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Título: Cesión de derechos litigiosos: Permanencia del cedente en el juicio, como sustituto del cesionario
Autor: Terrasa, Eduardo
Publicado en: LA LEY 04/08/2020, 04/08/2020, 8
Cita: TR LALEY AR/DOC/2101/2020
Chiovenda entendía que, como en toda relación jurídica, también podía haber sucesión en la relación
procesal. "Pero —agregaba— mientras que en algunos casos la sucesión en la relación procesal no es sino la
consecuencia necesaria de la sucesión en el derecho sustancial que es objeto de la litis, en otros casos la relación
procesal se mantiene indiferente respecto de la sucesión sustancial" (4).
II.1. Sucesión a título universal
Cuando la sucesión es a título universal, se transmiten al sucesor todas las relaciones jurídicas que no se
extinguen con la desaparición del causante y, por tanto, hay sucesión también en las relaciones procesales en que
este se halle como sujeto (5). En otras palabras, todas las relaciones de derecho transmisibles pasan de la
persona extinguida a sus sucesores universales. Y si sobre una de esas relaciones de derecho sustancial había
pendiente un proceso antes de la extinción de la persona; la transmisión del derecho controvertido al sucesor
universal —decía Calamandrei— "va acompañada de la transmisión al mismo sucesor de la legitimación para
accionar o para contradecir sobre aquella relación, y de la cualidad de parte en aquel proceso" (6).
II.2. Sucesión a título singular
En cambio, si pendiente el proceso se transfiere el derecho en litigio por un acto entre vivos y a título
particular, por ejemplo, por venta de la cosa litigiosa o por cesión del derecho controvertido hecha a un tercero,
la regla es que el proceso continúe entre las partes originarias, es decir, con el enajenante o cedente, a pesar de
que, como consecuencia de esa transmisión, él ya no sea titular del derecho sustancial controvertido (7).
III. Sustitución procesal
A diferencia de lo que acontece en los casos de sucesión a título universal, en los que —como ya se dijo—
los sucesores ingresan al proceso y asumen la posición de parte que le correspondía al causante, en la sucesión a
título particular el ingreso del sucesor al proceso, en reemplazo del enajenante o cedente, está subordinado al
requisito de que la contraparte lo consienta de modo expreso (art. 44, Cód. Proc. Civ. y Com.). Si ello falta, la
sucesión en la relación material no irá acompañada de una correlativa sucesión en la relación procesal (8), lo que
provoca la disociación, característica de la figura de la sustitución procesal, entre el sujeto que ostenta la
titularidad del derecho material controvertido en el proceso, que recibe el nombre de "sustituido" (en el caso, la
cesionaria), y el sujeto legitimado de manera anómala o extraordinaria para hacer valer en el juicio ese derecho,
en su propio nombre e interés, a quien se denomina "sustituto" (en el caso, la cedente). En el supuesto que
estamos analizando, la finalidad de la sustitución es tutelar a la contraparte, evitando que vea agravada o
complicada su posición procesal a causa de la transferencia (9).
Con el objeto de evitar tales peligros, el derecho romano y el derecho común directamente prohibían la
enajenación de la "res litigiosa"; en el derecho moderno, en cambio, se permite la enajenación con efectos de
derecho material. Sin embargo, las soluciones no son uniformes en lo que respecta a su repercusión en el
proceso.
Algunas legislaciones disponen que la parte originaria permanezca en su puesto, salvo que haya
conformidad expresa de la contraparte que habilite su extromisión (10). Tal es la solución del art. 28 del Cód.
Proc. Civ. y Com. de Santa Fe (11) y, con alguna variante, la de los arts. 81 y 111 del Código de Procedimiento
Civil italiano de 1940, que son las disposiciones normativas en las que se inspiraron los redactores del art. 44,
Cód. Proc. Civ. y Com. (12).
