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CASO CLÍNICO

Grupo 5

Jiménez, Wilson; Pomavilla, Bertha; Salgado, Carolina;

Torres, Erika; Villa, Mishel.

Universidad Católica de Cuenca

Unidad de Salud y Bienestar

Facultad de Psicología Clínica

Psicología Clínica

3 ciclo “A”
er

Dr. Luis Miguel Ormaza

03 de julio de 2021
INTRODUCCIÓN

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la dependencia al

alcohol o alcoholismo es una enfermedad crónica caracterizada por un consumo excesivo

de alcohol etílico que se traduce en una ingesta diaria de alcohol superior a 50 gramos en la

mujer y 70 gramos en el hombre. La OMS ha declarado al alcoholismo como una

enfermedad incurable, potencialmente mortal, que puede manifestarse en cualquier persona

sin distinción de edad, sexo, religión o posición socio-económica. El individuo afectado de

esta enfermedad, típicamente, a mediano o largo plazo, comienza a presentar un franco

deterioro en su esfera personal, familiar y socio-económica. Por otra parte, esta

enfermedad tiene la peculiaridad de seguir su curso inexorable hacia una cirrosis hepática,

un deterioro cognitivo irreparable y, finalmente, el fallecimiento del paciente si éste último

no muestra ninguna disposición a recibir ayuda especializada (Barrero & Perez, 2018).

A pesar de que la dependencia al alcohol se estima que afecta a un 10% de la

población mundial, el consumo de alcohol es a menudo visto como un hábito socialmente

aceptado. No obstante, el alcoholismo es en realidad un serio problema de salud pública a

nivel mundial. Por lo tanto, se deben tomar acciones preventivas inmediatas en un paciente

con un cuadro de alcoholismo, sobre todo, porque es un factor causal o contribuyente de

más de 60 enfermedades entre las que destacan la esteatohepatitis alcohólica, la fibrosis y

cirrosis hepática, que predispone al carcinoma hepatocelular, la miocardiopatía alcohólica,

el síndrome depresivo con ideación autolítica, la celotipia alcohólica, la demencia inducida

por el alcohol, entre otros (Barrero & Perez, 2018).


Hay que tener presente que el alcohol, aunque es de consumo legal, es en principio

una droga psicoactiva capaz de inducir alteraciones en las estructuras del Sistema Nervioso

Central resultando nocivo virtualmente para todos los órganos y sistemas corporales.

Adicionalmente, el alcohol puede arrastrar al consumo de otro tipo de sustancias ilícitas con

el desarrollo de una o múltiples adicciones (Ahumada-Cortez et al., 2017; Barrero & Perez,

2018)

En el presente informe, desarrollaremos un plan de intervención, técnicas y modelo

terapéutico de un paciente con diagnóstico provisorio subsidiario de Trastorno por consumo

de alcohol grave 03.90 (F10.20) y Trastorno de abstinencia de alcohol con alteraciones de

la percepción F10.232. Haremos además un análisis de los resultados de su evaluación

física y cognitiva, así como también de sus antecedentes, basados en los criterios del

Manual de Criterios Diagnósticos (DSM-5) y (DSM-4 TR) El Manual CIE 10 y la consulta

de la bibliografía pertinente al caso.


DESARROLLO

Etiopatogenia de los trastornos por consumo excesivo de alcohol

En el Trastorno por consumo de alcohol intervienen factores genéticos,

psicosociales y ambientales, por lo que, al tratar a un paciente con este tipo de trastorno, es

importante evaluar su esfera individual, familiar y social, ya que existen diferentes tipos de

factores y circunstancias que contribuyen al alcoholismo, como, por ejemplo, el sistema de

recompensa. El consumo agudo de alcohol puede producir un efecto de sedación y euforia

por la liberación de dopamina. Los alcohólicos sienten la compulsión de ingerir alcohol

por la disminución de la dopamina, el incremento de los canales de calcio y disminución

del GABA, y este es el motivo por el cual ocurre el Trastorno de abstinencia alcohólica (E.

Ochoa et al., 2009).

