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¿Cómo los quistes ováricos afectan la reproducción en la yegua?

María del Pilar Lara 1

(1) Estudiante de Seminario de Profundización en Reproducción Equina


Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia
Universidad Cooperativa de Colombia, campus Villavicencio, Colombia.
Correo electrónico: maria.larar@campusucc.edu.co

Resumen:
Un quiste ovárico es una cavidad cerrada que por lo general está llena de líquido, y
que puede presentarse dentro o fuera de los ovarios, en las yeguas se presentan
diferentes tipos de quistes, entre ellos lo foliculares, los de la fosa de ovulación y los
paraováricos, así mismo se observan otras patologías ováricas, como el Tumor de
Células de la Granulosa (TCG), y el Cuerpo Lúteo persistente, que muestran
características e impactos en la reproducción, similares a los que producen los
quistes. A nivel general se observa que las patologías ováricas generan desordenes
hormonales que afectan el ciclo reproductivo y por lo tanto pueden llegar a generar
un impacto negativo en la reproducción.

Palabras Clave Yegua, ovulación, quistes ováricos, cuerpo lúteo

Abstract
An ovarian cyst is a closed cavity that is usually filled with fluid, and that can occur
inside or outside the ovaries, in the mares are different types of cysts, including
follicular cysts, cysts of the ovulation fossa and paraovaric cysts, as well as other
ovarian pathologies, such as granulosa cell tumor (GCT) and persistent corpus
luteum, which show characteristics and impacts on reproduction, similar to those
produced by cysts. At a general level it is observed that ovarian pathologies generate
hormonal disorders that affect the reproductive cycle and therefore can generate a
negative impact on reproduction.
Keywords: Mare, ovulation, ovarian cysts, corpus luteum.
Introducción

Existen múltiples patologías ováricas que afectan la reproducción equina, entre


estas se encuentran los quistes que son sacos rodeados de tejido que por lo general
están llenos de líquido (1).

Los quistes foliculares, son folículos que no logran completar el proceso de


ovulación (3). Estos quistes alargan el estro (2,4), impidiendo la liberación a tiempo
del ovocito (5,6)

Los quistes de la fosa de ovulación, se presentan únicamente en esta fosa que es


una estructura del ovario donde se desarrolla el estigma, y es el lugar donde se
presenta la ovulación y se forma el cuerpo lúteo (7). Estos quistes pueden llegar a
destruir los folículos e incluso los ovarios, y pueden evitar el desplazamiento del
ovulo, debido al taponamiento generado por exceso de secreción (8).

Los quistes paraováricos, se presentan en el oviducto que es el conducto que


comunica los ovarios con el útero (9) aparecen principalmente en las fimbrias, y su
impacto en la reproducción está dado al alterar el desplazamiento del oocito a través
del oviducto, impidiendo la fertilización (8,9).

El Tumor de células de la Granulosa (10), es una formación anormal que afecta las
células que recubren la pared folicular y que se conocen con el nombre de células
de la granulosa (11). Este tumor genera alteraciones hormonales que evitan el
desarrollo folicular, la ovulación y la formación del cuerpo lúteo (12, 13)

El cuerpo lúteo persistente se genera cuando la luteólisis no se presenta al finalizar


el diestro (14,15). Esta patología altera el ciclo reproductivo, impidiendo el desarrollo
normal del estro, y por tanto la maduración folicular y la ovulación (16).
El presente artículo recopila información acerca de los quistes y otras patologías
ováricas, con el fin de tener mayor claridad sobre su comportamiento y el impacto
que pueden llegar tener en la reproducción equina.
Quistes ováricos

El ovario equino presenta marcadas diferencias en comparación con los ovarios de


los demás mamíferos (17), pues en las yeguas la zona vascular se encuentra en la
superficie del ovario (17), y la corteza ovárica se encuentra en el interior del mismo
(14), en la cara ventral queda la fosa de ovulación, que es una zona libre de vasos
sanguíneos, que se encuentra recubierta por epitelio germinativo y que es el lugar
donde ocurre la ovulación (16, 18).

