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Prefacio

Entre el padre, Henry Marette, y su hija Françoise, que se convertirá


en Françoise Dolto, al- gunos jalo-nes de una correspondencia
sugieren un itinerario notable. Veinticuatro años han pasado entre
las bre-ves líneas fechadas el 8 de noviembre de 1914 en que, al día
sigu- iente de una declaración de guerra, acaba de cumplir seis años
y admira su bello uni-forme de capitán en la foto, y la extensa y
“confiada síntesis definitiva” del 15 de junio de 1938 cuando, en el
umbral de una nueva guerra, se dirige a aquel a quien considera el
único capaz de escuchar la ver-dad sobre el aislamiento familiar
impuesto por la violencia reivin- dicativa de su madre. A riesgo de
no verlo más, ha decidido despedirse claramente del drama
iniciado después de la muerte de Jacqueline, su hermana mayor. El
duelo por esa hija tan querida y la fidelidad absoluta exigida a cada
uno de sus cumpleaños, temida cada año para el aniversario de su
muerte o celebrada con una misa para su naci-miento, du- rante
años hará de Françoise, quien se somete plenamente a ello, “la otra
hija”, o aun “la hija que queda”. A ese padre, cuyo pudor extremo
teme, le escribe que lo extraña, que le gustaría mucho que le
hablara de su juventud; le pide que acepte su exuberancia sin
criticarla, para poder mostrarse “¡paf! –tal como pienso y con todo
mi co-razón”. Se muestra conmovida cuando, embarcado en un
buque transatlántico que lo lleva a los Esta-dos Unidos, él se
preocupa tan vivamente por no estar junto a ella en el momento en
que es sometida a una operación de apendicitis. “En tus líneas había
tanto afecto que mi corazón se sentía muy cerca del tuyo. Y, sin
embargo, no es una novedad: me consta que tu afecto hacia mí se
ha duplicado por otro que
fatalmente ha recaído un poco sobre mí”.¹ ¹ Acaso podría expresar
se mejor aquella sombra que pesa- ba sobre esa pequeña de doce
años. Su última síntesis aún testimonia la confianza
durable, púdicamente construida con el correr del tiempo y de las
pruebas. Ella sabe que, tras la apariencia de severidad de las
críticas paternas sobre su persona, él intenta conte-ner la rabia de
una madre desesperada que asiste al alejamiento definitivo de su
hija. ¿No es ése, acaso, el padre amante y “tiernamente querido”
que en medio de una gran depresión la alentó a iniciar, en 1934,
una cura psicoanalítica gracias a la cual logra alcanzar el pleno
dominio de sus facultades? Mediante esta carta, cuya copia fue
hallada en sus archi-vos y de la cual jamás se sabrá si fue enviada –
y, en última instancia, al término de este itinerario, tampo-co
importa–, ella desea dar testimonio para sí misma de su
transformación radical, del orgullo que eso le causa, y también del
orgullo que siente por ser la hija de ese padre, y poder al fin realizar
los sueños y la vida de los que se siente definitivamente
digna. Asimismo, al comenzar el viaje analítico que le permitió
descubrir su vocación, sin duda ya había descubierto la apuesta
esencial, en la que su padre fue un compañero privilegiado: “Mi
mayor deseo en este momento es conducir hasta el final este difícil
tratamiento, porque sé que la mejor manera de agradecerte es
convertirme en una mujer –en el sen-tido pleno de la palabra– de
la que puedas sentirte orgulloso, y todo ello simplemente
dejando actuar en mí la naturaleza que me has dado”². Muriel
Djéribi-Valentin
¹ Carta del 25 de abril de 1929. ² Carta del 22 de julio de 1934.
1914 Jueves 20.30 hs, 11 de julio de 1917 5 Mi querido papá: Te deseo un
feliz cumpleaños, será triste este año de guerra. Lejos de mamá y
8 de noviembre de 1914 ¹ Mi querido papá: Me habría encantado de todos nosotros debes estar muy muy triste; no te apenes, papá,
verte y espero que vengas muy pronto. Se te ve muy bien en la que yo pienso en ti y rezo por ti desde hace 8 días; consuélate
fo- tografía, con tu uniforme de capitán. Me gustaría escribirte una pensando que yo pienso en ti; ya tienes 43 años, ¡eso es mucho!
carta más larga pero no sé qué decirte. Entonces te mando muchos Como regalo, ya que no tengo nada para darte, te doy mi corazón, y
besos. Françoise como no es gran cosa un corazón también voy a tratar de hacer el
esfuerzo, hasta que nos vayamos a Italia, de portarme muy bien.
Noviembre de 1914 ² Mi querido papá: Te agradezco por travajar Estoy contenta de ir a verte porque, de otro modo, habrías es- tado
para mí y por hacer largos viajes de 3 días y, durante el verano, no lejos de nosotros durante todo el verano. Fuimos al jardín botánico
pudiste vernos y estabas solo durante 3 meses, estuviste solo y yo y vimos víboras y cocodrilos del Nilo. También vimos monos y
casi nunca te escriví, pero ¡eres tan bueno con nosotros! Y además había ratas que se robaban lo que les tirábamos a los monos y los
te quiero con todo mi corazón y, para monos las perseguían. Te mando un beso.
demostrarte que te quiero me voy a portar muy bien, y para Françoise Marette 
mostrarte que te quiero espe- cialmente porque travajas para darle
dinero a mamá, para darnos de comer y para be- stirnos. Te mando 1921
un beso muy grande. Françoise Marette  Jueves 17 de marzo de 1921 ⁶ Querido Papá: Te escribo después de
haber ido a comprar la leche. Debes aburrirte mucho estando solo;
1916 nosotros, sobre todo mamá, nos aburrimos sin ti. ¿Ya se han abierto
los huevos de la señora Charlot? ¿Y cómo son los frutos de esa
Domingo 6 de febrero de 1916 Mi querido unión? Cuéntame si ya han comido prof- iteroles. Nosotros
Papá: ¿Tuviste un buen viaje? ¿No te sentiste mareado³? Quisiera comimos puerros a la vinagreta. Estoy mucho mejor de mi resfrío,
que los días fueran menos largos, porque quisiera volver a verte. aun cuando siga con tos. Todos los armarios ya están ordenados
Voy a rezar mucho para que regreses pronto. Hoy fuimos al parque ahora. Mamá nos compró unas palas, porque los locatarios se
con mamá, me puso muy contenta ir con mamá y mamá nos compró llevaron las que quedaban. Ya empezamos a hacer un gran pozo.
una pelota a fifi⁴ y a mí, y entonces jugamos mucho. Voy a escribirt Aquí hay un sol radiante y hace más calor fuera de la casa que en su
e todos los días porque sé que eso te gusta. Me voy a portar muy interior. Mi reloj anda muy bien, pero Fifi ya perdió la cuerda del
bien porque sé que te vas a poner contento cuando te lo diga que suyo. Como nos estamos yendo para la playa te mando un beso muy
me porté bien, y yo también estaré contenta de poder decírtelo. Te grande y te digo: Hasta luego hasta pronto. F. Marette
mando un beso muy grande y te quiero mucho. Françoise
Marette  Vic s/Cère, viernes 19 de agosto de 1921 Querido Papá: ¡Sólo faltan
doce días para verte! Y catorce días para verte por mucho tiempo.
1917 La lluvia sigue cayendo sin cesar; cae tan fuerte que ya no se ve ni
una piedrita en la Cère. ¡Seguro que la trucha de tres libras ha de
estar contenta! Mamá está en cama, te habrás enterado Richard Mouton y Cía., el Señor y la señora argelinos, y el viejo cura.
de los detalles por Mademoiselle⁷. Espero que no sea nada. Todos l Además, la comida ha mejorado mucho, y no es poco decir. Hay una
os días, una multitud de personas se agolpa en la estación de nueva empleada doméstica. Sin duda ya la habrás visto. Es hábil, activa
trenes, para irse. De hecho, se dice que la temporada ha terminado. y limpia muy bien, en especial los botines. Los más chicos ya no bajan
En el hotel, sólo quedan Richard Mouton y Cía., el Señor y la señora a cenar al hotel por temor a que tomen frío. Mademoiselle les hace arroz
argeli- nos, y el viejo cura. Además, la comida ha mejorado mucho, con leche o sopa de tapioca con un huevo pasado por agua y mermelada.
y no es poco decir. Hay una nueva empleada doméstica. Sin duda ya Fifi declara que, después de todo eso, está muy lleno.
la habrás visto. Es hábil, activa y limpia muy bien, en especial los Te mando un beso muy muy grande. Hasta pronto.
botines. Los más chicos ya no bajan a cenar al hotel por temor a que F. Marette.
tomen frío. Mademoiselle les hace arroz con leche o sopa de tapioc Vic s/Cère, martes 23 de agosto de 1921 8
a con un huevo pasado por agua y mermelada. Fifi declara que, Querido Papá:
después de todo eso, está “muy lleno”. Te mando un beso muy muy Noté por la carta que escribiste el domingo que no sospechaste hasta
grande. Hasta pronto. qué punto mamá estuvo enferma, que sufrió mucho y que tuvo mucha
F. Marette. Vic s/Cère, martes 23 de agosto de 1921 8 Querido fiebre. Se acostó al día siguiente de tu partida, es decir, el miércoles,
Papá: Noté por la carta que escribiste el domingo que no pues había tenido muchísima fiebre durante la noche del martes al
sospechaste hasta qué punto mamá estuvo enferma, que sufrió miércoles, y seguirá en cama por dos o tres días más. Hoy ya no tiene
mucho y que tuvo mucha fiebre. Se acostó al día siguiente de fiebre, pero le sigue doliendo mucho la cabeza y está agotada. El doctor
tu partida, es decir, el miércoles, pues había tenido muchísima afirma que podrá irse el 31, pero quizá esté muy cansada después de
fiebre durante la noche del martes al miércoles, y seguirá en cama pasar toda una noche en el tren. Ayer volvió a llover torrencialmente;
por dos o tres días más. Hoy ya no tiene fiebre, pero le sigue hoy ya no llueve; cada dos horas asoma un rayito de sol, pero hace frío.
doliendo mucho la cabeza y está agotada. El doctor afirma que Sólo faltan ocho días para verte. ¡Ojalá que la carta certificada para la
podrá irse el 31, pero quizá esté muy cansada después de pasar casilla de Deauville no se retrase!
toda una noche en el tren. Ayer volvió a llover torrencialmente; hoy Un beso grande. F.
ya no llueve; cada dos horas asoma un rayito de sol, pero Marette PD: En La Semaine Suzette, publicaron mi grafología: “Ve
hace frío. Sólo faltan ocho días para verte. ¡Ojalá que la carta nce el obstáculo. Carácter impa- ciente, nervioso e irritable, pero
franqueza, sincera, espontánea, generosa, gran benevo- lencia, le
certificada para la casilla de Deauville no se retrase!
Vic s/Cère, viernes 19 de agosto de 1921 gusta el ruido, el movimiento, no le teme a nada.” 
Querido Papá: 1929 10 de abril de 1929 ⁹ No podrás creer, pequeña Françoise
¡Sólo faltan doce días para verte! Y catorce días para verte por mucho querida, con cuánta impaciencia esperaba el tele- grama
tiempo. La lluvia sigue cayendo sin cesar; cae tan fuerte que ya no se prometido. Yo creía que la operación debía realizarse el lunes 8 y,
ve ni una piedrita en la Cère. ¡Seguro que la trucha de tres libras ha de desde las tres de la tarde de ese día, estuve en ascuas. Eso duró
estar contenta! Mamá está en cama, te habrás enterado de los detalles veinticuatro largas horas, pues recién ayer
por Mademoiselle⁷. Espero que no sea nada. Todos los días, una 9 a las tres un boy me trajo las breves palabras esperadas. Es muy
multitud de personas se agolpa en la estación de trenes, para irse. De penoso hallarse así, ais- lado en medio del mar, sabiendo que lejos
hecho, se dice que la temporada ha terminado. En el hotel, sólo quedan de uno se produce un acontecimiento al cual hubiéramos querido
asistir, o casi, y cuyo resultado debemos esperar durante largas limitarse en el menú. Pese a esta sabia precaución, creo que tiendo
horas. Sería mejor no saber. En fin, ahora todo ha terminado y ya a engordar un poco. Del otro lado del agua, todo será diferente. Los
estoy aliviado. Cuando esta carta esté en tu poder, mi gira habrá oficiales de abordo son encantadores, en especial el
comenzado tres días atrás y tú habrás regresado a casa, y muy comandante. Cenamos en pequeñas mesas de cuatro. Sólo el
pronto podrás retomar tu vida cotidiana. Imagino que no habrás comandante tiene una mesa para seis, e invita a cinco personas por
tenido demasiada aprehensión. Con todo, siempre es un poco comida. Hace tres días, fui invitado a cenar a su mesa, con
riesgoso ponerse en manos de los doctores. Esta formalidad habrá
tres mujeres estadounidenses; una de ellas ya era una mujer
tenido, cuento con eso, una benéfica influencia en tu estado de
madura y las otras dos poseían un entusiasmo de todos los diablos,
salud general y, puesto que era preciso someterse a ella,
alegrémonos de que haya pasado. Este viaje va lle- gando a su fin. sacado de los cabarés de Montmartre...¡que ellas conocen
Creía que llegaríamos el 10, es decir, mañana, o el 11; pero no infinitamente mejor que yo! Todo continuó en el salón de fumar,
arribaremos a Nueva York hasta el viernes 12 por la mañana. Las hasta la una de la mañana. Yo regalé el champagne que tuvo la
formalidades del desembarco son bas- tante largas, y recién a las virtud de enloquecerlas. Mañana es nuestro último día a bordo.
diez y media u once podremos estar en el hotel. Se hace largo, Habrá que rehacer las valijas, y nos disper- saremos todos a lo largo
y sin embargo el De Grasse es admirable por su simplicidad y conf a y lo ancho del continente. Por mi parte, me esforzaré para
ort. Excepto por las dimen- siones, no puedo sino compararlo con regresar lo más rápido posible, porque no veo la hora de volver a
el Stella Polaris. Público poco numeroso (tre- scientos quince verlos a todos y de poder abrazarte a ti. Espero encontrar, cuando
incluyendo turistas y tercera clase), de modo que podemos llegue al hotel Pensylvania, un segundo telegrama con
movernos con comodidad. El sábado por la tarde, después de tres noticias tuyas que me confirmen las primeras, y por eso me urge
días de calma chicha, el tiempo re- frescó; y, desde las tres de la
tanto llegar. Hasta pronto mi querida pequeña. Te beso muy
madrugada del sábado hasta el domingo a las once de la mañana,
tiernamente. H. Marette Jueves 25 de abril de 1929 Mi querido
tuvimos una tormenta de aquéllas que afectó a muchas personas.
