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Sexualidad en la consulta;

trastornos del deseo y disfunciones por dolor. a


v i n
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44 7 10 1
7 1 2 .
Documento deaestudio 214 IP: 21
a d a o m ,
t or iz a il .c
a a u o tmFuden
g Aula Virtual
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s c ar i 66@
D e m i v
a l, e
V i d
Autoras
Elena Almohalla Pulido
Mª Rosario González Moreno
Beatriz Almohalla Pulido
Isidoro Giménez Calventus
4 4 7
1 4 71
a 2
iz a da a l,
to r V i d P :
a a u i r ó m , I
a rg na M l . co
es c e l v i m a i
D E t ho t 2 2 5
6 @ . 7 5 .
v i6 0 1
emi 212.1
Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

Índice
1. Trastornos del deseo sexual.............................................................................5
1.1. Introducción..............................................................................................5
1.2. El concepto de deseo sexual....................................................................6
1.3. Construcción y estructura del deseo.......................................................7
1.4. El deseo sexual hipoactivo.......................................................................11
1.5. Aversión al sexo........................................................................................16
1.6. Adicción al sexo........................................................................................18
1.7. Trastorno de la excitación sexual femenina...........................................20
1.8. La anorgasmia femenina.........................................................................22
1.9. Tratamiento de las disfunciones sexuales femeninas...........................24
1.10. El manejo de las disfunciones sexuales en la consulta de matrona..26
2. Disfunciones por dolor......................................................................................29
2.1. Introducción..............................................................................................29
2.2. Definiciones..............................................................................................30
2.1.1. Vaginismo.........................................................................................30
4 7
2.2.2. Dispareunia.......................................................................................31
4
1 4 71
2.3. Epidemiología...........................................................................................32
2
2.4. Formas clínicas.........................................................................................32
a
z a da
2.4.1. Vaginismo.........................................................................................32
a l,
2.4.2. Dispareunia.......................................................................................33
i
to r V i d P :
2.5. Etiología....................................................................................................34
a u i r ó , I
2.5.1. Vaginismo[20-22,24,28,30].............................................................................................................................. 34
a m
a rg a M l . co
2.5.2. Dispareunia[19,22,25].................................................................................................................................... 35
n
es c e l v i a i
2.6. Perfil de la mujer con vaginismo y/o dispareunia..................................35
m
D E t ho t 2 5
2.7. Relaciones sexuales después del parto...................................................36
2
6 @ 7 5 .
2.8. Menopausia..............................................................................................38
.
v i6 0 1
emi 212.1
2.9. Evolución...................................................................................................39
2.10. Evaluación..............................................................................................40
2.11. Tratamiento.............................................................................................42
2.12. Manejo en la consulta de la matrona....................................................46
3. Bibliográfia........................................................................................................47
4. Anexo.................................................................................................................50
4.1. Anexo I: Inventario de miedos sexuales de Annon................................50
4.2. Anexo II: Índice de la función sexual femenina (FSFI)..........................54

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a rg na M l . co
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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

1. Trastornos del deseo sexual.

1.1. Introducción
Los trastornos o disfunciones con respecto al deseo sexual, desde una mirada general,
podremos catalogarlos en hipoactivo, aversión al sexo e hipersexualidad o adicción al
sexo. Desde la publicación del nuevo DSM, el cinco, los trastornos del deseo y de la
excitación sexual que hacen referencia a la mujer se han unificado bajo el concepto de
trastornos del interes/excitación sexual femenino.
Estos trastornos desde la materia médica probablemente se calificarán de disfunciones,
pero desde la Psicología y particularmente desde la Sexología los contemplamos como
alteraciones del comportamiento o conducta respecto a la Respuesta sexual Humana,
es decir:

(Deseo)—Excitación—Meseta—Orgasmo—
Resolución[1]

Si abordar en una mujer no gestante un trastorno de deseo sexual, puede resultar


dificultoso, en una gestante puede serlo mucho más teniendo en cuenta su condición
4 4 7
1 4 71
y los inconvenientes que pueden presentar los tratamientos desde la farmacopea,

a 2
pudiendo ser inviables y/o peligrosos o como mínimo comprometidos. Pero pensemos
que enfocar cualquier tipo de estrategia para recuperar y/o restablecer las sensaciones
a da l,
de demanda erótica, será necesario analizar minuciosamente los parámetros que
i z a
to r i d :
componen los diferentes planos en los que se desenvuelve la mujer o la pareja en sí, es
V P
a a u r ó
decir en lo psíquico, social, cultural, biológico o físico.
i m , I
a r
El propósito de esta g parte del contenido
n a M . c
del aula es orientar
l o al profesional que lo

e s c
requiera, para el manejo de
e l
casosv i
en los que la a
pareja
m i
acude en busca de información
D
y asesoramiento de
E
cómo tafrontar o
situaciones t que
2
frecuentemente 5 son pasajeras sin
un tiempo concreto, pero que mientras h . 2
i6 6 @ aparecen reproches
. 7 5 y con ellos tensiones en la
duran generan malestar e insatisfacción para
ambas partes, donde consecuentemente
v
mi la armonía
convivencia que perjudican de1 0 1
.equilibrada
la relación. En el caso de la mujer gestante,
sobra decir que e
2 1
su situación emocional2 y feliz, es fundamental para su
futuro bebé.
Desde los principio de la humanidad, hombre y mujer han necesitado la presencia de
otro ser semejante para “comunicar” su existencia, sus necesidades más elementales,
sus penas y alegrías, éxitos y fracasos y desde estas necesidades, se construye la pareja,
con ella la familia y de esta manera se establecen las bases y reglas indispensables
para que ambos convivan en armonía garantizándose la protección, el bienestar y la
atención mutua necesaria que fortalezca el vínculo propio y su descendencia.

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

Pero el “deseo” es un concepto que por sí mismo y desde diferentes materias o ciencias,
tendrá una definición diversa, es decir que aunque a priori resulta ambiguo, todos en
esencia sabemos que es o de que trata.

FIGURA 1
Amantes
Fuente: elaboración propia

4 4 7
1 4 71
a 2
1.2. El concepto de deseo iz a da
sexual a l,
r
todefinirlo como V i d P : del ser
a a u
El deseo sexual o líbido, podríamos r ó
i necesidades , I
la propiedad y necesidad
m
r
humano de manifestar
a g a M
y desarrollar sus instintos,
n l . c o y pulsiones eróticas
mediante la c
e s expresión
e l v i y bienestar.
y experimentación de
a
acciones
m isí mismo podríamos estímulos
que desencadenan
D
con el consiguiente
Ety sutil de la relación,
resultado
es expresión la más íntima
de placer
h otla necesidad.2de2aproximación
En
5 decir que
a otro ser
con el propósito de exteriorizar y6
i6 @
vivir .7 5
actividades eróticas y/o amatorias.
i v 0 1
.1sexual del
[2]
em
S.Freud hablaba del
plano sexual. Dicho
deseo, como
de otro modo,2
la
1
la 2
Energía
pulsión
vital
es
individuo o pulsión orientada al
la energía profunda dirigida a un
propósito determinado que se libera o descarga al alcanzarlo.
Para Carl Jung[3], la líbido es la energía psíquica que el individuo posee y utiliza para su
desarrollo personal, ésta en si misma constituiría la energía sexual o potencial innato
que cada persona posee tanto desde las posibilidades de manifestar su disponibilidad
sexual como la capacidad necesaria para reproducirse.

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El concepto de Freud es reconocido e incluido por J.Lacan[4] en sus teorías psicoanalíticas


quien dice que “el deseo es el resultado de la pulsión en el denominado registro
simbólico”, (área del psiquismo que procesa los estímulos), ello permitió considerar que
la realidad pende de las estructuras materiales como cita el autor en su definición “la
pulsión como resultante de los estímulos internos”.
Podríamos establecer una discusión interesante si pretendiéramos matizar donde
radica el deseo, si en lo psíquico o en lo biológico, ¿está el deseo en la mente o en el
cuerpo? En este punto deberíamos incluir el término de “corporeidad” para comprender
la proyección de lo Psíquico sobre el cuerpo, Zubiri[5] en referencia al ser humano nos
dice que la corporeidad es la vivencia de hacer, pensar, sentir y querer, por tanto puede
decirse que el deseo se desarrolla de un cuerpo hacia otro cuerpo (proceptividad,
receptividad ) G.Torjman[6]. Pero la realidad es que se trata de un complejo resultado,
además de verse influido en la forma que se expresa por lo sociológico, donde la particular
atracción del objeto, constituye el mecanismo que articula su manifestación, siendo
ésta en ocasiones una respuesta racional en el terreno de lo irracional, e irracional en
lo razonable.
E.Punset[7] cita textualmente que “el deseo nos saca de nosotros mismos, nos desubica,
nos dispara y proyecta, nos vuelve excesivos, hace que vivamos en la improvisación, el
desorden y el capricho, máximas expresiones de la libertad. El deseo reivindica la vida,
el placer, la autorrealización, la libertad.
4 4 7
El deseo sexual es la fuerza que atrapa la razón, liberándola cuando
1 4 7se 1satisface, si esto
no sucediese, quedarían latentes emociones que en ciertos
a 2pérdida
casos podrían conducir al

a d
ser humano a la confusión y deterioro de la realidad, a a la
l,del autocontrol y la
caída en el disparate.
t o r idade nuestraPexistencia,
iz, es la causaVy efecto :
a
El deseo, es la esencia misma del
a u hombre [8]

i r ó en lam , I
r g
estamos aquí por estricto deseo de nuestros
ano, la sexualidad, n a M progenitores
l c o
. sexual,
larga cadena del ser

s c
humano. Nos mueve la necesidad
l v iy la ambición en casi
a i todos los aspectos de la vida y

De ansia, sin queEellotedeba considerarse


entre ellos,
verdadera
como y
h o t m
particularmente el
anómalo.
deseo
. 2 2 5 en ocasiones con

6 @
i6 nuestraésta 5
.7o nuestras carencias, fantasea
El deseo habitualmente amplifica
y nos precipita fuera deilav razón, cuando1 0 1
necesidad

em por 2
al reflexionar constatamos un 1 2la. crudeza de la realidad y por otro la belleza
lado
se impone volvemos al camino real, y

y delicias del imaginario que podemos construir libremente en nuestro pensamiento.

1.3. Construcción y estructura del deseo


S.Le Vay[9], expresa que “el Impulso Sexual es un factor innato, heredado, que
desde la filogenética u origen de las especies, los seres adquieren determinados
caracteres anatómicos y neuroendocrinos que intervienen en el comportamiento

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sexual”. Investigadores como Kaplan[10], Schnarch, Rosen y Leiblum[11], coinciden al


manifestar que “el deseo sexual se produce por la interacción de diferentes elementos
neuroendocrinos y cognitivo-emocionales”.
El deseo sexual es una característica compleja que se articula en función de la
experiencia y por el influjo del discurso social. De todo ello se deduce que nacemos
con un programa de funciones, por expresarlo de algún modo, con una información
en nuestros genes que nos predispone a relacionarnos afectivamente, información en
forma de “memes” según la tesis de R.Dawkins[12], y para que así suceda se producen
innumerables reacciones bioquímicas en nuestro cerebro, tan necesarias ellas, que sin
su presencia sería imposible interpretar las diferentes claves que lo estructuran.
S.B.Levine[13], expone y concreta que “el deseo es el resultado de la combinación de
tres elementos, el IMPULSO, como base fisiológica, el MOTIVO, como articulación
psicológica y el ANHELO, en su forma de representación sociocultural”.
El IMPULSO, es el resultado de procesos neuroendocrinos que deben producirse como
reacción a estímulos concretos, si no se desencadenan, sus parámetros son insuficientes
para configurar respuestas sensoriales, o son interferidas por medicamentos u otras
sustancias de tipo tóxico, no será posible la estructuración del deseo
El ANHELO, supone la expresión sociocultural de deseo sexual, dicho de otra manera,
significa la evidencia de hacerse partícipe de la experiencia sexual.
4 4 7
4 7
La base neuroendocrina representada por hormonas y neurotransmisores, 1 es
indispensable para que el deseo sexual se construya (sin 2 1
combustible o energía el
aque sin testosterona “Bancroft
a d a
motor no funciona). En el laboratorio se ha demostrado
l,en ambos géneros,
[14]

el deseo sexual no se manifiesta. to r iz


y Reinisch” y DHEA, en concentraciones plasmáticas
V i a
esenciales,
d :
a u r ó
i ser simplemente, , I P
Pero la construcción dela
rg deseo va algo más M
a allá de
c o m como hay quien así

e s c a
lo define, bioquímica compleja.
e l v in m a il.
D pensar que elEdeseo
Podemos t es la clavehfundamental
t delG. lenguaje
oinviable. 2 2 5sexual y que sin la

“para que el deseo adquiera 6 una6


@
misma, la comunicación sexual es en teoría
. 7 .
5una codificación y traducción,
Tordjman manifiesta que
[15]

v i 1
forma, será necesaria
0
emi (proceptividad),
sea desde una fuente propia

2 1 2 .1o desde una fuente ajena (receptividad)”…


Deseante ↔︎
Deseada/o

Lo proceptivo, es aquello que se proyecta y cursa hacia otra/o, con respecto al deseo,
es el proceso de comunicación de su existencia hacia la persona-objeto que lo produce
(deseada/o). Lo receptivo, además de conformar per sé el “objeto”, (lo deseado), puede
constituirse por tal circunstancia en deseante.

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El deseo proceptivo es aquel que surge o emana, se desarrolla en el individuo y se


proyecta hacia otro ser u objeto mediante la atracción y participación de fantasías o por
la evidencia de carencias. Cuando hablamos del deseo receptivo, nos referimos a aquel
que se produce por movilización o influencia directa del individuo deseoso, recuerdo
u otro ser, al amparo de la consciencia o incidencia en los sentidos (acción sensante),
imágenes, sonidos, olores, sabores, caricias o roces, por alguno en concreto o por un
conjunto de ellos. En ambos casos, pero sobretodo en el segundo, el proceso cognitivo
de traducción e interpretación de señales o estímulos, marcará la pauta de activación
y manifestación del deseo.
Este aspecto “dimórfico” que parece caracterizar al deseo sexual, nos permite
comprender que si deseoso/a, y deseado/a, no establecen un diálogo concreto, articulado
con un lenguaje comprensible, con las reglas adecuadas, el momento perseguido jamás
llegará a consumarse. Esto aunque pueda parecer irracional, posee las características
de una negociación, pues todo aquello que se intercambia forma parte simbólicamente
de un negocio, que bien entendido, será generoso por ambas partes. Se ofrece placer
porque a cambio se espera recibirlo también, sea cual sea la forma en que se presente.
Uno puede ser dadivoso y altruista, pero en el fondo se espera una compensación que
gratifique la libre disposición.
De las conclusiones de G.Tordjman, se deduce que el constructo del codificado
4 7
erótico constituye el eslabón entre el deseo y la excitación, pero entendemos que es la
4
1 4 71
conexión entre el estímulo del emisor y la respuesta del receptor, la que permitirá que

a 2
la idea o fantasía se convierta en algo real, ya que sin traducir y aceptar las señales
que emanan o llegan, la estructura no puede consolidarse como tal. Lógicamente, el
a da l,
proceso de codificación se mantendrá o deberá mantenerse y nutrirse a lo largo del
iz a
to r i d :
encuentro sexual para acceder a las distintas fases, si se interrumpiese, probablemente
V P
se rompería la cadena.
a a u r ó
i del ser humano , I
mde lo que es, quiere
a g
El deseo, es una derlas cualidades mása
n M
elementales
l . c o
s
y puede ser.
e cLa forma entque
e l v i y mujeres
hombres
m a i y se excitan, suele diferir
desean
D
considerablemente. E
Habitualmente el hombre
h t
opreferentemente
se excita
2 5 visuales de
con los estímulos
2
6 @
forma rápida mientras que la mujer lo hace
. 7 5 . por lo que escucha y con

v i6
un ritmo más lento, la fantasía los
1
potencia y dan paso
0 a las descargas bioquímicas que

e mi
caracterizan la excitación.
1 2 .1
2 caminos para su manifestación, por:
Pero el deseo sexual parece presentar dos
• Espontaneidad  procedente de las fantasías, imágenes, sonidos, olores,
sabores etc.
• Inducción  estimulación, incitación o provocación externa o ajena.
Recordemos que los cambios culturales del siglo pasado, con los movimientos
feministas, favorecieron una transición importante en la manifestación del deseo por

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parte de la mujer, quebrantando aquel estereotipo de mujer deseada-hombre deseante,


donde ella, era dependiente de la sexualidad masculina, pasando a tener el control de
sus actividades sin tener que dar explicaciones, expresando abiertamente sus gustos,
deseos y preferencias, pudiendo de esta manera ser quien elige para vivir cómo y con
quien su sexualidad. Se acabaron los temores por el dominio sexual del varón, ellas
son orgásmicas, saben de sus sensaciones y las reclaman con todo el derecho, exigen
un ritmo y una dedicación para su satisfacción y lo hacen con todo la razón y gritan:
¡Hombres, aprended un poco de cómo somos, como pensamos y lo que queremos en la
cama!
Sería muy interesante poder intercambiar los papeles, si los hombres tuviésemos la
fortuna de poder trasladar nuestra mente al cuerpo de nuestra compañera/o y percibir
sus sensaciones, nos daríamos cuenta de cuantos errores de bulto cometemos y el “yo
creí que… o… yo pensé que…” nos tiene que dejar una cara de bobos tremenda al
contemplar desde la otra mirada, lo equivocados que estamos en nuestro proceder. Sin
embargo veamos el lado positivo de la situación, cuando tanto uno como otro amamos y
en el diálogo escuchamos, podemos enriquecernos de tal manera que al cabo de cierto
tiempo un simple guiño es suficiente para comprendernos.

