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Comunidad 'en movimiento··

Persistencias, renascencias y emergencias


comunitarias en América Latina ·

Alfonso Torres Carrillo

...........,.
Ediciones··
Índice·

Introducción .............................................. ,................... ,9

1.Persistencias comunitarias, .................................. 17 ·


Las comunidades ancestrales andinas ............................. 18
Los principios estructurantes de la comunidad andina .... 24
Comunidades y comunalidad en O~aca ......... , .............. 28
cultura Libre
Comunidad en movimiento 1) La autonomía desde la comunalidad ... ,......... :.. ,: ..... 31
Persistencias,.renascencias y eniergencias comunitarias. 2) De la comunidad y a la comunalidad.......................34 ·
en América Latina · 3) La comunalidad como ideología , . .
AI(on~o Torres Carrillo de los pueblos indigenas ..... ;; ........................................36, _
4) La flor comunal: bases y elementos
Ediciones desde abajo .
Bogotá, D.C. - Colombia, agosto de 2020
· de la comunalidad ...... ,....................................................40
Rebeldías comunitarias ..... ,.... ,......1..........·........:............... 44-
ISBN: 978-958·-5555c35-8 Sentido comunitario de las )uchas indígenas en Colombia .. 47
La minga: de los pueblos indígenas . .
Fotografía de portada: del Cauca al movimiento popular nacional ..................... 51
"Carnaval del perdón'', Felipe Martínez

Diseño y diagramación: Difundir Ltda . 2. RenascQncias y emergencias comunitarias


. Carrera 20 Nº45A85, telf.: 345 18 08 Poblaciones afrodescendientes:
de la diáspora a las territorializaciones comunitarias ..... 55
El conocimiehto es un bien de la humánidad.
Todos los seres humanos deben acceder al saber. Afrocolombianos: tejidos comunitarios rurales
Culti~arlo es responsabilidad de todos. y reinvenciones comunitarias urbanas ........ :.................. 60 ·
Reinvenciones de comunidad en territorios urbanos ..... 64
Se permite la copia, de uno o más capítulos completos de esta obra o comum
·. ·dades· ur· b anas ··mstrtuyentes
· · · ................................ 67
del conjunto de la edición, 'en cualquier forma.to, mecánico o digital,
Comunidades intencionales basadas en la solidaridad ..... 74
siempre y cuando no se modifiqut: el contenido de los textos, se respete
su autoría y esta nota se mantenga. Las Comunidades Eclesiales de Base ... ;.; ... ,..................... 78
'Comunidades en lucha ......................................... ,........... 81
Comunidades emocionales y en situaciones límite......... 84
Confluencias comunitarias
en el movimiento neo zapatista ............. ,...............: ..........87
Luchas por la defensa de lo común .................................. 95

3. La comunidad y lo común en elpensar crítico


latinoamericano .................................·........ :........ :....... 99
Entramados comunitarios y producción de lo común .. 100
Lo común y los comunes. Miradas desde lo pluriverso
y lo· contrahegemónico ............. ;...................................... 107
La comunidad y lo común en perspectiva
· crítica y emancipadora ............ ,............................... ,••.... 112
' 1) La comunidad y lo común Alas lideresas y a los líderes sociales
como interpelación al capitalismo ... :····· .. ·············· 116 que han sacrificado su vida
2) Comunidad como vinculo y sentido inmanente .... .J18 por hMer comunidad
3) La comunidad y lo común como potencia
instituyente ..•..........•......... ,.....................................121
4) Lo comunitario y lo común como política
emancipadora ................................... ,...... ,............. 124

BibHografta ..................................... ,............................ 127


9

Introducción

"Al fin y al cabo, también la comunidad, .el modo


comunitario de producción: y de vida, es la voz que más
porfiadamente anuncia otra América posibJe.
Esa voz su~ne. desde los tiempos más remotos: y suena
todavía. Hace cinco siglos que los dueños del poder
quieren callarla a sangre y fuego: pero suena todavía.
La comunidad es la más americana de las tradiciones,
la más antigúa y obsti.nada tradición de las Américas".
Eduardo Galeano (1996)

Comunidad, comunitario, comunal, comunalidad y el bien


común, son expresiones cada vez más frecuentes en las na-
rrativas provenientes de las luchas populares yJas prácticas
alternativas en Nuestramérica. Hace. unas pocas décadas
esto era impensable, pues "comuqrdad" era una palabra que
_despertaba desconfianza en los discursos de las izquierdas
(políticas y sociales); se le asociaba al pasado tradicional
("pre-capitalista") o a las pÓlíticas estatales que impulsaban
' proyectos integradores bajo denominaciones corno desarro~
llo, participación Y'promoción comunitaria.

Este "retorno a la comunidad", tanto en lós movimientos


sociales corno en los estudios sociales ha sid,o documentado'
Sin embargo, no existe .una mira.da de conjunto de las pre-

, 1 Marinas, J. M.-, El siñtonra comunitario: entre polis .:y mercado,- Madrid, Antonio
MaChado Libros, 2006; De Mari"niS, P. Gatti G. e Irazuzta, l., lA comunidad como
pretexto. En tomo al (re)surgimiento de las solidaridades comunitarias. Bogotá,
Anthropos - UAM, 2010; Torres,A., "Modernidad y nuevos sentidos de lo comunitario",
Pedagogía y saberes# 10, Bogotá, Facultad de Educación, UPN, 1997; El .retorno a
la comunidad, 8ogotá,CINDE' -El Búho, 2013.
10 Alfonso Torres. Carrillo Comunidad en movimiento 11

- .
senci8;5 comunitarias a lo largo de la historia y el movimiento En fin, tomaban y daban lo que tenían, todo de buena
de lo social en América Latina, ni un balance crítico sobre su voluntad[ ... ]".
potencialidad emancipadora, que pueda servir como berra~
mienta de trabajo a participantes, militantes, acompai;iantes Desde su cosmovisión basada en la ambición, afán de lucro
solidarios y estudiosos de estas dinámi~ comunitarias. Este y acumulación, Colón no podía comprender esta alegría de
es el propósito de este libro, escrito desde la convicción de dar para construir amistad como lo que era para los antilla-
que la comunidad es el mayor legado de los pueblos nues- nos: el sentido comunitario de la reciprocidad, propio de las
' '

tro-americanos
' . a las luchas y movimientos emancipadores culturas nativas. Por el contrario, llevó a Colón -y de ahi en
en contra del capitalismo a nivel mundiaL adelante; a toda la empresa conquistadora-,· a· considerar a
los nativos como "irracionales" que no sabían el ya}or de las
Eii efecto, fo comunitario como cosmovisión y modo de cosas, ni de su mercantilización para obtener ganancia, que
vida en América se remonta a los milenios anteriores a la los europeos consideraban'"natural". Cuatro siglos después
invasión europea. Desde el conocimiento que tenemos de .las autoridades de Canadá prohibían el potlatch, una práctica
los pueblos cazadores y recolectores, pasando porlas socie- cultural de los indígenas de la costa noreste, por considerarla
dades tribales y cacicazgos, hasta las grandes civilizaciones una amenaza para la civilización al consistir en una Ct!l'emo-
mesoamericanas y andinas, podemos afirmar qüe todas estas nia en la que se regalaban objetqs como manera de afirmar
sociedades tenían una base cultural, social y económica de los vínculos y acuerdos familiares, tribales y entre pueblos.
carácter cómunitario. En sus cosmovisiones., relaciones con
el territorio" organización social,· prácticas económicas y Estos sentidos, relaciones y modos de actuar comunitarios,
religiosas predominaba el sentido colectivo, la reciprocidad contrarios a la racionalidad capitalista, han sabido·sobrevivir
Y, la cooperacióp. y reinventarse, a pesar de mas de 5 siglos de dominación
1 colonial· y republicana·~ En efecto, muchas fornías de or-
· ·}.. la1legada misma de Colón a las Antillas, le sorprendieron ganización social, como los ayllus y los calpulli:s, así como
estas formas dé vida y prácticas basadas en la reciprocidad ,;>tras prácticas de trabajo comunitario como la minga y el
y no en la competencia, tal como lo relata Las Casas: tequio, y muchas dinámicas políticas y culturales pervivieron
a pesar de la Conquista, las políticas coloniales, la expan-
El 12 ,e octubre de 1492, en la segunda hora después de sión de las. grandes harjendas, el despojo de sus tierras,
la media noche, la tierra apareció. Lo que siguen son las las violencias sobre la población indígena y campesina, la
palábrasdel prqpio Almirante: "Luego vinieron riadando migración a las ciudades, las políticas de ciudadanización y
hasta.las chalupas de los_navios en los que estábamos y el neoliberalismo.
nos trajeron !oros, hilo de algodón en ovillos, azagayas y
muchas cosas que intercambiaron con otras que nosotros Por el contrario, en aquellas coyunturas en las que "los'de
les dábamos, tales como perlas de vidrio y cascabeles. arriba", trátese de gamonales1 hacendados, gobernantes,
12 Alfonso Torres Carrillo Comunidad·en movimiento

empresarios o actores armados, impusieron sus políticas, Pqr otrolado, en el contexto de las transformaciones genera-
tales valores, usos y prácticas ~omunitarias se reactivarpn da porla modernización capitalista y las adecuaciones, fugas
· para resistir a estas adversas circunstancias. Por ello, esta y resistencias por parte de los sectores populareS'; fueron
persistencia de la comunidad no significa que dichas signi- resurgiendo y recreándose prácticas, vínculos y sentidos
ficadones
. . '
e instituciones
J
comunitarias hayan permanecido \
comunitarios;·Js el caso d~ los asentamientos populares de
estáticas o sefil'!- homogéneas en los diferentes. contextos las grandes ciudades, donde se activan acciones de coopera-
geográficos; su continuidad en el tiempo significa adapta- ción, ayuda mutua y celebración comuni_taria como la mano
ción, transformación, y transacción con las instituciones prestada, el convite y los bazares. Incluso, estos pobladores,
d,ominántes impuestas por el oolonialismo, el liberalismo, de origen indígena o campesino,.en determinadas coyuntu-
el desarrollismo y la globalización neoliberal. ras, han protagonizado verdaderas insurgencias_ comunita-
rias portadoras de sentidos instituyentes y alternativos de
Desde la última década del siglo XX se vive un proceso de comunidad.
reíndiapización en v:arios países de América Latina, con-
sistente en una reactivación iotencional de las identidades . A lo largo. de la vida republicana también fueron incorpo-
ancestrales americanas, Junto a estrategias de recuperación rándose y emergiendo otros.sentidos y procesos comunita-
de ·territorios, costumbres y formas de. gobierno propias. rios, provenientes de las propias culturas, experiencias de
Reactivación
. evidente en Colombia después de la promul-
. \
· lucha y sueños populares gestados en Occidente (cómo el
gación de la Cqnstitución Política de 1991, que reconoce el comunalísmo, el mutualismo, el cooperativismo y el ~socia-
derecho de los indígenas a conformarse como comunidades. cionismo en general). Estos sentidos comunitarios basados
en valores, ideas y utopías sociales, que también llegaban
/ . .
A estas formas de vida, relaciones y prácticas comunitarias como alternativas al, capitalismo, fueron acogidos por los
de origen indígena, desde los inicios de la Colonia se fueron pueblos americanos, incorporándolos a su repertorio de
sumando y mezclando otras p~venientes de algunas institu- visiones y dinámicas comunitarias, amplia~do su capacidad
ciones comunitarias ibéricas (como el Común y las comunas) _de pervivencia. Así mismo, se gestan iniciativas para .dar
o traídas y recreadas por los africanos-esclavizados en los sostenibilidad y fuerza a est_as luchas, asumiendo. explícita-
palenques y quilombos. En e.se intercambio de experiencias rqente el sentido comunitario, tales como las comunidades
entre nativos américanos, negros, mestizosy blancos pobres, eclesiales de base, los círculos de Ctiltura,los comités y redes
emergieron y se recrearon sentidos> prácticas económicas, ambientales y las colectivas de mujeres.
organizativas, religiosas y festivas que perviven en la actua~
lidad. En países como Brasil, Ecuador y Colombia, las luchas Desde los orígenes de la dominación colonial, con especial
protagonizadas por los afroamericanos también han logrado relevancia desde la éonformación de la República, se dieron
normátivas que garantizan.el reconocimiento y reactivación díferentes acciones. de protesta y de lucha. social. frente a
de formas y prácticas culturales de carácter comunitario. los múltiples hechos y contextos de opresión, explotac~ón y
14 Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento 15

discriminación, a través de los cuales la gente común ha ex- temporáneas em;opeas y nortj:!americanas, en Latinoamérica
. presado su inconf<:mnismo y sus anhelos de justicia. Dichas surgen reflexiones propias en torno a un pensamiento crítico
rebeliones, revoluciones y movimientos sociales también han comunitario. · ·
gestado "comunidades en lucha"•; es decir, ~ensamientos,
sentimientos, vínculos y experiencias de carácter solidario, El reconocimiento de esta histórica pluralidad de sentidos·,
y en defensa de los bienes comunes. modos, prácticas, vínculos y proyectos. comunitarios, nos
plantea el de'saflo de tener una mirada de conjunto y hacer
En tiempos más recientes, en el mundo urbano moderno un balance global de los alcances. de la comunidad come> ana-
y sus crecientes dinámicas de anonimato, masjficación e litica para comprenderles; así mismo, confirma la necesidad
individuáci6n, al igual que la imposidón de la sociedad de de explorar el potencial emancipador de la comunidad para
CC>nsumo y la segmentación delos gustos y estilos de consu- este periodo de crisis y renovación de referentes políticos,
mo, también han tomado forma sus propias ~comunidades en sintonía con nuestras perspectivas del pensar y actuar
de ropero"3, posibilitando asimismo, que estos colectivos crítico y emancipador. Este es el propósito de este libro, al
de consumidores ó de habitantes de las ciQdades contem- retomar la persistencia, la renovación y la emergencia de
poráneas, se asuman como "comunidades efuoéionales" diversas prácticas sociales y subjetividades comunitarias,
desde las cuales también configuran y afirman identidades comunales, conmnalitarias y procomunes, como un aporte
y sentidos de vida, no siempre totalmente subordinados a ·a su comprensión crítica y; su fortalecimiento'.
lalógica del capital.

Finalmente, en las últimas décadas, con la arremetida del


extraétivismo y la imposici{m de· megaproyectos (hidroeléc-
tricas, embalses) y su consecuente expansión del despojo
y la mercantilización, en América Latina -al igual 'que en
otras regiones del planet~- se han reactivado las luchas
de defensa de lo común, retomando los discursos en torno
al bien común y de los comunes; conceptós que aluden al
conjunto de ;recursos (naturales o no) de beneficio común
Oocal o planetario) que el capital quiere apropiarse (aguas, .
bosques, aire, conocimiento, educación). Si bien es cierto
que algunos .analistas acuden a las teorías clásicas o con~

2 Holloway, John, Cambiar el mundo sin tomar el poder. l;'uebla, ICSH - BUAP, 2tHO.
·3 Bauman.Z., Comunidad. En búsqueda de seguridad en un mundo hostil. Madrid, Siglo
XXI Editpres, 2003..
17

1. Persistencias comunitarias

Como lo señala el filósofo mexicano Luis Villoro4, en toda


·América, p~se a los cambios introducidos por la Colonia,
los antiguos poblados indígenas mantuvieron el sentido
tradicional de la comunidad en coexistencia con las institu-
ciones sociales y políticas impuestas por los dominadores.
La estructura comunitaria forma parte de.la matriz civili-
zatoria americana, tanto en el norte como en centro y el sur
del continente, 'tal como lo evidencian'. diferentes es1;udios
arqueológicos, antropológicos e históricos.

Dichos sistemas comunitarios de vida han persistido, con


la$ transformaci'on~s propias de sus interacciones (de do-
minación, resistencia, resignificai;:ión e.innovación) hasta
la actualidad;. no solo entre las poblaciones que siguen
reconociéndose como indígenas, sino tam~ién en otras que
se reconocen como campesinas, _allí donde los procesos de
~estizaje o las políticas gubernamentales ...:como en Perú-
asignaron e impusieron esta identificación. En esta primera
parte del libro nos ocuparemos de dichas permanencias,
ocupándonos de las comunidades andinas (indígenas y
campesinas) y sus principios estructurantes, de las comu-
11,idades niesóamericanas, en particular de las comunidades
oaxaqueñas y su concepción de comunalidad; finalmente,
nQs referiremos a algunas luchas protagonizadas por pue-
blos indígenas americanos en defensa de sus territorios y
valores comunitarios, centrándonos en el caso colombiano,
en particular en la minga como acció.n colectiva.
4 Villom, Luis, Oe la libertad a la comunidaa,Méxíco DF. Fondo de Cultura Económica,
2005. . .
18 Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento 19

Las comunidadés ancestrales andinas ambas iñstituciones, a partir del siglo XVI, intervinieron en
su constitución, así como en su proceso histórico, no está su-
Uno de los casos más estudiados de la presencia de formas ficientemente esclarecida y requiere todavía un análisis más
y prácticas comunitarias .de origen prehispánico es el de las sistemático,. aunque no cabe duda que el ayllu fue el núcleo
comunidades indígenas y campesinas del área andina (Boli- de su estructura yla comuna el patrón externo .de referencia
via, Ecuador, Perú y sur occidente colombiano). Ajuicio de que la hizo posible. ParaArguedas8 , las autoridades coloniales,
José Matos5 , éstas constitli;Yen una forma p;ropia y peculiar reconocieron y pusieron asu servicio.algunas instituciones
de organización socia). de un amplio sector de la población comunitarias de orig~n prehispánico, como el ayllu y la mita.
indígena y campesina de estos. países, y responden a un tra-
dicional patrón dé establecimiento, claramente diferenciado Al parecer, concretamente dos fueron las vías más impor-
dentro del conj~to de instituciones de lai; sociedades en que tantes _de constitución de la cofuunidad. En un caso, las
están insertas. reducciones (equivalente a los resguardos en el Nuevo Reino
de Granada) y en otro la evolución de los propios ayUus.
Matos Mar en s~ clásico. trabajo !faci~r.da; comunidad y Derroteros ambos cóndicionados a su
vez por los enclaves
campesinado en el Perú, se propone establecer una interpre- mineros y por el desarrollo del sistema de hacienda. Aparece
tación de la comunidad indígena peruana; para lo cual ofrece ciaro que la vía de la reducción fue la más común, pero no
un marco configúrativo de lo que ha sido y sigue siendo la se puede soslayar que existieron regiones peruanas enteras
comunidad indígena, comunidades definidas por tres rasgos: donde la hacienda no se desarrolló sino tardíamente, la
a) la propiedad colectiva de un espacto rural que es usufruc- minería no fue importante y que no fueron alcanzadas drás-
tuado por sus miembros de manera individual y cplectiva; b) ticamente por el aparato administrativo colonial, lo que se
por una forma de organización social basada especialmente .refleja en la ausencia de ciudades españolas; factores todos
en la reciprocidad y en unparticulai sistema de participación que permitieron una relativa autonomía ante desarrollo del
de las bases; y e) por el mantenimiento de un patrón cultural ayllu que, sin embargo, :finalmente; no pudo escapar del in-
singular que recoge elementos del mundo andino~. flujo colonial convirtiéndose porvía propia en comunidad9,

Comó institución, el origen de fa comunidad es conttovertjdo7,. ·t.ás reducciones, forma institucionalizada de concentración
Sin embargo, cualquiera sea el punto donde nos situemos, de la población indígena en centros poblados como parte
encontrará indudablemente como antecedente, tanto al ayllu . de un modelo colonial a escala de toda el área conqui$tada,
andino como ála comuna ibérica. La manera especifica como J}abian sido introducidas desde principios del síglo XVI en
5 Matos Mar, J., Hacienda, comunidad y campesinado en el Perú, Lima:, Instituto de
y
el Caribe ensayadas desde la. década de 1550 en Perú, en
&tudiosPeruanos, 1976,p. 179.
I
6 [b(dem. Arguedas, J. M., "Las .comunidades de &paña y del PerÍ1", en; Obra antropoi6gica.
·' En Pe¡,í ha suscitado polémicas y contribuciones de pensadores de la talla de José Tomo. 3, Lima, E<Jitorial Horizonte, 2012.
Carios Mariátegui; José María Arguedas y Alberto Flórez Galindo •. .Matos Mar, J., op. cit., p.182.
20 Alfonso Torres Carr,illo Comunidad en movimiento 21

_un intento de reorganización administrativa de los grupos tegida por un sistema de dominación colonial cuya législación
colonizados. Entonces se agruparon los ayllus dispersos en apoyaba la concentración, eltributoy el usufructo colectivo, al
.pueblos, a cuyos componentes se les respetó la posesión de consolidarse en algunas regiones, debilitarse en otras y aislarse
tierras, pero en usufructo comunal, debidoa que el pensa- como relictos en las miles de estribaciones_ del abrupto espacio
miento ideológico europeo de la época aceptaba tal situación; andino, devino en un pluralismo de situaciones agrupadas en
se les otorgó, además, cierta protección para asegurar así el los distintos desarrollos desiguales que, desarticuladamente;
control de la población indígena. conformaron la sociedad colonial y republicanall..

Las reducciones constituyeron, por un largo periodo, siglos De aquí que, en términos generales, pueda afiimarsetenta-
XVI al XVIII, uno de los pilares tanto de la dual estructura tivamente que hasta mediados del siglo XIX la comunidad
sócial(indios y españoles) como de la emergente domina- indígena no su,frió una alteración estructural, sino que
ción cólonial. Por consiguiente, no es posible concebir a la mantuvo gran parte de. sus características original1;is, lige-
comunidad ni siquiera en sus inicios como institución aislada rameqte afectadas por cambios solo en _ciertos momentos y
del sistema administrativo colonial. La consolidación del regiones; en particular por la abolición del tributo indígena,
sistema de comunidad debe entenderse como la conforma- hasta entonces el ingreso fundamental de la economía fiscal
ción de un reducto económico, social y cultural, que permite del Virreinato. Al desaparecer el tributo queda en libertad la
a la población indígena mantener parte.de _sus recursos y ·comunidad, convirtiéndose fundamentalmente en un núcleo
preservar rasgos tradicionales de la s·ociedad andina: orga- de autoconsumo, modificando sus relaciones económicas con
nización social, lengua, tecnologia, creenciasy.valores. Clara el resto de la sociedad, y dando paso en su interior a nuevos
muestra de la superposición de una dominante estructura procesos de integración-desintegración y, sobre todo, prepa-
socio~económicasobrela base cuitural e ideológica de otra, rando el camino a fa. privatización de la propiedad en favou1
cuya caracteristica había sido ·su desarrollo autónomo e de.sus componentes. ·
independiente en. múltiples espacios, débil o fuertemente
articulado por el Estado Inca'º· Desde eQt011ces, hasta mediados del siglo XX, las comuni-
dades indígenas evolucionan de manera diferenciada, según
En este largo período sufre modificaciones en grado e inten~ su mayor o menor articulación, de una región a otra, con la
sidad~s diversas, debidas fundamentalmente al impacto del economía hacendaría; minera y de mercado, así como-por
desarrollo minero y agrícola. En el primer caso por la obliga· el impacto de ciertas coyunturas políticas, tales como las
dónde cumplir una mita en las minas y poda necesidad de oleadas de luchasy protestas sociales. Por ejemplo, las ligas
contar con dinero én efectivo para abonar el tributo.· Es ¡_>or campesinas y movilizaciones por la recuperación de la tierra
estos hechos, señalados sumariamente, que la comunidad llevadas a cabo en países como Ecuador y Perú en la década
indígena, partiendo del l}Yllu y de ia reducció!l, envuelta y pro-
to lbúi., p. 184. n lb(d., p. 185. ·
22 Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento

de 1920 o de las politi!!as de reforma agraria que algunos c. Preservación de rasgos socioculturales, definidos; en
gobiernos impulsaron .en las décadas de 1960 y 197012 • cierta manera; como indígenas o tradicionales, tales como
las fiestas, los ritos y símbolos colectivos.
En todo caso, debe afirmarse que la continuidad histórica
·de estas formas de vida comunitaria no significaron inme- La presencia de.estas características no significa,sin embar-
vilidad o estancamiento; sino. adaptación y dive~ificación. go; que la comunidad forme parte de un mundo diferente
Procesos quellegan al grado que la comunidad contemporá- al resto del país. El control de recursos no ha significado
nea ya no corresponda a la imagen del conjunto autóctono, autarquía, pues, pese a él, dádo ~l intercambio generalmente
colectivista y tradicional, sino que exhiba una pluralidad asimétrico, resultaba dependiente de la economía nacio-
de situaciones que van desde reductos tradicionales hasta nal. El gobierno comunal no-implicó su apartamiento del
conglomerados relativamente modernizados. En países ordenamiento político nacional. Tampoco el constituir un
como Ecuador, los procesos de organización comunitaria reducto cultural ha significado permanecer ajena a lo que
han sido. ~a propuesta política de los pueblos indígenas teóricamente representaría la cultura nacional, la que a su
para confrontar el capitalismo y al Estado nacional y su vez .tiene incorporados ingredient,es indígenas. En conse-
tendencia homogeneizante'3 • cuencia, el reconocimiento de estas características básicas
debe compleme.ntarse con la ubicación a.e la comunidad en
No obstante, esta-pluralidad, es posible determinar tres la cadena de dominación interna, peculiar a las dependientes
características básicas comunes a todo el sistema de la co- sociedades del área andina.
munidad de indígenas del área centro-andina14 : . .
En cuanto al controlde un espacio físico, la mayor parte de las
a. Control de un espacio físico, bastante significativo a pesar · comunidades Indígenas del áreá centro andina se ubica en lo
de la permanente depredación de que ha sido otijeto, y que que se denomina la Sierra, entre los 2.000 y 4.500 metros de
le permitió acceder a los recursos de la tierra; altura, región altitudinal en la que viven aproximadamente
dieciocho millones de habitantes, lo que.en el mundo consti-
b. Maí;ltenimiento de una forma comunal de disposición de tuye una particular adaptación biológica al medio de un gran
dichos recursos, base de un orden socioeconómico interno conjunto d~ población. El principio que ha regido la ocupación
fundado en el sistema de parentesco y en la reciprocidad de de dicho espacio ha sido el aprovechamiento sistemático de
prestaciones (minka), ~que aun dentro de estrechos limites los microambientes bióticos y micro regiones climáticas ..
permitió a sus componentes participar en el poder local;
La estructura interna de la organización social de una co-
12 Glave L.M., Wda, ~ímbolos y ba¡r¡llas.Creacwn y recreación<fe la comunidad Índfgelltl.
Cusco; siglos KVI -XX, Lima, Fondo de Cultura económico, 1992.
munidad se basa en un sistema de múltiples interrelaciones
13 Pilamxi. C., Suma kawsay. Organización comunitaria y emprendimiento productivo, correspondientes a un pequeño grupo cerrado, vinculado por
Quito. Universidad Politécnica Salesiana, 2014.
" MatosMar.J .• op.cit.,p.186.
relaciones de parentesco y regulado por normas de control
24 Alfonso Torres Carrillo ·Comunidad en movimiento 25

social asociádas a diversas actividades ceremoniales; interre- grupo amplio de familias y poblaciones incorporadas, que
'laéiones ordenadas de acuerdo a principios de reciprocidad · comparten un amplio territorio que cubre diferentes pisos
y otros de carácter económico y cultural. "Una comunidad, térmicos y con instituciones políticas sociales compartidas,
normalmente está compuesta por lo que originalmente fue- así como con referentes culturales comunes.
ron sus ayllu o linajes familiares, cuyos miembros se deben.
múltiples obligaciones [... ]. Tanto_ el parentesco como la La organización interna de los ayllus, se basa en las 2 mitades
organización religiosa y otras que subsisten en la. comunidad del hanan y el uray, expresion~s q~ichuas que signific~.
están normados esencialmente por el principio de recipro- respectivamente, los hi:tbitantes qu,e viv~n en la parte de
cidad, presente en casi toda la vida comunal"15 • · arriba
, y en la parte de abajo;
, organización interna que ga-
.

