar para
escapar de los perseguidores). A1 hacer posible su huida, Rahab se acercó más a
su liberación y a una nueva vida en una relación de pacto con Dios.

Pregunta : ¿De qué maneras responde hoy la gente a las noticias de lo que realiza
el poder de Dios en el mundo?

reflexión personal: ¿ Cómo podemos manifestar nosotros nuestra fe y nuestra


confianza en el Señor?

3. LA RECOMPENSA A LA CONFIANZA DE RAHAB


Josué 6: l 7,20-25 – Jericó enfrentaba una aniquilación total (Josué 6:17). Los
únicos que se salvarian, serían Rahab y su familia, tal como le habían prometido
los espías. La ciudad de Jericó era una de las más fortificadas de Canaán. Su
destrucción le recordaría a los israelitas que Dios les había entregado la Tierra
Prometida.
El pueblo obedeció la orden del Señor y marchó alrededor de la ciudad durante
siete dias (v. 20). No habría duda alguna de que sería el Señor quien haría la
obra. En el versículo 17, Josué decretó la caída de Jericó y la liberación de
Rahab, después de lo cual los sacerdotes sonaron las trompetas y el pueblo gritó.

Cuando se derrumbó la muralla, el ejército de Israel entró en la ciudad, como se


le había ordenado. La devastación fue total. Los arqueólogos han hallado
evidencias de esto en las ruinas de Jericó, entre ellas, señales de un feroz
incendio (véase v. 24).

La muralla cayó de tal manera, que el ejército de Josué entró fácilmente a la


ciudad. A1 hacerlo, se tuvo el cuidado de cumplir la promesa a Rahab (vv.
22,23). Ella había cumplido su promesa, y los espías cumplirían ahora la suya.

Aunque la historia de Jericó nos presenta un terrible juicio, termina con una nota
de esperanza y una promesa (v. 25). Rahab y su familia se establecieron entre los
israelitas, y ella se casó con Salmón, de la tribu de Judá, convirtiéndose en
antepasado de Booz, quien se casó con Rut, otra mujer que no era israelita.
Rahab se encuentra en la genealogía de Cristo, lo cual nos recuerda que la
comunidad de la fe nunca ha sido étnicamente exclusiva. Siempre la entrada a
formar parte del pueblo de Dios ha sido un asunto de fe; una fe como la de
Rahab.

Pregunta para comentar en clase:¿Qué nos dice acerca de la salvación la


inclusión de Rahab en el linaje de Cristo?

La historia de Rahab es una historia de esperanza y transformación. Rahab era


una mujer que vivía en una situación difícil. Viviendo en una ciudad pagana,
ella estaba rodeada de pecado y corrupción. Sin embargo, ella se encontró con
el Dios de Israel y su fe cambió su vida.

Rahab es un ejemplo de cómo Dios puede usar a cualquiera, sin importar su


pasado. Rahab era una mujer pecadora, pero su fe en Dios le dio una nueva
vida.

La historia de Rahab también es un recordatorio de que las mujeres pueden ser


usadas por Dios para hacer grandes cosas. Rahab fue una mujer valiente y
decidida que ayudó a los israelitas a conquistar la tierra prometida. Ella es un
ejemplo de cómo las mujeres pueden ser usadas por Dios para cambiar el
mundo.

Aquí hay algunas reflexiones adicionales sobre Rahab:

 Rahab era una mujer valiente y decidida. Ella no se dejó intimidar por las
circunstancias o por las personas que la rodeaban. Ella siguió su fe, incluso cuando
era difícil.
 Rahab era una mujer de fe. Ella creyó en el Dios de Israel, incluso cuando no lo
entendía todo. Su fe le dio la fuerza para seguir adelante.
 Rahab era una mujer que fue usada por Dios. Ella ayudó a los israelitas a conquistar la
tierra prometida, y su descendencia fue parte de la familia de Jesús.

La historia de Rahab es una inspiración para las mujeres de hoy. Ella nos
enseña que podemos ser mujeres valientes, de fe y que podemos ser usadas
por Dios para hacer grandes cosas.

Aquí hay algunas aplicaciones prácticas para las mujeres de hoy:

 Ten fe en Dios. La fe en Dios es el fundamento de nuestra vida cristiana. Cuando


tenemos fe en Dios, podemos enfrentar cualquier desafío.
 Sé valiente y decidida. No te dejes intimidar por las circunstancias o por las personas
que te rodean. Sigue tu fe, incluso cuando sea difícil.
 Sé usada por Dios. Dios tiene un plan para ti. Pídele que te use para hacer una
diferencia en el mundo.

Rahab es un ejemplo de cómo Dios puede usar a cualquiera, sin importar su


pasado. Ella es una inspiración para las mujeres de hoy.

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