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¡Venga tu Reino!

INCORPORACIÓN AL REGNUM CHRISTI

El Movimiento Regnum Christi considera ya miembro a quien ha expresado,


preferentemente después de una preparación previa, su voluntad de formar parte de él. El
número 59 y 60 del Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi especifica las
diversas formas de incorporarse:

1. Quien escribe una nota donde expresa su deseo de seguir a Jesucristo más de cerca,
valiéndose de la espiritualidad y de los medios que le ofrece el Regnum Christi, y la entrega
al responsable de equipo, al director de sección o al director general del Movimiento. 1

2. Quien hace un ofrecimiento personal ante Cristo Eucaristía acompañado del responsable
de equipo o de algún miembro del equipo directivo de la sección.

3. Quien manifiesta verbalmente al responsable de equipo o algún miembro del equipo


directivo de la sección su deseo de comenzar a participar en la vida y las actividades del
Regnum Christi.

4. Quien quiere incorporarse al Movimiento en Cristo Rey, al final de las misiones de


Semana Santa, en los encuentros de Juventud y Familia, Ejercicios Espirituales, cursos de
formación, etc.

Es muy conveniente que la persona que se incorpora tenga previamente o inmediatamente


después, una preparación para profundizar en el sentido del compromiso que quiere hacer
con Cristo. También se recomienda que participe en un retiro espiritual de dos o tres días
que concluye con la aceptación de los propósitos y medios de perseverancia ante un
representante autorizado del Movimiento, ordinariamente dentro de la celebración
eucarística.

A continuación se presenta:

I. Rito de incorporación al primer grado, dentro de la celebración eucarística.


II. Rito de incorporación breve al primer grado, sin celebración eucarística.
III. La hoja de compromisos.

1
De preferencia la carta debe ser escrita y no un archivo electrónico.

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I. RITO DE INCORPORACIÓN AL PRIMER GRADO DEL REGNUM CHRISTI

Conviene preparar moniciones adecuadas para introducir las diversas partes de la Misa y del
rito de incorporación. En una mesa lateral a la primera banca se disponen los crucifijos, los
ejemplares de la Biblia (previamente bendecidos) y las hojas o tarjetas con los compromisos
de incorporación que se han de entregar.

1. RITO DE ENTRADA
Mientras el sacerdote va al altar se entona el canto de entrada. Después del saludo uno de los
participantes dice la primera monición para introducir la Misa de incorporación.

2. LITURGIA DE LA PALABRA
Cf. Apéndice p. 7

3. LLAMADA A LOS CANDIDATOS


Después del Evangelio, el celebrante vuelve a la sede y llama por su nombre y apellido a los
candidatos al Movimiento Regnum Christi. Todos permanecen de pie en sus lugares.

Celebrante: Preséntense los que quieren incorporarse al Movimiento Regnum Christi:


N.N., N.N., etc.

Cada candidato responde: Presente.

A continuación los candidatos se sientan y tiene lugar la homilía.

4. HOMILÍA

5. RITO DE INCORPORACIÓN

1). ORACIÓN INTRODUCTORIA


Celebrante:

Oremos: Oh Dios, que has dispuesto con admirable providencia que el Reino de Cristo
se extienda por toda la tierra y que todos los hombres participen de la redención salvadora, te
rogamos que el Movimiento Regnum Christi sea para estos hijos tuyos, que se disponen a
seguirte en él, instrumento de salvación en el seno de nuestra Madre la Iglesia Católica. Por
nuestro Señor Jesucristo que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por
los siglos de los siglos.

Todos: Amén.

Todos se sientan.

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2) PROCLAMACIÓN CRISTOLOGICA: CRISTO, CAMINO, VERDAD Y VIDA


DEL CRISTIANO
El celebrante, con las manos juntas, hace la proclamación cristológica.
Celebrante:
Cristo está en el vértice de las aspiraciones humanas, es el término de nuestras
esperanzas y de nuestras plegarias. Aquél que da sentido a los acontecimientos humanos.
Aquél que da valor a las acciones humanas. Aquél que constituye la alegría y la plenitud de
todos los corazones: el verdadero Hombre. Y al mismo tiempo, Jesús es el manantial de
nuestra verdadera felicidad: es el principio de nuestra vida espiritual y moral; dice lo que se
debe hacer y da la fuerza, la gracia para hacerlo. Cristo es todo para nosotros. Y es deber de
nuestra fe religiosa, necesidad de nuestra humana conciencia, reconocer, confesar y celebrar
esto. A Él está ligado nuestro destino, nuestra salvación.