Consumo problemático del alcohol

El consumo de alcohol se torna realmente en un problema serio cuando empieza a

causar trastornos médicos o psicológicos causados por dicho consumo. De igual manera, el

síndrome de dependencia de alcohol se hace evidente cuando se presentan síntomas

conductuales y fisiológicos que indican que la persona ha perdido el control sobre su

consumo, y a pesar del impacto negativo en su salud continúa ingiriendo alcohol (E. Ochoa

et al., 2009)

Síndrome de Abstinencia

Una persona con una adicción crónica al alcohol puede presentar cuadros de

abstinencia al disminuir o descontinuar abruptamente la ingesta alcohólica. Alguno de los

síntomas más relevantes de la abstinencia son hiperactividad autonómica, temblor distal de


las manos, insomnio, náuseas o vómitos, alucinaciones visuales, táctiles o auditivas

transitorias o ilusiones, agitación psicomotriz, ansiedad y crisis convulsivas(Oviedo &

Arboleda, 2006)

Con relación al tratamiento farmacológico del alcoholismo, los benzodiacepinas son

consideradas las drogas de primera línea para el síndrome de abstinencia alcohólica. Sin

embargo, si el paciente presenta también síntomas más graves como delirium tremens, se

debería administrar medicación coadyuvante con las benzodiacepinas, como el Propofol y

la dexmedetomidina (Oviedo & Arboleda, 2006; R. Reina et al., 2017).

Delirum Tremens

El delirium tremens es considerado el cuadro más grave del síndrome de abstinencia

por alcohol, y sólo ocurre en un 5 a 20% de los casos, con una tasa de mortalidad de hasta

un 25% si no se aplica tratamiento. Es por este motivo que es necesario conocer los

antecedentes del consumo del alcohol para poder evitar el síndrome de abstinencia y

tratarla rápidamente (R. Reina et al., 2017).

El delirium por abstinencia alcohólica (delirium tremens) se caracteriza por cuadro

confusional o delirium, agitación, temblor intenso de manos, alucinaciones frecuentemente

zoópsicas y micrópsicas (espontáneas o provocadas), delirio ocupacional e hiperactividad

autonómica. En ocasiones, el delirium está precedido de crisis convulsivas generalizadas

por abstinencia. Suele iniciarse al segundo o tercer día de haber interrumpido o reducido la

ingestión de alcohol, aunque ocasionalmente puede aparecer antes, o bien, luego de

transcurrir una semana de abstinencia. El síndrome se desarrolla en general en dos o tres

días a no ser que se presente alguna complicación debido a la asociación con otras

enfermedades. El primer episodio de esta alteración suele darse de 5 a 15 años después de


haberse establecido un hábito persistente de consumo alcohólico excesivo (E. Ochoa et al.,

2009).

PRESENTACIÓN DEL CASO CLÍNICO

Se trata de un obrero de fábrica de 35 años, casado, con tres hijos de 7, 9 y 11 años.

Problema: Posterior a caída de una escalera y de fracturarse una pierna, el paciente

fue internado en la sala de traumatología de un hospital general. Al tercer día se lo notó

nervioso y comenzó a súbitamente a temblar. Se lo interrogó acerca de sus hábitos, pero

negó tener problemas de etilismo. Refirió que sólo ocasionalmente tomaba un vaso de

cerveza. Esa noche no logró conciliar el sueño y las enfermeras reportaron que hablaba

incoherencias y estaba muy ansioso.

Antecedentes: Según lo manifestado por su cónyuge, desde hacía más de tres años

el paciente ingería diariamente cerveza de forma abundante. Usualmente comenzaba su

ingestión alcohólica al retornar de su trabajo y no cesaba hasta embriagarse y quedar

dormido. El año anterior había faltado al trabajo en varias oportunidades por lo que fue

amenazado de despido. El día de su ingreso hospitalario había regresado a casa como de

costumbre, pero accidentalmente, sin haber consumido aún alcohol, cayó de una escalera y

se fracturó una pierna. Su cónyuge, a quien el alcoholismo de su marido la avergonzaba, no

reveló este antecedente al momento de la historia clínica de ingreso sino tres días más tarde,

cuando al ser reinterrogada, admitió que su esposo era un alcohólico consuetudinario.

