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EXPOSICION DE MOTIVOS

CÓDIGO DE LAS FAMILIAS Y DEL


PROCESO FAMILIAR
Necesidad de la norma.

La Constitución Política del Estado determina una nueva


organización y estructura funcional, territorial y económica para
el Estado que se sustenta en principios y valores orientados al
pleno ejercicio de los derechos fundamentales de las personas
para el Vivir Bien desde una visión pluralista. Situación que
será posible con una revolución democrática y cultural de
nuestra sociedad, que inicia en el seno de las familias y su
cotidianidad.

La disposición Transitoria Quinta de la Constitución Política


(2009) dispone que la Asamblea  Legislativa Plurinacional
durante su primer mandato apruebe las leyes necesarias para el
desarrollo de las disposiciones constitucionales, asimismo,
señala en su artículo 298 parágrafo I. numeral 21 como
competencia privativa del nivel central del Estado la codificación
sustantiva y adjetiva en Materia Familiar. Por otra parte, la Ley
del Órgano Judicial establece la competencia de los jueces
públicos en materia familiar encargados de la administración de
justicia en la jurisdicción ordinaria, además la citada Ley en sus
disposiciones transitorias exige la adecuación de los distintos
códigos que rigen la administración de justicia.

Justificación.
El Código de Familia Ley N° 996 que se abroga, es la cúspide de
la construcción social y el acervo normativo de buena parte del
siglo anterior. A la luz de la nueva Constitución y por la
dinámica de la realidad social se evidencia que el Código de
Familia Ley N° 996 no plantea de manera expresa, aunque sí
implícitamente, los principios propios que orienten su
interpretación y aplicación. Asimismo, tiene un embrionario
enfoque de género y generacional, una visión patriarcal y es
depositario de una moral religiosa, dejando de lado la realidad
intercultural de la sociedad boliviana. Por lo que es necesario
proyectar los institutos de familia de acuerdo a la Constitución
Política del Estado y la realidad emergente del país.

Si bien el Código de Familia Ley N° 996 en la década de los años


70 fue uno de los primeros cuerpos normativos que pretendió
su autonomía respecto al Código Civil, aún utiliza su
procedimiento. Para lograr el tratamiento adecuado de la
materia no es suficiente tener juzgados especializados, sino
también un procedimiento propio.
Los procedimientos en Materia Familiar deben evitar incurrir en
una ritualidad innecesaria, para lograr el acceso a la justicia de
manera eficiente. La estructura del sistema escrito del Código
de Procedimiento Civil presenta formalismos y ritualismos
excesivos, los cuales han ocasionado que durante la tramitación
del proceso se susciten cuestiones incidentales, generando
mayor inestabilidad en la misma y su consecuente demora.
Estas formalidades y las interpretaciones de la norma han
contribuido a que las y los abogados planteen incidentes para
logar retrotraer los momentos procesales, ocasionando mayor
retardación de justicia.

Mientras que el Código de Procedimiento Civil protege los


derechos de la persona y fundamentalmente de su patrimonio,
las disposiciones procesales del Código de las Familias, deberán
diferenciarse de las normas procesales en materia civil,
anteponiendo los derechos familiares respecto a los derechos
individuales, por ser irrenunciables; la normativa de Materia
Familiar debe proteger a las familias como sujeto de derechos y
las relaciones entre sus miembros. Por tanto, los derechos y
obligaciones están centrados en la familia como totalidad y
escenario de interacción. A consecuencia de ello, no es posible
la solución a un conflicto donde prime la defensa de los
derechos de uno, atentando a los intereses de todos.
Bajo este contexto es necesario apartarse de la concepción
dicotómica de culpables y de víctimas, y considerar que las
responsabilidades son compartidas. De esta forma se revaloriza
el acuerdo, situando al litigio en plano secundario. En ese
sentido, es ineludible la necesidad de un procedimiento propio
que se sustraiga del procedimiento civil, por la naturaleza de los
bienes jurídicos que son protegidos.