Un quiste ovárico es una cavidad cerrada que se está rodeada por tejido y que por
lo general está llena de líquido, y puede presentarse dentro o fuera de los ovarios
(1), en equinos se pueden presentar los siguientes tipos de quistes ováricos (2).

Folículos persistentes anovulatorios:

Según Findlay y Kerr, el folículo es la unidad fundamental del ovario que contiene
el ovocito que puede llegar a ovular para ser fertilizado y formar un embrión (19), se
habla de folículos persistentes anovulatorios en yeguas, cuando se presentan
folículos que no logran completar el proceso de ovulación (3), persisten por más de
dos meses y alcanzan tamaños que oscilan entre los 5 y 15 cm (4).

Esta patología, conocida también como folículos quísticos (2), no se presenta


frecuentemente en equinos, y suele aparecer principalmente en yeguas ancianas
(20).

Aunque no existe suficiente claridad sobre el tema, se sabe que existe relación entre
esta patología y los desórdenes endocrinos (16, 21, 22), una posible causa puede
ser la ausencia de gonadotropina LH, que impediría la ovulación; otra causa podría
ser la insuficiente producción de estrógenos por parte del folículo (2, 16). Sin
embargo, hasta el momento no se conocen con certeza cuales son las causas de la
aparición de folículos persistente anovulatorios en yeguas (2, 4, 14, 21)

Los quistes foliculares afectan la reproducción equina debido al impacto que tienen
en el ciclo estral (6), que es el tiempo que transcurre entre dos ovulaciones y que
está compuesto por una fase folicular conocida como estro; y una fase luteal
denominada diestro (23, 24). Cuando una yegua sufre esta patología se presentan
estros prolongados o ninfomanía (2,4), donde se puede observar tumefacción
edematosa en los genitales y emisión constante de pequeñas cantidades de orina
(25).

Dicha prolongación del estro puede afectar la calidad de los ovocitos debido a que
el folículo no logra liberarlos a tiempo (5, 6).

Los folículos anovulatorios persistentes pueden ser diagnosticados por medio de


una evaluación hormonal, donde se medirán las concentraciones de estradiol y
testosterona. En estos folículos las concentraciones de estradiol son menores a 30
pg/ml, y las de testosterona son superiores a 3.0 ng/dl (4).

Estos folículos tienden a desaparecer en un periodo de tiempo de 1 a 4 semanas


(2, 6), se recomienda no aplicar ningún tipo de tratamiento para inducir el siguiente
estro (6).

Quistes de la fosa de ovulación

A diferencia de otras especies, el ovario de la yegua cuenta con una región llamada
fosa de ovulación, que está libre de vasos sanguíneos mayores y que se encuentra
cubierta por un epitelio germinativo que es un tejido compuesto por células
germinales; en esta fosa se produce la ovulación y se forma el cuerpo lúteo (17).

Los quistes de la fosa de ovulación son estructuras que aparecen después de que
el ovario sufre traumas y / o heridas, en las yeguas estos quistes aparecen
exclusivamente en la fosa de ovulación y de no ser tratados a tiempo pueden crecer
y expandirse destruyendo el ovario (8).

Aunque estos quistes no generan ningún impacto de tipo hormonal (8), si pueden
generar problemas en la reproducción debido a que pueden destruir y remplazar los
folículos (8, 26). Así mismo, debido a la persistencia de estos quistes, se puede
acumular suficiente secreción como para evitar que el ovulo llegue al oviducto, o
como para generar presión y deformar el ovario (8).

Los quistes de la fosa de ovulación se pueden detectar por medio de ecografía


transrectal, donde se observarán pequeños quistes anecoicos dentro de la fosa (8).

Quistes paraováricos

Los quistes paraováricos son aquellos que se presentan cerca del ovario (27), en el
caso de las yeguas se presentan en el oviducto que es un conducto largo y sinuoso
cuya principal función es comunicar el útero con el ovario, con el fin de transportar
el oocito, soportar el proceso de fecundación y el desarrollo embrionario (28), en las
yeguas el oviducto tiene una capa muscular bien desarrollada que hace las veces
de esfínter y que permite impulsar los espermatozoides al sitio de fertilización.(9)

Los quistes en esta región suelen presentarse en la fimbria, que es una parte del
oviducto que está formada por cilios cuyo movimiento constante dirige los oocitos
hacia el ámpula, que es el lugar donde ocurre la fertilización (28). Estos quistes
pueden afectar la reproducción cuando llegan a alcanzar un gran tamaño, pues
logran mover las fimbrias afectando así el desplazamiento de los oocitos, impidiendo
el proceso de fertilización (8, 19). No existe claridad sobre las causas de este tipo
de quistes, sin embargo, su aparición es mucho más frecuente en yeguas de edad
avanzada (9).

