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Diario de

Amparo Poch

Zaragoza, octubre de 1923

Estoy estudiando medicina, como yo quería. Solo somos 4


mujeres en clase, pero estoy segura que pronto eso
cambiará. Maestra como quería mi padre, profesión
femenina, y médico como quiero yo. ¿Por qué la medicina
no es o cio de mujeres? Es mi vocación, de momento me va muy bien, consigo
Matrículas de Honor en las asignaturas. Eso sí, es duro soportar las burlas de mis
compañeros, me apodan la mujer sabia, pero no como halago.

Voy a responder al artículo ¿Qué era yo? de la estudiante Emilia Félez que expone
su descon anza hacia las mujeres que estudiamos medicina para ejercerla, piensa
que nuestro papel es ser esposas y madres. Ya he empezado, lo titularé ¿Y yo? Yo
no sé cómo resolvería el caso la gran Concepción Arenal, que desempeñó cargos
o ciales… Yo no sé cómo habrán resuelto el caso Concha Espina, Sofía Casanova,
la señorita Dautschako , la primera mujer que desempeñó una cátedra o cial en el
Imperio Ruso, perteneciendo al Claustro del Instituto Histológico de la Universidad
de Moscou; Henry Peterson, la primera mujer abogada que informó en Dinamarca;
las cirujanas y médicas que en el siglo XII hubo en Bolonia y Palermo, y en
nuestros días se encuentran en Rusia, Alemania, Suecia y particularmente en los
Estados Unidos, donde hay más de cuatro mil médicas, algunas de las cuales
dirigen hospitales en Filadel a, Boston y Chicago; en Rusia pasan de setecientas;
en Inglaterra de trescientas…

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También estoy escribiendo sobre ecología. Yo he
visto desaparecer los árboles que eran el collar y
la vida de esta pobre calle desierta… Que mi
buen compañero no tenga queja de mí. Aunque
yo haya llorado su muerte, la he sentido tanto,
que por vez primera de mi vida nace en mí el
deseo de la venganza. Yo quisiera vengarme de
la vía doble, de esa vía doble que me arrebató a
mi amigo árbol. Yo quisiera ser un poco
'omnipotente'. Haría brotar en la mismísima vía
unos árboles recios, altos, numerosos. Los
cortarían para que el progreso del siglo no
encontrara obstáculos, pero por cada uno que
cortasen nacerían dos a los cinco minutos.
Tendrían que desistir y llevar el tranvía por otro
sitio. Entonces yo traería mi árbol, lo resucitaría,
lo pondría nuevamente junto a mis balcones, resucitaría a todos los árboles de la
calle y ya dejaría de ser omnipotente y quedaría satisfecho el deseo de venganza
que en mí nació.

Zaragoza, noviembre de 1929

Me he inscrito en el Colegio de Médicos de Zaragoza y he empezado a atender a


mujeres y niños en casa. Mueren muchos niños, tengo en mente promover
programas de educación sanitaria para las mujeres. Es imprescindible realizar
recomendaciones durante el embarazo y la lactancia, solo tienen acceso a estos
las mujeres adineradas. También será importante publicar escritos educativos
sobre otros temas, como la vida sexual de la mujer. Tengo que ayudar a que las
mujeres sepan, la ignorancia que ha promovido el sistema patriarcal debe nalizar.

…encauzar la acción social de la mujer, dándole una visión nueva de las cosas,
evitando que su sensibilidad y su cerebro se contaminen de los errores masculinos.
Y entendemos por errores masculinos todos los conceptos actuales de relación y
convivencia: errores masculinos, porque rechazamos enérgicamente toda
responsabilidad en el devenir histórico, en el que la mujer no ha sido nunca actora,
sino testigo obligado e inerme... no nos interesa
rememorar el pasado, sino forjar el presente y
afrontar el porvenir, con la certidumbre de que
en la mujer tiene la humanidad su reserva
suprema, un valor inédito capaz de variar, por la
ley de su propia naturaleza, todo el panorama
del mundo... que miles de mujeres reconocerán
aquí su propia voz, y pronto tendremos junto a
nosotras toda una juventud femenina que se
agita desorientada en fábricas, campos y
universidades, buscando afanosamente la
manera de encauzar en fórmulas de acción sus
inquietudes.
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Zaragoza, 1932

Sigo intentando formar a las mujeres obreras sobre


temas esenciales a través de escritos, cursos y
charlas. Después de publicar 'La Cartilla de Consejos
a las Madres’, ahora estoy con 'La vida sexual de la
mujer’, la mujer no puede ignorar su propia
sexualidad.

