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Y EDUCACIÓN SEXUAL
Romero S. Leonardo
Editorial Cac
Colombia, 1999.
CONTENIDO
4. SEXUALIDAD Y EDUCACIÓN SEXUAL INFANTIL .................................... 3
5. SEXUALIDAD ADOLESCENTE......................................................................... 19
El proceso adolescente................................................................................... 19
! Metas evolutivas del adolescente ............................................. 20
Problemática sexual adolescente .................................................................. 21
La afirmación personal y educación adolescente ......................................... 28
El desarrollo de una sexualidad responsable en la adolescencia .................. 38
Necesidades adolescentes en educación sexual ............................................ 39
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SEXUALIDAD Y EDUCACIÓN
SEXUAL INFANTIL
“Los niños y las niñas merecen recibir una adecuada educación sexual”
Los seres humanos por naturaleza somos seres sexuales y sensuales. La sexualidad
en la infancia difiere de la sexualidad de los adolescentes, los adultos y las personas de la
tercera edad. Cada período evolutivo tiene sus propias características, objetivos y necesidades
sexuales. La sexualidad evoluciona con el desarrollo total de la personalidad de cada
individuo.
No hay duda de que los niños y las niñas tienen sus propios intereses sexuales y que
son muy diferentes del interés sexual del adulto. Los intereses sexuales están casi siempre
motivados por la curiosidad sexual, el deseo de conocer y explorar.
Muchos adultos se escandalizan ante la idea de que los y las infantes tienen intereses
sexuales, lo ven desde la perspectiva adulta distorsionada, se horrorizan ante el hecho de que
tengan placer sexual. Se supone que son “ingenuos”, “inocentes”, que aún no tienen “malos
pensamientos”, como si la sexualidad fuera “algo malo” que dañara esta inocencia.
Generalmente expresan su interés sexual por medio de:
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! Exploración y observación de su propio cuerpo y el de otros niños.
! Observación de conductas sexuales de animales.
! Juegos sexuales: Doctor, papá y la mamá, la enfermera, el hospital,
baños en común, etc.
El interés sexual infantil, es algo natural, el niño o la niña no lo siente como “malo”,
hasta que las intervenciones adultas le inoculan sentimientos de temor, vergüenza, asco,
rechazo y ansiedad a través del castigo y las reprimendas verbales.
Lo esperado es que en esta etapa evolutiva se muestre interés sexual, niños y niñas
tienden a reprimirse, anulan de su conciencia toda posibilidad de expresión sexual,
conformando mecanismos ascéticos y desarrollando su personalidad en otras áreas e inhibiendo
la expresión de la sexualidad en algunos aspectos.
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objeto de la curiosidad infantil, esto, al igual que otras cosas, llama poderosamente una natural
atención. Esta curiosidad sexual se expresa de diversas maneras en función de la edad y el
ambiente de confianza que reine en la familia y la escuela.
Sus preguntas sexuales, aunque sean las mismas evolucionan y se hacen más
detalladas y complejas. Niños y niñas hacen preguntas para buscar información, llamar la
atención, reducir temores, diferenciar entre fantasía y realidad y buscar seguridad emocional.
Por esto es importante que padres y madres adopten una posición comprensiva y exploratoria
de las razones o motivos, sentimientos o imágenes que pueden estar acompañando sus
inquietudes. Es importante que la curiosidad sexual sea satisfecha, sus inquietudes deben ser
respondidas teniendo en cuenta su desarrollo emocional y cognitivo. También es importante
una actitud abierta, de diálogo, es necesario explorar lo que piensan e imaginan ellos acerca de
sus propias inquietudes para modificar y despejar todas las suposiciones y conceptos erróneos,
como también todos aquellos temores irracionales creados por su mentalidad infantil.
Tal como se analizó en el capítulo las actitudes, temores y dudas de los adultos
influirán en la respuesta que se les brinde. Los adultos se asustan, se incomodan y no saben
que decir. Estos temores conllevan a mentir, evadir, disfrazar, aplazar, delegar y silenciar los
temas sexuales.
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Una pregunta importante que debemos hacernos los adultos es: ¿por qué dejar al azar
la educación sexual y perder la oportunidad de convertirnos en adultos preguntables?
Muchos adultos tuvieron en su infanta juegos sexuales infantiles, quizás algunos los
han olvidado, generalmente estos estuvieron asociados a algún castigo, regaño o señal de
alarma por parte de los adultos. Cuando esto sucede niños y niñas aprenden las primeras
lecciones de que el mundo de la sexualidad tiene algo malo y hay que hacer todo lo posible
para evitarla.
La tendencia de los adultos es atemorizarse y hacer algo para evitar los juegos
sexuales, justificando que lo hacen “por el bien del niño”, cuando realmente lo hacen por el
propio, para disminuir su ansiedad o tranquilizarse. En los talleres de educación pedimos a los
adultos que revivan su historia sexual y analicen si estos juegos realmente tuvieron algún
efecto dañino en su crecimiento, la conclusión a la que se llega es que lo que tuvo un efecto
contraproducente no fueron los juegos, sino la forma como intervinieron los adultos.
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Si son objeto de intervenciones adultas de castigo o regaño viven estos juegos como
“prohibidos” y aprenden que es mejor hacerlos “a escondidas” para evitar las consecuencias
negativas que los adultos proveen. Así el “fruto prohibido se hace más sabroso”.
Muchos padres y madres se inquietan y preguntan acerca de cómo actuar ante los
juegos sexuales. Se puede decir que hay dos tendencias opuestas antes estas experiencias: en
el extremo inferior estarían todas aquellas conductas de “licencia exagerada” y en el otro las de
restricción y represión total. Generalmente los expertos aconsejan reaccionar con serenidad,
evitando reacciones extremas, ante todo orientando en cuanto a la intimidad de sus vivencias
sexuales. Es importante proteger al niño o niña del castigo y el rechazo social, por ejemplo en
los casos de masturbación en público, es importante decirles que esto lo podría hacer en el
baño o en su dormitorio a solas.
Cuando niños y niñas hacen preguntas directas a los adultos es porque están en
capacidad de comprender las respuestas a estas inquietudes. La suposición de que no
comprenderán los temas sexuales, es más un temor adulto irracional, que una realidad. Esta
idea está fundamentada en el concepto de que la sexualidad no es para niños o niñas, que la
niñez es sinónimo de inocencia e ingenuidad y en la creencia irracional de “la información
sexual puede hacer daño”.