El diagnóstico de este tipo de quistes es bastante complejo, pues no suele


detectarse fácilmente por medio de la palpación rectal, el ultrasonido, la biopsia, la
citología y la histeroscopia, por tal motivo cuando se presentan problemas de
fertilidad en una yegua y se han descartado las demás patologías, uno de los
mecanismos de detección que se recomienda es el lavado oviductal que permite
detectar si existe algún tipo de bloqueo en el oviducto de la yegua (9).

El lavado oviductal también puede ser usado como tratamiento para este tipo de
patología, sin embargo, en caso de que el quiste tratado sea demasiado grande, se
recomienda realizar una ovarioectomía unilateral que es la remoción quirúrgica
únicamente del ovario afectado, (9) no se encuentra evidencia bibliográfica que
mencione la extirpación del oviducto.

Tumores y otras patologías ováricas.

Además de los quistes ováricos y para ováricos existen otras patologías que se
desarrollan frecuentemente en los ovarios de las yeguas y que afectan de forma
directa la reproducción equina (5,18), dichas patologías se describen a
continuación.

Tumor de células de la granulosa.

El Tumor de Células de la Granulosa (TCG) es una de las patologías que se


desarrolla dentro de la estructura del ovario (10,12,13); que se presenta con mayor
frecuencia en las yeguas (10), se trata de una neoplasia (29) que como su nombre
lo indica aparece en la célula de la granulosa, que son aquellas que están dentro
del folículo cubriendo el ovocito (11) y de las cuales depende la producción de
inhibina (12), que es la hormona encargada de regular la maduración del folículo
(30). En algunas ocasiones el TCG puede aumentar de forma significativa la
producción de dicha hormona (12).

Es posible que en algunos casos el TCG contenga algunas células tecales (12), que
según Young 2010 (31), son células fundamentales para el crecimiento folicular,
pues proporcionan los andrógenos que serán convertidos en estrógenos por la
célula de la granulosa, durante el desarrollo folicular (31).

El TCG suele producirse únicamente en uno de los ovarios generando un


crecimiento exagerado del mismo (32), este tumor tiende a presentarse
principalmente en yeguas que tienen entre 5 y 9 años de edad, y/o que han parido
recientemente, no obstante, esta patología también puede llegar a presentarse en
yeguas gestantes (12, 13), sin que esto genere complicaciones en el desarrollo del
feto, ni en el parto. No existe claridad acerca de las causas reales de esta patología
(13).

Cuando un TCG tiene un alto contenido de células tecales, puede generar que la
yegua se comporte de forma similar a los machos (13) llegando incluso a intentar
montar otras yeguas (12, 13, 32), este comportamiento se conoce con el nombre de
virilismo (12). Así mismo, el TCG puede generar anestro, que es una fase del ciclo
estral donde no se presenta actividad ovárica, ni receptividad sexual (12,13), y
signos de ninfomanía es decir celos prolongados y/o intermitentes (12, 13,33).

Los problemas de comportamiento en la yegua pueden estar relacionados con el


desorden hormonal que genera el TCG (12, 13,32). Otros síntomas de este tipo de
tumor son los cólicos y la hemorragia que pueden ser generados por el
agrandamiento ovárico (13).

El TCG, se puede diagnosticar por medio de la palpación rectal, donde se verifica


el aumento en el tamaño del ovario y se revisa la uniformidad de las paredes, por lo
general en presencia de TCG el ovario se siente esférico y no se logra detectar la
presencia de la fosa de ovulación (12). Al realizar un ultrasonido, el TCG se muestra
como un panal de abejas, sin embargo, también se puede presentar una estructura
quística que contiene líquido, en el que se observan pequeñas partículas flotantes
(12). También se puede detectar el TCG mediante un perfil hormonal, detectando el
nivel de inhibina superior a 0,7 ng/ml, de testosterona mayor a 50-100 pg/ml, y de
progesterona inferior a 1ng/ml (12).