Madrid, 1934

He abierto un consultorio médico en Madrid, también


atenderé en la Mutua de Médicos de la CNT. Seguiré
formando en higiene sexual en los ateneos libertarios
o en los locales de la CNT. Creo que es importante
difundir el espermicida y el uso del método
anticonceptivo Ogino.

Madrid, 1936

¡Por n llegó el día! Lucía, Mercedes y yo


hemos conseguido fundar la revista
Mujeres libres, una revista para mujeres
escrita por mujeres. Solo colaboramos
con nuestro compañero Baltasar Lobo
que ilustra la revista. La mujer nueva no
puede llenar con el amor su existencia.
Necesita buscarse y encontrarse a sí
misma en variadas actividades, en la
profesión elegida, en el estudio a que se
ha consagrado, en el taller, en la fábrica y
en la Universidad.

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Ya tengo varios textos escritos. Creo que empezaré con este:

Sanatorio del optimismo


Apertura y marcha triunfal

Reluce como un ojo de gato en la


oscuridad, y es ligero y grande mi Sanatorio,
todo nuevo y divinamente desordenado…
Tengo un médico-director muy simpático.
No sé cuántos años tiene. Véalo usted. Dice
que vive desde que el mundo comenzó a
estremecerse. Primero se reía por los
volcanes aquellos de leyendas geológicas;
después, cabalgaba a lomos de reptiles
gigantes de la Era Secundaria, y los reptiles,
al sentirlo, coleaban con una gracia
desmañada y torpe; también oreció luego en
las plantas frondosas y arrulló a los primeros
hombres como una claridad generosa en la nube negra de sus ensayos primitivos;
y hoy se conserva tan limpio, tan erguido, tan sencillo, lozano y fresco como un
muchacho…
… ¿Qué sería de nosotros sin el doctor Buen Humor, que atiene a todo y todo lo
hace más fácil, ameno y entretenido? Tiene unos valiosos auxiliares. Son
doctorcitos valerosos y lindas enfermeras que esperan con los brazos abiertos al
cliente. Aquí están los más importantes: los doctores Buen Apetito, redondito y de
color de rosa, con ojos dulces como la crema pastelera y líquiidos como el agua
clara; Sueño Feliz, extendido y grato, siempre con un reposo y una voluptuosidad
sonrientes; Amor Humano, lleno de brazos y corazones, como un ídolo oriental. Y
las enfermeras: la eterna Ilusión, inagotable de intimidad; la extensa y ágil Fantasía;
la simpática Risa, que pasa como algo asombroso y extraño para casi todos, en
estos momentos en que el microbio de la Re exión desata su mortales
epidemias…
¡Oh, señor visitante! ¿Le ha chocado a usted aquella reja? Es una lástima, señor,
pero … tenemos una prisionera, sí… Nos prometió ayuda en nuestra labor… La
dejamos entrar y nos lo estropeó todo; puso unas sombras estúpidas en nuestras
galerías de sol y aire… Y tuvimos que meterla ahí y atarla bien… Nuestra
desdichada prisionera es la Razón.
…Allí está el celoso, el suspicaz, el que todo lo que ve negro, el pesimista, el
descon ado, el agresivo, el razonador, el egoísta, el que todo lo mide, lo re exiona
y lo comprueba, el que vacila, el tímido, el rencoroso. ¡A ver, mi gente! Destapad
los frascos de nuestras vitrinas y que el aire vibre de alegría.
Váyase, señor visitante. Van a abrirse las puertas y a comenzar la consulta. El
médico-director baila como una peonza y canta como una olla rajada. Mi corazón
funciona a presión altísima. Entren los que sufren. La Razón yace arrinconada y
nosotros podemos derrochar todos nuestro tesoros de felicidad.
He aquí la Humanidad triste. Empecemos. ¡Qué bien!
Dra. Salud Alegre
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Madrid, 19 de julio de 1936