3) SALMO DE OBLACIÓN
A continuación todos se ponen de pie. Pasa al ambón un lector para cada estrofa del salmo.
El lector proclama la estrofa y todos los candidatos intercalan la respuesta.
Lector: Nosotros, laicos del pueblo de Dios, católicos deseosos de ser hijos fieles y
operantes de tu Santa Iglesia, miramos a ti, Jesucristo, Nuestro Señor, Maestro y Salvador de
la humanidad, como a la luz del mundo e, iluminados por ti, te rogamos que nos hagas
comprender tu luz sobre nosotros, como una vocación; vocación a tu seguimiento porque tú,
Cristo, eres el camino, la verdad y la vida.

Candidatos: Amén.

Lector: Haz, Señor, que comprendamos la dignidad y el compromiso de nuestra


vocación cristiana, que nos coloca en medio de la humanidad como antorchas vivas para
iluminar e impulsar la fe y como levadura para transformar la vida de todo hombre y mujer así
como las realidades de este mundo en tu Reino de justicia, de verdad, de amor y de paz.

Candidatos: Amén.

Lector: Haz, Señor, que, como discípulos y seguidores tuyos, abracemos con amor
el misterio de la unidad y comunión que es tu Iglesia, que vive en tu verdad y caridad y es
guiada por el Papa, tu Vicario, y los obispos, y desde las filas de este Movimiento que tú
has inspirado sepamos promoverla con ardiente celo y defenderla decidida y lealmente.

Candidatos: Amén.

Lector: Haz, Señor, que el amor hacia todos nuestros hermanos en Cristo sea más
profundo y eficaz para colaborar con ellos más intensamente en la edificación del Reino de
Dios.

Candidatos: Amén.

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Lector: Haz también que sepamos unir nuestros esfuerzos con todos los hombres de
buena voluntad para lograr plenamente el bien de la humanidad en la verdad, la libertad, la
justicia y el amor.

Candidatos: Amén.

Lector: Todo esto te lo pedimos a ti, Cristo, que vives y reinas con el Padre y con el
Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos.

Candidatos: Amén.

4) COMPROMISO DE FIDELIDAD
A continuación, el celebrante invita a los candidatos a hacer el compromiso de fidelidad.

Celebrante:

Si queréis aceptar la invitación de Cristo a ser sus amigos incondicionales y sus


apóstoles incansables, haced delante de Dios los compromisos que os vinculan al Movimiento
Regnum Christi.

Candidatos:

Me toca a mí, de mí depende, el que tus palabras, Señor, no se pierdan.


Me toca a mí el que tu mensaje de salvación llegue a todos los hombres.
Me toca a mí vivir de tal manera tu palabra que, cuantos me vean, den gloria a Dios y se
sientan impulsados por tu gracia a participar de mi fe y a dar testimonio vivo de ella.

Y para que este compromiso se encarne en mí vivir de cada día, acepto, desde ahora, las
condiciones de tu amistad.

En presencia de Jesucristo, mi Señor y Redentor, invocando el auxilio de la Santa


Virgen, Madre de Cristo, de la Iglesia y mía:

Me comprometo a:

– Vivir en gracia y amistad con Cristo, mi Rey, a través de la oración y los sacramentos.

– Vivir las virtudes evangélicas de la pobreza, la obediencia filial y la pureza en mis


pensamientos y acciones.

– Cumplir con amor y honestidad los deberes propios de mi estado de vida como un
servicio a Dios y a los demás.

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– Vivir una auténtica vida cristiana, guiado por las virtudes de la caridad, especialmente
la benedicencia en la palabra y el pensamiento, sinceridad, magnanimidad, dominio
de mí mismo, espíritu de lucha para colaborar eficazmente en la extensión del Reino
de Cristo.

