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desarrollo de la
personalidad
adolescente
Tema 1. Desarrollo físico y sexual.
La pubertad
Aprendizaje y desarrollo de la personalidad adolescente
La profesión docente en el mundo actual
Índice
Presentación .............................................................................. 3
Objetivos de aprendizaje ............................................................... 3
1. Delimitación de términos: pubertad, adolescencia y juventud ............. 5
1.1. Pubertad, adolescencia y juventud................................................. 5
1.2. La naturaleza de la adolescencia: cambios y transformaciones ................ 6
2. La pubertad ......................................................................... 8
2.1. Determinantes de aparición de la pubertad e influencias en su desarrollo .. 8
3. Desarrollo físico en la pubertad y adolescencia ............................... 9
3.1. Transformaciones físicas ............................................................10
3.2. Cambios hormonales .................................................................11
3.3. Cambios en los órganos sexuales y reproductivos ...............................14
3.4. Cambios en el esquema corporal ..................................................16
3.5. Modificaciones a nivel cerebral ....................................................18
4. Cambios psicológicos relacionados o repercusiones psicológicas ......... 19
4.1. Cambios psicológicos, imagen corporal y autoestima...........................19
4.2. La maduración tardía y la maduración temprana ...............................23
4.3. Cambios psicológicos y funciones ejecutivas .....................................23
5. Evolución de la personalidad en la adolescencia ........................... 25
Resumen................................................................................. 27
Presentación
El desarrollo psicológico no es un proceso de despliegue automático de capacidades
producido por la actualización de un calendario evolutivo. Hoy, sabemos que este
desarrollo constituye un proceso. Si conocemos sus características esenciales
contribuiremos a potenciarlo. El estudio del desarrollo del individuo es un campo de
estudio dedicado a la comprensión de todos los aspectos de crecimiento y cambios
humanos desde la concepción hasta la adolescencia (Berk, 2009). Cada momento
evolutivo presenta, con las lógicas variaciones individuales, una serie de
características que son un referente indispensable para la intervención educativa y las
tareas docentes relacionadas con la misma.
El presente tema está enfocado a los conocimientos biológicos que son relevantes para
la psicología del desarrollo en la adolescencia. En él se describe el proceso de
maduración biológica que acompaña a la adolescencia, abordaremos los cambios
característicos de la pubertad y algunas de las importantes consecuencias y
repercusiones psicológicas que puede tener. Posteriormente, trataremos en este tema
el inicio de las relaciones sexuales, desde el propio punto de vista del adolescente y
los aspectos más destacados de la transición en el adolescente.
Objetivos de aprendizaje
Tras el desarrollo de este tema el estudiante debería ser capaz de:
Habría que empezar insistiendo en la distinción entre dos términos que suelen
confundirse. Estos son pubertad y adolescencia.
Pubertad Adolescencia
Según Susmanz y Rogol, (2004); citados por Ortuño (2014), se conoce como pubertad
el proceso de cambios biológicos que da lugar a la maduración de los órganos sexuales,
posibilitando la capacidad reproductora tanto en el hombre como en la mujer. Su
origen se encuentra relacionado con los términos latinos pubertas (vello; mocedad) y
pubes (pubis; juventud), concepciones relacionadas con la madurez sexual y el
consiguiente tránsito de la infancia a la adolescencia.
Otros autores como Salmela-Aro (2011) propone una división más acotada
temporalmente que la anterior: adolescencia temprana (11-13 años), adolescencia
media (13-17 años) y adolescencia tardía (17-19 años (Ortuño, 2014).
• Microsistema
• Mesosistema
• Exosistema
• Macrosistema
2. La pubertad
• Se gana peso por acumulación de grasa: el aumento de peso en una chica normal
es de 17 kg entre los 10 y los 14 años. Los chicos pueden ganar 19 kg. entre los
12 y los 16 años.
• Crecimiento de la cabeza: una de las partes del cuerpo que más crecen.
Crecimiento de orejas, labios y nariz.
Los adolescentes con edades entre los 12 y 16 años cambian con gran rapidez en el
plano del crecimiento. Las proporciones del cuerpo cambian también; las chicas se
vuelven más redondeadas y los chicos más angulosos. La fuerza física se hace mayor,
sobre todo en los chicos. Si en la niñez los chicos y chicas tenían un tamaño muy
similar, en la adolescencia las diferencias en los cuerpos (dimorfismo sexual) se hacen
notables.
El desarrollo sexual cobra un impulso renovado en esta etapa. Los impulsos sexuales
adquieren amplias posibilidades de expresión y actuación. Emerge la excitación sexual,
el deseo de contacto y las dudas sobre la identidad sexual. “Esta emergencia de la
sexualidad despierta temores de diversa índole tales como: dudas sobre la identidad
sexual (homosexualidad-heterosexualidad), temores frente al otro sexo (turbación,
miedo, preocupación, inseguridad...), temores de embarazo, temores de
enfermedades venéreas, etc.”, apunta Garaigordóbil (2008).