2. Explore para qué hace las preguntas: ¿para pedir información?, ¿calmar
temores?, ¿aclarar dudas y fantasías?, ¿buscar seguridad? Tenga esto en
cuenta y satisfaga las necesidades del niño o la niña. Ejemplo: una niña puede
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preguntar por qué ella no tiene pipí? Posiblemente esta pregunta le acompañe
la idea de que “algo le falta” “que esta incompleta” y “que algo le ha ocurrido
ya que no tiene pene”. Una respuesta que calme los posibles temores y dudas
de la niña con respecto a su integridad genital podría ser: “Los niños tienen
pene y las niñas vulva, me siento orgulloso(a) de que seas una niña, es bueno
que seas así, cada uno es único y especial”.
Ejemplos:
! “Me sentí muy emocionada cuando estaba embarazada de ti…”
! “Es maravilloso estar con papá así, nos sentimos muy contentos
haciendo el amor…”
! “Cuando supimos tu sexo nos sentimos muy orgullosos de ti…”
! “Todos estábamos felices con el embarazo de tu hermana…”
! “Es maravilloso cuando uno sabe que va a ser padre…”
! “Cuando seas mayor, tal vez te agradará tener una pareja y quieras
formar una familia…”
! “Es muy agradable hacer el amor…”
! “Los genitales son una parte muy importante de tu cuerpo…”
! “Seguramente sientes cosquillas muy ricas cuando te tocas los
genitales, es natural que los sientas así…” etc.
En síntesis niños y niñas necesitan que los adultos satisfagan su curiosidad sexual:
Con la VERDAD, a través de un DIÁLOGO y en un clima de CONFIANZA.
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Ensayando este enfoque constructivo de hacer educación sexual será posible
percatarse del impacto positivo que éste tiene sobre el desarrollo psicosexual de la niñez y muy
especialmente en la relación con hijos(as) y estudiantes.
PREVENCIONES ANTE LA
EDUCACIÓN SEXUAL INFANTIL
Diseñar y aplicar programas de educación sexual de manera sistematizada no ha sido
una tarea fácil. En el camino se han encontrado muchas objeciones. Ante la propuesta de
hacer Proyectos Pedagógicos de Educación Sexual centrados en la promoción de una
sexualidad autónoma, responsable, constructiva y gratificante, seguramente surgirán reacciones
de algunos sectores sociales que directa o indirectamente se opondrán y obstaculizarán este
proceso. No cabe duda que afrontamos un momento histórico de cambio en el seno de nuestra
sociedad acerca de la forma como vivimos la sexualidad.
Buena parte de los padres se inquietan acerca de sí decir la “verdad” puede ser
perjudicial o no. Las investigaciones y los hechos han demostrado que dar información veraz,
exacta no tiene efecto perjudicial. Por el contrario esconder, negar o distorsionar información
si lo tiene. A algunos adultos les asusta utilizar el vocabulario adecuado como pene, vagina,
parto, semen, esperma, condón, etc. Sienten ansiedad al expresar estas palabras y ésta es
captada por el niño o la niña.
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El vocabulario utilizado al referirnos a los hechos sexuales determina en gran parte el
sentido que se transmite sobre el sexo. Cada cultura acuña diferentes nombres y expresiones
respecto a la sexualidad, que reflejan la concepción sexual, en algunos casos distorsionan y
desfiguran el sentido de la sexualidad. No es lo mismo decir “Me mamé a esa pelada” que
decir “Hicimos el amor”; “Tengo ganas de comérmela” que decir “La deseo”; “Se la clavé”
que decir “La penetré”; “Tengo ganas de joderla” que decir “La deseo” etc… Las primeras
frases denotan una concepción negativa de las relaciones sexuales y tienen una connotación
machista y agresiva con respecto al sexo etc.
Todos los grupos humanos tienen como parte de su folklore y cultura una variedad de
expresiones relacionados con la sexualidad, estos en si mismos no son buenos o malos,
“vulgares” o no, el sentido de estas expresiones está en las personas y no en las palabras. No
es necesario tomar posiciones en las cuales se sataniza el lenguaje cultural, este tiene un papel
y sentido como producto social y cultural que es, por ejemplo la sigla de nuestro centro es
CAC que significas Centro de Asesoría y Consultoría, si una persona de la Colombia
continental escucha este CAC, le es un término neutral, cosa muy diferente sucede si se
pronuncia en las Islas de San Andrés, ubicadas en el Mar Caribe Colombiano. Para estos
isleños CAC significa lo que para los costeños es el vocablo “chácaras”, “picha” es decir el
genital masculino, un isleño se “muere de la risa” al escucharla, mientras que para un
continental esto no produce tal asombro, malicia o picardía.
La respuesta a esta inquietud es NO. Este es un temor irracional común entre los
adultos. La educación sexual en sí misma no conlleva a que se tengan actividades sexuales, la
forma como sea dada la información y el vocabulario usado con los niños podría tener algún
efecto negativo. Generalmente la información callejera incita y excita la sexualidad de niños,
niñas y jóvenes, pero una adecuada educación sexual dada por un adulto maduro y preparado
no tiene porque producirlo; si esto sucede seguramente se deberá a otro fenómeno, pero no a la
educación sexual brindada formalmente. Por otra parte es importante recordar que niños y
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niñas tienen actividades sexuales propias de su edad, reciban o no información sexual por parte
de los adultos.
Por tanto hay diferencias entre la forma de dar información en la escuela, la familia y
el medio de la calle. La curiosidad sexual se puede utilizar como un factor motivacional para
ofrecer información, hay que aprovecharla para lograr una sana orientación.
Se cree que por el hecho de ofrecer información sexual hay que dosificarla para que
no haga “daño”. La información sexual como cualquier otra debe dosificarse y darse de
acuerdo a las capacidades de comprensión y asimilación del niño o niña, pero no por ser
sexual.
Es importante que los adultos tomen la iniciativa para formar y orientar sobre la
sexualidad a niños y niñas, al igual que se hace en otras áreas de educación. Los padres y
madres de familia no esperan que sus hijos e hijas pregunten sobre ciertos temas no sexuales,
toman la iniciativa e instruyen. En el caso de la sexualidad muchos adultos prefieren esperar a
que los pequeños pregunten y mejor si demoran en hacerlo.
Hemos afirmado que, hablar sobre lo sexual, genera ansiedad para muchos adultos, lo
cual, conduce a que opten por ser “cautos” en la calidad y cantidad de información sexual que
están dispuestos a ofrecer. Las investigaciones y la experiencia de diferentes programas de
educación sexual han mostrado que recibir información sexual hace daño, por el contrario.