– Aprovechar todos los medios posibles para crecer en mi formación integral, forjando
mi liderazgo cristiano para ser un buen discípulo y apóstol de Cristo en todo momento.

– Profesar un amor fiel y operante a nuestra Madre, la Santa Iglesia; al Papa, Vicario de
Cristo; a mi obispo y a mi párroco.

– Ofrecer generosamente mis talentos y esfuerzo apostólico, mi tiempo y mis haberes


para colaborar en la misión del Regnum Christi al servicio de la Iglesia.

Para cuyo cumplimiento, confío en los méritos infinitos de Jesucristo, mi Señor, y en la


intercesión de la Inmaculada Virgen María, a quienes en este día humildemente invoco.

5) ENTREGA DEL CRUCIFIJO, DE LA BIBLIA Y DE LA HOJA DE


COMPROMISOS
A continuación los que se han incorporado se acercan procesionalmente al altar. El
celebrante entrega a cada uno el crucifijo, la Biblia y la hoja de compromisos mientras le dice
la exhortación correspondiente. Si el grupo es muy numeroso puede decirla una vez y,
posteriormente, hacer la entrega a cada uno en silencio. Mientras tanto la asamblea entona
cantos litúrgicos apropiados.

Entrega del crucifijo


Celebrante: Si quieres venir en pos de Cristo, toma tu cruz y síguelo enseguida;
porque el que no toma su cruz y le sigue, no es digno de Él.

Candidatos: Salve, oh cruz, esperanza única.

Entrega de la Biblia
Celebrante: Recibe el libro que es la palabra de Dios. Que él sea alimento que nutra tu
vida, luz que guíe siempre tus pasos hacia la vida eterna, mensaje de salvación que lleves
generosamente a todos los hombres.

Candidatos: Así sea.

Entrega de la hoja de compromisos


Celebrante: Recibe la hoja de compromisos con Cristo que te ayudará en el
cumplimiento de aquello a cuanto libremente acabas de comprometerte.

Acabado el rito de incorporación, si la liturgia del día lo prescribe, se hace la profesión de fe


y la oración de los fieles.

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5. LITURGIA EUCARÍSTICA
Conviene que los recién incorporados expresen su participación en las ofrendas llevando
cada uno su hostia para depositarla en la patena del sacerdote.

Durante la comunión se entonan cantos apropiados. Los que se han incorporado


pueden recibir la comunión bajo las dos especies (por intinción).

6. BENDICIÓN SOLEMNE
Al final de la Misa el sacerdote imparte la bendición solemne.

Celebrante:

Dios, que de las tinieblas os ha llamado a la luz admirable, derrame benigno su


bendición sobre vosotros y establezca vuestros corazones en la fe, en la esperanza y en la
caridad.

Todos: Amén.

Celebrante:

Y porque confiadamente seguís a Cristo, que apareció en este mundo como luz que
brilla en las tinieblas, Él os haga ser luz para vuestros hermanos.

Todos: Amén.

Celebrante:

La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre


vosotros y permanezca para siempre.

Todos: Amén.

Celebrante: La alegría del Señor sea nuestra fuerza. Podéis ir en paz.

Todos: Demos gracias a Dios.

Durante la procesión de salida puede entonarse un canto apropiado.

7. FIRMA DEL ACTA

Después de la ceremonia el celebrante y cada uno de los nuevos miembros firman el


acta de la incorporación.

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APÉNDICE

LECTURAS PARA EL RITO DE INCORPORACIÓN


AL PRIMER GRADO DEL REGNUM CHRISTI

Si la Misa de incorporación se celebra en domingo o coincide con una fiesta o


solemnidad litúrgica, deben utilizarse las lecturas prescritas. Si tiene lugar entre semana y las
lecturas de la feria no se consideran adecuadas, el celebrante puede escoger aquéllas que
más se acomoden a esta celebración particular, siempre que las tome de un leccionario
aprobado (cf. Institutio Generalis Missalis Romani, n. 319). Quedando a salvo lo anterior, se
proponen, a manera de recomendación, las siguientes lecturas.

