Está en la página 1de 5

CAPÍTULO V : CONCLUSIONES

Ante el escenario actual de un proceso evaluativo permeado por la cultura escolar


haciendo uso de una evaluación tradicional, donde se priorizan los resultados cuantitativos y lo
más importante para ciertos grupos de estudiantes es alcanzar la nota mínima de aprobación
para la promoción y certificación, abonamos a ello lo manifestado por los y las docentes en el
señalamiento de los diferentes problemas que afectan el desarrollo de una mejor evaluación en
el aula. Entre ellos se consideran; a) La gran cantidad de contenidos de los programas de
estudio a desarrollar a lo largo del año lectivo, b) Disponer de poco tiempo para profundizar
contenidos y realizar retroalimentación, c) La falta de formación docente en evaluación
educativa, d) Las exigencias institucionales - normativas – culturales de otorgar una calificación
en toda evaluación como medio de control en la educación. Por lo anterior y lo expresado en
las diferentes entrevistas es posible dar respuesta a cada propósito de esta investigación.

En relación al objetivo 1: Describir los procesos de evaluación de los aprendizajes que


aplican las y los docentes desde el marco de la evaluación formativa en el Tercer Ciclo de
cuatro centros educativos del municipio de Panchimalco: los docentes, director escolar y
asistente técnico pedagógico conocen el proceso de evaluación y saben diferenciar su finalidad
como lo expresaron la entrevista de grupo “…la evaluación, tiene que ser continua, antes,
durante y después del proceso, entonces para nosotros debemos cotejar y ver si logramos o
llegamos al indicador de logros…” (GFD01- participante 03). A su vez manifiestan “… verificar
al final no un conocimiento, sino un aprendizaje significativo, que tanto el alumno asimiló
algunas definiciones y procesos dependiendo de los contenidos y tener el registro de una nota”
(GFD01-participante 01)

De igual manera es necesaria una evaluación más contextualizada desde la realidad de


cada centro educativo, vinculando las necesidades e interés del cuerpo estudiantil y sus estilos
de aprendizaje. “…un examen, para algunos provoca pavor, nervios, se les olvida lo que
saben, el trabajo de guías y realizada entre pares verifica lo que ellos van aprendiendo, para
evaluar y ver cómo evaluar es necesario conocer el tipo de estudiantes…” (GFD01-
participante 04). Los actores del proceso deben participar en positivo, realizando mejoras en
cuanto a métodos y objetivos de la evaluación, para motivar a los estudiantes en la realización
de las actividades a fin de promover el aprendizaje y el alcance de las metas.
Asimismo, no coincide la teoría de la evaluación formativa con la práctica de la evaluación
planificada y ejecutada por el equipo docente, tomando las palabras de un participante que nos
dice lo siguiente: “…si hay que evaluar 70 veces 7, hay que evaluar 70 veces 7, hasta que
aprendan lo que se quiere que aprendan, esa es la misión en los procesos de evaluación.”
(EPATP- participante 01). Ante lo cual se deben realizar formaciones docentes o en su defecto
realizar revisiones teóricas y propuestas pedagógicas relacionadas a un evaluación formativa,
como fin de nuestra investigación es construir una propuesta orientadora a los propósitos
formativos de una evaluación que brinde oportunidades implementar estrategias que den
evidencia de realizar un proceso centrado en el aprendizaje. Por consiguiente, se requiere
profundizar en el para qué se evalúa, en este sentido se considera valioso el aporte de
Fernández para la propuesta de mejora, reconociendo la importancia de la evaluación en la
mejora de los aprendizajes.

Tal como lo afirma Martín y Labrador (2001) “la evaluación como proceso de mejora …
busca explicaciones de los fenómenos institucionales y genera conocimientos nuevos sobre la
realidad para incidir sobre ella y mejorarla, a través de los procesos evaluativos, asimismo”.
Castillo & Cabrerizo (2010), presenta una ventana de percepciones de lo que significó la
evaluación educativa durante los años 1887-2008, las acepciones siguen teniendo vigencia
para el colectivo docente y desde sus creencias la evaluación es controlar, medir, interpretar,
emitir juicios de valor hasta tomar decisiones que mejoren la calidad de la educación desde un
paradigma cuantitativo; por consiguiente la propuesta de pasar de una evaluación cuantitativa a
una evaluación formativa positiva no es posible, en esta práctica tiene que ver las
contradicciones del MINED que en teoría propicia la mejora de la práctica docente aportando
las bases teóricas y explicando el proceso desde cada función de la evaluación, pero en la
práctica prevalece el enfoque cuantitativo cuya valoración del sistema educativo se basa en los
instrumentos estandarizados y el registro de calificaciones para la promoción y certificación.

