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La Falta de Propósito y la Búsqueda de la Felicidad

“No sé qué voy a hacer con mi vida, pero sí sé que voy a vivir cada minuto de ella”
– Joe Gardner, Soul (Docter & Powers, 2020,1:30:05)

Desde las acciones que realizamos hasta los sueños y aspiraciones que cada ser humano tiene,
parece haber una palabra que resuena al fondo de cualquier conversación sin importar el contexto
ni época histórica. Hoy en día, escuchar hablar constantemente sobre la felicidad no es la
excepción. Descifrar el código enigma de cómo se puede alcanzar y cuál es la fuente de ella es
algo que en algún momento de la vida se nos pasa por la cabeza. A esta palabra, que tanto ha
perturbado a generaciones, la sociedad occidental muchas veces asocia con el propósito de una
buena vida y con ser capaz de hallar “tú pasión”, lo que sientes que dejaría huella y le daría valor
a tu existencia. Por lo que muchas veces caemos en la trampa del marketing de la sociedad
contemporánea de que es necesario tener una meta bien planteada y ser productivo para lograr ser
feliz. Como contraargumento a esta postura, la película de Soul de Pixar nos muestra que no existen
las notas incorrectas con respecto a este tema. En cambio, las interpretaciones son infinitas. No es
necesario tener un propósito fijo pues nosotros le damos el significado a los pequeños momentos
que hacen que valga la pena vivir.

La película, aunque toca temas profundos como la esencia de los seres humanos, la formación
de la personalidad en algo similar al mundo platónico de las ideas y la vida después de la muerte,
en su mayoría se centra en la idea de qué nos hace ser felices. En el mundo de Soul cada alma debe
pasar por el Gran Antes con el fin de encontrar la chispa que le permita el pase a la tierra. Para el
personaje principal, el profesor de secundaria de música Joe Gardner, esta chispa solo es un
sinónimo de lo que él llama pasión. Por ende, cuando inesperadamente muere justo cuando
consigue la tocada de su vida, lo asocia con no haber logrado su cometido y haber vivido una vida
fallida. En un intento desesperado de regresar a la tierra, termina en este mundo inicial del Gran
Antes donde conoce a 22, un alma no nacida que no encuentra el punto de vivir. Juntos, en una
travesía entre el mundo espiritual y físico intentan dar respuesta a la pregunta ¿Cuál es tu propósito
para existir?
La primera vez que vi Soul quedé sorprendida por la cercanía que sentía a 22 y su sentido de
la felicidad. En muchas circunstancias pensaba que si no tenía una meta clara, que si no sabía cuál
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era el camino no podía alcanzar los sueños que tenía y, por tanto me negaba a afrontarlos por el
miedo a fallar. En últimas, era imposible ser feliz sin tener éxito. A este sentimiento de dictaminar
el fracaso antes de actuar, Sze Ang lo define en términos del existencialismo de Sartre como la
mala fe: huir de la angustia para escapar de la responsabilidad de elegir y de tomar decisiones que
puedan tener efectos futuros (Ang, 2019). En consecuencia, terminaba engañándome a mi misma
pensando que la fuente de la felicidad se hallaba en la circunstancia de no saber cuál era el
propósito para mí, y que para poder alcanzar la felicidad debía buscar esa fuente de oro llamada
pasión con el fin de vivir bien. Lo cual encuentro fuertemente conectado a Joe Gardner y su
obsesión por el sueño de ser un músico de tiempo completo también.

Joe Gardner es un personaje que vive, come y respira jazz. Tanto así que, toda su vida se había
centrado en el único objetivo de ser un músico reconocido y, cuando al fin llegó el momento, se
dio cuenta que la satisfacción que esperaba obtener no era lo que había imaginado. Tocar jazz con
grandes artistas no lo hacía verdaderamente feliz. El filósofo griego Epicuro ya hace varios siglos
comentaba que el ser humano busca la felicidad en lugares equivocados, pues no sabemos bien lo
que nos hará felices. Por contrario, muchas veces no entendemos nuestras necesidades, y por eso,
“somos víctimas de deseos sustitutivos” (De Botton, 2000, 6:53). Teniendo esto en cuenta, surgía
una pregunta en la mente de Gardner con la que muchos nos sentimos identificados ¿Eso era todo
y ahora qué?

Varias escenas en la película dan respuesta a esta pregunta sobre cómo vivir una vida feliz y
de cómo relacionarla con encontrar un propósito puede ser extremadamente peligroso. No todos
en la película piensan como Joe. Des, el barbero de Gardner, comenta que a pesar que su sueño
era ser veterinario ha encontrado dicha en ayudar a los demás con un buen corte y escucharlos
con sus problemas de la vida cotidiana. Mensaje que resuena con ideas del dharma budista sobre
la conducta y la satisfacción de vivir una vida ética, dejando de lado los apegos para dedicar la
vida libremente al servicio (Brodd et al., 2012). 22, después de experimentar en carne propia los
placeres de la vida, también llega a la conclusión de que esta y sus pequeños momentos hacen que
valga la pena vivirla por el simple hecho de existir.

Caminando, degustando, “jazzeando” y viviendo es posible alcanzar momentos de felicidad.


Después de todo, la vida es muchas cosas más que un propósito. Al igual que el jazz y sus robustas
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melodías, la vida pone énfasis en la improvisación en el aquí y el ahora. De modo que como
Thwaites afirma sobre este hecho, no hay dos momentos del jazz que sean iguales en cambio “los
músicos de jazz siempre están abiertos a su participación continua en el mundo transformando las
percepciones de una cosa en términos de otra” (Thwaites, 2013, p. 15, traducción propia). Como
en la vida, en la que cada momento es único, podemos encontrar el ritmo viviendo
espontáneamente y dando significado a las actividades caóticas de la cotidianidad. Al fin y al
cabo, el producto final tanto del jazz y la vida, en sus notas altas y bajas es único e inigualable.
En conclusión, la felicidad no está en un propósito o una pasión sino de vivir la vida tal como es,
como viene, con grandes y pequeñas cosas que nos hacen sentir dicha y ser felices. Después de
todo, considero que el fin último del ser humano es la felicidad. Pero una felicidad, plena, simple
y anónima.

Referencias

Ang, J. M. S. (2019). Can Existentialists be Happy? Authentic Life, Authentic Happiness.


Science, Religion and Culture, 6(1). https://doi.org/10.17582/journal.src/2019.6.1.122.129
Brodd, J., Little, L., Nystrom, B., Platzner, R., Shek, R., & Stiles, E. (2012). Buddhism. In
Invitation to World Religioms (3rd editio, pp. 142–162). Oxford University Press. chrome-
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De Botton, A. (2000). Philosophy: A Guide to Happiness. Diverse Productions.
https://www.alaindebotton.com/tv-audio/
Docter, P., & Powers, K. (2020). Soul (pp. 1–2). Disney, Pixar. https://www.disneyplus.com/es-
419/movies/soul/77zlWrb9vRYp
Thwaites. (2013). Heidegger and Jazz: Musical Propositions of Truth and the Essence of
Creativity. Philosophy of Music Education Review, 21(2), 120.
https://doi.org/10.2979/philmusieducrevi.21.2.120

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