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1. Quien escribe una nota donde expresa su deseo de seguir a Jesucristo más de cerca,
valiéndose de la espiritualidad y de los medios que le ofrece el Regnum Christi, y la entrega
al responsable de equipo, al director de sección o al director general del Movimiento. 1
2. Quien hace un ofrecimiento personal ante Cristo Eucaristía acompañado del responsable
de equipo o de algún miembro del equipo directivo de la sección.
A continuación se presenta:
1
De preferencia la carta debe ser escrita y no un archivo electrónico.
Conviene preparar moniciones adecuadas para introducir las diversas partes de la Misa y del
rito de incorporación. En una mesa lateral a la primera banca se disponen los crucifijos, los
ejemplares de la Biblia (previamente bendecidos) y las hojas o tarjetas con los compromisos
de incorporación que se han de entregar.
1. RITO DE ENTRADA
Mientras el sacerdote va al altar se entona el canto de entrada. Después del saludo uno de los
participantes dice la primera monición para introducir la Misa de incorporación.
2. LITURGIA DE LA PALABRA
Cf. Apéndice p. 7
4. HOMILÍA
5. RITO DE INCORPORACIÓN
Oremos: Oh Dios, que has dispuesto con admirable providencia que el Reino de Cristo
se extienda por toda la tierra y que todos los hombres participen de la redención salvadora, te
rogamos que el Movimiento Regnum Christi sea para estos hijos tuyos, que se disponen a
seguirte en él, instrumento de salvación en el seno de nuestra Madre la Iglesia Católica. Por
nuestro Señor Jesucristo que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por
los siglos de los siglos.
Todos: Amén.
Todos se sientan.
3) SALMO DE OBLACIÓN
A continuación todos se ponen de pie. Pasa al ambón un lector para cada estrofa del salmo.
El lector proclama la estrofa y todos los candidatos intercalan la respuesta.
Lector: Nosotros, laicos del pueblo de Dios, católicos deseosos de ser hijos fieles y
operantes de tu Santa Iglesia, miramos a ti, Jesucristo, Nuestro Señor, Maestro y Salvador de
la humanidad, como a la luz del mundo e, iluminados por ti, te rogamos que nos hagas
comprender tu luz sobre nosotros, como una vocación; vocación a tu seguimiento porque tú,
Cristo, eres el camino, la verdad y la vida.
Candidatos: Amén.
Candidatos: Amén.
Lector: Haz, Señor, que, como discípulos y seguidores tuyos, abracemos con amor
el misterio de la unidad y comunión que es tu Iglesia, que vive en tu verdad y caridad y es
guiada por el Papa, tu Vicario, y los obispos, y desde las filas de este Movimiento que tú
has inspirado sepamos promoverla con ardiente celo y defenderla decidida y lealmente.
Candidatos: Amén.
Lector: Haz, Señor, que el amor hacia todos nuestros hermanos en Cristo sea más
profundo y eficaz para colaborar con ellos más intensamente en la edificación del Reino de
Dios.
Candidatos: Amén.
Lector: Haz también que sepamos unir nuestros esfuerzos con todos los hombres de
buena voluntad para lograr plenamente el bien de la humanidad en la verdad, la libertad, la
justicia y el amor.
Candidatos: Amén.
Lector: Todo esto te lo pedimos a ti, Cristo, que vives y reinas con el Padre y con el
Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos.
Candidatos: Amén.
4) COMPROMISO DE FIDELIDAD
A continuación, el celebrante invita a los candidatos a hacer el compromiso de fidelidad.
Celebrante:
Candidatos:
Y para que este compromiso se encarne en mí vivir de cada día, acepto, desde ahora, las
condiciones de tu amistad.
Me comprometo a:
– Vivir en gracia y amistad con Cristo, mi Rey, a través de la oración y los sacramentos.
– Cumplir con amor y honestidad los deberes propios de mi estado de vida como un
servicio a Dios y a los demás.
– Vivir una auténtica vida cristiana, guiado por las virtudes de la caridad, especialmente
la benedicencia en la palabra y el pensamiento, sinceridad, magnanimidad, dominio
de mí mismo, espíritu de lucha para colaborar eficazmente en la extensión del Reino
de Cristo.
– Aprovechar todos los medios posibles para crecer en mi formación integral, forjando
mi liderazgo cristiano para ser un buen discípulo y apóstol de Cristo en todo momento.
– Profesar un amor fiel y operante a nuestra Madre, la Santa Iglesia; al Papa, Vicario de
Cristo; a mi obispo y a mi párroco.
Entrega de la Biblia
Celebrante: Recibe el libro que es la palabra de Dios. Que él sea alimento que nutra tu
vida, luz que guíe siempre tus pasos hacia la vida eterna, mensaje de salvación que lleves
generosamente a todos los hombres.
5. LITURGIA EUCARÍSTICA
Conviene que los recién incorporados expresen su participación en las ofrendas llevando
cada uno su hostia para depositarla en la patena del sacerdote.
6. BENDICIÓN SOLEMNE
Al final de la Misa el sacerdote imparte la bendición solemne.
Celebrante:
Todos: Amén.
Celebrante:
Y porque confiadamente seguís a Cristo, que apareció en este mundo como luz que
brilla en las tinieblas, Él os haga ser luz para vuestros hermanos.
Todos: Amén.
Celebrante:
Todos: Amén.
APÉNDICE
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios (3, 2-13)
Hermanos:
Nos apremia el amor de Cristo, al considerar que, si uno murió por todos, todos
murieron.
Cristo murió por todos, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para el que
murió y resucitó por ellos.
Por tanto, no valoramos a nadie por criterios humanos. Si alguna vez juzgamos a
Cristo según tales criterios, ahora ya no.
El que es de Cristo, es una creatura nueva.
Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha comenzado.
Todo esto viene de Dios, que por medio de Cristo nos reconcilió consigo y nos
encargó el servicio de reconciliar.
Es decir, Dios mismo estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo, sin pedirle
cuentas de sus pecados, y a nosotros nos ha confiado el mensaje de reconciliación.
Por eso, nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo
os exhortara por nuestro medio.
En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios.
Palabra de Dios.
R/ Te alabamos, Señor.
Sin que hablen, sin que pronuncien, sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje. R/
V/ Aleluya, aleluya.
R/ Aleluya, aleluya.
V/ Id y haced discípulos a todos los pueblos, dice el Señor; yo estoy con vosotros todos
los días hasta el fin del mundo.
R/ Aleluya, aleluya.
V/ Aleluya, aleluya.
R/ Aleluya, aleluya.
R/ Aleluya, aleluya.
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus
discípulos; y él se puso a hablar enseñándolos:
Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la Tierra.
Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados.
Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos quedarán saciados.
Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán *los hijos de Dios+.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los
Cielos.
Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan, y os calumnien de cualquier modo
por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.
1. EXHORTACIÓN BREVE
El celebrante puede dirigir una breve exhortación a quienes se van a incorporar
2. RITO DE INCORPORACIÓN
1) ORACIÓN INTRODUCTORIA
El celebrante:
Oremos: Oh Dios, que has dispuesto con admirable providencia que el Reino de Cristo
se extienda por toda la tierra y que todos los hombres participen de la redención salvadora, te
rogamos que el Movimiento Regnum Christi sea para estos hijos tuyos, que se disponen a
seguirte en él, instrumento de salvación en el seno de nuestra Madre la Iglesia Católica. Por
nuestro Señor Jesucristo que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por
los siglos de los siglos.
Todos: Amén.
Todos se sientan.
3) COMPROMISO DE FIDELIDAD
A continuación, el celebrante invita a los candidatos a hacer el compromiso de fidelidad.
Los candidatos:
Me comprometo a:
- Vivir en gracia y amistad con Cristo, mi Rey, a través de la oración y los sacramentos.
- Cumplir con amor y honestidad los deberes propios de mi estado de vida como un
servicio a Dios y a los demás.
- Vivir una auténtica vida cristiana, guiado por las virtudes de la caridad, especialmente
la benedicencia en la palabra y el pensamiento, sinceridad, magnanimidad, dominio de
mí mismo, espíritu de lucha para colaborar eficazmente en la extensión del Reino de
Cristo.
- Aprovechar todos los medios posibles para crecer en mi formación integral, forjando
mi liderazgo cristiano para ser un buen discípulo y apóstol de Cristo en todo momento.
- Profesar un amor fiel y operante a nuestra Madre, la Santa Iglesia; al Papa, Vica-rio de
Cristo; a mi obispo y a mi párroco.
3. BENDICIÓN SOLEMNE
Al final, si el celebrante es un sacerdote, imparte la bendición solemne.
Dios, que de las tinieblas os ha llamado a la luz admirable, derrame benigno su
bendición sobre vosotros y establezca vuestros corazones en la fe, en la esperanza y en la
caridad.
Todos: Amén.
Celebrante:
Y porque confiadamente seguís a Cristo, que apareció en este mundo como luz que
brilla en las tinieblas, Él os haga ser luz para vuestros hermanos.
Todos: Amén.
Celebrante:
La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre
vosotros y permanezca para siempre.
Todos: Amén.
Celebrante: La alegría del Señor sea nuestra fuerza. Podéis ir en paz.
Todos: Demos gracias a Dios.
4. FIRMA DEL ACTA
Después de la ceremonia el celebrante y cada uno de los nuevos miembros firman el
acta de la incorporación.
CON DIOS
1. Vivir en gracia y amistad con Cristo, mi Rey, a través de la oración y los sacramentos.
3. Cumplir con amor y honestidad los deberes propios de mi estado de vida como un
servicio a Dios y a los demás.
4. Vivir una auténtica vida cristiana, guiado por las virtudes de la caridad, benediciencia en
la palabra y el pensamiento, sinceridad, magnanimidad, dominio de mí mismo, espíritu de
lucha para colaborar eficazmente en la extensión del Reino de Cristo.
CONMIGO MISMO
5. Aprovechar todos los medios posibles, especialmente la dirección espiritual y el
Encuentro con Cristo, para crecer en mi formación integral, forjando mi liderazgo cristiano
para ser un buen discípulo y apóstol de Cristo en todo momento.
CON LA IGLESIA
6. Profesar un amor fiel y operante a nuestra Madre, la Santa Iglesia; al Papa, Vicario de
Cristo; a mi obispo y párroco.
7. Ofrecer generosamente mis talentos y esfuerzo apostólico, mi tiempo y mis haberes para
colaborar en la misión del Regnum Christi al servicio de la Iglesia.
DIARIAMENTE
Ofrecimiento del día a Dios al levantarse.
Oración durante 10-15 minutos.
Visita a Jesucristo en la Eucaristía o comunión espiritual o celebración eucarística
y comunión, si es posible.
Saludo a la Santísima Virgen y un misterio del rosario en su honor.
Lectura y reflexión evangélica durante diez minutos.
Padrenuestro, avemaría y credo al acostarme, con un breve balance del día.
SEMANALMENTE
Encuentro con Cristo y Hora Eucarística con sentido de reparación y un sacrificio u
oración por las vocaciones a la vida sacerdotal y consagrada en la Iglesia.
PERIÓDICAMENTE
Acercarme al sacramento de la reconciliación y a la dirección espiritual.
MENSUALMENTE
Retiro.
ANUALMENTE
Renovación o ejercicios espirituales. Renovación de mi compromiso con Dios en el
Regnum Christi.