rantiza las relaciones de reciprocidad; complementariedad


En tercer,lugar, en términos culturales1 la comunidad apa- y redistribución de alimentos y productos entre regiones
rece como un reservorio de lo que podría ser considerado frías -altas- Ycálidas -ba.jas- 16•
lo "indígena" en el área andina. Como consecuencia del.
impacto provocado por la conquista española se alteró la El aylhi es importante para la persistencia de la matriz cultu-
base económica en la que se· sustentaba la .sociedad cen- ral que sostien¡, l~ relaciones entre grupos humanos y entre
tro ·andina. Alteración que no implicó, la desaparición de estos y la naturaleza, también de carácter comunitario. Se
.su superestructura; la-vitalidad de esta puede apreciarse estableen relaciones de respeto con los ríos, las montañas,
en la celebraciónde las fiestas religiosas y en los trapajos las piedras, el aire, l~s plantas y los animales; así mismo, las
comunales de diver¡m índole, oportunidades en las que el relaciones entre los núcleos familiares son'importantespara
ceremonial es parte integr.ante de las actividades de orden articular la organización comunitaria y las labores colectiyas
productivo. Los trabajos más arduos se realizan, en fi?.UChos que se requieran. Dichos vínculos familiares para elegir y
·casos, etl medio de cantos, con la participación de todo el rotar las autoridades. ,
pueblo (minka), con el convencimiento de que contribuye a
la presérvación del bien común y donde todos, incluso niños .La vida comunitaria de los ayllus se basa en los principios
y ancianos, tienen una tarea. determinada de acuérdo a su ancestrales del ayni y el yanapay. El primero, es,la ley de
capacidad, símbolo de su responsabilidad. la reciprocidad, que corresponde a lo que Mauss·(2012)
y
llamó la ética del don y que se expresa en el "dar recibir",
Los principios estructurantes tanto bienes materiáles como espirituales. Es una ley de
de la comunidad andina reciprocidad simétrica y constructiva: quien forma parte
·de la cm;nunidad debe estar en disposición permanente de
Como se señalaba, la base social de las comunidades indí- dar, antes que recibir. Quien.es son elegidos por la Asamblea
genas y campesinas andinas, es el_ ayllu, estructurado como
" /b(d., p. 200. 16 · Pilataxi, <;:.-; op. cit.
26 Alfonso .Torres Carrillo Comunidad en movimiento

para asumir un cargo: el poder es para coordinar y orientar generadora de valor de hermandad y complementariedad,
acciones en benefü:io de todas las familias de la comunidad. propias del mundo at}dino18 •

Algo similar sucede con los saberes; este principio exige que Otra forma de entender la minka es como una especie dé
la prodÚcción y circulación de conociiiiientos se de a través labor de remplazo-personal, el cual debe ser devuelto con
de intercambios recíprocós, en 1::spacios de diálogo y·con el otro similar; de acuerdo con ei solicítante, o en algunos casos,
fin de garantizar un crecimiento conjunto y armónico de las con productos agrí~olas. Tales convenios de reciprocidad se
comunidades. Las celebraciones también se rigen por el ayni acuerdan con anticipación y se basan en el principio recipro-
{~dar antes que J'ecibir"}pues son momentos de intercambío . e.id.ad. En cualquiera de los casos, la mi11ka se ha convertido
y donación de alimel}tos, bebidas y objetos, además de afir- en un hábito comunitario y popular que afirma el sentido
mar el sentido de reciprocidad que alimenta la comunidad, del "nosotros" en diferentes escenarios, como ha sido el caso
de los pueblos andinos del suróccidente colorilbiano, que
El 'yanapay es el principio de ayuda mutua. Es el qué inspira acuden a ella incluso como un repertorio de movilización.
· y respalda la colaboración en la construcción delas viviendas
y en las labores agrícolas dentro y entre ayllus. Es un acto de Otros principios comunitarios andinos (lllás caracterizados
·solidaridad volun~ria de trabajo material, de conocimientos entre los. aymara) .son el"waky y la sataqa. El primer con-
o de saberes artísticos; es una responsabilida!J. colectiva que cepto es una forma de compromiso mutuo entre partes que
se basa en las relaciones de amistad, en la búsqueda del bien poseen capacidades o bienes diferentes, como es el caso del
común y la sostenibilidád de la comunidad. dueño de una parcela preparada para sembrar y el que po..:
see !asemilla. Generalmente se "parte" o reparte" en partes
La minka es una institución cuyo origen está en una antigua iguales lo producido. El principio se aplica también en la
tradición de trabajo familiar, hoy ampliado a lo comunal, chacra cuando se subdividen los surcos alternados entre
que consiste en el aporte de trabajo, objetos, animales o , los participantes de un waky; En todos los casos, no solo se
productos agrícolas. La reciprocidad basada en la minka comparten los productos, sino también los riesgos; en caso
genera cooperación, tanto. en la propia comunidad, como de pérdida de la cosecha es asumida por ambas partes.
con otras comunidades, porque en la actualidad no es re-
quisito la existencia de vínculos de parentesco'7 • También El concepto aYIJlara de sataqa denota ~a práctica.de ayu~
se expresa coino ihtercatnbio recíproco de mano de obra; ~ o cooperación para personas desválidas; tales como los
is d~cir, la prestación de servicio para la construcción de huérfanos, ancianos o quienes no poseen parcela; consiste
edificios, caminos o acueductos comunales. Esta generosidad · en suministrar solidariamente una parcelita; el propietario
institucionalizada supone un principio de reciprocidad como pone la tierra y la semilla, mientras que el beneficiario pone
17
Vargas Condori, J., Ayni. Enfoque ética - moral, La Paz, Ediciones Amuyani, 2014,
p.64. 11
· Murra,J .,la organización económica del Estad,, lnca,México, SigloXXI Editores, 1975.
28 Alfonso Torres Carrillo Comun1dad en movimiento

su trabajo. En sentido amplio; la sataqa es sembrar simpatía, Dichas comunidades, "están constituidas por grupos de
afirmando sentido de comunidad y de cooperación. . familias emparentadas entre sí que habitan un territorio
~omún, generalmente desde siglos ·atrás, y que compar-
Finalmente, otra práctica extendida, basada en principios ten la cultura con sus antepasados, identificándose como
comunitarios, es el trueque o turky, que consiste en el in- miembros de dicha comunidad y de su cultura" 20 ; también
tercambio de productos y. otros objetós. No. es. una mera: forman parte de la comunidad lÓs avecindados, personas o
transacción comercial, sino que involucra·un fortalecimiento familias que llegan a vivir y se integran a la vida comµnal, así
de las relaciones de equidad y de comunidad; pues siempre no se emparenten· con las familias locales. Las comunidades
.· se procura que -prevalezca una equivalencia justa entre lo originaril!!s se sostienen por la existencia de un territorio
que se intercambia y la ocasión· para conversar y afirmar propio y apropiado simbólicamente, compuesto por gente,
vínculos comunales. naturaleza y fuerzas sobrenaturales que interactúaµ en él y
cuyas relaciones están mediadas ritualmente, fundadas y
En fin,. la comunidad andina y sus principios culturales haµ justificadas en diferentes mitos y narracicmes.
permanecido, adecuándose a los cambios históricos y a las
fuerzas adversas, garantizando así la pervivencia :de los La célula básica de la organización social mesoamericana
pueblos ancestrales y sus costumbres, identificándose, bien es la .familia extensa, aunque en el presente se. observa una
como indígenas o bien como campesinos. tendencia a la nuclearización. Las familias se vinculan entre
sí a través del matrimonio, el compadrazgo, la ayuda mutua,
Comunidades y comunalidad en Oaxaca relaciones regidas por la obligación moral de. corresponder
a la ayuda recibida, lo cual se hace voluntariamente, gene-
;Estos rasgos .de las comunidades indígenas· y. campesinas r:almente con gusto y generosidad. Esta reciprocidad en las
andinas, también están presentes entre las poblaciones ·relaciones ha permitido. afrontar situaciones. de dificultad,
originarias de Mesoamérica (Guatemala, Honduras, El así como maJltener la cohesión grupaL Con el incremento
Salvador, México) donde la.comunalidad-en su~ múltiples ?-e la migración, el compadrazgo es la principal institución
váriantes- es .su modo de vida cotidiano y la ~ente de sus que.garantiza el mantenimiento de las redes de apoyo a los
estructuras organizativas. Sin desconocer las múltiples migrantes en sus lugares de destino.
variantes históricas y regionales de la vida comunitaria
indígena, nos apoyamos en Benjamín. Maldonado19 para ·La comunidad india no puede entenderse si no se gobierna
señalar· algunos rasgos comúnes entré las comunidades así misma como asamblea a través de sus autoridades eÍectas
originarias de Oax:aca. por ella. Todos los adultos tienen laobligación moral de ser
19 Maldon~do; ll., "De la comunalidad al pueblo con' base en la comunalidad", en: parte del poder comunal; asistiendo aJas asambleas, que sori
México indígena, Vol. 1, # 3, Ciudad de México,INI, 2002; Com;,,.idad, comunalidad
y Colonialismo en Oa.xaca. La nurva educación' comunitaria y su contexto, Oaxaca, w Maidonado, B., Comunidád, comunalidady colonialismf) en Oaxaca. La nueva edia:áci6n
CsEllO < ClloELJO - Ü<ESSC[, Wl l. comunitari.a Y.su.contexto, Oa-xaca, CsEIIo ~ Ceoeuo - CEEESCI, 2011, p. 49;
30 Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento · 31

el máximo órgano decisorio y, cumpliendo con los servicios sistema de pensamiento por parte de algunos intelectuales
para los que son electos a través del sistema de cargos. Estos y líderes sociales
" ·.
mijes y zapotecos desde hace medio siglo.
. ' "

. esquemas ideales de. organización han sido afectados, tanto En efecto, desde la década de 1980 un proyectó político
por la migración como por las dinámicas internas de poder y y cultural en·torno a la reivindicación.de la comunalidad,
la interferencia de las politicas estatales, las cuales muchas imptllsa organizaciones etno-politic¡¡;s como la organización
veces deslegitiman a las autoridades propias o generan ten- para la defensa de los· recursos naturales y desarrollo .soéial
siones al interior de las comunidades., de la Sierra de Juárez (ODRENASIJ}, .el Comité de Defensa
de los Recursos Naturales y Humanos mixes (CoDREMI), y
La vi.da comunitiuia construida a partir del principio de re- el Comité organizador y de consulta para la Ünión de los
ciprocidad, también se expresa en las prácticas de, trabajo y Pueblos de laSierra Norte deOaxaca (CODECO) .
.de cultura. Con respecto al trabajo, todos los adultos tienen
la obligación de laborárgratuitamente en obras comunitarias Quienes más han aportado ál. pensamiento comunálitario
a través del tequio, y la obligación inoral de participar en la han sido los antropólogos indígenas Flonberto Díaz (mixe) y
ayuda mutua intrafafuiliar. ·La reciprocidad también se evi- J amíe Martíl).eZ LÚna (zapoteco}, a partir de la investigación
dencia en los demás elementos culturales como la lengua, las y reflexión sobre sus propias culturas; otros intelectuales
cosmovisiones, las fuerzas sobrenaturales y la álimentación•1 • comprometidos con el proyecto comunal desde lo educativo
han sido Juan José Réndón y Benjamín Maldonado. La co-
Como corisecuencia de las instituciones y prácticas anterio- munalidad también ha incidido en un amplip espectro de ini-
res, la principal tendencia entre las comunidades indígenas ciativas productivas, comunicativas, culturáles y educativas,
no ha sido desarrollarse como individuos, sino el crecer como y también se ha convertido en horizonte político y bándera
personas siendo comun\dad. Sus aspiraciones individuales de las luchas y los movimientos indígenas, magisteriales y
no se anteponén a los compromisos familiares' y comuni-. culturales del Estado de Oaxaca~•.
· tarios. Este sólido tejido social .es el que ha permitido a las
personas crecer en un amplio marco de seguridad, confianza 1) La autonomía: desde la oomunalidad
y afecto; los, niños y los ancianos son protegidos y están ál
cuidado' de todos, experiencia inimaginable en· el serio. de P11-ra Maldonado• 3 , una preocupación central en la cons-
nuestras sociedades individuálizadas y despersonalizadas, trucción del concepto de comunalidad·ha sido ei de auto-
nomía, asociado ál de autodete.rminación; es precisámente
Esta actitud colectivista y modo de vida comunitaria, am- fa comunidad la que·crea las condiciones necesarias para la
pliamente documentada por los estudios antropológicos, autónomia:la reciprocidad Basada en el principio de ayuda
también.ha sido elreferente para la construcción de un mutua, el poder en las manos del colectivo constituido en
" Rendón·, J, J., La comunalidad. Modo de vida de los pueblos indios, México D.F., 22 Maldonado, B., Corru4_1iídad, comunalidad ... op. cit.
CONACULTA, 2003, p. ]4. " Ibídem,
32 Alfonso Torres Carrillo Comunidap en movimiento . 33

asamblea, la voluntad de servir gratuitamente a la comuni- les. Tenei:nos serias preguntas sobre la autodeterminación
. dad en diversos qrrgos, la defensa de un territorio histórica económica, pero no sabemos hasta qué punto este problema,
y culturalmente propio, elementos, todos ellos, suficientes será reflexión o trabajo cotidiano" 26 • .
para un régimen de autonomía frente al Estado.
En cuanto a la autodeterminación política, afirma Martínez
Diaz24 considera que la discusión de las autonomías no que las comunidades indígenas oaxaqueñas han estado
puede provenir solamente de disertaciones teóricas sino organizadas de manera tá.l que cu~ntan con instancias de
de la refl~xión de las realidades concretas en las cuales se participación muy consolidadas, como la Asamblea, la cual
matizan ciertas prácticas autonómicas, conservadas a pesar, "es la máxima autoridad en la comunidad, es la reunión de
y aun en contra, del Estado-nación dominante. Hasta el todos los jefes de familia, en la que intervienen también las
momento, las experiencias autonómicas regionales tienen mujeres. En ella participán lo mismo silente~ que parlantes,
sentido solaI)leiite en cuanto cuñas políticas, mecanismos los.mismos trabajadores del campo que artesanos y-profe-
de presión para obligar al Estado a sentárse a dialogar para sionales. En la asamblea se trabaja siempre por consenso,
buscar la solución a los planteamientos de comunidades aunque en muchos casos y por cuestiones prácticas se use
enmarcadas en una determinada región y algunas cuestiones el mayoriteo. La elección de las autoridades n:o refleja nin-
de orden general. guna intención o lineamiento partidista, se fundamenta en
/efprestigio y éste; en el lrabajo''•7. .
Con respecto a la autonomía, entendida como autodetermi-
. nación, Martínez alude a los desaflos que ha traído consigo el ·"La _máxima autoridad de nuestras comunidades es la
movimiento zapatista para el conjunto de pueblos indígenas: asamblea general. Independiente de las costumbres de cada
"Qui~, en ningún momento de nuestra historia, los pueblos pueblo indígena, la asamblea está integrada por las cabezas
indígenas habíamos tenido u11a coyuntura histórica ta.l, en de familia, de los jóvenes mayores de 18 años, de las viudas. ·
la que el análisis sobre nuestra autodeterminación fuera la . Es esta asaml)lea quien nombra a sus órganos de gobierno. A
ventana más segura para garantizar nuestra sobrevivencia partir dé estos órganos se ejecutan las decisiones colectivas
como pueblos, como sociedad" 25 • Para él, la pregunta por y se intentan resolver cada uno de los problemas a los que se
autonomía no es nueva para los indígenas: "Desde lo que he- enfrentá cada comunidad. La significación del poder en una
mos escrito, la autodetei:minación es una realidad y además comunidad indígena, es diferente al del mundo mestizo rural
una esperanza. Tenemos relativa autonomía política, porque. o urbano: En nuestras comunidades él poder es un servicio,
la gozamos én términos comunitarios, tenemos autonomía · es decir es la ejecución de lineamientos de una asamblea, de
territorial y esta es responsabilidad de las fuerzas comuna- una colectividad"28 •
;. [b(d., p. 47.
" Dlaz, F., '.'Comunjdad y comuna!idad". Diálogos en acción, México, 2004. 21
[b(d., p. 37.
28
25 Martinez Luna,J ., Eso que llaman la comunalidad, Oaxaca. Documento inédito, 2008, Martinez Luna, '1 ., "Comunalidad y·desarrollQ", Diálogo~· en acción, MéxiCo, 2004,
p.32. p.57.
34 Alfons.o Torres Carrillo Comunidad en movimiento

Martínez Luna también ha desarrollado algunas implicacío,- entenderla señála los elementos fundantes que permiten la
nes de la autonomía comunal, eón respecto a la autodeter- constitución de una comunidad concreta: . ·
minación económica, la autodeterminación educa.-tiva y la
·autodeterminación cultural. Así, por ejemplo, en cuanto a la - U~ espacio territorial, demarcado y definido por la
educación, después de la Revolución Mexicana fue comunita- posesión.
ria por necesidad: no había maestros, era monolingüe; luego - Una historia común, que circula de boca en boca y de
se fue perdienclo autonomía por el centralismo excesivo del una generación a otra. ·
gobierno mexirano y en lá actuálidad,la educación propia, la - Una variante de la lengua del pueblo, a partir de la
educación comunalitaria, es un derecho a conquistar. cual identificamos nuestroidiomá común.
- Una 9rganización que define lo político, cultural,
2) De la comunidad y a 1a comunalidád social, civil, económico y religioso.
- Un sistema comunitario de procuración y adminis-
Es desde ún posicionamiento similar, como que Floriberto tración de justicia.
· Díaz conceptualiza a la comunidad indígena. "Esto .nos
permitirá tener una referencia más clara de lo que habla- La singularidad de la comunidad indígena no radica en su
mos, y hasta qué punto la propuesta autonómiea puede ser espacio, sino en su espíritu comunitario, lo que estos pen-
positiva hasta para el propio grupo gobernante, en lugar de ·sadores nombran como comunalidad:
que'se le haga aparecer como opuesta del Estado-nación, y
se convierta, justamente, en una forma mil$ elaborada de la "La exp}icación de los componentes comunitarios nos
organización política celular del Estado mexicano. Podemos adentra en la dimensión cerebro-vertebral de la comu-
usar las mismas palabras como conceptos, pero es muy .nidad, de su inmanencia. Nos referimos a su dinámica, a
prob;ible que simbólicamente estemos entendiendo cosas la energía subyacente y actuante entre los seres humanos
diferentes y hasta contradktorias~ 29 • entre sí y de estos con todos y cada uno de los elemeqtos
de la naturaleZá. Quiere decir que cuando hablamos de
Díaz, afirma que, "para un académico o para un político de organización, de reglas, de principios comunitarios, no
cultura occident,,ü la. comunidad es un simpl~ agregado de nos referimos sólo al espado físico y a la existencia mate-
individuos a partir de su aislamiento egocéntrico; en este rial de los seres humanos, sino a su existencia espirib,Ial,
sentido es como puede entenderse la definición de conjunto. a su código ético· e. ideológico y por consiguiente a su
Se trata de una comunidad aritmética. ¿Qué es una comu- . conducta política, social, jurídica, cultural, económica y
nidad para nosotr9s los indicis?GQué .sigrdfica esto?" Para civil... Es decir, la comunalidad define la inmanencia de
Díaz3º, no se trata de una definición en abstracto, pero para la comunidad"3'.
29 Díaz, F., op, cit., p. 366.
31
"' lb(d., p. 367. Ibídem.
A,J.fonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento 37

Enla medida que comunalidad define otros conceptos fun- Además dé antropólogo, Martínez es poeta, músico y pro-
damentales para entender una realidad indígena. Díaz consi- motor cultural. Ha sido en esa calidad que, desde.la década
dera que es una categoría que articula y permite comprender de 1980, ha reivindicado la. categoria de comunalidad, como
otro¡¡ rasgos comunes a las comunidades indígenas. Por "paradigma" de organización social para tóda la sociedad.
ejemplo, expresa principios y verdades comunes en lo que
respecta a la sociedad indígena, la que habrá de entenderse, En primer lugar, ".comuná.lidad" expresa una cosmovisión y
no como algo opuesto sino como.algo diferente a la sociedad un modo de vida de los pueblos indígenas, opuestos al sis-
occidental. Para entender cada :uno de sus elemenfos hay tema capitalista, sus valores y a sus prácticas. Frente a esta
que tener en cuenta ciertas nociones como lo comunal, lo hegemonía, el autor afirma que "tenemos nuestra propia
colectivo, la complementariedad y la integralidad. Sin tener cultura a la que nos debemos, y en ella debemos encontrar
presenté el sentido comunal e integral de cada parte que los conceptoS.que nos expliquen. De otro modo simplemente
.pretendamos comprender y explicar. nuestro conocimiento seremos lo que los otros afirman que somos sin que seamos
estará siempre limitado. Para Díaz32 , los cinco elementos que eso que dicen que somos.En los modelos que buscan inter-
definenla comunalidad son: pretar lo que somos, se repite la voz del monarca, que pide
que nos. callemos para que otros hablen por nosotros, para
·1. La tierra, como madre y como territorio. que otros escriban por nosotros, para ·que otro~ vivan, no
2. El consenso en asamblea para la toma de decisiones. nosotros"33,
3. El .servicio gratuito, como ejercicio de autoridad:
4. El trabajo colectivo, como un acto de recreación. Por eso hace unllamado a volver al sentido común; a la sa-
.5. Los'titos y ceremonias como expresión del don co- biduría de nuestros ancianos y ancestros. Esta es una tarea
munal.· obligada para descolonizarnos, es un, deber para en,ender lo
nuestro. Somos autónomos en la medida que nos medimos
3) La comunalidad como ideología de los pueblos · a nosotros mismos, con nuestros parámetros, .con nues-
ipdígenas tros valores. Somos autónomos enla medida quenuestras
asambleas representan y consensap. nuestras deéisiones,
Jaime Martínez Luna, intelectual zapóteco dela Sierra Norte pero también, en la medida que no partimos de lo que otros
de Oaxáca, va más allá, pues ,además de reivindicar la im- .quieren que seamos34:
portancia. de la comunalidad como realidad de los pueblos
indígenas de Oaxaca, propone la categoría corno perspec- "Somos Comunalidad, lo opµesto ala individualidad, somos
tiva para pe~sar el sentido de las refaciories humanas en territorio comunal no propiedad privada, somosc eompar-
gem;ral y como téferente identitario de diferentes proyectos
económicos, culturales, políticos y jurídicos hoy en curso. " MartínezLuna, J., liso que llaman la comunalidad, Oaxaca. Óocwnentofoédito, 2008,
p.10.·
" fb{d., p. 11.
" lbúi ..,p .. 368.
Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento 39

tencia no competencia, somos politeísmo no monoteísmo. A partir de los anteriores argumentos, la comunalidad no es
Somos intercambio no negocio, diversidad no igualdad, una invención actual, sino el resultado de un largo proceso
aunque a nombre de la igualdad también se nos oprima. iniciado, por lo menos cinco siglos atrás: "Ante la conquista
Somos interdependientes, no libres. Tenemos autoridades, española, nuestras comunidades desarrollaron un fuerte
no monarcas. Así como se han basado en el derecho y en la sistema de resistencia-adecuación que les permitió en cada
violencia para sometemos, en el derecho y en la concordia década dibujar una imagen nueva, siempre cambiante, en
nos basamos para replicar, para anunciar lo que queremos donde los valores positivos de ambas culturas fueron conca-
y que deseamos ser"as. tenando nuevas realidades. Por todo lo anterior considera-
mos que la comunalidad, que es nuestra manera de pensar,
Para Martinez Luna, todas ·las instituciones y prácticas se origina en la historia del despojo, en la obligada relación
culturales confirman la centralidad de la comunalidad _en qúe nosotros hemos mantenido con los territorios que nos
los pueblos· originarios de Oaxaca: decidir a través de las dejó la conquista y la exageradá explotación de la tierra. Es
asambleas coordinar por el sistema de cargos; trabajar Y decir, la comunalidad es también fruto de la resistencia a
' .
construir a través del tequio y gozar a través de las fiestas Y lo colonial"37.
celebraciones. Por ejemplo, con respecto ala concepción Y
manejo de la autoridad comunal. Una autoridad en comuni: Por ello es que la comunalidad, más que una ideología de
dad es prácti~mente un empleado al servicio de todos, un los pueblos indígenas, es una alternativaante e1 capitalismo:
empleado al que no se le remunera, al que no se le permite por un lado, por corresponder a otros modos de vida de pue-
diseñar, y/cuando esto se da, lo diseñado puede realizarse blos y naciones oriundos de América, y por otro, por ser un
sólo si existe la consulta. modo de sér humano basado en su naturaleza comunitaria
primordial: "El hombre no es más que la sumit enriquecida
Otra de las prácticas donde se evidencia y se recrea la co- de losotros, es decir, el hombre es un ser comunal esté donde
munalidad es el tequio_, institución equivalente a la minka. esté.Su plenitud tal vez la encuentre de manera integral en
El tequio es la faena que cada persona otorga dependiendo lacomunidad natural, no tanto en la comunidad urbana. El
de sus posibilidades; es el trabajo que permite la realización ser individual no existe, lo que existe es su- circunstancia,
de o.bras de servicio general: obras de. embellecimiento y de su contexto, el medio que lo determina. Lo que existe es lo
servicio tales como escuelas, centros de salud, abastecimien~ cómunal, los comunal fragmentado socialo individualmente,
to de agua, etc.. El tequio es programado por el cabildo o la pero comunal, a fin de" cuentas. Así, la comunalidad es el
autoridad municipal y asisten todos los padres de familia, concepto necesario para explicar sencillamente al hombre
má.dres solteras y viudas36• en su actuar"38 •