Otras legislaciones establecen una solución diferente. Es el caso, por ejemplo, de la Ley de Enjuiciamiento
Civil española de 2000 (LEC), según la cual "el adquirente podrá solicitar, acreditando la transmisión, que se le
tenga como parte en la posición que ocupaba el transmitente" (art. 17.1).
Montero Aroca, al comentar esta disposición, nos dice que "la solución española tendía ya antes de la LEC
de 2000 y tiende con esta a favorecer los intereses del cesionario permitiéndole ponerse en la posición procesal
del cedente", sin imponerle la sucesión procesal (13). Pero debe agregarse que el ordenamiento procesal civil
español consagra también la facultad de la parte contraria de oponerse a la sucesión procesal, acreditando que
"le competen derechos o defensas que, en relación con lo que sea objeto del juicio, solamente puede hacer valer
contra la parte transmitente, o un derecho a reconvenir, o que pende una reconvención", o que "el cambio de
Com.) (21), aunque debe decirse que las partes y el tribunal no lo expresaron exactamente así.
Las demandadas, al dárseles traslado, objetaron la cesión de derechos litigiosos en lo relativo a las costas;
manifestaron que no aceptaban sus términos y que se mantenía la responsabilidad solidaria de ambas
demandantes.
El motivo alegado pudo alentar la interpretación de que las demandadas, implícitamente, se opusieron a la
petición de la cesionaria de asumir procesalmente la calidad de sucesora de la cedente (22). Y así parece haberlo
entendido la propia sala, al decir que no cabía "tener presente la oposición a la cesión denunciada sino, más
bien, la oposición de la sustitución procesal intentada"; aunque (para nosotros) debió haber dicho "sucesión
procesal", habida cuenta de que no era necesaria oposición alguna de la parte contraria para que la cedente se
convirtiera en sustituta procesal de la cesionaria (23).
Ambas actoras, a su turno, sostuvieron que la cesión de derechos litigiosos, en cuanto tal, surte efectos
respecto de terceros (entre ellos, el deudor cedido) desde la notificación, sin que exista posibilidad de oposición
alguna. Además, en oportunidad de fundar el recurso de apelación, formularon las siguientes críticas al auto
interlocutorio apelado: 1) que las demandadas se habían opuesto a la cesión, pero no así a la "sustitución
procesal" en los términos del art. 44, Cód. Proc. Civ. y Com. (24); y 2) que el anterior decreto del juez de
primera instancia, que en su primer apartado había tenido presente la cesión de derechos litigiosos y considerado
demandante solo a la cesionaria, estaba firme.
La circunstancia esgrimida por la recurrente, de que las demandadas se opusieron a la cesión de derechos
litigiosos, y solo en lo relacionado con las costas, sin plantear su disconformidad con la "sustitución procesal"
(25), no resulta relevante desde el punto de vista del ordenamiento procesal vigente. El art. 44, Cód. Proc. Civ. y
Com., exige como requisito sine qua non la "conformidad expresa del adversario" para que el adquirente pueda
intervenir en el juicio como parte principal, en reemplazo del enajenante o cedente, y en el caso esa conformidad
explícita y deliberada no existió. En el mismo sentido se expresa la jurisprudencia, cuando sostiene que tal
requisito no se suple con el silencio del adversario ante la notificación que se le curse (26).
Por otra parte, el decreto del juez a quo en que se funda la apelante muestra una clara antinomia: en el
primer apartado, tiene a la cesionaria como única demandante; mientras que (simultáneamente), en el apartado
segundo, ordena dar traslado a la parte contraria de la cesión de derechos litigiosos denunciada, en los términos
del art. 44, Cód. Proc. Civ. y Com. Esto último es incompatible con lo dispuesto en primer término, y la
contradicción no se disipa por el hecho de que el decreto haya adquirido firmeza, si es que efectivamente
alcanzó esa calidad en lo que a la primera parte se refiere. En cualquier caso, la firmeza no puede considerarse
un fundamento válido. Pero, además, la sala sostiene (con buen criterio, a nuestro entender) que lo decidido en
el primer apartado resultó prematuro, y que ese evidente error material no puede generar derechos a favor de la
parte actora, lo que encuentra sustento en la jurisprudencia de la Corte Suprema, que ha entendido que no existe
un plazo preclusivo para la corrección, por parte del tribunal de la causa, del error material que luce evidente
(27).