Ahora bien, el nuevo escenario constitucional por el que


atraviesa el Estado y Sociedad boliviana, nos permite reflexionar
sobre la familia más allá de sus integrantes o su forma nuclear
de constitución, en este sentido la Constitución Política del
Estado en distintas disposiciones le reconoce como sujeto de
derechos.

Así, dada la necesidad de configurar un sistema legislativo


integrado, entre las disposiciones transitorias, se tiene el
mandato a la Asamblea Legislativa Plurinacional para la
aprobación de la ‘Ley de Fertilización Humana Asistida’ y la ‘Ley
de Promoción y  Protección a las Familias, la Maternidad y la
Paternidad’. Por lo que en este contexto, se ha desarrollado el
Título Preliminar, en el que, en el que entre otras
determinaciones, refiere a los derechos sociales de la familia,
entendida ésta como sujeto de derechos y obligaciones,
disposiciones que no se encuentran desarrolladas en el Código
vigente y que por la realidad social resulta imprescindible. En la
propuesta normativa se establece que el Estado debe orientar
sus decisiones legislativas, judiciales, administrativas y de
política pública para garantizar los derechos sociales de las
familias. Asimismo, se han definido criterios orientadores para
la identificación de situaciones de vulnerabilidad que permitan
dirigir preferentemente los mecanismos institucionales del
Estado para la protección integral de las familias.

Trayectoria de la construcción de la norma.


Para la elaboración del presente proyecto han sido consultadas
diversas fuentes. Se ha partido de los mandatos
constitucionales, de nuestro contexto histórico, de la
problemática o necesidad social y de la necesidad de superar los
problemas en la práctica forense. Se toma en cuenta la línea
jurisprudencial del Tribunal Constitucional Plurinacional,
además de Tratados y Convenios Internacionales sobre
derechos humanos, aunque éstos refieren por separado a
sujetos de derecho integrantes de la familia, así se cuenta entre
los instrumentos de importante mención la Convención
Interamericana Sobre Obligaciones Alimentarias ratificada por
el Estado Boliviano, entre otros.

A su vez, se revisó legislación comparada o proyectos de


legislación de países de la región  como ser Argentina,
Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, El Salvador, Panamá,
además se tomó en cuenta el marco jurídico de Ecuador y
Venezuela que han desarrollado el nuevo constitucionalismo.

Se desarrolló también un programa de consultas técnicas a


especialistas y organizaciones sociales. A tiempo del desarrollo
normativo, se remitió en diversas ocasiones el proyecto
renovado a los Ministerios de Estado que tienen relación con la
materia jurídica, asimismo se envió al Tribunal Supremo de
Justicia, los Tribunales Departamentales de Justicia,
Universidades, Colegios de Abogados, las Comisiones
vinculadas a la materia de las Cámaras de Senadores y de
Diputados, con el propósito de incorporar las observaciones,
comentarios y sugerencias pertinentes.

Contenido de la propuesta normativa.


La denominación del proyecto visibiliza el desarrollo de
disposiciones en una estructura de trípode. Por una parte las
familias como sujetos de derechos en la sociedad, por otra los
institutos de familia referidos a las relaciones al interior de la
misma expresados en la parte sustantiva, y finalmente las
disposiciones procesales o adjetivas especializadas para la
tutela jurisdiccional más efectiva de las disposiciones
sustantivas de la materia. Por ello, la propuesta normativa, se
estructura en tres partes:
a)  Título Preliminar: Contiene el Objeto del Código, el sustento
competencial, además lleva una sección relativa a los derechos
de la familia entendida como sujeto de derechos.
b)  Libro Primero: Con 9 Títulos, correspondientes a las
disposiciones generales y los restantes a las instituciones
sustantivas de familia
c)   Libro Segundo: Integrado por 3 Títulos respecto a reglas
generales y procedimientos en la vía jurisdiccional.

El texto íntegro del proyecto supera el lenguaje androcéntrico, y


fortalece el desarrollo de las instituciones de familia, lo que
también puede considerarse innovador.