FIGURA 2

4 4 7
71
El deseo
Fuente: Elaboración propia.
2 1 4
da a
r iz a i d a l,
u to ó V I P :
g a a M i r o m ,
c a r v i na a il . c
Des t e l t m 5
E
@ ho 5 . 2 2
v i6 6 1 . 7
emi 212.1 0
El deseo está
En el sabor de tus besos
El brillo de tus ojos
El sonido de tus palabras
El aroma de tu piel
La suavidad de tus manos
I. Giménez

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Pero resulta hasta cierto punto humorístico que aquellos varones que a veces acudiendo
con sus compañeras a consultas quejándose del escaso deseo que ellas presentaban,
cuando ellas tomaban la iniciativa y se mostraban deseosas, ardientes reclamando
su atención, se sentían abrumados o asustados por lo que estaban viviendo, incluso
alguno a exclamado.. ”mi mujer me acosa sexualmente” y claro, han recibido las burlas
merecidas por parte de los amigos cuando se han pronunciado públicamente de esta
manera.
Ya no existe un monólogo sexual, eso se acabó. Lo que antes parecía un tabú para
la mujer, ahora es una comunicación abierta, sabe organizarse y programar sus
encuentros, es selectiva y toma las riendas.
Somos seres deseantes, porque poseemos un cuerpo que lo es, que se muestra o
expresa como tal y del control de esta característica surge la selectividad, propiedad
que generalmente predispone al ser humano para elegir a alguien de un colectivo
concretamente, y no a otro elemento, particularidad presuntamente adquirida a
través de una información genética, aunque sin lugar a dudas en las diferentes etapas
de la vida las condiciones para elegir a una u otra pareja, evolucionarán según las
experiencias vividas y/o en función de las necesidades.

1.4. El deseo sexual hipoactivo 4 4 7


El DMS-IV definia al DSH como “deficiencia persistente 1 4 71 o ausencia
de fantasías sexuales y deseo de la actividad sexuala
2 o recurrente
que causa malestar acusado o
a d
dificultades para relacionarse. En el DSM-IV (manual a de diagnóstico l,comoy estadístico de
iz
los trastornos mentales), se definía elrDeseo Sexual Hipoactivo,
o sufrimiento V i d a :
“la supresión
a u tproduce r ó al individuo oIaPla pareja”,
,
los ipormenores y razones
permanente y generalizada que
g a
definición que nos obliga
a r a reflexionar sobreM
a . c o m que lo ocasionan,
e s c
así como las intervenciones
l v i n
necesarias para su i
abordaje.
a l [46]

D
Actualmente en el E
DSM-V t e
el deseo sexual
h t m
hipoactivo 5forma
odel interés yenla.laexcitación
2
mujer parte de un
@
nuevo diagnóstico que engloba los trastornos
6 7 2
5 o reducción significativa
sexual femenina.
i6 se define como .ausencia
v
En este manual este diagnóstico
i femenina,2que 0 1
.1se manifiesta por lo menos por una de las
emsexual
del interés/excitación
situaciones siguientes:
2 1
1. Interés ausente o reducido en la actividad sexual.
2. Fantasías o pensamientos sexuales o eróticos ausentes o reducidos.
3. Inicio reducido o ausente de la actividad sexual y habitualmente no receptiva a los
intentos de la pareja por iniciarla.

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4. Excitación o placer sexual ausente o reducido durante la actividad sexual en casi


todas o todas las ocasiones (aproximadamente 75%–100%) de la actividad sexual
en pareja (en situaciones y contextos concretos o, si es generalizada, en todos los
contextos).
5. Excitación o placer sexual ausente o reducido en respuesta a cualquier invitación
sexual o erótica, interna o externa (p. ej., escrita, verbal, visual).
6. Sensaciones genitales o no genitales ausentes o reducidas durante la actividad
sexual en casi todas o todas las ocasiones (aproximadamente 75%–100%) de la
actividad sexual en pareja (en situaciones y contextos concretos o, si es generalizada,
en todos los contextos).[46]
En cambio, en el caso del hombre, el DSM-V sigue manteniendo el diagnóstico de
trastorno del deseo sexual hipoactivo en el varón.
Para una mejor comprensión del material de estudio de este aula, seguiremos
manteniendo la diferenciación en el caso de la mujer, entre los diagnósticos de falta de
deseo y trastorno de la excitación sexual femenina (como se mantenia en el DSM-IV).
El TDSH, apatía o anorexia sexual, es desde la visión subjetiva (la que manifiesta
el sujeto afectado), la disminución o carencia de la necesidad de iniciar y mantener
una relación sexual. Con frecuencia se caracteriza y acompaña de la ausencia de
4 4 7
71
fantasías y/o sueños eróticos que incentiven, apartando o eludiendo cualquier posible

2 1 4
oportunidad de encuentro en tal sentido, al no percibir aliciente o atractivo alguno en
referencia al material erótico a su alcance o hacia la pareja disponible.
a
No es inusual y así se observa habitualmented
del compañero/a, quien al percibir la r i z a esteaotrastorno,
i apor ,
l las manifestaciones
datenciones
u to indiferencia
ó
falta de
V interés
I P : pareja.
como respuesta a

g a
Resulta interesante observar a
las demandas y envites, se lamenta y protesta
que quien lo M r
por
presenta,
la falta de
, de su
i no sueleosermconsciente de ello y
c
cuando lo es, tiender
a el compromiso
a ocultar
i n a
silenciosamente
v il
su condición
a .ccon el manejo de tácticas
evasivase s
que eviten
te l t m
justificándose continuamente,
5 convirtiéndose en
unaD constante día trasE h o 2
día.
6 @ 5 . 2
7 y actúa según
Si partimos de la base de que6
tanto en el plano afectivoiv
i el ser humano10se 1mueve.comprender sus necesidades

em 1 2 .por una carencia y dicha carencia podrá verse


como el sexual, podremos que el deseo sexual es
la expresión de una
2de aquel, pudiéndose producir el abandono del objeto
necesidad, generada
colmada mediante la satisfacción
como resultado de la misma, por saturación reiterada o por respuesta insatisfactoria del
objeto del deseo. Observamos que el deseo sexual se potencia proporcionalmente más
por la fantasía que por la realidad, la fantasía construye ideales pero la realidad suele
derribarlos, y también se potencia por la carencia, lo misterioso, el peligro, el riesgo,
pero innegablemente es sensible y por tanto perturbable por ansiedades, angustias,
sentimientos de culpa y frustraciones.

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

J.D.Vincent[15] dice que “la carencia genera una necesidad y esta misma podría
configurar la clave para construir el deseo y no su satisfacción”. Dicha conclusión nos
lleva a considerar que el ser humano para adquirir una plenitud psicosomática, precisa
de un “complemento”, elemento que demanda mediante la articulación del deseo,
siendo éste la expresión de aquel y la satisfacción del mismo se obtendrá mediante las
experiencias vividas en el marco en que se encuadre el objeto de dicho deseo.
El objeto del deseo genera una atracción proyectada por la carencia y potenciada por la
fantasía, ésta en sí es la causante de que el encuentro sexual se constituya en un juego,
en una fiesta para la pareja en vez de convertirse en una rutina, si así fuere como de
hecho sucede en algunas, sería aburrido y muy poco placentero. Por ello, debemos tener
presente siempre considerar la necesidad en cualquier trastorno sexual que conduzca a
un SDSH (síndrome deseo sexual hipoactivo), de trabajar la fantasía.
Nuestro cerebro no es solo el órgano sexuado por excelencia, sino que es el más sensual,
dado que en él entran y del mismo salen multitud de ideas que enriquecen la erótica y
con ella las experiencias.
Cada persona posee un ritmo, una frecuencia, un potencial de erotismo en función de
su fisiología, su cultura, sus vivencias y experiencias, ello evidentemente nos permite
comprender que dadas las características de tales parámetros, cada cual en diferentes
etapas y momentos de su vida, manifestará y experimentará sus inquietudes sexuales
4 4 7
4 71
de diferente manera, si éstas coinciden con su pareja, fenomenal, pero si como de hecho
sucede son discordantes o asincrónicas, las sensaciones y expresiones de malestar
1
2
serán evidentes. Coincidir o confluir en el encuentro sexual donde el deseo de ambos
a
iz a da
tenga idéntica intensidad, no es fácil, ni tampoco que la intensidad con que se vive el
a l,
to r V id
deseo como la erótica sean constantes, ambas quedan muchas veces supeditadas a
P
las circunstancias en las que se desenvuelven y generalmente dependen más de los:
a u r ó , I
Por tanto y paraa r a
estados anímicos que de otras particularidades.
g en las razonesn a Mi l.codesarrollar
comunes que ipueden
m un trastorno
c en este caso
entrar
v i o apático,
más

conD
e
del deseo s
sexual,
estadíos previos alE
t e l
hipoactivo
momento en queh seo
tma deberá analizarse en comparación
2 2 5 tal y en función
@ .
sospecha que existe como
5me apetece más queNoanteses loy
mismo decir…”mi parejaiv i66poco…” a1decir…”ahora
también de la intensidad con que
desea
la pareja hubiere
0 1 . 7
demandado anteriormente.

e m como yo quisiera”.
mi pareja no me responde 2 . Por ello ante un TDSH, siempre deberemos
1 que puedan dar lugar al mismo, para derivar
2
diferenciar las posibles causas biológicas
al profesional correspondiente y pueda actuar en consecuencia.
¿Existen razones concretas y convincentes para que una mujer gestante presente
una disminución de líbido? Es una cuestión que en numerosas ocasiones plantean
las parejas que por primera vez se ven agraciados por la Naturaleza por una gestación.

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

En primer lugar sobra decir que la gestación es un proceso más de la sexuación de la


mujer donde de forma circunstancial y transitoria va a producirle cambios notables
en su aspecto físico, cambios que indudablemente de forma variable influirán en su
autoestima, en la forma de contemplarse y considerarse más o menos bella, atractiva,
sensual etc. Estos cambios ejercerán en algunos casos cierta presión psicológica,
máxime si el compañero no es capaz de manifestarse con la admiración y el amor
que ella puede necesitar y esperar de él, su humor se verá alterado y sus reacciones
anómalas podrán verse de forma involuntaria en ocasiones conducidas a conflictos
indeseados, como sabemos, estas situaciones tienden a general bucles nocivos en la
comunicación afectiva que no benefician para nada el curso del embarazo.
En la respuesta sexual de la gestante y concretamente en la fase del deseo, suelen
aparecer fluctuaciones condicionadas a la evolución de la gestación, es decir, si
durante el primer trimestre ella presenta náuseas y vómitos frecuentes, así como fatiga
o cansancio acentuado, su deseo sexual puede verse precipitado y perdido.
En otros casos parece elevarse la sensualidad al acentuarse esas líneas curvas que
embellecen su cuerpo y con ello crece el deseo.
El incremento de estrógenos y progestágenos, potencia la necesidad y con ello las
posibilidades de aproximarse a la pareja en busca de relaciones más íntimas dados los

4 4 7
efectos reflejados en lo que concierne a la lubricación vaginal, la circulación sanguínea
del suelo pélvico y la sensibilidad de los pezones.
4 1
7a manifestarse
No existe una regla fija o exacta de cómo y cuándo empiezan
a
cambios en la intensidad del deseo en la gestante, éstos 2
son
1
diferentes en cada
los
mujer
a d
e incluso diferentes en cada embarazo. Simplemente a l,
se puede atribuir que lo harán en
o r iz
relación a los trastornos que pueda experimentar, que
V i
tiende a
ddurante el tercero
a descender
: o en las
durante el
a u t
primer trimestre, sube en el segundo y vuelve a
i r ó
descender
, I P
proximidades del parto.a
a r g a M . c o m
Ante todass c circunstancias
estas
e sexual n
i decir quemtanto
lvpodemos l
aila elevación5comoreconocerlas
disminución
del D
deseo obedeceta
E e o t
múltiples causas,
h 2
únicas o combinadas, y
@ a este.7trastorno,
poder actuar sobre ellas será esencial para
6 . 2
5 distinguiremos si son
abordar sus dificultades.
Para concretar las causas v i6
que conducen
0 1
i ha vivido2y/o.expresado
e
primarias (la mujer m
siempre
1 1 el deseo de forma similar) o si son
2
secundarias a otros procesos, bien
deseo regularmente y actualmente no).
de forma simple o asociada, (antes manifestaba el

Entre las causas más probables:


• Embarazo de riesgo, que contempla la necesidad de privarse de relaciones en
evitación de la amenaza de aborto.
• Náuseas y vómitos cuya causa estriba en el propio embarazo.

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

• Fatiga física causada por factores diversos como las derivadas del punto anterior,
el insomnio, las tareas, labores profesionales o domésticas.
• Elevación de prolactina, hipotiroidismo.
• Los dolores que se presentan en la acomodación fetal, lumbalgias y ciáticas.
• Temores a dañar al feto al practicar posiciones coitales que pudieras ser incorrectas.
• Dispareunia.
• Vestibulodinia.
• Trastornos de excitación sexual.
• Carencias de intimidad, comunicación, tiempo etc.
• Estrés.
• Infecciones genitales o urinarias.
• Obesidad.
• Deterioro de la imagen propia.
• Conflictos de pareja o familiares.
• Luto.
4 4 7
• Las que están relacionadas con medicación de IRSS, anovulatorios,
1 4 71 sedantes
potentes (éstos no suelen ni deben estar presentes2
a a en la medicación para la
gestante).
r i z ad o razones id a l,
u t o
Como vemos, existe un abanico de posibilidades
ó V por las que una
I P :quemujer
gestante puede ver en muchos
a a casos
g pero afortunadamente
por
M
los
i r
suelos su deseo
o m ,
sexual sin ello

problema en c a rracional,
constituya una patología, pero si
v
se
n
dramatiza
a esa situación,
ide la interesada/os,
a l . c puede desembocar en un
iy la astucia de los profesionales
D
depende e s
en
parte
t e l
parte de la disposición t m
con posibilidad
5
de resolverse, todo

que intervengan en el E apoyo.


@ ho 5 . 2 2
v
Ante esta situación deberemos i6 6 que opciones
evaluar 1 . 7
podremos manejar y las estrategias
necesarias para que m i manera no2agresiva, 0
.1 el abordaje del trastorno sea posible sin
riesgo alguno parae
de una
el feto y/o para su1
2 madre, porque sabemos que aunque la salud de la ella
sea excelente, medicar para modificar e incrementar el deseo puede ser un peligro para el
desarrollo fetal.
Si las causas del trastorno obedecen a una o varias de las anteriormente expuestas,
recurriremos al manejo relativo a las mismas. Todas aquellas que precisen de una
intervención desde la psicología, tendrán que ser abordadas por el profesional
correspondiente. Si son la resultante de un problema físico, será su ginecólogo quien

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

evalúe la necesidad de apoyar con medicación o derivar al especialista correspondiente.