3ª. Que no era necesaria oposición alguna de la contraparte para que la cedente sustituyera procesalmente a
la cesionaria. La sustitución procesal se produjo por efecto directo de la ley.
Y, es más, solo la aquiescencia de las demandadas a la sucesión procesal intentada por la cesionaria podría
haber hecho cesar esa sustitución procesal, habilitando el cambio de sujetos dentro de la misma posición de
parte, con el consiguiente desplazamiento de la legitimación (ordinaria) de la cedente a la cesionaria, lo que
ciertamente no ocurrió en el caso.
4ª. Que la permanencia en el pleito de la codemandante cedente no pudo deberse sino a la legitimación
extraordinaria (autónoma y originaria) que reviste por expresa disposición legal, y que es —justamente— la que
le permite obrar en el proceso en su propio nombre e interés, aunque por un derecho ajeno (el de la cesionaria)
(28).
Este supuesto particular de legitimación extraordinaria (que a partir de Chiovenda se conoce con la
denominación de "sustitución procesal") habilitó a la cedente a seguir en el juicio, como parte principal, en
virtud de su vinculación jurídica con uno de los partícipes de la relación material controvertida, a pesar de no ser
ya titular de esa relación (29).
Cabe señalar, por último, que la atribución de legitimación extraordinaria o anómala requiere siempre de una
expresa previsión legal. Existe un amplísimo consenso doctrinal en el sentido de que solo la ley puede autorizar
a un sujeto a hacer valer en juicio, en nombre propio, derechos ajenos (30); además, esa regla ha sido recogida
de modo expreso en algunos ordenamientos procesales (31).
Por tal razón, no compartimos la posición que se expresa en la primera parte de los considerandos del fallo
analizado, donde se afirma que "existen dos tipos de sustitución procesal: una, por imperio de la ley, y otra, por
la propia actuación de las partes; supuesto este último que acontece cuando se enajena el objeto litigioso o se
lleva a cabo su transmisión".
El tribunal parece haber seguido la opinión doctrinal de Enrique Falcón, quien formula esa misma distinción,
ubicando dentro de la primera categoría a "los casos de sucesión universal por fallecimiento de la parte durante
el proceso, o disolución de una persona jurídica, en tanto sus bienes hayan pasado a cada uno de los socios, o
bien por haber cesado la representación legal que tenía la parte interviniente" (32), ninguno de los cuales puede
ser considerado (a nuestro juicio) un caso de sustitución procesal. En el primero, habría sucesión procesal y, en
el último, directamente no se presenta el cambio de sujetos, puesto que la parte procesal sigue siendo la misma
(el representado) (33).
En la segunda categoría (enajenación o cesión del objeto litigioso), es cierto que —como expresa el autor
citado— "el adquirente requiere necesariamente, para estar legitimado, la conformidad del adversario" (34),
pero ello lo exige la ley para que se produzca la sucesión procesal, del enajenante al adquirente, como
consecuencia de lo cual este ostentará la calidad de legitimado ordinario. En cambio, si falta esa conformidad, la
sucesión procesal no tendrá lugar, y el enajenante seguirá estando en el juicio, si bien en calidad de sustituto del
adquirente y en virtud de la legitimación extraordinaria que le confiere la ley.
(*) Abogado. Profesor adjunto de Derecho Procesal en la Facultad de Derecho, UNR; docente estable de la
Maestría en Derecho Procesal de esa Facultad.
(1) Como parte principal, se sobreentiende.