Título Preliminar.
a)  Se estructura un catálogo de derechos sociales de las familias,
como a acceder a los beneficios que brinda el Estado para su
desarrollo pleno; a la privacidad, intimidad, dignidad y honor de
la familia; a la participación e integración en el desarrollo
integral de la sociedad y del Estado; al descanso y recreación
familiares, entre otros.

b)  Se establece la protección de la familia y determina el rol del


Estado, en este contexto, el Estado está obligado a proteger a la
familia, procurando su integración, estabilidad, bienestar,
desarrollo social, cultural y económico para el más efectivo
cumplimiento de los deberes de todas y todos sus miembros.

c)   Además, se establecen criterios para la identificación de


situaciones de vulnerabilidad, los orientarán los mecanismos
institucionales del Estado en todos sus niveles, para la
protección integral de las familias.

Libro Primero (parte sustantiva).


El contenido relevante e innovaciones del Libro Primero es el
siguiente:

a)  Desarrollo de principios propios de la materia sustantiva, tales


como Protección a la familia; solidaridad; diversidad;
coordinación y cooperación; equidad de género, igualdad de
trato e interés superior de las niñas niños y adolescentes.
b)  Se esclarece el alcance de la afinidad. El matrimonio civil y la
unión libre o de hecho son fuente de esta relación. La afinidad
cesa por la desvinculación conyugal o invalidez del matrimonio
civil o de la unión libre o de hecho.

c)   La filiación es un instituto renovado. Supera la discriminación


de las acciones de filiación según sean hija o hijo de padre y
madre casados entre sí de los que no lo están; y una serie de
presunciones propias de una época en la que el desarrollo
científico de la genética era escaso y no se consideraban los
derechos de niñas, niños y adolescentes. Se plantean la
obligación de la madre y del padre de registrar la filiación de sus
hijas e hijos, que se puede realizar de manera a) voluntaria
conjunta, b) por indicación o c) ante la imposibilidad de
cualquiera de las anteriores, por la vía judicial. Las garantías
jurisdiccionales se expresan en la acción de negación de
paternidad o de maternidad y la acción de impugnación de
filiación.

d)  Cuando están involucrados las niñas, niños y adolescentes se


vela por el interés superior de los mismos, aplicándose inclusive
los principios del Código Niña Niño Adolescente, en ese sentido
se toma en cuenta su opinión en los casos que les afecten.

e)   La Emancipación se puede realizar a los dieciséis (16) años, de


acuerdo a la edad excepcional de matrimonio o unión libre, ante
Notaría de Fe Pública con el acuerdo de la madre y del padre o
del tutor.

f)    La Asistencia Familiar, si la o el beneficiario es menor de edad,


incluye también los medios para garantizar su educación y su
recreación -además de vivienda, salud, alimentación,
vestimenta-. Esta obligación se otorga hasta la mayoría de edad,
y podrá extenderse como máximo hasta que la o el beneficiario
cumpla los veinticinco (25) años de edad, siempre y cuando la
dedicación a su formación técnica o profesional no tenga
interrupciones y evidencie resultados satisfactorios. Se
determina el uso del sistema financiero y las tecnologías de la
información para el cumplimiento de la misma.

g)   Se suprime la referencia del matrimonio religioso. La unión


libre o de hecho producirá los mismos efectos que el matrimonio
civil, tanto en las relaciones personales y patrimoniales de los
cónyuges como en lo que respecta a las hijas e hijos adoptados
o nacidos de aquellas. Los requisitos e impedimentos para
constituir matrimonio civil y unión libre o de hecho son
reorganizados y agrupados; en ese sentido, se eleva la edad a
los dieciocho (18) años para ambos pretendientes, siendo la
excepción a los dieciséis (16) años previa autorización de quien
ejerce la autoridad parental o del tutor en la vía notarial, o en
caso de controversia o a falta de consentimiento resolución
emitida por  autoridad jurisdiccional.

