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LA RESIDENCIA EN LA QUE NOS GUSTARÍA VIVIR.

MERCÈ MAS / Mª CARME ARQUÉS


Fatec.

“La residencia en la que nos gustaría vivir” es un proyecto piloto de Fatec, realizado por dos
personas mayores, voluntarias, que se encuentra en su fase inicial.

Queremos manifestar nuestra modestia al presentar este proyecto y la experiencia piloto que
estamos llevando a cabo. Somos conscientes de que todo lo que aquí exponemos no es nada
nuevo, y probablemente los participantes lo conocen ampliamente, pero creemos que una visión
no técnica, y que parte de unas personas mayores puede ser sugerente y útil para otras.

Como ya hemos mencionado, este proyecto forma parte de la agenda de trabajo de Fatec que
es la federación más amplia de asociaciones de personas mayores de Cataluña. Agrupa unas 600
entidades entre casales y asociaciones, que a su vez agrupan un total de unas 350.000 personas.
El objetivo principal de sus actuaciones es propiciar el envejecimiento activo y con él la calidad de
vida de las personas mayores y con esa finalidad pone en marcha diversos proyectos. Asimismo,
cabe señalar que contamos con la colaboración del Instituto del Envejecimiento de la Universi-
dad Autónoma de Barcelona.

JUSTIFICACIÓN Y OBJETIVOS DEL PROYECTO

Para iniciar este proyecto arrancamos con la pregunta que a veces nos formulan a las personas
mayores o que nosotros nos plantemos a nosotros mismos: ¿dónde nos gustaría pasar el final de
nuestra vida? La respuesta ampliamente mayoritaria es: “en el mismo domicilio en el que esta-
mos viviendo”. Ello no es óbice de que seamos conscientes de que es posible que la evolución
de nuestras circunstancias físicas, psíquicas o sociales, y a mayor abundamiento la conjunción del
deterioro de varias de ellas, hagan que no sea posible cumplir este deseo y nosotros mismos o
nuestros familiares nos planteemos la conveniencia de ir a vivir a una residencia.

Llegado este momento quisiéramos tener instrumentos que nos ayuden a valorar las diversas
posibilidades existentes y a diferenciar entre ellas. Instrumentos que nos orienten sobre cuáles
son las características de la estructura y del funcionamiento de un centro residencial que nos
permiten seguir “viviendo” nuestra vida, sea cual sea nuestra situación personal, recibiendo una
atención personalizada y donde se respete nuestra autonomía de decisión. Disponer de informa-
ción sobre todos estos temas nos daría seguridad; también nos ofrecería seguridad conocer cuá-
les son los centros en los que, pese a que se cubra, teóricamente, la atención de las necesidades
básicas a un buen nivel, no se respetan los citados parámetros, que en realidad son los que nos

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pueden proporcionar calidad de vida.

En varias encuestas realizadas a las personas mayores, la preferencia de seguir viviendo en el


domicilio habitual se ve reforzada por el hecho de que la mayoría de ellas también manifiestan
que no les gustan las residencias que hay actualmente en España. Cabe señalar que muchas de
estas personas sólo disponen de la información que han oído, es decir, lo que les han contado,
pero también debemos admitir que las residencias con grandes carencias de toda índole, consti-
tuyen una realidad que abunda al lado de nuestras viviendas.

Muchas personas mayores no queremos que se construyan más centros residenciales basados
en una concepción tradicional, pero en la práctica se siguen construyendo o estructurando de ese
modo. Sin embargo, en otros países europeos se han decantado decididamente por modelos que
permiten a las personas mayores sentirse en su casa, modelos que se centran en tener en cuenta
las preferencias y los deseos de las personas mayores como propugna el modelo ”Housing”: “Vi-
vir fuera de casa, pero como en casa”.

Hemos tenido conocimiento de ese nuevo modelo de atención gerontológica centrado en la


persona a través de muchas publicaciones, ponencias y conferencias realizadas por voces autori-
zadas. Sus autores son grandes profesionales, que están luchando para difundir e implantar ese
nuevo modelo de atención gerontológica. Los mayores queremos unir nuestra voz a la de esos
expertos. El conocimiento que ellos nos han proporcionado es el motivo que nos ha impulsado a
llevar a cabo este proyecto.