(2) Aunque, en nuestra opinión, debió haber dicho "sucesión procesal" (véase infra, especialmente el apart.
V, conclusiones 2ª y 3ª).
(3) Destacado en el original.
(4) CHIOVENDA, Giuseppe, "Principii di diritto processuale civile", N. Jovene E. C., Napoli, 1923, 3ª ed.,
p. 873 (la traducción es nuestra); idem, "Instituciones de derecho procesal civil", trad. de E. Gómez Orbaneja y
R. Greco, Ed. Valletta, Florida, 2005, vol. III, p. 224.
(5) Idem. La sucesión procesal a título universal puede ser por fallecimiento real o presunto de una persona
física, y por fusión y escisión de sociedades. En nuestro derecho, no ocurre lo mismo con la extinción de la
persona jurídica, por cuanto ella conserva su personalidad a los fines de la liquidación (art. 101, Ley de
Sociedades) (véase ALVARADO VELLOSO, Adolfo, "Lecciones de derecho procesal civil", Ed. Juris, Rosario,
2009, adaptado a la legislación procesal de la Provincia de Santa Fe por Andrea A. MEROI, p. 237).
(6) CALAMANDREI, Piero, "Instituciones de derecho procesal civil", trad. de Santiago Sentís Melendo,
Librería El Foro, Buenos Aires, 1996, vol. II, p. 352. Para algunos autores, dado que se trata de derechos
litigiosos, cuya efectividad se halla supeditada al eventual reconocimiento que de ellos se haga en la sentencia
definitiva, la sucesión procesal se configura, en rigor, como una sucesión en la posición jurídico-procesal
adoptada por el transmitente con relación al correspondiente derecho (PALACIO, Lino E., "Derecho procesal
civil", Ed. AbeledoPerrot, Buenos Aires, t. III, p. 325. Puede verse también REDENTI, Enrico - VELLANI,
Mario, "Diritto processuale civile", Giuffrè, Milano, 2011, con la colaboración de Carlo Vellani, p. 78).
(7) CALAMANDREI, Piero, "Instituciones de derecho procesal civil", ob. cit., vol. II, ps. 352 y 355. Véase
también CHIOVENDA, Giuseppe, "Instituciones de derecho procesal civil", ob. cit., vol. III, p. 224.
(8) CHIOVENDA, Giuseppe, "Instituciones de derecho procesal civil", ob. cit., vol. III, p. 225.
(9) CALAMANDREI, Piero, "Instituciones de derecho procesal civil", ob. cit., vol. II, p. 355.
(10) PALACIO, Lino E., "Derecho procesal civil", ob. cit., t. III, ps. 337-338.
(11) El art. 28 del ordenamiento procesal civil de Santa Fe establece: "Si durante la tramitación del proceso
cambia la persona a la cual pertenece el interés en litis por otro título que no sea la muerte o extinción de
aquella, la que intervino al comienzo conservará su calidad de parte y sus obligaciones en el pleito seguirán
siendo las mismas, salvo conformidad expresa de la contraria. El cesionario podrá actuar siempre como tercero
coadyuvante". La formulación normativa contenida en la primera oración procede de la reforma procesal de
1940, en tanto que el agregado relativo a la actuación del cesionario se incorporó con la reforma de 1961
(CABAL, Justo I. - ATIENZA, Antonio, "Anotaciones interpretativas al Código de Procedimientos en lo Civil y
Comercial de la Provincia de Santa Fe. Ley 2924", Ed. Zeus, Rosario, 1975, concordado con la ley 5531 por
Alfredo FERNÁNDEZ BUSSY, comentario al art. 53, p. 102; CARLOS, Eduardo B. - ROSAS LICHTSCHEIN,
Miguel A., "Explicación de la reforma procesal civil y comercial santafecina, ley 5531", Ed. Belgrano, Santa Fe,
1962, p. 52).