Mi joven com- pañero, muy gentil, se descompuso y se había puesto Papá: La carta que recibí el martes, y que escribiste sobre el De Gr
tan amarillo que parecía un asse, me causó una alegría
auténtico chino. Mi camarote es perfecto. Dispongo de un camarot infinita. Después de leerla, tenía los ojos llenos de lágrimas, pero no
e espacioso (como el del Stella Polaris) para mí solo, con sala de ba podía explicarme el motivo, y me sucede lo mismo en este preciso
ño, lavatorio, inodoro: todas comodidades que tienen momento. Todo esto te parecerá tonto. En tus líneas había tanto
su encanto. La existencia transcurre apacible y monótona. Vivimos afecto que mi corazón se sentía muy cerca del tuyo. Y, sin
en una semisom- nolencia; nos dedicamos a comer, digerir, jugar al embargo, no es una novedad: me consta que tu afecto hacia mí se
bridge, al ajedrez o al tejo sobre el puente. Nada sensacional entre ha duplicado por otro que fatal- mente ha recaído un poco sobre
los pasajeros. En su mayoría, personas cuya compañía mí; me siento feliz y disfruto de mi dicha, porque tengo todo y aun
resulta agradable, que gustan de la calma y el más de lo que podría desear; algunas veces quisiera decírtelo,
confort. La comida es deliciosa, muy superior a la del Stella Polaris acercarme a ti, mostrarme un poco a mi manera, que sería tan
, y se necesita una virtud ver- daderamente sobrehumana para expansiva, lo que soy para ti en el fondo de mí misma; pero no, no
muestro nada. Y he aquí una carta que viene de muy lejos, y aviso se recibe en todos los casos. Sólo dice que “los autores cuyas
siento que todo cambia de mí hacia ti. Si estuvieras aquí, qué rápido obras no sean aceptadas deben retirarlas en el curso de los tres días
forzaría tu aire un poco en- simismado y cómo sabría compensarte posteriores a la recepción del aviso que los informa de ello.”
y mostrarme –¡paf!– tal como soy, y ya no tendría temor de Entonces, en ese caso, sí hay aviso. Parece que en el Salón es igual,
molestarte ni temor de que no me comprendas y me consideres y que si uno no recibe nada quiere decir que ha sido admitido. Sea
rara o comple- tamente loca. Pero qué importa, yo te escribí así – como fuere, hoy o mañana iré a ver al Grand Palais. Recibí noticias
¡paf!– tal como pienso y con todo mi corazón. Lamenté mucho que de los Dauvin, que ya están mucho mejor ahora. Se están
te hubieras equivocado en la fecha de mi operación, y me pregunto construyendo una pequeña casa en Croisic, y vendrán a París desde
cómo pudo pasar; creí haberte explicado bien que ingresaba a la principios de mayo hasta fines de junio. Tía Charlotte fue a verme
clínica el lunes y que sería operada el martes por la mañana. Ahora dos veces a la calle Blomet, y vino aquí el martes por la noche,
estoy perfectamente bien. Volví a casa el viernes 19; y, desde con Hedwige. La madre de esta última está cada vez peor, y su
entonces, cada día doy un breve paseo por el bosque. Mañana ya hermana tampoco anda bien. Babeth dará mañana un concierto con
habrán pasado ocho días. No siento más que un vago e un joven violinista español o argentino. No creo que vaya. Te dejo,
insignificante cansancio por la noche, que desaparece cada mi querido Papá, te beso tan tiernamente como te quiero. “Tu niña
mañana. Los primeros días, vegetaba en la casa, no hacía nada salvo buena”. Françoise 
leer de tanto en tanto y disfrutar de no hacer nada, aunque eso me 1930 9 de septiembre de 1930, Ker Helios, Pornic Mi querido
diera cierta vergüenza; sin embargo, ayer retomé mi violín y mis papá: Hoy probablemente no recibas carta de mamá, pues para
vestidos, con placer y entusiasmo. He vuelto, pues, totalmente a mi asegurarse de despedir a
estado normal. Adelgacé bastante, seguramente dos o tres kilos; de Ray- mond, ayer telegrafió a Charlotte¹¹ diciendo que hoy iría par
hecho, todo el mundo lo nota; a allá con Pierre y los Hurel. Llovió y hubo viento durante toda la
según Capette y Rouy ¹⁰ todo debe seguir así. ¡Ojalá sea verdad lo noche, y el mar está bastante revuelto pero el tiempo es espléndido.
que dicen! El lunes, el señor y la señora Vinson vinieron a Ha pasado mucho tiempo desde el último día soleado. Mamá recibió
visitarnos. Muy alegres los dos. Nos con- taron que el violonchelista ayer tu postal de Fontainebleau. Yo también quisiera algún día ir
(el que no quería hacer nada, y que ellos habían mandado a contigo a ver los sitios en los que viviste tanto tiempo después de
una escuela de relojería en Suiza) quiere hacerse cura y, con ese fin, la Escuela Politécnica, mientras me cuentas tus recuer- dos;
está en una casa especial donde le hacen completar sus estudios tenemos que hacerlo algún día. Desde tu partida, una noche
truncos, para luego poder ingresar al Seminario. En vinieron después de la cena el marino, su novia y los Coussin.
cuanto al violinista, los dejó y se ha ido a vivir con su hermano Jugamos a un juego que habíamos aprendido en casa de la novia del
mayor, el cura, a Ménil- montant, para ocuparse únicamente de marino, y para el cual ella había traído sus propias fichas: el bacará.
patronatos. ¡Probablemente termine haciendo como los demás! Y Ese juego tenía la ventaja de
el señor Vinson se ríe de todo esto diciendo: “¡Oh, qué gracioso! ocupar a todos a la vez, incluidos el señor y la señora Hurel y mamá;
¡Oh, Oh, pero qué gracioso es todo esto! ¡y eso que no hemos hecho en tanto que el bridge los habría aburrido, pues los Coussin no
nada para que suceda!”. Aún no tengo noticias de mi envío a la saben jugar. Pero, con mi habitual mala suerte, perdí dieciocho
exposición de artistas decoradores. El reglamento no dice si el francos en media hora, jugando por muy poco. Por esa razón, dejé
de jugar y me limité a mirar. Ayer, por desgracia, jugué al bridge. el préstamo de tan incómodo instrumento. Dentro de ocho días, me
¡Perdí nueve francos en el embarcaré con Phi, y así tendré una semana más junto a
acto! Aunque no llegaban a nueve. Desde que llueve, leo bastante. ust- edes. Te mando tiernos besos. H. Marette
L’ hôtel de Rambouillet me di- virtió mucho. También leí el Songe d
e Montherland y Sous le soleil de Satan, pero lamentablemente 1931 Sábado 3 de octubre de 1931 - 11.30 hs. Noche. Mi querido
debo esperar a que mamá haya terminado los demás para papá: En un primer momento, pensé en enviarte un telegrama a
continuar la serie. Es una lectura muy curiosa, bastante agotadora Deauville para decirte que no volvería el lunes, como estaba
y no muy agradable, pero tengo muchas ganas de leerlos a los tres previsto; pero luego pensé que podrían tomarse la cosa a
para saber a qué quiere llegar. Recibí una postal de Madeleine M. la tremenda, e interpretar que me había hecho daño o que estaba
de T., desde Fontenay, en la que me dice que su abuela tuvo un enferma, etcétera. Por eso, prefiero mandar esta carta mañana, a mi
ataque de parálisis y está muy mal; los llamaron de urgencia paso por
desde Deauville el 30 de agosto. Desde entonces, su estado es Avignon. Así es, he vuelto a prolongar mi estadía por otros dos día
estacionario. Pienso que la idea de ver a mamá mañana debe s¹². Pensarás que exagero. Dudé mucho. He aquí lo que sucede: los
ponerte muy feliz. Ojalá ella pueda estar un poco tranquila en París. D. tienen una tía, la tía E., quien a causa de su absolu- tamente frágil
Te beso tiernamente. salud vive en Dieulefit, pequeño pueblo en el Drôme; es un ser de
París, sábado de 1930 Dos palabras, mi buena Françoise, y muy otro mundo, una suerte de bruja, en lo físico, y una santa, en lo
tardías, para agradecerte por tu amable carta del martes pasado. Sí, moral; muy artista, ella; dicen que no vive sino por un milagro de
a mí también me dará mucho gusto mostrarte Fontainebleau y energía. Tienen muchas ganas de que yo conozca a ese ser humano
lle- varte a Barbizon, donde visitamos la casa y el taller de J.F. Millet. excepcional. El encuentro no ha podido concretarse hasta ahora,
El hombre que hace de guía en el lugar, tan parecido al señor pero el
Chapelot, rinde un verdadero culto a la memoria de ese pobre gran martes irán a buscarla en el auto. Sería una lástima perdérmela por
artista que crió nueve hijos en la más profunda de las dos días, pues creo que ella vale este retraso, siempre y cuando no
miserias. Hemos estado muy ocupados aquí desde que tu madre moleste a nadie aquí o en casa. Soy lo suficien- temente discreta
llegó. Ella te contará todo lo para ver que, por el contrario, aquí todos aprecian que me quede.
que hicimos, incluyendo algunas deliciosas comidas, en particular En cuan- to a casa, el asunto es diferente, y por eso dudé. Pero,
en la rôtisserie périgourdine con los Hurel. Ayer por la noche, los pensándolo bien, dos días no es tanto, sobre todo si mamá no
Chaix nos invitaron a tu mamá y a mí; pasamos una velada
regresa hasta el miércoles. Cualquiera sea mi decisión, te enviaré
encan- tadora, los cuatro juntos. Tiempo más bien sombrío, me
un telegrama el miércoles o el martes, para decirte el horario de mi
hace pensar en ustedes.
El morceau de sucre ha de estar completamente desierto ahora. Ya tren. Pero no vengas a buscarme, menos aún si mamá ha vuelto.
lo decidí: para el casamiento, me vestiré como un joven galán, es Tomaré un taxi. No quisiera causar la menor molestia. Tu carta me
decir, no usaré el sombrero de copa. Los Chaix aprobaron dio una gran alegría, la recibí esta mañana. Quisiera que la mía no
altamente mi decisión al tiempo que me ofrecían te desilusione con el anuncio de mi nuevo retraso. En cuanto al
pasaje, hay un arreglo con la estación de Pernes. Pienso que,
mientras les escribo a ambos, a direcciones diferentes, dos cartas noté cansado el otro día cuando te ibas. Mamá me dijo que habías
que habrán de recibir el lunes cada uno por su lado, tú y mamá, comprado corbatas y que esperabas que te halle suficientemente
pienso que esta noche estarán juntos en la Coccinelle por última bello así. Si lo dices para molestarme, está bien, pero si realmente
vez en este verano. Mañana, para el cumpleaños de mamá, mi lugar piensas lo que escribes, me siento mal; no quise apenarte al decirte
estará vacío, pero pensaré en ustedes. A esa hora, probablemente eso el otro día, y si lo tomaste así, lo lamento mucho. El tiempo está
esté en el puente del Gard, pues, si el día está lindo, iremos a Nimes muy inestable. Hoy, lluvia durante toda el día; y desde las cinco de
la tarde, tiempo radiante. Nicole¹³ todavía tiene fiebre, pero meno
para ver una “corrida de toros” organizada por unos españoles,
s. El especialista de Lisieux, narizgargantaoídos, vino esta mañana
única representación de esta clase en todo el año. Almorzaremos
y la examinó con
de camino, buscaremos nuestras entradas, que ya están cuidado. Conclusión: no tiene nada en los oídos. El clima de
reservadas; a la una, visitaremos Nimes para aquellos que aún no Deauville es el único respon- sable; suele producir la inflamación
la han visto; después, a eso de las tres, subiremos –pensando en de los adenoides en aquellos niños que tienen mu- chos. Prescribió
nuestros semejantes de hace dos mil años– a instalarnos sobre las desinfectantes más fuertes para meterle en la nariz, y dice que, en
gradas. Por la noche, pasaremos por Avignon para dejar a Marcel S. cuanto le haya bajado la fiebre, hay que sacarla pero de ningún
en la estación de tren, y regresaremos tarde, a eso de las ocho y modo llevarla a la playa: huir al campo o quedarse en el jardín. Dice
media, a la Bastide, donde una cena fría nos esperará. En cuanto a que esta playa es particularmente insalubre. Yvonne y Pierre están
la corrida, naturalmente, dije que pagaría mi entrada. Edmond más tranquilos ahora; temían que estuviera incubando una otitis.
no pudo conseguir por menos de cincuenta francos, estaba muy Hoy,
avergonzado de tener que de- cirme eso, pero creo que no te vas a fuimos a ver Le Congrès s’ amuse al cine des Ambassadeurs. Tienen
enojar. Es una ocasión inesperada, y habría sido una lástima dejarla un equipo de sonido muy bueno, y esa película es muy
pasar. ¡Seremos seis en el C4! Todo eso, si el tiempo sigue así; si simpática. Esta mañana, llamé a Madeleine M. de T. Hace unos días
llueve, la corrida se suspende. Me disculpo pero debo terminar aquí que la estoy llamando y nunca la encuentro. Creyendo que estaba
mi carta, pues aun con el cam- bio de horario se hace tarde (once y sola, quise ir a acompañarla un poco, pero no tiene ni un minuto
media) y a la misa de Pernes vamos a pie, así que el día empieza libre hasta el viernes por la tarde. Unos amigos iban a visitarlos hoy
temprano. Te beso tiernamente. Lo que dices de los V. me ha a la casa; mañana se van a Houlgate, a casa de otros amigos; y así
aterrado pero no todo el tiempo. Es inverosímil. Pareciera que ese duelo no ha
sorprendido. Françoise modificado en nada sus agitadas vidas. Y el otro día Madeleine le
dijo a Yvonne que, para el 15 de agosto, iban a organizar algo para
1932 Deauville, 3 de agosto de 1932 Mi querido Papá, ¡qué alegría que “todos se diviertan”. Estoy estupefacta y, sin embargo, tengo la
tenerte ya mañana! Es una buena idea venir el día de tu convicción de que están tristes. Hasta mañana mi querido Papá, te
cumpleaños. Pero, antes de que llegues, quiero enviarte mis deseo feliz cumpleaños por medio de esta carta y te agradezco de
pensamientos para que te acompañen hasta aquí. Estoy contenta todo corazón la vida fácil y agradable que me das, a mí, que ya estoy
de que hayas podido desocuparte un poco antes, pues te en edad de arreglármelas sola, y sobre todo en esta época en la que
hay tantos desdichados entre los más favorecidos. Te beso muy había llegado la hora en que hasta los mendigos se sienten cansados
tiernamente. Françoise de
repetir sin cesar sus fastidiosos monólogos. Las cigüeñas ya no
1933 Rabat, 7 de abril de 1933 ¹⁴ Mi querido papá, salvo por el cacareaban. Comenzaba el silencio. Dejé el jardín de los Oudaias
breve mensaje de la postal, no te he escrito todavía; y sin em- bargo muy melancólica. Luego, nos subimos de nuevo al auto, en
pienso en ti a cada instante, para agradecerte el hermosísimo viaje
dirección a los faros. ¡Íbamos por la gran vía Darel-Marzen! ¡Qué
que me regalaste y, al mismo tiempo, para extrañarte. ¡Esto es
decepción! ¡A esa hora, tan calma para la naturaleza, los café están
maravilloso! Tenemos un tiempo radiante, atardeceres sin nubes
pero de un colorido enternecedor. La luz no llega a tener del todo llenos de gente! Todo Rabat se divide en- tonces en dos grupos: los
esa dureza que tiene en pleno verano; el cielo es de un añil que están sentados para mirar pasar a los que deambulan
per- sistente, los blancos son brillantes, los muros rojizos se para mostrarse. Luces eléctricas, gritos, frases de cortesía, todo ello
destacan cálidamente sobre un fondo uniforme y puro. Hay flores tan vacío que produce una tristeza un poco amarga, muy distinta de
por todas partes. En Tánger, las flores de los agavanzos son aquella, suave y enternecedora, que sentimos cuando la noche se
gigantes. Aquí, hay lirios blancos, mimosas, estramonios en flor y acerca. Afortunadamente, una vez hechas las compras, volvemos
naranjos; a lo largo de las rutas, eucaliptos, menta; entre las a casa, es decir, al campo de aviación, lejos de todo y en plena
malezas de enormes pencas con espinas, las hojas del nopal. calma. En Rabat, también visité el Chellah, del cual mamá ya te hab
Al mediodía, entre las once y las cuatro, esos perfumes se rá hablado, y los souk esta mañana. Pero me doy cuenta de que aún
exasperan, y en ciertos lugares un ligero soplo de viento lo arrastra no he dicho ni una palabra de Nic, Pierre e Yvonne. ¡Qué alegría
todo en una ola embriagadora. Me gusta mucho Rabat. Considero volver a verlos! Todos en un estado de salud (¡Oh, doctores!) más
que la ciudad francesa es muy linda. Todo ha cam- biado mucho, al
que satisfactorio. Pierre no muy hinchado; Yvonne, muy buen
parecer, desde tu última visita. Se construyeron muchas casas
aspecto y un poco más rellena. En cuanto a Nic, una niña adorable.