El objetivo general de este proyecto y de la experiencia piloto que aquí presentamos, es pro-
porcionar a las personas mayores y a sus familiares una serie de orientaciones que les puedan
resultar de utilidad a la hora de escoger una residencia, lo que nosotras llamamos “Listado de
aspectos positivos” que consideramos que deben estar presentes en una residencia. Estos aspec-
tos ya se cumplen en algunos centros y son susceptibles de que se cumplan también en otros.

OBJETIVOS OPERATIVOS

Estas orientaciones se concretan en dos instrumentos:

1. Relación de aspectos positivos observados durante la visita a residencias.


2. Elaboración de un fichero que recoja la información de las residencias visitadas.

MÉTODOS APLICADOS Y ACTIVIDADES REALIZADAS

En la definición de nuestro plan de trabajo nos planteamos basarnos en nuestro entorno, y que
los resultados tenían que ser eminentemente prácticos.

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Para captar la información y cumplimentar nuestros objetivos, realizamos visitas a residencias,


previo acuerdo con la dirección de las mismas. La visita consiste en:

• Entrevista con la Dirección en la que nos explica el funcionamiento, objetivos, y se nos pro-
porciona documentación diversa.
• Visita por todas los espacios de la residencia, acompañadas de la propia responsable de la Di-
rección. Este recorrido nos permite observar la vida de los residentes en el día a día, el grado de
accesibilidad de las infraestructuras, la limpieza, la organización en el funcionamiento, el trato
espontáneo de los profesionales con los residentes, percibir los olores…, es decir “el todo”.

La recogida de los datos observados en las visitas, se efectúan siempre siguiendo unas pautas
preestablecidas en las que constan los aspectos que a nuestro modo de ver interesa tener en
cuenta en el momento de la elección. Se trata de aspectos que previamente hemos seleccionado
porque los consideramos relevantes, siempre con la mirada puesta en nuestro propio mañana y
para los que hemos fijado los criterios que deben reunirse, para que la residencia tenga las carac-
terísticas del lugar en el que nos gustaría vivir.

Una vez realizada la visita del centro elaboramos una ficha y la incluimos en el archivo de Fatec.

Con todos los datos positivos observados en las distintas residencias elaboramos el segundo ins-
trumento: un listado de resultados que está sometido a una continua actualización. Muchos de
estos resultados son coincidentes en todas las residencias, otros sólo en algunas, y otros en una.

En ningún momento se trata de una evaluación como la que harían unos expertos o unos ins-
pectores sino de unas personas mayores que visitan una residencia con la mirada de quien podría
ir a vivir a ellas. Por otra parte, nuestra observación sólo ha incluido los aspectos más visibles en
una visita, y somos conscientes de que hay otros muchos aspectos que se nos escapan.

Respecto a la divulgación del listado valorado como “Aspectos positivos a tener en cuenta en
el momento de buscar una residencia”, Fatec la pondrá al servicio de todos cuantos quieran y/o
necesiten acceder a esa información colgándola en su web y la publicará en su revista trimestral
“Tardor”, con el fin de cumplir con el objetivo de servicio a los mayores que tiene Fatec.

ACTIVIDADES REALIZADAS

1) Hemos visitado residencias de diferente tipología: públicas de la Generalitat de Cataluña y del


Ayuntamiento de Barcelona, privadas con o sin plazas concertadas y privadas sin ánimo de lucro.

Cabe señalar que hemos empezado visitando residencias de las que conocíamos sus inquietu-
des y esfuerzos para conseguir una atención más centrada en la persona.

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2) Hemos visto en ellas muchas cosas positivas. Hemos observado situaciones que, a nuestro
criterio, las acercan a ese nuevo modelo de atención residencial.

3) Las visitas han permitido recoger los aspectos previstos en la ficha con las características y el
funcionamiento del centro, pero nuestro principal interés ha sido “ver, escuchar, observar, oler”.

4) Las personas mayores residentes y también los profesionales nos han percibido como perso-
nas mayores que visitan una residencia con la mirada de quien podría ir a vivir en ellas y ello
nos ha facilitado una conversación directa.