En cuanto al objetivo 2: Analizar las creencias y prácticas sobre la evaluación que


desarrollan en el aula las y los docentes de tercer ciclo de cuatro centros educativos del
municipio de Panchimalco. Este equipo investigador constató que las creencias responden a lo
normado por el MINED y su práctica se relaciona a la medición utilizando pruebas,
calificaciones, notas, es un proceso para medir desde lo que el estudiante recuerda de los
temas desarrollados por las escuelas, se limita a los indicadores de logros sin correlacionar el
aprendizaje con el desarrollo de competencias. “…lo que podemos hacer es cambiar quizás la
metodología o el mecanismo de evaluación no tanto enfocado a una evaluación sumativa…”
(GFD02- participante 01). “Cuando el estudiante se enfrenta con el aprendizaje, empieza a
valorar lo que tiene que estudiar, todos van por una nota, en tercer ciclo...” (GFD01-participante
2). Por tanto, si se sigue evaluando cotidianamente según lo tradicional, difícilmente se puede
mejorar el aprendizaje.

Algunos de los factores incidentes para realizar cambios en el tipo de evaluación que
realizan, como por ejemplo el rechazo de una evaluación más contextualizada e individualizada
al estudiante, pese a ser reconocida como característica indispensable para favorecer la
enseñanza, dicha falta de incentivo se fundamenta en lo siguiente; es considerada como una
carga de trabajo extra, se percibe una mayor asignación de tareas académicas por asignatura y
a eso se suma la cantidad de estudiantes en cada sección de clase, implementar un modelo de
evaluación con estas características implica reorganización de los horarios de la planta docente
y con la necesidad de organizar la formación de evaluación formativa simultáneamente a la
planificación de las evaluaciones por cada trimestre.

Asimismo, aseguran que se debe tener en cuenta los aspectos socioemocionales para
mantener la motivación del aprendizaje, dentro de la dinámica de las actividades en el aula, los
profesores aseguran realizar el abordaje a las problemáticas relacionadas a aspectos ser
aprendiente en su parte emocional, a fin de colaborar en positivo a situaciones que le afecten
en el aprendizaje y principalmente en su condición sociable. A lo anterior se añade que los
facilitadores del aprendizaje deben cumplir con un rol humano que transmita sentimientos
agradables al aprendiente y vele por su bienestar social.

Como no se puede separar lo socioemocional, los sentimientos no se pueden separar,


aunque digamos que todo es académico, lo que sucede es que el aprendiente tiene
sentimientos, el estudiante y el docente tienen sentimientos que van impregnados.
Puede ser el sentimiento de poner una nota y el otro de alcanzar una nota y aprobar, el
sentimiento no se puede separar y es parte del ser vivo, darle valor a lo académico es
un sentimiento que solo va a lo académico. Lo socioemocional es fundamental en los
procesos de aprendizaje, un docente que sea divertido, alegre, dinámico y participativo,
los estudiantes deciden aprender como a ellos les agrada; pero si el docente es de
sentimientos aburridos y piensa que la matemática es lo mejor cuando no es así y
entonces todos los matemáticos fueran multimillonarios; como ejemplo, todo va
impregnado, concatenado de tal forma que si se tiene conciencia de sentimientos con
alegría, un estudiante alegre aprende más fácil y más rápido, tiene ganas de seguir
aprendiendo, un estudiante con el sentimiento de hambre, lo que piensa es en querer
comer y no en aprender matemática, sociales, por ejemplo (GFD01- participante 01)

En último lugar, en cuanto al tercer objetivo: Brindar recomendaciones desde el enfoque


de la evaluación formativa para promover la mejora de la práctica docente. En cuanto a este
objetivo queda evidenciado que la evaluación formativa está claramente conceptualizada como
función, pero no está vinculada al proceso de aprendizaje, en cuanto a las características de la
evaluación formativa no se cumple en la práctica docente por diversos motivos: tiempo
disponible para un proceso formativo, falta de coherencia entre la norma y el discurso desde el
MINED, no hay participación estudiantil en la formulación de estrategias, ni acompañamiento
de la familia en el seguimiento del aprendizaje a partir de la evaluación, no hay mecanismos
que den oportunidad de expresar opiniones con respecto a actividades que les gustaría
realizar, utilizar el contexto de la comunidad educativa es un reto en la planificación de la
evaluación, implementar la autoevaluación y la metaevaluación son fundamentales en el
proceso siempre y cuando se tenga claro la finalidad del mismo y los objetivos tanto para
estudiantes como profesores, además estar preparados en la atención a la diversidad al
momento de evaluar requiere de formación docente, autonomía e innovación para valorar lo
que realmente se enseña y se aprende.

Por consiguiente, la metaevaluación de las instituciones educativas del municipio de


Panchimalco aporta elementos para una propuesta de evaluación de los aprendizajes desde el
enfoque cualitativo. Se considera que el cuerpo docente se encuentra en sus capacidades para
propiciar verdaderos cambios en la práctica, en la medida que den cabida a nuevos enfoques y
principalmente sean cualitativos positivos, implementando actividades que demuestren
pequeñas acciones que evidencien la retroalimentación del aprendizaje, la intersubjetividad de
lo aprendido a través del diálogo, los principios de participación, autorreflexión y autonomía,
todo ello reflejados en la planificación de la evaluación de los aprendizajes, tomando los pasos
metodológicos propuestos por Agustín Fernández en el marco teórico desarrollado en esta
investigación que se complementa con la entrevista en profundidad y que anexa al presente
trabajo. Se confirma el supuesto que no se realiza evaluación formativa.

También podría gustarte