La figura corporal empieza a cristalizar lo que será su imagen juvenil y adulta, mientras
las capacidades sexuales y reproductivas alcanzan también su desarrollo.
A continuación se van a describir los cambios biológicos que se producen tanto en las
chicas como en los chicos, pues aunque sus límites temporales estén en función de
muchos factores que determinan el momento de la maduración sexual y el desarrollo
como la herencia, factores étnicos, el sexo, el clima, estilo de vida en general, etc.,
la realidad es que más tarde o más temprano todos los adolescentes han vivido o van
a vivir esos cambios que tienen como protagonistas principales a las glándulas del
sistema endocrino (hipófisis, gónadas, adrenales) y al hipotálamo, que estimulan el
crecimiento y la maduración sexual, siendo ese repentino crecimiento conocido como
“estirón de la adolescencia” una de las características más representativas de la
pubertad. En general, las investigaciones al respecto indican que las chicas y los chicos
con mayor peso y exceso de grasa corporal suelen madurar antes, sucediendo lo mismo
en aquellos adolescentes sometidos a situaciones estresantes (Muñoz, 2000).
Las sucesivas transformaciones fisiológicas que ocurren durante este período parecen
estar asociadas con el eje hipotalámico-hipofisario. Las señales bioquímicas emitidas
desde el hipotálamo estimulan la hipófisis permitiendo la liberación de diferentes
hormonas (hormona luteinizante, hormona del crecimiento, hormona estimulante del
tiroideas, entre otras). Todo ello, a su vez, genera que se produzca una estimulación
en las glándulas suprarrenales y las gónadas tanto en los hombres (testículos) como en
las mujeres (ovarios) que incrementan su producción de andrógenos y estrógenos
Glándulas endocrinas
Son las glándulas que secretan hormonas internamente y las hormonas son sustancias
bioquímicas que pueden llegar a cada célula del cuerpo al ser secretadas en el torrente
sanguíneo por las glándulas endocrinas; pero cada hormona tiene órganos concretos a
los que instruye sobre lo que deben hacer y cuándo deben actuar (Muñoz Vivas, 2000).
Son las siguientes:
Glándula Hipófisis
Se localiza en la base del cerebro y se identifica como la glándula maestra que produce
las hormonas reguladoras del crecimiento. Concretamente la hormona humana del
crecimiento (HHC) afecta al crecimiento total y el moldeamiento esquelético; es decir,
afecta tanto al tamaño del cuerpo como a su forma, alternando las fases de
estiramiento (aumento de estatura) con fases de ensanchamiento (aumento en grosor
del cuerpo), dando al adolescente una imagen carente de armonía en las proporciones
que se convierte en una de sus mayores preocupaciones. La hipófisis anterior secreta
las hormonas gonadotróficas que ejercen su influencia sobre las gónadas o glándulas
sexuales, la producción y liberación de estrógenos y progesterona. En los chicos, por
su parte, estimulan el crecimiento del esperma en los testículos y controlan la
producción y liberación de la hormona testosterona.
Son los ovarios en la mujer y los testículos en el hombre. Los ovarios secretan los
estrógenos que estimulan el desarrollo de los propios órganos sexuales y de las
características sexuales secundarias (crecimiento del vello púbico, de los senos,
distribución de la grasa corporal) y la progesterona que se produce después del
desprendimiento del óvulo del folículo ovárico y que tiene gran importancia en la
preparación del útero para la gestación y para su mantenimiento. Por su parte, los
testículos inician la producción de la hormona androgénica testosterona gracias a la
estimulación de la hormona luteinizante. La testosterona es responsable del desarrollo
de los órganos sexuales masculinos y de las características sexuales secundarias
(desarrollo muscular y esquelético, cambio de voz, vello facial y corporal). La
proporción en los niveles de las hormonas en hombres y mujeres es parcialmente
responsable del desarrollo de las características masculinas o femeninas; si esas
proporciones no son normales entonces pueden ocurrir desviaciones en el desarrollo
de los rasgos considerados masculinos o femeninos.
Estas glándulas se localizan justo por encima de los riñones y secretan andrógenos y
estrógenos, así como adrenalina tanto en hombres como en mujeres. En ellas las
adrenales producen bajos niveles de andrógenos (hormonas sexuales masculinizantes)
El hipotálamo
Es una pequeña área del cerebro anterior que controla la motivación, la emoción, el
placer y el dolor en el cuerpo. El hecho de ser un centro cerebral de control
motivacional y emocional le permite regular funciones como la gestación, la lactancia,
la producción de hormonas, la ingesta de líquidos y de alimentos y la respuesta y
conducta sexual. También al ser un centro cerebral de control del placer y del dolor
puede producir sentimientos y pensamientos sexuales, a la vez que desempeña un
papel muy importante en la producción y regulación hormonal, pues produce la
hormona liberadora de gonodotrofina que controla la producción y liberación de las
hormonas folículoestimulante y luteinizante de la hipófisis (Muñoz Vivas, 2000).
