Step by step 1/3
Liderazgo
Para convertirse en un auténtico líder, un profesional debe
evolucionar desde el ser hacia el querer y el saber hacer,
desarrollando sus cualidades, actitudes y habilidades.
Ser (cualidades)
¿Qué distingue a un líder de alguien que no lo es? Su capacidad
para influir en los demás e impulsarlos hacia un objetivo. Pero
nadie puede dar lo que no tiene. El primer paso es, por tanto,
realizar una honesta introspección para detectar nuestros
puntos fuertes y débiles en esta competencia.
Un líder nace… y se hace. Para reforzar tus cualidades internas, lo
primero es desarrollar tu inteligencia emocional, en su doble aspecto:
Con relación a ti mismo
•  Conócete. Te permitirá aprovechar al máximo tus
cualidades, fortalecer tus puntos débiles y protegerte en
situaciones críticas, evitando errores.
•  Mantén alta tu autoestima. Conseguirás mantener y
reforzar tu autoconfianza, reconocer las cualidades de los
demás y aceptar los fallos, aprendiendo cada día de las
experiencias vividas.
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•  Contrólate. Podrás mantener la calma en todo momento,
acertar más en la toma de decisiones y gestionar
adecuadamente las situaciones difíciles.
•  Encuentra tus propias motivaciones (automotivación).
Mantendrás tu nivel energético, tu capacidad de trabajo
y tu capacidad de influenciar positivamente en tus
colaboradores.
Con relación a los demás
•  Se empático. Te facilitará desarrollar buenas habilidades
de comunicación y comprender mejor tu entorno y a tus
colaboradores.
•  Aprende a escuchar. Adquiere así una visión más amplia
de las situaciones en cada momento y potencia tu
efectividad y la de tu equipo.
•  Se asertivo. Cultiva el respeto y el equilibrio en tu forma
de expresarte; te permitirá establecer un clima positivo y
de colaboración, y resolver con mayor eficacia cualquier
situación compleja.
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Liderazgo
Querer (actitudes)

En la vida hay cosas que podemos cambiar y otras que no, pero
siempre podemos elegir desde qué prisma las vamos a enfocar.
La actitud marca los comportamientos, las reacciones, las
interpretaciones. Y la actitud puede ser elegida.
El segundo paso para ser un buen líder es prestar atención a las
actitudes que te conviene elegir y mantener, que son, entre otras:
•  Objetividad.
•  Humildad.
•  Integridad.
•  Transparencia.
•  Implicación y compromiso.
•  Respeto.
•  Apertura al cambio, flexibilidad.
•  Inquietud intelectual.
Percibir estas actitudes en un líder es lo que le otorga el
reconocimiento como tal por parte de sus colaboradores, que
a partir de ahí le seguirán. Solo resta dar el mejor ejemplo de
trabajo, eficacia, motivación y compromiso.

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Liderazgo
Saber hacer (habilidades)
El tercer paso será cultivar las habilidades ejecutivas que
necesitarás, recordando que un buen líder:
•  Relaciona metas, estrategias, objetivos y tareas.
Alineándolos con la estrategia de la organización, el líder
consensúa con su equipo los objetivos a largo y medio
plazo, siendo selectivo en su elección. Deben ser difíciles,
exigentes, pero realistas y alcanzables. Si no fueran así,
el equipo podría desentenderse de ellos al considerarlos
absurdos. Los objetivos deben estar cuantificados, no
valen meras ideas imprecisas y faltas de concreción.
•  Organiza y planifica las tareas y el equipo. Determina
de forma exacta lo que el equipo hará para alcanzar los
objetivos. Evalúa la información relevante anticipando los
posibles desarrollos futuros. Se debe ser muy preciso, ya
que si trabajamos de forma muy dispersa se correría el
riesgo de no conseguir nada.
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•  Gestiona la información. Esto supone, por un lado, realizar
el proceso para recabar y guardar la información y, por otro
lado, aportar la información necesaria para la correcta toma
de decisiones y la realización de las diferentes tareas.
•  Conduce reuniones. Lidera bien las reuniones con los
colaboradores. valora la importancia de que las reuniones,
tanto las sistemáticas como las excepcionales, estén bien
organizadas y dirigidas, de forma que sean productivas
para todos los participantes.
•  Gestiona el tiempo. Aunque nuestra sensación es la de
que no tenemos tiempo, tenemos todo el tiempo que
existe. Hablamos de controlar el tiempo cuando es un
recurso incontrolable, y lo que hace un líder es controlar y
programar sus actividades y las del equipo.
•  Delega eficazmente. Asigna autoridad a un colaborador
para que desarrolle ciertas funciones, compartiendo la
responsabilidad y estableciendo los mecanismos de control
necesarios, para verificar su realización y efectividad.