Primera lectura (cf. Misa por las vocaciones)

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios (3, 2-13)

Hermanos:

Nos apremia el amor de Cristo, al considerar que, si uno murió por todos, todos
murieron.
Cristo murió por todos, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para el que
murió y resucitó por ellos.
Por tanto, no valoramos a nadie por criterios humanos. Si alguna vez juzgamos a
Cristo según tales criterios, ahora ya no.
El que es de Cristo, es una creatura nueva.
Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha comenzado.
Todo esto viene de Dios, que por medio de Cristo nos reconcilió consigo y nos
encargó el servicio de reconciliar.
Es decir, Dios mismo estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo, sin pedirle
cuentas de sus pecados, y a nosotros nos ha confiado el mensaje de reconciliación.
Por eso, nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo
os exhortara por nuestro medio.
En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios.

Palabra de Dios.

R/ Te alabamos, Señor.

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Salmo responsorial (Sal. 18, 2-3. 4-5)

R/ A toda la tierra alcanza su pregón.

El cielo proclama la gloria de Dios,


el firmamento proclama la obra de sus manos,
el día al día le pasa su mensaje la noche a la noche se los susurra. R/

Sin que hablen, sin que pronuncien, sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje. R/

Aleluya (Mt 28, 19-20)

V/ Aleluya, aleluya.

R/ Aleluya, aleluya.

V/ Id y haced discípulos a todos los pueblos, dice el Señor; yo estoy con vosotros todos
los días hasta el fin del mundo.

R/ Aleluya, aleluya.

o bien, (Mc 16, 15)

V/ Aleluya, aleluya.

R/ Aleluya, aleluya.

V/ Id al mundo entero, dice el Señor, y proclamad el Evangelio a toda la creación.

R/ Aleluya, aleluya.

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Evangelio (cf. Misa por la evangelización de los pueblos)

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (5, 1-12a.)

En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus
discípulos; y él se puso a hablar enseñándolos:
Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la Tierra.
Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados.
Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos quedarán saciados.
Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán *los hijos de Dios+.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los
Cielos.
Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan, y os calumnien de cualquier modo
por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.

Palabra del Señor.

R/ Gloria a ti, Señor Jesús.

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II. RITO BREVE DE INCORPORACIÓN AL PRIMER GRADO DEL REGNUM


CHRISTI

(Fuera de la celebración Eucarística)


Debe estar preparada una estola color blanco y un roquete (en el caso de que el rito lo
presida un legionario de Cristo). Se coloca un crucifijo y una mesa sobre la que se disponen
los crucifijos, los ejemplares de la Biblia (previamente bendecidos) y las hojas de
incorporación que se han de entregar.

1. EXHORTACIÓN BREVE
El celebrante puede dirigir una breve exhortación a quienes se van a incorporar

2. RITO DE INCORPORACIÓN

1) ORACIÓN INTRODUCTORIA
El celebrante:

Oremos: Oh Dios, que has dispuesto con admirable providencia que el Reino de Cristo
se extienda por toda la tierra y que todos los hombres participen de la redención salvadora, te
rogamos que el Movimiento Regnum Christi sea para estos hijos tuyos, que se disponen a
seguirte en él, instrumento de salvación en el seno de nuestra Madre la Iglesia Católica. Por
nuestro Señor Jesucristo que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por
los siglos de los siglos.

Todos: Amén.
Todos se sientan.

2) PROCLAMACIÓN CRISTOLÓGICA: CRISTO, CAMINO, VERDAD Y VIDA


DEL CRISTIANO
El celebrante, con las manos juntas, hace la proclamación cristológica.

Cristo está en el vértice de las aspiraciones humanas, es el término de nuestras


esperanzas y de nuestras plegarias. Aquél que da sentido a los acontecimientos humanos.
Aquél que da valor a las acciones humanas. Aquél que constituye la alegría y la plenitud de
todos los corazones: el verdadero Hombre. Y al mismo tiempo, Jesús es el manantial de
nuestra verdadera felicidad: es el principio de nuestra vida espiritual y moral; dice lo que se
debe hacer y da la fuerza, la gracia para hacerlo. Cristo es todo para nosotros. Y es deber de
nuestra fe religiosa, necesidad de nuestra humana conciencia, reconocer, confesar y celebrar
esto. A Él está ligado nuestro destino, nuestra salvación.