La vida se paró en seco


fue en el tiempo de la siega-;
la canción del labio mozo
se trocó en dura blasfemia
y la hoz dejó en el surco
una interrogante abierta.
La vida se paró en seco
en la ciudad y en la aldea;
se enfrió el horno del pan
y sobre el trigo la muela
se inmovilizó de pronto
sin acabar la tarea.

Lucía Sánchez Saornil

Mi conciencia rechaza de plano la guerra; nuestro corazón no puede admitir la


violencia como razonable y justa en ninguna ocasión.

Madrid, 25 de julio de 1936

Estoy en un hospital de sangre, como doctora miliciana, salvando vidas, lo que


debo hacer.

Valencia, 1937

Anarquistas en el gobierno, ¿quién lo iba a decir? Soy directora de Asistencia


Social. Es grati cante trabajar con Federica Montseny, ministra anarquista en el
gobierno republicano. La guerra civil no da tregua. También soy miembro de la
Junta de Protección de Huérfanos de Defensores de la República, creada por el
Ministerio de Instrucción Pública. Estoy preparando viajes a Francia, México y
Rusia para niños refugiados. Tengo que conseguir una vida digna para ellxs. Ellxs
no entienden de bandos, ni deben
entender, hay que protegerlos. Los
niños deben ser niños.

¿La escuela?, espera, compañero:


Abre en la pared una larga ventana.
Mejor que la ventana: una ancha
puerta.
Mejor que la puerta: tira el tabique.
¡En las praderas, en los bosques,
en los llanos,
en los ríos, en los montes, no hay
muros!
Allí, la escuela.
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Barcelona, 1938
Sigue nuestra lucha, en el Casal de la Dona Treballadora
compartimos con mujeres obreras nuestros conocimientos,
para ser mujeres libres.

Compañera:
¿Quieres contribuir a ganar la guerra?
¿Quieres capacitarte para ser útil a la causa antifascista?
¿Quieres adquirir una cultura general?
¿Quieres especializarte en una profesión?

Prats de Molló, febrero de 1939

Nunca pensé que tendría que abandonar España. Voy camino del exilio, y no sé si
para siempre. ¿Podré volver?

Toulouse, diciembre de 1945

Aquí hay mucho que hacer. La ciudad está llena de


refugiados españoles, como yo, que necesitan
atención médica. Estoy esperando poder pasar
consulta no de forma clandestina, sino normalizada.
Estoy dirigiendo cursos de la CNT sobre puericultura,
anatomía y siología humana.

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Caudete, diciembre de 2021

Fuimos refugiados y deberíamos aprender a ser refugio. A mí me borraron el


rastro, mi propia familia, durante años… Ahora hay personas que han rescatado
mi recuerdo. Espero que sirva como memoria consciente para buscar la paz.
Necesitáis crear espacios de recuerdo para no repetir el pasado. Crear espacios
de diálogo para soñar un futuro de justicia social.

Me duele ver que sigue


habiendo tan poca
investigación en lo que
consideran enfermedades de
mujeres. Es necesario que se
reivindique el papel de la
mujer también en la
medicina. Tantos años sin
mujeres en la medicina han
in uido en la invisibilidad de
patologías que afectan a las
mujeres, sobre todo, en el
tema de la salud mental.

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Es imprescindible la coeducación, una educación


sexual que nos ayude a conocernos. Es
impensable que a estas alturas no se estudie la
anatomía femenina en las aulas, y por tanto haya
estudiantes que no sepan cómo es el clítoris.

Hay que seguir luchando por el aborto legal en


todo el mundo. Hay que poner sobre la mesa la
problemática de la prostitución.

Hay que caminar hacia la emancipación. Debéis seguir


luchando por el amor libre, por la sexualidad saludable,
por el ecofeminismo.

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