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El Código Civil de 1936 que no regulaba la unión de hecho; de la revisión de la citada sentencia
se advierte que la autoridad judicial se ha pronunciado sobre la existencia de una unión de
hecho entre las partes en aplicación del artículo 9 de la Constitución Política de 1979, que sí
regulaba la unión estable de un varón y una mujer libres.
Ha existido una unión de hecho desde enero de mil novecientos setenta y cuatro hasta junio
de mil novecientos ochenta y cuatro.
“…el levantamiento de una medida cautelar a través del proceso de tercería de propiedad
puede estar sustentado en una sentencia con autoridad de cosa juzgada …”
“…de lo que se colige que el artículo 2120 del Código Civil, referido a la aplicación del derogado
Código Civil de 1936 deviene en inaplicable; pues no está en discusión la existencia de una
unión de hecho entre la tercerista y el referido codemandado, sino la acreditación del derecho
de propiedad que invoca la demandante; por lo que, la infracción normativa material deviene
en infundada. Sin perjuicio de los antes precisado, es necesario acotar que, en el supuesto
negado que fuera de aplicación el Código Civil de 1936 que no regulaba la unión de hecho; de
la revisión de la citada sentencia se advierte que la autoridad judicial se ha pronunciado sobre
la existencia de una unión de hecho entre las partes en aplicación del artículo 9 de la
Constitución Política de 1979, que sí regulaba la unión estable de un varón y una mujer libres
de impedimentos matrimonial. Y por otro lado, este Supremo Colegiado considera que,
además de las conclusiones probatorias de la instancia de mérito, es necesario resaltar que el
proceso judicial N° 910-85 (Hoy 8233-97), que originó el derecho de propiedad de la
demandante cuenta con anotación de demanda desde el veintitrés de agosto de mil
novecientos ochenta y cinco (tal como consta en el asiento 4 de la Partida Registral 49077724
que obra a fojas ciento diecisiete), mientras que la medida cautelar de embargo materia de la
tercería que nos ocupa, fue anotada el siete de julio de mil novecientos noventa y cinco (según
se desprende de fojas ciento dieciocho); de lo que se colige que el proceso ha sido resuelto
acorde a los requisitos establecidos en el artículo 533 del Código Procesal Civil, al cual nos
hemos referido en el sétimo considerando; por lo que, los argumentos del casante no han de
influir en el fallo, menos los relacionados a la declaración de una unión de hecho que ya
mereció pronunciamiento judicial con calidad de cosa juzgada …”
El derecho de propiedad para buscar el levantamiento de una medida cautelar a través del
proceso de tercería de propiedad puede estar sustentado en una sentencia con autoridad de
cosa juzgada en el que se haya reconocido judicialmente el derecho de propiedad a favor del
demandante; siempre que esta tenga una data anterior a la inscripción de la medida cautelar
que afecta el bien.
I. ASUNTO
II. ANTECEDENTES
1.- DE LA DEMANDA:
Mediante escrito de fecha veintinueve de mayo de dos mil uno, la parte actora interpone
demanda de tercería de propiedad contra Narda Azucena Limo García y Alberto Guzmán
Valencia, a efectos de que se suspenda el remate público programado por el 52 Juzgado “A”
Civil de Lima para el veintinueve de mayo de dos mil uno a horas 10:00 a.m., por cuanto se
pretende rematar el inmueble ubicado en la avenida Alfonso Ugarte N°1128 – departamento
909 Breña, cuya propiedad le pertenece en un 50%. Fundamenta su pretensión, alegando que:
1) el predio motivo de controversia, fue sujeto de facción de inventarios y posterior liquidación
de bienes en el expediente signado con el N° 8233-97, tramitado ante el 52 Juzgado Civil de
Lima (Hoy 15 Juzgado Civil de Lima), y fue dirigida contra el co - demandado don Alberto
Asención Guzmán Valencia, proceso que concluyó con sentencia favorable, la misma que
quedo consentida y ejecutoriada. 2) Posteriormente, la co-demandada Narda Azucena Limo
García, por orden del 24 Juzgado Civil de Lima, se le adjudicó el 50%, de los derechos y
acciones, respetándose el dominio de la recurrente sobre el otro 50%; sin embargo, el 52°
juzgado “A” Civil de Lima, decretó el remate público del 100% de derechos y acciones del bien
inmueble, ubicado en avenida Alfonso Ugarte N°1228, departamento 909, Breña, decisión que
la perjudica por cuanto se estaría rematando la porción que por derecho le corresponde a la
recurrente, esto es, 50% de la propiedad de la demandante.