modernas, de un blanco deslumbrante, cuyas líneas rectas y
volúmenes, que no siempre te gustan en París, tienen aquí un feliz Espigada pero todavía regordeta, una piel dorada y sobre todo muy
efecto. Y, a mí, me gusta lo moderno. Lamento no tener que despierta, muy graciosa y fácil al trato. Sin duda, no esperaba
mu- darme para llevarme de aquí tapices, sillones y telas para vernos en carne y hueso. Nos estaba esperando con Yvonne y
amoblar. Muchas cosas de difícil ubicación en un mobiliario antiguo acudió riendo a carcajadas, para ver a la abuela Suzanne y a la
se destacarían muchísimo en habitaciones modernas. He visto el madrina. Sin embargo, al vernos descender del auto, se detuvo
jardín de los Oudaias, pero sólo al anochecer, hacia las seis, bajo una br- uscamente; de pronto empezó a mirarnos muy seria, y se limitó
luz muy tenue, casi violeta. Ya no quedaban visitantes. Sobre un a darnos la mano. Pero no nos sacaba los ojos de encima y, al cabo
banco, muy tristemente, soñaba un legionario. El sol estaba tan de unos minutos, ya nos estaba besando y mostrando su hermosa
bajo que sólo iluminaba los muros almenados. Sentí el per- fume de sonrisa. Ciertamente, no éramos extrañas para ella, de otro
las hojas arrugadas del geranio de hierro, y aquel otro, acre y modo nos habría mirado sin decir nada ni sonreír durante varios
desagradable, de las flores de los agavanzos, que yo desconocía.
días, aun cuando no hiciera una escena, pues vive inevitablemente
Cuando dejamos la Kasbah de los Oudaias, ya era casi de noche,
muy sola, y las caras nuevas la intimidan (salvo la de
los árabes). Nicky todavía no habla demasiado. “Píopío”, los que se caracterizaba por la simplicidad, la modestia y ¡un afecto tan
pájaros; “papá”, “mamá”, “Mima”, “Diss” (la ordenanza Driss); tierno! Nos ves como a dos viejos molestos; a menudo, eres poco
“Baoum”, el balón; “aqueta”, la raqueta; “neca”, las muñecas; “bas”, cortés con nosotros, por no decir algo peor. En suma: da la
las bolsas; y ella misma: “ñaña Caqette” (Nicky Marette). La abuela impresión de que nos soportas con impaciencia. Eres la única hija
Suzanne es desde ayer “tataiane”, luego “tuiane”. A mí todavía no que nos queda, lamentablemente; deberías ser para tu mamá, pese
me nombra, pero imagino que pron- to lo hará. Nos señala siempre a tus estudios, una com- pañera afectuosa... un hermoso sueño,
con el dedo cuando nos ve en un grupo, y sigue llamando entre otros tantos, que tu madre ha visto
“Jaa” a su tío Jacques, como lo hacía en París. Pierre e Yvonne son desvanecerse. ¿Te das cuenta? Quiero creer que no: sería
muy felices y da placer verlos. Llevan un vida muy simple y muy demasiado cruel de tu parte; sin embargo, po- drías darte cuenta si
sana. Quizá demasiado simple para mis compli- cados gustos de quisieras ver un poco para tus adentros y comparar tu actitud
parisina, pero creo que están más cerca de la verdad. Mañana a las pasada con la actual. No me digas que ya no eres una niña y que
seis de la mañana, parto para Meknes con Yvonne; llegamos a pasaron los años. El paso de los años jamás disminuye el amor filial,
destino a las nueve y media. Dejaremos las valijas en el hotel, o aun el simple respeto filial en aque- llos que tienen el corazón en
visitaremos la cuidad y almorzaremos en casa de los Pennès; por la su sitio. ¿Qué pudo pasarte? ¿Quién te habrá metido en la cabeza las
tarde, Volubilis y Moulay-Idriss. El domingo pasaremos toda ideas que manifiestas con tan poca moderación? Con inimaginable
la tarde en Fez, y el lunes por la mañana saldremos de Meknes a las candor, te sometiste a la influencia de algunos –de uno sobre todo–
seis, para regresar aquí a las nueve y media. Más adelante, del de los que frecuentas. Sensible como eres al halago, te abandonas a
jueves al sábado de la Semana Santa, iremos por dos días a él. Y, por las satisfac- ciones de un amor propio sin duda pasajero,
Marrakech; esta vez, en tren. Tengo que dejarte, porque esta noche reniegas de todo tu pasado, y algo aún más grave, echas a perder tu
hay una hermosa ceremonia por la fiesta del cordero, que comenzó futuro con una inconciencia temeraria. Con el pretexto de que no
ayer (Aid el Kebir). Ayer por la mañana, hubo plegaria pública digo nada, o casi nada, quizá concluyas que mi afecto me enceguece.
del Sultán con una escolta magnífica. Esta noche habrá Hedya y Fa ¡Qué error el tuyo! Pobre hija mía, veo claro, terriblemente claro,
ntasia, y eso es dentro quince minutos. Tengo que cerrar mi carta pero eres incomprensible, no quieres razonar para no tener que
para poder expedirla. Te pido disculpas por la letra del final, estoy ver, y así poder regodearte en esas ideas nuevas, en esos halagos
muy apurada. Te beso muy muy tiernamente, querido Papá, y no que algunos te prodigan, probablemente por inconciencia o sádico
sé cómo manifestarte todo mi reconocimiento. Françoise Lunes 15 diletantismo... Así que no puedo decirte nada, pero la procesión va
de mayo de 1933 ¡Me causas una pena infinita, mi pequeña por dentro. Pobre hija mía: ¿no te das cuenta? ¿No lo percibes?
Françoise, y parece que no te das Deberías hacer, ahora que aún estás a tiempo, un examen de
cuenta! Desde que empezaste tus estudios de medicina¹⁵, cambias conciencia. Verías hasta qué punto estás cediendo a un
te notoriamente, y tu actitud me aflige. Tu actitud hacia tu madre y orgullo lamentable, y te darías cuenta, eso espero al menos, de que
hacia mí nos revela a una Vava muy diferente de la que cono- cimos, no puedes confiar más que en tus padres. Son los únicos a quienes
sólo guía, en los consejos que te dan, un afecto mismos, justos con los demás; que cada uno tenga siempre algunos
sin- cero, sin segundas intenciones, y con clarividencia. Verás que l buenos amigos. Den más de lo que puedan recibir. Permanezcan
a inteligencia no lo es todo. No conduce a nada bueno, a nada serio siempre estrechamente unidos. Que los mayores ayuden a los más
y duradero si no la apuntalan aquellas cualidades morales que chicos, que los más dichosos ayuden a los más desdichados; hagan
deben enriquecerla con su mesura. Ahora bien, pobre hijita mía, día todo eso sin orgullo, simple- mente –acéptenlo sin humillación ni
tras día veo disminuir las cualidades de tu corazón, y manifestarse rencor–. No le den importancia a los pequeños roces y
rechacen todo aquello que pueda desunirlos. De vez en cuando,
un orgullo que te llevará a la ruina si no reaccionas. ¿Me escucharás
piensen en su padre; díganse que, donde sea que esté, los estará
al menos? No me atrevo siquiera a responderme, y me resulta
vien- do, velará por ustedes y se alegrará de verlos convertirse en
terrible lo que él desea. Cuando piensen en él, extráñenlo un poco, pero no
haber llegado a dudar así. Veo que cada día te alejas un poco más se entristezcan, sean valientes siempre –que cada uno, a su vez,
de los tuyos, de aquellos que tanto desearon tu felicidad, de forme una familia; conviertan a sus hijos en hombres. Los quiero
aquellos que aún hoy no tienen sino ese deseo, guiado tan sólo por profundamente, mis queridos hijos, y los beso y abrazo desde lo
el afecto. Muy pronto, dejado atrás el camino y, viéndolos lejos, ¡los más pro- fundo de mi corazón, sin olvidar a Yvonne ni a Nicky. H.
olvidarás! ¿Realmente harás eso? ¿Habré trabajado toda mi vida Marette 
para llegar a eso? Sin duda ya no me quedan muchos años de vida: 1934 22 de julio de 1934 17 Querido papá: me dio mucha pena
¿eso es todo los que nos reservas? Te lo ruego, pobre hija, tener que dejarte esta mañana con tu dolor de riñones. Sé que mi
despiértate –sal del error–, pronto será demasiado tarde. H. presencia no te sirve de nada, y no es eso lo que me apenaba tanto,
Marette De Henry Marette a sus hijos 16 París, 20 de mayo de sino el hecho de irme con el pretexto de que estoy cansada,
1933 Queridos hijos: Estas breves palabras me desgarran el alma, mientras que tú estás aún más cansa- do que yo y estás obligado a
pues son palabras de adiós, de un adiós pronunciado demasiado quedarte. Hubiera querido agradecerte todo lo que hiciste por mí;
pronto a mi gusto, pues hubiera querido –ése era mi deseo– seguir agradecerte sobre todo por lo que fuiste para mí este año:
guiándolos un poco más allá en la existencia. Pero no es posible. indulgente, comprensivo y tan tiernamente paternal. Te pido
Quiero decirles, entonces, que no he vivido sino para su madre y disculpas por no hallar las palabras correctas para es- cribirlo y
para ustedes –y que ustedes fueron todo para mí–. La prematura menos aún para decírtelo, pero me gustaría tanto que supieras que
muerte de su hermana mayor ha sido una dura prueba, pero sólo te quiero pese a mi apariencia, que tan a menudo te decepciona, lo
hizo que yo los amara aún más. Les pido que brinden a su madre un sé. Nunca olvidaré las palabras que me dijiste este año, en el mes de
afecto sin límites, como el que ella misma siente por ustedes. febrero. Y, si en ese momento no te hubiese tenido para obli- garme
Quiéranla, y ustedes, los mayores, Pierre, Jean, Françoise, Philippe, a buscar una cura –quizá no lo sepas–, jamás habría tenido el coraje
ayúdenla. Queda sola con una enorme carga; ella es valiente, pero de emprender por propia iniciativa la menor cosa (mucho menos
¡cuánto más fácil será su tarea con el alivio del afecto que ustedes un psicoanálisis) para salir de mi
le manifiesten! Prométanme nunca apartarse del camino que su angustia. Mi mayor deseo en este momento es conducir hasta el
madre y yo seguimos. Sean simples, buenos, honestos; tengan el final este difícil tratamien- to, porque sé que la mejor manera de
culto del deber, una ambición medida; sean severos con ust- edes agradecerte es convertirme en una mujer –en el sen- tido pleno de
la palabra– de la que puedas sentirte orgulloso, y todo ello semana. Son las grandes mareas de julio; de hecho, creo que es la
simplemente de- jando actuar en mí la naturaleza que me has dado. principal razón de la inestabilidad del tiempo y del gran viento que
Soy consciente del enorme sacrificio que haces por mí. No es nada tenemos aquí. Algunos baños de mar con las olas azotándome,
–me dijiste– comparado con lo que darías por verme feliz. Y bien: partidos de tenis: el verdadero reposo que hago aquí desde hace
ni todo el amor del que soy capaz bastará jamás para agradecerte ocho días ha transformado por completo mi aspecto. Además, estoy
aquellas palabras, papá. Te mando un beso enorme. Ven pronto. Me comiendo como un lobo y me siento rejuvenecer; todo aquí es
gustaría tener noticias tuyas y también que
excelente y aprovecho las porciones de melón y de crustáceos
vengas. Françoise Martes 24 de julio de 1934 Me sentí
(todos los días camarones y casi todos mejillones o bogavante
profundamente conmovido, querida hija mía, por los términos de
tu carta. Pusiste en ella, pude sentirlo, todo tu corazón, que sabe ser o langostinos, etcétera) de Mademoiselle. Mademoiselle me ha conf
bueno y simple cuando se expresa por escrito. Como tú, también yo esado ayer (y se lo había dicho a Pauline, que estuvo de acuerdo
espero que ese tratamiento, que ya ha tenido con ella) que al llegar mi aspecto era tan malo que le había dado
buenos resultados, te ayude a transformar tu naturaleza, para que miedo. Y bien, podrás juzgarlo tú mismo. Sin tomar drogas para
seas, como dices, una verdadera mujer, lo cual añadirá encantos a adelgazar (pues, por mucho que lo creas, no he tomado ninguna
tus otras cualidades. El día que eso suceda estaré plenamente este año), no creo haber engordado. De hecho, me pesé en lo de
feliz. No le mencioné tu carta a tu mamá. Siente mucha pena, Lemeille a mi llegada, y controlaré mi peso de tanto en
créeme, y me pondría muy con- tento que también pudieras tanto. Deberías preguntarle a Rouy si puedes tomar sidra, pues si
expresarle los sentimientos de afecto que en el fondo sientes por pudieras hacerlo al menos de vez en cuando, ¡qué festín te darás
ella, que tanto te ha cuidado, mimado y confiado en ti. La con la que tenemos en la bodega! El viernes, había tanto viento que
incomprensión que ve en ti le causa una tristeza profunda que la
era imposible jugar al tenis, y aun permanecer en la playa.
consume, y no te imaginas cuánto valor tendría para ella algún
Aproveché para dar un hermoso paseo a pie, maravilloso. Sólo
gesto bondadoso y reconfortante de tu
parte. André está en Montbard desde ayer por la noche¹⁸. A mí me conocía la ladera de Trouville por haber pasado en auto; por eso,
sigue doliendo terriblemente la espalda. Una radiografía me ha esta vez fui a pie para variar un poco el recorrido de Deauville, que
mostrado ayer que no son los riñones, por lo tanto, será un esfuerzo ya conozco de memoria. Así fui a Hennequeville por caminos
muscular o, quizá, el frío. Unos días más de paciencia. Descansa y, encajonados, resguardados del viento, bajo el sol, ¡y pude caminar
sobre todo, cuida tu salud. Nada de drogas para adelgazar. Un durante una hora y media sin cruzarme con ningún auto! Conversé
tierno beso. H. Marette con los campesinos y las granjeras que iba cruzando. Luego, pasé
29 de julio de 1934 19 Querido papá, estoy muy contenta de que por la Croix de Sonnet. De ahí, a Touques y regreso por Saint-
llegues a mitad de semana. Hoy tengo, y ayer tuve un poco, un Arnoult. Por la noche, había grandes nubes llenas de sombras y de
terrible dolor de riñón que me recuerda al tuyo; pero el mío viene luz sobre un cielo despejado por sectores. Estaba encantada con mi
del mar, tan fuerte estos últimos días que izaron la bandera roja. Si paseo, sólo los pies un poco cansados a partir del cruce de la ruta
uno es muy prudente, no hay ningún peligro; la ponen más bien por que sube hacia el hotel del New-Golf, pero el ánimo alegre y, al
precaución, a causa de los bañistas ocasionales de los fines de volver, un hambre voraz para la cena. Estoy
absolutamente entusiasmada con la campiña de Trouville. Un de nuevo en el cuarto de sus padres, o bien cambiándole el
tierno abrazo, mi querido papá. Françoise compañero de cuarto. En fin, mamá verá. Creo que estarán tan
contentos como yo de que vaya unos días, pero no me hago
1935 París, 3 de agosto de 1935 Querido papá, he recibido las demasiadas ilusiones. Mañana, querido papá, es tu cumpleaños.