h)  La unión libre o de hecho debe reunir condiciones de


estabilidad y  singularidad las cuales se presumen al momento
de registro. Las parejas podrán registrar (ante el Servicio de
Registro Cívico SERECÍ,  o ante autoridades indígenas
originario campesinas) su unión libre o de hecho sin necesidad
de autorización judicial, como se requiere actualmente. La
unión libre o de hecho no registrada y que cumple con las
condiciones tienen igual protección. En caso de circunstancias
especiales, la unión libre o de hecho que no se hubiera
registrado, cumpliendo ésta con los requisitos establecidos,
podrá ser reconocida judicialmente.

i)    Se opta únicamente por la Nulidad ya que la invalidez por


nulidad, anulabilidad absoluta y anulabilidad relativa de la Ley
Nº 996 Código de Familia, responde a una corriente doctrinaria
estrictamente civilista, entendiendo al instituto del matrimonio
como un contrato, en la que existen dos conceptos nulidad
absoluta y nulidad relativa o anulabilidad. Por otra parte, la
gravedad de ciertas causales no era coherente con la
subdivisión, como para el caso de la falta de asentimiento,
ahora consentimiento, que era causal de anulabilidad relativa.
De acuerdo al desafío de desarrollar la materia y consolidarla de
manera autónoma respecto de la óptica civil, se plantea
simplemente la nulidad, ya que hablamos de institutos y no así
de un sistema contractual y ritualista. Entonces, se determina
nulo si no ha sido celebrado por la o el Oficial de Registro Civil;
si no fue realizado entre una mujer y un hombre; si se
incurriera en bigamia; en los casos en los cuales medie dolo,
error o violencia en la voluntad; y por impedimento establecido
en el Código. En el caso de incurrir en ellas, se eliminan las
sanciones administrativas a los cónyuges, ya que en la práctica
jamás se habrían cumplido.

j)    En la desvinculación conyugal se amplían las fuentes de


desvinculación conyugal. Se describe el catálogo de causales
que permiten accionar el divorcio, entre la que se incorpora la
falta de un proyecto de vida en común. Alternativamente, se
establece la posibilidad de acudir a la vía notarial en caso de
contar con el pleno acuerdo de ambos cónyuges  sobre los
bienes y los hijos si los hay, determinando inclusive el pago de
la Asistencia Familiar si corresponde.

Este cuerpo sustantivo garantiza la interculturalidad, tiene un


enfoque de género y generacional, desjudicializa en ciertos casos
la solución de conflictos familiares, asume las nuevas
tecnologías de la comunicación e información. Su nueva
estructura y articulado supera el lenguaje sexista, patriarcal y
subalternizante.

Libro Segundo (parte adjetiva).


El contenido relevante e innovaciones del Libro Segundo es el
siguiente:

a)    Los principios procesales incorporados evitarán que el proceso


familiar se vuelva extenso, inseguro y costoso.

b)   El sistema oral representa una solución eficaz para evitar la


retardación de justicia, considerando que la celeridad y eficacia
no deben vulnerar el derecho a la defensa ni las garantías del
debido proceso, características que coadyuvan en el
cumplimiento de las garantías jurisdiccionales y la buena
administración de justicia.

El sistema oral está funcionalmente complementado por


actividades escrituradas estrictamente necesarias.

c)    En cuanto a la competencia funcional de jueces, se ha excluido


la posibilidad de plantearse las causales de recusación,
tomando en cuenta que es un deber del juez presentar su
excusa cuando una de las causales se presente al inicio del
procedimiento o durante su sustanciación. En caso de
incumplir tal obligación procede la responsabilidad disciplinaria
y penal que corresponda, y los actos que pronuncie serán
declarados nulos.

d)   La desformalización de la demanda debe contribuir a que se


constituya la exteriorización de las pretensiones de quien pide
la tutela de un derecho o de un interés legítimo y, que dará
inicio al procedimiento mismo. Por otra parte se admite su
recepción en el Procedimiento de Resolución Inmediata.

e)    Se determina el tiempo que debe permanecer la demanda en el


despacho judicial para su revisión de oficio, así como, para
determinar su admisión, siendo esta actividad responsabilidad
de la autoridad jurisdiccional.

