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La prueba de clasificación del sistema de funciones ejecutivas de Delis-Kaplan como herramienta de

evaluación de las funciones ejecutivas después de una lesión cerebral traumática grave: un estudio
comparativo

Artículo en Revista de Neuropsicología Clínica y Experimental · Febrero de 2012

DOI: 10.1080 / 13803395.2011.625351

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Eyal Heled daniella (dana margalit

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Revista de neuropsicología clínica y

experimental
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La prueba de clasificación del sistema de funciones ejecutivas de

Delis-Kaplan como herramienta de evaluación de las funciones
ejecutivas después de una lesión cerebral traumática grave: un
estudio comparativo
Eyal Heled ab , Dan Hoofien antes de Cristo , Dana Margalit a , Rachel Natovich a Y Eugenia Agranov
anuncio

a La Unidad de Rehabilitación de Tratamiento Diurno, Centro Médico Sheba, Ramat Gan, Israel
B Departamento de Psicología, Universidad Hebrea, Jerusalén, Israel
C El Instituto Nacional para la Rehabilitación de Lesionados Cerebrales, Tel Aviv, Israel
D Departamento de Medicina Física y Rehabilitación, Facultad de Medicina, Universidad de Tel
Aviv, Tel Aviv, Israel

Disponible online: 25 de noviembre de 2011

Para citar este artículo: Eyal Heled, Dan Hoofien, Dana Margalit, Rachel Natovich y Eugenia Agranov (2011): La prueba de
clasificación del sistema de función ejecutiva Delis-Kaplan como herramienta de evaluación para las funciones ejecutivas
después de una lesión cerebral traumática grave: un estudio comparativo, Journal of Clinical and Experimental
Neuropsychology , DOI: 10.1080 / 13803395.2011.625351

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 REVISTA DE NEUROPSICOLOGÍA CLÍNICA Y EXPERIMENTAL 2011, iPrimero, 1–9

La prueba de clasificación del sistema de funciones ejecutivas Delis-Kaplan

como herramienta de evaluación para funciones ejecutivas después
lesión cerebral traumática grave: un estudio comparativo

Eyal Heled1,2 , Dan Hoofien2,3 , Dana Margalit1 , Rachel Natovich1 y

Eugenia Agranov1,4

1La Unidad de Rehabilitación de Tratamiento Diurno, Centro Médico Sheba, Ramat Gan, Israel
2Departamento de Psicología, Universidad Hebrea, Jerusalén, Israel
3ElInstituto Nacional para la Rehabilitación de Lesionados Cerebrales, Tel Aviv, Israel
4Departamento de Medicina Física y Rehabilitación, Facultad de Medicina, Universidad de Tel Aviv, Tel
Aviv, Israel
Descargado por [Hebrew University] a las 12:21 del 14 de enero de 2012

Las pruebas neuropsicológicas se utilizan a menudo para evaluar los déficits de la función ejecutiva (FE) en pacientes que sufren
lesiones cerebrales traumáticas (LCT). Este estudio comparó la sensibilidad de tres de tales pruebas, a saber, la Prueba de
clasificación del sistema de función ejecutiva Delis-Kaplan (D-KEFS ST), la Prueba de clasificación de tarjetas de Wisconsin (WCST) y
la Prueba de creación de pistas (TMT), para diferenciar entre Pacientes con TCE y controles sanos. Las diferencias entre los dos
grupos fueron significativas para 5/5 variables evaluadas a través del D-KEFS ST, para 4/6 variables evaluadas a través del WCST, y
para 2/2 variables evaluadas a través del TMT. El análisis de las características operativas del receptor reveló que las variables
“ordenaciones intentadas” en el D-KEFS ST y el tiempo de finalización en la Parte B del TMT fueron los predictores más poderosos
de la asignación de grupo, con puntos de corte de 9.5 ordenaciones y 84.5 segundos, respectivamente. Nuestros resultados
destacan el posible valor del D-KEFS ST en la evaluación de los déficits de FE posteriores a la lesión en pacientes con LCT.

Palabras clave: Funciones ejecutivas; Prueba de clasificación del sistema de funciones ejecutivas Delis – Kaplan; Lesión cerebral traumática;
Evaluación neuropsicológica.