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ALGUNOS TEMAS PARA LA
EDUCACIÓN SEXUAL INFANTIL
Generalmente los padres, madres y educadores se preguntan por los temas y áreas
necesarias para la educación sexual infantil. Niños y niñas tienen derecho a recibir
información exacta y veraz acerca de la sexualidad, el cuerpo, sus partes, funciones, los
genitales, la fecundación, el embarazo, el parto, las relaciones sexuales y afectivas entre los
padres, la vida de pareja, el amor, la familia y los roles sexuales, entre otros. Es importante
que en la familia y en la escuela se desarrollen estos temas acompañados de la promoción y
desarrollo de sentimientos, valores y actitudes positivas.
Cada vez es mayor el número de países que están teniendo en cuenta la educación
sexual como parte integral de la educación escolarizada. De esta forma las instituciones
educativas están derrumbando el mito de la sexualidad e implementando programas de
educación sexual desde las edades preescolares. Al igual que en otras áreas del conocimiento
los temas relacionados con la sexualidad deberá estructurarse y sistematizarse teniendo en
cuenta los grados.
Las siguientes son algunas áreas que deben dominar niños y niñas en las edades
preescolares y primeros años de educación primaria: el cuerpo, la pareja, la fecundación,
embarazo y parto, la familia, los roles sexuales y algunos elementos básicos para la prevención
del abuso sexual infantil. Pueden ser útiles como una guía general para docentes, padres y
madres de familia, no pretenden ser un compendio detallado de los temas que deben abordarse
durante la infancia.
EL CUERPO
Conceptos claves:
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! Las partes del cuerpo, incluyendo los genitales, los nombres exactos y sus
funciones.
! Evolución y cambios del cuerpo con los años.
! Las diferencias entre el cuerpo de un niño y una niña, entre el cuerpo de los
adultos y de los niños.
! El niño o la niña deberá aprender a valorar y querer su propio cuerpo.
! Sensaciones y emociones positivas y negativas que se experimentan con el
cuerpo.
PAREJA
Niños y niñas observan que existen las parejas, es importante ayudarles a comprender
y valorar el papel que esta tiene en la vida de las personas. Aunque socialmente hay diversidad
de parejas tradicionalmente se ha estereotipado la idea de pareja como pareja conyugal, siendo
que esta no es la única forma de tener este vínculo.
Conceptos Claves:
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! Es importante que comprendan y perciban los procesos de fecundación,
embarazo y parto como fenómenos naturales propios de la vida y ante todo
asociados a sentimientos y valores positivos.
! Deberá reconocer que para que nazca un niño es requisito indispensable la
unión de pareja.
! Comprenderá que las parejas no sólo tienen relaciones sexuales para tener hijos.
! Reconocerá la importancia del amor y el afecto entre los padres para concebir a
un niño.
! Se le brindará conocimientos exactos y veraces acerca del embarazo, parto y la
fecundación.
Conceptos claves:
! Dar vida a un niño requiere de un Hombre y una Mujer, que se quieren, deseen
tener familia, desean atenderlo y cuidarlo, que ésta preferiblemente, debe ser el
producto de una decisión de ambos.
! Dar vida a un hijo o hija requiere preparación, responsabilidad por parte del
padre y la madre.
! La importancia de la participación paterna en la concepción del niño.
! El padre y la madre tienen relaciones sexuales, esta es una de las formas en que
las parejas se expresa amor o cariño, experimentan un placer muy especial y a
los padres les agrada sentirse unidos de esta forma, la relación sexual es una
experiencia importante en la vida de las parejas.
! No siempre que los padres tienen relaciones sexuales tienen hijos.
! Existen diferentes maneras de expresar amor.
! Cuando el padre y la madre tienen relaciones sexuales una de las cosas que
hacen es que el PENE del padre penetra en la VAGINA de la madre, del pene
salen unas células o semillitas, llamadas espermatozoides, una de estas células
se une con una célula que tiene mamá en su vientre llamada óvulo. Al unirse
estas dos células forman un embrión que se anida en el vientre o útero de la
madre, ahí crece hasta el nacimiento.
! En el vientre de la madre el bebé tiene todo lo necesario para crecer.
! El embarazo dura 9 meses, y el niño no se ahoga dentro del vientre de la madre.
! Para la familia es motivo de alegría la llegada de un o una bebé, es de
importancia la participación de la familia en la preparación de las cosas que se
necesitan para atenderle.
! El nacimiento puede darse de dos formas: algunas madres tienen el bebé por la
vagina y otros por una operación que les hace el médico en su vientre. Es
importante la asistencia médica, preferiblemente en un hospital para recibir la
ayuda necesaria. Esto no significa que la madre esté enferma.
! La mayor parte de los nacimientos se hacen por la vagina de la madre, esto es
doloroso para ella, sentirá cansancio y fatiga por el esfuerzo del parto, pero el
organismo está preparado para esto. A pesar de esto se siente muy contenta y
feliz junto con el padre por el nuevo ser que viene al mundo.
! Tanto padre como madre experimentan sentimientos positivos de alegría,
emoción, solidaridad con el nacimiento del niño.
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EL ESPERMATOZOIDE ENAMORADO
Espermatozoide era un pequeño que vivía en el país testículo, del planeta hombre.
Espermat como lo llamaban sus amigos con cariño, nunca fue el mejor de la escuela: no
aprendió a sumar ni a restar.
En lo que nadie le ganaba era en la clase de educación física; movía su larga cola
como nadie lo hacía logrando alcanzar altas velocidades, su cabeza era fuerte y dura.
Por ese tiempo llegó el rumor de que en la ciudad Ovario del planeta mujer vivía una
hermosa chica llamada Óvulo. Era tanta la belleza de aquella joven que la tenían siempre en
una cápsula muy segura para que sólo el más fuerte pudiera tenerla.
En la ciudad testículo todos estaban obsesionados con aquella chica, pero nadie como
Espermat quien había logrado conseguir una fotografía de ella. Guiado por su amor, llevó a
cabo muchas averiguaciones; se enteró que trasladarían a Óvulo a un lugar donde nadie
podría alcanzarla, irían por el camino de Trompas de Falopio, era allí donde Espermat
aspiraba alcanzarla.
Para poder ir al planeta mujer, debería esperar que hubiera un eclipse de amor,
momento en el cual se unían el planeta hombre con el planeta mujer.