f)     La contestación a la demanda no representa un obstáculo para


el señalamiento de audiencia, y por tanto la autoridad
jurisdiccional deberá fijar la fecha y hora una vez vencido el
plazo para la contestación.

g)    El mecanismo de diálogo interjurisdiccional materializa la


interculturalidad e instrumenta una coordinación y cooperación
eficaces. Este diálogo tiene el objeto de garantizar el mejor
acceso a la justicia de las personas en conflicto, e identificando
la jurisdicción que mejor lo resuelva y tutele las garantías de las
familias. 
h)   Las audiencias se podrán desarrollar en cualquier idioma
oficial, empero los escritos deberán formularse en castellano. Se
nombrará traductor para la parte que no comprenda el idioma
definido. En todos los procedimientos familiares las actas de
todas las audiencias deben ser necesariamente transcritas en
idioma castellano en interpretación amplia del principio de
territorialidad y el Artículo 24 parágrafos I y II de la Ley General
de Derechos y Políticas Lingüísticas Nº 269 de 02 de agosto de
2012, al ser éste el idioma más generalizado en el territorio del
Estado Plurinacional de Bolivia.

Las audiencias se realizan en las salas de audiencias de los


Juzgados Públicos en Materia Familiar, y excepcionalmente se
trasladarán fundadamente a lugares donde se encuentren
personas impedidas o imposibilitadas. La publicidad de las
audiencias está garantizada, sin embargo se prevé la reserva de
las mismas  en función al interés superior de niñas, niños y
adolescentes, o precautelando la intimidad, dignidad,
honorabilidad de las partes.

i)     El procedimiento familiar no admite la tacha de testigos. Las


pruebas se valorarán tomando en cuenta la individualidad de
cada una de las producidas y serán consideradas integralmente,
de acuerdo a una apreciación objetiva e imparcial, según
criterios de pertinencia.

Se acompañarán los medios de prueba con la demanda o la


contestación oportunidad de su presentación, siendo la única
oportunidad para su presentación. Sin embargo, se admite la
prueba de reciente conocimiento u obtención, presentada así 
bajo juramento, o aquella que la autoridad jurisdiccional
disponga fundadamente producir.

Cada parte es responsable de aportar la prueba conforme sus


propias alegaciones. Sin embargo la o el director del proceso
invertirá su carga al advertir que una de las partes puede
proporcionar mejor prueba. Únicamente podrán impugnarse
mediante recurso de reposición sin recurso ulterior,
resolviéndose en audiencia antes de su producción.
j)     Se dispone la generación de una versión digital del expediente,
para otorgar seguridad a todos los actuados del procedimiento y
facilitar su acceso ágil y rápido a la parte y su patrocinante así
como para fines de reposición del mismo en caso de destrucción
o extravío. Por la naturaleza de los derechos familiares y en
resguardo a los principios constitucionales de intimidad,
honorabilidad y privacidad, el acceso a los expedientes está
reservado a las partes.

k)   Solo se admite la intervención de un tercero de dominio


excluyente, salvándose los derechos de los terceros de pago
preferente. En caso de actuación desleal, la autoridad
jurisdiccional persuadida de ésta deberá disponer sanciones a
los intervinientes y a las partes.

Se reconoce la legitimidad activa y de sujeto procesal a las


entidades públicas encargadas de la protección de personas en
situación de vulnerabilidad, quienes actuarán conforme sus
atribuciones.

l)     En la práctica forense, se evidencia que las y los litigantes han


abusado de las excepciones generando retardación de justicia
debido a que la propia norma permitía tal situación. Estas
medidas deberán ser resueltas de manera rápida en las
audiencias preparatoria, de juicio o única, de tal forma que no
dilate el procedimiento familiar.

En cuanto a las excepciones, se tienen las previas y las


perentorias. En las primeras y con la de incompetencia por
ejemplo, se faculta a la autoridad judicial para que de oficio se
aparte del conocimiento de la causa cuando recaiga en
incompetencia. Con las segundas, la parte demandada podrá
oponer a la pretensión en cualquier momento del
procedimiento, cuya resolución producirá la extinción de la
acción, a través de auto definitivo.

m)  Se ha establecido desarrollar la protección a los derechos de la


familia como son las medidas provisionales, en procura de
disminuir los efectos de la crisis familiar y en resguardo de los
intereses y derechos tanto de personas en situación de
vulnerabilidad como de los cónyuges.