Las pruebas neuropsicológicas se utilizan regularmente para
mapear los déficits cognitivos después de traumatismos en la
cabeza. Para identificar una posible disfunción cognitiva,
dichas pruebas deben ser lo suficientemente sensibles como
para permitir una evaluación precisa de las diferentes
capacidades cognitivas después de la lesión (Lezak, 1995;
Scheid, Walther, Guthke, Preul y Von Cramon, 2006). Un
grupo de habilidades cognitivas que a menudo se ve
afectado como resultado de lesiones cerebrales traumáticas
(LCT) son las funciones ejecutivas (EF; Niemeier, Marwitz,
Lesher, Walker y Bushnik, 2007; Elliot, 2003). Estas funciones
reflejan capacidades complejas como el pensamiento
abstracto, la planificación, la inhibición, la conceptualización y
la flexibilidad del pensamiento (Fossati, Ergis y Allilaire, 2001;
Stuss y Alexander, 2000), cuya pérdida puede indicar
daño cerebral y afectan profundamente el estilo de vida
del paciente. Sin embargo, a pesar de su importancia en
la neuropsicología clínica, la evaluación y medición de la
FE han resultado problemáticas, especialmente en
términos de sensibilidad y especificidad de las pruebas
neuropsicológicas disponibles (Dimitrov, Grafman, Soares
y Clark, 1999; Greve, Farrell, Besson, Y Crouch, 1995;
Strauss, Sherman y Spreen, 2006; Stuss y Levine, 2002).
Dos pruebas neuropsicológicas comunes que se utilizan
de forma estándar para la evaluación clínica de la FE son la
prueba de clasificación de tarjetas de Wisconsin (WCST) y la
prueba de creación de senderos (TMT; Berg, 1948; Grant y
Berg, 1948; Rabin, Barr y Burton, 2005; Reitan, 1958; Reitan y
Davidson, 1974). Aunque los pacientes

Deseamos agradecer a Michal Lutwak y Einat Heled por su ayuda en la codificación y organización de los datos. También deseamos agradecer a Gad Braun y
Ram Gal por su ayuda en la preparación de este manuscrito.
Envíe la correspondencia a Eyal Heled, Unidad de rehabilitación de tratamiento diurno, Centro médico Sheba, Ramat Gan, Israel (correo electrónico:
eyalheled@walla.com ).