3) COMPROMISO DE FIDELIDAD
A continuación, el celebrante invita a los candidatos a hacer el compromiso de fidelidad.

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¡Venga tu Reino!

Si queréis aceptar la invitación de Cristo a ser sus amigos incondicionales y sus


apóstoles incansables, haced delante de Dios los compromisos que os vinculan al Movimiento
Regnum Christi.

Los candidatos:

En presencia de Jesucristo, mi Señor y Redentor, invocando el auxilio de la Santa


Virgen, Madre de Cristo, de la Iglesia y mía:

Me comprometo a:

- Vivir en gracia y amistad con Cristo, mi Rey, a través de la oración y los sacramentos.

- Vivir las virtudes evangélicas de la pobreza, la obediencia filial y la pureza en mis


pensamientos y acciones.

- Cumplir con amor y honestidad los deberes propios de mi estado de vida como un
servicio a Dios y a los demás.

- Vivir una auténtica vida cristiana, guiado por las virtudes de la caridad, especialmente
la benedicencia en la palabra y el pensamiento, sinceridad, magnanimidad, dominio de
mí mismo, espíritu de lucha para colaborar eficazmente en la extensión del Reino de
Cristo.

- Aprovechar todos los medios posibles para crecer en mi formación integral, forjando
mi liderazgo cristiano para ser un buen discípulo y apóstol de Cristo en todo momento.

- Profesar un amor fiel y operante a nuestra Madre, la Santa Iglesia; al Papa, Vica-rio de
Cristo; a mi obispo y a mi párroco.

- Ofrecer generosamente mis talentos y esfuerzo apostólico, mi tiempo y mis haberes


para colaborar en la misión del Regnum Christi al servicio de la Iglesia.

Para cuyo cumplimiento, confío en los méritos infinitos de Jesucristo, mi Señor, y en la


intercesión de la Inmaculada Virgen María, a quienes en este día humildemente invoco.

4) ENTREGA DEL CRUCIFIJO, DE LA BIBLIA Y DE LA HOJA DE


COMPROMISOS
A continuación los que se han incorporado se acercan procesionalmente al altar. El
celebrante entrega a cada uno el crucifijo, la Biblia y la hoja de compromisos mientras le dice
la exhortación correspondiente. Si el grupo es muy numeroso puede decirla una vez y,
posteriormente, hacer la entrega a cada uno en silencio. Mientras tanto la asamblea entona
cantos apropiados.

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En el contexto de una celebración grande, como puede ser un Encuentro de Juventud y


Familia, el Día del Reino, la Misa de clausura de las misiones, un evento como el de
Pentecostés, etc. y cuando el número de incorporaciones sea superior a 15, no se hará la
entrega del crucifijo, de la Biblia y de la hoja de compromisos personalmente, sino que cada
uno de los candidatos los sostendrá en su mano respondiendo a las palabras del celebrante
una sola vez, según se indica.
Entrega del crucifijo
Celebrante: Si quieres venir en pos de Cristo, toma tu cruz y síguelo enseguida;
porque el que no toma su cruz y le sigue, no es digno de Él.
Candidatos: Salve, oh cruz, esperanza única.
Entrega de la Biblia
Celebrante: Recibe el libro que es la palabra de Dios. Que él sea alimento que nutra tu
vida, luz que guíe siempre tus pasos hacia la vida eterna, mensaje de salvación que lleves
generosamente a todos los hombres.
Candidatos: Así sea.
Entrega de la hoja de compromisos
Celebrante: Recibe la hoja de compromisos con Cristo que te ayudará en el
cumplimiento de aquello a cuanto libremente acabas de comprometerte.