5) En la elaboración de las fichas aunque priorizamos los aspectos de atención a los residentes,
también hemos sistematizado la información de otros aspectos tales como edificio, su equipa-
miento, profesionales, familia, comunidad, así como los valores que se desprenden del diálogo
con la persona que lleva la dirección y que no son susceptibles a los sentidos.

RESULTADOS

De lo que hemos observado, ¿Qué valoramos como positivo en el trato, cuidado a los residen-
tes, condiciones del centro y de su funcionamiento?

Nos hemos permitido estructurarlo siguiendo el modelo de ejes, tal como lo presenta el docu-
mento “Hacia un nuevo modelo de atención residencial” elaborado por un grupo de expertos
coordinados por el IMSERSO y el Instituto del Envejecimiento de la Universidad Autónoma de
Barcelona el año 2010.

EJE 1. LA PERSONA, SUS DERECHOS Y SUS PREFERENCIAS

- Los residentes son siempre interpelados por su nombre.

- Respeto al residente en todo lo que se refiere a sus derechos fundamentales, tales como: la
ideología u opiniones políticas, creencias religiosas, así como por su estilo de vida social o afi-
ciones deportivas. Se les respeta sus deseos y demandas y se intentan favorecer en la medida
de lo posible.

- Valoración y posibilidad de desarrollo de sus cualidades intelectuales, artísticas, manuales.

- Los residentes pueden invitar a sus familiares o amigos a visitar su habitación.

- La entrada y salida de la residencia es libre, sólo limitada si las condiciones físicas y/o mentales
del residente no lo permiten.

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- Los residentes no están colocados en batería sino en pequeños círculos para fomentar la relación,
aunque en ciertos casos solo sea visual.

- Se facilita la comida a las personas que tienen dificultades, con preparaciones fáciles de mas-
ticar y con una presentación apetitosa.

- Valoración de la intimidad familiar y propiciarla con actuaciones de mejora de las infraestruc-


turas para este fin.

- Inquietud desde la dirección y/o equipo directivo para cuestionar en todo momento la fina-
lidad de sus acciones, en otras palabras: deseo constante de mejora en el respeto a los deseos
de los residentes.

- En problemas puntuales, si se acuerda la necesidad de implantar un recurso (andador, silla


de ruedas, triturados, empapadores) se hace siempre con la intención de que este recurso sea
provisional y si se logra superar el problema se intenta volver a la normalidad.

- Los residentes van limpios, bien peinados y bien vestidos.

- No se entra en una habitación que tenga la puerta cerrada sin llamar previamente y sólo se
entra si se ha recibido el permiso.

- Los profesionales saludan siempre cuando pasan por una sala común o se cruzan con un resi-
dente aunque se trate de una persona muy dependiente en silla de ruedas.

EJE 2. LA PARTICIPACIÓN

- No se trata a las personas partiendo de sus limitaciones sino de sus capacidades conocidas o
potenciales fomentando su participación.

- Se les dan responsabilidades en función de sus deseos y de sus capacidades, como: encargados
de jardín, del huerto, de la capilla, colaboración en poner la mesa, participación en la prepa-
ración de fiestas.

- Tienen la posibilidad de poner puntualmente en los espacios comunes, elementos de sensibili-


dad propia, con la aquiescencia de los demás residentes (Carteles de fiestas, banderas de clubes
deportivos y otros). También participan en decisiones del centro, tales como: establecimiento
de los menús, actividades, salidas, fiestas y se valoran las opiniones personales de los residentes
sobre temas de funcionamiento de la residencia.

- Los horarios de comedor son parecidos a los de la comunidad para facilitar la interrelación con ella.

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- Desde el preingreso la familia es considerada un elemento clave en el cuidado de su familiar


y se compromete a realizar tareas de apoyo: acompañar en el exterior, cuidarse de la compra
de la ropa, y otros.

- El horario de visitas de los familiares es amplio, y si es necesario flexible. Los familiares pue-
den quedarse a comer, acceder a la habitación del residente si éste es su deseo, son invitados
a todas las fiestas.