En el resto de los casos el sexólogo o consejero, intervendrá planteando las estrategias
necesarias para elevar el interés de la pareja, mediará en los conflictos si los hubiere y
procurará despejar las dudas que existiesen con respecto a la amatoria.
Puede resultar curioso y en ciertas situaciones asombroso, que algo tan sencillo como
es amarse, pueda a veces resultar tan complicado. Desear y amar, son dos cualidades
inherentes al ser humano, pero la segunda requiere de un aprendizaje que dura
prácticamente toda la vida. Partiendo de la base que todos somos diferentes, que cada
cual tiene sus gustos y preferencias, si nos guiamos solo por el instinto, cometemos
errores de bulto que solo pueden ser corregidos si aprendemos de los demás, de
quienes tienen experiencia o de los textos. Desde nuestra tierna infancia besamos y
acariciamos porque hemos percibido esas sensaciones de nuestros progenitores, pero
son tan amplias sus formas de manifestarlas, que se pueden quedar cortas a la hora de
relacionarnos cuando somos adultos y ambas, caricias y besos, forman parte esencial
de lo que construye posteriormente en las formas de amarse de los sexos. Lo espontáneo
es sorprendente y bonito, pero lo es mucho más si está respaldado por la ilustración, por
ello informarse y aprender en la sexualidad es tan importante.
Resumiendo podemos afirmar que el TDSHF (trastorno deseo sexual hipoactivo
femenino), influye de forma negativa en el comportamiento de aquellas mujeres que
4 7
lo sufren, muchas veces lo hacen en silencio negándose a recurrir a profesionales que
4
1 4 71
no solo puedan orientarlas sino que además puedan recibir el tratamiento adecuado,

a 2
si esto sucede entran en una espiral de insatisfacciones que como hemos comentado,
trastocan el equilibrio de la pareja, en otras ocasiones, cuando recurren a su médico de
a da l,
cabecera, éste o no dispone del tiempo necesario para realizar un planteamiento de su
iz a
to r i d :
dificultad, o no está lo suficientemente documentado para ello. En ambos casos, suele
V P
a a u r ó , I
producirse un desencanto que complica las posibilidades de ayuda ante su sorpresa y
i m
desesperanza.
a r g n a M l . co
Cuando noses
e cposible darteapoyo
l v imedicamentoso
m a
por ilas consabidas razones de un
D
embarazo, las E
estrategias a plantear deberán
h t
ser lo
2
suficientemente5atractivas
ola erótica que.2la colme para que

i6 6 @
recobre las ilusiones necesarias para retomar
. 7 5 de satisfacción.

mi v .1 0 1
e
1.5. Aversión al sexo 2 1 2
Actualmente, en el DSM-V, este diagnóstico ha sido eliminado. No obstante, desde el
punto de vista teórico y de cara a los posibles casos que la matrona pueda encontrar
en la consulta, y teniendo en cuenta que el DSM es solo es un catálogo de trastornos
mentales, mantenemos la explicación de esta disfunción de manera individual. Es
probable que este trastorno ha desaparecido como tal en el DSM-V, debido a su poco
uso y escasa investigación. [46]

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

La aversión al sexo es una actitud para quien la sufre de auténtico rechazo a cualquier
intento de relación íntima con acceso a la cópula. Quién padece este trastorno, suele
vivirlo con asco, temor y angustia, podrá aceptar el acercamiento amoroso, cariñoso,
sensual, pero si percibe que el compañero/a de juego pretende ir más lejos de los que
está dispuesta a aceptar, interpondrá un pétreo muro que impedirá acceder a otro fin
más comprometido. Esto no quiere decir que sea incapaz de sentir placer, no lo siente
porque evita cualquier juego que pueda aproximarle.
El DMS IV este trastorno se definía como "la repulsión y la evitación activa del contacto
sexual genital con la pareja, de forma persistente en el tiempo.”
Generalmente suele presentarse en mayor proporción entre mujeres que hombres y
entre las causas que suelen subyacer para tal trastorno, principalmente se encuentran
experiencias sexuales traumáticas cuya huella permanece en el tiempo indeleble y con
difícil resolución sin el apoyo profesional.
La mujer con trastorno de aversión al sexo puede mantener una relación, casarse o no
y procrear, pero vivirá la cópula como una obligación, como un deber y hablará de ella
si lo hace, con desprecio, repugnancia e indignación, evidentemente sin disfrute de la
misma. Ello quiere decir que sin el deseo, no habrá excitación y sin ésta difícilmente se
producirá la lubricación necesaria para el coito, si éste se produce, será con malestar
y aparecerá la dispareunia, este síndrome no hará más que reforzar el concepto
4 4 7
4 71
deformado de lo que es el sexo y consecuentemente la tornará más huidiza. Este
comportamiento fóbico en ciertos casos conduce al vaginismo (contracción involuntaria
1
2
de la musculatura vaginal en su tercio externo que impide la penetración) situación
a
iz a da
que requerirá una atención y tratamiento especial. Dicho comportamiento lógicamente
a l,
to r V i d
tarde o temprano acarreará situaciones conflictivas con el malestar consiguiente en
P :
ambos lados de la diada, ante el mismo, será necesaria una gran comprensión por parte
a a u i r ó m , I
de la pareja para ayudar a quien la sufre y no complicar más la situación que además
a rg a M . co
del propio trastorno puede conducir al aislamiento y distanciamiento, condiciones que
n l
e s c e l v i
terminan disolviendo el lazo afectivo.
m a i
De Dla misma maneraE
t t
hlalaoaversión 2 2 5esquiva, utilizando
que en el TDSH,
6
estrategias para evitar al compañero,@ en
. 7 .
mujer se mostraba
5acompañadassedepresenta
sexual no solo una
i6 1
e
angustia y sobretodomconivcuadro de1ansiedad
conducta similar, sino que se acentúa
2 .10más o menos intensa (con taquicardia,
con más excusas mal humor,

sudoración fría, temblores, etc.)2


si entiende que está obligada a complacer a su pareja.
Las causas o factores que pueden desencadenar u originar un trastorno de Aversión al
Sexo en su mayoría son secundarias, pues es muy raro encontrar casos en los que jamás
el desarrollo sexual de un ser humano se haya realizado sin el más mínimo interés por
explorar la erótica propia y/o ajena, etapa que de por sí la revolución hormonal de la

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

adolescencia suele movilizar. Se clasificaría como primarias sin nunca hubiera existido
contacto de tipo sexual.
Podríamos clasificar en tres grupos dichas causas:
• Psíquicas: enfermedades psiquiátricas, depresión, ansiedad
• Orgánicas: enfermedades severas, cruentas, trastornos hormonales, dispareunia.
• Educativas: educación moral y religiosa rígida, información sexual escasa
• Experienciales: acoso sexual, abuso, violación, experiencias traumáticas o
desagradables, infidelidad etc.
Se sobreentiende que quien está gestando, a menos que se haya realizado una técnica
de fertilización bien por inseminación o por implantación de óvulo fecundado, ha
mantenido al menos una cópula con el fin de lograr el embarazo y por tanto la aversión
al sexo no debe ser un trastorno patente, diferente del caso anterior en el que el TDSH
puede aparecer con cierta frecuencia como ya hemos visto. Sin embargo en ciertas
ocasiones y dado el cuadro emético que ciertas gestantes presenta en los primeros
meses, no es nada extraño que manifiesten una aversión especial hacia las relaciones
sexuales sin que ello constituya una constante, más bien es la respuesta condicionada
a ese malestar persistente que les hace manifestar repugnancia casi a todo.

4 4 7
4 7 1
1.6. Adicción al sexo
a 2 1
Actualmente, en el DSM-V, este diagnóstico ha a eliminado. Nol, obstante, desde el
adcasos
sido
punto de vista teórico y de cara a los r
o iz
posibles que ilad
V a pueda :encontrar
matrona
u t ó catálogoIP
la a estair ,
en la consulta, y teniendo en cuenta que el DSM es solo es un de trastornos
mentales, mantenemosa
r g explicación de M
a o m
disfunción de manera
c individual. Es

e s a
cinvestigación.
probable que este trastorno
e
ha
l v in
desaparecido como
m
tal
a il.
en el DSM-V, debido a su poco
uso y escasa
Et ot de satisfacción
[46]

D h . 2 2 5sexual? Podríamos
i6 @
¿Quién determina el límite de la necesidad
6y para ello respondernos
. 7 5 mediante las estadísticas
preguntar en primera instancia
v
como siempre, sin ellas ino seríamos capaces 0 1
epormcorrecto,2tanto
lo que se entiende 1 2en.el1exceso
de establecer los límites o márgenes de
como en el defecto, es decir que el
recuento de lo común a todos ofrecerá el resultado de lo “normal”, el resto parece ser
inapropiado, escaso o excesivo y por lo tanto dudosamente sano.
Pero esta definición o la de Hipersexualidad, es susceptible de discusión, al menos si
no se aportan las características que suelen reunir las adicciones en general.

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

En este supuesto trastorno, quien lo padece presenta una serie de características


peculiares. Particularmente experimenta un pensamiento reiterado relativo al sexo
hasta hacer del mismo algo obsesivo, su práctica nunca parece ser suficiente y necesita
más, en el caso de la mujer se tilda de ninfomanía y santiriasis en el hombre, aunque
estos dos conceptos merecen un análisis puntual.
Hablamos de adicción al sexo, cuando la necesidad y el deseo de tener actividades
sexuales, bien sea con otras personas o en soledad mediante el manejo de material
pornográfico, buscando la satisfacción continuadamente, se hacen persistentes,
ocupando gran parte de la atención de la persona, generándose malestar si encuentra
dificultades para ello.
El DSM-V se denominaba la adicción al sexo, como un trastorno de la
Hipersexualidad”. Un trastorno obsesivo compulsivo (TOC), por el cual los afectados
son absolutamente incapaces de controlar voluntariamente sus pensamientos.
El problema es que para estos pacientes se trata de una conducta constante, que se
intensifica hasta tal punto que el deseo sexual controla todos los aspectos de sus vidas,
y además se sienten impotentes en sus esfuerzos por cambiarla”[16].
Para Schneider[17] este desorden en la persona afectada de él, es una situación
incontrolable, de muy difícil manejo.

4 4 7
71
Su impulso sexual es tan fuerte, que buscará la satisfacción muchas veces más allá de

2 1 4
los límites seguros y responsables con el consabido riesgo de contraer ITS, al tiempo
que se convertirá en transmisor si omite el uso de los elementos que la impidan o
prevengan. a
daacarrearáaconsecuencias
r i z a i d l,
La persona adicta al sexo, sea adolescente
t o o adulta,
V
uestudios o trabajoirócon sus consiguientes P :como:
Irepercusiones.
• Pérdida de tiempo notable
a a en
M o m ,
c a
• Distracciones rg envobligaciones.
frecuentes
i n a a il . c
• D es con la pareja
Conflictos
E te(silse tiene) ante
o latm 5
insistente y continua
2 demanda.
@ h 5 .2
6
• Promiscuidad con elevado riesgo.
. 7
vpori6contratación.1de0servicios
1 sexuales.
m
• Pérdidas económicas i
e 212
• Stress relacionado con sus objetivos.
• Sentimientos de culpabilidad y frustración.
En lo que concierne a una mujer gestante, aunque pudiera darse el caso porque así
fuese antes de su embarazo, es dudoso aunque no imposible, que su comportamiento en
estas circunstancias pueda ir más allá de lo que su estado le permita. Afortunadamente
el sentimiento de la futura maternidad tiende a ejercer una influencia responsable de
sus actos velando por el cuidado y el bienestar del bebe en su seno, la Naturaleza es

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

sabia y son muy pocas las mujeres que no anteponen estos elementos a sus propias
necesidades o deseos, no obstante esa “bulimia sexual” no va a dejar de ser una
característica propia a su personalidad y si no se trata correctamente, resurgirá tras el
parto.
Como en los casos anteriores, las causas que pueden conducir a desarrollar un cuadro
adictivo al sexo, subyacen en los umbrales del desarrollo psicofísico de quien lo sufre,
esta disfunción no es espontánea, tiene una razón generalmente concreta y suele estribar
en experiencias sexuales traumáticas o decepcionantes, que distorsionan el sentido
concreto de la sexualidad, en este punto pueden radicar las razones por las que quien
ha sido injustamente tildado de adicto, presente los rasgos sin serlo. Ciertas personas
saben por oídas o presienten en su cuerpo, que existe una descarga brutal de placer
en el zenit de la relación y por ello persiguen la experiencia. Lo que resulta evidente es
que el adicto al sexo, como a cualquier droga, precisa del consumo frecuente para sus
satisfacción incluso perdiendo la noción del tiempo y buscará cualquier momento para
dar libertad a sus pasiones aún a pesar de los riesgos.

1.7. Trastorno de la excitación sexual femenina


Como hemos comentado en el punto de 4 del aula (deseo sexual hipoactivo), actualmente
4 7
en el DSM -V, el trastorno de excitación sexual femenino forma parte de un diagnóstico
4
1
7excitación
más global que incluye también el trastorno del interés sexual femenino. [46]
4
Desde el punto de vista conceptual definimos el trastorno
a 1
2para alcanzar, o mantener
de la sexual

i z
hasta la finalización de la actividad sexual, a darespuesta adecuada
femenina como la Incapacidad persitente o recurrente
una
a l,malestar
de lubricación
t o
e inflamación derivadas de la excitaciónr sexual lo que
V id
causa un
P : o
acusado
a
dificultades para relacionarse.
a u ir ó m , I
g
ayrsolo n M
auna motivación l o
c accedenparaa laacceder
.emocional
s c
Por regla general
l v i
la mujer precisa de
a i al

Deconcluir en uno
encuentro
pudiendo
sexual
E toevarios orgasmos
cuando la estimulación
h o m
dispara el deseo,
sit ésta se sostiene
. 2 2 bien
excitación
5 por las fantasías
@ .75es el cuadro donde la mujer
i6el6trastorno1de0excitación,
propias o por los envites de la pareja.
Podemos decir por tantoiv
m que 1
.de su excitación privándola del disfrute de la
presenta una caídae 1
brusca o progresiva
misma y del acceso al clímax. Es
2
2decir, los caracteres propios de la excitación sexual
como son aumento del ritmo respiratorio y cardíaco, lubricación vaginal, hiperemia o
congestión del área genital, etc, se verán interrumpidos sin causa aparente pero que
desembocarán a un estado de malestar involuntario por ambas partes, pues se diluye
el encanto del momento y con él se disipan los deseos del placer, el resultado de ello
impedirá el orgasmo.

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

La mujer en este trastorno la mayoría de las veces no sabe o no comprende que le


ocurre y no se siente hábil para manejar la situación con la consabida angustia que le
genera lo que ella percibe de sí misma y del compañero/a.
El resultado de este trastorno tendrá consecuencias diversas, psíquicas, físicas y de
comunicación con la pareja, máxime si el trastorno es persistente o primario, es decir,
si le ha ocurrido siempre. Cuando se trata de un caso de este tipo, debe investigarse
las razones que conducen al mismo por las vivencias sexuales de su pasado, de las
experiencias de su pubertad y/o adolescencia, donde el aprendizaje de las caricias tanto
propias como ajenas marcan unas pautas esenciales en el desarrollo del encuentro
íntimo.
Entre las causas más probables que dan lugar a un trastorno de la excitación de
carácter primario, se encuentran las experiencias traumáticas, (abuso, acoso sexual)
insatisfactorias o frustrantes (conceptos desvirtuados, encuentros malogrados o
interrumpidos). Falta de experiencia o comprensión por parte de la pareja, ausencia de
preámbulos eróticos. La habilidad del terapeuta será una herramienta indispensable
para encauzar y modificar esta dificultad.
En mujeres gestantes, las razones que pueden lugar a esta disfunción, generalmente
radican en la evolución de su estado, si hay presencia de náuseas o vómitos, dolores

4 4 7
de acomodación fetal, cistitis, temores, etc. Durante el puerperio por niveles bajos de

4 71
estrógenos, las cicatrices dolorosas (a veces) resultantes de episiotomía y en los cambios
hormonales (menopausia con debilitamiento y atrofia de mucosa vaginal), diabetes, se
1
2
suelen observar también con cierta frecuencia casos de déficit de excitación.
a
ostensiblemente su intensidad, pero r i z adael deseoicomo
Se sabe sobradamente que con el climaterio tanto
d a la,excitación reducen
l
u t o ésta parece crecer nuevamente
ó V I P :
si aparece otra
pareja.
g a a M r
ison otros los factores
o ,
m que nos pueden
r
Si el trastorno presenta
a
cque muchas
indicar lassrazones v n a
un carácter periódico,
i que actúan a il . c
D e t e l
más elementales
o t m interrumpiendo
5
la excitación. Es
indiscutible
E sustancias medicamentosas
h 2
interfieren
. 2
notablemente de
forma negativa tanto en el deseo como
i6 6 @ . 7 5
la excitación sexual y será imprescindible
determinar en qué forma lo hacen
v 0 1
y si es conveniente y por tanto responsable privar su

empori otrasque2
administración, se entiende
no pueden sustituirse 12.1 otra solución.
si están prescritas
se necesitará
es porque la mujer las precisa y si

Pero las razones más frecuentes por las que una mujer suele presentar un trastorno de
excitación sexual, suelen tener base en su propia estima, el temor a no estar a la altura
de los deseos del compañero, al fracaso en la relación, la imagen que sabe esencial para
su atracción, carecer de la experiencia necesaria, etc.
Por otra parte, el trastorno de excitación, puede simplemente ocurrir de forma puntual,
ello de por sí no tiene por qué considerarse una disfunción, pero en ocasiones ocurre