© 2011 Psychology Press, una editorial de Taylor & Francis Group, una empresa de Informa
http://www.psypress.com/jcen http://dx.doi.org/10.1080/13803395.2011.625351
 2 HELED ET AL.
que sufren lesiones cerebrales muestran dificultades
en algunos aspectos de estas pruebas (Davidson, Gao,
Mason, Winocur y Anderson, 2008; Demakis, 2003,
2004; Kaleita et al., 2004; Lange, Iverson, Zakrzewski,
Ethel-King, & Franzen, 2005; Pendleton & Heaton,
1982; Stuss et al., 2001), varios estudios han sugerido
que estas pruebas pueden ser insuficientes para
evaluar de manera precisa y específica los déficits de
FE después de un traumatismo craneoencefálico
severo (Anderson, Damasio, Jones, & Tranel, 1991;
Nyhus y Barceló, 2009; Strauss et al., 2006). El
desempeño exitoso en el WCST, por ejemplo, requiere
habilidades cognitivas como la planificación, la
utilización de la retroalimentación, la flexibilidad
cognitiva, el comportamiento dirigido a objetivos y la
capacidad de inhibir la impulsividad (Dimitrov et al.,
1999; Greve, Love, Dickens y Williams , 2000; Heaton,
Chelune, Talley, Kay y Curtiss, 1993). Algunas de estas
habilidades están altamente correlacionadas entre sí,
Descargado por [Hebrew University] a las 12:21 del 14 de enero de 2012
y numerosas razones potenciales podrían explicar el
bajo rendimiento en el WCST, haciendo que la fuente
de falla en esta prueba sea difícil de identificar con
precisión (Beatty y Monson, 1996; Levine, Stuss y
Milberg, 1995) . El TMT se utiliza a menudo para
evaluar procesos cognitivos como la búsqueda visual,
la capacidad de atención, la flexibilidad mental, la
memoria de trabajo, la función motora y la capacidad
de cambio de set (Lezak, Howieson y Loring, 2004;
Nilson, Barregard y Backman, 1999). , algunos de los
cuales se consideran EF (Greve et al., 1995; Vakil,
Blachstein, Sheinman y Greenstein, 2009). Sin
embargo, Strauss y colegas (2006) han mencionado
una marcada heterogeneidad en el desempeño de
TMT después de una lesión en la cabeza de moderada
a grave, que no siempre se correlaciona con déficits
cognitivos. Por lo tanto, similar al WCST,
Recientemente, se desarrolló una batería neuropsicológica
de pruebas, a saber, el Sistema de Función Ejecutiva Delis-
Kaplan (D-KEFS), para evaluar específicamente los déficits de
EF (Delis, Kaplan y Kramer, 2001; Homack, Lee y Riccio, 2005).
Una de las pruebas D-KEFS es la Prueba de clasificación (ST),
que examina funciones como el pensamiento abstracto, la
conceptualización, la categorización y el cambio de conjuntos
(Delis et al., 2001). Es importante destacar que el D-KEFS ST
también aprovecha la iniciación, que Stuss y sus colegas
(2005) demostraron que es inseparable de las funciones
ejecutivas superiores y el comportamiento dirigido a
objetivos. De hecho, las funciones de iniciación deterioradas
pueden conducir a déficits de planificación, dificultad en la
capacidad de resolución de problemas o dificultad para
cambiar de un conjunto mental y conductual a otro.
De manera similar a su predecesor, el California
Card Sorting Test (CCST), el D-KEFS ST ha demostrado
ser eficaz en neuropsicología clínica como
permite distinguir sujetos de control sanos de
pacientes que padecen diferentes condiciones
clínicas, incluida la enfermedad de Parkinson (Beatty y
Monson, 1996; Dimitrov et al., 1999), la esclerosis
múltiple (Beatty y Monson, 1996), la esquizofrenia
(Beatty, Jocic, Monson, & Katzung, 1994), alcoholismo
crónico (Beatty, Katzung, Nixon y Moreland, 1993) y
enfermedad vascular isquémica subcortical (Kramer,
Reed, Mungas, Weiner y Chui, 2002). Sin embargo,
hasta donde sabemos, ningún estudio ha incorporado
hasta ahora el D-KEFS ST para evaluar a los pacientes
con LCT que sufren daño cerebral no focal. En
consecuencia, aún se desconoce la sensibilidad del D-
KEFS ST para evaluar los déficits de FE en pacientes
con LCT y su ventaja (si la hubiera) sobre otras
pruebas de evaluación.
Dado que el D-KEFS ST se desarrolló directamente para
evaluar los déficits de EF, y dado que los pacientes con
LCT a menudo presentan déficits de EF (p. Ej., Niemeier et
al., 2007), el objetivo de nuestra investigación actual fue
evaluar la sensibilidad y la capacidad del D- KEFS ST, en
comparación con WCST y TMT, para diferenciar a los
pacientes con TCE grave de los controles sanos. Por lo
tanto, planteamos la hipótesis de que, en el D-KEFS ST en
comparación con el WCST o TMT, más variables de
evaluación diferenciarán a los pacientes con TCE de los
sujetos de control sanos.
MÉTODO
Participantes de la investigación
El grupo de control incluyó a 38 voluntarios sanos (25
mujeres y 13 hombres) reclutados de grupos comunitarios. El
grupo de TBI incluyó a 29 participantes (9 mujeres y 20
hombres) que sufrieron una lesión grave en la cabeza con
daño documentado determinado por hallazgos radiológicos.
Veinte de estos pacientes resultaron heridos como
consecuencia de accidentes de tráfico, 5 resultaron heridos
en accidentes laborales y 4 resultaron heridos durante el
servicio militar. Todos los pacientes con LCT fueron
reclutados en la unidad de rehabilitación de tratamiento
diurno del Centro Médico Sheba, Israel, de 6 a 14 meses
después de la lesión. Los criterios de inclusión, todos
característicos de una condición de "TCE grave" (Lezak et al.,
2004; Shores, Marosszeky, Sandanam y Batchelor, 1986;
Williamson, Scott y Adams, 1996), fueron: una puntuación de
la Escala de coma de Glasgow de 3 a 8 (evaluado en el lugar
de la lesión); pérdida del conocimiento durante más de 36
horas después del trauma; y amnesia postraumática (PTA) de
al menos un día. Ninguno de los participantes tenía
antecedentes de enfermedad mental, enfermedad del
sistema nervioso central (SNC), alcoholismo o abuso de
drogas. Se obtuvo toda la información demográfica
 EVALUACIÓN EF EN PACIENTES CON TCE GRAVE 3

TABLA 1
Datos demográficos y relacionados con lesiones para los participantes de la investigación

Grupo TBI (N = 9 hembras, Grupo de control (N = 25 hembras,

20 hombres) 13 hombres)

METRO Dakota del Sur Distancia METRO Dakota del Sur Distancia

Años de edad) 25.53 4.69 18–35 25.18 3,23 18-30

Educación (años) 13.34 1,54 12-16 14.05 1,54 12-16
LOC (días) 17,4 19.15 5–90
GCS 5.88 1,59 3-8
PTA (días) 50,55 39,36 9-180
Tiempo desde la lesión (meses) 8,6 1.2 6–13,4

Nota. TBI = lesión cerebral traumática; LOC = pérdida del conocimiento; GCS = escala de coma de Glasgow;
PTA = amnesia postraumática.