i) De la copia literal actualizada del bien inmueble, ubicado en avenida Alfonso Ugarte N' 1228,
departamento 409, del distrito de Breña, se verifica que los únicos propietarios de dicho bien
son: don Alberto Guzmán Valencia, dueño del 50% de los derechos y acciones; y doña Narda
Azucena Limo García dueña del otro 50% de los derechos y acciones; debido a ello la
propiedad está sujeta al deber de ejercicio, esto es, de usar, disfrutar, aprovechar y explotarse.
li) De los actuados se verifica, que aun cuando del escrito de demanda se constata que el
petitorio no es claro, ni preciso; y de la misma se entiende que la tercería de propiedad, está
referida solo respecto al 50% de los derechos y acciones que le pertenece a don Alberto
Asencion Guzmán Valencia, sobre la cual la co-demandada doña Narda Azucena Limo García,
tiene anotado un embargo en forma de inscripción hasta por la suma de S/ 40,000.00; pese a
ello, la demandante doña Aurora Lidia Violeta Dongo Riega, no ha acreditado con documento
idóneo, fehaciente y conducente, que tenga derechos sobre dicha propiedad, solo tiene un
derecho expectaticio, debido a la anotación de una demanda que fue declara fundada sobre
liquidación de bienes de una sociedad de hecho constituida entre la demandante doña Aurora
Lidia Violeta Dongo Riega y el codemandado Alberto Asencion Guzmán Valencia, sin embargo,
no obra en autos documento alguno que acredite que se haya procedido en el expediente N'
8233-97, tramitado ante el 52 Juzgado “A” Civil de Lima (Hoy 15' Juzgado Civil de Lima) la
Liquidación de la Sociedad de Gananciales o que el bien inmueble materia de litis forme parte
de los bienes adquiridos dentro de la vigencia de la Unión de Hecho, tampoco existe anotación
alguna al respecto en la Partida Registral N' 4907861.
lli) Por otro lado, habiendo fallecido el co-demandado don Alberto Guzmán Valencia, de la
Copia literal de la Sucesión Intestada, se verifica que sus hijos Edgard Alberto y Juan Pablo
Guzmán Dongo son los herederos universales de los derechos y acciones que le correspondía a
su padre, evidenciándose con ello que el derecho real sobre el bien inmueble materia de litis
solo lo tienen los co-demandados antes aludidos y no la demandante doña Aurora Violeta
Dongo Riega.
iv) Si bien es cierto la demandante, doña Aurora Lidia Violeta Dongo Riega, solo pudo acreditar
su supuesto derecho de propiedad, mediante una transferencia de acciones y derechos,
realizada con posterioridad a la presente demanda, conforme se acredita con la copia simple
del Certificado Mobiliario y la copia certificada del Testimonio de Transferencia de Acciones y
Derechos y no en los actos postulatorios, y esto, en contubernio con el codemandado, hoy
fallecido, don Alberto Asención Guzmán Valencia, por lo que, son motivos suficientes para que
la suscrita Juez desestime la demanda; más si se toma en consideración que, aun cuando la
actora obtuvo una sentencia favorable de Unión de Hecho y anotó en la Partida Registral del
bien inmueble materia de litis, esta parte nunca acreditó con documento idóneo, fehaciente y
conducente, que dentro de la vigencia de la Unión de Hecho, adquirieron el bien inmueble
ubicado en avenida Alfonso Ugarte N'1228, departamento 909, del distrito de Breña, inscrita
en la Partida Registral N'49078671.
v) La presente tercería, del bien inmueble materia de litis pertenecía a la sociedad conyugal
conformada por doña Narda Azucena Limo García y Don Alberto Asención Guzmán Valencia.
iv) Al haber otorgado el causante Alberto Guzmán Valencia el 50% de los derechos y acciones
que le correspondieron sobre el inmueble materia de litis a la hoy impugnante, conforme a la
escritura pública de fecha veintinueve de noviembre de dos mil uno, dichos derechos y
acciones no corresponden a la masa hereditaria del mismo al pertenecer a doña Aurora Lidia
Violeta Dongo Riega.