Justo en ese momento, apareció Óvulo con su cápsula que era más fuerte de lo que él
pensaba, pero no se daría por vencido. Tomó impulso, preparó su cabeza y arrancó en
dirección de su amada Óvulo, movió la cola como jamás lo había hecho hasta que al fin hizo
contacto rompiendo la cápsula. En el impacto perdió su cola pero no le importaba, ya estaba
con su amada.
Cuenta la leyenda que era tanto el amor entre ellos dos que el destino los premió al
convertirlos en el planeta llamado Bebé.
Este cuento fue creado con el ánimo de ayudar a hacer más vivencial y divertida la
enseñanza de la sexualidad, más específicamente de la fecundidad. Fácil de leer o interpretar
tanto para adolescentes como para padres de familia.
LA FAMILIA
La familia es el primer grupo social con la cual el niño incorpora las pautas de
socialización inicial, es el primer grupo de referencia en el cual desarrolla su personalidad. Las
primeras experiencias del niño en el seno familiar son determinantes en su aprendizaje social,
los padres sirven como modelo y son sus principales agentes educativos.
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! Es importante que el niño desarrolle un concepto positivo de la familia.
! Que valoren las funciones de cada uno de los miembros de la familia.
! Que reconozca que hay diferentes tipos de familia y las valoren como tal.
Conceptos claves:
ROLES SEXUALES:
Los conceptos que tengan los adultos acerca de masculinidad y feminidad influyen
desde las tempranas edades y modelan su comportamiento como varón o como hembra. El
infante necesita culminar satisfactoriamente su identificación sexual y aprender a relacionarse
y a valorar el otro sexo. Desde los primeros años de vida deben aprender a desarrollar
actitudes y comportamientos de equidad entre los sexos.
Conceptos claves:
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! Es maravilloso ser hombre o mujer, es importante sentirse orgulloso del sexo al
cual pertenece.
Por abuso sexual se entiende toda actividad, realizada sin consentimiento, con o sin
violencia, con o sin contacto, a una persona de cualquier edad, por una persona mayor (al
menos 5-6 años), con el propósito de obtener placer sexual.
Niñas y niños pueden ser objeto de abuso sexual a través de la seducción, la agresión
o uso de la fuerza (golpes, amenazas, etc.), el chantaje (se obsequia: dinero, regalos, dulces),
las promesas que nunca se cumplen, el manejo del secreto, en algunos casos el/la abusador/a se
aprovecha de la autoridad que pueda ejercer sobre la víctima para que así obedezca a sus
deseos.
Sugerencias generales:
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! Es indispensable que niños y niñas aprendan como alejarse de la persona que
muestre un comportamiento que le incomode, le asuste o lo confunda.
! Hay que enseñar a niños y niñas para que no guarden silencio ante un suceso de
abuso, a que cuenten a alguien que le pueda escuchar y ayudar.
! Necesitan aprender que no está bien que algunas personas utilicen las amenazas,
el chantaje, la intimidación para conseguir lo que desean, que si esto sucede es
importante comunicarlo a los padres, al docente o a una persona de confianza.
! Deben aprender a discriminar situaciones ante las cuales deben decir NO:
cuando alguna persona conocida o desconocida le pide que se desnude a cambio
de un regalo o algo similar, cuando alguien lo amenaza con castigarle para que
haga algo, le pide que se deje tocar y le ofrece premios a cambio, cuando
alguien lo invita a jugar con la puerta cerrada, en la oscuridad o sitios solitarios;
cuando algún desconocido le ofrezca cosas sin motivo para ello, cuando alguien
lo convide a mantener en secreto ciertas actividades.
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SEXUALIDAD ADOLESCENTE
“Los jóvenes pueden aprender a vivir su sexualidad de manera responsable”
EL PROCESO DE LA ADOLESCENCIA
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La extensión y las características de este proceso varían de una familia a otra, de una
cultura a otra, de un grupo social a otro, de una religión a otra. No existe una adolescencia,
existen adolescentes concretos, nacidos y criados en un determinado contexto socio-cultural y
económico. Cada grupo social tiene expectativas sobre los adolescentes que determinan la
forma y las características del proceso adolescencial. La vivencia de ser adolescente varía pues
de un grupo social a otro. De hecho existen culturas en las cuales la adolescencia es muy corta
o simplemente no existe tal como en nuestras sociedades. La mayor parte de los grupos
sociales modernos tienden a alargar el periodo adolescencial, a otorgarles una “moratoria” para
alcanzar los roles adultos. Antiguamente un hombre o una mujer a los 18 años había asumido
los roles adultos, hoy en día aún es un chico, y sin embargo ya está cursando estudios
universitarios.
Las tareas evolutivas hacen referencia a aquellas metas madurativas que deben lograr
las personas en cada una de sus edades. En la adolescencia se supone que el adolescente se
enfrentará a una serie de retos evolutivos. Para que un adolescente sea considerado como un
adulto cada sociedad estipula una serie de expectativas sobre él o ella.
PSICOLÓGICAS SOCIO-FAMILIARES
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No cabe la menor duda que el logro de estas tareas evolutivas y la calidad de estos
estará determinado no sólo por los adolescentes sino también por la calidad de vida familiar,
social y cultural, la forma como el grupo social esté organizado y apoye este proceso.
Desde el punto de vista psicológico se espera que los y las adolescentes logren
reestructurar su identidad personal y definir lo que quieren ser como adultos. Esto implica a su
vez que deben lograr un sentido de autonomía e independencia emocional respecto a su
familia. Acostumbrado a depender de la aprobación emocional de los padres, tendrá que
aprender a basarse cada vez más en sus propios criterios. También deberá reestructurar su
escala de valores, la cual, será básica para el desarrollo de su autonomía e independencia
emocional, social y económica.
Desde el punto de vista biológico la actividad hormonal genera una serie de cambios
internos y externos traduciéndose en el logro de caracteres sexuales secundarios y la
maduración reproductiva. Desde el punto de vista psicosexual iniciará el aprendizaje de la
sexualidad costal y de pareja hasta llegar a la meta de ser una persona sexualmente activa.
PROBLEMÁTICA SEXUAL
ADOLESCENTE
La forma como los jóvenes estructuran su sexualidad está en función del tipo de
educación sexual que han recibido en la familia, la escuela y el ambiente social en el que se
desenvuelven.
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deficientemente preparados para abordar la educación sexual infantil e influidos por sus
temores y actitudes sexuales negativas se limitaron en el mejor de los casos a ofrecer
información reproductiva, fisiológica y biologista de la sexualidad. De esta manera reforzaron
e inocularon, sutilmente, una dimensión genitalizada y reproductiva de la sexualidad.