El tratamiento recomendado para el TCG, es la ovariectomía (12, 13), al realizar


este procedimiento se controlan los problemas de comportamiento y la irregularidad
del ciclo estral (13), la funcionalidad del ovario sano debe regresar
aproximadamente 6 meses después de la cirugía (32). La reproducción de las
yeguas se ve afectada por el TCG, debido a los problemas hormonales que generan
que el desarrollo folicular, la ovulación y la formación de cuerpo lúteo no ocurran
(12,13).

Folículos hemorrágicos

Cuando los folículos anovulatorios persistentes se llenan de sangre, se conocen


como folículos hemorrágicos, y se caracterizan por que el folículo presenta tejido
lúteo y engrosamiento de sus paredes (21). Se les conoce también como folículos
otoñales debido a que suelen presentarse en el periodo de transición otoño
primavera, es decir al final del periodo ovulatorio en la yegua (4), sin embargo, se
ha detectado la formación de folículos hemorrágicos al principio de la temporada
ovulatoria (3,21). Hasta el momento no existe claridad acerca de las causas que lo
originan (2), sin embargo, se considera que pueden ser el resultado de fallas en la
ovulación de origen endocrino y tienden a perdurar hasta por dos meses (21).

Los folículos hemorrágicos pueden ser diagnosticados por medio de una evaluación
ultrasonográfica transrectal, donde se verificará el diámetro del folículo, la densidad
de la capa de la granulosa y la presencia de manchas ecogénicas flotando en el
líquido folicular (5,6) (Figura 1).
Figura 1 Imagen de ultrasonido de un folículo hemorrágico.
Fuente: McCue PM (12)

Al igual que en el caso de los folículos anovulatorios persistentes, el principal


impacto que los folículos hemorrágicos tienen en la reproducción equina, está
relacionada con la imposibilidad del folículo dominante para liberar el ovocito y
continuar con el proceso de ovulación normal (6,12). Y de igual forma que los
folículos anovulatorios persistentes, los folículos hemorrágicos tienden a
desaparecer por si solos (2, 6), y en caso de que sea absolutamente necesario se
debe administrar la dosis luteolitica más baja de prostaglandina F2α, con el fin de
evitar la recurrencia (6).
Cuerpo lúteo persistente.

Según Tomac (34), el cuerpo lúteo es una glándula endocrina temporal que se forma
a partir de las células que se encuentran en la pared del folículo (granulosa y teca)
por efecto de la hormona luteinizante (LH), y que debe su nombre al color amarillo
que toman las células en su proceso de transformación (34). El cuerpo Lúteo es
fundamental para la regulación del ciclo estral y la producción de progesterona (35),
que es la hormona que se encarga de preparar el endometrio para recibir el embrión
(35).

La funcionalidad del cuerpo lúteo tiene una duración aproximada de 14 o 15 días


después de la ovulación (16), si no se presenta preñez, inicia la luteólisis, que es la
destrucción del cuerpo lúteo, este fenómeno se genera debido a la falta de señales
uterinas y señales embrionarias antiluteolíticas (36).

Se presenta un cuerpo lúteo persistente cuando en yeguas no gestantes la luteólisis


no se desarrolla después de la ovulación (16) y puede ser producido principalmente
por ovulaciones tardías en la fase luteal del ciclo estral, que durante la liberación de
la prostaglandina producen cuerpos lúteos inmaduros es decir que cuentan con
menos de cinco días de vida. (39)

También puede ser producido por infecciones uterinas crónicas o por pérdida
embrionaria después de que la yegua reconoce la preñez, situaciones que
disminuyen la secreción de prostaglandina por el endometrio (37,39). La
prostaglandina es la hormona que provoca la regresión del cuerpo lúteo y es
liberada a través del endometrio, aunque no se tiene claridad acerca de los factores
que desencadenan su liberación, se sabe que ingresa al sistema circulatorio para
llegar al cuerpo lúteo ovárico por medio de la vía arteriovenosa (38).