37
" Ibíd:, p. 9. . . Ibíd., p. 69.
,. Martinez Luna, J., &o que llaman .la comuna/id.ad, Oaxaca. Documento inédito, )B Martínez Luna, J., ''Comunalidad y desarrollo", Didlogos en acci'ón, México 1 2004,
2008,p. ilt p.m.
40 Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento

Para Martínez, comunalidad no significa entender un esta- para recibir lo mismo en el futuro, y se trata de una fuerte
do armónico
' . .
estático y eterno;
1
por lo contrario, expresa las obligación moral: todo el que recibe algo está obligado a
contradicciones que encierran·cada acto y cada percepción devolver lo mismo, ya sea trabajo, dinero o alimentos"4 2 • De
del movimiento en su contexto39 • Desde esta perspectiva, la este modo, las relaciones de parentesco y las prácticas de
.noción de comunalidad, est'á contenida en la sola expresión reciprocidad conforman el apretado tejido social en el que
plural del nosotros, esto signµica asúmir una identidad se sostiene la comunalidaa.
comunalitaria a través de mitoiogías, espiritu_fl.lidades y re-
flexiones que tienen su expresión singular en cada contexto Por su parte, Rendón considera que el elemento central de la .
territorial e histórico. comunalidad es la milpa, pues los pueblos mesoamericanos
han basado su subsistencia en el cultivo de la m'ilpa, fa cual es
4) La flor comunal: bases y' elementos el centro de la culturáy delp1odo de vida indígena. Por eso,
de la comunalidad en laimagen de la Flor comunal (ver gráfica # 1, p.44), ésta·
aparece en el centro: fas actividades agncolas producen la
A manera de síntesis de los sentidos,conceptos centrales aliIJ}entación y son el sostén de la comunidad: Tales labores
de esta ideología-pensamiento de la comunalida1, nos apo- sonJas primeras que relacionan. a los seres humanos con la
yamos en los aportes hechos por Benjamín Maldonado40 y naturaleza, con la madre tierra, es decir con el territorio vital
Juan José Rendón-í1, quienes recogen, desde su trayectoria de cada comunidad. ·
· investigativaypedagógica, las líneas centrales de este.valioso
aporte a una filosofía y política de lo comunal; propuesta y A partir de esa base, la comunalidad es la casa que se com-
des~rrollada inicialmente por Díaz y Martínez Luna, la cos pone por 4._elementos que representan la vida comunal: el
munalidad es a la vez, el modo de vida de los pueblo.s indios territorio, el poder político comunal, el trabajo comunal y la
mesoamericanos y un programa político pedagógico para :fiesta comunal43 • El territorio comunal está constituido por
reorganizar la vida social en su conjunto. el espacio físico, social y cultural en el que vive la comunidad
indígená; comprende,porello, los suelos, bosques, costas,
El cimiento de l~comunalidad es.el tejido social y asocia- . aguas y todos los_ recursos aprovechados, conservados 1 y
tivo comunitario. basado en el principio de reciprocidad; defendidos.por las comunidades, así como las zonas arqueo-
Desde las relaciones familiares -:-eonsanguínea:s o no- todo lógicas, los sitios ceremoniales y lugares sagrados; también
el entramado de vínculos que se conforma al interior de las lainfi:aestructura comunal construida por la ¿omunidad.
comunidades se sóstiene en "un¡¡. actitud permanente y no
selectiva de dar para recibir, de compartir lo que se tiene Pesde esta perspectiva, el territorio comunal ha sido para
los pueblos indígenas no únicamente un patrimonio para
" fh(d., p. 152.
.. Maldonado, B., Comunidad, comunalidad... op. cit. " Maldonado, B., Comunidad, comunalidad... op. cit,, p, 67.
43
" ~endón, J. J., La flor comunal. Oaxaca, CNEII · CMP10 - CEEEscr - CsEUo, 2011. Rendón; J. J., Lafiorcomunál, op. cit.
42 Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movi~ient<?

su sobtevivencia, sino la fuente misma de su realización El trabajo .comunal está representado por el tequio y por
cotidiana. La tierra para la co11,1.unidad no significa una mer- la ayuda !fUtua. El primero es el trabajo colectivo para
cancía sÚ10 una relacióny expresión profunda de su visión construir y dar mantenimiento a. obras de utilidad común;
del mundo. La tierra no es una cosa, sino la madre misma se caracteriza porque todos los miembros de la comunidad
de la comuµidad, a la que hay que respetar y cuidar. tienen derecho
' de participar en la forma
. . de realizarlo y la
obligación de participar en su ejecución; concretado en for-
El poder político comunal se ejerce.a través de la asamblea ma colectiva y financiado con excedentes de la producción.
y del sistema de cargos para ejercer la voluntad colectiva.
Aquella es la instancia donde se define la voluntad comunal La ayuda mutua se pra<;tica para satisfacer necesidades fa-
a través de la deliberación y el ~nsenso en la toma de de- miliares como Ia construcción de una casa.o la colocación del
cisiones. La asamblea se organiza para atender los asuntos techado; entre los zapotecos la conocen como guelaguetza
que atañen a la vidl;!. en común. Comci los telativos al uso y o gozcma y consiste en que el o los días acordados los comu-
defensa del territorio, e1 poder político, el trabajo colectivo, neros trabajan voluntaria y gratuitamente en dicha labor,
las fiestas comunales y cualquier otro asunto de interés para mientras ,que la familia beneficiada prepara y comparte los
la vida en comunidad44 • alimentos y las bebidas para los participantes. Como insti-
tución basada en la.reciprocidad; éstos saben que cuando
El siste_ma de cargos comprende a las.autoridades, las comí~ tengan una necesidad'similar, sus congéneres colaborarán
siones y los comités, tanto civiles como religiosos. Electos con su trabajó.
en asamblea general, todo_s los miembms de. la comunidad
están en la obligación de cumplirlos cuando les sean con- La fiesta comunal expresa el sentido sagrado de la comuna-
feridos, a riesgos de ser multados, perder otros derechos-o lidad. S~manifiesta en las ceremonias a los santos patronos
ser desconocidos por el resto de la comunidad si se niegan · de los pueblos, los ~uales sustituyeron la:s deidades antiguas,
a asumir-la responsabilidad. En los últimos tiempos, las y son a quienes hay que solicitarlés y agradecerles favores.
mujeres han asumidq más cargos comunitarios que antes. 'fales ritualidades se organizan yse organizan siempre en
Un complemento a la Asamblea y al sistema de· cargos es •un marco comunalitario, es decir, dé ayuda mutua y reci-
el Consejo de Ancianos, integrado por comuneros que han procidad. Én el modo de vida comunal, las fiestas también
cumplido todos los cargos y gozan de un a~plio prestigio. expresan y afirman la identidad cultural de los pueblos
y respeto en sús comunidades. Una de l~s funciones de los indios, a través de la música, las danzas, la.gastronomía y
ancianos es consensuar la voluntad de los miembros de la co- la cotnunalidad.
munidad, a través de la consulta personal o la conversación.

"' , Rendón, J. J.; Lajlor comunal, op. cit., p. 22.


Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento
44

siglos, paulatinamente modificada. por las presiones de la


sociedad capitalista y el Estado liberal. y neoliberal.

La persistencia de las comunidades indígenas andinas y


mesoamericanas, ha sido posible gracias a un conjunto siem-
pre renoyado de estrategias de resistencia a las fuerzas que
buscan destruirlas: aniquilamiento físico, desplazamiento
forzado, exacción de sus integrantes para someterlos a la.
.esclavitud y la servidumbre, despojo y desarticulación de
las tierras comunales, asesinato y subordinación de sus
autoridades;-persecución y prohibición de sus prácticas-cul-
turales, imposición de formas sociales, políticas y culturales
coloni:des, pre!,ión de la economía de mercado, etc.

Aunque la defensa de sus tierras y territorios comunales,'<le


sus formas de organización comunitarias y su cultura co-
lectivista ha sido permanente, ésta ha asumido la forma de
levantamientos y rebeliones en ciertas coyunturas críticas. A
lo l~o Y, ancho del continente las comunidades indígenás han
sido. referentes de .resistencia a los embates ,de la economía
tlínerarya y de los poderes estatales que pretenden. desarti-
cularlas o disolverlas como formas d.e vida tradicional y para
convertir a sus miembros en mano de obra, consumidores,
Rebeldías comunitarias ,soldados y electores.

Conlo expuesto, 'podemos afirmar que las co;munidades Así, por ejemplo,.la defensa de las tierras, lazos y valores
indígenas ámeri~as son un modo de organización social, comuhitarios o frente a la imppsición de medidas adversas,
culturaly productiva definida poda combinación de propie· ha motivado díferentes revueltas; levantamientos y rnoVI-
dad o uso colectivo de la tierra, el ejercicio compartido del lizaciones indígenas y campesinas en la historia colonial y
poder y por un sistema de creencias y valores que sostiene republicana en Sur América-y Mesoamérica. Las más cono-
vínculos y prácticas de reciprocidad y cooperación. Su persis~ cidas fueron la aguerrida resistencia a la conqui~ta española
la
tencia, ha posibilitado continuidad histórica de los pueblos a lo largo del siglo XVI y las rebeliones de Tupa.e knaru y
· ancestrales; su supervivencia a lo largo de los últimos cinco Tupac Katari en el siglo XVIII, las luchas campesinas e in- .
Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiertto

dígenas durante las décadas de 1920 y 1960-1970, así como Como hemos señalado, desde fines del siglo XX: ylo que va
los actuales y poderosos movimientos indígenas en Bolivia, corrido. del XXI, ha ~ornado cuerpo un verdadero despertar
Ecuador, México y Colombia45 •. de las_ luchas de los pueblos. ancestrales a lo largo y ancho
de América Latina, destacándose -de Sur .a Norte- la de los
Recientes investigaciones his_tóricas también han visibili- · pueblos mapuche en Chile y Argentina, la de las naciones
zado una gran cantidad de luchas y levantamientos locales originarias aymara, quechua y del. oriente en Bolivia, los
protagonizados por los pueblos indígenas en defensa de sus levantamie~tos y rebeliones indígenas en.Ecuador, la or-
tierras y valores comunales, a lo largo de la Colonia y la vida ~anización y las movilizaciones de los pueblos indígenas en
republicana;-algunos de estos han sido documentados por Colombia, particularmente en el departamento del Cauca;
Marce,loCarmagnani {1993) para los .pueblos de Oaxaca en los procesos de reorganización de los pueblos centroameri-
los siglos XVII y XVIII, Enrique Florescano (1998} con los canos, en particular en Guatemala luego de los acuerdos de
mayas entre los siglos XVI, XIX y XX, por J,0hn Womack paz; el movimiento zapatista en Chiapas y la emergencia de
(2000) con respecto al primer zapatismo y Roberto Choque orgánizaciones indígenas autónomas en México.
para Bolivia en el siglo XIX y~ (rebeliones de Luciano Wi-
lka (fin,es del siglo XIX), Pablo Zárate Wilka y la insurrección Sentido comunitario de las luchas
katarista de Felipe Quispe (siglo XX). indígenas en Colombia
Para el caso boliviano, vale la pena resaltar que las comu- Este proceso de defensa de la identidad y de los valores co-
nidades indígenas asumieron como una bandera central; munitarios ancestrales, se activó en varios países del conti-
junto a la defensa de sus tierras comunales, la creación de nente en el contexto de la oleada de movimientos indígenas
escuelas "indigen~les"' como gar~tía de la conservación iniciada en la- última décadst del siglo XX y que, en varios
de sus valores y la con.quista de la ciudadanía consagrada casos, implicó la introducción de. reformas constitucionales
·constitucionalmente para quienes supieran leer y a la que se y legales, reconociendo sus derechos como pueblos. Ello ha
oponía la oligarquía criolla . Es en este contexto que pueden . sido muy inieresante en Colombia, a partir de la promulga-
cotnprenderse las iniciativas gestadas por destacados edu- ,,.ción de la Constitución Política de 1991, en cuya redacción.
cadores indígenas como Leandro Nina Quispe, Manµel Inca participaron representantes de los pueblos originarios.
Lipe, Petrona Callisaya, Elizardo Pérez y Alfredo Guillén46.
La nueva Carta reconoció el derechos de_ los indígenas a
conformarse cómo comunidades, con sus propios territo-
45. Choque, R., Historia de una lucha desigual, UNIR· PAKAXA, 2012; Gutiérrez R. rios y autoridades; este nuevo marco normativo visibfüzó y
y Escárzaga, F., Movimiento indígena en América Latina, Mé1<ico, UACM, 2005
.Archila~ M. y González N ., MovinJiento indígena caucano: Historia y política, activó diferentes procesos de recuperación y reinvención de
BogÓt4, OSTA, 201Q. . identidades indígenas a lo largo y ancho del país47; se han
46 Claúre, K., Escuelas indigenales. OtrO. forma de resistfncia comunitaria,-Cochabamba,
47
Serrano editores, 2010. Gros, Ch., Políticas de identidad. Bogotá, ICANH. 2000:
Alfonso Torres Carrillo Comunidad e.n movimiento 49

documentado varias ei¡:periencias de etnogénesis de grupos teger, amparar y defender en todas sus partes, lQs derechos
étnicos que se consideraban extinguidos, como es el caso del y territorios de las tribus existentes en'la nación". A partir de
pueblo Kankuamo en la Sierra Nevada de·Santa Marta, los entonces, -lidera la lucha para recuperar tierra, en las zonas ·
Pastos·enNariño, los Pijao en Tolima, los Chimila en Mag- indígenas de Tolim¡i y Cauca, restableciendo resguardos.como
dalena, los Muiscas en Bogotá· y los Yanacona en el'Cauca el de Ortega y Chaparral. Desde la década.de 1930, Lame·
y el Valle del Cauca . continúa su lucha desde los resguardos delTolima hasta que,
con la llegada de la Violencia de mediados de los cuarenta a
Ya desde dos décadas atrás, el departamento del Canea, mediados de los sesenta, se produce un proceso d~ despojo
resaltaba como escenario de vigorosos procesos de orga- de.las tierras indígenas y de represión sobre el movimiento,
nización y lucha, protagonizados por los pueblos nasa y En 1967, casi en el olvido, Lame muere en Ortega (Tolima).
misak, a los. cuales nos referiremos por su fuerza y potencia
emancipadora comunitaria.. Auµque sus antecedentes se En 1971, el,sueño de Lame, volvió a caminar en el Cauca,
remontan a su resistencia á la conquista y colonización cµando unos dos mil indígenas provenientes de los resguar-
española y a las políticas liberales del siglo XIX. que aten- dos de Toribío, Tacueyó, San Francisco, Jambaló, Coconuco
taban contra sus tierras comunale&, es la figura de Manuel y Guambía, entre otros, realizaron una asamble¡i que dio
Quintín Lame la que mejor representa la lucha indígena en origen al Consejo Regional Indígena del Cauca, CRIC. Bajo
la primera mitad del siglo XX. el'lema: "unidad, tierra y ctiltura", la emergente organización
definió su plataforma
.
de iucha .e_n torno a la siguiente agenda:
.

Nacido en 1880 en· una hacienda del municipio de Silvia


(Caucá), provenía de una familia indígena de Tierradentro. - Recuperación de tierras de los resguardos y su for-
Aprendió a leer mientras .prestó su servicio militar y como talecimiento.
autodidacta conocía muy bien la legislación nacional. Desde - Fortalecimiento de los Cabildos como autoridades
1914 inició una lucha-legal y pacífica en defensa de las pobla- propias.
ciones indígenas, por la recuperación de .sus tierras y de su - · Suspender el pagp del terraje.
cultura, así como contra las formas de explotación de origen - Hacer cumplir las leyes que protegen a los indígenas.
colonial que aún· subsistjan en el Cauca. Bajo su liderazgo, - Defenc!.er la historia, la lengua y la cultura indígenas.
se movilizan miles de indígenas en rebeldía. La respuesta de - Formar maestros indígenas y una educación propia.
las autoridades y los térratenientes fue la persecución: fue - Fortalecer las empresas económicas comunitarias.
encarcelado muchas veces hasta obligarlo a retirarse hacia - Proteger los recu.rsos naturales y ambientales de los
el departamento de Tolima. territorios indígenas,

Es allí donde organiza, junto con José Gonzalo Sánchez, el .En 1980, durante una asamblea promovida por el padre
siipremo Co~ejo de Indias en 1916 que tenía por objeto "Pro- · Álvaro Olcué y con la presencia de cientos de representantes
50 Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento 51

de las comunidades, nació el Proyecto Nasa, qU:e· articula na·que se realiza en 1982 en Bosa (Bogotá) con la presencia
la acción c~lectiva de dicho pueblo. La promulgación de la de 2.500 representantes de los pueblos indígenas del país; en
Constitución de 1991, generó condiciones para fortalecerla este evento se crea la Organización Indígena Nacional(ONic},
organización indígena; así, en 1993 nace la Asociación de a la cual se sumaron otras organizaciones.
Cabildos Indígenas del Norte del Cauca -Acrn- la cual ha
sido decisiva en las luchas protágonizadas en, las últimas La ONichasido decisiva en algunas movilizaciones y campañas
décadas;·entre las que destacan: la recuperación de tierras de carácter nacional, como el rechazo a la conmemoración del
para los cabildós, el fortalecimiento de Jas autoridades pro~ Quinto Centenario dela llegada de los europeos a América,
pias, la creación de la Guardia Indígena,las marchas hacia el rechazo de los actore,s armados en sus territorios, el Con-
Cali y Bogotá, y las mingas indígena y popular iniciadas en greso Indígena y Popular (2004), la Minga Indígena y Social
2008, en progresiva realización hasta el presente. (desde 20Ó8) y'el Congreso de.los Pueblos. A través.de sus
diversas comisiones, en la actualidad la ÜNIC realiza trabajo y
Por su parte, el p~eblo misak, asentado mayoritariamente en hace pr~sencia con jóvenes~ mujeres y desplazados indígenas.
el municipio de Silvia, realizó en 1978 su primera asamblea,
enla cualafirmó su autonomía con respecto al CRic; J~nto La minga: de los pueblos indígenas del
con los indígenas pastos de Nariño;crearon al año siguiE;mte . Cauca al movimiento popular nacional
las Autoridades Indígenas det Su:rrqccidente Colombiano
(AINso), qllé reivindican elDerecho Mayor, así como l;:i re~ Los pueblos indígenas que habitan ,el departamento de Cauca
cuperaci6n de los territorios, las tradicioites comunit~ -nasas, yanaconas, pastos, kamtzás, ingas, misaks,totoroes
y las aµtoridades propias. En 1987, junto con los Kamsá de y coconucos-, han garantizado la persistencia de su tejido
Putumayo y los pueblos indígenas de la Sierra Nevada de spcial, sn unidad cultural y su autonómia, así como sostenido
. Santa Marta, formaron la Autoridades Indígenas de Colom- sus resistencias y luchas, desde sus tradiciones ancestrales
bia (AINco) que tuvieron una activa presencia en la Asamblea comunitarias, en particular, desde la minga. Dicha institu-
constituyente que dio origen a la. Constitución de 1991. ción, compartida con otros pueblos'y naciones.andinas, es
. un tipo de trabajo solidario. que se sostiene en el sentido de
El ejernplo de los indígenas.caucailos animó a otros pueblos reciprocidad.. ''A través de la minga, la comunidad s.e en-
del país a generar sus propias organizaciones.· Por iniciativa cuentra, coopera, crea soluciones a sus problemas,.construye
del Cruc, en 1974 se reunieron indígenas provenientes de 10 afectos y elimina cualquier dependencia con las instituciones
departamentos, los cuales volvieron a sus regiones a crear or- del Estado [ ...] Sus formas de trabajo, asociado y continuo,
ganizaciones como el CRNA (Vaupés), el Cm (Tolima) y la AIA afianzan la confianza entre las personas, confianza necesaria
(Antioquia). En 1980 se realizó en Tolima el Primer Encuentro para éonsolidar ~n proceso solidario como este"48 •
Nacional Indígena que da lugar a una Coordinadora Nacional 48
Serran~, F., La minga indígena. Hacia una refoluci6n sin líderes, Bucaramanga,
Indígena Provisional que impulsa el Primer. Congreso Indíge- Imprenta comunera, 2019.
52 Alfonso Torres Carrillo Co_munidad en movimiento 53

La minga, como institución cultural, se ha expandido a 3. Contra el.conjunto de medidas legislativas (Estatuto
otras prácticas sociales como la producción e intercambio Rural, Código minero, Planes de agua, etc) que despojan
de semillary alimentos (tDJ.eque}, orientados a garantizar a los indígenas, los campesinos y a la nación en general,
la soberanía alimentaria de las comunidades; también ha de los recursos naturales de sus territorios colectivos;
servido para denominar otras experiencias como la creación 4. Contra la política de "Seguridad Democrática", que
artística y la movilización colectiva. Es en este sentido, que ha. significado el aumento de la· guerra, la violacióñ
la minga se ha convertido en un referente para otras luchas de derechos humanos y el terror a. lo largo y ancho
sociales, indíge:i,.as y no indígenas; del país contra los.pueblos indígenas, líderes sociales,
sindicalistas y jóvenes Oos llamados ~falsos positivos").
a
En esta perspectiva, nos referiremos la MingQ de resisten~
cía comunitaria y social, iniciada en octubre <le 2008'por La minga no se agotó en esta masiva movilizacíón. En el acto
el Cruc y,la 0Nrc, por cÓnsiderarla un ejemplo de afirmación de cierre realízado el 21 de noviembre se hicieron públicos
de· los valores, vínculos y prácticas comunitarias désde la los acuerdos establecidos en·los días previos, sintetizados
lucha. Bajo la consigna "La palabra camina", 15.000 indí- en.el compromiso de mantenerla viva atravésde varias ac-
genas partieron desde Piendamó -Cauca- hasta llegar a ciones y pro~esos conducentes a fortalecer este movim~ento
Bogotá el 21 de noviembre, convertida en una caravana de · social emergente. Como consecuencia'de estos acuerdos, en
30.000 personas entre indígenas, campesinos, trabajadores' . octubre del añosiguiente se desarrolló una nueva moviliza~
y estudiantes. ción y concentración en Bogotá -8-12 de octubre de 2010-,
para evaluar: el proceso y para organizar el Congreso de los
Este mes y medio de movilización, deliberación y construc- Pueblos, acción eh la que partíciparon 17.000 delegados de.
ción colectiva confirmó la madurez. d~l movimiento indí- 220 organizaciones sociales, comunitarias y políticas del
gena del Canea y su. liderazgo con respecto al_conjunto de ,país. Movilización-concentración en la que se perfilaron las
movimientos sociales delpaís. Madurez, en la medida que líneas estratégicas propositivas.delmovimiento:
' ' '. . '
fue construyendo una agenda común que incluyó demandas
histó¡.-icas y actuales, en·una perspectiva nacional y demo- .1.'Defensa del territorio, los recursos ñaturales yel medio
crática; agendá que contenía 4 puntos; ambiente.
2, _Derecho a las tierras y reparación a las víctimas del
1. Tierras, no sólo para los indígenas sino también para despojo y la violencia.
los campesinos despojados; 3. Por la solución política del conflicto, contra la milita-
2. Contra el Tratado de Libre Comercio con Estados Uni- rización de la vida y los territorios. .
. dos (TLC), que perjudica amplios sectores dela econo- -4. Por el ordenamiento democrático del espacio urbano,
mía y la sociedad colombiana, así como a comunidades contra el sometimiento de las ciudades a las lógicas de
indígenas, campesinas y populares; acumulación privada.
54 Alfonso Torres Carrillo

5. Construir la economía y el poder para el buen vi,vir. 2 .. Renascencias y emergencias


6. Cultura, identidad y ética de lo común. comunitarias
7. Caminos de vida, justicia y paz.
8. Integración de los pueblos y sus luchas.

