¿Es un niño responsable de su orientación sexual a tan corta edad?

, ¿Puede y debe el
gobierno decir qué y cómo educar a los niños sobre este tema? Aunque pueda
entenderse los motivos de aquellas personas que defienden la capacidad de definirse
a tan corta edad, es difícil compartirla. Se quiera o no siempre habrá diferencias. Pero
no puede obligarse a una familia a que acepte tales decisiones sin la preocupación de
no saber que explicar a sus hijos. No es fácil actuar de manera natural cuando no se le
ha consultado al padre si puede o no convivir con esta nueva disposición. La idea no
es ir contra quienes se benefician con la “ley de la transexualidad”, sino contra la falta
de consideración por aquellos que no lo hacen.

Saber que enseñarle a un hijo es complicado. Hay muchas fuentes de información y

muchas veces tan erradas que se debe hacer un gran esfuerzo. Si a esto se le suma
el hecho que ahora un niño, tan igual que el hijo de otro, pueda decidir cómo verse o
llamarse, hace más esta labor, la cual es hasta muchas veces difícil de entender para
los padres. Y aunque no se trate de hacer más o menos fácil la labor de la familia,
tampoco puede “discriminarse de manera negativa” como dice Alicia Rubio
(Profesionales por la Ética), utilizando leyes de discriminación positiva. Todos tienen la
libertad de decidir qué y cómo enseñar a sus hijos.

Es un cambio muy grande, y muchas veces no se sabe el camino correcto. Para

ambos lados de la mencionada ley, a favor y en contra, es un camino complejo y con
bastantes preguntas sin respuestas claras. Entender que un niño decide a tan corta
edad su cambio de sexo se hace difícil. No se quita importancia a los padres que
luchan contra la aceptación de la sociedad hacia un miembro de su familia. Es
complicado. Sin embargo, parece olvidarse de aquellas otras que parece dejarse de
lado por beneficiar a una minoría.