postales de mamá enviadas durante el viaje fugaz hacia Le Croisic. Quisiera, para la ocasión, si pudiera hacerlo, decirte todo el cariño
La última fue de cuando tuvieron problemas con el carburador. que siento por ti. Cuánto deseo que tengas una vida sin nuevos
Espero que no se hayan retrasado demasiado por eso. Te agradezco
momentos malos, al menos en tu vida hogareña, pues en lo que se
mucho el mensaje que dejaste para mí en casa. Como a ti, la idea de
refiere a la vida exterior, hay problemas para todos. Te quiero y
pasar un mes y medio sin verte me daba mucha pena. Pongo ese
verbo en pasado porque creo que iré para el 15 de agosto. Es decir, quisiera tener mu- chos años para demostrártelo y tratar de
podría ir a pasar los domingos, quizá no todas hacerte olvidar todos los años de mi juventud, cuando por una
las semanas, sino domingo por medio, por ejemplo, aunque Grena aberración que sin duda te hacía sufrir mucho –porque no tenías
udier²⁰me ha propuesto venir él mismo todos los domingos, para nada que ver con ella– sólo podía manifestarte indiferencia. Si
que yo pueda tomarme ese día franco. Pero, antes que tomarme mi supieras, papá, todo lo que eres para mí. Sobre todo porque a ti te
franco desde el sábado al mediodía hasta el lunes por la mañana debo, como siempre, el haber podido, al perder mi neurosis, abrir
muchas veces –lo cual costaría caro por los viajes y sería bastante los ojos a la vida tal cual es; no siempre es divertido, pero tu
agotador para mí–, prefiero ir presencia y tu afecto me ayudaron aún más que el sacrificio
a pasar unos días a partir del 15 de agosto. Es posible con la condi material que hiciste por mí. Quisiera abrazarte, estás lejos, pero si
ción de que la Assistance puedes sentirme cerca cuando recapitules toda tu vida de hombre,
no se entere, para que no me descuenten esos días de mis
bien cumplida y tan lealmente llevada, entonces me sentiré
vacaciones. Para eso, basta con tener un compañero que firme por feliz. Ahora parece tonto, me siento conmovida al escribirte, y
mí todos los días. En cuanto a lo demás, es decir, al ser- vicio de resulta que tengo que hablarte de cosas muy disímiles. Asunto
consultas, vendrá Grenaudier, y él mismo, por propia iniciativa, me cambio de dirección postal: pedí que me envíen todo a Deauville,
ha dicho que si yo lograba que alguien firmara por mí, me daría excepto
todos los permisos. Podría ir, por ejemplo, del miércoles 14 al lunes los diarios de anuncios, el diario del Commerce, y algunos prospect
19. Me encantaría poder escabullirme así y, como estoy en os carentes de interés y en
exce- lentes términos con todos mis compañeros, creo que se podrá
arreglar. Digo “creo” porque los externos que estarán aquí el 15 de sobres abiertos. Quizá Charlotte te haya dicho que, dos días
agosto aún no han vuelto de su descanso. Lo único que me después de llegar a su casa, perdí un em- paste. No bien llegué a
preocupa un poco es que me da miedo molestar en la Coccinelle y París, fui a lo de Primak. Tuve suerte de que aún estuviera ahí.
que alguno ter- mine durmiendo.... en la bañadera. ¿Por qué no Me rehizo todo ayer, en una sola sesión; hoy tengo que volver unos
ponen un catre –para mí– en el tocador? Por tan pocos días, quizá minutos para el pulido. Se va esta noche. Ayer viernes, almorcé en
casa de Jean y Jacqueline. La vi muy bien. Está bien, en efecto. No
sea mejor que modificar los hábitos de Nic, ya sea poniéndola
sufre en absoluto y es muy razonable. A Jean, por el contrario, lo
noté muy cansado, con los ojos enrojecidos, como se le ponen importante tra- bajo que, en mi opinión –y en la suya creo que
cuando está cansado. El arreglo con Lina marcha muy bien. Por la también–, este verano en París y este viaje sola me han permitido
mañana, va a la casa de ellos, luego lava los platos del almuerzo y hacer. Para ello, modifico un poco la continuación de mis proyectos.
prepara la cena, lo único que hay que hacer después es calentarla, Renuncio al paseo en Haute-Provence de Moustiers. Iré solamente
y hacia las dos de la tarde, viene a casa, hace mi cuarto y lava la a Niza por el litoral; allí, me quedaré dos días para las dos
vajilla que dejo en la cocina. Ella se encargará de la limpieza del excursiones a Peira Cave y las Gorges de Daluis que tenía previstas.
departamento más adelante, cuando Jacqueline esté ausente. Te Y regre- saré directamente a Avignon, y sin duda también
mando un tierno abrazo, mi querido papá, y te encargo que le renunciaré a Arles y reemplazaré esa tran- quila estadía por ésta.
agradezcas las postales a mamá, y que la beses de mi parte. Muchos Desde el punto de vista del paisaje, gano con el cambio, ya que
saludos a los Dauvin. todo es realmente muy lindo aquí y el pueblito es
maravillosamente tranquilo.
Françoise Hotel de la Loube-La Roquebrussane-Var21 25 de Hoy volví a vendimiar toda la tarde. Es sorprendente. Esta mañana
septiembre de 1935 Mi querido Papá: Acabo de pasar dos días había un fuerte mis- tral, menos fuerte por la tarde. Preferí venir a
excelentes. Ayer, almuerzo en cada de los Laforgue; en este la Roquebrussane –el hotel es muy simple y simpático–, antes que
mo- mento, en los Chabert, están la madre del doctor, la madre de aceptar la hospitalidad que la señora Laforgue me ofrecía en su
su esposa y dos amigos. Pasé toda la tarde vendimiando, ¡ah! y me casa. Por lo tanto, si quieres escribirme aquí, me dará gusto; sin
olvidaba: antes del almuerzo, me metí en la pileta que tienen duda me quedaré hasta el 1° de octubre incluido. Ya avisé al correo
delante de la casa. La propiedad es típicamente provenzal, una casa de Niza. En cuanto a Moustiers, no es necesario, ya que estarán al
amar- illa con pérgolas, un jardín de rocalla y cipreses que la tanto de que no iré allá. Asimismo, en vez de enviar el correo a Arles
protegen del mistral. De hecho, últimamente la veo bastante en las fechas previstas, iré a ver a Avignon si tengo
mejorada; trabajan mucho en ella y quedará perfecta cuando los correspondencia antes de regresar a París. Mamá me ha dado
jardines estén trazados, el paredón terminado. Además hay cien noticias bastante buenas de Philippe, pese al desarraigo que
hectáreas de terreno, cuarenta de las cuales son cultivos, y encima debe producirle el cambio de ambiente. Dile que lo abrazo fuerte y
unas treinta viñas. El vino lo hacen ellos mis- mos, y es excelente, que le agradezco su postal; voy a escribirle. Esta noche, la vendimia
además tienen diferentes clases. El resto del terreno son colinas me dejó un poco cansada. Te beso tan tiernamente, mi querido
con papá, como te quiero. Laforgue me ha encargado que te envíe todos
olivos, el amable paisaje de la Provenza que tanto me gusta, sus recuerdos. Françoise 28 de septiembre de 1935 22
ondulado y rodeado a los lejos de planos elevados y sucesivos, cada Mi querido Papá, recibí esta mañana tus dos cartas, la de Niza y la
uno caracterizado por un azul diferente. Cené nuevamente con de Marsella. Hubo demora en mis cartas. No entiendo qué pasó,
ellos y, tras hablar con L., decidí aprovechar estas vacaciones, en las porque yo siempre la envío de inmediato, claro que siempre lo hago
que soy libre como el aire; la vida simple en esta hermosa en buzones de la ciudad. Me siento muy a gusto en la
naturaleza me gusta tanto que me quedaré ocho días más en este Roque- brussane. Conocí a algunos amigos de los L., todos muy
pequeño pueblo, situado a cuatro kilómetros de los Chabert, y simpáticos y, entre ellos, a dos jóvenes que también viven en la
tomaré una sesión diaria de psicoanálisis para poner en limpio el Roquebrussanne, lo cual atenúa mi soledad, porque estoy de
acuerdo contigo: es mucho más agradable no estar sola cuando eso Deauville, y pienso que Do ya ha de estar repuesta. Te agradezco
es posible. El clima aquí es muy bueno, hago ejercicio (caminatas y mucho este viaje; creo que habrá sido muy provechoso para mí.
vendimia), y estoy muy satis- fecha con las pocas sesiones con L. Conocí algunas personas de las cuales he aprendido mucho, en
que puedo tener en medio de esta naturaleza tan rela- jante. Hasta especial, chicas jóvenes y mujeres suizas que hacen psicoanálisis de
muy pronto. Un abrazo tierno. Françoise niños.
1936 Ginebra, 13 de abril de 1936 ²³ Mi querido Papá, hasta ahora Un abrazo afectuoso. Françoise París, 4 de agosto de 1936 Mi
he tenido muy poco tiempo y no pude escribirte. Tuvimos buen querido Papá: Esta mañana recibí una postal de mamá desde
tiempo para el Congreso, y todo salió de lo más bien. A Phil le Saumur. Me anunciaba que debían llegar a Angers ayer lunes por la
encuentro excelente aspecto, y su ánimo parece bueno. Dormimos noche. No me dice si recibió mi carta de Azayle-Rideau.
otra vez en Nyon el sábado por la noche. Ayer domingo hicimos un Deduzco que quizá no hayan ido a ver si había correspondencia
paseo sobre el lago, y dimos una pequeña vuelta en micro alrededor para ustedes en el hotel; hoy mismo escribí a Azay para que envíen
Ginebra. Estábamos con un pequeño grupo de personas, entre las la carta de mamá al Croisic. Era la única que había. Es una pena que
cuales se hal- laban los Hesnard y los Parcheminey. Por la noche, llueva sin cesar ahí. Tenemos el mismo clima aquí, en París, y
Phil regresó a Nyon con Parcheminey y dos personas más; yo me parece que en el Sur el tiempo está espléndido. ¡Lo vi a Bazire (el
quedé en Ginebra. En Suiza, no hay muchos paseos para hacer en farmacéutico), recién llegado de allá, y me ha dicho que incluso
micro por esta época, porque hace frío y no hay vista, y yo no estoy hacía demasiado calor! Me alegro. Pienso en tu cumpleaños, papá,
equipada para ir a los centros de deportes de invierno; por eso y en tu toda vida, cuyos comienzos me contaste la otra
había aprovechado para irme hacia el Sur por la ruta Napoleón. Phil noche. Era la primera vez que te escuchaba contar recuerdos como
prefería quedarse sobre el lago esperando a que ustedes si estuvieras revivién- dolos. Hasta ese día, los episodios de tu
regresaran a París, porque el jueves los Bortoli lo llevarán de infancia, o posteriores, que me contabas
regreso allá. Pasé la noche con los Hesnard qued- aban entre tú y yo como imágenes en las que se “veía” un tú
(médicos de marina en Toulon). Esta mañana visité Ginebra. que yo no conocía, pero sin vínculo con el que hablaba. La otra
Lamentablemente, comenzó a nevar; son las dos y media, y todo va noche, no hablabas de ti como un extraño que cuenta una historia a
de mal en peor. Mi programa para esta tarde era ir a Grenoble en título documental, o para distraer o edificar a su auditorio; revivías
micro. Estoy dudando si regresar a París de inmediato, pero de tus re- cuerdos conmigo como con una amiga. Era maravilloso,
todos modos voy a ir a Grenoble. Si por casualidad mañana el día papá. ¡Y qué feliz estoy ahora de saber un poco más de tu vida de
está lindo, seguiré hacia el Sur por la ruta Napoleón (micro PLM), si niño y de joven! Estás tanto más cerca así; eres menos enigmático
no, regresaré a París mañana por la noche o el viernes a primera cuando ocultas menos tu corazón. Quizá te sorprenda que te
hora, es decir, veinticuatro horas antes de la fecha límite que me escriba esto. Pero, si reflexionas un poco, ¿acaso no ha exis- tido
había fijado, pero será lo más razonable. Laforgue nos había durante largos, muy largos años una barrera infranqueable entre
invitado a los dos, juntos o separados, a su pequeño rincón. Si el nosotros? ¿Y acaso a ti mismo no te parece mejor sentir que esa
tiem- po hubiera estado espléndido, quizá lo hubiera hecho, pero barrera se derrumba? Y, si además quieres ser absolutamente
nos dijo que llovía. Y además, en un viaje, nadie está bien dispuesto sincero conmigo, dime si sólo a mí incumbe la responsabilidad de
para trabajar, aun cuando llueva. Espero que todos estén bien en
nuestro mutuo desconocimiento. Es preciso, mi querido papá, que igual. Es un trabajo de colaboración. De hecho, es el período más
aún vivas muchos años más, para que yo pueda aburrido, o que al menos lo sería si no estuviera de vacaciones,
recuperar un poco todo este tiempo perdido, todo este tiempo en pues tengo la impresión de haber alcanzado el pleno dominio de
el que no te he conocido, ¿verdad? Te abrazo tan fuerte como te mis facultades; sin embargo, este trabajo final, “de síntesis” debe
quiero. Fui a la CPDE. Me dijeron que si la instalación hubiese decirse, es indispensable si uno quiere resguardarse –también a los
tenido algún defecto, habrían cor- tado la corriente. Que, por demás– de las deficiencias per- judiciales (sobre todo después de
consiguiente, si hay una reparación, sólo es facultativa. No algunos años). Naturalmente, la dirección de analista que quiero
ob- stante, primero iré a ver al propietario. Después, volveré a la tomar impone, en mi opinión, una comprensión aún más profunda
compañía, y mandarán un agente para verificar a la hora que yo les de las propias dificultades, si quiero ser lo suficientemente libre
indique. Ayer fui al cine Ranelagh, vi Le voleur y Les gaietés de l’ Es para poner el dedo en la llaga de los enfermos. Sin embargo, ahora
cadron, muy gracioso, con Raimu, habíamos visto el anuncio la –y Laforgue comparte mi opinión– es inútil tener varias
semana pasada. En las noticias, la revolución es- pañola muestra sesiones seguidas. Lo mejor es vivir y, de tanto en tanto, hacer
espectáculos breves series de puntualizaciones. Por lo tanto, tengo planeado
horrorosos. Haré que envíen Le Jour a Deauville, a partir del sábad irme de aquí el 25, más o menos. Pero estoy verdaderamente feliz
o. Los colchones fueron mandados a arreglo. Díselo a con las primeras semanas de mis vacaciones. Los días pasan con
mamá. Mañana por la noche, ceno con los Jean. Los beso a todos increíble velocidad, entre zambullidas, paseos y siestas. Tanto en
afectuosamente. Françoise Muchos saludos a Raymond y a los Chaberts como en La Roque, la gente es muy simpática. Hay
Charlotte. algunos a quienes ya conocía; y otros nuevos, con quienes la
Fr. La Roquebrussane-Var, 16 de agosto de 1936 Mi querido simplicidad de la vida muy pronto hizo que establezcamos un
papá: Estoy sorprendida porque no he recibido ni una sola línea vínculo. Los ingleses de los que le hablaba a mamá se fueron,
tuya (ni de mamá) desde Saumur. Tuve noticias de ustedes y de los porque hacía un mes que estaban acá. Afortunadamente, el joven
Dauvin a través de Philippe; por eso, no es grave, pero me pregunto David, mi pequeño amigo, se quedó en los Chaberts por algunas
si realmente no me escribiste nada desde el 6 de agosto. De hecho, semanas
le había dejado mi dirección al portero de casa, en París; sin más. Mauco ha llegado, en auto. Hay otro más del “Club de los Loc
embargo, desde mi lle- gada aquí, no recibí nada, mientras que en
os” [Club des Piqués]²⁴ que tiene auto, de modo que Philippe podrá
París todos los días tenía al menos una carta. Estoy muy contenta
trasladarse en él. Está en forma, Philippe. Aunque todavía un poco
de haber venido. Excelente trabajo con Laforgue. ¡Qué salto he
dado en comparación con el año pasado, durante mi última estadía receloso a su llegada, pudo aclimatarse rápidamente. Para mi gran
en esta región! Y al mismo tiempo, una actitud radicalmente sor- presa, parece satisfecho con la sencilla organización de este
distinta respecto de mi análisis. El año pasado, y no hace muchos pequeño hotel. Tengo muchas esperanzas puestas en su análisis.