Agregó además que el paciente había estado comiendo muy poco en las últimas semanas. Y

que había notado que en varias ocasiones no podía recordar siquiera eventos relevantes que

le habían ocurrido el día precedente. Refirió que su esposo había sufrido dos años antes un

accidente automovilístico conduciendo en estado de ebriedad, pero sin lesiones graves. El


paciente no había tenido problemas de salud graves en el pasado. Debido a que alcoholismo

de su esposo había hecho una profunda mella en su matrimonio y en la relación de él con

sus hijos, confesó que había estado considerando seriamente un divorcio. El solía discutir

acremente con ellos, pero actualmente ellos trataban de evitar a su padre lo más posible.

Antecedentes familiares: Según la esposa del paciente, su suegro habría sido un

alcohólico crónico habría fallecido por cirrosis cuando su esposo tenía 24 años.

Datos actuales: Al examen mental, su discurso era desordenado e incoherente.

Pensaba que aún estaba en la fábrica y que tenía que terminar un trabajo. A veces reconocía

a algunos médicos y enfermeras que lo habían atendido en los días anteriores, pero en otras

creía que eran compañeros de la fábrica. El paciente constantemente sacaba insectos que

creía ver en su sábana. Estaba desorientado con relación al tiempo y se asustaba del menor

ruido que proviniera de afuera de su habitación. Transpiraba abundantemente y no podía

sostener un vaso sin volcar casi todo su contenido. Intentaba levantarse de la cama y

olvidaba que su pierna derecha estaba enyesada.

Discusión: El paciente tiene una larga historia de etilismo y presentó síntomas

severos de abstinencia durante su internamiento hospitalario. El cuadro sintomático era

sugerente de un delirium: obnubilación del sensorio, perturbación global de la cognición,

agitación psicomotora, perturbación del ciclo sueño-vigilia (insomnio), aparición rápida y

fluctuante de los síntomas. El desarrollo de un cuadro clínico de delirium, en el curso de un

período de no ingestión alcohólica permite plantear el diagnóstico de síndrome de

abstinencia con delirium. Dado que el paciente no presentó convulsiones, el diagnóstico

según la CIE-10 es F10.40. El problema de alcoholismo del paciente ha durado por lo

menos tres años y la información dada por la esposa sirve como evidencia para un
diagnóstico adicional de dependencia al alcohol. (F10.2). Los problemas de memoria

observados por su esposa hacen suponer que el paciente además sufría de síndrome

amnésico debido al consumo de alcohol. La descripción, sin embargo, no aporta

información suficiente para asegurar un diagnóstico adicional de síndrome amnésico

causado por el alcohol (F10.6). Este aspecto debe ser examinado después de que

desaparezca el delirio y los otros síntomas de abstinencia, ya que la falta de memoria es

también una característica prominente en el delirium.


Informe Psicológico
ANAMNESIS

DATOS DE IDENTIFICACIÓN

Nombres y Apellidos: XX Nombre de la Esposa: XX


Edad: 35 años Edad: XX
Sexo: Masculino Estado civil: Casada
Ocupación: Obrero de Construcción Ocupación: XX

Hijos: 3
DATOS DE LA EVALUACIÓN
 Motivo de consulta: Paciente referido del Servicio de
Traumatología para evaluación de posible
dependencia debido al consumo del alcohol,
síndrome de abstinencia, con delirium, sin
convulsiones

 Áreas evaluadas: Individual (física y cognitiva), familiar


y social-económica.

 Técnicas empleadas: Anamnesis, Entrevista, observación

 Información suministrada
por: Directa e indirecta (esposa)
ÁREAS DE EVALUACIÓN

Área Personal

Estado físico

 Temblores

 Traspiración

 Falta de Apetito

Estado Cognitivo

 Discurso era desordenado e incoherente.

 Delirum Tremens: confusión de conciencia, agitación, temblor intenso de

manos, alucinaciones frecuentemente zoópsicas y micrópsicas (espontáneas

o provocadas), delirio ocupacional e hiperactividad autonómica.

 Amnesia

 Desorientado con relación al tiempo.

 Alucinaciones viso perceptuales.

 Exaltación constante y nerviosismo.

Área Familiar

 Problemas en el matrimonio, sentimientos de vergüenza por parte de la

esposa, posible divorcio.