(12) Véase PALACIO, Lino E., "Derecho procesal civil", ob. cit., t. III, p. 334 y nota 26. En un sentido
similar a las disposiciones citadas en el texto, el par. 265 del Código Procesal Civil alemán (ZPO), que lleva por
título "Enajenación o cesión del objeto litigioso", dispone en el apart. 2 que esa enajenación o cesión no afecta el
procedimiento pendiente. Y que, sin el consentimiento de la contraparte, el sucesor no estará autorizado a
intervenir en el proceso como parte principal en lugar de su predecesor en el título, ni como interviniente
principal (la versión en inglés de ese Código puede verse en https://www.gesetze-im-
internet.de/englisch_zpo/englisch_zpo.html, consultado el 09/06/2020).
(13) MONTERO AROCA, Juan, "De la legitimación en el proceso civil", Ed. Bosch, Barcelona, 2007, p.
210.
(14) CALAMANDREI, Piero, "Instituciones de derecho procesal civil", ob. cit., vol. II, ps. 354-355;
CHIOVENDA, Giuseppe, "Instituciones de derecho procesal civil", ob. cit., vol. III, p. 225; LIEBMAN, Enrico
T., "Manual de derecho procesal civil", trad. de Santiago Sentís Melendo, EJEA, Buenos Aires, 1980, p. 76;
PALACIO, Lino E., "Derecho procesal civil", ob. cit., ps. 334-335.
(15) ALSINA, Hugo, "Tratado teórico práctico de derecho procesal civil y comercial", Ediar, Buenos Aires,
1963, 2ª ed., t. I, p. 582; PALACIO, Lino E., "Derecho procesal civil", ob. cit., t. III, p. 344.
(16) Por lo que su intervención será "accesoria y subordinada a la de la parte a quien apoyare, no pudiendo
alegar ni probar lo que estuviere prohibido a esta" (art. 91, párr. 1º, Cód. cit.).
(17) CARLOS, Eduardo B. - ROSAS LICHTSCHEIN, Miguel A., "Explicación de la reforma procesal...",
ob. cit., p. 52; ALVARADO VELLOSO, Adolfo, "Concordancias explicadas del Código Procesal Civil y
Comercial de la provincia de Santa Fe", Ed. AVI, Rosario, 2013, con la colaboración de Andrea A. MEROI, p.
49; CS Santa Fe, 13/12/1995, "Congelar SA, concurso preventivo, incidente de revisión de International
Business Promotion SA como cesionaria de Jorge del Campo s/ recurso de inconstitucionalidad", AyS 123-
294/301; Doctrina Judicial 1996-1-971. El Máximo Tribunal de la provincia de Santa Fe sostuvo que, en el caso
de cesión de derechos litigiosos contemplado en el art. 28 del Cód. Proc. Civ. y Com., es claro que si la
contraparte no presta conformidad para la mutación de parte que se pretende, la originaria debe continuar en el
trámite, y el que pretendía ingresar en el proceso con carácter de sucesor, ante tal impedimento, puede actuar
como coadyuvante autónomo.
(18) ALVARADO VELLOSO, Adolfo, "Lecciones de derecho procesal...", ob. cit., p. 240; LIEBMAN,
Enrico T., "Manual de derecho procesal civil", ob. cit., p. 118; PALACIO, Lino E., "Derecho procesal civil", ob.
cit., t. III, p. 342.
(19) Véase ALVARADO VELLOSO, Adolfo, "Lecciones de derecho procesal...", ob. cit., ps. 236 y ss.;
MONTERO AROCA, Juan, "De la legitimación en el proceso civil", ob. cit., ps. 207-208 y nota 311; para este
autor, la verdadera sucesión procesal "atiende al cambio en el proceso de una persona por otra en la posición de
parte, asumiendo la segunda la legitimación con la que actuaba la primera".
(20) PALACIO, Lino E., "Derecho procesal civil", ob. cit., t. III, p. 325.