meses atrás, aún consideraba esta situación como inferior y de Pese a su espantoso carácter, es muy inteligente y, gra- cias a eso,
dependencia, en cierto modo. Actualmente, trabajo con Laforgue de logra salir adelante. Nuevamente quiero agradecerte, mi querido
igual a papá, por ser generoso conmigo y por la amistad tan buena que nos
une. Muchos tiernos besos. Françoise La Roquebrussanne-Var, 21
de agosto de 1936 Mi querido papá, me pregunto si recibiste la con pasadas estadías en las que tan a gusto te sentiste. Ni mamá ni
postal que precedía mi carta a mamá, en la que te daba, antes de tú hablan del proyecto de comprar una propiedad; ayer Phil me lo
llegar, la dirección de aquí. Cuando te fuiste, yo estaba esperando contó. La búsqueda estimulada por los Chaix tal vez alegre tus
una respuesta de Laforgue. Te había dicho que, contrariamente a últimas semanas de vacaciones. ¿Qué haré después de aquí? No lo
mis previsiones, él confiaba en que mi presencia aquí sería buena sé todavía. Tengo que hablar de mi partida, el domin- go, con
para Philippe. Venir antes que él, tal como se decidió a último Laforgue. De todos modos, me gustaría ver algo más antes de La
momento, me venía bien a mí y además me permitía irme cuando Roche-Posay; por otra parte, debo reconocer que no pierdo mi
Phil llegara, en caso de que su hostilidad me hiciera sufrir tiempo aquí, todo lo contrario. Además, me siento muy a gusto en
demasiado. Para mi gran sorpresa, debo reconocer que Laforgue, una atmósfera simpática. En todo caso, calcula que seguramente
con toda su experi- encia, tenía razón. Después de uno o dos días, el me voy a quedar aquí hasta el miércoles. Pero te escribiré
recelo que ponía en su trato hacia mí fue cediendo poco a poco; entonces. Hay algo que no entendí en tu carta. ¿Qué quieres decir
ahora nuestra común estadía aquí es muy agradable. Philippe con “un buen período de
está visiblemente contento de mi presencia. Ha vuelto a ser simple calma necesario (para tu salud y) para tus nervios”? No veo bien q
conmigo, como en ué debo inferir de eso: pese al muy real cansancio físico de este
sus mejores momentos antes de Sancellenoz²⁵; y pudo, en una ext año, y aun al desgaste moral, todo este tiempo pude resi- stir en un
ensa y amigable conver- sación, formular antiguos reproches, en equilibrio psíquico no inestable. En fin, si no te molesta, explícame
gran parte justificados, de los cuales conversamos como amigos. esa frase que quizá hayas escrito sin un motivo en particular. Te
Por lo demás, está alegre, de buen humor y en buen estado físico, beso tiernamente. Françoise La Roquebrussanne, domingo 30 de
pese a lo difícil que resulta, sobre todo los primeros días, retomar agosto de 1936 Mi querido papá: Como verás, he vuelto a retrasar
un tratamiento analítico. Todas ellas son cosas que me dan mucha mi partida. Estoy tan a gusto aquí; todos me pedían que
alegría y que me recompensan por tantos esfuerzos que
me quede, y a mí me pareció que dejar un lugar donde me divierto
no buscaban recompensa, y sobre todo por este último que tanto por unos cuantos días de paseos más o menos solitarios no
implicaba para mí pasar unos días aquí al mismo tiempo que valía la pena, por eso cambié mi fecha de par- tida. Incluso, para
él. Espero, querido papá, que éstos sean motivos suficientes para tener el valor de irme teniendo aún veinte días de vacaciones por
reconfortarte; pues, en esa carta en la que dices estar delante (en tanto que Rouy me había dicho que sólo hiciera ocho o
“desconcertado”, pude adivinar algo más, una suerte de diez días máximo de cura), me permito proyectar un regreso a esta
aba- timiento afectivo, como si estuvieras triste y un poco tierra de vendimias. O quizá tan sólo, ¡ay! el año que viene. ¡Cómo
desalentado. No quisiera que lo estés por mi culpa, y me apena el me gusta esta región! La ventaja de haberme quedado es que, para
tono voluntariamente desapegado de tu carta. Lamento que agrade- cerme, uno de los Locos –todos los que tienen auto me lo
Deauville y Trouville ahora te parezcan sombrías; eso tal vez ofrecieron– me llevará hasta el camino, para evitarme la
entristezca tus vacaciones, por la comparación que sin duda haces combinación con el
micro. El martes vendrán los Schlum²⁶ , pero creo que sin duda re que me subía al auto. Nos íbamos a almorzar a Rouen y a mostrarles
nunciaré a eso. Me divertí muy útilmente estos últimos días la ciudad a André y a Jacques, que no la conocían. Lindo día, a partir
señalando con flechas de diferentes colores los distintos senderos de las once, muy cálido. Me puso contento volver a ver los
peatonales para las personas que van desde La monumentos y las numerosas casas viejas de la capital normanda;
Roquebrussanne hasta los Chaberts, y a la inversa. Pues, desde que y sobre todo el museo, que jamás había visitado y que es
estoy aquí, tenía que indicar esos caminos acompañando a las importante y muy lindo. He aquí tres museos de provincia –Tours,
personas, y con todo algunos seguían equivocándose. Las personas Nantes y, sobre todo, Rouen– más que interesantes. Te envío, al
del lugar se sintieron intrigadas; parece que se vieron cazadores azar, setecientos cincuenta francos, porque no me dices cuánto
perplejos frente a las indicaciones. Ahora, pasemos a un asunto quieres, y considero que no tienes suficiente noción del dinero.
importante: sólo me quedan cuatrocientos setenta y cinco. Pienso ¿Cómo vas a hacer, mi pobre Françoise, si dilapidas así lo poco que
que me alcanza para ir hasta La Roche-Posay, pero quisiera que me tienes? Eso me entristece y, ante todo, me preocupa. Nuestra
envíes dinero para estar allá. Me preguntaba si no tendría que estadía está llegando a su fin. El domingo, por la mañana temprano,
haber escrito al banco para que me enviara una suma (cuando pasé dejamos Deauville, y visitaremos sobre el camino de regreso los
por ahí, antes de dejar París, omití solicitar una chequera). Me molinos de Pacy s/Eure y Anet. Por la noche, cena en casa de Do por
di- jiste, en París, que te escribiera cuando no tuviera más dinero, su cumpleaños (76). Me gustaría conocer La Roquebrussanne, tan
por eso lo hago ahora, pero si quieres escribiré a La Roche- agradable según me cuentas. Conozco Tolón y sus alrededores
Posay. Marc Schlumberger, hijo del escritor Jean Schlumberger, hasta Saint-Tropez. Está muy bien, especial belleza del Sur.
estudia medicina con Françoise y Philippe. Él es quien sugiere a Dudo que para mí valga la Normandía, con su luz templada y con
Philippe un tratamiento psicoanalítico, y quien le pasa todos los esos sitios tranquilos que me llenan de paz, en los que me siento
datos de Laforgue, su propio analista. Se convertirá en un amigo transformado con sólo estar allí. Aprovecha lo más que puedas tu
cercano estadía en La Roche-Posay, y no desatiendas lo que te diga el
de Françoise. Recibí del Banco el aviso de titularización de cuarent médico de allí. Al igual que él, considero que no estás en buen
a acciones d’ Electrochimie. Tengo muchas cosas para decirte de estado. Tu constante excitación es una prueba de ello (en tu última
parte de Laforgue. Hasta pronto mi querido papá. Te beso carta faltaban palabras, y tuve dificultad para leer). Te beso muy
tiernamente. tiernamente. H. Marette
Françoise PS: Escríbeme a la casilla de correo de La Roche-Posay, 1936 (Hotel central, La Roche-Posay, Vienne 27) Mi querido Papá,
Vienne. Será lo mejor, porque recibí tu carta con el giro y te lo agradezco. En cuanto a las cosas
to- davía no sé en qué hotel voy a parar. Aquí me hablaron de la “C que me dices, son totalmente injustas; me parece que me juzgas con
olline ensoleillée”, pequeña pensión bastante buena. Ya demasiada severidad, y eso me causa mucha pena. Estoy
veré. Deauville, jueves 3 de septiembre de 1936 Ayer por la mañana, avergonzada de que mi carta haya estado tan mal escrita. Tengo
mi querida pequeña, recibí tu carta del 30 justo en el momento en como excusa el haberla redactado un domingo, en la terraza baja
del hotel (una parte del sector donde se juega a las bochas), es
decir, en medio de un bochinche espantoso. No hay mesas en los bañeras!). Como puedes ver, si me quedo los diez días aquí, serán
cuartos de la Loube, y mi cuarto no está listo antes de las seis de la en total, como mínimo, ¡unos ochocientos francos!, sin contar el
tarde, y no es agradable quedarse en él. Tanto menos agradable lavado, y eso que tengo un descuento del siete por ciento. En este
cuanto que sólo hay lugar para la cama, las valijas y el tocador (no pueblito, explotan a la gente. Pero el agua es buena; la calma, total.
hay armario), y encima cientos de moscas si se comete la Y como mi abono es por diez días, mejor aprovecharlo. En el hotel
imprudencia de abrir las per- sianas. Y, cuando están cerradas, no donde estoy, hay un establecimiento hidroterapéutico muy bien
se ve nada. Como quería despachar mi carta, la escribí en medio del puesto. Las fuentes no fueron reconocidas por el Estado hasta
ruido. ¿Es ésta una excusa válida? No me atrevo a creerlo, puesto después de enero de 1936, pero eran explotadas desde antes. Hay
que me hablas de manera más general de mi “constante excitación”. gente muy conforme con su cura en este lugar; sin embargo, el
Eso me genera muchas dudas. No me siento en absoluto agitada o médico de aquí no es Huet. Este último sólo trabaja en el
nerviosa. Mi activi- dad, desbordante en el pasado, parece estar establecimiento termal; y, aunque no me lo impidió
ahora dentro de los límites de lo normal. Es cierto que tengo categóricamente, me dio a entender que prefería el
entusiasmo, pero ¿acaso no forma parte de mi naturaleza? Eso no establecimiento, donde, por lo demás, creía que los cuidados serían
me impide pensar o saber disfrutar de la calma de las horas gratuitos. Aquí, lo habrían sido.
agradables, de tranquilas veladas, de un libro interesante y, a No desatiendo en absoluto lo que me dijo Huet, pero tampoco
menudo, de no hacer nada, preciosa adquisición que la quiero preocuparme y pensar, como él, que tengo una enfermedad
antigua Françoise desconocía. En cuanto al dinero, ¿no sabías que del corazón porque tengo baja presión. Es cier- to: en nuestra
dos horas después de tu partida ya tenía doscientos cincuenta familia hay anomalías circulatorias. La presión de Do y la de mamá,
francos menos, dejados como seña al propietario? Además, mi que tan sólo por sonreír, y llevando una vida normal, alcanza
inscripción a pagar, libros en la facultad, las mensualidades por valores propios de enfermos agudos que, con semejantes valores,
vacaciones del Quillet a pagar, libros que tuve que comprar. Luego, en teoría no deberían vivir sino unas semanas, muestra
el viaje con los inevitables taxis de casa al hospital y del hos- pital a con claridad que en ello hay algo constitutivo. Ahora bien, es una
la estación, los hoteles. No creo que haya gastado un centavo, ley fisiológica que la hipotensión en los jóvenes produce
pongamos diez fran- cos, facultativamente. Me había preparado hipertensión más tarde. En el pasado, no la tomaban, pero es muy
sandwiches y viajé en tercera clase todo el tiem- po. De hecho, me probable que, siendo jóvenes, Do y mamá hayan tenido como yo
parece absolutamente natural. Lo digo sólo para explicarte. En una tensión máxima baja con una pequeña diferencia. Sé que mis
ningún otro lugar voy a encontrar un costo de vida tan bajo como riñones son mi punto débil, y me cuido al respecto. De hecho, me
en la Roque (claro que además propongo hacer, de aquí en más, períodos de régimen sin sal
está la propina para las mucamas). Y aquí, los precios son durante quince días cada tres o cuatro meses, para aliviar mis
exorbitantes. Tan sólo por la pensión: cuarenta y cinco francos por riñones. Pues no cabe duda de que dos días de ese régimen ya
día. Y antes de tomar un baño tuve que pagarle ¡tre- scientos me ayudaron a perder mucho de esa “infiltración” que, aún más que
francos! al establecimiento, sin contar los pequeños gastos que la obesidad, endurece mis tejidos. Pero, en fin, son problemas
restan aún, como las propinas para el personal de las duchas, de los banales: no existe un ser que sea “sano” en sí mismo
baños termales, de la ducha filiforme, y de pulverización (¡cuatro
ni tampoco moralmente “normal” en sí mismo. Y no veo por qué reflex- ionar y decirme que debías de sentirte bastante
debería abstenerme de caminar rápido, etcétera, con el pretexto de desalentado. Quizá, esto pueda explicarse en términos objetivos;
que “debería” tener un corazón que no lo soportaría. ¿No te parece? sin embargo, tengo la impresión de que tiene que ver contigo.
Ese doctor no me conoce y no conoce a la familia. ¡La prueba es que Como si juzgaras al país desde el punto de vista de un individuo
se niega a creerme que soy artrítica, así como que he tenido enfermo de un mal incurable, pero al cual una grave operación
eczema! Ves, querido Papá, en esta carta he invertido, por decir así, puede, si no muere en ella, salvarlo, operación a la que nadie se
todo mi tiempo en justi- ficarme ante ti. Y lo que yo necesitaría, en
arriesgaría si existiera una posibilidad de cura espontánea. Todo
efecto, sería inspirarte un poco de confianza. De hecho, ése es el
eso suena a de- saliento. En aquel momento, hubiera querido
motivo por el cual tus reproches –dices estar triste y preocupado–
hallaron un terreno tan vulnerable, pese a toda la serenidad con la reconfortarte, pero no era fácil; en primer lugar, porque me
que aspiro a soportar la oposi- ción y aun la censura si considero conmovía que expusieras así tu pensamiento; y, luego, porque era
no merecerlas. Viniendo de ti, eso me resulta muy duro. Porque es preciso dejar que hablaras. No obstante, ¿no te parece que sean
duro sentirse completamente aislado. Sé muy bien que no significa cuales fueren los conflictos so- ciales, las dificultades monetarias o
que me quieres menos, pero sí que me querrías diferente de como internacionales, hay un tesoro en la vida? Es el valor in- trínseco de
soy, en mi absoluta sinceridad. Hasta pronto, mi querido Papá. Te los seres, independientemente de su nivel de vida, y las dificultades
abrazo muy tiernamente. Françoise actuales no lo han suprimido en absoluto. Pertenece a la esfera de
la vida misma, simplemente; y habrá
1937 4 de agosto de 1937, 13 Square Paté, París 16e Mi querido
Papá: Recibirás esta carta con retraso, pues no he tenido tiempo de de durar tanto como dure esa vida, sobre todo cuando se tiene más
escribirla ayer por la tarde ni esta mañana en el hospital, como lo de medio siglo detrás de sí, como tú –ya que nos tienes–. Podrías, y
hubiera deseado. No quisiera que pienses que te olvidé, eso sería en lo que a mí respecta –puesto que soy quien habla– me daría un
falso y me daría pena. Simplemente, este retraso te rejuvenecerá placer in- menso que lo hicieras, participar más en nuestra vida. Te
aseguro que sería muy feliz si pudiéramos hablar más a menudo,
veinticuatro o cuarenta y ocho horas, ya que al recibirla volverá a
sin restricciones, y no como dos generaciones alejadas, sino como
ser el día de tu cumpleaños. La otra noche, al despedirlos, no te dije amigos. Pero tú te resistes, no a propósito, ya lo sé, como si le
nada; hubiese sido demasiado largo, pero temieras a esa intimidad, como si no te atrevieras. ¿Temor a
la confidencia indirecta que hiciste durante la cena en el “Mouton molestar? Pero no, no hay motivos. Si aparecieras en un momento
blanc”, al contar lo que le escribiste a Monsieur Vincent, me poco prop- icio, y bien, qué importa, por una vez; habría diez
conmovió y entristeció. Me pregunté por qué esperabas el estallido oportunidades más para que tu llegada sea oportuna, y además con
de un conflicto, con muerte de hombres, ries- gos solemne y un simple llamado telefónico para anunciar que vienes o
obligatoriamente aceptados (cuando no padecidos), el derecho a para pedirme que vaya a tu encuentro incluso evitaríamos esas
recobrar ánimos. No es que yo vea la eventualidad de una guerra, inútiles molestias. ¿Por qué no podrías actuar con la misma
sin duda próxima, como una razón para flaquear o dudar, pero el simplicidad con que mis amigos actúan conmigo, o como yo actúo
hecho de que esperes de ella un consuelo moral me hizo contigo? Quizá esto te sorprenda; sin embargo, no pierdo la
esperanza de que pronto te vea ser así de espontáneo conmigo.