 Relación tensa con sus hijos, discusiones constantes, hasta el punto de llegar

a evitarlo.

Área social- económica

 Posible despido.

ANTECEDENTES

 Su padre había sido un alcohólico crónico y murió de cirrosis cuando él

tenía 24 años.

 Todos los días bebe cerveza al volver de trabajar (posiblemente como una

forma de recompensa).
DIAGNÓSTICOS DIFERENCIALES

TRASTORNO POR CONSUMO DE ALCOHOL (DSM-5) ABSTINENCIA DE ALCOHOL (DSM-5)

A. Patrón problemático de consumo de alcohol que provoca un deterioro o A. Cese (o reducción) de un consumo de alcohol que ha sido muy intenso
malestar clínicamente significativo y que se manifiesta al menos por dos de los y prolongado.
hechos siguientes en un plazo de 12 meses:
B. Aparecen dos (o más) de los signos o síntomas siguientes a las pocas
1. Se consume alcohol con frecuencia en cantidades superiores o durante un horas o pocos días de cesar (o reducir) el consumo de alcohol descrito en
tiempo más prolongado del previsto. el Criterio A:

2. Existe un deseo persistente o esfuerzos fracasados de abandonar o controlar el 1. Hiperactividad del sistema nervioso autónomo (p. ej. sudoración o
consumo de alcohol. ritmo del pulso superior a 100 1pm).

3. Se invierte mucho tiempo en las actividades necesarias para conseguir 2. Incremento del temblor de las manos.
alcohol, consumirlo o recuperarse de sus efectos.
3. Insomnio.
4. Ansias o un poderoso deseo o necesidad de consumir alcohol.
4. Náuseas o vómitos.
5. Consumo recurrente de alcohol que lleva al incumplimiento de los deberes
5. Alucinaciones o ilusiones transitorias visuales, táctiles o auditivas.
fundamentales en el trabajo, la escuela o el hogar.

6. Agitación psicomotora.
6. Consumo continuado de alcohol a pesar de sufrir problemas sociales o
interpersonales persistentes o recurrentes, provocados o exacerbados por los 7. Ansiedad.
efectos del alcohol.
8. Convulsiones tónico-clónicas generalizadas.
7. El consumo de alcohol provoca el abandono o la reducción de importantes
actividades sociales, profesionales o de ocio. C. Los signos o síntomas del Criterio B provocan un malestar
clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas
8. Consumo recurrente de alcohol en situaciones en las que provoca un
riesgo físico. importantes del funcionamiento.

9. Se continúa con el consumo de alcohol a pesar de saber que se sufre un D. Los signos o síntomas no se pueden atribuir a otra afección médica y
problema físico o psicológico persistente o recurrente probablemente no se explica mejor por otro trastorno mental, incluida la intoxicación o
causado o exacerbado por el alcohol. abstinencia por otra sustancia.

10. Tolerancia, definida por alguno de los siguientes hechos: (*)

a. Una necesidad de consumir cantidades cada vez mayores de alcohol para


conseguir la intoxicación o el efecto deseado.

b. Un efecto notablemente reducido tras el consumo continuado de la misma


cantidad de alcohol.

11. Abstinencia, manifestada por alguno de los siguientes hechos:

a. Presencia del síndrome de abstinencia característico del alcohol (véanse


los Criterios A y B de la abstinencia de alcohol, págs. 499-500).

b. Se consume alcohol (o alguna sustancia muy similar, como un benzodiacepina)


para aliviar o evitar los síntomas de abstinencia

CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICO DE TRASTORNO


(*) SÍNDROME DE TOLERANCIA
AMNÉSICO PERSISTENTE INDUCIDO POR SUSTANCIAS (DSM-4)