v) Así mismo se establece, que en la sentencia emitida por la Sala Superior se ha dado
cumplimiento al mandato contenido mediante ejecutoria suprema de fecha veintidós de
noviembre de dos mil once, faltando determinar, si Carolina Herminia Vilela Rojas tiene la
calidad de copropietaria del inmueble sub litis al consignarse en la ficha del Registro de
Propiedad Inmueble la compra venta de acciones y derechos vendida a esta última por doña
Narda Azucena Limo García, habiéndose presentado el titulo el dieciocho de julio de dos mil
uno. Por lo que, se aprecia de autos, que mediante escritura pública del diecisiete de julio de
dos mil uno, Narda Azucena Limo García ha transferido a título de compra venta las acciones y
derechos que sobre dicho inmueble le corresponden a doña Carolina Herminia Vilela Rojas, no
obstante a que mediante Resolución N' 01 de fecha treinta y uno de mayo de dos mil uno, se
dispuso suspender el proceso principal respecto de la ejecución del inmueble materia de Litis;
habiendo quedado desierto el remate convocado mediante Resolución N' 68 de fecha
dieciocho de abril de dos mil uno, en el proceso de separación de patrimonios, en estado de
ejecución seguido por la misma justiciable; que en tal sentido de acuerdo a lo dispuesto en el
artículo 108 del Código Procesal Civil se habría producido la sucesión procesal de Narda
Azucena Limo García a Favor de doña Carolina Herminia Vilela Rojas, con las responsabilidades
que ello corresponda.
6.- RECURSO DE CASACIÓN: Esta Suprema Sala, mediante resolución de fecha veinticuatro de
octubre de dos mil dieciocho8 ha declarado procedente el recurso de casación interpuesto por
la parte demandada Narda Azucena Limo García, por las causales de:
li. Infracción normativa del artículo 2120 del Código Civil10, precisa que en el considerando
sétimo de la sentencia de vista el ad quem señala que ha existido una unión de hecho desde
enero de mil novecientos setenta y cuatro hasta junio de mil novecientos ochenta y cuatro,
entre el fallecido Alberto Asención Guzmán Valencia y la demandante, ya que hicieron vida en
común, lo cual evidencia un error de apreciación legal, debido a que durante la vigencia del
Código Civil de 1936, no se legisló sobre la unión de hecho o sobre sus derechos, debido a ello,
afirma que dicha alegación guarda concordancia con el artículo 2120 del Código Civil, por lo
tanto, refiere que el considerando sétimo de la recurrida contraviene el principio de
incongruencia y logicidad.
TERCERO- Estando a que la causal contenida en el ítem “i” se sustenta en hechos que en
suman resultarían ser atentatorios al debido proceso, a la debida motivación de las
resoluciones y valoración de la prueba, corresponde precisar que “El derecho al debido
proceso supone el cumplimiento de las diferentes garantías y normas de orden público que
deben aplicarse a todos los procesos o procedimientos, a fin de que las personas estén en
condiciones de defender adecuadamente sus derechos ante cualquier acto estatal o privado
que pueda afectarlos. Su contenido presenta dos expresiones: la formal y la sustantiva. En la
de carácter formal, los principios y reglas que lo integran tienen que ver con formalidades
estatuidas, tales como las que establecen el procedimiento preestablecido, el derecho de
defensa y la motivación, etcétera. En las de carácter sustantiva o, estas están básicamente
relacionadas con los estándares de razonabilidad y proporcionalidad que toda decisión judicial
debe suponer. A través de esto último se garantiza el derecho que tienen las partes en un
proceso o procedimiento a que la resolución se sustente en la interpretación y aplicación
adecuada de las disposiciones vigentes, válidas y pertinentes del orden jurídico para la solución
razonable del caso, de modo que la decisión en ella contenida sea una conclusión coherente y
razonable de tales normas”11. (Énfasis agregado)
CUARTO.- De igual manera, el Tribunal Constitucional estableció que: “El derecho a la debida
motivación de las resoluciones importa pues que los órganos judiciales expresen las razones o
justificaciones objetivas que la llevan a tomar una determinada decisión. Esas razones, por lo
demás, pueden y deben provenir no sólo del ordenamiento jurídico vigente y aplicable al caso,
sino de los propios hechos debidamente acreditados en el trámite del proceso”. A mayor
abundamiento, el Tribunal, en distintos pronunciamientos, ha establecido “que el derecho a la
debida motivación de las resoluciones judiciales es una garantía del justiciable frente a la
arbitrariedad judicial y garantiza que las resoluciones judiciales no se encuentren justificadas
en el mero capricho de los magistrados, sino en datos objetivos que proporciona el
ordenamiento jurídico o los que se deriven del caso”12.
QUINTO.- En ese sentido, cabe precisar que el derecho al debido proceso y la tutela
jurisdiccional efectiva constituyen principios consagrados en el inciso 3, del artículo 139, de la
Constitución Política del Estado, los cuales comprenden a su vez, el deber de los jueces de
observar los derechos procesales de las partes y el derecho de los justiciables a obtener una
resolución fundada en derecho ante su pedido de tutela en cualquiera etapa del proceso. De
ahí que dichos principios se encuentren ligados a la exigencia de la motivación de las
resoluciones judiciales, prevista en el inciso 5 del referido artículo constitucional, esto es, que
los jueces y tribunales expliciten en forma suficiente las razones de sus fallos, con mención
expresa de los elementos fácticos y jurídicos que los determinaron. Por consiguiente, la
contravención de las normas que garantizan el derecho a un debido proceso se da cuando en
el desarrollo del mismo, no se han respetado los derechos procesales de las partes, se han
obviado o alterado actos de procedimiento, la tutela jurisdiccional no ha sido efectiva y/o el
órgano jurisdiccional deja de motivar sus decisiones o lo hace en forma incoherente, en clara
transgresión de la normatividad vigente y de los principios procesales.