ánimos. No es que yo vea la eventualidad de una guerra, sin duda contigo? Quizá esto te sorprenda; sin embargo, no pierdo la
próxima, como una razón para flaquear o dudar, pero el hecho de esperanza de que pronto te vea ser así de espontáneo conmigo.
que esperes de ella un consuelo moral me hizo reflex- ionar y
decirme que debías de sentirte bastante desalentado. Quizá, esto 1938 3 de junio de 1938 29 Mi querida hijita: Hace unos minutos
pueda explicarse en términos objetivos; sin embargo, tengo la viniste aquí a preguntarme si había tenido algún motivo de enojo
impresión de que tiene que ver contigo. Como si juzgaras al país por haberte enviado, sin unas líneas amables, el cheque de tu
desde el punto de vista de un individuo enfermo de un mal mensualidad. No tenía ninguno, y lo confirmo ahora. Estaba
incurable, pero al cual una grave operación puede, si no muere en apurado –y encima molesto por no haber podido verte
ella, salvarlo, operación a la que nadie se arriesgaría si existiera una per- sonalmente para entregarte lo acordado–; en ningún
posibilidad de cura espontánea. Todo eso suena a de- saliento. En momento pensé que eso podría ape- narte. Sin duda, estuviste
aquel momento, hubiera querido reconfortarte, pero no era fácil; dándole vueltas al asunto antes de venir, y por eso te presentaste
en primer lugar, porque me conmovía que expusieras así tu tan secamente ante tu madre, y la apartaste con una brutalidad que,
pensamiento; y, luego, porque era preciso dejar que hablaras. No quiero creer, se te escapó de nuestra conversación. Cuando
obstante, ¿no te parece que sean cuales fueren los conflictos entramos al pequeño salón, yo pasé delante de ti y no pude ver del
so- ciales, las dificultades monetarias o internacionales, hay un todo tu gesto al cerrar la puerta delante de tu madre, que nos venía
tesoro en la vida? Es el valor in- trínseco de los seres, siguiendo. Lo que tenías para decirme en verdad no era secreto, de
independientemente de su nivel de vida, y las dificultades actuales modo que esa falta de cortesía era
no lo han suprimido en absoluto. Pertenece a la esfera de la vida innecesaria. ¿No te parece? ¿Qué necesidad tienes, pobre hija mía,
misma, simplemente; y habrá de ser así, y de no darte cuenta de tus actitudes? Te lo digo
de durar tanto como dure esa vida, sobre todo cuando se tiene más profundamente entristecido –y, de hecho, cada vez más, por
de medio siglo detrás de sí, como tú –ya que nos tienes–. Podrías, y desgracia–. Como si pensaras que tu madre y yo somos dos
en lo que a mí respecta –puesto que soy quien habla– me daría un extraños el uno para el otro, y que uno de nosotros fuera
placer in- menso que lo hicieras, participar más en nuestra vida. Te absolutamente indiferente a lo que el otro pueda experimentar.
aseguro que sería muy feliz si pudiéramos hablar más a menudo,
¡Qué error el tuyo! Tu mamá y yo somos dos viejos compañeros;
sin restricciones, y no como dos generaciones alejadas, sino como
llevamos adelante, del mejor modo posi- ble, una tarea larga y, a
amigos. Pero tú te resistes, no a propósito, ya lo sé, como si le
temieras a esa intimidad, como si no te atrevieras. ¿Temor a veces, bastante ardua; juntos pasamos penas y alegrías, y no
molestar? Pero no, no hay motivos. Si aparecieras en un momento será ahora, cuando nuestra vida está llegando a su fin, el momento
poco prop- icio, y bien, qué importa, por una vez; habría diez en que habremos de distan- ciarnos. Nuestras penas y alegrías
oportunidades más para que tu llegada sea oportuna, y además con serán las mismas hasta el final, y las compartiremos. Todo aquello
un simple llamado telefónico para anunciar que vienes o que, en el transcurso de nuestra vida, hayamos hecho por nuestros
para pedirme que vaya a tu encuentro incluso evitaríamos esas hijos lo habremos realizado con la sola esperanza de tener la
inútiles molestias. ¿Por qué no podrías actuar con la misma satisfacción de cumplir con nuestro deber... pero con la secreta
simplicidad con que mis amigos actúan conmigo, o como yo actúo confianza de que un mínimo de respeto por ambos nos
fuera retribuido por ellos... o al menos de consideración, a falta de días he tenido innumerables citas que me dejan pocas horas libres,
confianza y aun quizá de afecto. Lamentablemente, pareciera que en el curso de las cuales, sin embargo, vuelvo a ti, a fin de escribirte
todo ello también puede y debe medirse. En suma, le has causado a como lo deseo, sincera y extensamente. Lo que me apenó en tu
tu madre, y se la renovaste cuando te ibas, una pena espan- tosa carta fue ver los esfuerzos que haces para obedecer a esa
que, una vez cerrada la puerta, no pudo dominar. Esa pena la triste necesidad de ensombrecer todo lo que viene de mí, de
comprendí cuando pude reconstruir el hilo de los pequeños atribuirme instintos vindicativos y ocultos, y no sé qué intenciones
incidentes o acti- tudes de los que yo había sido testigo; y la de rival o de niñita de tres años de separarte de mamá –
comparto, pues me afecta de la misma manera. Está mal, Françoise, simplemente porque deseé hablarte a solas–. El pretexto de esa
que te conduzcas así. Aunque lo niegues, tienes un orgullo puerta cerrada no es el verdadero motivo del drama, lo sabes
insen- sato que te vuelve dura y brutal, y tratas a tus padres con una tanto como yo –de otro modo, ni siquiera te respondería–, y sin
desenvoltura digna de culpa. Ignoro lo que el futuro te depare; embargo cuánto trabajo te has
deseo que te cases, fundes un hogar, una familia... ¡Y bien: no deseo tomado para buscar en los instantes forzosamente fugaces pasado
que tus hijos se comporten de la misma manera contigo! Porque s en 2 col. Bonnet ³⁰, el viernes aquel, el recuerdo de indicios que
eres mi hija y, hagas lo que hagas contra nosotros, jamás podré primero pasaron desapercibidos, pero que luego podían cuadrar
desearte nada malo. ¿Compren- derás, antes de nuestra muerte, con interpretaciones carentes de toda realidad. Te aseguro que si
cuán insólita y profundamente cruel es tu actitud? La existencia no no te sintieras desgraciado, y si el ambiente de 2 col. Bonnet no
es un día de campo. ¿Qué satisfacciones podremos esperar de ella fuera tan pesadamente opaco, pensaría que éste es un juego para
si no ponemos, por encima de todo, el respeto por los mayores y, imitar a Mauriac o, más
antes que nada, el respeto por
verosímil aún, la alegación de un pretexto de mala fe para alejarme
nuestros padres? Si no eres capaz de comprender que no es posible definitivamente (del tipo “incidente de frontera” cuando se quiere
que le manifiestes hostilidad a tu madre –a veces creo ver odio– y hacer una declaración de guerra). ¿Qué hay exactamente en el
que yo me alegre egoístamente de tus pruebas de afecto hacia mí... punto de partida, nudo de este asunto? Nada. Esa
entonces ya no podré esperar nada. Te mando un beso, mi pobre puerta supuestamente cerrada en la narices de mi pobre mamá, lo
pequeña, con el corazón muy triste. H. Marette Copia de la carta del fue sin ninguna intención de mi parte, y de la manera más banal.
Mamá sabía que yo tenía que hablarte, lo dije cuando llegué. De
15 de junio de 1938 Querido Papá, recibí tu carta el otro día en el
hecho, ella misma fue quien, con ostentosa solicitud, fue a llamarte
momento en que partía para Boutigny. Recién pude leerla en el tren
por todas parte, mientras yo le decía que, si bien estaba apurada,
y, en verdad, estaba tan lejos de pensar en el drama que reflejaba podía esperar un minuto, y que no era necesario molestarte si te
que creí, al ver tu letra, que eran unas líneas amables ¡para estabas lavando las manos. Cuando apareciste, te seguí hasta el
desearme un buen descanso! No había llevado conmigo ni pluma ni salón. Felizmente (!), mamá me hizo una escena en el palier, cuando
papel, y en ese pueblito de campo sólo conseguía papel escolar, así me estaba yendo, sobre el tema de la puerta, en la que le había
que esperé a estar de regreso en París. Desde entonces, todos los respondido amablemente que era pura imaginación y que estaba
demasiado apurada para ponerme a epilogar pero que “aquello se estado en juego algún “secreto”, sino tan sólo cuestiones que no
arreglaría”. Digo “felizmente”, pues de otro modo, al recibir tu concernían a nadie más que a ti y a mí. Estos fueron los hechos. Sin
carta, ni siquiera hubiera podido acordarme quién de los dos, si tú embargo, pese a que partes de ellos, tu carta estaba sobre todo llena
o yo, había cerrado de otros reproches, y será con gran simplicidad y también sin
esa maldita puerta. Creo, en efecto, que mamá estaba en la maquillaje que he de responder a ellos. Muchas cosas te
antecámara, y no estaba sola, puesto que era sorprenderán sin duda; pero, dado el punto al que hemos llegado,
la hora de comer. Estaban André, quizá Mademoiselle y Victor, que
creo que nada podrá embrollar más de lo que ya lo están tus ideas
acaba de hacer alguna tramoya para convencerme de que me
sobre mí y sobre la vida que llevo. El resto de tu carta se hace eco
quedara a comer. Me río –qué voy a hacer–, Victor es la única
persona de la casa que siempre me recibe con una sonrisa, y sus de las reivindicaciones de mi pobre mamá. No le guardo rencor –
maneras son graciosas; además, a medida que escribo, esta pese a todo el mal que trató de causarle a mi reputación, sin
novela “a partir de una puerta cerrada” me parece tan ridícula y mencionar el pasado ni la angustia paralizante que creaba en mí
complicada con los temas que se insertan en ella que no quiero cada vez que yo intentaba salir adelante, haciéndome creer que
pensar nuevamente en el tema si no es con buen humor, para no actuaba mal. Podría citarte algunos nombres. Yo jamás provoqué
tener que ver en tu extensa carta, basada sobre nada de nada pero esa clase de confidencias, respecto de las cuales siempre me mostré
tan llena de re- proches, la triste notificación de una ruptura escéptica; sin embargo, la constante repetición de
definitiva. No quería irme esos pocos días sin haberte visto después esas afirmaciones terminó por convencerme. Veo cómo regresan a
de la pena que tuve esa mañana al recibir tu cheque, adjunto a un mí, desde hace unos seis meses, amigos y personas cercanas
papel en blanco (!), sin un saludo siquiera, mien- tras que la que me dieron la espalda durante años y que, después de volverme
dirección era de tu puño y letra. Quería verte y comprender por
a ver, con desconfianza y curiosidad, poco a poco pudieron
qué. ¿Tenías un motivo para tratarme como a una
constatar con sus propios ojos que yo no era como me
extraña? ¿Cuál era? Comprendí claramente, al verte, que para ti
enviarme dinero implica algo del orden del afecto. Por una parte, pintaban. Me lo confesaron, uno tras otro, pidiéndome perdón por
me sentí más tranquila; pero, por otra, el hecho de que consideres el aislamiento en el que me habían dejado, y sobre todo por haber
eso natural me dio tristeza. Es por eso que, al recibir tu carta esa dudado del derecho que yo tenía a su estima. Eran consecuentes
noche, quise creer que me escribías afectuosamente para hacerme consigo mismos. O bien yo era tal como mamá me pintaba –y,
olvidar esas palabras que por la mañana me habían afectado tanto: entonces, lo mínimo que se podía hacer era condenarme e incluso
“Cuando escribo a un banco, no hago de otro modo”, como si yo rehuirme–, o bien yo seguía siendo la misma, aunque
fuera una relación de negocios. Lo que tenía para decirte sólo te dolorosa- mente marcada por semejante inicio en la vida,
concernía a ti. No tenía ni un segundo para ir a verte a la oficina o absolutamente sola para luchar, conci- biendo días mejores, sin
llamarte por teléfono ese día –saturada como estaba de citas esa quejarme. De modo que estaban contentos de volver a verme. No
tarde–, a fin de estar libre por la noche, así que me pareció lo más hay nada en mi vida que no pueda hacer honor a mis padres, a mis
natural ir a verte a la hora de la comida. No hay nada extraordinario amigos, a mi medio, y jamás lo hubo. Me vi a mí misma miserable,
en ello. Ya hemos tenido varias entrevistas a solas, sin que haya
ampliamente desalentada, teniendo clara noción de todo lo que comienzo ni un inci- dente insólito. Venía gestándose desde hacía
arriesgaba: o bien hundirme del todo, por falta de resistencia meses. Jamás dije nada desagradable contra Pierre, su mujer o su
(moral o psíquica), o bien adquirir en el contacto con las hija. Por el contrario, la verdad es que los quiero mucho a los
verdaderas pruebas de la vida –que no son los estériles de- bates tres. Más de dos meses antes de aquella estadía, Yvonne había
con el “qué dirán”, los “pero qué es esto”, los “cuánta pena me que venido a verme. Hacía cinco o seis meses que nos veíamos con
causas” –una experiencia humana que me recompensaría por todo menor frecuencia; pero, sabiéndola ocupada, y como yo misma
estaba muy atareada, no había visto nada sorprendente en ello. Fue
lo que yo había sufrido–. Lo que me sostenía era la certeza de haber
ella misma quien me dijo que su alejamiento había sido voluntario.
tomado el camino correcto y, sobre todo, una cualidad que me
No podía verme sin que mamá lo
viene de tu lado (Marette, tus hermanas y tú) y que no es orgullo, supiera, pues se lo preguntaba constantemente, e Yvonne no sabe
sino la dignidad de sí. En cuanto a ti, no sé lo qué pensarás. Si tu callarse o mentir sin traicionarse en el acto. “Y entonces es tal el
carta es sincera, no puedes sino odiarme o compadecerte de mí interrogatorio –me decía– que me vuelvo loca, digo cualquier cosa,
como de una descarriada, sin estimarme ni reconocerte en mí. Ya cosas que ni siquiera pienso, o completamente falsas sobre ti, y
ves, he llegado a tal nivel de hartazgo de todas estas historias a veces sin siquiera decir más que “síes” o “noes” contradictorios.