El diagnóstico de un cuerpo lúteo persistente se realiza por medio de la palpación


rectal donde el cuello uterino se sentirá tenso y seco debido al exceso de
progesterona producido por el CL persistente (39). Así mismo, se deberá realizar un
examen de ultrasonido y una evaluación hormonal, donde se deberá encontrar
niveles de progesterona superiores a los que se encuentran en presencia de un CL
normal, >1,0 ng/ml (14,39).

El cuerpo lúteo persistente impacta la reproducción equina, debido a que puede


alterar el ciclo reproductivo, impidiendo o demorando la llegada del estro, así como
la maduración folicular y por tanto la ovulación (14).
Tabla 1 Síntesis de patologías ováricas, causas e impactos en la reproducción.
La siguiente tabla muestra un breve resumen de cada una de las patologías mencionadas,
sus posibles causas y el impacto fisiológico y/o anatómico que puede tener en la
reproducción equina.
Patología Posibles Causas Impacto fisiológico y Autores
anatómico
Producción anormal de
estrógenos por el folículo Alargamiento del ciclo estral,
Orteaga Hugo,
y / o la liberación crecimiento persistente del
2016
insuficiente de folículo dominante, perdida de
Folículos Beltman ME, 2014
gonadotropinas para la ovulación.
persistente Mccue PM, 2008
inducir la ovulación. Disminución en las
anovulatorio Cuervo J, 2010
Liberación de concentraciones de estradiol.
Otalvaro L, 2009
prostaglandinas por Aumento en los niveles de
McCue PM 2003
endometriosis, o dolor estrógeno.
crónico.
Destrucción de los folículos
Quistes de la dominantes. Quaresma M, 2011
fosa de Trauma o heridas Acumulación de secreción que Snider TA, 2015
ovulación evita que el ovulo llegue al Daza C, 2004
oviducto y/o deforma el ovario
Cuando crecen pueden llegar a Quaresma M, 2011
Quistes para No existe claridad sobre
mover las fimbrias, evitando el Scott D, 2002
ováricos las causas
desplazamiento de los oocitos.
Aumento significativo de la
producción de inhibina.
Crecimiento exagerado del
ovario afectado, que puede
Ruiz A, 2013
Tumor de generar dolor y hemorragia.
No existe claridad sobre Young, 2010
células de la Genera anestros prolongados o
las causas MCcue PM, 2013
granulosa. estros continuos y prolongados.
González FJ, 2013
Retraso o supresión del
desarrollo folicular, la ovulación
y la formación del cuerpo lúteo.

Ovulación múltiple y Imposibilita que el folículo Ginther OJ, 2007


Folículo aumento en la dominante libere el ovocito y Cuervo J, 2010.
Hemorrágico concentración de la continuar con el proceso de Orteaga Hugo,
gonadotropina. ovulación normal 2016
Ovulaciones tardías en la Alteración el ciclo reproductivo,
fase luteal del ciclo estral. impidiendo o demorando la
Troedsson
Cuerpo Pérdida embrionaria, llegada del estro, así como la
MHT,2003
Lúteo después de que la yegua maduración folicular y por tanto
Hillman R, 2008
persistente reconoce la preñez. la ovulación
McCue 1998
infecciones uterinas
crónicas
Conclusiones

Las patologías ováricas generan problemas reproductivos relacionados con la


ovulación y el ciclo estral, evitando la fertilización y la gestación. No se observa que
estas enfermedades afecten el embrión, el feto, ni el parto en yeguas gestantes.

Los quistes paraováricos y los de la fosa de ovulación no generan desordenes


hormonales, sin embargo, afectan la fertilidad debido a la obstrucción de la
ovulación y el transporte del ovocito.

El TCG es una patología hormonalmente activa, que afecta el ciclo reproductivo,


impidiendo el desarrollo folicular, la ovulación y la formación de cuerpo lúteo.

El diagnóstico de los problemas ováricos en yeguas, debe incluir la revisión del


comportamiento del animal, la palpación y el ultrasonido rectal y la evaluación
hormonal, con el fin de confirmar de forma certera el tipo de patología presentada.
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