OCTAVO: Ahora bien, de la revisión de los autos se advierte que la instancia de mérito ha
revocado la apelada y reformándola ha declarado fundada la demanda; al considerar que está
acreditado que el 50% del bien materia de remate es de propiedad de la tercerista, en mérito a
la liquidación de bienes de la sociedad de hecho constituida por la tercerista y el codemandado
Augusto Guzmán Valencia dispuesta en el expediente N° 910-85 (Hoy 8233-97); por lo tanto, al
no ser de propiedad de Augusto Guzmán Valencia no forma parte de su masa hereditaria y por
ende la medida cautelar dispuesta no le es oponible a la tercerista. En suma la decisión
adoptada se encuentra adecuadamente justificada, pues establece la relación de hecho en
base a su apreciación probatoria, interpreta y aplica las normas que considera pertinentes
acorde a la naturaleza del proceso que nos ocupa; por lo que, no se advierte trasgresión alguna
al principio de debida motivación de las sentencias, no se afecta la logicidad, ni se vulnera el
derecho a probar en cualquiera de sus vertientes. Debiéndose precisar que los
cuestionamientos relacionados a la titularidad del bien por parte del codemandado Alberto
Asención Guzmán Valencia en el tracto sucesivo resultan contradictorios, pues la recurrente
justamente en condición de esposa del referido codemandado, adquirió la propiedad del 50 %
del bien sobre el que recae la medida; por otro lado las alegaciones referidas a la aplicación del
Código Civil de 1936 que no regulaba la figura jurídica de la unión de hecho, merecerán
pronunciamiento en los considerandos subsiguientes, por formar parte de los argumentos que
sustentan la infracción normativa material descrita en el ítem “ii”. En consecuencia, la
infracción normativa procesal consignada en el ítem “i” debe ser desestimada.
V. DECISIÓN
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2 Página 1808
3 Páginas 1735.
4 Página 21
5 Página 29.
6 Página 1735.
7 Pág. 1808.
(...)
Ninguna persona puede ser desviada de la jurisdicción predeterminada por la ley, ni sometida
a procedimiento distinto de los previamente establecidos, ni juzgada por órganos
jurisdiccionales de excepción ni por comisiones especiales creadas al efecto, cualquiera sea su
denominación.
(...)
5. La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias, excepto los
decretos de mero trámite, con mención expresa de la ley aplicable y de los fundamentos de
hecho en que se sustentan. Artículo 122.- Las resoluciones contienen:
(...)
3. La mención sucesiva de los puntos sobre los que versa la resolución con las consideraciones,
en orden numérico correlativo, de los fundamentos de hecho que sustentan la decisión, y los
respectivos de derecho con la cita de la norma o normas aplicables en cada punto, según el
mérito de lo actuado Artículo 197.- Todos los medios probatorios son valorados por el Juez en
forma conjunta, utilizando su apreciación razonada. Sin embargo, en la resolución sólo serán
expresadas las valoraciones esenciales y determinantes que sustentan su decisión.
Artículo 245.- Un documento privado adquiere fecha cierta y produce eFIcacia jurídica como
tal en el proceso desde:
CASACIÓN 161
El Peruano
(...)
3. La presentación del documento ante notario público, para que certiFIque la fecha o legalice
las Þrmas
Artículo 12.- Todas las resoluciones, con exclusión de las de mero trámite, son motivadas, bajo
responsabilidad, con expresión de los fundamentos en que se sustentan, pudiendo éstos
reproducirse en todo o en parte sólo en segunda instancia, al absolver el grado.
10 Artículo 2120.- Se rigen por la legislación anterior los derechos nacidos, según ella, de
hechos realizados bajo su imperio, aunque este Código no los reconozca.
11 EXP. Nº 02467-2012-PA/TC
12 EXP. Nº 03433-2013-PA/TC Lima Servicios Postales del Perú S.A. -- SERPOST S.A.
14 MICHELE TARUFFO, La Prueba, Marcial Pons Ediciones Jurídicas y Sociales S.A. Madrid 2008.
p. 131.
15 Ledesma, Marianella. Comentarios al Código Procesal Civil. Gaceta Jurídica, Lima, 2015,
Tomo I, p. 559
C-1866779-54