Una de las metas evolutivas que deben lograr en su desarrollo, consiste en establecer
una vida sexualmente activa. Es de esperar en el medio del contexto anteriormente descrito,
esta iniciación sexual de los jóvenes se vivencie, en muchos casos, de manera crítica y
problemática.
Se observa que los jóvenes están iniciando su vida sexual a edades más tempranas,
cada vez es mayor el número de jóvenes con esta tendencia y en forma más igualitaria entre
hombres y mujeres. Para 1988 la encuesta Nacional de Demografía y Salud estimaba que en
Colombia uno de cada 10 adolescentes entre los 15 y 19 años de edad y 3 de cada 10 mujeres
entre los 20 y 24 tenían relaciones sexuales penetrativas (Prada 1988). Estudios similares
realizados por Profamilia y los Seguros Sociales entre 1993 y 1994 indicaban que 4 de cada
diez hombres y dos de cada diez mujeres adolescentes habían tenido relaciones sexuales. Un
estudio en la Universidad Popular del Cesar (Colombia, 1997) indicaba que el 68.8% de los
estudiantes que habían tenido relaciones sexuales iniciaron entre los 15 y los 20 años de edad
(Romero, Bolaño, Durán, Pérez y Vives, 1997). Estudios de comportamiento sexual a nivel
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nacional en adolescentes, realizados en diferentes ciudades, revelan una incidencia de
relaciones sexuales penetrativas en el 44% de los hombres y 15% de las mujeres en edades
entre 15 y 17 años, de 80.5% en los hombres y 54.1% en las mujeres entre 18 y 19 años
(Profamilia, 1994). Diferentes estudios realizados en la Costa Atlántica Colombiana señalan
que entre el 25% y el 33% de los adolescentes de undécimo grado han iniciado su vida sexual
coital y que aproximadamente el 80% lo han hecho antes de los 16 o 17 años (Romero, Durán
y Vital, 1994; Romero y Brango, 1996; Romero y Estudiantes Postgrado de Educación Sexual,
CECAR y Uninorte, 1997; Romero et al, 1998).
El estudio de 1997 con la Universidad Popular del Cesar, que hace parte de un
Proyecto Hispanoamericano mostró que el 84.5% de los hombres y el 32.7 de las mujeres
habían tenido relaciones sexuales penetrativas vaginales, para un total de 55.2%, de los cuales,
el 73% las había tenido con parejas regulares (noviazgos, convivencia, matrimonio) y un 27%
con parejas ocasionales. Un 30% de los estudiantes con actividad sexual coital “nunca” o “casi
nunca” tenían presente los riesgos para VIH SIDA. Se observó una incidencia del 40% de
relaciones con trabajadoras(es) sexuales, de las cuales un 44% nunca usó condón. (Romero,
Bolaño, Durán, Pérez y Vives, 1997).
Según el Ministerio de Salud de Colombia el 53% de los casos con VIH SIDA
acumulados hasta 1996 se registraron entre 1993 y 1996. Al menos un 80% del total de casos
se han adquirido por transmisión sexual. El Departamento del Atlántico, en conjunto con
Antioquia, Valle y Santafé de Bogotá D.E. hace parte de las zonas con mayor número de casos
de VIH SIDA en el país. El 16% de los casos acumulados con VIH SIDA hasta 1996 se han
registrado en edades entre los 15 y 24 años, un 39% en edades comprendidas entre los 25 y los
34, lo cual indica que una buena proporción de estas personas adquirió el VIH antes de los 25
años de edad. El estudio con estudiantes de la Universidad Popular del César encontró que el
87% de las estudiantes obtuvieron puntajes bajos y muy bajos en una prueba de conocimientos
sobre VIH SIDA.
Analizando las condiciones en las cuales se da esta iniciación sexual observamos que
generalmente se vive condiciones poco deseables (prisa, riesgo de ser observado, lugares
inapropiados, etc.), en ocasiones inducidas por motivos no sexuales, no planeadas, rodeadas de
ansiedad, culpa y temor, acompañadas del temor al embarazo, de un gran desconocimiento
sexual y una notable despreocupación y desconocimiento de la anticoncepción. Obviamente,
esta iniciación sexual se vivencia acompañada de displacer, temor y dolor, lo cual condiciona
gradualmente la vida sexual de los jóvenes, generando disfunciones sexoafectivas a largo
plazo. Una inmensa cantidad de jóvenes emprenden su vida sexual sin la asistencia, compañía
y auxilio de los adultos, la realidad es que estos viven su sexualidad en un mundo totalmente
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alejados de los adultos. Las investigaciones revelan que los padres y madres son las fuentes de
quienes menos información sexual reciben los jóvenes y adolescentes. Los adultos (padres,
madres, educadores principalmente) se desatienden de este aspecto y abandonan al azar el
crecimiento sexual. Parece ser que la posición más generalizada en los adultos es evitar
comunicarse con los jóvenes sobre la sexualidad y negar el hecho de que sus hijos jóvenes son
sexualmente activos. A la base de todo esto se observa una gran incapacidad de los adultos
para aceptar y tolerar la actividad sexual en la adolescencia y en la juventud, posición poco
congruente con la realidad sociosexual juvenil actual, ya que la actividad sexual infantil es un
hecho y como tal es necesario enfrentarlo.
Es muy importante que muy a pesar de los serios problemas sociales, psicológicos,
demográficos y económicos que implica un embarazo temprano gran porcentaje de mujeres
jóvenes solteras desconocen y/o hacen mal uso de los métodos anticonceptivos, se estima que
la probabilidad de una anticoncepción eficaz es menor en cuanto más temprana sea la
iniciación sexual de los jóvenes. Los porcentajes de uso de estos métodos en la primera
relación sexual oscilan alrededor del 10%. Según la EDS la gran mayoría de los jóvenes
adolescentes no habían utilizado los métodos anticonceptivos, es un hecho que las primeras
relaciones sexuales (coitales) se estén realizando sin ninguna protección anticonceptiva o en el
mejor de los casos con alguna deficiencia práctica anticonceptiva.
Teniendo en cuenta las posibles soluciones a las cuales se enfrentan los jóvenes en
una situación de embarazo temprano, observamos que se hallan en un “callejón sin salida”.