La maduración sexual
Como afirma Ortuño (2014), todo ello se traduce en una vivencia diferenciada de la
experiencia corporal, dado que mientras que los niveles de fuerza o resistencia en
edades previas eran similares para ambos sexos, a partir de la adolescencia es mayor
en los chicos. Estas diferencias están marcadas biológicamente y tienen su
fundamentación en la adquisición de las tareas propias de cada sexo, que, en el caso
de las chicas, está relacionada con la capacidad reproductora.
Conviene matizar que todos estos cambios tienen su inicio antes incluso de que
resulten perceptibles externamente, aunque las transformaciones visibles tengan lugar
hacia los 10-13 años, con una amplia heterogeneidad en su manifestación (DeRose y
Brooks-Gunn, 2005, citados por Ortuño, 2014).
Entre los principales órganos sexuales masculinos se puede citar el pene, el escroto,
testículos, próstata, vesículas seminales, glándulas de Cowper, uretra y conductos
deferentes, que sufren importantes cambios durante la adolescencia. Por ejemplo, los
testículos y el escroto inician su rápido crecimiento aproximadamente a la edad de
11 años y medio. Por su parte, el pene dobla su tamaño y su diámetro, presentando
un crecimiento más rápido entre los 14 y los 18 años. También maduran en este tiempo
la próstata y las vesículas seminales que empiezan a secretar semen y las glándulas
de Cowper que inician la secreción de un fluido alcalino que neutraliza la acidez de la
uretra lubricándola, haciendo más fácil y seguro el paso del esperma. En esta etapa
suele ser frecuente la preocupación por las denominadas “poluciones nocturnas”
(Muñoz Vivas, 2000).
De acuerdo con las tenencias de crecimiento elaboradas por Tanner (1972) citado por
Muñoz Vivas (2000), las edades de más rápido crecimiento en peso y estatura son para
las chicas alrededor de los 12 años y para los chicos los 14 años aproximadamente,
situación que genera grandes diferencias entre unas y otros, pues entre las edades de
12 y 14 años las niñas son algo más altas que los niños y entre los 10 y los 14 años
suelen pesar más, dando como resultado que mientras las chicas han alcanzado el 98%
de su estatura adulta a los 16 años, los chicos sólo alcanzan el 98% de su estatura
adulta a los 17 años, tasas que lógicamente varían en individuos diferentes y
determinados por factores como la herencia y el factor ambiental, la edad en la que
comienza la maduración sexual, etc. Los efectos de la maduración temprana o tardía
no se limitan sólo a la estatura y al peso, sino que afectan a otras esferas de la vida
de los adolescentes (Muñoz Vivas, 2000).
Por su parte, los chicos que maduran temprano disfrutan de ventajas atléticas y
sociales:
• Son grandes para su edad, más musculosos y con mejor coordinación que los que
maduran tarde, destacando especialmente en deportes competitivos.
• En general muestran mayor interés entre las chicas y son muy populares entre
ellas por su apariencia adulta y habilidades sociales, situación que a veces les
lleva a implicarse en relaciones sexuales tempranas.
• Se suele calificar a los chicos que maduran antes como más atractivos
físicamente, mejor presentados y más masculinos que los que maduran tarde. El
problema es que los adultos suelen esperar más de ellos en términos de madurez
y responsabilidad, dejando a muchos chicos que maduran precozmente menos
tiempo para disfrutar de la libertad típica de la niñez.
Las chicas que cursan educación secundaria pero que maduran más tarde con
frecuencia sufren desventajas sociales, siendo esta pérdida temporal de su estatus
social la principal desventaja, pero, además, según recoge Muñoz Vivas (2000):
• Son tratadas como “niñas pequeñas” y esto dificulta que sean invitadas a ciertas
actividades sociales.
• Sus actividades reflejan intereses de los grupos de menor edad con los que
comparten su tiempo.
Por su parte, los chicos que maduran tarde fundamentalmente sufren una serie de
desventajas:
• Otros autores encuentran que a estos chicos los caracterizan como menos
populares, con menor atractivo físico, más inquietos, dominantes y rebeldes con
sus padres, más dependientes y con mayor sentimiento de inadecuación y de
rechazo que puede desencadenar en timidez y aislamiento.