Estas iniciativas de acción colectiva, iniciadas por los pueblos Junto a estas testarudas permanenéias de comunidad como
indígenas del Caú.ca, proyectadas al conjunto de la sociedad modo de vida y aporte civilizatorio de los pueblos y las na-
colombiana y que involucran otras poblaciones movilizadas, ciones indígenas herederas delas tradiciones de la milenaria
poseen un fuerte sentido comunitario; este protagonismo in- América profunda, reconocemos una gran diversidad de
dígena y su sentido comunitario presente en algunas luchas prácticas, relaciones y sentidos comunitarios construidos
· sociales colombianas, es nombrado por Jaramil}o49 como por diferentes poblaciones a·lo lárgo de la historia del con-
resis)encia comunitaria, manifestada. "en. sus inicios, casi tinente .. En primer lugar, las que incorporaron, recreáron y
con ía exclusiva participación y liderazgo del movimiento generaron las poblaciones afrodescendientes1 campesinas y
indígena caucano, y posteriormente ampliada a indígenas urbano populares; en segundo lugar,.las experiencias aso-
de todo el país, campesinos, sindicatos, colectivos
1
de'género,. ciativas y de acción colectiva que asumen intencionalmente
grupos africanos, movimient9s cirico_s y diferentes organi- valores solidarios y de cooperación mutua, como ha sido el
zaciones populares". caso de las Comunidades Eclesiales dé Base. En los contex-
\os específicos, estas dinámicas ~omunitarias coexisten y se
complementan, asilas abordaremos. por separado,

Poblaciones afrodescendientes:
de. la diáspora a las territorializaciones
comunitarias .
El abordaje de las poblaciones. afrodescendientes en clave
comunitaria constituye un desafío a los estudios sociales,
, pues su presencia inicial en nuestro continente se basó en
la desarticµlación de las .comunidades de origen en el conti-
nente africano y su "comercialización" forzada al ser tratados
como esclavos. Así mismo; desde su llegada involuntaria a
nuestro continente, estos africanos de diversas naciones,
idiomas y culturas, fueron creando nuevas formas de vida
49 J31'8ll!il10, D., Resistencia comunitaria, Medellfn, L~ Carreta Social, 2018, p. 82 social, primero desde su solidaridad gestada bajo la sujeción
, 56 Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento 57

y luego, en su riueva condición como mino.de obra en minas, origen, a sabiendas que estas comunidades emergentes se
plantaciones,yhaciendas, hasta la creación de pueblos libres conformaban por personas con odgen ylenguas diversas.
(palenques, quilombos) formados por.los cimarrones que
. huían de su condición de esclavos. También durante }a Colonia.se trasladan de Europa dos ins-
titucioIJ.es, en torno a las cuales los afrodescendientes -tanto
La inconformidad con .su esclavización alcanzó voz desde esclavizados como libres- pudieron construir tejidos comu-
la llamada Conquista de las Antillasi ya desde 1503, el go~ nitarios, potenciar sus resistencias y· afianzar espacios de
bernador de La Española, Nicolás de Obando, se.quejaba autonomía. Se trata de las cofradías religiosas y cabildos de
porque los esclavos se fugaban y vivían entre los indígenas, negros; Las primeras eran asociaciones de laicos, que ini-
'"enseñándoles insubordinación"; en 1522 se d<;>cumenta una ~ialmente involucraba a blancos y mestizos, y luego, a indios
primera revuelta y en 1529 un levantamiento de esclavos y negros bautizados; los cabildos eran espacios de reunión.
destruyó Santa Marta; en 1533 hubo uno en La Española, en y toma de decisiones de hermandades religiosas integradas
1537 otro en Nueva España; en 1545 y 1548 tomaron forma por colectivos dé diferentes grupos sociales.
rebeliones en Cartagena y Santo Doming<>5º.
Las cofradías eran organizaciones de fieles en _torno a un
Así mismo, la formación de sociedades palanqueras se dio santo o figura religiosa, cuya función era preparar la fiesta
desde el siglo XVI; en la.Nueva Granada están documen- de dicho 'patrono· y hacer presencia en la¡; procesiones del
tados1os de La Matuna, San Basilio de Palenque, Bayano, Corpus Cristi y la Semana Santa. Aupque su finalidad ecle-
PortÓbelo y Cerro de Cal,)ra en el Caribe, así como en los sial era. contribuir a la evangelización de estas poblaciones,
valles del San Jorge, el Cauca y el Magdalena, coino en el estas organizaciones también posibilitaban el apoyo mutuo
Chocó y la Gobernación de Popayán. En Brasil, se llamaron en la atención de los enfermos, el auxilio a los pobres y a los
"quilombos" y e~ famoso el de fa República Dos Palmares,. encarcelados; en el caso de la cofradíag.e negros, también
que en 1660 llegó a tener más de 20.000 habitantes. Expe- ,involucraba el préstamo de dine_ro para comprar la libertad
riencias similares de formación de sociedades cimarronas se de los cofrades esclavos. Los cabildos, aunque también te~
dieron en otros países con presencia de esclavizados, tales nían su santo patrono, su ~objetivo principal era "la ayuda
como Cuba, Haití, Jamaica, Perú, ÉcuadoryVenezuela. En mutua entre sus miemb~os, la cefolwación de los ritos fúne-
estos palenques, las primeras generacionés de cimatronés bres cuando mio.de ellos fallecía, y la realización de bailes,
y sus descendientes reinventaron formas organizativas fiestas y desfiles"si.
y cultural~s ·provenientes de las sociedades africanas de
Aunque estas instituciones fuero11 inicialmente prornovidas
50 Cácéres, R., "Mandingas, congos y zapes: las pñineras e.strategias de libertad en la
frontera comercial de Cartagena. Panamá, siglo XVI", en: Mosquera, C., Pardo, M. y permitidas por las autoridades col_oniales, sus reuniones
y fü,ffman o. (2002). Afrodescendientes en las Américas. Trayectorias .,nciales e
identitarias. Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, ICANH - JRD '. ILSA, 2002, 51 Gutiérrez; l.; úz población negra en América.. GeOgrafta, historia y cultura. ~ogotá,
pp. 143-144. El Búho, 2ÓOO, p. 74.. '
58 Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento 59

callejeras y celebraciones tumultuosas despertaron inquietu- vigilar desde sus barcos, imposición imperial que ll(:JVÓ a
des, pues veían en ellas una ocasión para pla~ear rebeliones. que las diferentes repúblicas fueran aboliendo la esclavitud;
Fue por ello que efayuntaniiento de Lima en 1536 y luego así, en Uruguay en 1842, en Colombia en 1851, en Écuadot
. el de Cartageha en 1611, obligaron a que los éabiidos y cele- en 1852, en Perú y Venezuela en 1854 y en Estados Unidos
braciones se realizaran en recintós cerrados. En La Habana en 1863; finalmente, en Cuba en 1886 y en Brasil en 1888.
en 1792, las autoridades sacaron las casas de los cabildos del 1

casco de la ciudad. Este temor al potencial subversh;~ de los Al momento de la ab.olición formal, la libertad de lÓs escla-
cabildos fue la creciente expedición de normas para limitar vizados ya la habían comenzado por su propia iniciativa con
la acción y la autonomía de los cabildos; así, por ejemplo el cimarronaje, el establecimiento dé palenques y la compra
· en 1884 el gobierno de La Habana prohibió la salida de los de su libertad; por ello, desde comienzos del siglo XIX bue-
cabildos de negros en la Fiesta de Reyess2 ; na parte de los afros. habitaban en zonas rurales y urbana
o emprendían la colonización de t'erritorios inhóspitos o
También en la Cuba colonial, se formaron hermandades donde ya vivían pueblos indígenas. En Colombia, a partir de
abacuá, hermandades secretas de origen africano, para la mediados del siglo XVIII y niás aún luego de la manumisión,
ayuda y el socorro mutuos, exclusivas pára hombres., Estas se incrementó una migración hacia zonas no controladas por
singulares sociedades abacuá, aún ~ntes de la abolición de la el poder .político,. en particular hacia las selvas cercanas a
· esclavitud, agruparon trabajadoreSde puertos, tabaquerías y la costa Pacífica. Altnario54 interpreta esta territorialización
otros sectores laborales, y al parecer, fueron un antecedente como una experiencia fundante de identidad éultural de la
clave en el nacimiento de otras organizaciones solidarias y población negra, a partir de la paulatina construcción de
en defensa de los intereses de los. trabajadores en fa is.Jas3. territorios familiares y coniunitarios de libertad en la selva
.
.· húmeda tropical, un eótomo ecológico compuesto por ríos,
El fin del periodo colonial no sign~ficó el fin de la esclavitud, montes y quebradas, donde fueron inventando nuevas for-
que siguió existiendo en la mayoría de los países hasta me- mas de vida en común.
diados o finales del siglo XIX y su motivación no fue huma-
nitaria. Inglaterra había sido hasta comienzos del siglo XIX La cóndición de marginalidad y pobreza· de la mayor parte de
uno de los principales comerciantes de esclavos, pero por la población africana en nuestros países, así como la negación
motivos políticos y económicos se convirtió en el principal a su acceso a la educación escolar, contribuyeron a que man~
partidario de su abolición. El impulso británico llevó en 1850 tuviéran y recrearan un conjunto de saberes y expresiones
a la ilegalización del tráfico de esclavos por vía marítima, culturales propias. Así, el cultivo de sus saberes gastronómi-
una prohibición que los propios ingleses se encargaron de cos, medicinales, musicllles, dancísticos y religiosos, se fueron
,. y
Almario, O., "Desesclavización desterritorializáción: .el trayecto inicial de la ,
diferenciación étn¡ca negra en el pacífico sur colombiano", en: Mosquera, C., Pardo,
52 Quiño~es, T., Asere núncue itiá. Ecobio enyene abacúa, La Habana, Editorial José
M. y Hoffman o. (W02). Afrodescendientes en fas Américas .. Trayectorias sociales e
Martí,2016.
53 identitarias. Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, ICANH - IRD - ILSA, 2002.
lhidem.
60 Alfonso Torres Carrillo Comunidad en m,ovúniento 61

configurando como rasgo distintivo de las poblaciones .de sentidos de caráder co~unitario, presentes en poblaciones
ascendencia afro. Su paulatina migración a centros urbanos mayoritariamente afrodescendientes; en particular las que
posibilitó que su música y sus danzasde expandieran a otros habit1m el Pacífico colombiano desde fines de la Colonia y
sectores de la población, a través de la radio y la industria ·los.albines de la República, tanto a lo largo de los centenares
discográficass. En las barriadas de Am,érica Latina y de El de ríos que irrigan esta y otras regiones, así como .en peqüe-
Caribe con predominante población afro se gestaron nuevos ñas poblaciones, como en medianas y grandes ciudades del
géneros de música 'urbana, los cuales también se convirtieron occidente (Quibdó, Buenaventura, Cali y Tumaco).
en referentes identitarios de sus habitantes.
Un primer referente de vinculación social es el familiar, el
Afrocolombianos: tejidos comunitarios cual se extiende a la vecindad y el parentesco ritual y espiri-
rurales y reinvenciones comunitarias tual (compadrazgo) y los cuales se ensanchan más allá de lo .
urbanas· local, dada su alta movilidad poblacional. Ello se evidencia en
reconocimiento como "primos", ''.parientes" o "familia" entre
Desde la segunda mitad del siglo XX, la instauración de las personas que se.reconocen como ramas de un mismo tronco
ciencias sociales, en particular dela antropología, contribu- familiar-territorial. Esta metáfora arbórea, la planteó Nina de
yó a la comprensión de las dinámicas sociales y culturales Friedemann en su estudio sobre una población minera en el·
de las poblaciones afrodescendientes, a partir de las cuales Pacífico Sur: "Somos ramas de troncos de árboles ~ue crecen
podemos reconocer algunas prácticas y relaciones sociales sobre las minas de los ríos de oro. Cada mina tiene un árbol y
que podemos asumir como comunitarias. Más allá del dile- cada árbol se arraiga a una mina. L,os troncos de cada árbol son
ma sobre su identidad étnica56 ,'nos apoyaremos en algunas -hermanos y hermanos fundadores de las descendencias y de
investigaciones57. para caracterizar los vínculos,
\ . .
prácticas y nuestras minas. Nosotros somos las ramas, los descendentes".

"' Mosquera, C., Pardo, M. y Hoffman O., Afrodesce~dientes en las .áméricas.


~ayectorias· sociales e identitarías, Bogotá, Universidad Nacional de Cólombia,
Estas comunidades de parentela f~er~n posibles en,m1
IOANH • IRD • ILSA, 2002, p. 17. . · .· contexto de aislamiento relativo con relación al conjunto de
56 Como señal¡ Reslrepo (2013; .14), esta et¡Jiz&ció~ de su identidad promovida por la
. norma, era. in4Daginable a princii,io de los años ochenta~ á nadie Se le oc1:1ffia, por
la sociedad nacional; pero en la medida en que estas pobla-
ejemplo; que ia· gente.qne vivía en el medio Atrato, en el Pacífico colombiano, habla ciones entran en un contacto más intenso con los procesos
que pensarla como un,'grupo étnico' con unas. prácticas tradicionales. de producción,
con un territorio con ejercicio de propiedad colectiva, nná cultura ancestral y una
institucionales, económicos, políticós y culturales, tuvieron
identidad cultural. En ese el)to)'ces, usualmente se les consideraban como campesinos. que hacer transacciones y negoclaciones de toda índole,
51
J;'riedemann, N .• "Minerja .del oro y descendencia: Guelmamb!, Nariñ.o", Revista
colombiana de antropología·# 16, 1974; Restrepo B., La etnizaci6n 'de la negridad:
la invención de las .•comunidades negra.," como 9rupo étnico en.Colombia, Popayári. UniversidadNacionaldoColombia,lCANH-hm-lLSA,2002;Hoffman,Ó.,Comunidades
Editorial Universidad del Cauca, 2013; Losonscy, "Del ombligo a la comunidad. negras del padjico colombiano. Quito, !FEA - IRED · Abya Yala - C!BSAS, '2007;
Ritos de nacimiento en la cultura n<!gra del .litoral pacífico colombiano", Revindi # Agudelo, C. E., "No todos vienen del río: constitución de id.entidades negras urbanas y
1, 1989; Arboleda, S., "Paisanaje, colonias y movilización social afrocolornbiana movilizacióq política en Colombia". En: Restrepo,B. y Rojas A. (editores). Conflicto e
· en el suroccidente'colombiano", en: Mosquera, C., Pardo, M. y H0ffman o. (2002). ( in)visibilidad. Retos de los e¡tudios de la gente negra en Colombia, Popayán, Editorial
Afrodéscendientes en ÍtU Amiricas: Trayectórias·-sociale! ~ identitarias. Bogotá, Universidad del.Cauca, 2004.
62 Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento 63

tanto con otras poblaciones afro y con pueblos indígenas, así la década del setenta a la organización de colonias, como
como con quienes representan la sociedad dominante. De ese formas asociativas y de encuentro integradas por paisanos
modo,los troncos familiares iniciales entran en relación con· de un mismo lugar, las que pueden tener como referente un
las poblaciones vecinas indígenas y mestizas, que permiten, municipio -como Griapí-, o departamentos como éhocó.
a la vez, su cohesión y su distancia con los demás. Así, por
ejemplo;en el Chocó, la interacción entre poblaciones negras Aunque las nuevas dinámicas comunitarias agenciadas por
e indígenas emberá dio lugar a un conjunto de intercambios afrodescendientes en el mundo urbano han sido menos
materiales y simbólicos que impregnaron ambos pueblos. estudiadas, son cada vez más evideótes las iniciativas para
aglutinarse alred.edor de procesos asociativos y proyectos
Esta complejización de los entramados social~s y culturales en torno a la reivindicación de su gastronomía, sú música
de las poblaciones afros, se profundiza en contextos urbanos. y bailes tradicionales, como por su aporte a la música con-
Aunque su presencia su presencia centenaria ha sido consti- temporánea. Un caso paradigmático ha sido la Casa Cultural
tutiva de ciudades como Tumaco, Buenaventura, Cartagena . Chontaduro en el -sector de Agua Blanca en Cali, espacio
y Quibdó, y en otra como Medellín y Cali, es desde finales del donde centenares de adultos, jóvenes, niñas y niños han
siglo XX, por razones de la profundización y expansión del encontrado una posibilidad de reconocimiento y re-cons-
confljcto armado en sus territorios.de origen Y,el desplaza- trucción de sus proyectos de vida individuales y colectivos.
miento que padecen, que su presencia se intensifica, incluso
nutriendo. ciudades como Bogotá y su área conurbada. Junto a estas reinvenciones de tejidos sociales locales, es
necesario reconocer el creciente número de organizaciones
Como lo señala Agudelos8 para la ciudad de Cali, incluso la que reivindican sus derechos sociales y culturales, tales como
existencia de barrios constituidos por gente d~ mismo origen el Proceso de Comunidades Negras. Como resultado de sus
en el Pacífico, no garantiza la formación de "comunidades", luchas reivindicativas, y a partir de la promulgación de la
lo que no significa, embargo, que a su interior no se generen Constitución de.1991 (Artículo transitorio 55), se promulgó la
prácticas y vínculos que contribuyan a generar sentidos co- · Ley 70 de 1993 que define a estas poblaciones afrocolombianas
munitarios, Así, por ejemplo, Arbo}edas9 muestra que desde como "comunidades negras", definiéndolas como el conjunto
mediados del siglo XX es evidente una concentración de redes de familias de ascendencia afrocolombiana que poseen una
parentales provenientes del Pacífico y de los valles interandi- cultura propia, comparten una historia y tienen sus propias
nos del Cauca, afianzándose el reconocimiento de .paisanos tradiciones y costumbres dentro de la relación campo-poblado,
provénientes de un mísmo lugar de origen, dando pie desde además revelan y conservan conciencia de identidad que las
distinguen de otros grupos étnicos. (Art, 2- 'Ley 70 df .1993).
" Agudelo, C. E., ''No todos vienen del río: constitución de idelltidades negras iu'banas y
movilización política en Colombia", En: Restrepo, E. y Rojas A. (editores). Cor¡flicto e
(in;visibilidad. Retos de los estudios de la gente negr,;¡ en Colombia, Popayán; Editorial Dicha ley también reconoció la singularidad históri~ay cul-
Universidad del Cauca, 2004. ·
,. Arboleda, S., "Paisanaje, colonias. y movilización st,cial afrocolombiana., , , op. cit. tiiral de lás poblaciones raizales, nativas de las Islas de San ·
Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento 65

Andrés, Providencia y Santa Catalina, descendientes de la laboral. Por un lado, esos territorios populares pasan .a ser
unión entre europeos (principalmente ingleses, españoles escenario de una amplia expresión de actividades econ6-
y holandeses) y esclavos africanos. También a la población micas (productivas, co.merciales y financieras) informales;
palenquera, conformada por los descendientes de los es- también el lugar doi:ide se establecen relaciones interper·
clavizados que mediante actos de resistencia y de libertad sonales estables y significativas, tales como las ele vecinos,
desde el siglo XV, incluso, se refugiaron en palenques situa- compadres, amigos de 'infancia, parches, galladas y combos
dos en territorios dela Costa Norte de Colombia. Existen 4 juveniles, etc. 61 • ·
Palenques reconocidos: San Ba:siliÓ de Palenque (Mahates
- Bólfvar), San José de Uré (Córdoba), Jacobo Pérez Escobar _En las fases fundacionales de los territorios populares, la
(Magdalena) y La Libertad (Sucre). .'experiencia de compartir condiciones adversas y el recono-
ci~iento de necesidades comunes, activa valores, procesos
Reinvenciones de comunidad de ayuda mutua, así como instituciones asociadas al origen
en territorios urbanos campesino O indígena de sus habitantes 62 • A} establecerse un
nuevo asentamiento, también se va forl}lando una malla de
Junto a esta evidente persistencia y emergencia comunitaria lazos sociales y reciprocidades (tejido social) constitutivo de
en las poblaciones indígenas, ca~pesinas y de afrodescen- fortaleza colectiva,' defensa frente a las fuerzas centrífugas
dientes, también podem?s constatar en las ciudades de de la vida urbana, de los efectos disociadores de su situación
w
América Latina presencia de dinámica:;; cómunitarias, dé. pobreza y exclusión social y en coyunturas donde las con-
particularmente en los territorfos popl:llares urbanos, con- quistas se ponen en peligro, como en los intentos de desalojo.
formados en la mayoría de los casos a partir dé la migración
campesina, afro e indfgena6º. En estos lugares, construidos A lo largo de la historia de los asentamientos urbanos tam-
palmo a palmo por sus propios habitantes, se recrean, ge0 bién se reactivan prácticas comunitarias provenientes del
neran y proyectan vínculos y valores de tipo comunitario. pasado indígena y campesino, .ª la vez que se generan otras,
inspiradas o promovidas desde otros referentes organizati-
Los asentamientos formados por dichas oleadas migrato- vos basados en la iiyuda mutua y la sólidaridad. En cuanto
rias de~de la segunda fnitad de siglo XX (llámense barrios a lo primero; se ha.documentado en éiudades como Lima en
populares: pueblos nuevos, villas mlseria o favelas) se han Perú, El Alto en Bolivia y Oaxaca en México, la reactivación
convertidp en los espacios sociales de mayor significación de formas de vida y prácticas comunitarias como la minga y
y construcción de referentes identitarios para sus poplado- el tequio, cuyas raíces se remontan a:los ayllus prehispáni-
res en un: contexto de creciente precariedad e inestabilidad
00 61
. .
Matos Mar, J., Desbordé popular ..., op. cit.; Perú, estado desbordado ... , op. cit.,; Torres, A., ..Identidades barriales. y .subjetívidade~·colectivas ert la ciudad de Bogotá"·,
Torres A., La ciudad en la sombra. Barrios y luchas populares en Bogotá, Bogotá, Folios# 10, Bogotá, Facultad de Humaoidades, UPN, 1999. ·
C.~EP; 1993; "ldentidacjes b.;,;ales y subjetividades colectivas.en la ciudad de Bogotá", 62
Torres A., La ciud_ad en la sombra. Barrios y luchas populares en Bo'gotá, Bogotá,
Folios #·10,Bogotá, Facultad de Humanidades, UPN, 1999. ClN~P, 1993.
66 Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento 67

cos63 • En Bogotá, la práctica campesina del convite se recrea zación o acción se autodefinen "comunitarios" insiste erl.
en las jornadas de ayuda mutua ("echar la plancha") y .en que su lazó vincular y su orientación obedecen a valores.y
la realización de obras comunales como la construcción del · criterios colectivos. ·
salón comunal o el arreglo de un parque.
Esta vindicación de lo comunitario, como perspectiva para
En cuanto a lo segundo, sea por iniciativa propia o por po- comprender los territorios populares, toma distancia con la
líticas estatales, los barrios populares han sido escenario . imagen generalizada de ver a los barrios como "comunida-
de la creación de múltiples formas asociativas de carácter des", entendidas como grupo homogéneos que comparten
comunal, tales como las juntas vecinales, las cooperativas, un espacio y unos intereses comunes. Un ttirritorio popular
los comités por servicios públicos, grupos juveniles y cultura- no es una unidad social .en la que conviven armoniosamente
les, y las organizaciones de mujeres; espacios colectivos que sus habitantes y que comparten ideas, valores y propósitos
se asumen como defensores o promotores del bien común, uniformes. Como todo colectivo social, en estos t~rritorios
atravesados permanente· por la tensión entre sentidos y coexiste una pluralidad de grupos humanos, con intere-
prácticas de carácter instituyente, comunitario y autono- ses diferentes y muchas veces contrapuestos, por lo cual
mista, y sentidos y prácticas de tipo paternalista, clientelista la conflictividad interna y hacia otros sectores socia.les es
o corporativista, Algunas de estas experiencias asociativas constitutiva de su historicidad.
asumen explícitamente su carácter de comunitarias, y procu-
ran que sus acciones promuevan vínculos, valores y sentidos Co.munidades urbanas instituyentes
colaborativos y solidarios64 (Torres, 2007).
Un excelente estudio acercá:de la emergepcia de la comu-
Desde este tejido social construido silenciosamente desde nidad en el mundo popular urbano es el libro del uru_guayo
la 'vida cotidiana por sus. habitantes y organizaciones, la. Raúl Zibechi, Dispersar el poder. LQs movimientos como
comunidad aparece como referente de compromiso y de- poderes anti estatales publicado, en Buenos Aires en 2006 y
fensa con un territorio "conquistado"65 , de sus iniciativas en el que analiza, en clave comunitaria, la experiencia de los
asociativas y de ácción conjunta, así como de sus visiones migrantes indígenas aymaras a la ciudad boliviana de El Alto
de futuro y proyectos compartidos; cuando una organi- desd~ mediados de la década de los ochenta, en particular los
63
· Torres A., Desborde popular y crisis de Estado, Lima, Institoto de Estodios Peruanos, levantamientos que protagonizan entre 2003 y 2005. Duran-
1988; Perú, estado desbordado y sociedad naciona{ emergente, Lima,.Editorial te los. momentos insurreccionales la movilización disuelve
universitaria, 2012; Zibechi, R., Dispersar el poder. U)s mo.vimientos como pod,eres
anti e.tatales. Buenos Aires, Tinta Limón, 2006; Garza, M., Insurrecci6n, fiesta y las instituciones, tanto estales como de los movimientos
construcción de otro mundo en lus luchas de la APPO, Ciudad de México.Juan Pablos sociales. Las sociedades en movimiento artic'Úladas desde
Editor - UABJo, 2Ql6.
"' Torres A,, Identidad y política de la acci6n colectiva. Bogotá, Universidad Pedagógica el interior de su cotidianidad, fisuran· los' mecanismos de
Nacional, 2007. dominación, rasgan los tejidos del control social, dispersan
6.'J Blondét, c.'. y otros, Conq'uistadores 4-e un nuevo mundo, Lima, Instituto de'EstudiOs
Peruanos, 1986. ·· las institueiones; dejan, en resumidas cuentas, expuestás
68 Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento

las fracturas societarias de la misma sociedad al· moverse, organizaciones, hasta las deélaradas por ellos mismos en
al deslizarse de su lugar anterior66 • periodos anteriores6s.