Ante esta situación se encuentran tres posibles situaciones: aborto, madresolterismo o unión
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forzada. Cualquiera de estas tres alternativas modifica la vida de los jóvenes y generalmente
implica alguna consecuencia negativa. Las complicaciones gineco-obstetras producto de un
aborto mal practicado son una de las principales causas de la mortalidad materna y se considera
como una de las cinco principales razones de hospitalización en mujeres entre 12 y 24 años de
edad. Se observa que la probabilidad de abortos en embarazos no planeados es mayor en las
mujeres jóvenes, aunque no se tiene cifras de la incidencia del aborto inducido, no hay duda
que aunque el aborto se considera “ilegal”, esta es una práctica institucionalizada en la mayor
parte de los estratos sociales y económicos de nuestro país y en general de América Latina.
Así descrita la situación psicosexual que vive el joven actual urgen intervenciones
educativas encaminadas no sólo a prevenir, sino también a promover la salud sexual y
reproductiva de los jóvenes quienes son los padres y el futuro del mañana. Si bien es cierto
uno de los objetivos de la Educación Sexual será evitar o prevenir la aparición de los efectos
negativos y no deseados en la población juvenil, no será necesario intimidar a los jóvenes con
propaganda terrorífica para lograr un control supresivo de su actividad sexual prematrimonial y
otra muy diferente sería estimular y favorecer el desarrollo de actitudes de paternidad
responsable en los jóvenes.
La escuela puede ofrecer, en este sentido elementos significativos para que los
jóvenes logren una estructuración más positiva, autónoma y responsable de su vida sexual,
evitando, al máximo, las consecuencias negativas e indeseadas. Es necesario actualizarse con
25
la realidad sociosexual de los jóvenes. Desde la experiencia educativa se pueden crear los
espacios de reflexión que tanto necesitan los jóvenes para vivir su sexualidad de una manera
más positiva y autorrealizante.
Si sondeamos las inquietudes de los jóvenes encontraremos que existe una gran
necesidad de información sexual y notables vacíos en cuanto a criterios, valores y normas
sexuales. Un análisis general de las inquietudes manifiestas por los jóvenes reflejan un déficit
de criterios para establecer normas, valores y pautas morales. Esto se puede observar por
ejemplo en preguntas tales como: ¿hasta qué punto puedo permitir que mi novio me acaricie?,
¿es malo el sexo oral?, ¿son buenas las relaciones prematrimoniales?, ¿a qué edad se deben
tener relaciones sexuales? Otras inquietudes denotan una búsqueda de información sexual
objetiva e inquietud acerca de lo que es “normal” o “anormal”, ¿cuáles son las causas de las
disfunciones sexuales?, ¿es normal que una persona se masturbe? Muchas de estas inquietudes
son la expresión de situaciones personales concretas que viven los jóvenes sin resolver; la
ausencia de respuestas adecuadas que pueden estar produciendo malestar y preocupación
interna.
Una experiencia educativa con jóvenes que ofrezca no sólo información sexual sino
que permita reestructurar valores, normas y actitudes sexuales será la mejor de las alternativas
que los adultos podrían ofrecer a los adolescentes de hoy.
! Farley Durán, Adis Vital, Estudio del comportamiento sexual de los jóvenes de
la Manga en Barranquilla-Colombia. Proyecto de investigación para obtener el
título de psicólogas, Universidad Metropolitana 1995.
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AUTOAFIRMACIÓN Y
EDUCACIÓN SEXUAL
ADOLESCENTE
Elemento clave para una sexualidad responsable
Esta es una versión enriquecida del documento que ha sido presentado como ponencia
y taller en diferentes eventos de Educación Sexual (Colombia 1993, 1995; Venezuela 1995,
Cuba 1994 y Uruguay 1996). Hace parte de una línea de trabajo que desde 1993 es de mi
interés. Se pretende responder a los siguientes cuatro interrogantes:
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Somos sexuales en un contexto social, disfrutamos o sufrimos con nuestra sexualidad
en relación con otros. Interactuar con otros implica “comunicarse” (en el amplio sentido de la
palabra); compartir, comunicar y expresar placer y afecto requerirá saber “SER con otros” y
afirmarse con otros, otros que también tienen derecho a afirmarse a sí mismos. Relacionarse
social y amorosamente con otros requerirá de una actitud de respeto y consideración por sus
necesidades, sentimientos y aspiraciones propias y ajenas.
Afirmarse a sí mismo tiene que ver con la capacidad que podemos tener las personas
para HACERNOS CARGO de nosotros mismos, responsabilizarnos de nuestra vida y ejercer
control sobre ella. Nos afirmamos a nosotros mismos cuando asumimos la AUTONOMÍA en
la conducción de la vida (incluyendo lo sexual y lo afectivo) y nos apropiamos de nuestro
porvenir. La afirmación personal es el sello personal que improntamos cuando decimos al
mundo; éste soy yo, esto es lo que quiero SER, esto es lo que quiero lograr y esto es lo que
quiero hacer con mi vida (Romero, 1994-1995).
Aunque somos los propios gestores de nuestra vida sexual y amorosa, no siempre nos
sentimos y nos experimentamos con el suficiente poder para hacer que la vida sexual sea como
lo deseamos realmente. Si analizamos la historia de las personas que han tenido una vida
sexual problematizada y frustrante, muy seguramente, encontraremos que tienen algo en
común: han perdido el control sobre su vida sexual y amorosa, no se han sentido con la
suficiente capacidad para ejercer control sobre ella, que sea menos dolorosa, más gratificante y
constructiva. Podemos afrontar la vida desde dos posiciones: suponiendo que podemos tener
capacidad para controlar nuestra vida (con un locus control interno) o suponiendo que no
tenemos la capacidad suficiente para ello (con un locus control externo). Algunas personas han
aprendido que los éxitos en la vida “les llegan”, otras en cambio han aprendido que en la vida
“los éxitos” se construyen con el propio esfuerzo.
Dentro de cada quien hay un poder para crecer y ser feliz. No somos objetos, ni
víctimas de un destino predeterminado, a menos que lo pensemos así. La felicidad, el éxito, el
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desarrollo personal, la realización personal, etc… no son propiedad de algunas personalidades,
de ciertas clases sociales, de ciertas coeficientes intelectuales, de seres especiales o de personas
que “nacen con el éxito pintado en la frente”. Cada uno de nosotros tiene la posibilidad de
vivir la vida con éxito a pesar de las condiciones adversas que tengamos. En la educación
sexual estos elementos juegan un papel importante ya que, desde esta, podemos trabajar para
formar personas capaces de autoafirmarse en su vida sexual y amorosa (Romero, 1995).
La educación sexual logrará empoderar a los adolescentes en la medida que esta logre
las siguientes metas (Romero, 1995):
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! Brindar información exacta y veraz. El conocimiento da poder para estar en
capacidad de tomar decisiones responsables y constructivas en la vida sexual.