- Hay mecanismos de canalización de las sugerencias o quejas de los familiares.

- Programa de apoyo a las familias, en el ingreso, en la estancia y en el duelo en el deceso.

EJE 3. LAS RELACIONES Y LOS ASPECTOS AFECTIVOS

- Se hace un preingreso en el que se visita al futuro residente en su domicilio; inicia la historia


social del residente, así, éste, al ingresar no es un desconocido para el centro, ni el centro para él.

- En este preingreso se propone formalizar el documento de voluntades anticipadas, ya que es


más violento cuando ya está ingresado.

- El residente y su familia, o sólo ésta, caso que el residente no esté en condiciones de hacerlo,
participan en la redacción del PIAI.

EJE 4. LA ORGANIZACIÓN

- Profesionales en número adecuado al número y situación de los residentes, todos los cuida-
dores con la titulación requerida.

- Reuniones semanales del equipo multidisciplinar, del equipo de cada unidad de convivencia,
si el centro está dividido y reuniones periódicas de la dirección con los cuidadores, con el equi-
po de cocina y con el equipo de limpieza.

- Acuerdo y revisiones periódicas del PIAI por parte del equipo multidisciplinar con el residente
y con su familia o sólo con ésta si el residente no es capaz y asignación del cuidador que será
en todo momento su referente.

- Se hace formación permanente de los profesionales, según necesidades y/o a demanda de ellos.

- Preocupación por el grado de satisfacción del personal en su labor.

- Hay una calificación alta de un sistema de control de calidad.

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- Control de grado de satisfacción del usuario según modelo de la Generalitat.

EJE 5. LAS INTERVENCIONES

- El personal profesional se dirige siempre a los residentes por su nombre, con trato amable, respe-
tuoso y cercano, con pequeños contactos físicos de afecto, nunca se les tutea ni se les infantiliza.

- Se ofrecen variedad de actividades cada día de la semana, mañana y tarde, pero no se obliga
a nadie a participar. Libertad de escoger las actividades en las que se quiere participar.

- Siempre que es posible se programan actividades en el exterior con transporte adaptado para
los residentes con movilidad reducida, salidas en grupo al teatro u otros espectáculos, excursio-
nes en autocar o salidas cercanas: en la playa, en las plazas del pueblo o barrio, para participar
en actividades sociales e intergeneracionales propias del pueblo o barrio como son las fiestas
mayores. Excursiones de un día a lugares de interés: Montserrat, Collserola.

- Celebración de las fiestas señaladas: cumpleaños de los residentes, Navidad, Sant Jordi, ver-
bena de San Juan.

EJE 6. EL AMBIENTE

- Situado en el centro del pueblo o barrio, bien comunicado con el resto de la población o
poblaciones vecinas con transporte público cercano. Edificio nuevo o bien mantenido, buena
iluminación natural en todo él, sin barreras, ni escalones ni rampas pronunciadas; con pasillos
anchos y con barandillas, así como también en todos los lugares que sean adecuados. Entrada
amplia, acogedora, con asientos, con murales bien vistosos donde está la información de las
actividades, días y horas, fiestas de barrio o de la residencia; fotografías de actividades recien-
tes y otras informaciones de interés.

- Si se trata de una residencia grande, es importante que esté dividida en unidades de convi-
vencia de unas 20 personas, con personal, comedor y sala comunitaria propios, con distintivos
propios para ayudar a identificarlas. Por ejemplo pintadas de colores diferentes.

- Salas: de actividades, fisioterapia bien equipada, gimnasio y sala de visitas.

- Jardín y/o terraza (en cada planta si se trata de una residencia grande).

- Calefacción y aire acondicionado en todo el edificio.

- Ascensores de puerta amplia para silla de ruedas, y con un sistema de puesta en marcha que
puede ser usado por las personas válidas pero no lo permite a las que tienen dependencia.

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- Habitaciones mayoritariamente individuales y exteriores, algunas dobles, amplias, que per-


mitan una buena movilidad en las sillas de ruedas, con baño completo geriátrico y alarma con
registro central de cuándo ha sonado y del tiempo transcurrido en dar la respuesta. Camas con
movilidad eléctrica y con regulación de altura. Armario de uso individual suficiente para la
ropa de cada residente.

