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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación


U.E Colegio San Antonio de la Florida
5to año B
Ciencias de la Tierra

ALUMNO:

Efraín Arreaza #10

DOCENTE:

Jesús Suarez

Caracas, 22 de Junio del 2021


La actual pandemia de COVID-19 es una problemática que ha golpeado a la sociedad en
todo el mundo. Sin embargo, el impacto y las consecuencias de la pandemia se sienten de
manera diferente según nuestro estatus como individuos y como miembros de la sociedad.
Mientras que algunos intentan adaptarse al trabajo en línea, educar a sus hijos en el hogar, y
sobrellevar el aislamiento, otros no tienen más remedio que estar expuestos al virus mientras
mantienen la sociedad en funcionamiento, ya seas una persona que trabaje en la salud o un
conductor de autobuses. Nuestras diferentes identidades sociales y los grupos sociales a los
que pertenecemos determinan nuestra inclusión en la sociedad y, por extensión, nuestra
vulnerabilidad a la Pandemia.

Así mismo, la pandemia ha provocado una dramática pérdida de vidas humanas en todo el
mundo y ha presentado un desafío sin precedentes para la salud pública, los sistemas
alimentarios, Comercios y el mundo del trabajo en general. La perturbación económica y
social causada por la pandemia es devastadora: Millones de empresas enfrentan una amenaza
existencial. Casi la mitad de los 3.300 millones de trabajadores del mundo corren el riesgo
de perder sus medios de vida. Los trabajadores de la economía informal son particularmente
vulnerables porque la mayoría carece de protección social y acceso a una atención médica de
calidad y han perdido el acceso a los activos productivos. Sin los medios para obtener
ingresos durante los encierros, muchos no pueden alimentarse a sí mismos ni a sus familias.
Para la mayoría, no tener ingresos significa no comer o, en el mejor de los casos, menos
alimentos y alimentos menos nutritivos. Decenas de millones de personas corren el riesgo de
caer en la pobreza extrema.

América Latina tiene una de las tasas de mortalidad por COVID-19 más altas del mundo.
Gran parte de la discusión sobre COVID-19 en América Latina se ha centrado en Brasil y las
decisiones erróneas del presidente Jair Bolsonaro. Pero eso es solo una parte del problema ya
que la región en su conjunto se enfrenta a una crisis humanitaria derivada de la inestabilidad
política, la corrupción, el malestar social, los sistemas de salud frágiles y, quizás lo más
importante, la desigualdad generalizada y de larga data del tejido social y económico de la
región.
Un enfoque regional puede ayudar, pero está amenazado. Si bien la Alianza Latinoamericana
para la Salud Global facilita la cooperación entre académicos de la región, los gobiernos
nacionales han dejado a la OPS en riesgo de insolvencia por falta de solidaridad. Es
imperativo que los países de América Latina trabajen para fortalecer la OPS y así hacer frente
a los principales impulsores de la pandemia en la región, y quizás para salvar algo bueno de
un desastre.

En cuanto a Venezuela, se ha observado una disminución en los casos positivos diarios,


con 1254 nuevos contagios reportados de media cada día. Esto representa un 84% del pico
la media más alta, reportada en 9 de abril. Ha habido 265.642 contagios y 3023 muertes
relacionadas con el coronavirus en el país desde que comenzó la pandemia.

Estos Gráficos representan los casos hasta las fechas y los nuevos casos diariamente:

PLAN DE VACUNACIÓN

El ministro para el Poder Popular para la Salud, informó que este fin de semana iniciará en
Venezuela la II fase de vacunación masiva para la cual se han distribuido un millón 300 mil
dosis a nivel nacional. “Hemos planificado vacunar el 70% de la población de aquí a
diciembre, en la medida que vayan llegando las vacunas esperamos crear la inmunidad de
rebaño” expresó.

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