Variante Ómicron:

qué es y cuáles son los síntomas de la infección

El 26 de noviembre de 2021, la Organización Mundial de la Salud definió la variante
B.1.1.529, llamada Ómicron, como una nueva variante preocupante (VOC - Variantes de
preocupación) del virus SARS-CoV-2.
Como sabemos, el virus SARS-CoV-2 es particularmente susceptible a mutaciones, al
igual que la familia Coronavirus a la que pertenece.
La mutación de un virus es un fenómeno natural y esperado, sin embargo las mutaciones
deben ser estudiadas y monitoreadas porque en ocasiones, al igual que en el caso de la
variante Delta, pueden afectar las características del virus, otorgándole por ejemplo
mayor transmisibilidad, mayor agresividad. , mayor capacidad para desencadenar formas
graves de COVID-19 o para superar la inmunidad adquirida por un individuo gracias a la
vacunación o una infección previa.
Aún sabemos poco sobre la variante Ómicron, pero las medidas para combatir la
pandemia siguen siendo efectivas y sin cambios.
Hablamos de ello con el Dr. Michele Lagioia, Director Médico de Humanitas.

¿Qué es la variante Ómicron?

La variante Ómicron se identificó por primera vez el 11 de noviembre de 2021 en
Botswana y el 14 de noviembre de 2021 en Sudáfrica. Desde el 26 de noviembre, la
variante también se ha identificado en otros países, incluida Europa.
Desde el 29 de abril de 2021 está activa la plataforma para la vigilancia genómica de las
variantes del SARS-CoV-2 (I-Co-Gen), que permite recolectar y analizar las secuencias
identificadas y "dialogar" con plataformas internacionales.
La plataforma le permite indicar rápidamente secuencias de particular interés, como
sucedió con Ómicron.
La variante Ómicron tiene alrededor de treinta mutaciones de la proteína spike, la llamada
"clave" que permite que el virus SARS-CoV-2 ingrese a las células, libere su código
genético viral (ARN) y obligue a las células a producir proteínas virales que crean nuevas
coronavirus: estos a su vez se unen a otras células portadoras de la infección.
La presencia numerosa de mutaciones de la proteína spike y la considerable divergencia
de esta variante con el virus original genera preocupación porque se teme que esto
pueda significar una mayor transmisibilidad, debido a una transmisión más rápida y fácil
de una persona a otra, mayor severidad de la enfermedad. infección o mayor evasión de
la respuesta inmune.
Sin embargo, por el momento no tenemos datos al respecto y se está investigando la
nueva variante, con investigadores trabajando en todo el mundo coordinados por la
Organización Mundial de la Salud.

¿La variante Ómicron es más contagiosa?

Entre los aspectos que hay que aclarar está precisamente la transmisibilidad: aún no está
claro si la variante Ómicron se transmite más fácilmente de persona a persona que las
otras variantes, incluida Delta.
Los datos preliminares de Sudáfrica, donde se identificó la variante, sugieren que
Ómicron puede tener una mayor capacidad para propagarse de un individuo a otro y una
ventaja de crecimiento sustancial sobre la variante Delta.
Otro aspecto a aclarar es si la variante Ómicron es responsable de formas más severas
de COVID-19, pero por el momento los síntomas parecen ser los mismos que los de las
otras variantes.
Actualmente, se notifican 352 casos confirmados de variantes de Ómicron en 27 países
(datos al 1 de diciembre).
Todos los casos de los que disponemos de información de gravedad son pacientes
asintomáticos o pacientes con síntomas leves y no se han notificado casos graves ni
defunciones.
Otro elemento importante en el que se centra la investigación es la mayor probabilidad de
que una persona curada de COVID-19 se vuelva a infectar con la variante Ómicron.
Nuevamente, se necesitan más estudios para comprender si Ómicron evade la inmunidad
derivada de la vacuna o de haber tenido COVID-19 y de qué manera.

COVID-19: los síntomas que no deben subestimarse

Los síntomas de COVID-19 varían según la gravedad de la enfermedad: algunas
personas son asintomáticas (pero aún contagiosas), mientras que otras pueden
experimentar síntomas como fiebre, tos, resfriado, dolor de garganta, debilidad y dolor
muscular.
Los casos más graves se presentan con neumonía, dificultades respiratorias y otras
complicaciones.
Como sabemos, la pérdida repentina del olfato (anosmia) o la disminución del olfato
(hiposmia), la pérdida del gusto (ageusia) o la alteración del gusto (disgeusia) también se
han reconocido como síntomas del COVID-19. Dolor de cabeza, escalofríos, mialgia,
vómitos y / o diarrea son síntomas menos específicos.
Sin embargo, en esta fase de la pandemia, en la que se vacuna a muchas personas, es
importante no subestimar ningún síntoma, incluso en una forma leve, atribuible al COVID-
19.
En caso de infección, de hecho, las personas vacunadas desarrollan formas leves de la
enfermedad (y esto es lo que se ha observado hasta ahora también con la variante
Ómicron) con síntomas leves y a menudo se confunden fácilmente con dolencias
estacionales (resfriado, tos, dolor de garganta).

Es bueno recordar que las vacunas tienen una eficacia muy alta en cuanto a reducir el
riesgo de infección, pero no pueden eliminarlo porque hay muchas variables involucradas
(desde la efectividad de la vacuna en sí hasta las condiciones de salud, desde las
precauciones que se deben tomar, adoptado los contextos que frecuentan).
En cambio, se confirma su importancia para prevenir enfermedades graves y la muerte.

¿Son efectivas las vacunas contra la variante Ómicron?

Todas las vacunas disponibles ofrecen una protección significativa contra las formas
graves de COVID-19 y la reducción de la circulación del virus también ayuda a limitar la
probabilidad de que mute y produzca variantes preocupantes, como Delta y Ómicron.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud está estudiando el impacto potencial
de Ómicron en las medidas de contención de la pandemia, incluidas las vacunas.

Variante Ómicron: vacuna, mascarillas y espaciamiento para protegerse

Las medidas de protección más eficaces siguen siendo las conocidas:
Vacúnese (comenzando / completando el ciclo de vacunación primaria) y administre la
dosis de refuerzo cuando sea su turno.
Use la máscara cubriéndose la nariz y la boca en interiores y exteriores en caso de
hacinamiento y de acuerdo con las normas vigentes.
Lávese las manos bien y con frecuencia o desinféctelas.
Mantenga una distancia de al menos un metro de otras personas.
Circule el aire en lugares cerrados.