Está en la página 1de 7

Viacrucis para Niños

El Vía Crucis es una práctica piadosa a la que nos invita la Iglesia, Significa
"Camino al Calvario" y nos recuerda los momentos más fuertes que vivió
Jesús desde el momento en que fue aprehendido, hasta su Muerte en la
Cruz y su Sepultura. Se divide ese camino en 14 estaciones, ante las que
nos detenemos para recordar y meditar cada momento doloroso del
camino de Jesús rumbo al Calvario. Nos animaremos a cargar con las
cruces de cada día, si recordamos con frecuencia las estaciones o pasos de
Jesús hasta su muerte en la Cruz.
Introducción

Con la Semana Santa llega el tiempo litúrgico más importante


para los católicos, es el momento más intenso de todo el año. Es
la semana en la que debemos dedicarnos a la oración y a la
reflexión de los misterios de la Pasión y Muerte de Jesús. Pero lo
más importante, es que debemos vivir, sentir y compartir en
familia. La muerte y resurrección de Jesús nos invita en este
tiempo a darnos cuenta que no estamos solos, que a pesar de las
circunstancias que estamos viviendo como país en la actualidad,
no debemos cerrar nuestro corazón, sino que más que nunca ese
inmenso ejemplo de sacrificio y amor debe estar presente en la
vida de cada cristiano. Transmitir ese amor al prójimo, pero en
especial a tu propia familia, el ser capaces de comunicar todos
tiempos de sentimientos y encontrar en ellos el consuelo que
Dios tienen para cada uno de nosotros en estos momentos
difíciles.
(se dice un acto de contrición).
ACTO DE CONTRICCIÓN Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero,
Creador, Padre y redentor mío; por ser Tu quien eres, Bondad infinita, y
porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberte
ofendido. Ayudado de Tu divina gracia, propongo firmemente nunca más
pecar, confesarme, y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.
Antes de iniciar cada Estación: Te adoramos, Señor, y te bendecimos,
porque por tu santa cruz redimiste al mundo y a mí, pecador. Amén.
Cuando se termina de leer la meditación, antes de la oración que se dice al
terminar cada Estación, (se deja un momento de silencio para pensar qué
nos dice el Señor en lo que acabamos de escuchar. Se sugiere que a los
niños se les vaya introduciendo en estos ejercicios de oración,
explicándoles paso por paso lo que se va haciendo). Al terminar cada
Estación: Señor, pequé y me pesa, ten piedad y misericordia de mí.
Señor, pecamos y nos pesa, ten piedad y misericordia de nosotros.
Se reza a continuación un Padrenuestro, Ave María y Gloria.
Primera Estación: Jesús es condenado a muerte.
Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz
redimiste al mundo y a mí, pecador. Amén.
Gracias Jesús porque aceptaste ser condenado a pesar de que eras
inocente. Prometo que ya no me molestaré cuando alguien piense o hable
mal de mí.
Señor, pequé y me pesa, ten piedad y misericordia de mí. Señor,
pecamos y nos pesa, ten piedad y misericordia de nosotros.

Segunda Estación: Jesús es cargado con la cruz. Gracias Jesús porque


cargaste la cruz tan pesada. Yo tampoco me quejaré cuando tenga que
hacer algo difícil.
Señor, pequé y me pesa, ten piedad y misericordia de mí. Señor,
pecamos y nos pesa, ten piedad y misericordia de nosotros.
Se reza a continuación un Padrenuestro, Ave María y Gloria.

Tercera Estación: Jesús cae por primera vez.


Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz
redimiste al mundo y a mí, pecador. Amén.
Gracias Jesús porque te levantaste de esa caída. Prometo nunca
desanimarme ante las dificultades y confiar en ti.
Señor, pequé y me pesa, ten piedad y misericordia de mí. Señor,
pecamos y nos pesa, ten piedad y misericordia de nosotros.
Se reza a continuación un Padrenuestro, Ave María y Gloria.

 Cuarta Estación: Jesús se encuentra con su madre.


Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz
redimiste al mundo y a mí, pecador. Amén.
Gracias Jesús por aceptar con fe la voluntad de Dios. Enséñame a mí
también a saber escuchar la voz de Dios en mi conciencia.
Señor, pequé y me pesa, ten piedad y misericordia de mí. Señor,
pecamos y nos pesa, ten piedad y misericordia de nosotros.
Se reza a continuación un Padrenuestro, Ave María y Gloria.

Quinta Estación: El cirineo ayuda a Jesús a llevar la cruz.


Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz
redimiste al mundo y a mí, pecador. Amén.
Gracias Jesús, yo también te quiero ayudar y ser como el Cirineo para la
gente que me rodea.
Señor, pequé y me pesa, ten piedad y misericordia de mí. Señor,
pecamos y nos pesa, ten piedad y misericordia de nosotros.
Se reza a continuación un Padrenuestro, Ave María y Gloria.

Sexta Estación: La Verónica enjuga el rostro de Jesús.


Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz
redimiste al mundo y a mí, pecador. Amén.
Jesús, así como imprimiste tu rostro en el lienzo de la Verónica, imprime
en mi corazón tu imagen, para que cada día me parezca más a Ti.
Señor, pequé y me pesa, ten piedad y misericordia de mí. Señor,
pecamos y nos pesa, ten piedad y misericordia de nosotros.
Se reza a continuación un Padrenuestro, Ave María y Gloria.

Octava Estación: Jesús consuela a las santas mujeres.


Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz
redimiste al mundo y a mí, pecador. Amén.
Gracias Jesús, en medio de tu dolor pensaste en el dolor de los demás.
¡Jesús, ayúdame a olvidarme de mí mismo para apoyar en sus necesidades
de los demás!
Señor, pequé y me pesa, ten piedad y misericordia de mí. Señor,
pecamos y nos pesa, ten piedad y misericordia de nosotros.
Se reza a continuación un Padrenuestro, Ave María y Gloria.

Novena Estación: Jesús cae por tercera vez.


Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz
redimiste al mundo y a mí, pecador. Amén.
Gracias Jesús caíste tantas veces porque sabías que yo también iba a caer
y tendría la tentación de no volver a levantarme. Tú te levantaste Señor,
sacando las fuerzas de tu amor al Padre y de tu amor a mí. ¡No estoy solo
en mis caídas! ¡Tú me ayudas a ponerme de pie!
Señor, pequé y me pesa, ten piedad y misericordia de mí. Señor,
pecamos y nos pesa, ten piedad y misericordia de nosotros.
Se reza a continuación un Padrenuestro, Ave María y Gloria.

Décima Estación: Jesús es despojado de sus vestiduras.


Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz
redimiste al mundo y a mí, pecador. Amén.
Querido Jesús, la túnica se había pegado a tu espalda. Más tarde te la
arrancaron de golpe y todas las heridas de los latigazos se abrieron de
nuevo. ¡Cuánto te debió haber dolido! ¡Jesús, tú eras inocente! Todo lo
soportaste por amor a mí. Y yo, ¿qué soy capaz de hacer por ti? ¡Dame
fortaleza para sobrellevar con paz mis problemas y ofrecértelos a Ti!
Señor, pequé y me pesa, ten piedad y misericordia de mí. Señor,
pecamos y nos pesa, ten piedad y misericordia de nosotros.
Se reza a continuación un Padrenuestro, Ave María y Gloria.

Décimo Primera Estación: Jesús es clavado en la cruz.


Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz
redimiste al mundo y a mí, pecador. Amén.
Gracias Jesús, porque estabas a punto de morir y tus brazos seguían
abiertos, como queriendo abrazarnos a todos. No hubo rencor en tu
corazón, pediste perdón a Dios por nuestros pecados. ¡Jesús, enséñame a
perdonar como lo hiciste tú!
Señor, pequé y me pesa, ten piedad y misericordia de mí. Señor,
pecamos y nos pesa, ten piedad y misericordia de nosotros.
Se reza a continuación un Padrenuestro, Ave María y Gloria.

 Décimo Segunda Estación: Jesús muere en la cruz.


Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz
redimiste al mundo y a mí, pecador. Amén.
Jesús, gracias por dar tu vida por mí. ¿Sabré yo vivir por ti? ¡Enséñame a
amarte, Jesús y a comprender el valor inmenso de tu Sacrificio!
Señor, pequé y me pesa, ten piedad y misericordia de mí. Señor,
pecamos y nos pesa, ten piedad y misericordia de nosotros.
Se reza a continuación un Padrenuestro, Ave María y Gloria.

Décimo Tercera Estación:


Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz
redimiste al mundo y a mí, pecador. Amén.
Jesús es bajado de la cruz. Jesús yo quiero pasar la vida eterna contigo,
enséñame a ofrecerte todo lo que me pasa, incluyendo aquello que me
hace sufrir. Enséñame también a amar para llegar contigo al cielo
siguiendo tus mismas huellas, con el ejemplo que nos dejaste con tu
propia vida.
Señor, pequé y me pesa, ten piedad y misericordia de mí. Señor,
pecamos y nos pesa, ten piedad y misericordia de nosotros.
Se reza a continuación un Padrenuestro, Ave María y Gloria.

Décima Cuarta Estación: Jesús es colocado en el sepulcro.


Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz
redimiste al mundo y a mí, pecador. Amén.
Querido Jesús, pusieron tu cuerpo en un sepulcro. Lo diste todo para
poder encontrarte con tu Padre y poder decirle "¡misión cumplida!" No
dejes Jesús, que me suelte de tu mano en el camino de la vida, para poder
llegar a la meta, descansar en tus brazos y disfrutar de tu amor por toda la
eternidad.
Señor, pequé y me pesa, ten piedad y misericordia de mí. Señor,
pecamos y nos pesa, ten piedad y misericordia de nosotros.
Se reza a continuación un Padrenuestro, Ave María y Gloria.

ORACIÓN FINAL
Te suplico, Señor, que me concedas, por intercesión de tu Madre la
Virgen, que cada vez que medite tu Pasión, quede grabado en mí con
marca de actualidad constante, lo que Tú has hecho por mí y tus
constantes beneficios. Haz, Señor, que me acompañe, durante toda mi
vida, un agradecimiento inmenso a tu Bondad. Amén. Virgen Santísima de
los Dolores, mírame cargando la cruz de mi sufrimiento; acompáñame
como acompañaste a tu Hijo Jesús en el camino del Calvario; eres mi
Madre y te necesito. Ayúdame a sufrir con amor y esperanza para que mi
dolor sea dolor redentor que en las manos de Dios se convierta en un gran
bien para la salvación de las almas. Amén.

Oración San José


Oración San José
Oh custodio y padre de Vírgenes, San
Oh custodio y padre de Vírgenes, José, a cuya fiel custodia fueron
San José, a cuya fiel custodia encomendadas la misma inocencia, de
fueron encomendadas la misma Cristo Jesús y la Reina de las vírgenes
María. Por estas dos queridísimas
inocencia, de Cristo Jesús y la
prendas, Jesús y María, te ruego me
Reina de las vírgenes María. Por alcances que, preservada de toda
estas dos queridísimas prendas, impureza, sirva siempre con alma
Oración San José

Oh custodio y padre de Vírgenes,


Oración San José San José, a cuya fiel custodia
fueron encomendadas la misma
Oh custodio y padre de Vírgenes, San inocencia, de Cristo Jesús y la
José, a cuya fiel custodia fueron Reina de las vírgenes María. Por
encomendadas la misma inocencia, de estas dos queridísimas prendas,
Cristo Jesús y la Reina de las vírgenes
Jesús y María, te ruego me
María. Por estas dos queridísimas
prendas, Jesús y María, te ruego me alcances que, preservada de toda
alcances que, preservada de toda impureza, sirva siempre con alma
impureza, sirva siempre con alma limpia, corazón puro y cuerpo
limpia, corazón puro y cuerpo casto a casto a Jesús y a María. Amén.
Jesús y a María. Amén.
San José, modelo y patrono de
San José, modelo y patrono de los
los que aman al Corazón de
que aman al Corazón de Jesús,
ayúdanos a vivir el silencio Jesús, ayúdanos a vivir el silencio
contemplativo. contemplativo.

También podría gustarte