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

para desconcierto de quien lo sufre y para el que lo percibe, dando lugar a preguntas
que a veces éstas pueden ser inoportunas, incómodas y/o comprometedoras.
Si las razones saltan a la vista, con volver a recomenzar suele solucionarse la situación,
si se repite habrá que investigar.
Cuando de por sí el trastorno de excitación es algo desagradable para ambas partes
de la pareja, el trastorno orgásmico circunstancial, que podemos enmarcarlo en esta
misma disfunción, es decir, el que se presenta aún a pesar de una fuerte y excelente
excitación, no solo se le teme sino que cuanto más se le teme, es más frecuente,
resulta una gran frustración en el encuentro. La falta de intimidad en el momento por
la presencia cercana de familiares u otras personas, del conocimiento personal y las
capacidades eróticas, suelen distraer la atención de los amantes con el consiguiente
bloqueo. En otros casos puede haber causas asociadas, físicas y psicológicas, como las
que se hallan en aquellas mujeres que han sufrido cirugía cruenta como mastectomías
o histerectomías.
Tenemos generalmente la convicción de que sin el orgasmo, el encuentro es incompleto,
tal vez porque popularmente nos hayamos hecho a la idea de ser orgasmodependientes
y porque damos más valor al destino que al viaje, cuando éste si es largo, es mucho
más placentero que los instantes que puede durar el clímax, lamentablemente el ritmo

4 4 7
de vida que llevamos nos induce a hacer las cosas rápidamente, sin valorar lo que

4 71
hacemos bien o mal. Cuando, nos recreamos y vivimos intensamente cada minuto, cada
beso, cada caricia, potenciamos la presencia de nuestras endorfinas sexuales y ellas
1
2
hacen que nos traslademos a niveles superiores, mucho más allá de los estrictamente
a
i z a da
material, con ello ganamos la gloria y engordamos el amor, sin éste, el encuentro no es
a l,
más que otro consumo y lo que se consume, se acaba.
to r V i d P :
a a u i r ó m , I
a r
1.8. La anorgasmia g a M
femenina
n l . co
e s c e l v i m a i
D
El orgasmo es para la E t
mayoría “aquello” o
que t
sucede cuando uno5
2 se satura de placer
sexual, pero para darle una definiciónhmás detallada, .según
2
i6 6 @acumulada durante
. 7 5 la fase de excitación, con
Master & Johnson,

v
es la descarga de la tensión sexual
0 1
emi y2endorfinas,
las consiguientes manifestaciones
hormonas, neurotransmisores 1 2.1eny elpsíquicas
físicas inducidas por la acción de
hombre con resultado de eyaculación
(salvo excepciones) y detumescencia peneana entrando en fase refractaria, en la
mujer con descongestión de vulva y suelo pélvico por la relajación de su musculatura,
aunque con posibilidades de volver a excitarse frente a otro clímax, en ambos con
ralentización de la respiración, del pulso y la T.A, y la presencia de la sudoración.
Es evidente que cada persona podría dar una definición personal de este concepto, que
aunque es común a todos, su vivencia es totalmente personal.

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

Podríamos entrar ahora en un apartado de discusión que a pesar de los avances


científicos, perdura, ¿Orgasmo Clitoriano, Orgasmo Vaginal, simultáneo o único?, pero
no nos interesa más que entender que el clítoris es el órgano del placer femenino por
excelencia y que aunque puede independizarse estimulándolo hasta el orgasmo, no
podemos aislarlo del conjunto de la vulva, pues los anejos son suficientemente sensibles
gracias a las inervaciones correspondientes.
Entonces y según lo citado, el término de anorgasmia se atribuye al trastorno o disfunción
por la que hombre o mujer aún manteniendo un nivel de excitación adecuado en la
cópula, es incapaz de alcanzar el clímax de la misma con la liberación tensional a la
que ello conduce, resultando un estado de insatisfacción por ansiedad de culminación,
salvo excepciones. Estas excepciones se encuentran relacionadas con las expectativas
inherentes al encuentro, si se focaliza el propósito en el orgasmo como deseo final y fin
del mismo y no se produce, el sentido de fracaso es obvio, pero si el objetivo de la cópula
es pasarlo bien, disfrutar de cada instante, el significado es diferente.
Si el orgasmo no se ha manifestado nunca, hablaremos de anorgasmia primaria, cuyas
causas como en disfunciones anteriores, suelen estar relacionadas con problemas
psíquicos subyacentes y que tienen origen como en otros casos en problemas de acoso
o abuso en la pubertad o adolescencia, formación religiosa rigurosa, información
deformada o errónea, etc.

4 4 7
4 71
De causas secundarias hablamos cuando por diferentes enfermedades como diabetes,
neuropatías, depresión endógena o exógena, medicamentos o drogas, duelo etc, o
1
2
relacionadas con trastornos de la excitación sexual, si ésta se interrumpe por carencia
a
iz a da
de fantasías o baja estimulación por parte del compañero, por atrofia de la mucosa
a l,
r
to circunstancial, V i d
vaginal, dispareunia coital, el orgasmo no se presenta por más que se persiga.
entendemosIqueP :no puede
a
Aunque algunos autores citan la
calificarse como tal, yaa
u anorgasmia
r ó
ipuede presentarse
m ,
r g a M
que secundariamente
c o ese “gatillazo” por
l.la novedad,Ellaalcohol,
drogas,e lass
ca telvin del encuentro,
razones concretas de forma puntual sin que ello tenga
a i
que repetirse. ciertas

etc,D
circunstancias comprometidas
Ejugar malas pasadas
h tmdicho resultado.
ocon 2 2 5 inexperiencia,
en ocasiones suelen
@
6 a la mujer gestante
. 7 .
5como cualquier mujer que no
i 6
En lo que concierne concretamente
v 0 1
condiciones que e
mi estará1presente
lo es, si sufre este trastorno,
2 .1 durante el embarazo además de reunir
2 de acomodación, temores, pérdida de motivación,
no faciliten en absoluto
del mismo, náuseas, vómitos, dolores
la excitación, entre ellas las complicaciones

rechazo estético personal, observación de desinterés del compañero, etc.


Antaño no era extraño encontrar mujeres anorgásmicas que peyorativamente eran
tildadas de frías o frígidas, al Dr. Marañón le atribuían el comentario de: “no hay mujeres
frígidas sino hombres inexpertos”.

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

Sin duda delata una falta de información y también de interés por parte del varón de
la época, al tiempo que la cultura del momento aún tenía postergada a la mujer a un
término secundario con respecto al hombre que afortunadamente se ha disipado en el
tiempo y hoy nos parece ridículo utilizar ese calificativo, cuando ellas han tomado las
riendas de su rendimiento sexual, pero ojo, ello no exime al hombre de su responsabilidad
amatoria si como sabemos, ambos, hombres y mujeres poseen un ritmo diferente y si
queremos alcanzar la meta si no juntos, al menos cruzarla los dos, no podemos dejar de
prestar atención al placer de nuestra pareja. Entre algunos expertos de la materia sexual
se plantea la responsabilidad personal del orgasmo, es decir que cada palo aguante su
vela, yo me inclino a reflexionar y decir que tanto uno como otra, somos copartícipes
del conjunto, que el camino para alcanzar el clímax es una colaboración, aunque
efectivamente el orgasmo es personal, que cada cual lo experimenta y expresa a su
manera o maneras y ninguno puede reprochar nada si no lo consigue, salvo excepciones
puntuales.
Quizás por esa misma conciencia, afortunadamente la implicación del hombre en la
satisfacción de la mujer, haya disminuido las estadísticas de anorgasmia femenina, eso
y el enriquecimiento cultural, del conocimiento del propio cuerpo y el ajeno, y en esas
sociedades victorianas de las que por fortuna hay cada vez menos, el concepto rancio
de que los genitales son solo para reproducirse, ha dado paso al de que contribuyen

4 4 7
ostensiblemente en la comunicación del ser humano y en la forma de pasárselo

4 71
estupendamente. Pero ojo, ello no significa que por tal circunstancia la carga de
exigencias deba acentuarse sobre el hombre, si es así puede ocurrir que el stréss aparezca
1
a 2
en cada nuevo encuentro como si de una prueba olímpica se tratase, encantador, bien

iz a da
erecto, resistente, paciente y buen amante. ¿Y qué pasa si no puede serlo todo?, es un
a l,
to r V i d
reto al que con frecuencia se enfrentan muchos hombres sin darse cuenta que ellas no
P :
a a u
son tan exigentes y aunque muchos no lo crean, son más comprensivas.
i r ó m , I
a r g n a M l . co
1.9. e s c
Tratamiento e l v
de
i las disfunciones
m a i sexuales
D E t ho t 2 5
femeninas 6 @ . 7 5 .2
m i vi6el término .“disfunción”
Aunque no me gusta utilizar
1 0 1 pues medicaliza un tanto lo que
muchas veces noetiene que ver con 2
modo excesivo para encasillar 2
1 patologías, popularmente tiende a utilizarse de
en la materia médica los trastornos o cambios en el
comportamiento o conducta sexual de las personas. No es menos cierto que muchas
veces subyace un trastorno o problema de salud que por su razonamiento fisiopatológico,
condiciona la respuesta sexual y que si no se resuelve satisfactoriamente, tampoco
favorecerá a aquella. Como se ha dejado entender en otros apartados del texto,
síndromes de déficit androgénico, enfermedades cardiovasculares, alteraciones
metabólicas, adicciones tóxicas, sus tratamientos rigurosos, solas o asociadas, son
responsables directas de los trastornos referidos.

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

En 1948 la OMS, establecía que “el disfrute de los mejores estándares de salud posibles
es uno de los derechos humanos fundamentales” y en 1975 aparecía el término “salud
sexual”, De acuerdo con esta Organización, la sexualidad constituye un aspecto central
del ser humano, presente a lo largo de toda su vida. Abarca el sexo, el erotismo, el
placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vivencia y se expresa
a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas,
practicas, roles y relaciones interpersonales y está influida por la interacción de factores
biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales,
históricos, religiosos y espirituales.
La salud sexual es un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la
sexualidad. Requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las
relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras
y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia. Entraña la capacidad
de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y segura y de procrear de igual forma, la
libertad para decidir hacerlo o no hacerlo, cuándo y con qué frecuencia, de ahí que en
la actualidad entendamos que la salud integral del individuo es la que comporta su
bienestar físico, psíquico, social y sexual. Por tanto la felicidad del ser humano depende
ostensiblemente de estos pilares con sus matices y peculiaridades.
Nadie puede poner en duda y dada la complejidad del ser humano, que los trastornos
4
o disfunciones sexuales a grosso modo, suelen albergar más de una razón para que se
4 7
1 4 71
presenten. Si consideramos que mente y cuerpo constituyen un conjunto, no podemos

a 2
de ninguna manera aislarlos para concretar una única forma de tratarlos, de la misma
manera que seguramente será necesario el abordaje multidisciplinar y trabajar
a da l,
en equipo, cosa que a veces se omite y como resultado podemos caer en el error de
i z a
to r id :
encasillar un caso y perder un tiempo valioso en su resolución, con ello perjudicamos al
V P
a a u r ó , I
interesado/a y no debemos caer en la tentación de querer resolverlo por nuestra cuenta
i m
a g
alimentando así nuestra vanidad.
r n a M l . c o
c de unttrastorno
Cuando lassrazones
e e l v i se encuentran m a i en un tiempo anterior,
enraizadas
D
donde las experienciasEtraumáticas o t
o la belleza
desagradables
h podían dejar5
2 2 una huella o cicatriz
@ enfocar un.7abordaje
indeleble, donde los hechos acaecidos desvirtuaban
6 .
5 donde la psique pueda
que la realidad otorga
a la sexualidad humana, será
v i6 necesario
i los conceptos 0 1
eunmplacer
recibir la terapia que enmiende
1 2 1 sabe
.oídas de lo dramáticamente vivido y abra los
ojos a la ilusión de
2
que solo por de su existencia. En estos casos sin
duda el médico psiquiatra o el psicólogo, tendrán mucho que decir y sabrán utilizar las
herramientas necesarias para iluminar un camino que de por sí, en ciertos momentos
es francamente oscuro al nunca ver la salida del túnel en que se encuentran, es decir
tanto la farmacopea como las terapias regresivas y/o conductistas serán de carácter
elemental.
No podemos ignorar que los medicamentos psicotrópicos, sedantes y relajantes, actúan
dificultando las fases de la RSH, es decir, inhiben el deseo, dificultan la excitación y

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

retrasan el orgasmo o lo impiden por los inconvenientes de las etapas previas, si bien
pueden ser imprescindibles en el tratamiento de la adicción sexual.
Con respecto al enfoque de las dificultades relacionadas con el conocimiento personal
o del compañero/a, del manejo de la erótica o su expresión, de la comunicación de
gustos y preferencias, entendemos que será indispensable una educación acorde a las
necesidades y circunstancias que las envuelven. En ciertas culturas o a ciertas edades,
no es fácil rasgar los velos de lo que se ha mantenido como prohibido o pecaminoso,
pero puede hacerse con el debido respeto a las costumbres. Borrar tópicos ancestrales
puede resultar dificultoso si quien precisa la terapia no baja la guardia para permitir
la información adecuada y admitir las estrategias que desvelen que en el amor todo es
válido con el mutuo consentimiento y respeto.
La sexualidad es un valor que dura toda la vida pues como sabemos nace y muere con
el individuo. A lo largo de la vida tendrá sus crestas y sus valles dependiendo de los
estados de ánimo y de las posibilidades de disfrutarla, y es también una asignatura
en constante aprendizaje que como cualquier otra, requiere una lectura pausada para
no perder detalles, lo aprendido a la ligera, puede resultar erróneo o confuso creando
dudas innecesarias.
Si hablamos de dificultades sexuales inherentes o dependientes de tratamientos
quirúrgicos, no podemos pasar por alto que en estos casos es la mano del cirujano
4 4 7
4 71
correspondiente la que tendrá la oportunidad de con su habilidad abrir la puerta para
solucionar el caso en concreto. Aquí en ocasiones podrá tratarse de extirpar lo proceda
1
y en otras restaurar lo dañado.
a 2
z
al concepto de lo que se recibe y seriofrece,
adquea
No podemos olvidar que la estética y la autoestima
a l,
son elementos ligados estrechamente
id celosa IdePsu:esencial
para la intimidad, aunque no u
a lo t o
sea
r ó
y que sobretodo
la imagen
Vla mujer,
se considera
, encanto
g a
propio, es altamente exigente consigo M
misma yibenévola con
oel mcompañero, que si no
r
ca tetumores,
se gusta a sí misma, antepondrá
v a
in cicatricesmo queloides,
cualquier contrariedad
a c
il. manchas, quemaduras,los
antes que entregarse a
brazos edels l
D amante. Por ello,
E de pasarhporoquirófano,t 2 2 5 tener presentes
malformaciones etc, susceptibles
para poder establecer pautas de6 @
asesoramiento
. 7 5 .
será necesario
y garantizar su eficacia.
v i 6 0 1
emi 212.1
1.10. El manejo de las disfunciones sexuales
en la consulta de matrona
Como se ha dicho, la sexualidad es un valor del ser humano con un derecho indiscutible
a vivirla según sus reglas, principios y creencias. Por tanto el derecho al placer es
innegable, como es un derecho para ello, recibir la información o educación necesaria.