Los tiempos de desbordes, de intensa creatividad colectiva Aunque algunas veces las juntas vecinales se sumaron a las
-durante los cuales los grupos sociales liberan gigantescas convocatorias, en la mayoría de los casos eraQ. apenas invo-
energías-, actúan como rel~mpagos capaces de iluroinar cadas por los vecinos como símbolos, pero en realidad no
las sociabilidades súbterráneas, moleculares, sumergidas, ejercían como instituciones mayor influencia en las acciones
ocultas por el velo de las inercias cotidianas en las que se vecinales. Todas las direcciones sociales fueron rebasadas y
imponen los tiempos y los espacios de la dominación y la quienes tomaron las decisiones fueron "los vecinos en forma
subordinación. Tomar los relámpagos insurre.ccionales de micro gobiernos barriales", expresión tomada del sociólo-
cómo momentos epistemológicos es tanto como privilegiar go aym¡i.ra: Pablo Mamani69. Como aseguran los testimonios
la fugacidad del movimiento, pero sobre todo su intensidad, y los análisis, la organización fue improvisada y espontánea,
para poder-·conocer aquello que se esconde detr~ y debajo pero rápidamente todos se pusieron de acuerdo en hacer.
de las formas establecidas67 • turnos para los bloqueos, con formas del control territorial
con base en zanjas y barricadas, con sistema de vigilancia,
¿Es sólo durante las grandes movilizaciones cuando se. con grados de movilización que abarcan literalmente a toda
despliega esa energía?' ¿Eso indica que están dormidas la población organizada por manzanas, por cuadras, por
para despertar cuando sea necesario? ¿Q, por el contrario, comités, por acciones.
son energías que se despliegan y se recrean en la intimidad
familiar, barrial, en los intersticios de la vida cotidiana? Las La comunidad no es,se hace; no es una institución ni si-
preguntas se acumulan, yde antemano:sabemos que muchas quiera una organización, sino una forma que adoptan los
no tienen respuestas sencillas. Durante diez o doce días de vínculos entre las personas. Más importante que definir la
octubre de 2003, los pobladores del Alto, a través de juntas comunidad, es ver cómo f:unciona. Las corouriidades existen
vecinales o de otras instancias, actuaron como gobiernos y preexisten al movimiento social boliviano. Pero no existe
barriales supl~tando a un Estado deslegitimado y ausente. un ser conmnitario esencial ni una identidad comunitaria
Todaslas descripciones sobre la insurrección coinciden en general. Existe si un sistema comúnal que se expresa en
que no ,hubo organización o dirección, y que las acciones fornías económicas y políticas: "la propiedad colectiva delos
fueron llevadas adelante directamente· por los vecinos de recursos. y el manejo o usufructo privado de los mismos.", la:
los barrios que desbordaron todo tipo de institucidnes y deliberación colectiva y la rotación de las representaciones
-de modo que estas no se autoriomicen de la comunidad que

06 Zibechi, R.,Dispersar el poder.Los tMvimientos como poderes anti estatales. Buel)OS '" lbfd., p. 36.
Aires, Tinta Limón, 2006, p. 33. " Mamani, P., El rugir de las multitudes - Microgobiernos barriales, La Paz, La.mirada
67
Ibídem, salvaje,.Willlm, 2010.
70 Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento 71

controla los medios materiales de soberanía -y el represen- de que emigraron de las áreas rurales y llegaron al Alto con
tante no es designado para mandar sino simplemente para una "conciencia comunitaria" ,y lo realizado por los aymaras
organizar el curso de la decisión común7°. urbanos fue "hacer vivir''. la comunidad. "En realidad, crean
otro tipo de comunidad, la reinventan, la recrean. En primer
En el plano político, la figura del dirigente <;!omunal es lugar; la llegada e instalación a la ciudad fueron procesos.
opuesta a la de la política tradicional, pues en las comuni- comunitarios, toda vez que en muchos casos la decisión de
dades la soberanía no existe separada. del cuerpo social, y dejar los lugares que habitaban fue un acuerdo colectiv:0"72 ,
funcionan en una suerte de democra~ia directa. Esta idea
de la representación como "mandar obedeciendo"' no existe A modo g.e hipótesis, postula que a partir de 1985 la mi-
en la lógica política occidental moderna. Para comEoletar el gración hac_ia El Alto, comunaliza las relaciones sociales,
cuadro vale decir que en las comunidades la representación ya que se trata del traslado masivo de comunidades ente-
no es voluntaria, sino obligatoria y ro.tativa; es un deber que ras -mineras y rurales- que representan una migración
se presenta a la. comunidad y que todos a su turno deben plebeya, C(!n amplia experiencia de organización y lucha,
cm;nplir, si quieren seguir usufructuando los bienes comu- que rediseña y proletariza grandes zonas de la·ciudad73. Por
nales (tierra, agua, pastos), comunalizar entendemos un proceso por el cual los vínculos
sociales adoptan un carácter comunitario, en el que por tanto
Una de las tesis de Zibechi es que endu.dades como El Alto se fortalec;en la reéiprocidad, la propiedad colectiva de los
sé han formado comunidades, diferenciantes por cierto a las. espacios comunes, la "democracia ayllu, el pa~lde las uni-
rurales, pero no por ello menos comunidades. Para respaldar dades familiares en la vida social, entre lo más destacados.
su argumento, analiza las diferentes fases de conformación O, visto desde abajo, unidades territoriales. más pequeñas
del territorio aymara en El Alto. El asentamiento urbano de facilitan el control comunitario cara a cara impidiendo así
los aymaras se produjo en tres ~des olea(\as. La primera que se formen burocracias separadas del conjunto vecinal74:
se ubicó en La Paz, rodeando los Qarrios tradicionales de los
blancos; la segunda se formó enlas laderas de la'Paz y de allí Tal como lo identificamos para el-caso bogotano, Zibechi
que salieron los intelectuales del katarismo; la tercera oleada ;:ifirma que cada barrio tiene su identidad y su historia que;
comenzó en 1985 por efectos del neohberalismoy sé esta.bleció en general los vecinos reflejan en el nombre del barrio.
en El Alto, constituyendo hoy el 90%' de su población71, Lá fonp.a como se creó la urbanizaéión -siempre trata de
asentamientos colectivo en terrenos vacíos-y los problemas
A continuación, el periodista uruguayo plantea una idea muy que enfrentarbn, le otorgan el barrio sus características
sugerente: las comunidades de El Alto se crean en el propio diferenciadoras y cohesi6n interna. "Surgen así barrios de
procesó de apropiación y defensa del territorio. No setrata
12
Ibídem.
"' Zibecbl,R., op. cit., p, 38.
73
[bíd., pp. 44-45.
11 Ib{d,, p. 43. " [bíd;, p. 46.
72 Alfonso Torres Caxrillo Comunidad en movimiento 73

exmineros, de campesinos comunitarios, de obreros fabri- Además de su papel como organizadora de la acción
les, de relocalizados por los más divers~s motivos; barrios colectiva para la construcción física del barrio, las jun-
enteros qQe se forman con personas que llegan de la misma tas son el espacio de resolución de los conflictos entre
provincia, cantón o comunidad"75 • vecinos (riñas, deudas, etc.), garantizan el cumplimiento
de las n:ormás de convivencia entre los puestos de venta
Como desarrollo de lo expuesto, finalmente Zibechi se con- para que funcionen sin los típicos conflictos, y recaudan
centra en justificar por qué considera que, cuando habla de dineros para los impuestos y para la Central Obrera Re-
urbanizaciones o barrios organizados en juntas vecinales, se gional, COR.
está ante comunidades urbanas. El hecho dé que la mayoría
de los alteños trabaje en el sector informal, o sea en unidades En todo caso, se observa que las juntas tienen "comporta-
familiares, es una cíe las claves, ya que en ellos encuentra mientos autónomos" con fuerte.protagonismo local y dis-
similitudes con los parcelarios del campo: "Ambos producen trital, sfü necesidad de mediación de la dirección superior,
en familia, son considerados no capitalistas y subvencionan 'lo que manifiesta una tendencia a la "expe-riencia organi-
a los sectores formales". De ahí deduce un discurso basado zativa de tipo horizontal". Zi:bechi señala que lo que hacen
·en valores comunitarios, con.resonancia, porque en la ciu- lasjuntas vecinales de El,Alto es cumplir con las funciones
dad ep.frentan similares désafíos económicos, mientras los que corresponden al Estado. Pero no hay allí uh Estado
desafíos externos solo pueden enfrentarse a través de las sino una dispersión de lo estatal ·én unas 500 unidades. Lo
formas culturales andinas. uno cedió paso alo múltiple. Por ló tanto, no hay represen-
tación posible; ni control de la población. La existencia de
Apoyándose en el sociólogo aymara Pablo Maniani, para una multiplicidad de unidades de menos de mil vecinos, ha
quien "las juntas vecinales tienen una característica parecida generado fuertes "solidaridades de grupo emergentes de la
a los ayllus rurales por su estructura, su lógica, su territo- lucha de cada urbanización contra los posibles engaños de
rialidad, su- sistema de organización;'16, Zibechi afirma que los !oteadores", así como "por la lucha de años y años contra
los migrantes, al traer una trayectoria.organizativa previa, la gestión burocrática municipal.
buscari crear espacios de decisiones colectivas. similares a
las que poseían como mineros o como campesinos. Por eso Finalmente, nuestro autor éoncluye que, aunque en lo rela-
las juntas com4nales tiE;nen rasgos comunes a los ayllus y a tivo al análisis de las juntas vecinales se siente más cercano
-los sindicatos. Las asambleas suelen realizarse una vez por a la posición de Mamani y Patzi, al concordar con que la
· mes, pero a veces son semanales, habitualmente acude el organización barrial es de carácter comunitario, y dejar en
varón, perq muchas veces la pareja77. duda que en los barrios de El Alto exista "propiedad colec-
tiva y usufructo priyado". Lo que sí existen, fuera de toda
" ib(d .. p. 47. -duda, son relaciones sociales, relaciones entre vecinos, en
" lbíd .• p. 52.
" '!bíd., pp. 53-54. las cuales el "nosotros" tiene un peso muy superior al "yo",
74 Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento 75

tanto por razones estrictamente materiales como simbólicas el protagonismo de la "comunidad" en los discursos de
y culturales78 • .fa.s orgánizaciones de base (que suelen autodenominarse
"comunitarias"). La comunidad, más que el entorno de
Comunidades intencionales acción (comparte "necesidades", "intereses" "saberes"), es
basadas en la solidaridad como el sujeto colectivo de dicha acción ("se organiza", "se
moviliza", "lucha") y, principalmente como un valor, como
Otros tipos de acción e identificación comunitaria van más allá un horizonte compartido distintivo del compromiso con
.del marco de lo tradicional, local e inmediato; se trata de lm{ ella,· generalmente en oposición a las polítiéas, programas
asociaciones y movimientos constituidos con la intención de e instituciones (gubernamentales y no gubernamentales)
fomentar valores y prácticas de cooperación y ayuda mutua autoritarios, clientelistas, paternalistas que "desconocen",
como defensa y alternativa a la donu'náción del capital y del "atropellan", "excluyen" o ''van contra~ la comunidad.
Estado. En estos casos, no sólo convocan las necesidades o
adversidades comunes, sino el propósito explicito de supe~
rarlas con la acción organizada y en fünción de u~os valores
solidarios compartidos. Ha sido el caso de las asociaciones
Estas acciones, organiza<;iones y movimientos autodefinidos
como cooperativos, solidarios. o comunitarios conformarían
lo que Tonnies llamó "comunidades de espíritu" y otros auto-
.
mutuarias y de las cooperativas, creadas por las clases tra- res, comunidades intencionales que "surgen por la decisión
bajador¡:is y utopistas sociales en Europa durante la primera de un grupo con el propósito 'deliberado de reorganizar su
revolución industrial; éstas formas de asociación voluntaria convivencia de acuerdo a normas y valores idealmente ela-
luego fµeron impuestasen los paises latinoamericanos por los borados, con base en credos o.a nuevos marcos sociales de
gobiernos o.retomadas por las propias poblaciones como es- .referencia"ª'· Estl.s redes intencionales_ se articulan al previo
trategias_ de sobrevivencia y resistencia a los efectos adversos tejido social, fortaleciéndolo y a la vez, dando origen a un
del capitalismo, e incluso, en algunos casos como experiencias nuevo "tejido asociativo" basado en la solidaridad, desde el
autogestionadas en un horizonte revolucionario. cual "afirman un substrato de identidad emocionalmente
compartido, donde se rechazan jerarquías rígidas, así como
Nos.referimos a comunidades intencionales que "surgen la tecnocracia y el neoliberalismo"B•. ·
por_ la decisión de un grupo con el propósito deliberado de
reorganizar su. convivencia· de acuerdo a normas y valores Dentro de estas comunidades de. discurso consideramos
. . - ' .
idealmente elaborados, en base á credos o a nuevos marcos tanto las generadas en torno a derechos económicos y so-
sociales de referencia"7\ Estudios reciente_s 8º, muestran ciales, l:!n torno a la propiedad de la tierra y los medios de
producción,: al trabajo, a la comercialización y el consumo
" lbíd., p. 59.
79
Calero,. D., ' 1Apuntes para una definición ·-de lo comunit~~o". Comúl1idad # 46. (por ejemplo, las asociaciones y cooperativas campesinas,
Estocolmo, 1984, p. 14. ·
80
Torres A. y .otros, Organizaciones populares, identidades colectivas y.ciudadanía en " Calero D., "Apuntes para una ... ", op. cit.,p. 14: . .
82
Bogoiá, Bogotá, COLCIHNCIAS - UPN, 2003. Brunner, J., Carwgrajfa., de la nwdernidod, Dolmen, Santiago, 1995, p. 51.
Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento 77

de trabajádores o pobladores), como las gestadas en torno guientes palabras pronunciadas por el Premio Nobel José
a proyectos culturales y ambientales o como estrategias Saramago en un h<>menaj~ a Ernesto Sábato: "Ernesto y yo
permanentes de ayuda mutua. somos hermanos. No nos une la sangre, sino una identidad
común, una fraternidad por las ideas, la ilusión, el mundo
Mientras en las comunidades tradicionales el referente y la gente"84 •
subjetivo es la memoria colectiva, en las comunidades in-
tencionales las necesidades son reela.boradas como derechos Estas comunidades intencionales pueden convertirse en
y reivindicaciones; entran en juego además los proyectos y "comunidades críticas" en la medida que identifican "por
visi<>nes de futuro, así como las utopías, las ideologías y los · medio de la reflexión deliberativa y la auto-reflexión, algunas
valores compartidos. En las dinámicas asociativas, las.redes de las formas en que la cultura vigente opera en su intento
·y los movimientos sociales nos situamos en el plano de los por limitar la formación y el mantenimiento de comunida-
proyectos como conciencia d,e transformar lo deseable. en des"; por ejemplo, cómo la solidaridad y la fraternidad se
posible y desplegar prácticas para lograrlo. ven minadas por las polítiéas o los intereses privados. Un
proceso de reflexión crítica debe permitir conocer y asumir
Para Joaquín Brunner, la expresión más novedosa de rea- los factores externos y tensiones. internas que dificultan la
grupación comunitaria en la modernidad actual tiene lugar construcción de vínculos solidarios.
en la formación de "redes", entendidas .como comunidades
sueltamente definidas de individuos y grupos autónomos .. La construcción colectiva de un horizonte histórico, las expe-
que operan en torno a bases de identificación más o menos riencias acordadas y compartidas, así como la lucha contra
abstractas. En estas, al igual que en los nuevos moVImientos otros actores con proyectos diversos, contribuyen a que estas
sociales (también entendidos como "rédes en movimiento"), constelaciones de individuos asociados intencionalmente se
"se afirma un substrato de identidad emocionalmente com- conviertan en actores colectivos autónomos, con proyectos
partido, donde se rechazan jerarquías rígídas, se elaboran . propios y con capacidad de incidir en la dinámicá social en
proyectos frente al mercado y el estado y se rechazan la su conjunto. Los sujetos coJectivos se van constituyendo en
tecnocracia y elneoliberalismo" 83 • la medida en que pueden generar una voluntad tal y desplie-
gan un poder que les permite construir realidades con una
El hecho de compartir' sentimientos comunes de indig- dire.ccionalidad consciente85 ,
nación frente a las injustidas contra las que se lucha, así
como compartir y construir convicciones,valoreS y utopías, Finalmente, algunas experiencias comunitarias intencio-
hace. que los participantes dé estas redes y movimientos nales buscan acercarse y solidarizarse con grupos sociales
se sientan partícipes de una hermandad que va más allá
de las fronteras de los Estados; este es el sentido de las si- 84
El Iiempo, abril 1~ de 2002.
" Zemelman, H., "La democracia latinoamericana: ¿ Un orden justo y libre?", en Estudios
" :[bid .• p. 57, .latinoamericanos, año 2, # 4, México, CELA-UNAM, 1995.
Alfonso To.rres Carrillo Comunidad en movimiento 79.

"desheredados" por la modernización, cuyos derechos recla- En América Latina, a partir de la Conferencia Episcopal La-
man y cuya condición buscan transformar'. Pero al mismo·· tinoamericana realizada en Medeilín en 1968, se profundiza
t~empo, buscan convertirlos y c01:ivertirse ellos mismos en esta opción desde una critica a las injristjcias sociales y en un
fuerzas sociale~ con capacidad de incidencia en las políticas horizonte de liberación; invitación acogida por sacerdotes,
públicas, en la orientación de las sociedades en su conjunto;. religiosos y laicos católicos y protestantes, quienes iniciaron
podríamos afirmar entonces que los movimientos·sociales labores pastorales entre campesinos, trabajadores, jóvenes y
son "comunidades de comunidades" que luchan en tÓrno a habitantes de barrios populares; estas prácticas y reflexiones
unos objetivos comunes y con capacidad detransformar las desde la iglesia popular, inspiró el nacimiento y con~olidación
estructuras sociales. de las CEBs, asi como de la Teología de la Liberación. En este
apartado, nos ocuparemos de la experiencia colombiana en tor-
Otros ejemplos de "comunidades inten9ionales" en nuestro no al ni~vi,miento de CEBs y grupos cristianos, basándonos en
país y América Latina, los podemos encontrar al interior de dos estudios recientes, realizados por activos de las mismas86•
movimientos sociales y culturales, tales como ·el de mujeres,
el ambientálista, la educación popular, las· Comunidade-s . Ya para fines de la década de 1970 existían en el país cien-
Eclesiales de Base, las redes dejóvenes y las organi~acio- tos de e~eriencias y procesos eclesiales motivados en esta
nes en defensa de derechos humanos. Todos 'ellos se han renovación eclesial inspirada en Medellíny con anteceden-
generado entorno a demandas o proyectos específicos,'han tes propios como las figuras del sacerdote Camilo Torres
construido discursos, instituciones y. si~bología; propias, Restrepo, el obispo Gerardo Valencia Cano y el Grupo
en torno a los cuales han cónstruido relaciones solidarias Golconda87. P~r:·eso, el Encuentro nacional de teología de
y "de hermandad" entre sus militantes, así como sentidos la liberación realizado en marzo:.de 1979, además de con-
de pertenencia colectiva y lazos subjetivos tanto racionales firtnar este caminar, le insufló mayor impulso al fundar la
(ideológicos, valorativos) comoémocionales. revista Solidaridad. Aportes cristianos por la liberación y
al acordar la realización de encuentros nacionales; bajo este
Las Comunidades Eclesiales de Base mandato, en mayo del año siguiente se crea una coordinación
nacional de CEBs y en adelante.se conti1;maron realizando
Una experienciá muy significativa de comunidades inten- encuentros nacionales de comunidades y grupos cristianos
. cionales, que a su vez se entrelazan con vínculos y valores identificados con esta iglesia popular; así, por ejemplo, en
comunitarios previos y emergentes, han sido las C~muni~ 1988·se realiza un Encuentro ecumenico qe cristianos por
dades Eclesiales de Base (En adeíante CEBs). Estas sur- la vida, al que asisten más de 4.000 d~legad~s.
gieron en. el contexto de renovación de la Iglesia católica, 86 Cañaveral. A . , Lo vividn y los dicho en las CEBs de C~lombia. ·Bogotá; Editorial
proceso iniciado con elConoilio Vaticano 11 (1962-1965) y Kimpres, 2016;· Sierra,_P., Proceso.s orgaiüzativos pop11-lares, constitución de

. da paso a su apertura
que ante los desafíos. de los tiempos subjetividades y sujetos sociales en 8ogot4. Tesis para .optar el tirulo c1e··c10-ctora en
. . . _, '
Educación, Bogotá, liPN; 2019.
modernos, al tiempo que abraza su opción por los pobres. 87
lbíd., pp. 39-40.
So Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento 81·

Para las décadas siguíentes este impulso ascendente decli- bases; en la práctica, son pequeños grupos de cristianos·que
nó, asociado a diferentes causas. Por un lado, las jerarquías tienen.una relación interpersonal-profunda, que se reúnen
eclesiásticas colombianas, tremendamente conservadoras, para leer la Biblia y otros textos religiosos reflexionar sobre
nunca habían visto con agrado estos air~ de renovación de los mismos, celebrar su fe, y llevar adelante acciones caritati-
la Iglesia, mucho menos estos movimientos abiertam1:nte vas y solidarias. El criterio de encuentro puede ser territorial
críticos'al sistema social y orientado por sentidos emanei- (parroquial o no), laboral o generacional Góvenes, adultos
padores; por ello, muy pronto buscaron limitar, cuando no mayores) y puede ser animado por un sacerdote o religioso
censurar abiertamente esta "iglesia que renace del pueblo" o por laico&., agentes pastorales o animadores comunitarios.
al asimilarla con el temido comunismo; desde las vísperas
de la Conferencia Episcopal de 19~8, cardenales y obispos Eran comunidades por referirse a grupos unidos por fuertes
persiguieron a los saéerdotes, religiosos y religiosas que vínculos personales, por una fe y por mios proyectos com-
optaron por esta orientación, además de clausurar varias partidos; eclesiales porque en ellas se quería vivir una nueva
iniciativas pastorales inspiradas en la misma línea. forma de ser iglesia; de base porque se trataba de grupos
conformados por campesinos, indígenas y pobladores de
Por otra parte, este proceso eclesial taml;iién fue víctima barrios populares. Estas comunidadés de fe están inspira-
de una despiadada represión que significó el asesinato de das en la iglesia de los primeros cristianos, en las cuales su
decenas de laicos y religiosos a lo largo y ancho del país; ·.espíritu comunitario desbordaba el ámbito litúrgico y cele-
además, las dinámicas propias de los procesos de articu- brativo, para convertirse en un modo de vida caracterizado
lación trajeron consigo algunas _divisiones y deserciones por el compartir y la solidaridad con.los más débiles (vimlas,
de activistas y bases eclesiales. Con todo, ,el movimiento huérfanos, enfermos, pobres)89 • Pero también en el espíritu
de las CEBs en Colombia continúa, como lo confirman las renovador de la Conferencia de Medellín en "su opción por
Asambleas en Medellín (1995), Cartagena (1999), Armenia los pobres", en la critica.a las verticales estructuras sociales
(2003),Duitama (2009) y Neiva (2014). y eclesiales y su identificación con un modelo de iglesia que .
serenovaba desde las bases del pueblo de Dios 90 •
En el contexto de este libro, nos interesa abordar dos cuestio-
nes: lEn qué consisten estas CEBs?iEn qué se fundamentan Comunidades en lucha
y cuáles son l(:\s séntidos comunitarios que·portan? Las CEBs
son una estructura organizativaimpulsada por la Conferen- Otro escenario de conformación de tomunidade$ es la propja
cia Episcopal de Medellín88 para acerca¡; más la iglesia a sus acción colectiva de diferentes sectores poblacionales, pues
88
"Que se procure la formación del ·mayor número de cmnunidades eclesiales. en las 89
José Nará.njo, en el texto inédito ¿Retorno alas primeras comunidades cristinas? (2015),
Parroquias, e.specialmente ntr:ates o de margin'ados urbanos. Comunid~des que deben describe de manera somera las-comunidades.cristianas de·los siglos I y 11.
basarse én la Palabra de Dios y realizarse, en cuanto sea posibleien la celebración 90
Sierra, P.; Procesos orgánizativu:i' populare~, con~_tituci6n de subjetividades y sujetos
Eucarística, siempre en corhuirión con el. Obispo" (Documento Medellín, citado por sociale:i·.en I;Jogotá ..Tesis para optar el título de docto~ en Educación. Bogotá, UPN,.
Sierra, P.,2019: 15\ 2019.
Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento

en la lucha misma se configuran vínculos, reciprocidades y cuales disparaban contra los maestros y otros grupos que
. sentidos comunitarios, que además de sostener las propias controlaban las calles y plazas.
luchas, generan sentido de pertenencia y sociapilidades qu~ ·
sobreviven.a las movilizaciones. Tanto en las movilizaciones, las asambleas y las barricadas
que proliferaron a lo largo de la ciudad, como en la opera-
La expresión "comunidades en lucha" es áportada por Joli.n ción de las radios ocupadas y el canal de televisión que el·
HollowaY9.1 y retomada creativamente por Garza92 en su movimiento usó unos días, Garza identifica un conjunto de
análisis del levantamiento popular acontecido en Oaxaca en experiencias comunitarias que contribuyeron a darle forta-
2006, en la que nació la Asamblea popular de lo~ pueblos leza y proyección al movimiento. Por un lado, la adopción
de Oaxaca, APiio. Allí, presenta cómo, en torno a las movi- de formas de deliberación, provenientes delas tradiciones
lizaciones llevadas a cabo por los maestros organizad,os en comunitarias de los pueblos indígénasy,campesinos, como
la sección XXII del Sindicato nacional de trabajadores de la es el caso-de las asambleas, de las jornadas de trabajo colec-
educación (SNTE) a las que se sumaron amplio_s grupos de la tivo (tequio) y de la realización de una guelaguetza popular
población local en contra de la represión gubernamental y (fiesta del compartir cooperando).
por la destitución del gobernador, proceso en el cual emer- ·
gieron verdaderas comunidades y sentidos comunitarios. Por el otro, la propia experiencia de la lucha generó modos
de sentir y hacer basados, tanto en la indignación colecti-
En un contexto de escalamiento de la movilización del magis- va, como en el diálogo, la solidaridad, la ayuda mlÍtua y el
terio y de la represión sistemática ...:que involucró d~salojos compartir. Las deliberaciones en las asambleas, las conver-
violentos, asesinato de algunos manifestantes y persecución saciones nocturnas en las barricadas, la realización de tareas
de sus dirigentes-, se fueron sumando.a la lucha, Primero · . cotidianas, los momentos de confrontación eón la policía, la
. las familias de los profesores y algunos habitantes .del centro celebración de fiestas, misas y rituales indígenas, y la.pro-
histótj.co; luego, los habitantes de las colonias, los jóvenes, .cÍucción de consignas en las marchas como "La AI>ro somos ·
los campesinos y los indígenas de los pueblos cercanos a la todos", afirmaban el sentido comunitario de las luchas.
ciudad, y finalmente colectivos y oi:ganizaciones sociales y
políticas. Un momento álgido fue la construcción, conti- Para el autor, estás diversas formas decomunización, expre~
nuidad y defensa de centenares de barricadas en el centro san un rechazo
. a la individualización
. y a las relaciones
. socia-
y otros lugares .estratégicos de la ciudad, para evitar la cir- les promovidas por el capitalismo, a la vez que la emergencia
culación de Ias caravanas de la muerte auspiciadas por' el de otras formas de vida no capitalistas. bicha construcción
gobernador, que salían en la noche en vehículos, desde los de una comunidad de lucha, no fue ajena a tensiones y
confr;diccíones que atraviesan el conjunto de relaciones
91 y Sentidos presentes en la sociedad. Dicha comunización;
Holloway, Johrl, Cambiar el mundo sin tomar el poder. Puebla, IcsH • BuAP, 21)10.
92
Garza. M., Jn.sllrrección,fieSta y construcción ... , op. cit. también es la que ha garantizado que, una vez concluido
Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento

el ciclo de protestas de la llamada "comuna de Oaxaca",la estas micro agrupaciones de.jóvenes en torno a un.as estéticas
dinámica asociativa y de acción colectiva se haya sostenido culturales, tales como elpunk, el rap y la cultura rastafari.
hasta la actualidad. Oaxaca es, junto con Chiapas, Guerrero
y Michoacán, uno de los estados con mayor capacidad de Estas nuevas sociabilidades han sido conceptualizadas por
movilización social en la república mexicana. Maffesoli 93 como "comunidades emocionales", basadas en
estrechos lazos afectivos entre sus miembros y alimentadas
La experiencia .relatada también es común en otras. co- por la proximidad física, -la complicidad momentánea o en la
yunturas de lucha, tales como las protagonizadas por es- ceremonia ritu~. También se, caracterizan por su corñposi-
tudiantes y mujeres en Chile; Argentina y en Colombia, a ci'ón cambiante, la inscripción local, la ausencia de orgániza-
comienzos del siglo X~I; así mismo, en los levantamientos cíón formal y por su inestabilidad en el tiempo94 • Esta fuerza
generales,. huelgas y paros cívicos :acontecidos en varios cohesionadora de los afectos y los sentimientos compartidos
países de la ~egión. A partir de sus primeros jibordajes y también está presente en otras poblaciones y ámbitos socia-
el conocimiento directo, durante las muhitudinarias mo- les como las barras bravas (inter generacionales), los.fans
vilizaciones y concentracidnes, así como en las asambleas o seguidores de un ídolo ·musical {baladista, rockero o pop
y otros espacios de deliberación y toma de decisiones, se star contemporáneo) o deportivo (un futbolista o un ciclista),
percibe el "halo convivial", una atmósfera de convivencia entre personas que se identifican con un movimiento cultu-
en el que el sentimiento de lo colectivo permea todas las ral, religioso, social o político, Iio necesanamente partidista
actuaciones y expresiones. De esta manera, se hace realidad {veganos, animalistas, feministas,.Jibertarios).
la afirmación de Durkheim en su Sociología de la religión:
"Nos indignamos en comunidad". Esta categoría de "comunidad emocional" también puede
servir para dar cuenta de·otras agrupaciones, sociabilidades
Comunidades emocionales y vínculos presentes al interior de movi~ientos y comunida-
y en situaciones límite des institucionales, en determinadas coyunturas o en torno
a acontecimientos apoteósicos de movilizació:µ. También
Por otro lado, en el eo~texto de las grandes urbes contempo- para algun,as experiencias religiosas yespirituales actuales
·ráneas, donde la masificación, el consumismo, el anonimato que intencionalmente generan ambientes, ceremonias y
y_ la soledad personal, caracterizan la vida cotidiana de miles celebraciones para exaltar este clima emocional, es el caso
de sus habitantes, emergen otros "modos de estar juntos" de muchas iglesias neo, pentecostales y grupos que profesan
marcadas por fuertes e intensos lazos afectivos en torno al . nuevos referentes confesionales.
consumo cultural yreligioso. Dentro del primer caso, est¡\n
sumaménte. documentadas las sociabilidades y comunidades.
estéticas propias dé las culturas juveniles; incluso, se ha lle:
93
Maffesoli, M., El tiempo de las tribus, Barcelona, Ikarla. 1990.
-gado a utilizar la expresión "trilms urbanas" para nombrar 94 I!,úiem.
86 Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento

Por otro lado, re_conocemos otras emergencias comunitarias instituyente, el magma efervescente de lo social99 , Tales
en algunas situaciones adversas originadas por una catás- momentos o situaciones de efervescencia social ysolidaridad
trofe o tragedia colectiva; este ha .sido el caso de los terre- son denominados por elantropólogo Turner'ºº "comunitas",
motos de Ciudad de México en 19859s y Armenia en 199996, categoría que antepone a "estructura" ,lo instituido, lo orde-
ll!- explosión de un gaseoducto en Guadalajara en 199297 y nado, Es también lo que el sociólogo Francesco Alberoni1º 1
las inundaciones y derrumbes ocasionados por el fenómeno denomina "estado _nascente" o momento creativo de la vida
de la niña en Colombia en 2010 y 2011. Ante fa magnitud de sócial, pero que el poder siempre buscará controlar, insti-
los problemas, que dejó a la intemperie a miles de personas, tucionalizar.
dejando en suspenso momentáneamente la~ jerarquías so-
ciales, se~activaron _entre losafectados vínculos y acciones Confluencias comunitarias
de solidaridad y mutua ayuda, especialmente allí donde se en el movimiento neo zapatista
habían vivenciado modos de vida o relaciones comunitarias.
Como hemos señalado, la distinción hecha entre diferentes
En estas situaciones límite que desnudan la condición hu- experiencias de comunidad.en América Latina -aircestral~s,
mana y que obligan a ser humildes, activan valores, prác- urbanas, intencionales, de lucha, emocionales- tiene más
ticas y víncul,os comunitarios, más allá de las diferencl.as y una pretensión analítica y didáctica, pues en la reali~ad
distancias sociales y culturales que le anteceden, Fue así_ histórica se combinan y articulan; en la práctica, no son
como en el caso de los terremotos mencionados se formaron excluyentes y existen muchos casos donde estos modos co-
brigadas voluntarias_para: proteger sus bienes de posibles munitarios se articulan y se potencian mutuamente. Es el
saqueadores, para buscal" a los desaparecid~ o para preparar caso
·~ del movimiento zapatista, cuyas bases son comunidades
y compartir los alimentos; incluso, para el caso de México,
\
indígenas y campesinas, las cuales han generado sus propios
este vacío del póder· institucional posterior a la catástrofe procesos organizativos y donde cuentan con una fuerte pre-
generó una sensación de autonomía para gestar acciones y sencia de una iglesia liberadora; así mismo, el movimiento
asociaciones autónomas delp9der estatál98 • ha creado sus propias comunidades en lucha, propiciando
la existencia de redes solidarias a partir del uso_ de nuevas
Estas situaciones en las que hay un vacio o insuficiencia tecnologías de comunicación e información.
institucional y donde los mecanismos de control se quedan
cortos, crean un vacfo que posibilita la emergencia de lo El 1 de enero de 1994 hizo presencia pública. mundial el
" Monsivais, C., Entrada libre. Crónicas de la sociedad que se organiza. México,
llamado Ejéréito Zapatista de Liberación Nacional, justo el
Editorial Era, 1987. día
. en que el presidente de México firmaba el Tratado de
' '
96 Torres, A., ÚJ co;,.unitario en tiempos globalizados. Administración y desarrollo 37,'
Bogotá, ESAP, 2001. 99 Castoriadis, C., La inftituci6n imaginaria.de la sociedad. Traducción de Marco-Aurelio
"' . Reguillo, R:, La construcción simb6lit;a de la ciudad. Sociedad, desastre y Galmarini_, Buenos Aires:, Tusquets, 2003.
comunicación. Guadalajara; !TE.so, 1996. iOQ Turner, Víctor, El proceso ritual. Eitructura y-anti.estructura. Tau'rus, Madrid, 1998 .
" Monsivais, op. cit. 101 ·Alberoni, F., Movimiento e instituctón. Madrid, Editora Nacional, 1984'.
88 Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento 89

Libre. Comercio eón los Estados Unidos. Miles de indígenas están formados por ciéntos de miles de personas, mientra
armados se tomaron,simultáneainente siete de las cabeceras en otros sólo sobreviven unas cuantas familias.
municipales del Estado de Chiapas, al sur del país; a partir
de l!Se acontecimiento, que el gobierno no dudó en desca- Chiapas se caracteriza por una enorme diversidad geográfica,
lificar y, por supuesto, en reprimir, la opinión pública fue económica, social y cultural; tal divérsidad impone acercarse
conociendo que detrás de ese ejército estaba un profundo a la realídad chiapaneca a través de sus nu~ve regiones: Cen-
y sólido movimiento de base indígena en formación desde tro, Altos, Costa, Soconusco, Fronteriza, Frailesca; Sierra,
una década atrás y cuyas raíces histó~cas se remontaban a Selva y Norte. Estas regiones agrupan 111 municipios, de los
la resistencia a la conquista española. cuales 58 concentran 30 por ciento y más de hablantes de
' lengua indígena. En algunas regiones se han dado impor-
En este apartado no haremós un recúento del itinerario tantes flujos migratorios a otras zonas del estado, formando
recorrido por el neozapatismo mexicano, asunto muy bien nuevos asentamientos, como es el caso de la Selva Lacando~
documentado 102 sino a relevar el lugar que han ocupado na, el Soconusco y la región Frailesca.
en sus antecedentes, gestación, desarrollo y proyección,
los referentes comúnitarios, rela.!!ionado con el reconoci- Este panorama demográfico y social de.la población indígena
miento de las comunidades indígenas chiápanecas como en el país y en el estado chiapaneco, nos sirve para enmarcar
su base social, así como otros procesos sociales y políticos la emergencia de este singular movimiento social ypo!ítico,
que configuraron sentidos comunitarios que el movimiento dado que, por lo menos en su territorio de acción, los pueblos
zapatista resignifiea. originarios ·sobreviven, están organizados y actúan como
comunidades. Como lo sintetiza Villoro 103 :
México está constituido por una diversidad de pueblos y
culturas, entre los que se encuentran un conjunto de pobla.: "Su sustento económico, la tierra, no es apropiable indi-
dones diferenciadas del resto de la sociedad n,acional y que vidualmente, no es una mercancía, sino un bien común,
· se han denominado pueblos Indígenas. Al comenzar el siglo el trabajo colectivo es muy importante, al igual que el
XXI existían 59 pueblos distintos que en su conjunto suman disfrute de todos e~ la fiesta; la relacióncon los otros
un total aproximado de 10 millones

de habitantes,
'.
es decir' . .
implica reciprocidad de servicios: el tequio, el cumpli-
cerca del 8% del total de la población nacional mexicana. miento de cargos, son servicios desinteresados a los que .
Algunos de estos pueblos. Indígenas se encuentran concen- todo individuo está obligado; en correspondencia, todos,
trados en un territorio relativamente compacto, mientras. ante sus dificultades, son objeto de awda colectiva; en sus
otros se hallan dispersos en-muy distintas regiones. Algunos sistemas de cargos las autoridades ocupan una función
102
Gadea, C., Acciones Colectivas y modernida.ri global. El movimiento. zapatista;
por tiempo limitado y no perciben remuneración alguna;
· ToJuca,. Universidad Autónoma del Estado de México, 2004; Aguirre Rojas, C., , por el contrario, a menudo gastan en el .servicio su escaso
Manda.r obe_deciendo. Lecciones políticas del neozqpatismo mexiCano. México DF,
Contrahistorias ,. 2008. 103 Villoro,Luis,.op·.cit .• p.29
90 Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento 91

patrimonio. Las decisiones se toman en asambleas, en bases campesinas de una región geográfica más amplia que,
las que participa toda la población, moderadas .por· Ún la habitada. por las comunidades locales.
consejo de ancianos".
Así, además de las habitt¡,ales asambleas ejidales (de cada
Es sabido que el actual zapattsmo mexicano, es el resultado comunidad), se realizaban "asambleas de delegados" de
de la confluencia entre una vanguardia mestiza de orientación los diferentes ejidos, en losque trataban problemas de una
· insurrecciona} y un campesinado indígena maya que viene cobertura más amplia, debatiéndose asuntos más políticos
constituyéndose desde la década de los sesenta a través de como la crítica a las medidas estatales de diverso orden y la
múltiples formas organizativas autónomas al régimen priista. necesidad de una organización campesina. independiente de1
Estas dinámicas comunales y autonomistas estánasociadas a PRt Se formaron así. organizaciones de tercer nivel como
dos éxperiencias muy significativas; en primer lugar, el trabajo la C!OAc y la ARie que agrupaban varias uniones ejidales y
eclesial y pastoral desarrollado por la Diócesis de San Cris- que agrupaban y movilizaban ¡niles de campesinos. D~ este
tóbal de las Casas, liderada por el obispo Samuel Ruiz desde modo, estas uniones de uniones de ejidos representaban.en
la década de J960. Don Samuel, a la luz de la renovaéión del la décac;ll:\ de los 80 un tejido asociativo, en el cual también
cristianismo católico impulsado por el Concilio Vaticano 11, se apoyaría el movimiento zápatista.
buscó acercar los saberes y tradiciones religiosas indígenas a
las posiciones más avanzadas de la teología de la liberación, Solo ello puede explicar por qué decisiones estratégicas, como
además de promover la formáción de una gran cantidad de la del levantamiento indígenayvisibilización póblica del Ezt.N
agentes de pastoral indígenas (más de 400 diáconos y 8.000 fue tomada a través de asambleas comunitarias a lo largo de
' ' '

catequistas), quienes predicaron este sentido liberador del todo el año 1993. También fue en asambleas comunitarias
evangelio y promovieron la organización autónoma de' los llevadas a cabo en las comuni,dades indígenas tzotzilés, tzelta-
pueblos indígenas; muchos de estos líderes, pasaronluego a les, tojolabáles y choles, donde el movimiento zapatista tomó
ser cuadros importantes dentro del zapatismo, las decisiones estratégicas en los años siguientes y hasta el
presente, como el aceptar el cese al fuego promovido por la
En segundo lugar, desde mediados de la década de 1970 se sodedad civil mexicana, sei:itarse en la mesa de diálogo.con el
inicia un procesó de organjzación carppesina orientado a gobierno, marchar a la ciudad de México en varias ocasiones,
la construcción de poder popular y autonomía política con promover la Otra campaña, crear los munidpios autónomos
respecto al Estado priista. Un proceso en el que confluían la y luego los caracoles zapatistas, etc.
labor de los catequistas de la Diócesis promoviendo la unión
entre vecin9s y poblaciones en torno a problemas comunes, Un etnolingüista que vivió muchos años ert comunidades
y la presencia de activistas sociales y políticos de izquierda, tojolabales en Chiapas, describe así una asamblea en un
confluencia expresada en el impulso de las "uniones de eji 0 poblado: "En la asamblea todos toman la palabra y discuten:
dos" -permitidas por la ley de crédito ruraí- que agrupaban al final de la discusión un anciano ixi.terpreta y resume la
92 Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento 93

decisión a que se ha llegado. Anuncia: "nosotros pensaras y limitado donde todos pueden participar cotidianamente de
decidimos ... " Es decir, nosotros somos iguales y el anciano, las mismas tareas.
gracias al hecho de tener corazón ya, intuye nuestro pensar
comunitario y lo anuncia. Se ha logrado un consenso expre- Además, el movimiento zapatista también puede ser inter-
sado por la palabra Nosotros". Esta dase de asambleas·nos pretado por su "inclinació1;hacia la comunidad". Esta es una
demuestra la intersubjetividad· en acto. Es la comunidad de las hipótesis del sociólogo uruguayo Carlos.Gadea106• En
que vive gracias a la participación de todos y cada uilo"i0 4. efecto, este investigádor ~ostiene que la rebelión indígena de
Chiapas, puede serleída como una acción colectiva con una
Cuando los actuales zapatistas, recogiendo un lema tradi- base y un ho.rizonte comunitarios. Este "retorno a la comu-
cional en los pueblos indígenas, hablan de que l~ autori- nidad" no es la expresión de un "retrainiiento comunitario",
dades deben "mandar obedeciendo", se refieren a este tipo ni una especie de "fundamentalisnw comunitarista", sino la
de vivencia de una comunidad en ejercicio. Perp ese ideal representación de un "retomo" hacia el elemento identitario
comunitario no sieiupre se realiza... En estos últimos años el que dio origen al neozapatismo: lo indígena,
movimiento de restauración ele la comunfdad está.en obra.
Frente al individualismo de la mentalidad liberal, contra la El movimiento zapatista ha sabido valorizar en su actuación,
idea de una sociedad resultante de la lucha entre intereses aquella estructura comunitaria de resistencia, para, de esta
particulares, ese ideal proclama la supeditación del benefi- manera, aclquirir una identidad más definida, canalizando
cio individual a un fin común: "Para todos todo, nada,para una serie de demandas indígenas que estallan en el esce-
nosotros". En eselema zapatista podría resumi~e el ideal nario nacional y global. Este "retorno" esta simbolizado en
del comunitarioindígena10s. un proceso complejo de movilizaciones· donde el "nuevo
liderazgo indígena" (que recibieron educación y no optaron
Esta fuerza de la comunidad enel proceso zapatista está rela- por quedarse en las ciudades, volviendo a sus com~nidades
cionada con que, al igual que en los An<;les suramericanos, 1as de origen), el dinamismo programático y novedoso de las
formas de vida y los valores de las comunidades descritas se organizaciones campesinas y la recuperadón que las comu·
a
repimit~n a muchos siglos. Corresponden una c¿ncepción nidades han hecho de sus "tradiciones" como un camino de
anterióral pensamiento moderno, al que se opone. El traba· resistencia, diseñan un ambiente realmente importante de
·jo colectivo en el campo exige cooperación, igualdad entre "recuperación" de la identidad comunitaria107.
todos, ayuda mutua, lo que demanda un contacto personal
entre todos los miembros de la población. La comunidad En México, el "indigenismo" como política de gobierno es
agraria está arraigada en un suelo, restringida a un territorio una acción diseñada e instrumentada por los no indígenas

106
Gadea, C., Acciones colectivas y modernidad g/~bal. El movimiento 'zapatista, Toluca,
104
Ibfd., p. 30. Uruversidad Autónoma del E~tado de México, ,!004. ·
'°' Ibídem. º'
1
Jb(d.,.p. 188.
94 Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento 95

con el objetivo de "asimilar" a los· indígenas a nombre del Luchas por la.defensa de lo común
·desarrollo, los valores universªles, lamodernidad y "la
mexicanidad" a la nación mexicana.. ; No obstante, las luchas Un tipo de luchas sociales que han alcanzado gran relevancia
indígenas que actualmente se presentan han tenido, ya sea en las últimas décadas1 y que a su vez incorporan un nue--
ideológica como institucionalmentl;l, un fuerte cuestiona- vo sentido de lo comunitario, han sido las protagonizadas
miento al "indigenismó", al situar la demanda de autonomía por poblaciones de variados territorios del continente en
como iniciativa que modifica el terreno de discusión sobre contra de diferentes formas del extractivismo depredador,
la "cuestión indígena": En este proceso, el neozapatismo ha incrementado con las políticas neoliberales que han repri-
sido un.factor catalizador y amplificador de las demandas marizado la economía de nuestros países. Si bien es cierto
indígenas, ·de las necesidades de "un nuevo pacto entre el que la depredación y el despojo hlln sido c.onsustanciales
Estado yel mundo indígena". El neozapatismo, entonces, al capitalismo desde sus inicios (recordemos el despojo de
reafiza-una especie de ''retorno a la. comunidad" como un tierras comu°nes en la Inglaterra en los siglós XV y XVI, y
viaje hacia su c,¡¡tidianidad, como unalucha pór el recono- el saqueo de oro y metales preciosos en América entre los
cimiento a la' "diferencia cultural"1º 8 • siglos XVI ... XVIII), en la actual etapa de acumulación capi~
talisfa., el extractivismo se ha recrudecido al incorporar al
Esta presencia, vigencia y potentja de la comunidad como un mercado -además de los hidrocarburos; µietales preciosos
elemento constitutivo del movimiento zapatista, no riñe con y otras materias primas industriale.s- otros elementos de
el eficaz uso de herramientas mediáticas. como el internet, la naturaleza como los sistemas· hídricos, las selvi~, los
'tanto para desarrollar un potencial comunicativo y simbólico páramos y metales para las n\levas industrias tecnológicas.
sorprendente, así como para posibilitar el nacimiento y forta-
lecimiento de comunidades virtúales que simpatizan con él. Por ello, y con. la complicidad de los gobiernos, empresas
Estas ciber-comunidades, han sido decisivas en la resistencia privadas ocupan territorios in~igenas y campesinos, para
de este movimiento con una bllse social localizada, pero con despojarlos de bienes que se consideran comunes y·sagrados
un campo de acción "global". Así, el neozapatismo a la vez para la reproducción de su vida sociaL Este neo-extractivis-.
que se concentra fortaleciendo las comunidades rebeldes lo- mo ha g~nerado un nuevo tipo de tensiones que van más allá
cales que le dan su seµtido primordial, también se amplía; es de lasluchas ambientalista~ y que algunos denominan ''con-
decir, se ch'suelve en una más amplia, deslocalizada y global flictos socio-ambientales", dado que enfrentan a poblaciones
comunid~d de simpatizantes a escala mundial, que no sólo que comparten un territorio con los intereses de la alianza
actúan.en sol.idaridad con aquellas, sino que declarándose capital-Estado, En efecto, alo largo y ancho de Latinoamé-
''zapatistas" enarbolan sus propias demandas y proyectos, rica se presentan centenar-es de conflictos sociombientales,
que se relocalizan en diversos lugares del _planeta. ocasionados por proyectos extractivistas e hidroeléctricos, o
de privatización de bienes comunes; comunidades indígenas
'
108
lbúi., p. 190 y campesinas, así como habitaqtes de pueblos y ciudades,
96 Alfonso Torres Carrillo <:ómunidad·en movimiento 97

se ~ovilizan en defensa de páramos, bosques yselvas, otros Navarro112 , estamos frente a unas luchas por lo común que
protegiendo ríos, lagunas y playas. desestabilizan la acumulación de capital y prefiguran nuevos
horizontes de vida comunitaria, alternativas a las impuestas
A la vez, estos conflictos incorporan una nueva bandera al por el capitalismo. Como también lo han asumido procesos
movimiento social: la defensa de los bienes comunes, o como organizativos como el Movimiento social por la vida y de-
otros denominan, a nuevas luchas por lo común•09, En efecto, fensa del territorio (MOVETE), cuando .además de defender
las luchas locales contra esta ofensiva extractivista convocan ·los territqrios campesinos del oriente. antioqueño frente
diferentes sectores de la pobla:ción afectados, generando .· a diferentes modalidades de extractivismo, promueven el·
alianzas en algµnos casos pluriclasistas y agendas com~das fortalecimiento de procesos comunitarios autogestionarios,
contra esta apropiación ilegítima de lo que consideran un bien deeconomia campesina y de cultura local113,
común que sirve a todos; ejei;nplos de ello han sido los movi-
mientos contra la constmcción del proyecto hidroeléctrico El
Quimbo (Dussán:)110 y por la defensa del páramo de Santurbán.