La tolerancia es un fenómeno de los bebedores, que con el tiempo necesitan A. El deterioro de la memoria se manifiesta por un déficit de la
capacidad para aprender información nueva, o incapacidad para
tomar cada vez más alcohol para obtener el mismo efecto. El desarrollo de
recordar información aprendida previamente.
tolerancia, sobre todo extrema, suele indicar dependencia. La tolerancia leve al
B. La alteración de la memoria provoca un deterioro significativo de la
alcohol es frecuente, pero la tolerancia importante, como con los opiáceos o los
actividad laboral o social y representa una merma importante del nivel previo
de actividad.
barbitúricos, se observa poco. Este fenómeno varía mucho entre personas. La
C. La alteración de la memoria no aparece exclusivamente en el
dependencia de un paciente tolerante puede manifestarse sólo cuando se ve
transcurso de un delirium o de una demencia, y se mantiene más allá de
forzado a dejar de beber y manifiesta síntomas de abstinencia. La evolución la duración habitual de la intoxicación o abstinencia de sustancias.
clínica de la dependencia del alcohol (Sadock, Ahmad, & Sadock , 2018)
D. Demostración, a través de la historia, de la exploración física o de las
pruebas de laboratorio, de que la alteración de la memoria está relacionada
etiológicamente con los efectos persistentes de la sustancia (p. ej., una droga
de abuso, un medicamento). Códigos para el trastorno amnésico persistente
inducido por sustancias (sustancias específicas): F10.6 Alcohol

USO NO PATOLÓGICO DE ALCOHOL (DSM-5) INTOXICACIÓN POR ALCOHOL(DSM-5)

El elemento clave del trastorno por consumo de alcohol es el uso de dosis altas de A. Ingesta reciente de alcohol.

alcohol con un malestar recurrente y significativo o con un funcionamiento B. Comportamiento problemático o cambios psicológicos clínicamente
deteriorado. Aunque la mayoría de los bebedores a veces consume suficiente significativos (p. ej., comportamiento sexual inapropiado o agresivo, cambios
de humor, juicio alterado) que aparecen durante o poco después de la ingesta
alcohol como para sentirse intoxicados, sólo una minoría (menos del 20 %)
de alcohol.
desarrollará el trastorno. Por lo tanto, el consumo en dosis bajas, incluso a diario,
C. Uno (o más) de los signos o síntomas siguientes que aparecen durante o
y la embriaguez ocasional no son suficientes para realizar este diagnóstico.
poco después del consumo de alcohol:

1. Habla disártrica.

2. Descoordinación.

3. Marcha insegura.
4. Nistagmo.

5. Alteración de la atención o de la memoria.

6. Estupor o coma.

D. Los signos o síntomas no se pueden atribuir a otra afección médica y no


se pueden explicar mejor por otro trastorno mental, incluida una intoxicación
con otra sustancia.

DIAGNÓSTICO

 Trastorno por consumo de alcohol 03.90 (F10.20) Grave: Presencia de 6 o más síntomas.

 Trastorno de abstinencia de alcohol con alteraciones de la percepción F10.232.

EJE MULTIAXIAL
 F10.40    Delirium por abstinencia de alcohol (291.0) (Motivo de Consulta)
Eje 1
 F10.20    Dependencia del alcohol Grave (303.90)

 F10.6 Síndrome amnésico causado por el alcohol (291.1) R69 [799.9]

Eje 2 Pendientes de recoger alguna información adicional R46.8 [799.9]

Eje 3 Ninguno

Eje 4 Problemas relativos al grupo primario de apoyo

Eje 5 EEAG 21-30*

*La conducta está considerablemente influida por ideas delirantes o existe una alteración grave de la comunicación o el juicio

(p. ej., a veces es incoherente, actúa de manera claramente inapropiada, preocupación suicida) o incapacidad para funcionar en casi

todas las áreas (p. ej., permanece en la cama todo el día; sin trabajo, vivienda o amigos).
INTERVENCIÓN

1. Hospitalización: mientras esté con síndrome de abstinencia para su propia seguridad.

2. Evaluación médica General: Antes de cualquier intervención, se debe valorar la

condición del paciente; ello incluye una evaluación de la presencia de comorbilidad

psiquiátrica o médica, la gravedad de los síntomas y el riesgo de complicaciones de la

abstinencia. Los síntomas de abstinencia a menudo se confunden con otras

condiciones médicas que se deben descartar, como hematoma subdural, neumonía,

meningitis y otras infecciones, encefalopatía de Wernicke, tumores cerebrales,

desequilibrio hidroelectrolítico y epilepsia. A través de esta evaluación también se

deben anticipar las posibles complicaciones (Oviedo & Arboleda, 2006).