! Desarrollar sentimientos positivos de autoafirmación, autoconfianza y
autoeficacia.
! Enseñar a pensar positivamente ante la vida, a sentir que podemos y tenemos
derecho a ser felices.
! Adquirir y desarrollar habilidades para tomar decisiones y resolver problemas
en forma adecuada.
! Desarrollar habilidades sociales y asertivas.
! Interiorizar sentimientos de valor, dignidad y autoaprecio.
! Estimular el desarrollo de una visión de futuro que de sentido a la vida sexual y
amorosa y que oriente el ejercicio de nuestra vida sexual.
LA SEXUALIDAD
¿FUENTE DE QUÉ?
CRECIMIENTO
SUPERACIÓN
GRATIFICACIÓN
SATISFACCIÓN
? PROBLEMAS
MALESTAR
INSATISFACCIÓN
FRUSTRACIÓN
31
2. Se haya desarrollado las habilidades sociales necesarias (incluyendo la
asertividad) que les permitan afirmarse socialmente.
Es poco probable que una persona con una pobre autoestima se afirme a sí mismo,
quererse a sí mismo es condición necesaria para desarrollar un sentido de afirmación personal.
Pero también es necesario que la persona tenga un repertorio de habilidades que le permitan
afirmarse en forma efectiva.
La autoestima, tal como se concibe en esta ponencia, tiene que ver con lo que las
personas pensamos acerca de nosotros mismos (autoconcepto), tiene que ver con la confianza
que tenemos en nuestras capacidades (autoconfianza o autoeficacia), con la actitud que
tenemos hacia el propio cuerpo (autoimagen) y con el valor o aprecio que nos tenemos
(autoestima) (Riso, 1990).
Uno de los retos evolutivos que tienen los adolescentes es precisamente estructurar a
partir de sus experiencias de vida una adecuada autoestima. El niño que llega a la pubertad
inicia un proceso a través del cual re-estructura su autoconcepto, su autoeficacia, su autoestima
y su autoimagen.
Es importante que los adolescentes aprendan que cada cual es único y especial, que
valoren y respeten sus propias señales internas, que eviten compararse con los demás; que
comprendan que no es necesario ser, actuar o pensar como los demás para lograr aprobación y
aceptación; que valoren las personas por lo que son, por el sólo hecho de ser personas; que
discriminen que la valía personal no la dan las posesiones, la forma de vestir, la moda, el
dinero, la ocupación, etc…; que comprendan que las personas valemos porque así lo hemos
decidido, etc… Es fundamental lograr que los adolescentes entiendan que la autoestima es un
sentimiento que se expresa con los hechos, con lo que se hace, dice y piensa acerca de sí.
(Clemens y Bean, 1987).
Lograr una vida sexual sana, constructiva y positiva dependerá de que se posea
suficiente información y que se tenga una actitud positiva hacia la sexualidad, también es
importante que los adolescentes adquieran las habilidades, destrezas y competencias que les
permita vivir la sexualidad en esta dimensión. El logro de las metas evolutivas durante la
adolescencia serán más exitosas en la medida que la experiencia vital de los jóvenes les enseñe
a quererse a sí mismos y los habilite para ser ellos mismos, afirmarse y ser asertivos.
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Los adolescentes son una población blanco de variadas influencias, muchas de estas
contradictorias. Ante esta situación deberán estructurar su propia escala de valores, hacerla
valer y respetar por parte de los demás. La iniciación sociosexual de los adolescentes será
mucho más positiva en la medida que estos sepan cómo comunicarse asertivamente, expresar
sus sentimientos, tomar decisiones, negarse y hacer peticiones, enfrentarse con situaciones no
deseables, hacer cumplidos, expresar afecto, hacer y recibir críticas, manejar la presión social
de sus iguales, tomar decisiones, etc. Los jóvenes están expuestos cotidianamente a la
influencia de amigos, medios de comunicación, familiares, la publicidad, la escuela, etc., en
muchas ocasiones esta influencia es negativa, se hace necesario habilitar a los y a las
adolescentes para que asuman una posición crítica frente a éstas presiones ambientales
respondiendo afirmativa y asertivamente ante éstas situaciones.
En algunas ocasiones los y las adolescentes toman decisiones sexuales a pesar de sus
temores, dudas y sentimientos, viven experiencias que le generan sentimientos negativos
consigo mismo(a) ya que no tienen en cuenta las propias actitudes, valores y opiniones. Es
importante orientar a los adolescentes para que reconozcan los propios sentimientos y
emociones y para que los tengan en cuenta como la señal interna que permita saber qué hacer
ante una determinada situación sexual.
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aprendiendo que la desdicha, la frustración, la amargura en la vida sexual y amorosa es algo
que “tenemos” que soportar y sobre lo cual tenemos poco o ninguna influencia.
El discurso social predominante en nuestra cultura y al cual están expuestos los y las
adolescentes contiene expresiones que reflejan esta posición ante la vida y en particular ante la
vida sexual y amorosa, a manera de ejemplo señalemos algunas de ellas:
Es fundamental que los adolescentes comprendan que el sexo no es sólo placer, sino
también responsabilidad. Muchos jóvenes tienen relaciones sexuales sin tener en cuenta
estos riesgos y sin hacer nada para evitarlos. En este sentido no será suficiente que los jóvenes
conozcan estos riesgos, sino que también, hayan adquirido las habilidades y competencias
necesarias para reducirlos al mínimo.
Es una realidad que los jóvenes tienen vida sexual, cada vez es mayor el número de
jóvenes que tienen relaciones sexuales prematrimoniales, los adultos tendemos a cerrar los ojos
a esta realidad y a asumir posiciones moralistas que no hacen que los adolescentes sean más
responsables en su sexualidad (Romero, 1993). Tradicionalmente se ha pretendido ejercer
control sobre la sexualidad de los adolescentes por medio del “terrorismo sexual”, se ha
pretendido intimidar a los jóvenes con propaganda terrorífica para lograr un control supresivo
sobre la conducta sexual: “los males que trae consigo el sexo” (Schulz y William, 1975). El
mensaje oculto que transmite este tipo de educación sexual es: “mira todo lo malo que te puede
ocurrir si tienes sexo”, como si el embarazo y las enfermedades de transmisión sexual fuesen el
castigo a pagar por ejercer la sexualidad.