En algunas experiencias, como la de los pueblos indígenas


y algunas comun{dades campesinas, esta defensa posibilita
que afirmen la autonomía o soberanía sobre territorios y 1

despliegueri proyectos de vida comunit_aria. En estos casos


estamos frente a un choque entre dos racionalidades: la
potenciadora de la acumulación capitalista, -con su exalta-
ción de lo individual, lo privado, el mercado y el lucro, y fa
·que impulsa
. la cultura comunita¡ria,. con ·su defensa de lo
colectivo, la cooperación, la solidaridad y la ayuda mutua.

Esta "guerra de dioses" trasciende el plano del sentido, al


encarnal1se en relaciones, prácticas e instituciones sociales
opuestas. En este caso, para autoras como Gutiérrez111 y
r09 Federici, S.;l,a revolµciónferhinistá iriacabada: mujeres,"reproducción socialy,fu<;:has
por lo común. México, Escuela Calpul!i, 2013; Navarro, M. N., Las luchas por lo.
común. Antágonisnw socia¡..c'ontrá el despojo capitalista de los bienes naturales en
México. Puebla, BuAP - JRA, Bajo tierra ediciones, 2015. 112 Navarro, M. N., Las /uchás por lo co,,;ú~. Antagonismo sociaicOntra el despojo
!'lo Dussán,'M., El Quimbo. Extractivismo, despojo, ecocidio y resistencia,BOgotá, Planeta capitalüta de los biénes naturales en Méxjco. Pue~la, BIJAP ": JRA, :llajo tierra.ediciones'
paz, AsOQUJMao, 2017. 2015.
111
Gutiétte~ .. R:.Horizonte comunitario-poputar;Antagonismo y producción de In común 113
MoVETE, Memnrias y resistencias: las. luchas po'r la· vida y la defeñsa del territorio en
en América Latina. Cochabamba, SocEE, 2015; el Óriente antioqueño. Medellín, Editorial Perifer_ia, 20!8: .
99

3.· La comunidad y lo común en el


pensar. crítico latinoamericano.
. .

A pesar de la perseverancia, reinvención permanente y crea-


. !!iÓn de modos de vida, prácticas, vinculos'y sentidos de lo
comunitario en diferentes poblaciones y espacios sociales
' en la región, sorprénde que la tradición de investigación y
pens~ento crítico latinoamericano no le prestara atención,
convirtiéndola en campo problemático de producción con-
ceptual, lo que.soló sucede, básicamente hasta el presente
siglo. Salvo las reflexi1;mes de Mariátegui desde Perú y Flores
Magón desde México -al reconócer la singularidad de los
pueblos indígenasysus.formas deorganización social como.
referentes íneluclibles en la construcción del socialismo-, la
comunidad fue un tema ausente en la agenda intelectual de
la izquierda intelectual durante el siglo XX._

Por otra parte, si bíen es cierto que la.s reflexiones sobre


comunalidad por parte de los intelectuales oxaqueños'Flo-
riberto Díaz y Jaime Martínez Luna se iniciaron a finales de
la década de 1970, en un primer momento circularon en un
ámbito local y sus publicaciones impresas son posteriores
al año 2090, con recepción y eirculáción en ámbitos más
amplios más bien reciente y con impacto entre públicos más
activistas; la academia estable~ida ha mostrado indiferencia
o abierta descalificación frente a estas valiosas construccio-
nes cónceptuales y práctica,s no coloniales.

Ya en el siglo XXI identificamos la emergencia de algunas


e
líneas de discusión investigación en tomo a la comunidad
100 Alfonso Tórres Carrillo Comunidad en movimiento 101

y lo común. Una primera, representada por intelectuales ferentes luchas sociales contemporáneas en el continente la-
marxistas que buscan en la obra de Marx referencias concep- tinoamericano. Vale la pena señalar que.estas elaboraciones
tüales sobre la comunidad y su pertinencia para interpretar han provenidq de su doble condición de militante política116
algunos movimientos sociales y p~líticos114 • Por otro lado, . y de intelectual (matemávca, filósofa y socióloga), lo cuál se
se viene configurando un horizonte interpretativo en torno evidencia ~n el modo como ha construido sus aportes, en el
a los' conceptos de entramados comunitarzos y producción que convergen su lectura juiciosa de las luchas y procesos
de lo común, creadoS por la investigadora mexicana Raquel populares, con su diálogo heterodoxo con autores de la.trae
Gutiérrez para comprender y potenciar diferentes luchas dición teórica crítica.
comunitarias. Por último, unos investigadores colombianos
retomai;ila discusión sobre lo común y lc:is comunes, genera- Aunque su primera publicación sobre el tema data de :;2001,
da en Nürteaméricay Europa, para resignificarla en función· es a partir de 2015, a través de diferentes publicaciones, que
de,_abordar las luchas por.lo común en la actüalidad115, plantea y desarrolla -junto con sus colegas del Posgrado
en Sociología de la B~nemérita Universidad. Autónoma de
En este último capít4lo nos referiremos a las dos últimas Puebla-', sus planteamientos acerca de lo comunitatjo y de
perspectivas, dada su novedad y pertinencia para compren- lo común. En primer lugar, su libro "Horizonte comuni-
dei: y potenciar las luchas comunitarias y en defensa de lo tario-popular" publieádo en 2015 en Bolivia y en 2017 en
común, presentadas en los capítulo~ anteriores. FiI).almente, España, .reúne un conjunto de textos escritor. entre 2011
sintetizo mis construcciones conceptuales acerca del retorno y 2014, que "comparten la preocupación por entender las
.crítico y emapcipador a la comunidad desde América Latina. formas de la política y lo político que se practican y piensan
desde abajo"117•
Entramados comunitarios
y producción de lo común Para la temática que nos ocupa, la autora asume el ho.rizonte
comunitario popular como una perspectiva civilizatoria,
.Como fue indicado al inicio del capítulo, corresponde a la -expresada en la oleada de movimientos y levantamientos
producción investigativa y conceptual de Raquel 'Gutierrez; indígenas, can;ipesinoi; y urbanos iniciado desde el año
el eje referencial de esta perspectiv'ii, o como ella misma lo ,2000, opuesta al horizonte. capitalista y estatista ¡igenciado
nombra, este horizonte político interpretativo que reivindica 1" Como estudiante de la IJNAM perteneció ;(movimientos de solidaridad con El salvadm;
lo comunitario y lo común para coi;nprender y .potenciar di- viajó a Bolivia en 1984 en donde, junto a su esposo Jaime García Linera, acompañó
114
. . la insurgencia de las comm¡idades aimáms y quechllllS, articulándose con sin!Íicatos
García Linera, A., Fonna valor y fonna comunidad. Lo._Paz, Clacso - La Muela del mineros y cocaleros. Fue cofundadora del IJíército Guerrillero Tupac Katari (EarK),
D ..¡,, ~009; "lntroduéción al Cuaderno. de Covalevsky", ~n Marx, C. Escritos sobre orgs.nización politico-milii<I¡- principalmente I\Ímllfa, entre 1986 y 1992, cuando fue
·dad ance.rrral, La Paz, Vicepresidencia del EswfoPlurinacional, 2015 y cletenida. Estuvo en la cárcel hasta 1997 y ai volver a 1á libertad retomó su aotivismo
o ..ru .. , "; terca comunidad. México, ,¡iaimscrito fotocopiado, 2015. social; en el 2000 participó del levantamiento popular-coínu¡litario conocido coi,no
m Jiménez C. y Pnello-Socarrás,J., "Las disputasen torno •·lo comú11", en: liménez, C. Guerra del agua en Cochabamba. Reµ,mó en ZOO! a Méxicb donde, además de sus
y otros: · éomún: alterlJlltivas polfticas desde la diversidad, Bogotá, Planeta Paz - proyectos académicos asumido con más ímpetu su militancia feminista.
0XFAM, 20Í7. 117
GÓtiérrez, R.,Horizonte comunitario~popular .... , op. cit., p.11.
102 Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento 103

porlos gobiernos de los países, tanto de derecha como los común no debe verse como algo dado, sino, ante todo, como
progresistas. Esta vertiente popular comunitaria se puso en una acción colectiva que se produce, reproduce y reactualiza
_movimiento en Bolivia para "establecer un límite al despojo permanentemente"9.
de determinados bienes y recursos comunes" y desde esa
experiencia generalizar la reapropiación de otros bienes En el mismo sentido, Min_a Lorena Navarro'"° ubica esta
comunes y otras riquezas públicas. Dichas luchas, también producción de lo común en el contexto de las contradiccio-
pueden verse como una búsqueda comunitaria ypopular por .nes y conflictos del capitalismo, y que expresalos límites del
recuperar y conservar o reconstruir sus territorios. capital para mercantilizar la totalidad de lo social. Así, lo
común es una categoría crítica q1,1e evidencia la incapacidad
Desde este horjzonte comunitario se piensa y hace la po- totalizante del capital y visibiliza la capacidad de las luchas y
lítica de una manera diferente al establecido por el canon vínculos colectivos para hacer posible la reproducción de la
occidental estado'céntrico e identificado eón la democra- vida. Por ello, lo común no es una "cosa" sino una relación
cia representativa; las comunidades buscan asegurar la social que da cuenta de las tensiones y conflictos entre el
responsabilización común-sobre los asuntos colectivos, lo capital y actores colectivos que, a su vez, buscan garantizar.
cual requiere disponer de tiempo para deliberar y tomar la reproducción de su vida.
·decisiones; esta política comunitaria de carácte_r asam-
bleístico se éorresponde con las demás estructuras sociales "En este .contexto de antagonismo social, la autora preten-
y culturales comunitarias de los pueblos indígenas, _basadas de rastrear las tramas de conflictividad relacionadas eón
en principios como la reciprocidad y la obligatoriedad de las el despojo capitalista, que generan o fortalecen un tipo de
responsabilidades. - - relación social susceptibles de afirmar o generar un común
sobre la base de k> que se comparte~ 121 • Esta producción
También en esta obra, presenta su concepto de ,;lógica de - de lo común se basa en una racionalidad-emocionalidacl
producción deJo común", entendido como una dinámica de carácter comunitario, que supone sentidos, vinculos y
asociativaparticular y concreta que, por lo general se propo- práctieas que privilegian .el interés común y la cooperación.
ne alcanzar objetivos relacionados con aségurar o proteger
condíci<:mes para la reproducc.ión colectiva, en medi<> de Esta producción de lo común desde.las1 luchas en- defensa
amenazas de. despojo o agravio 118 • Estas prácticas comu- de la vida frente a las amenaza~ de despojo y de mercan-
nita,rias que, si bien su origen puede remitirse a tiempos tilizacion de los bienes cqmunes, es posible gracias a la
remotos, son siempre una actualización creativa de saberes existencia de entramados comunitarios, definidos como
colectivoKParala autora, lo común es contrario a lo privado, "sujetos colectivos de muy diversos formátos y clases, con .
entendido como lo apropiado por alguno en detrimento de
otros; lo común eslo compartido por varios. Pero más aún, lo 119
120
/b(d., p. 92.
Navarro,M. N.,Las'luchas por lo comú'n, op. cit.
ll8 /p(d., p. 90. 121 /b(d.,,p. 26. .
104 Alfonso Torres Canillo Comunidad en movimiento 105

vínculos centrados en lo común y la reproducción de la vida Tales luchas, al desplegarse con fuerza durante décadas,
humana no ceñidos a la valorización del capital" 122• En esta han <lesa.fiado y puesto en crisis, i) la amalgamá de la
misma perspectiva, se define lo comunitario corno "una domin.ación colonialrepubHtana-liberal y la explotación
fQrma de establecer relaciones sociales.de ca-operación en capitalista; ii) 1a estructura de la propiedad· agraria y de
torno a equilibrios negociados y coordinados no exentos de la riqueza concreta que sostiene añejas rela~iones de do-
contradicciones con el fin de reproducir la vida social, dentro minio y tuj:ela política; y iii) la ola de n,novados despojos ·
de los cuales una colectividad asume capacidad autónoma y múltiples de riqueza material y tle capacidades políticas
autorregulada de decidir sobre asµntos relativos a la produc- que introdujo la reacción neoliberal en las últimas déca-
ción mate~al y simbólica; y que, además, en una sociedad das'25.
capitalista, esta manera de reproducci6n de la vida se recrea 2. El estudio de las formas cotidianas de producción y
en una articulación contradictoria' con la fo~a específica sostén de lo comunitario, enfocando la atención "~n la
de organizar la vida social ce.ntrada en el valor de cambio'"3. variopintá y polimorfa manera en que diversos colectivos
humanos, indígenas y no indígenas, se empeñan en luchar
En dos textos más recientes124, sintetizan los lugares de de manera cotidiana y extraorq.inaria para garantizar las
construcción de sus planteamientos acerca de los- entrama- condiciones materiales y simbólicas de su propi~ (re)
dos cómunitarios y la~ políticas comunitarias de producción-- producción, mediante prácticas políticas que llamarµos ·
de lo común. Esta perspectiva crítica que bu~ca construirse producción de lo cornún" 126 •
d~sde la capacidad colectiva de producción de lo común, 3. Estudio de las luchas por defender la vida colectiva frente
como fuerza inmensa de energía colectiva y posibilidades a amenazas y despojos, entendiéndolas como recurrentes
políticas, se nutren de 4 vertientes: luchas por lo común. Documentadas desde Íos centenares
de conflictos socio ambientales que enn:_entan a pobla-
1. El interés por comprender, documentar, apoyar y parti- ciones enteras a empresas privadas -:-múch~s de ellas
cipar. en diversas iuchasindígenas y popu1ares de matriz . transnacionales- respaldadas por los Estados.
comunitaria, principalmente en Bolivia Y; tambié.n en 4. El reconoi;imiento del lugar de las mujeres al interior de
México,·Guatemala, Ecuador, Perú, Chile y Colombia. las tramas comunitarias en clave anti-patriarcal. "Las
luchas protagonizadas históricamente por las mujeres, se
. \22 Gutiérrez, R.,Horizonte comunitario-popular ... , op. cit., pp.. 13-14. regeneran y reactualizan relaciones cotidianll:8 no -'-plena-
"' Gutiérrez, R, y Salazar, H., "Reproducción comunitaria. de la vida. Pe.usando. la
tcansfonnactón social en eJ preSel)te", en Revista de estudios comunitarios-ElApantle. mente- mediadas por el capital ~o por el patriarcado:....,
1,México,2015,p.17. · así corno fo~rnas de producción de ac.:ueydo, que paut;m •
124
9'utiérrez. R., ''Producir lo común:· enb:'am3dos comunitarios y'formas·de lo politico",
en: Gutiérrez, R. (Coor<I.), .comunalidad, trama., comunitarias y producción de lo renovadas formas de obligación· hacia lo colectivo y de
común. Debates contemporáneos desd'é _América 1Atin9, Oaxaca, México: Colectivo garantía de usufructo de la riqueza material compartida
Editorial Pez en'el Árbol, &litorial Casa de las Preguntas, 2018; Gutiérrez, R. y López
C., "Producir lo común para sostener la vida'\en: Gábbert, K. y Lang, M. (editoras),
¿Cómo se sostiene la vi~a en.América wti~a?, Ql)_ito, Abya Yala - Fqndación Rosa ]'5 Gutiérrez, R., "Producir lo común: entramad'\"··:·, 6p. cit., pp ..57-5,8.
126 Gutiérrez, R. y López C., "Producir lo común para sostener ... ", op. cit., p. 391.
Luxemburgo, 2019.
106 Alfonso Torres Carrillo Comunidad.en movfmiento · 107

y cultivada, desafiando una y otra vez la herencia colo- de las relaciones de interdependencia y reciprocidad que se
. nial"127• dan cotidianamente129.

A partir de estas vertientes, y del acumulado investigativo y . Clave .3: La producción de lo común, que se realiza siempre
reflexivo de estos autores en torno a lo comunitario y de lo · cómo actividad de una trama de interdependencia, implica
común, concluimos, sintetizando las,3 claves analíticas que antes que otra cosa, el cultivo, revitaliU!ción, regeneración y
sintetizan sus principales planteamientos: reconstrucción de aquello necesario pata gru;antizar la vida
colectiva, contra y más allá de las separaciones y negaciones
Clave 1: Lo comunitario no es .nt1cesariamente indígena y lo que impone la lógica de despojo y explotación patriarcal
indígena no es necesariamente comunal. "Se propone en- del capital, reforzado por el Estado liberal. y sus formas
fatizar que la clave étnica de análisis no es necesariamente polítiéas: "Desde ahí, nosotras entendemos por entramado
comun.itaria y _que lo comunitario y la capacidad de producir comunitario, entonces, a una específica y sexuada subjetivi-
lo común no necesariamente se fundan en comunidades étni- dad colectiva en ·marcha, cápaz de auto producir renovadas
camente distinguidas"128 • Por ejemplo, en las movilizacione,s formas de interdependenéia con capacidad de génerar ri-
contemporáneas de Bolivia lo comunitario ha,estado en lo queza concreta -bajo alguna de sus formas~ que persevera
indígena, en lo popular y en lo sindical. ' reflexiva y crítioamente para garantizar i) la reproducción
material y simbólica de la vida colectiva, ii) la perdurabilidad
Clave 2: Lo comunitario es una relación social que se practica y equilibrio de los vínculos producidos, haciéndose c:_argo,
y se cultiva, Lo común se produce, se hace entre muchos, también, dé la diferencia sexual"iao,
a través de la generaéión y constante reproducción de Ul)a
multiplicidad de ,tramas asociativas y relaciones sociales Lo común y los comunes. Miradas desde
dj;:l colaboración que habilitan continua y com¡tantemente lo pluriverso y lo contrahegemónico
la producción y el disfrute de una gran cantidad de bienes '
-materiales e inmateriales,-- de uso común. Aquellos bienes En eLcontexto del proyecto Agenda Común p·ara cons-
que.solemos llamar "comunes" -como el agua, las semillas, truir Paz desde los territorios, OXFAM y la ONG Planeta
los bosques, los sistemas de riego de-algunas comunidades, Paz publicaron un: material de estudio tirulado Lo común:
algunos espacios urbanos autogestionarios, etc. - no podrían alternativas políticas desde lá diversidad131 en el cual se
ser lo que son sin las relaciones sociales que los producen. plantean algunas consideraciones teóricas sobre lo común,
Mejor dicho, no p11eden ser comprendidos plenamente al lo comunal y la comunidad, con el propósito de comprender
margen de las personas, de las prác9cas organizativas, de los
procesos de significación colectiva, de los vínculos afectivos, "' Ibíd,, p, 63.
iio Ibíd., p. 68.

.~ ~ J.iménez C. yPuello~Socarrás; J., ''La-s' disputas en .tomo a lo común", én: Jiménez, C.


1 1
127
Gutiérrez, R; "Producir lo común: entramados ... ", op. cit., p. 53. y otros. Lo común: alternativas políticas desde la diversida.d, Bogotá, Planeta Paz·
f2B lbíd., p. 60; 0XFAM, 2017.
Comunidad en movimiento 109
108 .Alfonso Torres Carrillo

la diversidad de luchas y experiencias a nivel mun~l:yna- sobrepasada; consecuentemente, todos los animales perecen
cional, que se oponenala expan~iva lógica de privatización debido al agotamiento del recurso.
y mercantilización de todos los espacios de la vida social. ·
Esta situación hipotética, conocida como la "tragedia de
A partir .de reconocer que muchas de esas luchas que se los comune~i!', conlleva a: que el autor plantee acabar con el
enfrentan.ala universalización del capitalismo enarbolan el acceso a l.os recursos comunes, pues "la libertad de los re-
concepto de lo común como alternativa antisistema, plantean cursos comunes es la ruina para todos"'33. En consecuencia;
la ne~idad'de conceptualizar tal categoría dada la polisemia la solución seria convertirlos en propiedad privada o en una
de su usó. En primer lugar, afirman, lo común no debe con- propiedad pública administrada por el Estado. Tal posición,
fundirse con lo universal, lo'público o el interés general, que funcional a la creciente. privatización contemporánea,. fue
a menudo usan las autoridades para justificar sus políti~. objeto de críticas al suponer que el comportamiento egoísta
Por el contrario, el concepto de lo común se opone tanto a la y aprovechada de las personas fuera universal,
racionalidad capitalista com.6· a la estatal, a menudo aliadas
frente a lo común, los bienes comunes y la comunidad. Desde fines de la década de 1980 la economista Elionor
Ostrom {Premio Npbel de E)CÓnonúa en 2009) va a incors
El primer capítulo Robayo122 los·debates que desde la eco- porar .otra persped:\va. para abordar lo que ella denomina
nomía se vienen dando en torno a lo común. Inicialmente el .los Recursos de uso .común (RUC). Frente al supuesto indi-
planteadó por Hardin (1968) .desde la teoría de la elección vidualista de la rational choice, incorpora la .cooperación,
racional (rational choice), que busca analizar el comporta- la c0nfianza y la reciprocidad como pociones del comporta-
miento económico y social desde premisas i~dividualistas; miento humano, lo que le permite superar el dilema entre
es decir, supone que las decísiones son tomadas por indi- privatización y estatización, pues bajo ciertas condiciones
viduos racionales desde el principio de costó-beneficio. En los individuos pueden establecer acuerdos que ~rmitan una
esta mirada, inventa la historia de UÍl pastizal CUyO USO es gestión colectiva de los RUC. .
compartido entre 11µ grupo de pastores y en el que ca.da uno
tiene un número dado de animales: Los pastores observan Una limitación de este planteamíento, que ella misma consi-
que, a pesar de ese úso, queda suficiente pasto no consumido deró, es que~ viable a una escala pequeña .,-como un bosque
como para pensar que se podría alimentar más animales. común o un sistema'de riego- peto no para escalasmayores; .
En consecuencia, uno tras otro, lo hacen, En algún punto de como las presentadas desde la década. de los 90 a.instancia de
ese proceso de expansión de la explóta.ción del pastízal, la la aplicación de las políticas neoliberales a nivel planetario y
capacidadde éste para proveer alimento para los animales es donde el poder de las grandes empresas nacionales trasgrede
cualquier posibilidad consel).sual y que, por tanto, lleva a la
132
Robayo, A .. "Descubriendo lo común en la biósfera y IQ pJuriverso"'. en: Jiménez, C. gente ala realización de acciones colectivas. Planteamiento
y.otros. w común: alternativas politicas desde la diversidad •. Bogotá, Planeta Paz -
OXFAM,2017. . · 1
m Hardin, G., "The (ragedy of the col)llllOns''. en: Science, Vol 1621/ 3859, 1968. p. 5.
110 Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento 111

que evidenció que la discusión sobre los bienes comunes no y el pensamiento crítico/frente a la inteqsificaci(m y exten-
es sólo económica sino política, dando origen a perspectivas sión de los procesos de despojo, enajenación y privatización·
criticas que se oponen a la expansión sin límite del mercado de lo común y los comunes que caracteriza el capitalismo
Yplantean la posibilidad de autogobierno comunitario para contemporáneo"'ª6 • }\sí, la apuesta por lo común implica
la gestión de esos bienes colectivos':i4. ~na confrontación con el capitalismo, sus fundamentos
y sus prácticas; así-mismo, reconocer en las experiencias
A partir de la autocrítica a los supuestos racionalista e indivi- de resistencia y oposición, u~ horizonte a)ter-nativo para
dualista (horno economicus) de las posiciones anteriores, se ' reorganizar la vida en común· desde principios de justicia,
plantea la necesidad de abordar el tema del común , en '
clavé dignidad y libertad.
comunitaria; es decir, no suponer que las comunidades son
la agregación de individuos, sino cuerpos sociales sostenid()S A continuación, conceptualízan lo común, en oposición a
en una subjetividad no regulada por la lógica del mercado y los procesos expoliadores del capitalismo contemporáneo y
con un potencial 'emancipador; Así, los comunes y la comu- que Da\.'id· Harvey137 denomina acumulación por despose-
nalización serían una altel,"Ilativa basada .en la solidaridad sión. Esta actual ola de cercamiento de los bienes comunes
social en contra de la cultura consumista yegoísta: y ocupación de territorios comunitarios representa una
aménaza para los sectores subalternos, los cuales luchan
Esta reivindicación de la comunidad y una ,crítica al homo- por su defensa. Por ello, lo común es siempre una categoría
geneizador modelo capitalista, antr9pocéntrico y patriarcal relacional, está asociado a una disputa entre la voracidad del
hegemónico, lleva al autor a proponer una perspectiva de lo ·capital y la vida de las comunidades; por tanto, estas luchas
común, entendido como "un horizonte político que funda- son portadoras de sentidos de v'ida y de organización social
menta diferentes prácticas, constituye la base dé subjetivi- no capitalistas.
dades comuner3:s y alientan proyectos que buscan romper
la l6gica del capital desde concepciones de mundo que se También trae:n'a la discusión, las reflexiones hechas desde
sumen desde la eco-interdependencia"'35, movimientos sociales y pensadores críticos latinoameri-
canos. Por un lado, las propuestas comunitarias del buen
r
Por su parte, González Puello-Socarrás, autores del se- vivir,' sumak kausay y del vivir bien, sumak qam,aña; por
gundo capitulo, se plantean el problema de la disputa por lo el otro, los aportes de autores como Prada'38, Zibechi139 y al-
común y la defensa de la vida, desde los movimientos.sociales

134
Bollier (2016); en: Ro)layo ,A., "Descubriendo lo común en la biósferá y lo pluriverso" ,' '" Ibíd., p. 31, _
en: Jiménez, C. _y otros. Lo común: alternativas p.olític_as desde la divétsidad, Boiotá, 137
Harvey, D,, Ciudades rebeldes. Del derecho e¡ l<J ciudad a la revolución urbana. Madrid,
Planeta Paz - OxFAM, 20l7, p. 17: . - Akal,2013. .
B.'!'. RObayo., A., "Descubriendo lo común en la biósfera y 16 ploriverso". en: Jiménez. C. 138
Prada, R., Subversiones indígenas, La Paz, CLAcso, Muela del diablo, 2008:
y Otros. Lo común: alternativ~ pol(ticas desde la diversidad, Bogotá, Planeta Paz , 139
Zibechi, R., Dispersar el poder. Los movimie11toS como poderes anti estatales. Bllenos
0XFAM, 2QJ7., p, 26, Aires, Tinta Limón, 2006.
112 Alfonso Torres Carrulo Comunidad en movimiento 113

gunas feministas sobre el carácter anticapitalista y potencial la palabra "comunitario" adjetivaba diferentes políticas y
i~stituyente de las luchas por lo común en América. Latina. prácticas, muchas d._e ellas. contradictorias; así, muchos de
los programas gubernamentales tenían denominaciones
Rétomándo los límites de la discusión de los economistas cómo desarrollo comunitario, ·participación comunitaria,
norteamericanos sobre lo común, por desconocer la comu- promoción comunitaria; a la vez, algunas de las iniciati-
nidad, reivindican estas estrategias comunales de construir. vas surgidas desde los propias
' .
poblaciones, muchas veces
y defender-lo común propias de los pueblos indígenas an- orientadas por sentidos críticos a las políticás estatales,
dinos, cimentadas en la matriz civilizatoria del Buen vivir también-se autonombraban como comunitarias. Por.otro
bien comunal. S~ sentido y su racionalidad no es la acunm- lado, en la universidad donde trabajo se nombraban como
lación de riqueza ni la mercantilización del mundo, sino la· comunitarias las prácticas docentes que no se desarrollaban
reproducción de vida humana en su hogar social y natural. en. las instituciones escolares; algo ,similar encontraba en
Dicha matriz cultural se expresa en principios como el de otras instituciones de educación superior: lo comunitario
reciprocidad, complementariedád y convivencialidail, los era sinóriimo de lo no institucionalizado.
cuales garantizan la pérvivencía y recreación de la corr,m-
nalidad y .sustentan sus 11.1-chás en su defensa. Así mismo, m~ sorprendía el uso tan laxo dado a la palabra
comunidad para referirse a los más diversos conglomera-
No nos ocupamos del tercer capítulo140 , qrientado ala formu- · dos humanos: comunidad indígena, comunidad educativa,
lación de propuestas educativas, comunicativas y culturales comunidad científica, coniuni:'dad religiosa y comunidad
para "vigorizar la comunidad", su,stenta.das en e' pensamien- nacional. Finalmente, encoritraba que en algunos campos
to andino antes referido, desde el cual señala una ontología profesionale~. como el trabajo social, se mantiene uná defi-
de l.a vida social que reconoce su diversidad, sus asimetrías, nición de comunidad referida a una población que comparte
contradicciones y la fertilidad de .la vida en común. un espacio' físico, lo que desprende supuestas neces~dades
e intereses comunes. Esta mirada· homogéneizante de·
La comunidad ylo común ~n perspectiva comunidad también. es compartida por otras prácticas de
crítica y emancipadora intervención social.