- Las habitaciones están personalizadas con objetos propios de los residentes, cuadros y foto-
grafías propias, para los que disponen de estanterías, tableros, muebles.

- Hay posibilidad de llevar muebles propios y colgar cuadros propios en las paredes.

- Higiene cuidadosa de todas las instalaciones. Ningún tipo de olor a fluidos corporales ni de
detergentes o desinfectantes.

- Bien equipado con el número suficiente de grúas y bañera geriátrica; avisador de movimien-
tos sobre las camas de personas dependientes para evitar sujeciones; elementos manipulables
ergonómicos, interruptores a la altura de sillas de ruedas.

- Sillones ergonómicos con brazos en todas las salas y sillas con brazos en los comedores.

- Manteles de tela en el comedor.

- Lavandería con un departamento individual para la ropa personal de cada residente y/o chip
en la ropa personal de cada residente.

- Ordenadores a disposición de los residentes y/o posibilidad de utilizar el propio. Wifi para los
residentes que usan ordenador.

EJE 7. LA INTEGRACIÓN EN LA COMUNIDAD

- Se participa en actividades y fiestas del barrio o población.

- Relación con las asociaciones del barrio y con escuelas o centros recreativos para establecer
unas buenas relaciones intergeneracionales.

- Normalmente se hacen visitas y celebran juntos fiestas muy concretas: Sant Jordi, Navidad y
otras fiestas señaladas.

- Relación con los residentes de otras residencias, con centros de personas mayores que van con
su coral, grupo de teatro,...

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- Convenio de participación regular de voluntarios propios o de una asociación.

- Participación de los voluntarios en actividades grupales e individuales.

- Hay algunos servicios para usuarios externos, comidas, lavandería, peluquería.

A MODO DE CONCLUSIÓN

Este proyecto se ha iniciado este año como una experiencia piloto. Nuestro
propósito ha sido visitar un número reducido de residencias de Barcelona
ciudad y su entorno para, una vez cum- plidos nuestros objetivos, evaluar tanto
la metodología llevada a cabo, como los resultados ob- tenidos y hacer una
valoración antes de finalizar el año.

Acabada esta fase, si la federación lo valora positivamente se planteará la


posibilidad de am- pliar el proyecto a distintos lugares de Cataluña con el fin de
elaborar un catálogo con las fichas de todas las residencias interesadas en
colaborar y participar en el proyecto. Para esta elabora- ción Fatec cuenta con
la participación de las distintas asociaciones miembros. Por otra parte el
listado abierto de aspectos positivos seguirá en todo momento actualizado.

Todavía nos queda mucho por hacer. En teoría la atención centrada en la


persona, en la pro- moción de su autonomía, el respeto y la participación, se
menciona en todos los documentos con que se presentan las residencias, pero
sabemos que desgraciadamente en muchos casos la realidad es otra y el trato
anula a la persona y la convierte cada día en más dependiente.

También somos conscientes que muchos de los aspectos que para nosotros
son positivos e im- portantes, para muchas personas de nuestra sociedad son
irrelevantes o simplemente descono- cen tal importancia. Para todas ellas
queremos que este listado sea a su vez formativo respecto a alguno de los
aspectos que nunca se habrían planteado tener en consideración, se pregunten
o pregunten el por qué de su importancia y así se vaya educando a nuestra
sociedad hacia una exi- gencia para con uno mismo, a partir de cuando empiece
una de las fases finales en nuestra vida.

Las personas mayores no podemos actuar como si ignorásemos todas estas


realidades. Des- de nuestras asociaciones debemos trabajar para que las
personas de todos los grupos de edad conozcamos el modelo de residencia al
que aceptaríamos ir a vivir para desarrollar en ella un envejecimiento activo
acorde con nuestro posible nivel de dependencia.

Debemos difundir nuestro rechazo a los centros en que no se tienen en cuenta


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nuestros deseos y preferencias. Nuestra condición de ciudadanos plenos, que
no perdemos con la edad, nos impone el deber de defender nuestros
derechos.

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