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1.

El estado social demócrata se convirtió en el principal modelo

estatal en Europa occidental desde el final de la segunda

guerra mundial. ¿Cómo reinterpretaron los “revisionistas” el

análisis tradicional marxista sobre el estado?

Los marxistas clásicos o paleo-marxistas tienen como pilares fundamentales

dos cosas: el acceso al poder mediante la vía revolucionaria y que los

participantes de la revolución sean exclusivamente miembros de la clase

trabajadora o proletaria. Sin embargo, en la época de entreguerras (después de

la Gran Guerra y antes de la Segunda Guerra Mundial) surge una corriente

ideológica revisionista que cuestionó aquellos pilares marxistas: la

socialdemocracia. La socialdemocracia, como corriente ideológica revisionista,

cuestiona los dos pilares fundamentales del paleo-marxismo y presenta sus

dos propios pilares: la manera de llegar al poder es mediante la vía

constitucional o democrática y que los participantes de ese proceso sean las

alianzas de clases y no una clase económica en particular.

Producto de ese cuestionamiento es que Bernstein, fundador del pensamiento

socialdemócrata europeo, define al Estado como la ausencia de un gobierno de

clase y como un gobierno de la mayoría que se encuentra limitada por la

necesidad de proteger la igualdad de derechos de cada uno de sus

ciudadanos. Esta definición es totalmente opuesta a la definición

instrumentalista de los marxistas, los cuales miraban al Estado como una

herramienta de las clases dominantes para perpetuar el capitalismo y, con ello,

perpetuar sus privilegios económicos. Asimismo, a diferencia del idealismo

característico del pensamiento marxista que sostenía la promesa de un futuro


socialista en donde no iban a existir las clases ni el Estado, los

socialdemócratas tenían una visión más pragmática en la cual prometían

mayores derechos (mejores condiciones laborales, salarios mínimos y pleno

empleo) a corto plazo. En pocas palabras, mientras que los socialdemócratas

veían al Estado como el encargado de promover la igualdad mediante el

otorgamiento de derechos políticos y económicos, los marxistas veían al

Estado como el encargado de perpetuar los privilegios de una clase dominante.

Ahora bien, es necesario señalar que los dos pilares fundamentales de la

socialdemocracia, que surgen en oposición a los pilares del marxismo, son

también producto de la visión pragmática que poseen los socialdemócratas. Es

así que, al ver los socialdemócratas la democracia como vía para llegar al

poder, se dan cuenta necesitaban de una amplia base electoral y eso no lo iban

a lograr representando a un único sector económico. Como consecuencia de

ello es que los socialdemócratas señalan que el socialismo debe ser dirigido

hacia la población en general. Por otro lado, se debe reconocer que, si bien el

pensamiento socialdemócrata estuvo mayormente influenciado por el

liberalismo progresista, también estuvo influenciado por el marxismo. Esto es

porque si bien los liberales progresistas buscaban que las personas alcancen

su libertad individual, esta libertad a la cual aspiraban estaba restringida a lo

político y dejaba de lado lo económico. Por ello es que los socialdemócratas o

“revisionistas” veían al Estado como la única entidad capaz de lograr que las

personas alcancen la libertad plena (política y económica). Sin embargo, a

diferencia de los marxistas que veían al capitalismo como algo totalmente malo

que proveía grandes ganancias solo a la clase dominante mediante la

explotación de la clase obrera, los socialdemócratas pensaban que el


capitalismo no era del todo malo y que, con la adecuada intervención o

regulación del Estado para corregir las fallas del mercado, las personas podían

alcanzar plenas libertades económicas y políticas.

En resumen, se puede decir que la visión revisionista del Estado es una visión

de un Estado protagónico que busca la libertad económica y política de la

población en general mediante la regulación del mercado.

2. Nociones sobre la capacidad estatal han dominado el debate

en la Ciencia Política durante las últimas dos décadas. ¿Qué

se entiende por “capacidad estatal” y cómo difiere del

concepto de “alcance del estado”?

Si bien las nociones de capacidad y alcance estatal son conceptos

ampliamente propuestos por varios politólogos y académicos, en especial por

Francis Fukuyama, es necesario rescatar y no dejar de lado las objeciones que

se les pueden hacer a ambos conceptos que muchas veces se han dado por

sentados. Es así que para Mazzuca, las dos nociones anteriormente señaladas

carecerían de valor analítico al ser ilógicos si seguimos una definición más o

menos pura del Estado amparándonos en la concepción que tenía Max Weber.

La crítica de Mazzuca se da por una principal razón: el Estado entendido

weberianamente es un conjunto o “stock” de recursos coercitivos y económicos

de los cuales hace uso un determinado grupo político que accede al Estado. Es

decir, weberianamente el Estado es una entidad inanimada y por ello es que no

se le pueden atribuir variables animadas como capacidad o alcance (objetivos

de un Estado) porque resultaría inconsistente y contradictorio. Yo considero

que esta crítica es válida, sin embargo, considero que resulta muy útil el uso de
ambos conceptos para el análisis político comparado. Es por ello que pienso

que antes de hacer uso de ambos conceptos debemos dejar en claro que

estamos siguiendo una definición post-weberiana del Estado. Dada esta

aclaración, en las siguientes líneas explicaré y definiré lo que es capacidad

estatal y cómo esta difiere del concepto de alcance estatal siguiendo las ideas

de Fukuyama.

Por un lado, la capacidad estatal es un término que hace referencia a la

capacidad que tiene un Estado para diseñar sus políticas y hacer valer las

leyes dentro de su territorio. O, en palabras simples, es la capacidad que tiene

un Estado para cumplir sus funciones. Entonces, cuando hablamos de un

Estado o país más o menos capaz que otro estamos refiriéndonos a cuán bien

cumple sus funciones un determinado Estado. Por otro lado, el alcance estatal

es un término que hace referencia a las distintas funciones y objetivos que los

estados se proponen. En consecuencia, cuando hablamos de que un Estado o

país tiene mayor o menor alcance que otro hacemos referencia a cuántas

funciones se propuso un Estado en comparación con otro.

A partir de ambas definiciones podemos ver que la principal diferencia entre

capacidad y alcance estatal se da un nivel categórico al ser la primera una

categoría cualitativa (bien o mal) y la segunda, una categoría cuantitativa (más

o menos). Asimismo, al asumir que la capacidad y el alcance son atribuciones

que se les da a un Estado, se asume implícitamente que no necesariamente la

capacidad y el alcance de un Estado seguirán un camino directamente

proporcional. Es decir, no debemos intuir que un país tendrá un mayor alcance

estatal si vemos en una primera instancia que tiene una gran capacidad o

viceversa. Por ejemplo, Estados Unidos tiene una gran capacidad estatal
porque puede llevar a cabo con éxito las funciones que se propuso, no

obstante, tiene un alcance relativamente bajo al ser pocas las funciones que se

propone. En cambio, países latinoamericanos como Brasil tienen poca

capacidad estatal porque no suelen cumplir sus funciones de forma correcta o

exitosa, pero tiene un mayor alcance porque son muchas las funciones que se

proponen.

En conclusión, se puede decir que la diferencia fundamental entre capacidad y

alcance estatal estriba a nivel categórico y, que ambos conceptos siguen, en la

mayoría de casos, una relación inversamente proporcional.

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