3. BENDICIÓN SOLEMNE
Al final, si el celebrante es un sacerdote, imparte la bendición solemne.
Dios, que de las tinieblas os ha llamado a la luz admirable, derrame benigno su
bendición sobre vosotros y establezca vuestros corazones en la fe, en la esperanza y en la
caridad.
Todos: Amén.
Celebrante:
Y porque confiadamente seguís a Cristo, que apareció en este mundo como luz que
brilla en las tinieblas, Él os haga ser luz para vuestros hermanos.
Todos: Amén.
Celebrante:
La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre
vosotros y permanezca para siempre.
Todos: Amén.
Celebrante: La alegría del Señor sea nuestra fuerza. Podéis ir en paz.
Todos: Demos gracias a Dios.
4. FIRMA DEL ACTA
Después de la ceremonia el celebrante y cada uno de los nuevos miembros firman el
acta de la incorporación.

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HOJA DE COMPROMISOS DEL REGNUM CHRISTI

«¿Qué haré por Cristo y mis hermanos?»

Me toca a mí, de mí depende, el que tus palabras, Señor, no se pierdan.


Me toca a mí el que tu mensaje de salvación llegue a todos los hombres.
Me toca a mí vivir de tal manera tu palabra que, cuantos me vean, den gloria a Dios y se
sientan impulsados por tu gracia a participar de mi fe y dar testimonio vivo de ella.
Y para que este compromiso se encarne en mi vivir de cada día, acepto, desde ahora, las
condiciones de tu amistad. En presencia de Jesucristo, mi Señor y Redentor, invocando el
auxilio de la Santa Virgen, Madre de Cristo, de la Iglesia y mía me comprometo a:

CON DIOS

1. Vivir en gracia y amistad con Cristo, mi Rey, a través de la oración y los sacramentos.

2. Vivir las virtudes evangélicas de la pobreza, pureza y obediencia filial en mis


pensamientos y acciones.

CON MI FAMILIA Y LOS DEMÁS

3. Cumplir con amor y honestidad los deberes propios de mi estado de vida como un
servicio a Dios y a los demás.

4. Vivir una auténtica vida cristiana, guiado por las virtudes de la caridad, benediciencia en
la palabra y el pensamiento, sinceridad, magnanimidad, dominio de mí mismo, espíritu de
lucha para colaborar eficazmente en la extensión del Reino de Cristo.

CONMIGO MISMO
5. Aprovechar todos los medios posibles, especialmente la dirección espiritual y el
Encuentro con Cristo, para crecer en mi formación integral, forjando mi liderazgo cristiano
para ser un buen discípulo y apóstol de Cristo en todo momento.

CON LA IGLESIA
6. Profesar un amor fiel y operante a nuestra Madre, la Santa Iglesia; al Papa, Vicario de
Cristo; a mi obispo y párroco.

7. Ofrecer generosamente mis talentos y esfuerzo apostólico, mi tiempo y mis haberes para
colaborar en la misión del Regnum Christi al servicio de la Iglesia.

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Y como todo progreso en santidad y todo fruto en el apostolado está directamente


vinculado con la gracia y la ayuda de Dios, también me comprometo a cultivar una
constante y cordial unión con Dios, mediante los medios de crecimiento espiritual que me
recomienda el Regnum Christi:

DIARIAMENTE
 Ofrecimiento del día a Dios al levantarse.
 Oración durante 10-15 minutos.
 Visita a Jesucristo en la Eucaristía o comunión espiritual o celebración eucarística
y comunión, si es posible.
 Saludo a la Santísima Virgen y un misterio del rosario en su honor.
 Lectura y reflexión evangélica durante diez minutos.
 Padrenuestro, avemaría y credo al acostarme, con un breve balance del día.

SEMANALMENTE
Encuentro con Cristo y Hora Eucarística con sentido de reparación y un sacrificio u
oración por las vocaciones a la vida sacerdotal y consagrada en la Iglesia.

PERIÓDICAMENTE
Acercarme al sacramento de la reconciliación y a la dirección espiritual.

MENSUALMENTE
Retiro.

ANUALMENTE
Renovación o ejercicios espirituales. Renovación de mi compromiso con Dios en el
Regnum Christi.

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