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

El colectivo de enfermería de la especialidad obstétrico-ginecológica, constituye un


grupo altamente ligado a la salud de la mujer, pues desde su infancia hasta su madurez
pueden estar vinculados, razón por la que les es posible establecer lazos de confianza
y con ellos acceder tal vez de forma privilegiada a las dudas y dificultades que en la
materia sexual pueden plantear en algún momento de su vida.
Cada día aparecen por los centros de salud más personas que solicitan a los
profesionales de la salud, información y asesoramiento en el terreno de lo sexual y
desafortunadamente, son pocos los que se atreven a dar el paso y proceder a satisfacer
las necesidades de aquellos que acuden con tal fín, entre otras cosas, porque carecen
de la formación necesaria para ello y se tiende a pasar esa “patata caliente” a otros
compañeros más atrevidos o instruidos, y en ese terreno a veces pantanoso, el matrón
o la matrona por lo que antes se expresó, pueden percibir con más facilidad esos
problemas que sigilosamente llevan a cuestas las mujeres hasta que no pueden más.
Cuando esto sucede, siendo además una competencia contemplada en su especialidad,
la estrategia de primero saber escuchar intentando desdramatizar es imprescindible,
porque a veces el mero hecho de prestar atención, en silencio, con interés, puede ser un
paso esencial para abordar el caso y conducirlo hacia su solución.
La sexualidad constituye un aspecto esencial en la calidad de vida de la mujer, pues
expresarla y vivirla satisfactoriamente le permite un equilibrio psíquico, físico y social
indiscutible, pero desafortunadamente alrededor del 3-31% de las mujeres, dependiendo
4 4 7
1 4 71
de los criterios utilizados para definirlo, sufren trastornos de deseo, probablemente de
excitación y por consiguiente de orgasmo [18].
a 2ha constatado que muchas
i z a ddeala relacionesalsexuales
Durante la gestación, pre-alumbramiento y puerperio, se
, íntimas, de
mujeres experimentan una franca disminución
la misma manera que lo hacen sus r id
disfrute de placer que :de por sí
toposibilidadesiródely fisiológicos
V P
a au
ade ánimo, poraotra,Mla actitud del.ccompañero
otorgan, en gran parte debido los cambios físicos ,
con la I
m ante su estado
correspondiente
influencia sobre el r
a g
estado
c acompañatcon n
i En la consulta l o
i la matrona, es indudable que
D e s
que no siempre
e l v
agrado.
t m a de
5 e indispensable
la información que se E
ofrezca a la gestante
h ouna herramienta.2connecesaria
y su compañero
2respecto a las diversas

i6 @
posibilidades de disfrutar sexualmente, será
6 . 7 5las precauciones para no dañar
para que esos mitos de limitar
v los
1
encuentros elevando
0
emquei lasde prácticas
al feto, se disipen en favor
gestación, es evidente
mantener 1
2 1 2 .sado-maso
una sexualidad semejante a la anterior a la
que pudieran existir anteriormente
de mutuo acuerdo, quedarán desaconsejadas, así como las posiciones coitales en los que
el vientre materno pueda ser presionado, o el cérvix pueda ser traumatizado por el pene al
chocar insistentemente sobre él. En estos casos, el matrón o la matrona podrán proceder
a instruir sobre posiciones en los que la mujer pueda moverse con libertad y disfrutar sin
preocupación del momento.
Con respecto a las disfunciones en concreto, si el panorama no es de competencia,
si existe alguna duda con respecto al manejo de la situación, procederá informar al

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

profesional correspondiente y comunicar a la mujer o a su pareja, que camino elegir


para solucionar sus dificultades.
Independientemente de lo que hemos conocido en estas líneas, echando una mirada
atrás y reflexionando con todo lo que hoy conocemos, no debemos pasar por alto que
el estres, constituye muchas veces una de las causas por la que la mujer agotada del
esfuerzo cotidiano, día tras día, cuando es solicitada por el esposo o compañero, a veces
con crudeza, con escasa recompensa por su abnegación, siente como su cuerpo no
responde al deseo o la excitación por más que se lo proponga, pensando en cómo huir
del momento sin herir la sensibilidad de aquel y salir airosa buscando el descanso
que le resulta más placentero que la propia erótica. Si además de la inapetencia se
ve sorprendida por las protestas o la indiferencia de su partenaire, es evidente que se
gestará una espiral de reproches mutuos que incidirán negativamente en los buenos
propósitos de la armonía de pareja, aparecerán los pulsos y con ellos la discordia, ésta
solo abre abismos y frialdad entre ambos y con ellos el alejamiento.
Es indudable que el amor juega un papel extraordinario en lo que se refiere al propio
encuentro sexual, pues aunque a veces no es necesario el sentimiento, que sobra con
el instinto animal y el deseo para dejarse llevar por la pasión, pero esto nos parece
egoísta pues nos centramos más en nosotros mismos que en el interés colectivo, ese
que conforma la pareja. Con el amor podemos ser empáticos, comprensivos, dadivosos,
transigentes, cualidades esenciales para superar los escollos que inevitablemente
4 4 7
1 4 71
aparecen a lo largo de nuestro camino, sintonizar y poder superarlos, engrandece

a 2
todavía más la propia relación y afortunadamente nos hace generalmente más fuertes,
por eso, la pareja debe siempre comunicarse ampliamente, porque el hecho de hacerlo
a da l,
sexualmente enriquece el conocimiento mutuo, de previsión de reacciones, de conocer
i z a
to r i d
lo que gusta y lo que no, de tal manera podemos conectar más fácilmente con los
V P :
a a u r ó
deseos del otro/a, haciendo las cosas más sencillas o menos complicadas.
i y responsabilidad , I
mde actuar ante las
a rg
Cuando como profesionales tenemos laa
n M
posibilidad
l . co
s
dificultades,
e c o disfunciones
trastornos
e l v i sexuales enm una a i o en alguno de sus miembros,
pareja
D
no podemos ignorar queE t
cada persona es o t
diferente y en cada
2 5las disfunciones
caso existirán razones muy
particulares por las que debamos ahondarh 2
minuciosamente..Aunque
general posean unos rasgosio6 6 @ comunes . 7 5 en

m
encuadrar un caso, a vecesi características
0 1 del individuo, pueden darnos
v los matices y.1peculiaridades y con ellas seamos capaces de

pistas francamente 1 2 correctamente y facilitar una vía solución y


e valiosas para2orientar
con ella, la resolución del caso. Pero como Hipócrates decía, el paciente debe participar
en su propia sanación, porque debemos tratarle a él no la enfermedad, en estos casos
disfunciones. Es obvio que el tratamiento si existe una farmacología para ello, deberá
ajustarse tanto a las necesidades como a las posibilidades de administración y tolerancia
para cada caso, sin eludir requisitos y otras compatibilidades medicamentosas.

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

2. Disfunciones por dolor


2.1. Introducción
Vaginismo y dispareunia son dos problemas de salud padecidos por muchas mujeres en
todo el mundo que causan gran impacto en su salud física y mental, imagen corporal,
relaciones sociales y de pareja. Es posible que su prevalencia sea superior a la que
cifran los estudios por la vergüenza que puede generar consultar por este motivo[19-21].
En el DSM-V se contemplan dentro de un mismo diagnóstico; Trastorno de dolor génito-
pélvico/penetración. [46]
Históricamente la mujer no ha reivindicado su derecho al placer. Debido a connotaciones
religiosas, sociales, educacionales, etc, se conformaban sin sentir satisfacción sexual
ya que era privilegio masculino. Por suerte esto ha cambiado y la mujer cada vez tiene
más iniciativa en el plano sexual[22].
Desafortunadamente aún hoy algunas mujeres no se atreven a pedir consejo médico
en casos de disfunciones sexuales, aunque poco a poco cada vez más se animan a
hacerlo. Afrontar y hablar de este problema con la pareja y con profesionales de la salud
sin vergüenza, favorecería a todas las afectadas para que conocieran los tratamientos
4 4 7
disponibles y las soluciones existentes[23].
4 7 1
En lo referente a disfunciones por dolor, aparte de molesto,
a 1
2genera miedo y sensación
de enfermedad, además de deteriorar la frecuencia
a d ano consumados.
y satisfacción
l, sexual. De hecho,
el vaginismo es la causa principal de matrimonios
dolor en las relaciones sexuales o con
t o rdificultades da quePpor
iz paraVlaipenetración, Las mujeres con
: tarde
tanto,
no pueden quedarse embarazadas,
a a u r
i.
son conscientes ó de que algo
m ,
sucede,I y así o
g
arcomo Somalia,
temprano suelen solicitar consejo M
a Mali, Sudán,
profesional
n
[22-24]

l o
.etc,c se sigue practicando la
s c l v i a i
De genital femenina
En algunos
mutilación
países
E e en un 98%
t(hasta Egipto,
h o m
detlas mujeres en ciertas
. 2 2 5zonas), lo que causa
a medio y largo plazo, entre muchos
i6 6 @ . 7
de los problemas de 5 salud que se derivan de esta

mqueivtiene la1matrona
práctica, trastornos por dolor .
[25]

.1sobre 1
0 todo el ciclo sexual de la mujer y el
e
Dado el conocimiento
rápido acceso a ellas, se sitúa 2
2
en un lugar privilegiado para poder captar, prevenir,
educar y tratar este tipo de problemas. Desde atención primaria en particular, puede
captar a embarazadas, puérperas (la primera relación sexual postparto es una de
las causas más importantes de trastorno por dolor en este período) y menopáusicas,
grupos de mujeres propensas a padecer dispareunia y/o vaginismo si no disponen de la
educación afectivo-sexual necesaria para prevenirlas.

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

A veces puede existir dificultad para distinguir entre vaginismo y dispareunia. Por eso
la Asociación Americana de Psiquiatría en su último Manual Diagnóstico y Estadístico
(DSM-V), ha unido estas dos disfunciones sexuales en una misma entidad: Trastorno de
dolor genito-pélvico/penetración[26,27].
Desde el punto de vista obstétrico-ginecológico hay que recordar que estas dos entidades
son totalmente distintas. El vaginismo supone un importante problema de salud ya
que impide la fecundación de forma natural, evita que la mujer pueda someterse a
revisiones ginecológicas y tiene una devastadora repercusión sobre la autoestima de
la mujer. Por el contario la dispareunia no suele tener una repercusión tan importante
en la autoestima, porque se suele atribuir a causas orgánicas. Por suerte el vaginismo
tiene muy buen pronóstico en manos de personas especializadas[22].
Por todo ello, en este capítulo vamos a identificar y tratar estas dos entidades de manera
diferente.

2.2. Definiciones

2.1.1. Vaginismo 7
4 4
1 4 71
Es una disfunción sexual femenina en la que existe una contracción muscular
involuntaria del tercio externo de la vagina, que impide la penetración y la realización
a 2
del coito, a pesar del deseo y del grado de excitación de la mujer[20-22,28].
a a a la penetración
danticipa l, o introducción
de algún objeto en su vagina. Esta o r iz
Es producido por el miedo al dolor que la mujer
V i d a : quede
a
los músculos que rodean la vaginau tcomo
idea provoca, inconscientemente,
i r
mecanismo ó de defensa ante ,
una I P
la contractura
situación
se prevé dolorosa. r
a ena
Sig
a
estas circunstanciasM co m se producirá un
se intenta la penetración
.
dolor real quec
e s l v n
i de3).que m
reforzará la idea principal a l
i es dolorosa, el miedo al
la penetración
D
dolor y la respuesta a
E
la t e
evitación (Figura
ho t 2 5
6 @ 7 5 . 2
v i6 0 1 .
emi 212.1

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

FIGURA 3.
Ciclo del vaginismo
Fuente: Elaboración propia.

VAGINISMO

Idea de
dolor

Miedo al
dolor
REFUERZA

Contractura muscular

Intentos de penetración

DOLOR
REAL

4 4 7
4 7
Existen otras ideas que pueden causar este miedo, como son la desinformación 1 sobre la
anatomía y fisiología de los genitales femeninos. De hecho2
a 1
es característico que exista
un desconocimiento absoluto y suelen creer que la
a d aOtras ideas pueden
vagina es muy pequeña, por donde
l, ser que la primera
r i z
no puede entrar nada sin causar dolor o desgarros.
o de otras
vez duele o relatos de experienciastnegativas V i d a :
a u r ó mujeres
i de excitación.om
.[20,21]

, I P
comportamientoa rg aes satisfactorio
La existencia de vaginismo
a M
no implica ausencia
c En los casos leves el
. de los casosy suele
c sin dificultad.
sexual
alcanzareelsorgasmo l v i nNo obstante enalailmayoría
si la estimulación no es intravaginal, pueden

D de ciertoEgrado
acompañado
tede aversiónhsexualo tmy trastorno2de2excitabilidad.
5 ir
Así, es
6 @
frecuente que nos encontremos el vaginismo asociado a5
. 7 . disfunciones, por ejemplo
otras
a deseo sexual hipoactivo v
i i6
y anorgasmia.
1 0 1
m
e considerarse
El vaginismo no puede 1 una
.
2disfunción que pertenezca a alguna de las fases
2
de la respuesta sexual humana descritas por Masters y Johnson, sino de una práctica,
que constituye una entidad clínica con características propias[22,28].

2.2.2. Dispareunia
Es el dolor que se produce durante el coito, que se puede extender a lo largo de toda
la vagina. Dentro de las fases de la respuesta sexual humana, podemos encuadrar la
dispareunia en la fase de excitación.

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

Cuando esta experiencia de dolor es repetida puede producir tensión y ansiedad,


modificando negativamente la visión de las relaciones sexuales, causando rechazo a la
pareja e inhibición sexual[23].
Tanto en el vaginismo como en la dispareunia, es importante resaltar que solo se
diagnosticará la disfunción cuando ocurra de manera persistente, cause malestar
psicológico y/o genere problemas en la pareja. La mujer vería afectada su calidad de vida.
La OMS define Calidad de Vida como “la percepción individual de su posición en la vida
en el contexto de su cultura y sistemas de valores en donde vive y la relación hacia sus
metas, expectativas, estándar e intereses”[21,29].

2.3. Epidemiología
La incidencia de vaginismo y dispareunia va a variar mucho dependiendo del área
geográfica donde nos encontremos, ya que en ellas influye la cultura, la religión, factores
educacionales y socioeconómicos, etc.
De forma general, podemos decir que el vaginismo se produce en un 2-3% de las
mujeres, y que entre un 1-2% de las mujeres en edad adulta presentan coito doloroso
con regularidad. Según Francisco Cabello en su Manual de sexología y terapia sexual, la
estimación más reciente cifra la dispareunia alrededor del 16%[19-23].
4 4 7
1 4 71
2.4. Formas clínicas a 2
iz a da a l,
to r V i d P :
2.4.1. Vaginismo au
a i r ó m , I
a r g n a M l . c o
s c
Puede clasificarse según
e la intensidad:
la
l v i
intensidad y según las
i
dimensiones
a . [19-22]

• D
Según
E te h o tm 225
6 @
– Leve: es posible la introducción de un dedo en la5
. 7 . en ciertas condiciones.
vagina
i
A veces es posible
m vlai6penetración . 0 1dificultad. La mujer tiene relaciones
anal sin
1
e
sexuales satisfactorias
– Moderado: no es posible
12 ni un dedo en la vagina, pero si sienten
sin penetración.
2introducir
placer sexual.
– Grave: es imposible la penetración, rechazo hacia todo lo relacionado con el
sexo, maniobras de evitación con angustia anticipatoria que puede generar
una conducta fóbica.
– Muy grave: miedo intenso cuando se prevé una posible relación sexual. Suele
asociarse un trastorno de la excitabilidad y/o aversión sexual.

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

• Según las dimensiones:


– Primario: ha existido siempre, la mujer nunca ha podido realizar el coito. Supone
el 90% de los casos, causando la mayoría de los matrimonios no consumados.
Fundamentalmente se debe a problemas psicológicos derivados generalmente
de experiencias traumáticas como abusos sexuales, miedo al dolor en la
primera experiencia sexual, etc. Exceptuando la penetración, pueden tener una
sexualidad satisfactoria, logrando el orgasmo con diferentes actividades. Pueden
llevar años con este problema cuando deciden pedir ayuda por sentimientos de
culpa ante la imposibilidad de penetración o de quedar embarazadas.
– Secundario: aparece tras un periodo de tiempo en el que sí ha sido posible la
penetración. Es común que aparezca tras un parto.
– Situacional: menos frecuente. En unas ocasiones puede existir penetración y en
otras no, con algunas parejas sí y con otras no, en unas posturas sí y en otras no.
– Generalizado: la mujer no puede ser penetrada en ninguna circunstancia. Es el
más frecuente.
– Parcial: es posible penetrar un poco, ya que el espasmo que se produce no llega
a ser completo para impedir la penetración pero sí resulta doloroso.

4 4 7
2.4.2. Dispareunia
1 4 71
Se clasifica según su localización, por su relación con el coito2
a a y según las dimensiones . [19-22]

• Según su localización:
r iz ad i d a l,
u to
– Superficial: dolor a nivel vulvar.
ó V I P :
– Vaginal: las g a a M r
ia lo largo de toda
o ,
mla vagina.
a r molestias pueden aparecer
n a
c producidateporlvlosiempujes al distenderse
a l . c
i los fondos de saco vaginales.
e s
– Profunda:
D t m 5
• Según su relaciónE con el coito: ho 2 2
@ 5 .
6 al inicio1de.la7penetración.
– De entrada: el dolorise
i v 6 produce
0 Tras ese momento,

e m
la lubricación facilita que el
1
dolor
2 .1desaparezca.
2 el coito, acompañado de sensación de escozor.
– Posterior: dolor al finalizar
– Concomitante: el dolor permanece a lo largo de todo el coito.
• Según las dimensiones:
– Primaria: se produce con la iniciación sexual, ha existido siempre.
– Secundaria: comienza después de la actividad sexual anterior que no fue
dolorosa.

