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Freud, Reich y Lowen Bioenergetica No tenemos cuerpo, sino que somos cuerpo y es en éste,

donde nuestros conflictos y bloqueos psicológicos van imprimiendo su huella y poco a poco, se
va configurando nuestra coraza muscular en función de nuestras vivencias. Esta coraza de
alguna forma distorsiona el flujo de energía vital. El método desarrollado por Alexander Lowen,
tiene sus antecedentes históricos en las teorías de Freud, Jung, y por supuesto de Wilhelm
Reich, discípulo de Freud y maestro de Lowen. En resumen, la bioenergética incrementa
paulatinamente el contacto que una persona tiene consigo misma y le brinda confianza para
realizar sus actividades y relacionarse con la gente. Después de todo, lo que se persigue es que
todo aquello que se analiza y aprende en terapia sea aplicable a la vida cotidiana, y no que
permanezca como un aprendizaje inútil o estéril. Pedro Barros
La Bioenergética tiene sus raíces en el psicoanálisis de Freud y en la vegetoterapia de Wilhelm
Reich, uno de sus discípulos. Reich se dio cuenta, en su práctica clínica, que hablar de los
conflictos era insuficiente para resolverlos. Así, en la década de 1930 incorporó el trabajo con el
cuerpo como instrumento terapéutico. Básicamente profundizaba en la respiración para
ampliarla y para mejorar e intensificar la vivencia emocional. Posteriormente, en la década de
1950, Alexander Lowen, discípulo y paciente de Reich, quiso ir más allá en su terapia e inició
un proceso de trabajo personal que lo llevó, juntamente con John Pierrakos, a desarrollar lo que
hoy conocemos como Análisis Bioenergético. Trabaja con el cuerpo para profundizar la
respiración, distender las tensiones musculares crónicas y movilizar la energía retenida. Estas
intervenciones estimulan la aparición de los movimientos e impulsos anteriormente evitados, así
como los recuerdos, imágenes y afectos asociados. Con exploración verbal, se ayuda a la
persona a analizar, es decir, a identificar, comprender y desinvertir sus conflictos infantiles,
liberando los conflictos emocionales/tensiones corporales.
De esta forma, el cuerpo no es una prisión ni una carga, sino un medio hábil por el que vivir y
sentir en plenitud. La terapia bioenergética aporta libertad para poder escoger. No se trata de
quedarse desprovisto de nuestras herramientas de protección, sino de usarlas con libertad y de
forma consciente. El cuerpo puede expresarse libremente y el paciente recibe mejor la
información de sus emociones y del cuerpo, permitiendo expresarlas y evitando las
psicosomatizaciones que provocan su represión. Este interés por el cuerpo está plenamente
justificado:
Porque los sentimientos y las emociones (también los pensamientos) son procesos biológicos
cuyas características pueden ser conocidas, en cada persona, observando cómo el cuerpo se
moviliza. Como ejemplo basta recordar lo que nos ocurre con cualquier emoción.
Porque las dificultades para conectar con sentimientos, deseos y recuerdos están vinculadas a
patrones de funcionamiento corporal en los que existen reducción de la motilidad y de la
percepción del conjunto o de segmentos corporales. Como ejemplo: la reducción de la
respiración torácica, que es mayor cuanto mayor es la fuerza con que la persona evita
habitualmente entrar en contacto con determinados sentimientos.
Porque relajando tensiones musculares y ampliando la expresión emocional se facilita la
percepción de movimientos y segmentos corporales “bloqueados” y así la persona puede
conectar mejor con esos contenidos emocionales y recuerdos que son imprescindibles para
encontrarse a si misma. Como ejemplo cotidiano: esa “apertura” que se siente cuando se hace
ejercicio, cuando se baila o cuando se hace el amor.
Porque cualquier cambio en una conducta va acompañado de un cambio corporal, sea “tan sólo”
en el tono muscular. Como ejemplo de cambios dentro del repertorio cotidiano: el cambio que
se percibe después de cambiar de postura o de estirarse uno. Como ejemplo de cambio en el
tiempo: ya cada uno piense y vea como cambió su “forma” (de estar, de ser) al tiempo que ha
ido madurando. Entender la personalidad vinculada al cuerpo. Movilizar la energía contenida en
el cuerpo a través de tensiones musculares. Aumentar la capacidad del individuo de
experimentar placer. Ayudar al paciente a recuperar su condición de libertad. Facilitar la
expresión de sentimientos, de dar y recibir afecto. Trabajar sobre la expresión personal,
concretamente de voz, movimiento y ojos. Esta disciplina propone una terapia que actúa de
manera simultánea en dos vertientes, una verbal para lograr que el paciente reflexione sobre su
problemática, creencias y actitudes que lo han llevado a enfermarse, y otra de desempeño físico
que elimine tensiones, rigidez, falta de expresión corporal y baja satisfacción por vivir. Llega un
momento en el cual la coraza obstruye completamente el paso de los sentimientos (flujo de
energía vital) interfiriendo el funcionamiento correcto del cuerpo. 
Es ahí donde la terapia bioenergetica toma el rol principal, logrando el paso de energías
reprimidas por esta coraza y permitiendo gozar al máximo las funciones básicas del cuerpo.
Pero como el ser humano es el único animal que conscientemente tropieza con la misma piedra
más de una vez, vuelve a caer en los conflictos psicológicos y por ende forma una nueva coraza.
Toda limitación del individuo en su movimiento corporal o la presencia de dolor constante en
algunas regiones (espalda, hombros, muslos u otros) son resultado de una dificultad emocional
cuyo conflicto no ha sido resuelto.
La respiración se ve limitada de manera gradual por factores sociales y sucesos trascendentales
en la vida del individuo, y con ello se reduce el flujo energético y la vitalidad del cuerpo.
Estos bloqueos surgen para sobrevivir en un medio social en el que se niegan los valores
corporales, y de ser efecto pasan a ser causa de nuevas afecciones en la salud física, mental y
emocional. La terapia bioenergética es una técnica terapéutica para ayudar a una persona a
volver a su cuerpo y ayudarle a disfrutar lo mejor posible de la vida. En la importancia que se le
da, se incluye la sexualidad, que es una de sus funciones básicas. Pero también se incluyen las
funciones aún más básicas de la respiración, el movimiento, el tacto y expresión de la propia
personalidad. La persona que no respira profundamente reduce la vida de su cuerpo; sino se
mueve con libertad ,limita la vida de su cuerpo; sino siente plenamente, reduce la vida de su
cuerpo y si se reprime la expresión de su personalidad, limita la vida de su cuerpo.
INTEGRACIÓN CUERPO, EMOCIÓN y MENTE: 

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