maquiavélicas que preferiría no verte más antes que creer que soy Después siento tanta pena y remordimientos respecto de ti que
bien recibida, cuando en realidad piensas aquello que me escribes. prefiero no verte, y sin embargo te quiero mucho.” Esa pobre chica
Es necesario que te hable de los otros dos temas: mis cada vez más realmente me dio pena aquel día. Estaba feliz de ver que yo no le
espaciadas visitas a casa en estos últimos tiempos, y mi futuro –dos guard- aba rencor, porque los cuenteros, sean quienes sean, no
puntos que exi- gen una respuesta; me doy cuenta: esta carta no modifican los hechos, y éstos tarde o temprano hablan por sí
mismos. Y añadí que en el futuro no se hiciera problemas, y que al
puede sino ser larga, mi querido viejo papá–. Y por esa razón
menos cuando estuviéramos juntas, habláramos de algo que no
dudaba en comenzarla. Hay cosas que –lo sabemos– deben llegar
fueran las intrigas familiares. Yvonne también me había hablado de
algún día; uno quisiera retrasar el momento, pero, una vez que ha la creciente hostilidad de Pierre contra mí, que ella no comprendía
llegado, hay que saber recibirlas. Esta carta, confiada síntesis –en tanto que cuando rompí con E., por ejemplo, él me daba
definitiva, quizá quiebre todo vínculo entre nosotros, y (de hecho, nadie sabe por qué) toda la razón–. Ya ves que las cosas
se preparaban lentamente, y que lo que sucedió en el almuerzo
entonces lo mejor es que sea ahora, pues no nos haríamos sino más
aquel se anunciaba domingo a domingo, por los ataques indirectos,
daño aún si sigu- iéramos viéndonos con malentendidos mutuos;
la ausencia de saludo, pero sin nada explícito. Pero el exceso de
pero también podría rehabilitarme ante ti y salvar nuestro
reivindicaciones de mamá –pues era ella la que hablaba por boca
afecto. Aunque yo sea “tu” niña, no soy más “una” niña. En vez de
de Pierre– debía estallar escandalosamente dada la naturaleza
estar “muy triste” de quer- erme “a pesar de todo”, comprenderás
ardiente, franca y rica de ese chico crédulo, de sensibilidad muy
quizá que soy una mujer que te honra –tanto como a mi madre, por
influenciable, y que se ha convertido en el portavoz de su madre. De
lo demás–. Entonces, aun cuando deba verte menos o no verte en
hecho, estoy convencida de que Pierre cree en la verdad de todas
abso- luto, no lamento las horas que dediqué a escribirte. La
las insinuaciones, reivindicaciones e interpretaciones imaginarias
“historia” de Pierre, ese famoso domingo que evocas, no era un
de hubiera pasado nada, después de esas injurias. Y es porque sólo
mamá. Pierre jamás abrió un libro de f. ¿Cómo podría, pues, tener pueden acusar a quien las haya proferido, pero también se debe a
una opinión? No sabe a quién veo. ¿Cómo puede, entonces, afirmar que mi espíritu de familia supo acallar mi amor propio
que me hago mantener, y encima ¡por los judíos! En cuanto al personal. Aun cuando no te hayas atrevido a desmentir tú mismo
accidente con el auto, supuestamente yo lo había “ocultado” las afirmaciones de Pierre, me había parecido que lo lamentabas y
ignominiosamente. Como si tuviera dos años, primero, y como si que estabas apenado por mí. De hecho, ¿qué podrías haber alegado
uno tuviera que decirle “todo a su mamá”. Sobre todo, como si fuera para acusarme? Desde el famoso domingo aquel, pese a la
condenable callar por generosidad moral una incomodidad de los días de semana, en diver- sas ocasiones me
indelicadeza cometida hacia mí – “autoinvité”, pese a los recibimientos de mamá; comparados con
que no podía comprometer a nadie, cuyas consecuencias nadie, sal ellos, los de Do no son sino mera indiferencia (insisto: no le guardo
vo un abogado, podía evitar–. En cuanto al autor de esa carta, un rencor, sólo constato). Nunca un llamado telefónico de su parte, ni
joven de veinte años cuyos de la tuya, mientras que todos mis amigos, a los que no tengo
conflictos morales conozco bien y que no tiene plena tiempo de ver, me llamaban de vez en cuando para saludarme, al
responsabilidad en la indelicadeza cometida y menos aún en el menos
accidente, que por lo demás pagó en su totalidad, no veo por qué
motivo lo trajo a colación, puesto que no era ni judío, ni rico, ni mi
amante. Si,
llegado el momento, te hablé a ti solo de ese accidente, fue exclusiv
amente para ponerte sobre aviso y, ante todo, para que no telefónicamente. Jamás una palabra para tratar de borrar el mal
parecieras ignorarlo, o bien para que aparentaras ignorarlo que me había sido hecho delante de toda la familia reunida, mis
a propósito, en caso de un eventual chantaje de la mujer hermanos menores y la pequeña, que, desde aquel día, cuando me
accidentada, que había amenazado a Billy. En ningún otro caso, ve, apenas se atreve a saludarme. Incómoda de tener que
consideré útil hacer público ese error de juventud y actuaría autoinvitarme siempre –¡y mamá nos había dicho a Phil y a mí, el
del mismo modo respecto de cualquiera si mis intereses, y sólo día de la pelea, que era mucho más costoso recibirnos un día que
ellos, estuvieran en juego. No entiendo qué necesidad tenías de no fuera el domingo!–, una vez fui a visitarte a la una y media
comunicárselo a mamá, dado que jamás puede callarse nada, y (para verte también, y mamá ni siquiera me dijo: “¿Por qué no
sobre todo porque exagera cualquier cosa. Pero ¡te aseguro que me viniste a almorzar?”). Ese día nadie dijo ni una palabra, atmósfera
resultó inverosímil que todo eso se convirtiera en un pretexto para muda, tú en tus mapas, mamá tratando de abordar temas como la
insinuaciones injuriosas o reivindicativas! Ahora bien, en cuanto a lluvia y el buen tiempo, con una dificultad que se percibe pese a
las calumnias injuriosas que ella misma generó, mamá no las todos sus esfuer- zos. Yo misma, André y Jacques desconfiábamos
desmintió, sino que luego me dijo: “Al menos Pierre es honesto, y de cada palabra como si estuvieran cargadas de dinamita. Sucedió
dijo lo que pensaba; es brutal, por desgracia no podemos exactamente lo mismo el día en que, invitada por ti
cambiarlo; pero, en cuanto a los demás (!), le doy toda telefónicamente, fui a almorzar a 2 col. Bonnet. A tal punto que sólo
la razón”. Admitirás que regresé muy amablemente, como si no queda un recurso: poner el fonógrafo. ¡Y
tú querrías que a mí todo eso me parezca agradable! Ponte un poco Entonces me escribe a mí, su otra hija –que necesariamente debía
en mi lugar: es algo espantoso, simplemente. Y, además, desde ese ser el punto de partida (seguido de una evolución
famoso domingo, no pude ir ni una sola vez para allá sin que me centrífuga) de su delirio de reivindicaciones–, unas palabras
hicieran una escena de indiferencia, al llegar, o de llanto en enternecedoras, como hace varias semanas, tres líneas afectuosas
el palier, cuando me voy. Como si realmente yo tuviera alguna falta que acompañaban al lagarto de Manette. En momentos así, uno
que lamentar, y como no tengo ninguna real, es preciso quisiera creer que se trata de un simple sentimiento despótico
inventarlas. La creciente evolución de la neurosis de mamá debía c y que sufre desilusiones, como cuando nos queremos convencer de
onducir a cerrarme a mí la puerta de la casa; pero también era que la tuberculosis de un ser querido es una simple bronquitis
necesario que pudiera atribuirme la responsabilidad de pulmonar, aun cuando uno sea médico; sin em- bargo, la recaída no
ello. Quizá ésa sea la única razón de que el banal detalle de una pu tarda en llegar, por desgracia. En esos momentos de mejoría,
erta cerrada detrás de mí y no sobre ella, que de ningún modo nos quisiera que se sienta amada, comprendida y compade- cida. Si ella
estaba siguiendo, haya tenido semejante envergadura dramática. tuviera el coraje moral de optar por ese aspecto de su personalidad,
Por muy acostumbrada que yo esté a este tipo de enfermos, durante pese a la angustia que experimenta durante esos períodos (y no
años guardé la esperanza de equivocarme con respecto a mamá, y durante los períodos reivin- dicativos), podría ser ayudada, y yo
quería a cualquier precio hallar un tono, un gesto o una palabra misma creo poder hacerlo. Pero sería necesario, condi- ción
mía, algo que tuviera en sí mismo el poder de desencadenar indispensable, que ella misma tomara conciencia de todo esto, y
todas sus interpretaciones reivindicativas, aun cuando pudiera que ella misma pi- diera ayuda. De otro modo, cualquier
decirse que eran exageradas. intervención, sea cual fuere su origen, está destinada al fracaso. Y
Pero, por desgracia, desde hace unos meses, no me queda otra si no soy de otra manera –es decir, conciliadora–, sobre todo
opción que ver claro. No hay en todo esto deseo alguno de sabiendo que está
separarte de ella, odio o condena siquiera. Si mamá tuviera cáncer, enferma, y que por lo tanto no es responsable, no es por orgullo ni
¿le guardaría rencor por eso? Así es: ella es víctima de un mal moral por odio, sino que si lo fuera, actuaría en su contra. Y si, para darte
igualmente grave, y a causa del cual sufre terriblemente. Cuando, el gusto, aparentara darle la razón cuando ex- pone sus reproches
después de la muerte de Jacqueline, cayó en su gran depresión imaginarios, también trabajaría en tu contra y en contra de todos
neurasténica, que derivó en la fiebre y el delirio de Vicsur-Cère, aque- llos que viven en contacto directo con ella, mis hermanos
resuelto por la sola terapéutica moral de un joven médico menores. Si alguna esperanza queda de curarla, sin duda no será
psicólogo, y luego por el embarazo y el nacimiento de Jacques, con las armas que el joven médi- co de Vic empleó. Amordazar su
¿había que reprocharle algo? Si querés, algún día te explicaré el voluntad para superar los conflictos haciéndola callar
mecanismo psicológico que hace del período actual –comenzado y reemplazando a la hija perdida por otra hija, lo cual de hecho fue
hace unos ocho años– una nueva fase de la misma enfermedad, un fracaso, pues el niño nació varón y encima ni rubio ni de ojos
menos penosa para mamá, pero no para su entorno. Son escasos celestes. Esa arma, cuando tiene éxito, en el noventa por ciento de
ahora los instantes –sólo cuando flaquea físicamente– en que está los casos sólo tiene un resultado transitorio. Aunque es
lúcida y se siente llena de remordimientos, y se cree responsable. satisfactorio o incluso maravilloso en apariencia –es la terapéutica
utilizada por los psiquiatras y los directores de conciencia–, tiene
como peligrosa contrapartida que en el futuro los con- flictos se un hombre. Si quieres decir que eso es orgullo, allá tú. No me jacto
fortalecen, y esto en función de la fuerza de carácter de que sea de no tener defectos, ni siquiera ése, sino tan sólo de ser humana,
capaz el sujeto para vencer el modo de expresión elegido: el una mujer promedio. ¿Llegará algún día aquél que por amor me
síntoma en ese caso era la depresión melancólica. pida que haga mi vida junto a él, y a quien yo seguiré porque habrá
La fuerza de mamá es poco común. Hay pocas mujeres dotadas de sabido pedírmelo? Y, créeme, son pocos los hombres capaces de
semejante riqueza de temperamento. Por eso, dio un vuelco hablarle así, como amos, a una mujer. No sé si algún día lo
extraordinario y pudo “dominarse”, como suele de- cirse. Vinieron encontraré. Si no lo hago, mi vida estará un poco malograda, pero
entonces años en apariencia tranquilos cuyo punto culminante menos que si me hubiese ido por amistad con un ser débil (Ed.). Y
corresponde más o menos al viaje que hicieron en el Stella Polaris. es que he perdido diez años de mi vida, y no tuve una ver- dadera
Pero todo ese tiempo, recuerda, vivó bajo el signo del “deber”. Era juventud. Recién a los treinta años soy mujer y estoy lista para dar
preciso que todo, incluso las cosas agradables, y sobre todo las mi vida como se da un regalo. Mi profesión, mi carrera, cuán
cosas agradables, fueran toleradas “por deber”. Y ahí puedes ver el secundario es todo eso y cómo lo dejaría todo con gusto si me fuera
estrecho parentesco con la neurosis de Do. Los conflictos estaban posible, no porque me aburra, sino porque me siento capaz de
latentes, se reforzaban a la sombra, hasta el día en que hacer más y mejor. En el transcurso de mi tratamiento (puedo
pude convertirme en el soporte responsable, exterior a ella, y que hablar de él, ha quedado lejos ahora, puesto que concluyó antes del
entra en conflicto con la parte enferma. Si yo cargo, para ella, con tiempo de Dupuytren), habría querido abandonar los estudios de
una responsabilidad tan grande, es porque lo necesita. Gracias a su medicina que había anhelado desde la infancia. Ese gusto me venía
actitud reivindicativa hacia mi persona, ella evita recaer en la de mamá, quien me decía que en mi lugar eso habría hecho ella; en
autodestrucción de los tiempos posteriores a la muerte de su juventud, aún no parecía admisible, y eso era algo que lamentaba
Jacqueline. En fin, no te quiero dar un curso sobre el caso mamá, enormemente. Pero el objetivo esencial al que yo apuntaba
visto objetivamente. Te he dicho lo inconscientemente era igualar a los varones tomando un oficio de
suficiente en opinión de cualquiera –pues nadie en el mundo y aun hombre. Al descubrir a la mujer en mí y al resignar esas
menos Laforgue, a quien tú y mamá quieren atribuir ese rol– me ha reivindicaciones masculinas interiores,
hablado jamás de lo que estoy diciendo. Sola llegué a desaparece el interés por los títulos y el éxito en los de
comprenderlo, al comprender mi propia neurosis, totalmente exámenes. Pero, como la vida libre en casa, pese a mis veintisiete
calcada sobre la de mamá. Por eso mismo, quién podría años, no era posible, el único medio era proseguir esos estudios que
comprenderla mejor que yo y compadecerla por ello, puesto que a en el pasado yo había tomado como un “fin” en sí mismo. Además,
los veinte años yo ya estaba tan enferma como ella lo estaba a no veía a nadie de mi edad y de mi ambiente en el entorno familiar,
los cuarenta, y que no habría causado sino mi desdicha y la de todos no había salida. Los escasos amigos que Pierre y Jean se atrevieron
aquellos que me habrían amado. Sólo a mi análisis –y a ti, que me a llevar a casa eran muchachos débiles, raros o de un medio
obligaste a comenzar un tratamiento que no quería hacer– le debo diferente del nuestro. Busca tú mismo, y mencióname un solo joven
el haberme curado antes de acabar construyendo sobre bases con quien yo hubiera podido relacionarme sin ir directo a una
falsas los fundamentos de un hogar endeble. ¿Qué sucederá con mi catástrofe inevitable. De hecho, hace tres años mis hermanos
futuro? No tengo idea. Me siento capaz de hacer muy feliz a mayores ya no estaban en casa; por lo tanto, no están en cuestión.
Pero, desde hace tres años, por el hecho de que yo dejaba de ser tan hecha de deber y sacrificio a su hogar y a sus hijos –pero con la
hu- raña y tímidamente me iba ablandando, paralelamente mamá condición de jamás obtener a cam- bio ninguna alegría o, por lo
me hacía la vida cada vez más asfixiante, como si la vida normal en menos, negar siempre que eso pudiera suceder–
la cual daba mis primeros pasos fuera el peligroso camino del Mal, . Después de todas las trabas morales destinadas a impedir que yo
con una M mayúscula. –su alter ego– me desarrollara y me abriera a la alegría de vivir, el
Era imprescindible, entonces, que continuara mis estudios si quería desenlace: mi partida de la casa repre- sentaba un fracaso para el
salir de esa pesada atmósfera, en la que cada palabra y cada gesto programa de su parte neurótica.
eran interpretados; y recuerdo que tú mismo me hiciste injustas Por eso, era absolutamente necesario que me hiciera alguna
escenas por motivos profecía. Por desgracia, sólo a mí me habló del “regreso en menos
imaginarios. Ni hablar de la horrible y necesaria soledad de M. Bla de seis meses con una criatura en el vientre”. Ella es quien se siente
nche ³¹, gracias a la cual, sin em- bargo, pude comprender que la culpable cuando me va bien sin haber hecho yo nada que atente
distancia era el único modo de salvarme, por muy contra el deber y el honor; pues, necesariamente, desde su óptica
penosas, agotadoras, opresivas y decepcionantes que fueran las enfermiza, el deber sólo existe en la renuncia ascética a todo placer
condiciones de vida fuera de casa. Con cuántos temores interiores y a toda dicha. Por necesidad, para admitir el hecho obje- tivo de
y pusilánimes resistencias ante la prueba y sus riesgos, admití esa que empiezo a triunfar, necesita inferir que no me valgo de
triste necesidad (y no como creía mamá, y tú mismo tal vez, con procederes honestos (de ahí la “ocurrencia” de Pierre de que me
impaciente deseo). En cuanto a la calle Dupuytren ³²: ¡soledad mo “mantienen” lo
ral absoluta! Eran los buenos tiempos del vacío a mi alrededor por judíos). Hice todo lo posible para explicarte de qué modo, sin ayud
parte de todos aquellos amigos míos que conocían a mamá. “Había a, mamá se ve obligada para poder vivir a creer que la desprecio, q
dado el mal paso”. En la calle, las personas simulaban no verme. No ue me burlo de ella, etcétera. Para su consciente, ésa es la excusa
conozco ninguna madre –a menos que esté enferma (o que ahora le permite jugar su juego inconsciente evitando
desnaturalizada, y ése no es en absoluto el caso de mamá)– que demasiados sen- timientos de culpa. Y si el drama se reanuda y tú,
pueda humanamente destruir así la reputación de su mi pobre papá, eres el primer afectado, se debe a que en este
propia hija. Menos aún cuando esa hija es heredera de lo mejor que momento mamá me siente invulnerable a sus ataques. Ahora, yo lo
hay en ella, realiza los sueños de juventud de su madre de la observo todo y sufro por ella, pero ya no a causa de ella.