Ninguna de las medidas cautelares sólo pueden ser solicitadas


por las partes sino también pueden ser determinadas por la
autoridad jurisdiccional, previa observación de su necesidad.

n)   Se dispone la ejecución provisional de las sentencias, aun


cuando esté pendiente la resolución de la impugnación, de
aspectos relacionados con la guarda de las personas, régimen
de visitas, asistencia familiar, entre otros, tomando en cuenta la
situación favorable para la persona en situación de
vulnerabilidad.

Algunas sentencias en el Proceso Familiar cobran


características particulares, y es por ello que tienen una
especial regulación tomando en cuenta la situación de
vulnerabilidad de las personas a las que afecta. Para las
sentencias relacionadas con el patrimonio, la autoridad
jurisdiccional, en el caso de un remate por ejemplo, deberá
privilegiar la participación de familiares con el objeto de
aminorar los efectos del conflicto.

Teniendo presente que el Proceso Familiar está caracterizado


por su especialidad, la autoridad jurisdiccional deberá declarar
la ejecutoria sin necesidad de solicitud de parte, siendo su
inactividad sancionada, la innovación consiste en que
sustancialmente es la responsable de materializarla y no una
carga de las partes.

o)    El recurso de reposición procederá únicamente contra los


autos simples, que causen agravio irreparable, en ese sentido se
ratifican las atribuciones de la autoridad jurisdiccional respecto
a la complementación y aclaración de sus resoluciones.

Se elimina el recurso de reposición con alternativa de apelación,


la resolución que resuelve la reposición no tiene recurso
ulterior. La revisión directa de la autoridad jurisdiccional de sus
pronunciamientos se orienta a la economía procesal y a la
eficiencia procesal de la misma instancia.

En cuanto a la apelación en efecto suspensivo, se busca


superar la discrecionalidad en la administración del tiempo
procesal para establecer el inicio del cómputo de los plazos. La
Sala en Materia de Familia del Tribunal Departamental de
Justicia, conocerá la causa en una audiencia única de
apelación. La fundamentación del recurso podrá ser oral, pero
su interposición y la contestación a la expresión de agravios
serán escritas. Excepcionalmente se producirá la prueba
sobreviniente en segunda instancia, coincidiendo con la
legislación comparada.

El tribunal de apelación, en virtud del principio de reserva legal


y de la regla de orden público que preside la regulación del
recurso de apelación, antes de ordenar la radicatoria del
proceso, tiene el deber de reexaminar la cuestión de la
admisibilidad del recurso; en consecuencia, y a pesar del
examen por la autoridad jurisdiccional a quo, se rechazará si se
entiende que está mal concedido, ya sea por estar equivocado el
efecto de la apelación o por estar ésta fuera de término legal o,
haberse recurrido contra una resolución irrecurrible.

Se establecen con precisión los autos simples sujetos a


apelación en efecto devolutivo. Sin duda, este efecto posibilita la
garantía del debido proceso sin interrumpir el desarrollo del
procedimiento.

Para la apelación en el efecto diferido, se ha procurado limitar,


por vía indirecta, el espectro recursivo. Si bien las partes
pueden apelar la decisión que consideren les causa un
perjuicio, su interés puede desaparecer al pronunciarse la
sentencia de primera instancia; ya que muchas impugnaciones
son manifiestamente improcedentes.

Finalmente, con el fin de facilitar el despacho saneador y la


proactividad de la autoridad jurisdiccional de primera instancia,
se posibilita que a solicitud de las partes que apelen una
resolución determinada en efecto devolutivo, se la pueda
conceder en efecto diferido.

Se mantiene el recurso de casación, ya que es necesaria la


unificación de la jurisprudencia o el establecimiento de lo que
en otras economías jurídicas se llama doctrina legal o
jurisprudencial, a través de los fallos en casación.