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Recordemos lo dicho en la sección anterior, una cosa es estimular el miedo al
embarazo para controlar las actividades sexuales de los adolescentes y otra será estimular y
favorecer el desarrollo de actitudes y comportamientos de paternidad y sexualidad responsable,
una cosa es estimular el temor a las relaciones sexuales para prevenir el SIDA y otra es
promocionar una sexualidad responsable y libre de SIDA. Enseñar a los adolescentes a hacerse
cargo de sí mismos y estimular el desarrollo de una autoestima positiva es una opción más
positiva y realista. Este aprendizaje puede facilitarse a través de un entrenamiento sistemático
diseñado con este objetivo.
Desde una nueva educación sexual proponemos la necesidad de enseñar que “el sexo
es algo maravilloso que merece vivirse, no de cualquier forma, sino de manera
responsable”. En los talleres de educación sexual que realizamos con adolescentes, padres y
educadores muchas veces surge la pregunta que es eso de “vivir una sexualidad
responsable”. Los siguientes son algunos criterios que proponemos para responder a esta
inquietud, se vive una sexualidad de manera responsable cuando:
! Se tiene en cuenta las consecuencias de los propios actos sobre uno mismo y los
demás.
! Se tiene en cuenta los propios sentimientos, valores y actitudes para tomar
decisiones respecto a la vida sexual.
! Se tiene la capacidad de aplazar el placer y la gratificación en situaciones que
ocasionarían problemas y consecuencias negativas para si mismo y otras
personas.
! Se decide libre, consciente y autónomamente.
! La vivencia sexual está asociada a un sentido que le da significado a la
experiencia sexual y amorosa.
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Según Arthur Wassmer (1992) la asertividad consiste simplemente en comportarse
conforme al derecho que cada quien tiene de ser quien es… Según este psicólogo “la conducta
asertiva es una manera de manifestar nuestro derecho, pensar lo que pensamos, sentir lo que
sentimos, creer lo que creemos, querer lo que queremos y disfrutar lo que disfrutamos”.
Alberti y Emmons (1979), pioneros del entrenamiento asertivo, se refieren a la asertividad
como “la conducta que permite a una persona actuar, con base en sus intereses más
importantes, defenderse sin ansiedad inapropiada, expresar cómodamente sentimientos
honestos o ejercer derechos personales sin negar los derechos de los otros”.
El listado siguiente describe algunas de las habilidades sociales que podrían ser objeto
de entrenamiento con adolescentes en un programa de educación sexual. Este listado no
pretende ser exhaustivo, será necesario seleccionarlas teniendo en cuenta las necesidades y las
edades del grupo de adolescentes con el cual se trabaje. Partiendo del paquete de habilidades
que proponen Goldstein y colaboradores (1980) y del criterio personal del autor se sugiere
tener en cuenta las siguientes habilidades:
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Por ejemplo, cuando se trabaja con púberes puede ser conveniente desarrollar la
habilidad para afrontar la crítica que hacen sus iguales respecto a su cuerpo, en esta edad los
chicos y chicas se hacen muy sensibles a las opiniones de los demás respecto a su esquema
corporal, recordemos que en esta edad la autoimagen corporal se encuentra en un proceso de
reestructuración como consecuencia de los cambios físicos típicos de esta edad. Esta misma
habilidad, en conjunto con la habilidad para rehusar peticiones sexuales, pueden ser de utilidad
para los adolescentes de los últimos grados de secundaria pero aplicada a situaciones
relacionadas con la presión de los iguales o de la pareja para tener relaciones sexuales.
Pronunciar discursos moralistas, cargados de “deberías”, no hará que los jóvenes sean
más competentes para vivir responsablemente su sexualidad. Tradicionalmente nos hemos
conformado con advertir a los adolescentes con frases terroríficas: “Cuidado te dejas
embarazar”, “No seas bobo, cuidado y la embarazas”, “A mi no me vengas con una embarrada
a la casa… porque ya sabes…”, “Tengan cuidado no la vayan a embarrar”, “Miren lo que
hacen…” etc. Se les dice que tengan cuidado, pero no cómo tenerlo, les decimos que
defiendan sus derechos, sin enseñarles cómo; en muchos casos los padres y la escuela son los
primeros en violar estos derechos.
Los adolescentes tampoco tendrán más amor propio y autoconfianza por el hecho de
que les ofrezcamos “teoría” sobre estos temas. Esto requerirá de una metodología dinámica,
activa, participativa, experiencial, reflexiva y problematizadora, más un ambiente familiar y
educativo que refuerce las conductas asertivas, autoafirmativas y de autoestima.
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EL DESARROLLO DE UNA
SEXUALIDAD RESPONSABLE
EN LA ADOLESCENCIA
Los adultos tenemos expectativas de que los adolescentes asuman responsablemente
su sexualidad, al igual que la tuvieron nuestros padres en la adolescencia de nuestra época.
Muchas veces se pretende en forma infructuosa lograr esta meta a través del terrorismo sexual,
la intimidación y el sermón. El gran fracaso de la educación sexual tradicional escolar y
familiar radica en que no logra desarrollar procesos de educación sexual que efectivamente
promocionen actitudes, valores y comportamientos relacionados con la vivencia de una
sexualidad responsable.
Ser responsable es algo que se aprende. Será posible este objetivo en la medida que a
los adolescentes se les ofrezcan espacios educativos que les permitan desarrollar cuatro
factores: conocimientos, actitudes y valores, autoestima y habilidades sociales
(autoafirmación). Nadie puede hacerse responsable de su vida sexual bajo la ignorancia y la
desinformación, si no ha estructurado valores y actitudes positivas y sin un sentido de control y
dominio sobre los destinos de la vida en general.
AUTOAFIRMACIÓN PERSONAL
ACTITUDES/ HABILIDADES
CONOCIMIENTO VALORES AUTOESTIMA SOCIALES
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NECESIDADES ADOLESCENTES
EN EDUCACIÓN SEXUAL
Con base en las experiencias clínicas educativas y los estudios realizados con
adolescentes de diferentes grupos sociales hemos identificado algunas de las necesidades y las
demandas más importantes de los y las adolescentes en cuanto a la educación sexual familiar y
escolar. En varios sondeos con estudiantes de sexto a undécimo grado de secundaria de
diferentes escuelas públicas y privados (CAC, Barranquilla, 1995 y 1996) hemos encontrado
que las mayores demandas de cambio por parte de los y las estudiantes para con los padres y
las madres se relacionan con el sentir, las actitudes, la forma de responder y la confianza (Ver
siguiente tabla) El siguiente cuadro describe estas demandas con base en estas cuatro
categorías:
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Los y las adolescentes necesitan:
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