(21) Véase PODETTI, J. Ramiro, "Tratado de la tercería", Ediar, Buenos Aires, 2004, 3ª ed. ampliada y
actualizada por Víctor A. GUERRERO LECONTE, p. 503.
(22) Que querían evitar que la sucesión en el derecho material, ya producida, se convirtiera en una
verdadera sucesión procesal, esto es, que se concretara el cambio de sujetos, con el consiguiente desplazamiento
de la legitimación (ordinaria) de una codemandante a la otra, aunque no fue exactamente eso lo que expresaron
las demandadas.
(23) Véase infra, conclusión 3ª.
(24) A la expresión "sustitución procesal" le cabe la misma objeción que se le acaba de hacer a la resolución
de la sala.
(25) Idem.
(26) CNCiv., sala C, 08/08/2006, "Consorcio de Prop. Av. San Juan 3949/53 c. Corrado Bares, María A.",
DJ del 15/11/2006, 805; AR/JUR/5729/2006.
(27) Véase CS, 12/04/2016, "IBM Argentina SRL c. Dirección General Impositiva s/ recurso directo de
organismo externo", Fallos 339:444, consid. 10; véase también MONTERO AROCA, Juan, "Derecho
jurisdiccional I. Parte general", Ed. Tirant lo Blanch, Valencia, 2016, p. 338.
(28) Véase PALACIO, Lino E., "Derecho procesal civil", ob. cit., t. III, ps. 340-344; CHIOVENDA,
Giuseppe, "Instituciones de derecho procesal civil", ob. cit., vol. III, p. 225; LIEBMAN, Enrico T., "Manual de
derecho procesal civil", ob. cit., p. 118.
(29) Véase CALAMANDREI, Piero, "Instituciones de derecho procesal civil", ob. cit., vol. II, ps. 381 y ss.;
PALACIO, Lino E., "Derecho procesal civil", ob. cit., t. III, p. 339.
(30) Véanse, entre otros, CALAMANDREI, Piero, "Instituciones de derecho procesal civil", ob. cit., vol. II,
ps. 381-382 y 384; PALACIO, Lino E., "Derecho procesal civil", ob. cit., t. III, p. 342; LIEBMAN, Enrico T.,
"Manual de derecho procesal civil", ob. cit., p. 118; ALVARADO VELLOSO, Adolfo, "Sistema procesal",
Rubinzal-Culzoni Edit., Santa Fe, 2009, t. I, p. 405; MONTERO AROCA, Juan, "La legitimación en el proceso
civil (Intento de aclarar un concepto que resulta más confuso cuanto más se escribe sobre él)", Ed. Civitas,
Madrid, 1994, ps. 49 y ss.; idem, "De la legitimación en el proceso civil", ob. cit., ps. 318-321.
(31) El art. 81 del Código de Procedimiento Civil italiano, bajo el título de "sustitución procesal", dispone:
"Fuera de los casos expresamente previstos por la ley, nadie puede hacer valer en el proceso en nombre propio
un derecho ajeno". Una norma similar contiene el 45, apart. 2º, del Código Procesal Civil Modelo para
Iberoamérica: "Nadie podrá pretender, en nombre propio, derecho ajeno, salvo cuando la ley lo autorice". Por su
parte, la Ley de Enjuiciamiento Civil española, en su art. 10, establece: "Serán considerados partes legítimas
quienes comparezcan y actúen en juicio como titulares de la relación jurídica u objeto litigioso. Se exceptúan los
casos en que por ley se atribuya legitimación a persona distinta del titular".
(32) FALCÓN, Enrique M., "Tratado de derecho procesal, civil, comercial y de familia", Rubinzal-Culzoni
Edit., Santa Fe, 2006, t. I, ps. 418-419.
(33) ALVARADO VELLOSO, Adolfo, "Lecciones de derecho procesal civil", ob. cit., p. 238.
(34) FALCÓN, Enrique M., "Tratado de derecho procesal...", ob. cit., p. 419.