Se elimina el recurso de compulsa, por lo que el juez recurrido


ya no concede el recurso, simplemente remite la causa al
tribunal superior.

p)   Se estructuran tres procedimientos en función a la complejidad


de las acciones, sujetos y derechos.

1.  De doble audiencia: Establecen una audiencia preparatoria y la


audiencia de juicio, cuya sentencia es recurrible en apelación y
casación. Están destinados por su estructura a acciones que
requieren de un conocimiento pleno.
2.  De audiencia única: Establecen actos preparatorios previos a la
audiencia de juicio  y se tramitarán acciones simples como la
asistencia familiar y sólo admite apelación.
3.  De resolución inmediata: Se sustancian sin audiencias y están
destinados a acciones que exigen de un procedimiento expedito.
Sólo admiten en determinados casos la apelación en el efecto
devolutivo.

En el caso de acciones innominadas, el juez asignará el


procedimiento a aplicar.

Disposiciones transitorias
La propuesta normativa prevé su viabilidad operativa en cuanto
a su aplicación en la parte de disposiciones transitorias, en las
que se establecen los tiempos y modos para la adecuación del
sistema de administración judicial en materia familiar, a su vez
determina las reglamentaciones respectivas para su desarrollo e
implementación por las entidades involucradas tal como el
Servicio de Registro Cívico, por ejemplo.
Entre algunas de las disposiciones transitorias cabe mencionar
la primera refería a que “Las causas en trámite iniciadas de
acuerdo a la Ley N° 996 del 4 de Abril de 1988 Código de
Familia, proseguirán según el proceso establecido en ese
ordenamiento hasta su conclusión”.

Por otra parte, tomando en cuenta las necesidades de


capacitación y socialización de la norma, se prevé que el Código
entre en vigencia de acuerdo a lo siguiente:
a)  El Libro Primero entrará en vigencia a partir de la publicación
del Código.
b)  El Libro Segundo entrará en vigencia seis (6) meses después de
la publicación del Código; vencido este plazo, tendrá vigencia
plena todo el cuerpo normativo.

En lo relativo a los juzgados públicos en materia familiar, se


establece un plazo no mayor a seis (6) meses desde publicación,
para que el Consejo de la Magistratura cree, traslade o suprima
Juzgados Públicos en Materia Familiar según necesidad y
resultados de un estudio técnico previo.

Finalmente a efectos de la implementación el Ministerio de


Justicia presidirá y conformará una Comisión
Interinstitucional, que  elaborará y ejecutará un programa de
implementación que defina políticas institucionales para una
adecuada implementación del Código de Familias, y
seguimiento al accionar de las instituciones competentes en la
implementación de la norma.

Retos en la aplicación de la norma


a)  El proyecto de Código de las Familias y del Proceso Familiar
representa un importante avance en la protección de las
relaciones familiares y el reconocimiento de derechos de los
integrantes de las familias, entendida ésta como sujeto de
derechos.

Se desarrollan así las bases fundamentales y disposiciones


constitucionales establecidas en los Artículos 62 al 66 de la
Constitución Política del Estado. En algunas de las
instituciones de familia se ha promovido un enfoque
desjudicializador de los procesos familiares, aunque todavía
esté presente la vía judicial para el ejercicio de garantías
jurisdiccionales a los derechos fundamentales.

b)  La nueva estructura del proyecto incorpora un Segundo Libro


sobre el Proceso Familiar especializado para la tutela
jurisdiccional más efectiva de las disposiciones sustantivas de
la materia.

c)   El fortalecimiento del sistema de procedimiento oral en el


Proceso Familiar, enfrentará como retos el peligro de la retórica
y la elocuencia estéril, una mayor capacidad técnica-profesional
de autoridades jurisdiccionales y profesionales del derecho, y la
utilidad del sistema escriturado con sentido complementario y
funcional.

ADAPTACIÓN : Dr. NELSON LUIS RAMALLO SALAZAR

Dra. ROXANA CARMEN ROJAS


DURÁN

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