3. Derivación a un Médico hepatólogo para examen Hepático por antecedentes de

cirrosis en el padre: Los síntomas pueden ser inespecíficos como fiebre, anorexia,

náuseas, vómito, dolor y distensión abdominal y pérdida de peso. Al examen físico se

pueden encontrar hallazgos inespecíficos como ictericia o color amarillento en la piel

(principal elemento clínico en el examen físico de un paciente con hepatitis

alcohólica) y estados de malnutrición, fiebre de 38 °C a 40 °C no atribuible a

infección, y en algunos casos y sangrado gastrointestinal (Tangarife-Castaño &

Restrepo-Gutiérrez, 2014).

4. Tratamiento farmacológico: control de los síntomas inmediatos relacionados con la

abstinencia, ya que el paciente se encuentra en una situación grave como el delirium

tremens, por lo que es necesario evitar una crisis convulsiva, que suelen iniciarse al

segundo o tercer día de haber interrumpido o reducido la ingestión de alcohol, para


posteriormente dedicarse a la identificación de la enfermedad primaria (Navarrete &

Secín, 2018).

5. Centralidad del tratamiento psicológico:

 Cuestionarios y entrevistas diagnósticas: Son de gran utilidad, sobre todo a la hora

de cuantificar la severidad e intensidad de la dependencia, ya que confirman y

evalúan la enfermedad. Se trata de entrevistas adaptadas a los criterios de las diversas

taxonomías. Actualmente existen numerosos cuestionarios, pero en este caso,

podríamos usar el cuestionario CIWA-AR (Escala de evaluación del síndrome de

Abstinencia) ya que consta de sólo 10 ítems y se administra en tan sólo 2 minutos.

Evalúa la intensidad y severidad de la abstinencia (Ramírez, 2001)

 Psicoterapia: no es posible hablar de un tratamiento genérico de elección para el

alcoholismo, por lo que se debe elegir aquella opción terapéutica que mejor se adapte

a las necesidades del paciente en su situación actual. El tratamiento debe englobar

cubrir las necesidades inmediatas, pero también a mediano y largo. Sin embargo, de

una forma genérica, todo programa terapéutico de alcoholismo se basa en un trabajo

motivacional continuando cualquiera que sea la orientación y opción terapéutica

elegida. Se debe también considerar necesaria la derivación a un especialista (Médico

Psiquiatra). Se considera que un resultado exitoso en un tratamiento psicoterapéutico

para un paciente dependiente es la abstinencia, sin embargo, también podría

plantearse un consumo controlado y moderado, en vez de cuando “necesiten” hacerlo.

Este tipo de programas previenen el consumo masivo. Se persigue con estos

programas un consumo moderado, no diario, de baja cuantía, evitando consumos


masivos, puntuales, incluyendo periodos de abstinencia y previniendo todo tipo de

complicaciones físicas, psíquicas y sociales (R. Ochoa et al., 2020)

 Modelo Cognitivo Conductual: El programa cognitivo-conductual es de gran eficacia

para el tratamiento del alcoholismo, el cual incluye motivación en la abstinencia y

prevención en las recaídas, así como también herramientas de afrontamiento en la

abstinencia, resolución de conflictos y manejo de la ansiedad y depresión, las cuales

son comórbidas con el trastorno de dependencia del alcohol (Ochoa et al., 2009).

 Terapias grupales: Lo primordial de las terapias de grupo, es que estén dirigidas por

un terapeuta profesional hacia determinados objetivos grupales, Su principal objetivo

es ayudar al paciente a adquirir una mejor perspectiva del periodo de abstinencia

(Ochoa et al., 2009)

 Derivación al psiquiatra: Un consumo de alcohol prolongado puede ocasionar

cuadros de depresión y ansiedad, así como también cuadros psicóticos, por lo que es

importante el empleo de fármacos procurando evitar aquellos que como los

benzodiacepinas
 Principales tratamientos según el Instituto Nacional de Adicciones (NIDA)