manera más honorable. Es el mismo encarnizamiento –contra mí– Todo lo que tuve que sufrir –¡si supieras cuánto!– para llegar a este
que había desplegado en 1919-1920 –contra sí misma–; en esa desapego, sin perder, y aun sintiendo más que nunca, un cariño
época había experimentado tales sentimientos de angustia por filial por ella. Incluso los oscuros recuerdos quedaron en el olvido,
seguir viviendo después de la espantosa muerte de Jacqueline que o al menos se disipan frente al amor a la vida, a los seres, a las cosas
sólo hablaba de lo responsable que se sentía, y había llegado al que descubro todos los días. Y si no fuera porque quería contártelo
punto de pedir y desear su propia muerte. Aquello repre- sentaba, todo, lo mejor y lo peor, como a un verdadero amigo, ni siquiera
en ese momento, la liberación que requería el estado de tensión te hablaría del tema. Vivo no sin dificultad, trabajando todo lo que
interna causado por sus conflictos inconscientes. La vida que a puedo a fin de sostener el nivel de vida al cual mi educación me ha
partir de entonces se permitió vivir no podía ser sino una vida acostumbrado. Cuando llega la noche, el único momento de
libertad para ver amigos o vivir para mí, cultivarme (lectura, ser salvaje –todo lo contrario–, médica sin ser feminista, ni
música, teatro), algunas veces me siento tan cansada que debo após- tol, ni liberada, ni intelectual, ni rebelde, sino simplemente
renun- ciar al programa esperado para poder mantenerme en pie a mujer; es más: ni siquiera re- niego de mi medio, la burguesía, al
la mañana siguiente. No me estoy quejando, sólo te cuento. Y me cual me siento ligada muy naturalmente. Por lo tanto, podrás ver
pregunto con horror cómo podría haber vivido con un chico como que las circunstancias que hicieron de mí lo que soy hacen que un
E., por ejemplo, sin trabajar yo misma, con lo poco que tengo, mi matrimonio logrado se torne un poco difícil, lo cual no quiere decir
mudanza y la dos devaluaciones sopor- tadas.
imposible, afortu- nadamente. Pero debo decir que las
Y ya que toco el tristísimo y doloroso recuerdo de E. D., me
insinuaciones de las cuales fui objeto (y sabemos que una
pregunto qué clase de con- cepción infantil de la vida había podido
exigir un “compromiso”, únicamente porque E. y yo queríamos familia no confiesa toda la verdad cuando ésta no la favorece)
vernos todos los domingos, deseo bastante inocente y muy natural tampoco me facilitan las cosas. Si no es en absoluto “loquita” ni
por cierto en dos niños que entablan una profunda amistad. Una “amargada”, si no es ni “una puta” ni “una intelectual”, pero
pelea y lágrimas –ahogadas por mi buena voluntad de “darle el tampoco es fea y sin embargo no está casada, entonces ¿qué es?
gusto”– comenzaron cuando, después de aquel compromiso de Estoy acostumbrada a que los hombres cortejen en mí a aquella que
noviazgo oficioso, E. me pidió permiso para be- sarme ¡en la mejilla! creen que soy. Eso no me impresiona. Sigo siendo natural y
Podrás ver en qué punto estaban (y, en realidad, en qué entonces, o bien desaparecen decepcionados y ofendidos, –mejor
así–, o bien una verdadera amistad nace entre
quedaron) nuestras relaciones. Ahora me sonrío. ¡Y es que ambos
nosotros. Circunstancias exteriores, sentimientos no compartidos,
éramos tan jóvenes! Sin embargo, aún me conmuevo cuando pienso
eso es todo lo que ha pasado hasta ahora. Para no hacer sufrir, dejo
en aquello: ese desgarro de la separación que tan fácil- mente creer, si es necesario, al hipotético afortunado que tiene derecho a
podría haberse evitado si hubiesen dejado que nuestras vidas mis favores y a mi fidelidad. Ya ves, una mujer sola, cuando quiere,
buscaran tranquil- amente su camino, sin intervenir. Y, volviendo a siempre puede defenderse, aun cuando salga bas- tante, vea con
mi actividad profesional, me digo a mí misma que quizá algún día gusto gente y hombres, incluso hombres solteros. Es muy fácil
me sienta feliz de haber terminado mis estudios y de ya tener un acostarse con un hombre, pero si no es para construir de a dos... el
poco de experiencia en mi difícil especialidad, en caso de que me deseo, sin amor que acerque a dos seres, lo admito y no lo condeno,
viera obligada a seguir trabajando para vivir o a retomar si dejara pero me siento capaz de algo mejor.
de hacerlo en algún momento. En cuanto a casarme, como ya te he Y aunque una mujer que vive de ese modo no le hace mal a los
dicho, lo deseo mucho, pero hacen falta dos. Ahora bien, no hay demás ni a sí misma –lo cual está por verse, pues no creo que una
nada que a la gente le agrade menos que no saber en qué mujer esté hecha para eso–, retira algo de lo que le debe a aquel a
categoría clasificar a una persona. ¿Mujer soltera? Entonces, mujer quien algún día habrá de amar; y cuando ese día llegue, sufrirá por
ello. He aquí, mi querido papá, una larguísima carta. He sacrificado
fácil que se acuesta con quien le da la gana. ¿Soltera joven?
muchas hora de ocio para escribirla; por esa razón y porque tengo
Entonces, sin experiencia ni madurez y mucho menos
mucho interés puesto en ella, necesité tantos días para escribirla,
responsabilidades. No soy ni lo uno ni lo otro, y no es una actuación; ya que la empecé a mi regreso de Boutigny.Todo esto podría haber
lo hago siendo libre sin aferrarme a mi libertad, viviendo sola sin
sido dicho en voz alta, en una conversación. Y si bien antes no me caso, pensándolo bien –y digo esto después de la cena del otro día,
sentía lo suficientemente madura para decir muchas de las cosas donde sin embargo me pareció que estaba mejor–, creo que es
que digo aquí en este tono desapegado y sincero, otras muchas preferible para ella no verme hasta que no lo desee de verdad, y ese
podrían haberse hablado si hubiera podido hallar los medios día ella sabrá darme alguna señal. La otra noche, en que estaba
materiales para hacerlo, y sobre todo la posibilidad moral de un mejor, no pudo siquiera agradecerme las flores ni el hecho de
contacto directo contigo, sin obstáculos afectivos demasiado haberla visitado; y, ante unas líneas amables, mensaje prudente de
difíciles de derribar. Ahora pienso en tu silencio absorto, que sólo
mi parte, para su cumpleaños, respondió con una desagradable
rompes para hablar de negocios –limitán- dote estrictamente a ese
negativa a aceptarlo. En realidad, no me dio pena, sólo lo
plano, o al de mi futuro visto desde una perspectiva exterior:
apro- bar exámenes, etcétera– o bien para expresarme en palabras constaté. Si mamá siente que no te entristece demasiado no verme
o en escritos reproches tan más, podrá permitírselo y creo que sería bueno para ella, pues es
falsos y alejados de la realidad que entonces siento que somos dos inútil provocar conmociones estériles, cuando no sufrimiento,
extraños. Hasta pronto quizá, ¡como verdaderos amigos y con como el que le siguió a mi banal aparición de antes de Pentecostés
cuánta alegría! Tal vez aún creas que para quererme tienes que y sin duda
darme la razón contra mamá, como si fuera necesario elegir entre también la del 12. Seguiré mi vida honrándolos, mi querido papá, y
las dos. En ese caso, mi querido papá, de ningún modo quiero ser hallando mi felicidad en hacerlo. Cualquiera sea tu decisión, mi
motivo de perturbación y tristeza para ti. Te querré como antes y padre tiernamente querido, la aprobaré. Más aún: si después de
te comprenderé muy bien si prefieres no verme más. Pero yo no esta extensa carta sigo pareciéndote inconsciente, sabe que
puedo –no por orgullo sino por deber y ternura real– aceptar el comprenderé el desasosiego que te obliga a ello y aceptaré gustosa
nefasto papel que te daría gusto –que se parecía al de un médico tu severo juicio –ahora que te dije todo y lo mejor que pude–. Quizá
que abandona a un enfermo a su mal, cuando un suero le daría una hubiera podido decirlo mejor, pero ya bastante difícil era tan sólo
última posibilidad, por muy frágil que sea, de curarlo. Tener decirlo. Tu pequeña Franc 14 de junio de 1938
atenciones amables para con mamá, pese a su actitud, sería como
añadir traicioneramente álcali en una combinación que debe per Françoise Dolto Françoise Dolto, de soltera Marette, nace en París
manecer neutra para no diso- ciarse, lo cual demandaría tantos el 6 de noviembre de 1908. Hizo estu- dios clásicos. Defendió su
tesis de Medicina en 1939: “Psicoanálisis y pediatría”. Fue miembro
refuerzos más hostiles delirantes de su parte (ácido fuerte), a fin de
fundador de la Sociedad Psicoanalítica de París (1939), miembro
permitirle conservar su integridad psíquica. Asimismo, no puedo
fundador de la Sociedad Francesa de Psicoanálisis, luego
asumir la responsabilidad de palabras o gestos que jamás he cofundadora, junto con Jacques Lacan, de la célebre Escuela
proferido, de intenciones que nunca tuve, ni representar la comedia Freudiana de
de la culpa por conse- cuencias que me afligen pero en las que no París. En 1942, se casa con Boris Dolto. Tendrán tres hijos (Jean C
tengo –yo– ningún papel activo, puesto que mi propia personalidad hrysostome, llamado Carlos, Grégoire y
no tiene ningún punto en común con aquella que, desde su Catherine). Françoise Dolto es mundialmente conocida por sus tr
óptica, mamá me atribuye y que tú, al parecer, compartes. En todo abajos: seminarios, ensayos clíni- cos, conferencias, y en especial
por aquellos que abordan el tema del psicoanálisis de niños. Se ha tte, el cirujano que practicó la operación de
convertido en una figura popular tras haber conducido un apendicitis. ¹¹ Charlotte Ruze, prima de Françoise, se casó con Ray
programa en France Inter en el curso del cual respondía en directo mond Dauvin. La familia está en plena efervescencia con motivo
a las cartas de padres que le confiaban del próximo casamiento de Pierre Marette, hermano de Françoise,
sus problemas respecto de la educación de los niños. La creación d con Yvonne
e la primera Maison Verte (en el XV° arrondissement de París) hace Hurel. ¹² Françoise pasa unos días en casa de unos amigos, los D., e
de ella una pionera: inaugura, en el mismo sitio, n “La Bastide”, en los alrede- dores de
una iniciación precoz del niño en la vida Carpentras. ¹³ Pierre e Yvonne Marette, que viven en Maruecos, pa
social. Françoise Dolto falleció el 25 de agosto de 1988. saron las vacaciones en Francia con su pequeña hija, Nicole,
también llamada Nic, Nik o Nicky, que también es ahijada
de Françoise.
¹ La ortografía de las cuatro primeras cartas de Françoise Marette ¹⁴ Françoise está en Maruecos con su madre, invitada por Pierre e
niña fue transcripta sin correcciones. ² Postal. Notas de Muriel Djé Yvonne. Dejaron París el 1° de
ribi- abril. ¹⁵ En noviembre de 1931, Françoise fue autorizada a comen
Valentin y Colette Percheminier. ³ Henry Marette se encuentra ent zar sus estudios de medicina al mismo tiempo que su joven
onces en Inglaterra. ⁴ Uno de los sobrenombres de Philippe, herm hermano Philippe quien, en la perspectiva de su madre reti- cente,
ano menor de Françoise. ⁵ Esta carta está dirigida a Milán. El cump le sirve de
leaños de Henry Marette es el 4 de agosto: ¿se trata de un error de chaperón. ¹⁶ Esta carta lleva una mención manuscrita de François
Françoise o de una muestra de su impaciencia? Las vacaciones e Dolto: “Carta de Henry Marette a sus hijos en 1933, cuando
famil- iares, ese año, transcurren en padecía una disociación incompleta aurículoventricular.
Saboya. ⁶ Esta carta fue enviada desde Deauville. Los “locatarios” o Debía morir en tres semanas. Jacques tenía diez años. Se curó y
cuparon la casa quinta durante el verano de 1920, que los Marette murió de lo mismo en 1947, sin tener nada que modificar en la
pasaron en la costa del lago Annecy, según el deseo de Jacqueline, carta a sus hijos”. Henry Marette falleció el 21 de mayo
hermana mayor de Françoise, enferma de cáncer de huesos. Muere de 1947. ¹⁷ Esta carta fue escrita sobre papel con encabezado “La
el 30 de septiembre de 1920, a los 18 Coccinelle-Deauville”, el nombre de la casa de veraneo de los
años. ⁷ Mademoiselle es la gobernanta de los niños. ⁸ Françoise ale Marette. Dos acontecimientos importantes marcaron la vida
rta a su padre sobre la salud de su madre, que se deteriora a medi de Françoise. El 11 de febrero de 1934, adviene la ruptura del
da que se compromiso con Edmond D. El 17 de febrero, a partir de los
acerca la fecha de aniversario de la muerte de consejos de su padre, comienza una cura psicoanalítica con
Jacqueline. ⁹ Esta carta fue escrita sobre papel de carta con encabe René Laforgue, quien ya tiene como paciente a su hermano menor
zado: “A bordo S.S. De Grasse, Cie Gle Transatlantique French Line”. Philippe. Pionero del psicoanálisis en Francia, René Laforgue es
Françoise fue operada de apendicitis cuando Henry Marette estaba uno de los fundadores de la Sociedad Psi- coanalítica de París, en
en alta mar, de camino a los Estados 1926, de la cual será el primer presidente. En los años treinta,
Unidos. ¹⁰ El doctor Rouy es el médico de la familia; el doctor Cape es una de las figuras centrales del movimiento psicoanalítico
francés. ¹⁸ Montbard es una de las pequeñas ciudades de la Costa uó un reem- plazo de tres meses, a partir de diciembre de
de Oro, donde está instalada la fábrica Le Metal déployé, que dirige 1935. ³² Es la dirección del primer departamento independiente e
Henry Marette. ¹⁹ Esta carta fue escrita sobre papel de carta con e n el cual Françoise se instaló el 3 de noviembre de 1936. En 1938,
ncabezado “La Coccinelle- vive en el número 13 del square Henri-
Deauville”. ²⁰ Louis Grenaudier es médico asistente en el servicio Paté, en el XVI ar- rondissement [distrito administrativo].
donde Françoise es externa. Primak es la dentista de
Françoise. ²¹ La Roquebrussane es un pequeño pueblo de Var. No l
ejos de ahí, René Laforgue poseía una residencia secundaria y
viñedos (Los Chabert), donde algunos pacientes en curso
de análisis se encontraban hacia el final del verano para la
vendimia y algunas sesiones de psi- coanálisis; la mayoría se
alojaba en el hotel de la Loube. ²² Postal.
²³ Correspondencia escrita sobre papel de carta con encabezado: “
Hotel International et Terminus”. Françoise y Philippe asistieron a
un congreso de psicoanálisis en Nyon, cerca de Ginebra, donde
intervinieron, entre otros, Laforgue, Leuba, Spitz,
Loewenstein, Parcheminey, Odier,
Hesnard. ²⁴ El hotel de la Loube donde los pacientes de Laforgue s
e alojaban en verano era apodado el “Club des Piqués” [“Club de los
Locos”]. ²⁵ Sancellenoz es el sanatorio de Haute-
Savoie donde Philippe pasó una temporada en 1935, para ser
curado de una
primoinfección. ²⁶ Sancellenoz es el sanatorio de Haute-
Savoie donde Philippe pasó una temporada en 1935, para ser
curado de una
primoinfección. ²⁷ Esta carta probablemente sea de septiembre de
1936. ²⁸ Rosengart es la marca del auto que Françoise proyecta co
mprar. ²⁹ Esta carta de Henry Marette, hallada en los archivos de F
. Dolto, tenía adjunta la copia hecha por ella misma a su padre.
Como dicha carta ha desaparecido, publicamos la copia.
³⁰ 2, calle del Colonel-
Bonnet, dirección del departamento parisino de los Marette. ³¹ Ma
ison-
Blanche, hospital psiquiátrico para mujeres donde Françoise efect

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