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

2.5. Etiología

2.5.1. Vaginismo[20-22,24,28,30]
Causas orgánicas
Suponen un 10% de los casos y las forman cualquier patología de los órganos pélvicos
que ocasionan dolor.
• Himen hipertrófico o rígido.
• Contrafuertes himenales rígidos.
• Endometriosis.
• Inflamación de órganos de la pelvis (salpingitis, cervicitis…).
• Tumores pélvicos.
• Estenosis vaginal.
• Carúnculas uretrales.
• Hemorroides.
4 4 7
Causas psicológicas 1 4 71
a 2diversos factores sociales,
Estados de ansiedad con angustia de anticipación.
emocionales y educativos. Suponen el 90%zde
i a da Influyen
a l,
r los casos.
to religiosairestricta, i d
Vfalta de información P: sexual,
a u
• Causas predisponentes: educación
a (abusos oaagresiones ó m , I
a rg
experiencias traumáticas
n M l . c o
sexuales), hostilidad inconsciente al

e s c sexual (ITS),temiedo
hombre como
l v i al dolor en lam
género, miedo excesivo al embarazo,
a i relación coital.
al parto, y a enfermedades de
Dtransmisión
E
• Factores precipitantes: miedo y dolor.h
ot primera
. 2 2 5
i6 @
6 miedo 1al .fracaso, 7 5 obligación de resultados,
i
• Factores mantenedores: v ansiedad,
mautosupervisión, 0
1 pensamientos negativos, conductas
.alexitimia,
evitativas.
e
altruismo excesivo,
2 1 2
En lo mencionado anteriormente, nos referimos al vaginismo primario, puesto que es el
más frecuente (90% de los casos). Es importante resaltar que en el vaginismo secundario
los factores precipitantes y mantenedores son los mismos que en el primario, pero se
encuentran diferentes elementos predisponentes, tales como:
• Complicación posterior a una lesión orgánica.
• Grave crisis afectiva, desavenencias conyugales.

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

• Estrés.
• Secuelas de una intervención quirúrgica.
• Agresiones traumáticas, violación, etc.
• Primera relación coital postparto.
• Episiotomías, episiorrafia defectuosa, traumas perineales [23, 31-33].

2.5.2. Dispareunia[19,22,25]
Causas orgánicas
• Superficial: himen rígido, tabicado o septo, bartolinitis, vestibulitis vulvar, infecciones
glandulares, clitoriditis, cirugía ginecológica, enfermedades sistémicas, postparto,
lubricación inadecuada, atrofia vaginal, mutilación genital femenina.
• Vaginal: falta de lubricación.
• Profunda: cervicitis, endometriosis, enfermedad pélvica inflamatoria, útero en
retroflexión, postparto, atrofia vaginal, patología anexial, adherencias pélvicas,
miomas uterinos, lubricación inadecuada.
4 4 7
Causas psicológicas
1 4 71
• Problemas emocionales, como estados depresivos oa 2 y estrés.
ansiosos,
• Desavenencias conyugales, hostilidad o a
iz ddeadeseo. al,
falta

u t o r V id I P :
• Educación sexual nula o restrictiva.
a a o transmisiónM
i r ó m ,
a g
• Miedo al coito,rembarazo
c de relaciones i n a de ITS.
l . co
i poco satisfactorias.
e
• Mala
D s
iniciación
t e l v m a
sexuales, con experiencias
t 5
Epobre.
• Autoimagen corporal
@ ho 5 . 2 2
v i 6 6 1 . 7
e m i 2 0
.1con vaginismo y/o dis-
2.6. Perfil de la mujer 2 1
pareunia
Las mujeres que padecen disfunciones sexuales por dolor suelen compartir una serie de
características. Algunas de ellas son: nivel educativo y socioeconómico alto, percepción
negativa de la sexualidad, educación sexual y religiosa estricta y culpógena, sumisión,
problemas conyugales, baja autoestima, incapacidad de abandonarse a la respuesta
erótica, temor al fracaso, vergüenza de su sexualidad, carencias afectivas infantiles,

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

estereotipos de género muy polarizados en los padres, pobre comunicación en el núcleo


familiar, doble moral (querer y no poder), ansiedad y frustración.
Además, según algunos estudios, las mujeres con vaginismo tienen más posibilidades
de estar solteras, menor índice de masa corporal, en el caso de quedarse embarazada un
mayor uso de nicotina durante la gestación y menor probabilidad de parir por vía vaginal
con el consecuente aumento de cesáreas[20,34-37].

2.7. Relaciones sexuales después del parto


Existen ciertos obstáculos que influyen en la reanudación de la actividad sexual postparto,
como la recuperación del trauma perineal, los cambios en los patrones de descanso y
sueño, la falta de intimidad, la condición hormonal, etc.[33]
A estas circunstancias hay que sumarle que tras el embarazo y el parto se inician
disfunciones del suelo pélvico y alteraciones sexuales a las que se les ha dado poca
importancia por las autoridades sanitarias, lo que hace que sean desconocidas entre la
población a pesar de que miles de mujeres ven afectada su calidad de vida por ello[23].
Así, tras el parto frecuentemente la mujer experimenta dispareunia durante las primeras

4 4 7
relaciones coitales (Barret y col. informaron un 62% a los tres meses postparto y un 31%

4 71
a los seis), dependiendo de si se ha realizado episiotomía o sutura de algún desgarro
perineal. La reanudación de éstas suele ser rápida, aproximadamente la mitad de las
1
a 2
mujeres lo hacen entre la quinta y sexta semana postparto, y un 90% en el tercer mes. Un

iz a da
indicador de predicción de inactividad sexual postparto es no estar sexualmente activa a
a l,
las 12 semanas de gestación.
r id
tofrecuente ienróel puerperio,
V y puede P : y
La dispareunia es la disfunciónumás
a
a si la mujer noaesM m , Icronificarse

profesional
c . ar
[23,33] g
deteriorar la vida de pareja
in il. c o
consciente del problema y no solicita ayuda

e s e l v m a
Por D
Et y el parto vaginal
tanto, el trauma perineal
dispareunia y disfunción sexual postparto,h
ot instrumentado 2
afectando tanto a.la 2 5 como elal momento
aumentan riesgo de

i6 6 @sexuales durante
. 7 5los primeros meses postparto.
calidad
de la reanudación de las relaciones
v
mi disminuir
El parto por cesárea parece 0 1
.1 de dispareunia en los 3 a 6 meses
la incidencia
postparto, pero noe
2 1 2
tiene efectos después de este tiempo.
La lactancia materna también puede aumentar la dispareunia postparto, aunque no en
todas las mujeres, ya que la elevación de prolactina da como resultado una disminución
de la producción de estrógenos, que puede afectar negativamente a la lubricación
vaginal. Por ello, las puérperas en general y las lactantes en particular deben considerar
el uso de lubricante en las relaciones sexuales[19,33].
Llegados a este punto, debemos hablar en profundidad de la episiotomía por sus efectos
devastadores que puede causar en el suelo pélvico de la mujer. Durante muchos años

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

su práctica se convirtió en rutinaria y su uso indiscriminado, subestimando sus efectos


adversos, como son su extensión a desgarros de tercer y cuarto grado, la disfunción del
esfínter anal, la dispareunia y disfunciones sexuales. Sin olvidar que la dehiscencia e
infección de la misma o la estrechez del introito vaginal causado por una episiorrafia
defectuosa, son factores implicados en la aparición de dispareunia[23,33,37].
Actualmente, a pesar de la suficiente evidencia científica que existe, en nuestro país
el índice de episiotomías es de los más altos de Europa, siendo de alrededor de un
40% frente a otros países como Suecia, donde es del 1%, manteniéndonos alejados de
las recomendaciones de la OMS que dice que una tasa por encima del 20% no está
justificada, y no debería de superar el 30%. Distintos estudios revelan que en nuestro
país las cifras de episiotomía varían de unas comunidades a otras e incluso dentro de
una misma comunidad, existe gran variabilidad ente la sanidad pública y privada (siendo
más elevada en la privada). Además, las cifras pueden variar a criterio del profesional que
asiste el parto[23,38,39].
La Sociedad de Ginecología y Obstetricia (SEGO) y la Federación de Asociaciones
de Matronas de España (FAME) se han manifestado a favor de su uso selectivo,
incrementando así el número de mujeres con periné intacto y que reanudan la actividad
sexual al mes del parto. Además, disminuye la necesidad de reparación perineal y el
número de mujeres con dolor al alta[23,37].

4 4 7
4 71
Así pues, las mujeres a las que se les han practicado episiotomía, con o sin trauma
perineal añadido, tienen índices más altos de dispareunia postparto que mujeres con
1
trauma perineal espontaneo o periné intacto[33].
a 2
a
Por todo ello, en nuestra práctica clínica, podemos
iz da llevar a cabo a l,distintos actos para
disminuir la dispareunia postparto:
u t o r V id I P : de
• Facilitar la posición quea
a sea más cómoda para
M i r óla mujer en el ,
parto. La posición
mperineal (sobre todo
decúbito lateralryg
a
cque
cuadrupedia
n a
disminuyen
i tasas dem . c o
el riesgo de desgarro
l
i (también las verticales),
D e s
decúbito
t e l v
lateral) y tienen menores
t a
episiotomías
se asocian5
mientras la
E
posición de litotomía
hy
o
las verticales
. 2 2 con un riesgo mayor
de desgarros .
[37,38]

i6 6 @ . 7 5 reduce el riesgo de trauma


v 0 1
emiy la incidencia
• El masaje perineal a partir de la semana 34 de gestación
perineal, episiotomía
1 2 .1dolor perineal a los tres meses postparto .
de [23,33]

• La aplicación de compresas2 calientes durante la segunda etapa del parto, reduce


el dolor durante el parto y los primeros 3 días postparto, y disminuye el riesgo de
desgarros de tercer y cuarto grados, pero no la tasa de suturas perineales[33,37].
• El tipo de material y de sutura que se utilice para reparar un desgarro perineal. El
dolor a corto plazo disminuye usando sutura sintética absorbible en sutura continua
en vez de discontinua. Si la sutura es continua para todas las capas (vagina, músculos
perineales y piel) la reducción del dolor es mayor frente a la sutura continua solo en

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

piel. Los bordes de la piel no deben suturarse por rutina si existe una separación
mínima entre ellos, pues se ha demostrado que reduce el dolor perineal postparto. En
caso de suturar, se recomienda técnica intradérmica continua[23,37,40].

2.8. Menopausia
Durante la menopausia, algunos autores informan que un 34,9% de las mujeres
puede sufrir dispareunia (incluso superior al 45,3% en postmenopáusicas) y un 15,6%
vaginismo, existiendo una correlación significativa entre estas disfunciones antes y
después de la menopausia. Es decir, que las mujeres que han sufrido vaginismo antes
de la menopausia, tienden a sufrirlo también después de esta. Aunque como ya hemos
dicho, estos datos varían según los países debido a las diferencias culturales, religiosas,
raciales y de actitud[41]. Por ejemplo, el vaginismo puede agravarse en las mujeres
árabes, debido a los tabúes culturales sobre el dolor, o en aquellas con una educación
sexual nula, culpógena o de género.
La atrofia vaginal afecta aproximadamente al 50% de las mujeres postmenopáusicas,
causada por la disminución de los niveles de estrógenos, pudiendo producir dispareunia.
Por lo general, pocas mujeres consultan a su médico por este motivo, bien por vergüenza
o porque creen que son síntomas normales de su edad.
4 4 7
El examen físico en la atrofia vaginal temprana puede ser normal, pero
1 4 71 más tarde, la
mucosa vaginal se vuelve más delgada, pálida y seca, se pierden
a
elasticidad, la mucosa puede estar irritada y friable, se acorta
2y se estrecha la vagina. Los
los pliegues vaginales y

a d
lubricantes pueden ayudar a tratar la atrofia vaginal ay a tener relaciones
l, sexuales menos
r iz i d a : esta
to
dolorosas, pero el tratamiento más eficaz es el reemplazo con
V estrógenos .
[19,42]

a u i r ó , I P
a r g a
Esta terapia estrogénica puede administrarse de
a M forma local
oo
presenta otroscsíntomas
. m derivados de la
sistémica, siendo
última opción la elegida

e
deprivacións c comotepueden
hormonal,
cuando la mujer
l v n l
i local estrogénica se puede
i ser los sofocos.mLaaterapia
D
administrar en forma E
de tabletas, óvulos,
h t
ode tratamiento,.efecto
cremas, etc. Su
2 2 5 los síntomas de
sobre

i6 6 @
sequedad suele aparecer a las tres semanas
. 7 5 apreciándose una mejoría

v
más importante a las 4-6 semanas.
0 1
emi 212.1

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

TABLA 1
Estrógenos para uso tópico comercializado en España
Fuente: Extraído, con alguna modificación, de: Palacios S, Cancelo MJ, Castelo-
Branco C, González S, Olalla MA. Recomendaciones de la Sociedad Española de
Ginecología y Obstetricia sobre la prevención y el tratamiento de la atrofia vaginal.
Prog Obstet Ginecol. 2012; 55 (8): 408-415.

Algunos nombres
Compuesto Forma galénica Dosis
comerciales

Dosis de iniciación: 0,5 mg/24 horas


Óvulos durante 14 días.
Estriol Ovestinon®
Crema vaginal Dosis mantenimiento: 0,5 mg/72 h
10 mg/8, 12 o 24 h.

Crema vaginal
Promestrieno Colpotrofin 1%®
Comprimidos vaginales

Dosis de inicio:
10-25 µg/24 h durante 14 días.
17 β-estradiol Comprimidos vaginales Vagifem®
Dosis de mantenimiento:
10-25 µg/72 h.
4 4 7
1 4 71
a 2
2.9. Evolución
i z a da a ,
lhacia
Las mujeres con trastornos sexualeso
t r
por
V i d
dolor suelen evolucionar : miedosi
la cronicidad
P
dicha disfunción no se trata.aEl u
ir ó
vaginismo suele comenzar en la , I
adolescencia con
g a etapa inicial deM intentos repetidoso dem
s c
suele abandonar aporr la imposibilidad
a la penetración. Tras una
l v i n a realizar elacoito.
para i l .cLas mujeres que mantienen
penetración, esta se

un buene te practicar juegostm


D nivel de deseoEsuelen
tiempo sin intentar la penetración. h
Normalmenteo eróticos .
se deciden 2 5
satisfactorios, pasando mucho
a2reclamar asesoramiento
cuando desean tener hijos.
i6 6 @ . 7 5
m v
i sus parejas 0 1
1pueden acabar
.penetración.
e
Con el transcurso del tiempo,
2
erección a consecuencia del fracaso 1 en
2la
presentando un trastorno de
Aproximadamente el 50% pueden
tener algún problema de erección y el 13% pueden generar una disfunción eréctil después
de superar su pareja el vaginismo[22].
El vaginismo puede ejercer un efecto psicológico devastador en ambos miembros de la
pareja. La mujer suele encontrarse atrapada en un dilema: sabe que necesita ayuda, por
un lado, y está atemorizada ante una posible curación, por otro[28].

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

2.10. Evaluación
En las mujeres con disfunciones por dolor, hay que realizar una serie de actividades para
conseguir una buena evaluación: evaluar los distintos estímulos sexuales, la recepción de
dichos estímulos por parte de la mujer desde una visión bio-psico-social, las respuestas
dadas y las consecuencias que conllevan, y determinar los factores predisponentes,
precipitantes y mantenedores de la disfunción[22].
Para ello se emplearán los siguientes instrumentos: entrevista, cuestionarios,
autorregistros y exploración física.

Entrevista
Realizaremos una historia sexual detallando las actividades diarias para identificar los
refuerzos que mantienen esta situación. Desde la primera entrevista hay que motivar, dar
alguna respuesta y marcar pautas (sin generar falsas expectativas, ya que estas mujeres
suelen sentir ansiedad y urgencia por conseguir resultados), quedar bien diferenciado
el vaginismo de la dispareunia y de la evitación aversiva del coito, entrevistar al varón y
descartar o confirmar que exista disfunción eréctil.
Pueden realizarse tres sesiones de aproximadamente una hora cada una. A veces se
4 4 7
necesitan más, con lo cual hay que individualizar cada caso.
4 1 conductas
7actual,
• En la primera recogeremos datos demográficos, problemática
sexuales, antecedentes médicos y aspectos cognitivos. a 2 1
• En la segunda, se prestará atención z
i a
a la da psicosexual
historia a l,(muy importante las
r
o de pareja.
primeras relaciones sexuales) ytrelación V id P :
a a u r ó
i historiaofamiliarm , I
r g
• En la tercera indagaremos
a M
sobre educación sexual,
c (estilo de apego),

e s c a
acontecimientos vitales,
e
estilo
l v in
de vida y antecedentes
m a il.psiquiátricos.
En D
Et hay que haceryonoshincapié
la entrevista a la mujer
orientarán sobre la gravedad del problemah
tayudaráena clasificar
algunas5preguntas que nos
. 2 2 la disfunción, como
6 @
i6enconla sustitutivos .7 5
son: posibilidad de introducirse
i v .1 0 1
vagina sus propios dedos y/o dedos del compañero,

emla exploración
uso de tampones o penetración
1 2 del pene. También es muy importante

lo que implicaría que la mujer ha2


conocer si ha soportado ginecológica o si ha podido hacerse una citología,
tolerado el espéculo . [22]

Cuestionarios
Puede resultar interesante el Inventario de miedos sexuales de Annon y el Índice de la
Función Sexual Femenina (FSFI)[22,43].
• Inventario de miedos sexuales de Annon: formado por 109 experiencias

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

relacionadas con la sexualidad que pueden producir miedo o sentimientos


desagradables, en el que la mujer señala cuánto miedo siente hacia ellas (Anexo I).
• Índice de la Función Sexual Femenina: compuesto por 19 preguntas acerca de
seis dominios: deseo, excitación, lubricación, orgasmo, satisfacción y dolor. La mujer
valorará las respuestas de 0 a 5 puntos. En los trastornos por dolor a veces podemos
reducir el cuestionario a los dominios de lubricación (desde la pregunta 7 a la 10) y
dolor (desde la 17 a la 19) (Anexo II).