En mi condición de educador popular)' de investigador social Cuando en 1993 me vinculé como profesor de la maestría
compi-orrietido ,con organizaciones y procesos popula,res, el en Educación Comunitaria en la, Universidad Pedagógica
tema de la comunidad y lo comunitario ha surgido' como · Nacional; decidí promover una reflexión con mis colegas
un desafip polític<> e intelectual. pesde mi participación que derivó en un seminario de profesores y en una primera
en grupos y redes de educación popular, encontraba que indagación bibliográfica sobre el lugar de la comunidad en
140
los estudios sociales contemporáneos'; la que dio como re-
Rodríguez M., "La vigorización de·1a ~omunida{r', en: Jiménez, C. y otros. Lo común:
· aÍternativas polfticas desde la diversidad, Bogotá, Planeta Paz - 0XFAM, 2017. sultado un artículo (1997) y en el que identificaba expresio-
114 Alfonso Tórres' Carrillo Comunidad en movimiento 115

nes de lo comunitario en América Latina, así como algunas El punto de partida de nuestras elaboraciones sobre co-
conceptualizaciones sobre comunidad. Luego, durante mi munidad y lo común, es el reconocimiento de la compleja
año sabático {2012) pude realizar una revisión rigurosa de la y variopinta realidad de América Latina, en,la que el capi-
producción bibliográfica contemporánea sobre el tdma que talismo dominante coexiste en tensión con otras formas de
dio lugar al libro El retorno a la comunidad (2014). organización social, ancestrales y emergentes; donde la lógica
mercantil neoliberal no logra subordinar la multiplicidad de
A continuación;- sintetizo el estado actual de mi conceptua- relaciones, prácticas y ~ubjetivid~des qÚe l~ resisten; en la
lización sobre la comunidad como categoría analítica y pro- que las diversas luchas desde y en defensá d~ la comunidad
positiva, que pemúta abordar sentidos, prácticas, vínculos y lo común asumen formas singulares en cada contexto;y en
y procesos sociales de carácter comunitario, y que posibilite la que cobran fuerza un amplio espectro de experiencias de
encausarlos en un horizonte emancipador. Nuestra manera acción colectiva y de asociacionismo en las que se evidencia
de entender lo crítico, reconoce y a la vez desborda a autores la persistencia y emergencia de modos de _vida y sentidos de
y.escuelas reconocidos como críticos (v. g. Mane o la, Escuela lo común no capitalistas.
de Frankfurt); involucra también otras corri~ntes de pen-
samiento y prácticas sociales que cuestionan las diferéntes Aunque es desde la lectura de esta r~alida:d que piensó los
lógicas de dominación y exclusión social, tales como las diferentes modos de estar juntos hoy, así como las luchas y
teorías feministas y decoloniales, la educación popular, la experiencias de vida basadas en la solidaridad, la correspon-
Investigación Acción Participativa, las sabidurías ancestrales sabilidad y el cuidado mutuo, también concreto unajuiciosa
y las luchas sociales. revisión de la literatura clásica y contemporánea sobre la
comunidad,lo comunitario y lo común. Abordado desde una
Así mismo, lo emancipatorio no es asumido en sus expresio- perspectiva crítica, este corpus conceptual me posibilita reco-
nes escatológica, heroica y prometeica de,la liberación plena , nocer algunas conceptualizaciones y reflexiones pertinentes
y definitiva, propias de la tradición.judeocristiana y moder- para dar cuenta de tales realidades, a la vez de resignificarlas
na, ni !;!Ólo en su versión micro-sociológica, subterránea y y reconstruirlas en función de !)laborar un entramado concep-
rizomática tan celebradas en la actualidad; le apostamos, tual, amplio y flexible, que posibilite, por un lado, el análisis de
en términos de Durand141 en una perspectiva sintética, <:le diferentes fenómenos sociales en clave comunitaria y, por el
vincular y agonística;, en empátia con el principio de com- op-o, otorgarsentido a acciones definidas como comunitarias.
plementariedad compartido por el pensamiento andino
y algunas epistemologías contemporáneas, asumimos lo Avanzo así a partir de un balance pa,rcial de estas elaboracip-
emancipatorio como una construcción permanente, sin nes sobre comunidad, lo común y lo comunitario: alrededor
rumbos predefinidos, que articula dinámicas moleculares, de los siguientes tópicos: 1. La comunidad y lo común como
reticulares, desbordantes, disruptivas y acontecimentales. interpelación .y alternativa anticapitalista; 2. Comunidad
141 Durand;G ., La inu¡ginpción simb6lica, Buenos Aires, Amorrortu editores, 2007. como vínculo y sentido inmanente; 3. Comunidad y lo común
Up Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento 11?

como potencia instituyente y 4. Lo comunitario y lo común les y sociales, las tradiciones de trabajo comunitario como la
como políticas emancipadoras. minka andina y el tequio mexicano, la existencia de sistema
de poder y dejusticia comúnitarios'43,así como de símbolos,
1) La comunidad y lo común conío interpelación fiestas y celebraciones comunales144•
al capitalismo
Este sistema comunal o modo de vida "comunalitario",
.Un rasgo común del sentido de la categoría comunidad, además de ser ).In referente de autonomía e impugnación de
desde el momento de su emergencia y en la actualidad, ha los pueblos originarios frente a la racionalidad hegemónica
sido su radical oposición al capitalismo. Sea como mo90 de colonial, mod.erna y capitalista, también ha sido tina fuente
vida, co~o vínculo, como ethos o como utopía, la comunidad de inspiración y aprendizaje para otras poblaciones y colee~
aparece incoµipatible con la lógica, las relaciones y la ideo- tivos hoy sometidos al capitalismo. Ello ha sido evidente en
logía capitalista..Desde Tonrries la comunidad es una crítica algunas regiones de Colombia con campesinos mestizos y de
ética al capitalismo y a sus efectos disociadores del tejido origen afro, quienes asumen y reinventan algunas prácticas
social y de valores comunitarios; también una alt.ernativa productivas y culturales comunales; también en. Colo1:llbia,
a esta racionalidad, a las relacione sociales y a los valores otros movimientos populares han incorporado la minga y
que conlleva: ' otras prácticas culturales de los pueblos indígenas del Caúca.

"Me refiero con ello a su carácter de construcción utópica También, el creciente movimiento en defensa de bienes
.orientada hacia un doble juego: condena y crítica del pre- comunes y. de luchas por lo común, tiene como antagonista
sente, y anticipación de los perfiles deseados de un.futuro principal la voracidad del capitalismo neoliberal, en su afán
donde los "males" del presente puedan vers~, de alguna 'de privatización, mercantilización y financiación de. todas
· manera, superados, contrarrestados o matizados"142 • las riquezas naturales y sociales. es contra esta política del
despojo, agenciada por las grandes empresas transnaciona~·
Ese mismo sentido alternativo al capitalismo es el que enar- les y nacionales con la complicidad de los gobiernos, contra
bolan los movimientos indígenas de América Latina y el que
! 1 . . . ' • las que se lucha y se defiende lo cónlún.
conceptualizan sus intelectuales. Para ellos, la comunidad es
un modo de vida pre éxistente y sobreviviente a la ocupación Por ello, estoy de acuerdo con Bengoacuando afirma que."a
y dominación colonial y capitalista, basadc¡ en la existencia mayor modernidad, entendida como globalización-mundiá.-
:...desde tiempos inmemoriales-' de instituciones y prácticas. lización capitafü,ta, habría mayor necesidad de comunidad".
económicas sociales, culturales y políticas de tipo comunal o En ef~to, elm,omento histórico por el que pasa la huma-
comunitario; sea propiedad colectiva de los recursos natura- ·
142
"' Díaz, F., "Comunidad y comunalidad". Diálogos en acción,.Méxko, 2004.
De Marinis,, "Comunidad: derivas de un concepto a través dé la historia de la teoría
144 Matos Mar, J., Hacienda, comu'nidad y campesinado en el Perú, Lima, Instituto de
sociológica;'. Papeles 1•1 CEtc .Vol. 1, Buenos Aires, 2010, p. 34. Estudios Petuanos,1976.
118 Alfonso Torres Carrillo Comunidad .en movimiento 119

nidad y nuestro continente, ameritan más que un deseo trata de un conocimiento distinto del de las ciencias orien-
de comunidad, una afirmación y proyección de la misma tado por el amor a la sociedad y la conciencfa de pertenecer
como utopía posible. Considero, apoyado en Kemmis, que a la comunidad. "Asi, la comunidad es un sentido común, un
~los ideales comunitarios continúan dando una descripción mundo común, y ciertamente, se sabe que los participantes
significativa y apropiada delo que podría constituir lá vjda pertenecen a la comunidad y no que la comunidad pertenece
colectiva"14s • a los participantes"l46:

2) Comunidad como vínculo y sentido inmanente Este sentido comu~itario es un sentimiento compartido
"dentro de la cual el participante no necesita ya nada más,
Con lo desarrollado hasta_ ahora, podemos afirmar que porque contiene, además de cobijo ysustento, normas, mó-
cualquier población asentada en u'n territorio o poseedora dos de pensar, de sentir, percibir, expresar, experimentar,
de rasgos comunes, no constituye per se una comunfüad. saber, soñar, creer, sufrirymorirse"147• La psicoÍogía comuni-
La emergencia y pervivencia de comunidades humanas yde taria lo 4efine como unacexperiencia subjetiva de pertenenc.ia
vínculos comunitarios, no está asociada ni puede entenderse a una colectividad mayor, formando parte de una red de
como la sumatoria o confluencia de individuos, ni como la relaciones de apoyo mutuo en la que se puede confiar. Los
existencia de propiedades, atributos o intereses comm¡es. elementos que le dan forma a esta valoración interpersonal
Tampoco podemos entender o conceptualizarlo comunitario pueden ser la percepción de 1similitud con otros, el reconoci-
desde lo individual, como lo han puesto en evidencia críticos mi.ento de la interdependencia con los demás, la voluntad de
de la razón moderna como LaSh, Maffesoli,'Nancy y Espo- mantener esa interdependencia dando o haciendo por otros
sito. -Las comunidades no son, ni la suma de individuos, ni ló que uno espera de ellos', qr] el sentimiento de que uno es
la agregación de intereses; tampoco pueden pensarse como parte de µna estructura más amplia, estable y fiable 148 •
entidades unitarias y homogéneas a la manera de·un sujeto
colectivo. D~ este modo, "una comunidad, para serlo, requiere la
presencia de un sentido inmanente de la vida a la cual sus
Lo qúe hace que podamos llamar a un colectivo comunidad miembros pueden pertenecer; si no hay eso, no hay nada"•49.
es la presencia de un sentido inmanente, de un vinculo .Otros aspectos a los que se les suele considerar como un
"espiritual", de una "atmósfera sicológica" que. lleva a que rasgo del vínculo comunitario -como la propiedad común
el sentimiento compartido de un. nosotros que preexiste, ..o convivencia.territorial, el recpnocimientode necesidades
subsistl¡! y predoµiina sobre sus integrantes, Kant la deno- 146
~ernández, P., "El territofii;, inst~táneo. de la comunidad postmodema" ~ en: Lill_don,
A. (Coord.). La vida. cotidianá y su espacio - temporalidad, Barcelona, Anthropos -
minó en su Crítiéa del juicio (Í978) com0 seilsu.s cómmunis, UAM,2000,p. 149, .
entendido por él como el sentido que forma comunidad. Se 147
Ibídem.
148
Maya,, I.;,-"Sen~ido de comunidad y potenciación,comunitaria". Miríada Vol. 2 # 3.
'"' Bengoa, J., la Comunidad perdida. Ensayos sobre identidad y cultura: desafíos de la Buenos Aires, Universidad-del Salvador, 2009.
modernizaci6n,e~ Chile, Santiago, Ediciones Sur, 1993, p. 17. · "' Fernáridez, P., "El territorio instantáneo .. :·: op. cit,.. p.166.
120 Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento 121

comunes o el establecimiento de fines comunes:-, por sí tada o proyectada en una identidad cultural {étnica o no),
mismos no implican comunidad, así favorezcan su ·emer- la comunidad requiere estar generando permanenterµente
gencia y sostenimiento. Esel caso dé las "comunidades de identificaciones ~ntre sus participes. Podemos afirmar que
vecindad", donde la experiencia compartida dentro de un toda corinínidad no está dadá -como un hecho, sino que es
mismo espacio favorece mayor densidad subjetiva de las inaugural: debe garantizar su permanente nacimiento.
relaciones y propicia actitudes y acciones de cooperación,
ayuda mutua y solidaridad: Lo cual no significa que, en 3) La com:µnidad y lo común
todo espacio local, surjan automáticamente comwüdades como potencia instituyente
o se les pueda equiparar coino tales, coi:no en los conjuntos
residenciales donde la cercanía :física no siempre garantiza La comunidad y lo común no son cosas o instituciones da-
vínculos comunitarios. das de·una vez para siempre. Deben producirse, crearse y
recrearse permanentemente. Este cárácter naciente de la
Por otro lado, también podemos afirmar que este ethos comunidad es el que reivindican áutores como Alberoni151 y
convival que da sentido y cohesión comunitario casi siem~ Turner';2·qúienes retoman la categoría communitas para dar
pr\l busca "territorializarse", en el sentido de construir o cuenta de una tensión que caracteri:¡1a tod_o proceso ll()cial en
asentarse en "lugares" (físicos o virtuales) permanentes o momentos de caos, de efervescencia social Y1de energía crea~
transitorios, como es el caso del hogar para las comunidades tiva. Estas ideas convergen con las de Cornelius Castoriadis153
de sangre, los altares, los sitios sagrados para las comuni- · en torno al imaginario instituyénte e imaipnación radical.
dades religiosas y los espacios de encuentro, celebraéión y
movilización de. las comunidades
- emocionales
. '
e intenciQiia- Álberoni<S4' i.deritifica comunidad
.
c;on ''estado .naciente" y lo
. .

_-les: los fans de un ídolo artistico, los hinchas de un. equipo encuentra en experiencias de déscubrimientoy revelacíón,
deportivo, los militantes de un movimiento. social, tienen en la emergencia de alternativas a lo cotidiano; dicho estado
. lugares emblemáticos. trae aparejados la reestructuración del poder y el ijesgo, El
estado naciente no es momentáneo, es un proceso·através
Asumir este "halo convival" 1s0 como condición de la exis-
. . . 1 del cual un colectivo "explora las fronteras de lo posible,
tencia de las comunidades y víncu1os comunitarios, permite en el i.ntento de realizar ·1a nueva solidaridad y la nueva
afirmar que estos no necesariamente implican.identidades, -experienéia"1ss. En esa búsqueda aparecen las certezas; los
creencias y pensamientos unítar,ios'. Una comunidad puede métodos adecuados; las estrategias idóneas; de ese modo,
entenderse como convivencia plural de sujetos singulares
o peculiares que se está permanentemente produciendo a 151
Alberoni: F., Movimiento e institución; Madrid, Editora Na~iopal, 1984.
partir de la creación y recreación de la intersubjetividad que 1s2 Tu.roer, Víctor, El proceso rituá/-. ,Estrúctura y antiestructura. Tauros, Madrid, 1988.
is; Castoriadis,C.,La i11sritución-imaginaria de la sociedad. Traducción de Matco-Aurelio
mantiene vivo· el sentimiento que los une. Más que susten- G.almarh1i,- BuenoS Aires, Tusquets, 2003.
iS4 -Alberoni, F., Movi,:niento e ... , o[}. cit., p. 50.
''° Maffesoli;·M.,EI tiempo de las tríbu~,.Barcelona, Ikaria, 1990. "' lbúi., p. 237.
122 Alfonso Torres Carrillo Comunidad en movimiento .123

el estado naciente es sustituido por la institución. La insti- una creación; así, toda organización socialha sido produ-
tucionalización sustituye al movimiento, hasta que surja un cida por lo imaginario instituyente; sin embargo, éste no
nuevo proceso instituyente. se corresponde ·plenamente con dicha realidad, sino que la
. ' desborda dado su carácter magmático; es decir, es Un flujo
Por su parte, el antropólogq Víctor Turner'56 retoma esta constante de crea.;ión de sentidos, los cuales, así como tie-
tensión bajo la oposición entre estructura y·communitas. Al nen la capacidad de cristalizarse en instituciones, también
estudiar los ritos de paso identificó tres fases: una preliminar posée la potencialidad de desbordarlas, de cuestionarlas e
que corresponde al estatus que el neófito va 'a abandonar; imaginar nuevas; a este poder instituyente del imaginario
una etapa intermedia, donde se produce la metamorfosis social Castoriadis lo denomina "imaginario radical" que está
del iniciado, llamada liminál o de margen; y un último mo- en la base de toda praxis instituyente:
vimiento en ei'que el pasajero se acomoda a un nuevo lugar
en la organización social. La fase y el personaje liminales De este modo, para Castoíiadis, el concepto de imaginario
implican una situación extraña, indetetmina'.da. Turner llama radical permite comprender el dinamismo histórico por fuera
a esa situación interestructurat El transeúnte ritual no tiene de los esquemas determiñistas de causa-efecto. Se deb~ con-
nada: ni estatuto, ni propiedaa, ni signos, ni rango que lo . templar el hnaginario social en sus dos dimensionesí el de ima-
distinga de quienes comparten su situación. Actualmente, ginario instituyente y el de imaginario instituido. 'El primero,
esta condición de transeúntes la, ostentan personajes· como esla obradel colectivo humano qua crea significaciones nuevas
los inmigrantes, lo~ adolescentes, los enamorados, los artistas que subviertén las form~ históricas existéntes; el segundo, es
y los outsiders, en general. el producto de la Óbra creadora: el conjunto de instituciones
que encarnan esas significaciones (normas, lenguaje, técni-
Este sentido instituyente de la comunidad coincide_ con los cas...), lo que da unidad y estabilichi.d a las sociedades;
planteamientos del' pensador griego contemporáheo Cor- .
nelius Castoriadis acerca del imaginario instituyente y la ima- Desde esta pérspectiva es que coincidimos cono Laval yDar-
ginación radical. Para él, la vida social es histórica porque está 'dot1s7, cuando ven lo cOmún como una praxis instituyente,
permanentemente creándose, instituyendo nuevos sentidos una creación gestada en las luchas y con un sentido político
y fórmas sociales; unos y otros, van institucionalizándose, es emancipador.. Nuestras consideraciones sobre comunidad
decir convirtiéndose en instituciones estables que son vistas como horizonte institúyente y emancipador van en igual di-
por los sujetos como realidades dadas, cuando en verdad han rección: los·sentidos. que aÍimentan lo comunitario pueden
sido creadas, gracias a este poder instituyente de lo social. ser reconocidos, potenciados e instaurados intencionalmente,
en--la gestación de vínculos y prácticas sostenidas en sentidos
Así, la sociedad, aunque se nos presenta como un conjunto de reciprocidad, coopéración, solidaridad y ayuda mutua.
de instituciones y de significaciones que las sostienen, es
"' Lava! C. y Dardo,, P., Común. Énsayo sobre la revoluci6n en el siglo XXI. Barcelona,
,,. Tumer, Víctor, El proceso ritual_... , op. cit. i998.
Gedisa, 2015, p. 205,
124 Alfonso Torres Carrillo · Comunidad en movimiento 125

4) Lo comunitario y lo común Por otra parte, desde iniciativas s.ocia1es y políticas progre-
como política emancipadora sistas, altruistas e incluso alternativas, se ha generalizado el
calificativo "comu~itario" para
nombrar diferentes prácticas
Hechas estas consideraciones sobre la manera como la de acción social c:on poblaciones populares, bajo el supuesto
comunidad se expresa en diferentes escenarios actuales de que se d,irigen a "comunidades" ya constituid.as; en la
y lo común se produce en diver,sas luchas sociales, pon- mayoría de los, casos, identificadas con grupos humanos
dremos en ccmside;ración algunas ideas sobre los sentidos que habitan un mismo territorio y que, consecuentemente
Ellllancjpadores e implicaciones que tendría el adjetivo comparten necesidades y propósitos colectivos comunes.
"comunitario" ola defensa de lo "común" para calificar un Algunas propuestas de "promoción comunitaria", "trabajo
programa o proyecto, una acción social o cultural, o una comunitario"' y "educación comunitaria", asumen dichos
práctica educativa, desde una perspectiva emancipadora, colectivos como comunidades "~entes", y a las que, a su vez
instituyente y alternativa. se les atribuye de antemano una voluntad y una conciencia
comunes, que solo hay que organizar y movilizar en función ·
Este énfasis es vital para quienes reivindican lo comunita- de las finalidades de cambio que promueven.
rio como un tipo de relación social, como un valor y como
un horizonte de futuro que se opone.. al capitalismo como Tal imagen de lo comunitar.io es alimentada por cierta
sistema económico, modo de vida y prtiyectoético político; literatura proveniente· de la pedagogía social. y el trabajo
. también para visibilizar, cuestionar y tomar distancia con sociall.58 que ven la comunidad como "un grupo humano que
los usos predominantes sobre lo comunitario, presentes en vive en un ·área geográfica especifica y cuyos componentes
los ~scursos y políticas públicas y en buena parte. de las mantienen entre sí una pluralidad de relaciones para el &co~
experiencias de activismo social. Por una parte, en aquellos metimiento de las funciones de producción, de gobierno, de
países donde ,as políticas. sociales están subordinadas al educación, de asistencia y de recreo: relaciones que adquie-,
modelo· neoliberal, los programas y proyectos calificados · ren un grado superior al que pueda producirse con miembros,
como comunitarios actualizan el' enfoque funcionalista que exteriores a·la misma y que les permiten autoidentificarse
desde la década de 1960 busca integrar subordinadamente' a en cuanto grupo con el lugar donde habitan... "159 • Desde esta
las poblaciones pobres. rurales y urbanas a la economía y la mirada reduccionísta, toda acción realizada con tales con-
sociedad capitalistas; bajo el nombre de"'desarrollo co.muni- .gl<>merados humanos es, automáticamente "comunitaria".
tario" o "participación: comunitaria" se instrumentaliza tales Frente a estas concepciones integracionistas y simplifica·
poblaciones como "usuarias", "beneficiarias" o ~clientes" de doras de lo comunitario, proponem9s una perspectiva que
la acción estatal. Estas políticas "comunitarias" debilitan los reivindiqué sus múltiples expresiones, su complejidad y,
lazos y los valores comunitarios, fomentando las relaci.ones 158 Ánder-Egg, E., Metodologfa y p'ráctica del desarrollo de la comunidad. México, El
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126 Alfonso Torres. 'Cárrillo 127

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