 Intervenciones familiares: Los objetivos de las intervenciones familiares son

preparar a la familia para establecer límites, así como también saber comunicar las

consecuencias de no respetarlas. Es conveniente que la familia enliste los daños

percibidos por ellos en todos los niveles, tanto sociales, emocionales como

económicos para poder enfatizar el cambio. Luego de identificadas las consecuencias,

es de suma importancia reconocer sentimientos como resentimientos hacia el adicto,

por lo que se hace una revisión de cambios internos que les gustaría realizar en la
dinámica familiar. Por último, la familia le comunica al adicto lo que piensan y

señalan las consecuencias de una recaída. (Ramírez, 2001; I. Reina et al., 2014)

Recomendaciones a la familia para el manejo del paciente

 Mantenerlo alejado del alcohol, no realizar celebraciones en el seno familiar


donde el enfermo participe.
 Haga sus mayores esfuerzos para garantizar un hogar donde exista el amor,
armonía, y ejemplaridad.
 No le exija más de lo que sus capacidades le permitan, pero garantice que
desarrollen estas al máximo de sus posibilidades.
 Sea solidario, condescendiente y protector, pero evite el exceso.
 Conviértase en amigo y confidente, evite que personas menos positivas asuman
este importante papel.
 No pierda oportunidad de mostrarle su satisfacción ante conductas positivas y de
a ello mayor importancia que a los señalamientos críticos, también es necesario ante
conducta negativas.
 Si deseas incrementar su disfrute de la vida no use alcohol, explore estilos de
vida saludables.
 Tenga presente que el consumo excesivo de alcohol disminuye entre 12 y15 años
de esperanza de vida.
 La libertad es unas de las aspiraciones más preciadas del ser humano, evite
perderla esclavizándose con el alcohol y si ya ocurrió busque ayuda urgente para
liberarse. (Matos, 2017).

 Fase de deshabituación y desintoxicación: Periodo en el cual, el objetivo principal es

la recuperación del estilo de vida normal y sana del adicto. Van en conjunto propuestas

farmacológicas y psicoterapéuticas, todo bajo supervisión médica (Ochoa, et al 2009)

6. Luego del tratamiento se considera al paciente en (DSM-5)

En remisión inicial: Después de haberse cumplido previamente todos los criterios

de un trastorno por consumo de alcohol, no se ha cumplido ninguno de ellos durante

un mínimo de 3 meses, pero sin llegar a 12 meses.


En remisión continuada: Después de haberse cumplido previamente todos los

criterios de un trastorno por consumo de alcohol, no se ha cumplido ninguno de

ellos durante un período de 12 meses o más


CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

La identificación y el consejo médico es el primer paso del tratamiento y en algunos casos

puede ser el tratamiento definitivo. Sin embargo y a pesar de una excelente intervención, 60% de

los pacientes seguirá con el mismo patrón de consumo e incluso podría aumentarlo. El trastorno

por consumo de alcohol tiene diferentes modalidades de tratamiento dependiendo de su

severidad, siendo la más difícil la relacionada con la dependencia (E. Ochoa et al., 2009).

Los pacientes con consumo de moderado a severo pueden beneficiarse del tratamiento por

parte de un especialista en adicciones y terapias en grupos de autoayuda, así como psicoterapia

individual. Todo esto debe tener como meta la abstinencia total y permanente.

Por lo tanto, lo primordial es controlar el cuadro clínico del paciente, identificar la

enfermedad previa, para aplicar el tratamiento adecuado. Por ejemplo, se deberá tratar la

abstinencia de alcohol con el manejo médico farmacológico específico según el caso y al detectar

que la enfermedad primaria podría ser una depresión, por lo que se anexaría al tratamiento un

antidepresivo.

A la par, en el momento en el que el cuadro inicial lo permita, el paciente debe acceder a

dos tratamientos complementarios: acudir a grupos de autoayuda y a psicoterapia. El otro medio

de tratamiento se requiere la psicoterapia en sus diferentes vertientes, con la cual el paciente será

capaz de entender el motivo por el que se generó el trastorno por consumo de alcohol y en la que

se buscará desactivar aquellos elementos que desencadenan su necesidad o que lo propician. Su

duración se basa en la técnica que se adopte, desde una psicoterapia breve hasta el psicoanálisis,

cuya alianza terapéutica y la voluntad del paciente para atender su trastorno y mantener el

proceso serán básicos en el éxito del tratamiento (Rodriguez et al., 2018).


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