Autorregistros
Son muy útiles para el diagnóstico de la dispareunia y del vaginismo. En la dispareunia
se utilizará un “diario del dolor”, teniendo en cuenta la relación con el ciclo menstrual y
circadiano, puntuando la intensidad del dolor y describiendo los puntos dolorosos.
En el vaginismo se registrará el día, hora, situación, duración, pensamiento antes, durante
y después a la realización de las tareas que se describen en el tratamiento[22].

Exploración

4 4 7
Sólo se puede establecer el diagnóstico definitivo de vaginismo tras un examen pélvico,

1 4 71
al que la mayoría se suele negar por temor al presuponer una exploración dolorosa. Es
necesario hablarlo con anterioridad y explicar en qué consiste, indicándole que ella
a 2
guiará la exploración, dando permiso para continuar, detenerla o no realizarla.

a d asituándose el profesional
l, en el lateral
El examen empezará de forma relajada y sin prisas,
i z
de la mujer (de forma que pueda hacerrel tacto vaginal mientrasi d a : la
a
relajando), evitando luz directau to los genitales,
hacia
r ó V
i de los muslos
habla con ella y la va
visualizándolos
, P
y Iobservando
posible rigidez de losg
a r a
músculos de la parte M
a interna
. co mo del periné. Si existe

e s c
rigidez muscular continuaremos
l v n
i físico,m
relajando a la
a
paciente. l
i el dedo relajada,
Cuando esté dándole
D
tiempo para
la vagina muy despacio,
e
t si se siente
que se acostumbre al
Eindagando contacto
h otincómoda. .225
se introducirá con lubricante en

Se confirmará el vaginismo sii6 6 @ es imposible . 7 5de realizar a pesar de técnicas


v la exploración
0 1
emperoio siexiste
de relajación (la mayoría)
toleran la exploración
2 1 2 .1ante elinvoluntario
se detecta espasmo
espasmo
(en vaginismo situacional
intento de penetración del pene del
compañero). Las mujeres con vaginismo sienten pánico ante la exploración, mientras que
en la dispareunia, esta casi siempre es posible a pesar de que cause molestia e inquietud.
Esta es una de las pruebas diagnósticas diferenciales más fiables entre vaginismo y
dispareunia[22,28].

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

2.11. Tratamiento
El éxito del tratamiento depende del diagnóstico preciso llevado a cabo por una historia
sexual y el examen físico oportunos. La relación profesional-paciente y la entrevista son
aspectos claves en la gestión de estas disfunciones[44].
Cuando existe una causa orgánica que hace el coito doloroso, su curación es indispensable
para tratar el vaginismo, aunque a veces a pesar de su curación, este persiste por
desarrollar una respuesta condicionada[22,28].
La terapia sexual constituye el tratamiento de mayor eficacia, con muy buenos resultados.
Masters y Johnson informaron de un índice de curación del 100% en mujeres con vaginismo
tratadas con este método, el cual intenta modificar los determinantes inmediatos del
vaginismo. En la práctica combina la desensibilización de la vagina espástica con una
terapia conjunta. Si esta se aplica con la pareja, los beneficios de la terapia se extienden
ayudándoles a establecer una relación sexual más satisfactoria y eliminar problemas
interpersonales si los hay[22,28,45].
El primer objetivo en el tratamiento del vaginismo es la eliminación fóbica de la paciente
a la penetración vaginal, ya que la terapia no puede avanzar hasta que no esté resuelta.
Por tanto el éxito de la terapia depende de la habilidad del terapeuta para manejar la
fobia. Hoy en día existen muchas técnicas para lograr una curación rápida de estas
4 4 7
1 4 71
(psicoanálisis, terapia de conducta, hipnosis, farmacoterapia) pero la más efectiva es la
que expone a la mujer a la situación temida, en la realidad o en la fantasía. A esto se
a 2
le llama “desensibilización sistemática”. Por ejemplo, mientras la mujer se encuentra

iz a da a l,
relajada, se imagina a su pareja acercándose a ella. Cuando puede soportar esta fantasía

to r V i d
sin tensión, se imagina a ella misma mientras él se le acerca con una erección, etc. Cuando
P :
a a u i ó m , I
es capaz de imaginarse sin tensión que está siendo penetrada, se considera que la mujer
r
a r g
hacen con menos ansiedad[28].
n a M
está preparada para comenzar los ejercicios de dilatación vaginal, que generalmente
l . co
A la veze s c e l v irealizar educación
m a i
D que
E t
el paso anterior, se debe
Esta h
t 5 conductuales
sexual con asignaciones de tareas
o tanto intervenciones
2 2
más terapia cognitiva-conceptual.
@ incorpora
6 Ellasenfoque
conductas7
. e5
.
v i6
como cognitivas, con el fin de modificar
0 1 interacciones disfuncionales de

emi 212.1
la pareja para aumentar su satisfacción. es educativo para la pareja y directivo
por parte del terapeuta.
Es fundamental promover un cambio en los estilos de comunicación en la pareja si no
eran los adecuados, ya que la comunicación es clave en el proceso de curación.
Si la mujer ha tenido una educación de género o puritana, se debe empezar con ejercicios
de autoestima como la ducha erótica o el espejo (buscar un momento íntimo en su casa y
observarse los genitales con un espejito). Estas mujeres suelen tener un desconocimiento
absoluto de la anatomía genital. Si tiene mucha ansiedad, enseñarle respiraciones
profundas y técnicas de relajación[22,28].

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

Una vez que se ha eliminado la fobia de la mujer y hemos brindado educación afectivo-
sexual a la pareja, la mujer está preparada para proceder a la desensibilización in vitro
(tras una minuciosa información se relaja a la paciente y se le van introduciendo en
consulta sucesivos dilatadores vaginales) o in vivo (proporcionar información a la mujer
para que ella misma se introduzca los dilatadores en casa).
Según Francisco Cabello, con la desensibilización (ambas técnicas), el 97,2% de las
pacientes pudieron tener relaciones sexuales con penetración después de un promedio
de seis sesiones y mejoró el deseo en el 35% de las mismas[22].
Además, a medida que vaya avanzando la terapia, es adecuado realizar placereado
o focalización sensorial, para reducir la ansiedad, y mantener relaciones divertidas,
relajadas y eróticas. Consiste en acariciar sensualmente, en forma de masajes eróticos
por todo el cuerpo, al compañero sexual.
Esta técnica consta de tres fases. El placereado I: sin incluir pene, vulva ni pechos;
placereado II: con pene, vulva y pechos; placereado III: con coito. Solo cuando la mujer no
sienta ansiedad en una fase podrá pasar a la siguiente[44].
Dada la aceptación que ha tenido el Modelo Andaluz de Sexología y Psicología de
desensibilización in vivo e in vitro, formuladas por el médico, psicólogo y sexólogo
Francisco Cabello Santamaría, se detallan a continuación cada una de las técnicas[22].

4 4 7
Modelo de desensibilización in vivo 147
1
a 2
recomendando lecturas de sexualidad a
iz da y pornografía.
• Potenciar la erotofilia. Eliminar actitudes negativas
eróticas
y prejuicios sobre la sexualidad,
a l, Algunos ejemplos
to
de estas lecturas pueden ser “Dímelo r al oído: las
V id
mujeres cuentan sus
P : Réage o
fantasías

a a
sexuales” de Sonsoles Fuentesu r ó
ia la mujer paraorealizar
y Laura Carrión, I
“Historia de O” de, Pauline
m los ejercicios de
a r g
“Mi jardín secreto” de
a M
Nancy Friday. Instruir
n l . c
e s
Kegel y planificar un ritmo
e l
de i al caso.mai
c de forma tindividualizada
v autoestimulación, planificación que debe ser pactada
D
con la mujer
E h o t 2 2 5
6 @
• Permeabilización vaginal individual.
7
La mujer .
5en la vaginala masturbación
iniciará y
i6 se introducirá 1un.dedo
e m
ejercicios de Kegel. iv lo haya2conseguido
aprovechando la lubricación
Cuando . 1 0 introducirá dos dedos y después un
mientras realiza

dilatador vaginal. La pareja2 1 prohibida la penetración pero sí puede tener otro


tiene
tipo de relaciones sexuales.

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

FIGURA 4
Desensibilización in vivo
Fuente: Elaboración propia.

4 4 7
1 4 71
a 2
• Permeabilización vaginal en pareja. Se utilizará
a d aen su pecho.
la
l,Superadas las fases
“postura no demandante”,
ambos sentados, ella con la espalda
r iz apoyada
i d a que:el realice
a u tosededoprocede
anteriores, la mujer le cogerá un V
y lo introducirá
r ó en la vagina sin P
i alcanzar elotamaño , I
a r g a
movimientos. Posteriormente,
a M de la misma
. c m
forma con un dilatador,
aumentando gradualmente
e s c lv
de
i n
tamaño hasta
a il aproximado del
pene del
D
compañero.
E t e h o t m
la paciente se2 2 5 los dilatadores
• Capacitación coital. Superado lo anterior,
en diferentes posturas. La 6 @ 5 .
más adecuada sería7encabalgada,
.
introducirá

v i6
el dilatador. A continuación su pareja 0 1
sostendrá el dilatador
sentándose sobre
i posición.2Se.1mantiene un mes de entrenamientoellaconse loel
mientras
introduce ene mmisma
esta
21a la penetración en posición femenina superior, sin
mismo ejercicio antes de pasar
movimientos pélvicos, controlado por ella. Llegados a este punto puede haber un
retroceso causado por la ansiedad anticipatoria ante la penetración. Solo cuando la
mujer se encuentre relajada su pareja se moverá, primero con un ritmo lento.
Con este tratamiento evolucionan favorablemente la mayoría de las pacientes.

Enfermería Generalista Aula Virtual Fuden 44


Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

Modelo de desensibilización in vitro


Se utiliza cuando la mujer decide utilizar este método, no tiene pareja, el compañero no
colabora, o pasados unos 8 meses de tratamiento in vivo no se observan progresos.
• Exploración genital. Se siguen las mismas normas que se expusieron en el
apartado de exploración en la evaluación. Justo en el momento de la inserción digital
se solicita a la mujer que ponga en práctica los ejercicios de Kegel. Ella misma dirige
la exploración.
• Permeabilización vaginal con dilatadores. Si la fase anterior se realizó sin
dificultad, se introduce el dilatador realizando la mujer los ejercicios de Kegel,
para hacer consciente la permeabilidad vaginal (muchas mujeres con el dilatador
dentro no se lo creen). Se irán aumentando progresivamente de tamaño hasta llegar
al tamaño aproximado de un pene en erección. Después, ella misma lo sacará e
introducirá de nuevo, y lo repetirá en su casa.
• Capacitación coital con dilatadores. Una vez superada la fase anterior se pasa a
introducir dilatadores en la posición encabalgada.
Esta técnica suele tener una alta tasa de éxito pero la mayoría necesitan alguna
intervención adicional para optimizar el erotismo.

4 4 7
71
La dispareunia se puede mejorar si se practican ejercicios de Kegel, junto con

2 1
placereado y mejora de la comunicación en pareja[44].
4
procedimientos de relajación, de educación postural, uso de lubricantes, técnica de

d5 a a
r iz a id a l,
u to FIGURA
ó V I P :
a a Desensibilización
M i r
in vitro
m ,
a rg na propia.l.co
es c e l i
Fuente:
v Elaboración
m a i
D E t ho t 22 5
6 @ . 7 5 .
v i6 0 1
emi 212.1

Enfermería Generalista Aula Virtual Fuden 45


Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

Otros tratamientos
Para el tratamiento del vaginismo se han empleado multitud de abordajes terapéuticos,
además de los ya mencionados, como son fármacos ansiolíticos, la terapia con sustitutos
sexuales y el tratamiento quirúrgico, éste más utilizado antiguamente, practicándose
esfinterectomías mediante bisturí, sin tener en cuenta que quien controla el esfínter es
la mente. Por este motivo, está desaconsejado actualmente.
Los partos no ayudan, ya que se ha demostrado que las mujeres con vaginismo
inseminadas artificialmente tienen un parto más complicado que quienes han sido
tratadas del vaginismo previamente.
El biofeed-back está dando muy buenos resultados, con el objetivo de concienciar a la
mujer del estado de la contracción permanente y trabajar la relajación.
Otra opción terapéutica es el empleo de la toxina botulínica. Aplicada en la musculatura
de la vagina actúa como relajante muscular paralizándolos y relajándolos temporalmente
mientras se utilizan los dilatadores pero es posible que las mujeres recaigan cuando no
utilicen el fármaco[22].

447
2.12. Manejo en la consulta de la matrona
71
2 1 4
Las matronas, como profesionales especializados en salud sexual y reproductiva de la

da a
mujer, tenemos un papel activo para mantenerla, fomentarla y prevenir complicaciones.
Desde los distintos puestos de trabajo que desempeñamos, por nuestra cercanía hacia
iz a d a l,
ellas, somos el personal idóneo para esta tarea, resolviendo dudas, desmitificando
r i
u to V I P :
mitos, aumentando la información y valorando las distintas disfunciones sexuales que
ó
g a a i r m ,
puedan surgir. Debemos desarrollar una serie de habilidades de comunicación como
M o
a r a
son la escucha activa, empática y sin prejuicios.
c v i n a il . c
D e
Así, desdes t
Atención Primariae l t m
existe mucho campo
5 se realiza en los
de actuación. Por ejemplo, en
la adolescencia E la educación
es importante h o afectivo-sexual
. 2 2 que
@
6mitos sobre
colegios e institutos, o la que realizamos
i6 . 7 5 arelaciones
cuando vienen la consulta para consejo

m i v
anticonceptivo, para desmitificar
. 1 0 1
las primeras sexuales.
e 2
21podemos hacer hincapié antes, durante y después
Durante la etapa adulta de la mujer,
del embarazo y parto sobre la importancia de la comunicación en pareja, maneras de
prevenir episiotomías y desgarros perineales, recuperación postparto y captación de
mujeres con dispareunia y/o vaginismo para poder evaluarlas y tratarlas.

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

En la educación maternal debemos hablar abiertamente sobre sexualidad, informando


sobre los cambios físicos y psicológicos que se producen durante esta etapa y también
en las fases de la respuesta sexual humana. Enseñaremos la técnica de masaje perineal
y los ejercicios de Kegel antes y después del parto, ayudando a la recuperación del
canal del parto con el fin de prevenir la aparición de dispareunia.
En la menopausia podemos detectar mujeres con trastornos por dolor o atrofia vaginal,
por ejemplo al hacer citologías en el cribado de cáncer de cuello de útero. Estas se
beneficiarían de una información afectivo-sexual adecuada, apoyo y posibilidades de
tratamiento.
Desde el paritorio, la matrona debe basar su práctica profesional en la evidencia
científica, propiciando que la mujer adopte en el parto la postura más cómoda para ella,
realizando uso restrictivo de la episiotomía, suturando traumas perineales con sutura
absorbible continua, etc.
Como se ha dicho, la dispareunia postparto es frecuente, pudiendo ocasionar miedo y
fobia si no se trata y desembocar en vaginismo. Sabemos que existen momentos en los
que prima el bienestar materno-fetal, pero debemos ser conscientes de las repercusiones
que pueden tener algunos actos como la episiotomía, que pueden originar disfunciones
sexuales capaces de deteriorar el núcleo familiar. Por ello, es necesario continuar

4 4 7
investigando sobre la prevención y curación de secuelas que origina este problema.

1 4 71
De forma general, debemos involucrarnos más en una esfera tan importante en la vida

a 2
de las mujeres como es la sexualidad, conociendo las características de las distintas
etapas del ciclo vital y realizando una buena educación sexual previniendo disfunciones.

iz a da a l,
to r V i d P :
3. Bibliográfia a a u i r ó m , I
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W. e
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4
4 71 mediante P.el
21. Moltedo-Perfetti A, Cittadini M.J, Nardi B, Arimatea E, Moltedo-Perfetti
1
Evaluación de la calidad de vida en mujeres con vaginismo
a 2466-472.
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28. Kaplan H. La nueva terapia sexual. 3ª ed. Madrid: Alianza Editorial, S.A; 2014.