Por otra parte, la sustancia gris de la zona prefrontal aumenta hasta los 11 años en
las mujeres y hasta los 12 años en los hombres, para comenzar a disminuir después de
estas edades, lo cual refleja un aumento del número de sinapsis hasta ese momento y
Córtex prefrontal
Los adolescentes, tanto chicas como chicos, necesitan tiempo para integrar ese cúmulo
de cambios rápidos en estatura, tamaño general del cuerpo y todas las modificaciones
producto de la maduración sexual, pues lógicamente estos sucesos pueden tener un
efecto perturbador si no consiguen desarrollar una identidad individual positiva y de
confianza en sí mismos, pues los adolescentes son influidos por los conceptos de la
figura ideal aceptados por la cultura y las desviaciones respecto a estas normas
idealizadas de apariencia física, destrezas e intereses pueden ejercer una influencia
muy negativa en la forma como son tratados los adolescentes por los otros y en la idea
que se pueden formar de sí mismos, generando en muchos casos una verdadera
ansiedad por la apariencia física, especialmente si han tenido experiencias sociales
negativas en la niñez y en el inicio de la adolescencia (Muñoz Vivas, 2000).
Transformaciones Siegel (1982) citado por Carretero (2004) resumió así el impacto
físicas que tienen sobre los adolescentes las transformaciones físicas a
que se ven sometidos:
Otros dos aspectos a considerar serían los efectos psicológicos relacionados con la
aparición de la menarquía y con las diferencias entre una maduración precoz o
tardía. Desde puntos de vista clásicos sobre la adolescencia, la menarquía ha sido
considerada como un acontecimiento trascendental (y desde luego lo es
biológicamente hablando), generador de cambios significativos en el autoconcepto y,
en esa medida, con poder para provocar una crisis de identidad.
Entre las que tenían opiniones negativas sobresalían aquellas que habían tenido una
maduración precoz, condición que parece relacionarse, en el caso de las chicas, con
una mayor vulnerabilidad general en la adolescencia: mayor probabilidad de mantener
hábitos de salud dañinos (tabaco y alcohol), de padecer depresiones y trastornos de la
alimentación, relaciones sexuales tempranas, y niveles educativos y ocupacionales más
bajos. Al parecer, la combinación entre la inmadurez social y cognitiva y un desarrollo
físico precoz limita las posibilidades de reconocer en determinadas conductas su
relación con efectos nocivos para el desarrollo a largo plazo.
Los efectos que tienen la maduración precoz o tardía pueden, por tanto,
ser diferentes en chicos o chicas. Según Palacios (2008), los chicos suelen
recibir mejor la maduración precoz por los cambios que conlleva (fuerza,
superioridad física). El caso de las chicas suele ser más complejo (a veces
incluso, se intenta esconder sus efectos); en ocasiones pueden ser
presionadas por varones mayores para establecer relaciones para las que
quizá no están preparadas. Además, como existe una diferencia en los
promedios de maduración, a favor de las chicas, incluso las que maduran
con cierto retraso lo harían en edades similares a las de los chicos.
El estudio de las regiones frontales del cerebro ha ganado relevancia dado su papel
esencial en las funciones cognitivas superiores que regulan la conducta cognitiva,
Funciones ejecutivas
Destacamos las notas más relevantes del período que determina la transición entre la
fase escolar de Primaria (hasta los 12 años) y la Secundaria Obligatoria (12-14 años),
en el cual se dan los cambios más acusados (ya descritos).
Las relaciones con los adultos son ambivalentes. En ocasiones, se oponen a ellos y a
los valores que representan. Otras veces les imitan, necesitan modelos en una época
en la que tienen que afirmarse como personas.
Resumen
La adolescencia es una etapa de la vida con sentido propio, el proceso de transición
de la infancia a la edad adulta en el que están implicados factores biológicos,
psicológicos y sociales que determinan su variabilidad y su duración. En sociedades
occidentales como la nuestra se observa una tendencia al alargamiento de este
periodo, tanto en su inicio como en su finalización, contribuyendo a que el segmento
de la población adolescente se constituya como un grupo social cada vez más
diferenciado. Una de sus características más acusadas es la de transitar hacia el estatus
adulto a través de su rol institucionalizado de estudiante. Ello implica plenamente a
los centros educativos de secundaria en el ámbito de la toma de decisiones respecto a
la idoneidad de los modelos educativos a desarrollar, en función de las características
de sus estudiantes y de los acelerados cambios sociales que se vienen produciendo en
los últimos años. Como consecuencia es necesario afrontar procesos de reajuste en el
rol profesional del docente de secundaria y en los itinerarios formativos del
profesorado novel.
Desde el punto de vista emocional y afectivo, es una etapa extremadamente rica que
acabará consolidando su seguridad o inseguridad en sí mismo y en los demás. El humor,
las emociones y los sentimientos conforman un mundo emocional muy variable de unos
adolescentes a otros, dependiendo de la herencia, la historia afectiva familiar y de
relaciones de amistad, así como de los aprendizajes personales y sociales.