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33. Leeman L, Rogers R. Relaciones Sexuales Después del Parto: Función Sexual
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34. Sánchez C, Carreño J, Corres N.P, Henales C. Perfiles e indicadores psicológicos
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parte. Salud Mental. 2010; 33 (4): 347-353.
35. Sánchez C, Carreño J, Corres N.P, Taracena B.E. Perfiles e indicadores psicológicos
relacionados con la dispareunia y el vaginismo. Estudio cualitativo. Segunda parte.
Salud Mental. 2010; 33 (5): 437-449.
36. Möller L, Josefsson A, Bladh M, Lilliecreutz C, Sydsjö G. Reproduction and mode
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of delivery in women with vaginismus or localised provoked vestibulodynia: a4 7
swedishregister based study. BJOG. 2015; 122 (3): 329-334.
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37. Guía de Práctica Clínica sobre la Atención al Partoa 2 del SNS. 1ª ed. Bizkaia:
Normal
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mejorar los resultados perineales. Matronas
M ir ó
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39. Recio A. La a
c g
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atención a Cifras para il o
.c sobre un problema.
reflexionar

De s l a
Etoreperineal tears: tm with2catgut,
Dilemata. 2015; 18: 13-26.
h oCompared . 2 5 synthetic sutures
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i6
reduce risk of short-term pain @
6reduce . 7 5 rapidly absorbing sutures
and need for resuturing;
v 0 1
emi 212.1
comparable to synthetic but the need for suture removal. Evid Based Nurs.
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41. Beigi M, Fahami F. A comparative study on sexual dysfunctions before and after
menopause. Iran J NursMidwifery Res. 2012; 17: 72-75.
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CD009672.pub2.

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

43. Isidori AM,  Pozza C,  Esposito K,  Giugliano D,  Morano S,  Vignozzi L, et al.
Development and validation of a 6-item version of the female sexual function index
(FSFI) as a diagnostic tool for female sexual dysfunction. J Sex Med.2010; 7 (3):
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44. Rao TS, Nagaraj AK. Female sexuality. Indian J Psychiatry. 2015; 57 (Suppl 2): 296-
302.
45. Pereira VM, Arias-Carrión O, Machado S, Nardi AE, Silva AC. Sex therapy for
female sexual dysfunction. Int Arch Med. 2013; 6 (1): 37.
46. Asociación Americana de Psiquiatría, Guía de consulta de los criterios diagnósticos
del DSM 5. Arlington, VA, Asociación Americana de Psiquiatría, 2013

4. Anexo
4.1. Anexo I: Inventario de miedos sexuales de
Annon 47 14
4 7
Las frases de este cuestionario se refieren a experiencias relacionadas con la sexualidad
21
que podrían producir miedo o sentimientos desagradables. En cada frase haga una (x) en
a
iz a da de la experiencia
el recuadro debajo de la columna que describe cuánto miedo siente actualmente.
a l, y orientación
sexual que tenga. Puede que u
r
Este inventario puede ser contestado independientemente
to descritas V id que:no haya
sexualesIP
a a encuentre
M r ó conductas
i cada situación. m ,
usted se encontrararg
realizado. No es necesario
ca telvin
hoy con
que haya experimentado
tal a
situación cree que
il.
sentiría c o
miedo o
La pregunta es: ¿Si
ansiedad?
e s m a
D E h ot . 2 2 5
Item
i6 6 @ . 7 5
Nada Poco Bastante Mucho Muchísimo

v 0 1
emi 212.1
1. Strepteese
2. Anticonceptivos
3. Profesionales del sexo
4. Foto de desnudo en movimiento
5. Pechos/pectorales
6. Bromas/chistes sobre sexo
7. Fotos/dibujos eróticos
8. Pene
9. Relaciones prematrimoniales

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

Item Nada Poco Bastante Mucho Muchísimo


10. Relaciones extramatrimoniales
11. Vagina
12. Cambio de pareja
13. Show burlesco
14. Bailarines eróticos
15. Testículos
16. Orgía sexual
17. Bata de sanitario
18. Compresas/tampones
19. Mujeres homo/hetero/bisexuales
20. Hombres homo/hetero/bisexuales
21. Trasero
22. Zona nudista
23. Manifestación pública de palabras obscenas
24. Animales teniendo sexo
25. Enfermedades venéreas
26. Hombres/mujeres/niños desnudos
27. Pelo púbico
4 4 7
28. Juegos sexuales con animales
1 4 71
29. Uso de palabras sexuales
a 2
30. Tener sueños eróticos

iz a da a l,
to r
31. Ver tus propios genitales
V i d P :
a a u
32. Tocar tus propios genitales
i r ó m , I
a g
33. Discusión sobre sexo
r na M l . co
c v i
34. Hablar a otros sobre sexo
es e l m a i
D E t ho t
35. Dificultad para lograr excitación/erección/

2 2 5
lubricación

6 @ . 7 5 .
v 6
36. Dificultad en alcanzar orgasmo
i 0 1
emi 212.1
37. Leer historias o libros eróticos
38. Ver películas eróticas
39. Masturbación
40. Fantasías sexuales
41. Tamaño de tu pene/vulva/pechos
42. Pensamientos sexuales sobre alguien
43. Ser visto desnudo
44. Ver hombre/mujer desnudándose
45. Tener orgasmo soñado

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

Item Nada Poco Bastante Mucho Muchísimo


46. Embarazo no deseado
47. Orgasmo demasiado rápido/lento
48. Desnudarse ante un hombre/mujer
49. Ver genitales de un hombre/mujer
50. Estatua desnuda de hombre/mujer
51. Ponerse ropa del sexo opuesto
52. Utilizar baños públicos
53. Olvidar cerrar la cremallera
54. Ver hombre/mujer en baño
55. Usar palabras sexuales
56. Ver ropa interior de hombre/mujer en
escaparate
57. Experimentar fantasías sexuales no comunes
58. Hombre/mujer te llama al teléfono
59. Llamar hombre/mujer por teléfono
60. Hombre/mujer te invita a salir/tomar copa
61. Invitar a hombre/mujer a salir/tomar copa
62. Hombre/mujer te invita entrar en tu/su casa
4 4 7
63. Invitar a hombre/mujer entrar en tu/su casa
1 4 71
64. Sentado en el cine con un hombre/mujer
durante una intensa escena de sexo a 2
a da
65. Sentado en el cine con un hombre/mujer
iz a l,
to r i d
durante una intensa escena de sexo y te coge la
V P :
mano.

a a u i r ó m , I
a g na M
66. Sentado en el cine con un hombre/mujer
r l . co
mano.
es c e l v i m a i
durante una intensa escena de sexo y le coges la

D E t ho t
67. Hombre/mujer te sonríe/le sonríes
2 2 5
6 @
68. Echado con un hombre/mujer
. 7 5 .
v i6 0 1
emi 212.1
69. Iniciar conversación con hombre/mujer
70. Alguien te dice que eres atractivo
71. Decirle a alguien que es atractivo
72. Hablar con hombre/mujer a solas
73. Flirtear con hombre/mujer
74. Un hombre/mujer te besa/le besas
75. Un hombre/mujer te toca/le tocas
76. Alguien rodeándote con el brazo.
77. Alguien rodeándole con el brazo

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

Item Nada Poco Bastante Mucho Muchísimo


78. Excitarte mientras estas con hombre/mujer
79. Notar excitación de hombre/mujer mientras
está contigo
80. Hombre/mujer te desnuda/le desnudas
81. Alguien te mordisquea/le mordisqueas
82. Juntar tu cuerpo con el de un hombre/mujer
83. Contacto con la lengua en un beso
84. Te acarician nalgas y muslos
85. Acariciar nalgas y muslos
86. Alguien te besa cuello y orejas
87. Besar a alguien el cuello y orejas
88. Alguien te acaricia hombros y espalda
89. Acariciar a alguien hombros y espalda
90. Alguien te acaricia pelo y cara
91. Acariciar a alguien pelo y cara
92. Alguien te coge de la mano
93. Coger a alguien de la mano
94. Alguien te acaricia pechos bajo la ropa
4 4 7
95. Acariciar pechos a alguien bajo la ropa
1 4 71
2
96. Alguien te acaricia genitales bajo la ropa
a
iz a da
97. Acariciar a alguien genitales bajo la ropa
98. Alguien te besa/le besas los pezones
a l,
to r V i d
99. Alguien te acaricia los genitales hasta llegar al
P :
orgasmo
a a u i r ó m , I
a rg na M l . co
100. Acariciar a alguien los genitales hasta llegar

es c
al orgasmo
e l v i m a i
D E t ho t
101. Sexo oral con un hombre/mujer
2 2 5
@ 5
102. Penetración por detrás con hombre/mujer
6 . 7 .
v i6 1
103. Penetración anal con hombre/mujer
0
emi 212.1
104. Penetración en lugares no habituales
105. Cambiar de posición durante penetración
106. Roces genitales con alguien sin penetración
107. Estar con un hombre/mujer excitado y
deseoso y yo no.
108. Estar con un hombre/mujer excitado y
deseoso v yo también
109. Juguetes eróticos

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

4.2. Anexo II: Índice de la función sexual feme-


nina (FSFI)
Es un cuestionario auto administrado. Usted tiene que responder a 19 cuestiones
diferentes y seleccionar en cada una la respuesta que mejor describa su situación durante
las últimas 4 semanas.
Puntos
1. ¿Con qué frecuencia experimentó deseo o interés sexual?
• Casi siempre o siempre 5
• Muchas veces (más de la mitad de las veces) 4
• Algunas veces (la mitad de las veces) 3
• Pocas veces (menos de la mitad de las veces) 2
• Casi nunca o nunca 1
2. ¿En qué porcentaje estima su nivel de deseo sexual?
• Muy alto 5
• Alto 4

4 4 7
71
• Regular 3
• Bajo
2 1 4 2
• Muy bajo o nada
da a 1

z a a l,
3. ¿Con qué frecuencia experimentó excitación durante la actividad sexual?
r i i d
u to
• Sin actividad sexual
ó V I P : 0

g a a
• Casi siempre o siempre
M i r o m , 5

c a r v i na a il . c
D s
• Muchas veces (más de la mitad de las veces)
e t e l t m 5
4

E ho
• Algunas veces (la mitad de las veces)

@ 5 . 2 2 3

v i6 6 1 . 7
• Pocas veces (menos de la mitad de las veces 2

emi 212.1
• Casi nunca o nunca
0
4. ¿ En qué porcentaje estima su nivel de excitación durante la actividad sexual?
1

• Sin actividad sexual 0


• Muy alto 5
• Alto 4
• Moderado 3
• Bajo 2
• Muy bajo o nada 1

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

Puntos
5. ¿Qué confianza tiene de poder lograr excitación durante la actividad sexual?
• Sin actividad sexual 0
• Muy alta confianza 5
• Alta confianza 4
• Moderada confianza 3
• Baja confianza 2
• Muy baja o sin confianza 1
6. ¿ Con qué frecuencia ha satisfecho su excitación durante la actividad sexual?
• Sin actividad sexual 0
• Casi siempre o siempre 5
• Muchas veces (más de la mitad de las veces) 4
• Algunas veces (la mitad de las veces) 3
• Pocas veces (menos de la mitad de las veces) 2
• Casi nunca o nunca 1

4 7
7. ¿Con qué frecuencia se ha lubricado durante la actividad sexual?
4
• Sin actividad sexual
1 4 71 0
• Casi siempre o siempre
a 2 5

a da
• Muchas veces (más de la mitad de las veces)
iz a l, 4

to r V
• Algunas veces (la mitad de las veces) i d P : 3

a u i r ó
• Pocas veces (menos de la mitad de las veces)
a m , I 2

a rg na M l . co
• Casi nunca o nunca

es c e l v i m a i 1

D t t 5
8. ¿Cómo fue de difícil lubricarse durante la actividad sexual?
E ho 2 2
6 @
• Sin actividad sexual

. 7 5 . 0

v i6 1
• Extremadamente difícil o imposible
0 1

emi 212.1
• Muy difícil
• Difícil
2
3
• Levemente difícil 4
• Sin dificultad 5

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Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

Puntos
9. ¿Con qué frecuencia mantiene la lubricación hasta completar la actividad sexual?
• Sin actividad sexual 0
• Casi siempre o siempre 5
• Muchas veces (más de la mitad de las veces) 4
• Algunas veces (la mitad de las veces) 3
• Pocas veces (menos de la mitad de las veces) 2
• Casi nunca o nunca 1
10. ¿Cómo de difícil fue mantener su lubricación hasta completar la actividad sexual?
• Sin actividad sexual 0
• Extremadamente difícil o imposible 1
• Muy difícil 2
• Difícil 3
• Levemente difícil 4
• Sin dificultad 5
11. C
4 7
 uando ha tenido estimulación o relaciones sexuales, ¿con qué frecuencia logra el orgasmo?
4
• Sin actividad sexual
1 4 71 0
• Casi siempre o siempre
a 2 5

a da
• Muchas veces (más de la mitad de las veces)
iz a l, 4

to r V
• Algunas veces (la mitad de las veces) i d P : 3

a u i r ó
• Pocas veces (menos de la mitad de las veces)
a m , I 2

a rg na M l . co
• Casi nunca o nunca

es c e l v i m a i 1

D t t 5
12. Cuando ha tenido estimulación o relaciones sexuales, ¿cómo de difícil fue lograr el orgasmo?
E ho 2 2
6 @
• Sin actividad sexual

. 7 5 . 0

v i6 1
• Extremadamente difícil o imposible
0 1

emi 212.1
• Muy difícil
• Difícil
2
3
• Levemente difícil 4
• Sin dificultad 5

Enfermería Generalista Aula Virtual Fuden 56


Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

Puntos
13. ¿Cómo de satisfecha se sintió con su habilidad para lograr el orgasmo durante la relación
sexual?
• Sin actividad sexual 0
• Muy satisfecha 5
• Moderadamente satisfecha 4
• Igualmente satisfecha e insatisfecha 3
• Moderadamente insatisfecha 2
• Muy insatisfecha 1
14. ¿Cómo de satisfecha se ha sentido con el acercamiento emocional durante la actividad sexual
entre usted y su pareja?
• Sin actividad sexual 0
• Muy satisfecha 5
• Moderadamente satisfecha 4
• Igualmente satisfecha e insatisfecha 3
• Moderadamente insatisfecha 2
• Muy insatisfecha
4 4 7 1

1 4 71
15. ¿Cómo de satisfecha se ha sentido con la relación sexual con su pareja?
• Muy satisfecha
a 2 5
• Moderadamente satisfecha
iz a da a l, 4

to r V
• Igualmente satisfecha e insatisfecha i d P : 3

a a u i r ó m , I
a rg na M
• Moderadamente insatisfecha

l . co 2

c
• Muy insatisfecha
es e l v i m a i 1

D E t ho t 2 5
16. ¿Cómo de satisfecha ha estado con su vida sexual en general?
2
• Muy satisfecha
6 @ . 7 5 . 5

v i6 0 1
emi 212.1
• Moderadamente satisfecha 4
• Igualmente satisfecha e insatisfecha 3
• Moderadamente insatisfecha 2
• Muy insatisfecha 1

Enfermería Generalista Aula Virtual Fuden 57


Sexualidad en la consulta; trastornos del deseo y disfunciones por dolor.

Puntos
17. ¿ Con qué frecuencia experimentó dolor o molestias durante la penetración vaginal?
• Sin actividad sexual 0
• Casi siempre o siempre 1
• Muchas veces (más de la mitad de las veces) 2
• Algunas veces (la mitad de las veces) 3
• Pocas veces (menos de la mitad de las veces) 4
• Casi nunca o nunca 5
18. ¿Con qué frecuencia experimentó dolor o molestias después de la penetración vaginal?
• Sin actividad sexual 0
• Casi siempre o siempre 1
• Muchas veces (más de la mitad de las veces) 2
• Algunas veces (la mitad de las veces) 3
• Pocas veces (menos de la mitad de las veces) 4
• Casi nunca o nunca 5

4 7
19. ¿Con qué porcentaje usted valora su dolor durante o después de la penetración vaginal?
4
• Sin actividad sexual
1 4 71 0
• Muy alto
a 2 1
• Alto
iz a da a l, 2
• Regular
to r V i d P : 3
• Bajo
a a u i r ó m , I 4

a r g n a M l . c o
• Muy bajo o nada

e s c e l v i m a i 5

D E t ho t 2 2 5
Corrección del FSFI i66
@ . 7 5 .
m i v 0 1
.1diferentes que explora el cuestionario: Deseo
e
Del análisis factorial
1 2
se deducen 6 dominios
(items 1,2); Excitación (items 3, 4,25, 6); Lubricación (items 7, 8, 9, 10); Orgasmo (items 11,
12, 13); Satisfacción (items 14, 15, 16); y Dolor (items 17, 18, 19).
En cada pregunta, una respuesta de 0 indica que no ha habido actividad sexual, una de
1 indica el mayor deterioro funcional y una de 5 el menor.

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