de los expedientes médicos de los participantes y se tarjetas, cada una de una forma diferente y con una sola
muestra en la Tabla 1. palabra impresa en el centro. Cada conjunto tiene 8 pares de
Las diferencias entre los grupos no fueron opciones de disposición distintas, o "tipos": cinco tienen un
significativas con respecto a la edad y la
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tipo de concepto perceptivo y 3 tienen un tipo de concepto

educación (ver Tabla 1); sin embargo, hubo verbal. En la Fase 1 de la prueba (clasificación libre), se le pide
significativamente más mujeres en el grupo de a un participante que clasifique las tarjetas en dos grupos
control que en el grupo de LCT,χ2(1, 67) = 9,6, p iguales de tres tarjetas cada uno y que describa la
< .05. Aunque consideramos que estas característica común de cada grupo. Esto se repite con
diferencias de género son una advertencia en ambos conjuntos, y el participante tiene hasta cuatro
nuestro estudio actual, alguna evidencia sugiere minutos (en total) para completar la clasificación. En la Fase 2
que no necesariamente deberían afectar (la fase estructurada), el examinador crea todas las
nuestros resultados para WCST y TMT (por variaciones de clasificación (independientemente de los
ejemplo, Arffa, Lovell, Podell y Goldberg, 1998; resultados de clasificación gratuita) y se le pide al
Herman, Acosta, & Chang, 2008; Lewine, Walker, participante que identifique y proporcione una descripción
Shurett, Caudle y Haden, 1996; Waldmann, precisa a cada grupo en 45 segundos. Las siguientes
Dickson, Monahan y Kazelskis, 1992; Winbald, variables se incluyen en el análisis D-KEFS ST:
Lindberg y Hansen, 2006). No existe tal
información con respecto al D-KEFS ST; sin 1. Clases intentadas: el número total de clasificaciones correctas e
embargo, para la CCST, Greve et al. (1995) incorrectas en los dos juegos de tarjetas.
mostraron que solo el dominio verbal en la 2. Total tipos correctos confirmados: el número de
etapa de clasificación libre difiere entre clasificaciones correctas según el manual de la prueba.
hombres y mujeres, y que los hombres se 3. Puntuación de descripción de clasificación gratuita: una
desempeñan mejor que las mujeres. En nuestro variable basada en qué tan bien el participante describió
estudio, el grupo de control (que constaba de el principio de clasificación en la primera fase de la
menos hombres) se desempeñó mejor en cada prueba. La puntuación oscila entre 0 y 2 puntos para
una de las variables D-KEFS ST, lo que sugiere cada elemento individual, y las puntuaciones más altas
que los déficits de FE en pacientes con TCE son indican una descripción más precisa.
más prominentes que las diferencias de género. 4. Ordenar puntuación de descripción de reconocimiento:
Empíricamente,F(3, 63) = 0,97, pag >.05. una variable basada en la precisión con la que el
El presente estudio se llevó a cabo de acuerdo participante describió cada tipo dado por el examinador
con el comité de Helsinki del Centro Médico en la segunda fase de la prueba. La puntuación oscila
Sheba. entre 0 y 2 puntos para cada elemento individual.
5. Medida de perseverancia total: una variable
compuesta por la suma total de clases y
Instrumentos
descripciones (Fases 1 + 2).

Prueba de clasificación del sistema de funciones

ejecutivas Delis-Kaplan Traducción al hebreo

El D-KEFS ST se realizó de acuerdo con las instrucciones Como parte del estudio actual, el primer y
manuales estándar (Delis et al., 2001). Brevemente, esta segundo autor de este artículo tradujeron el D-
prueba consta de dos conjuntos de seis estímulos KEFS ST al hebreo. Buscamos mantener
 4 HELED ET AL.
autenticidad de la ortografía y semántica originales de
los estímulos presentados en las tarjetas, aunque se
hicieron dos ajustes menores: (a) El primer conjunto de
palabras, EAGLE, TIGER y BUS, se cambió a STORK (en
hebreo: “Ha-si -da ”), JIRAFFE (en hebreo:“ Gi-ra-ffa ”) y
CAB (en hebreo:“ Mo-nit ”), respectivamente. La razón de
esta modificación fue doble: en primer lugar, la
traducción auténtica de las palabras originales al hebreo
produce palabras que son menos comunes en el idioma
hebreo cotidiano, por lo que son menos adecuadas para
los participantes jóvenes o para los participantes que no
están completamente familiarizados con el idioma (por
ejemplo, nuevos inmigrantes ). En segundo lugar, la
traducción auténtica de EAGLE, TIGER y BUS al hebreo
cambia profundamente el concepto de sílaba. Resolvimos
esto creando palabras en las que el concepto de 1 versus
2 sílabas en la versión en inglés se cambió a un concepto
de 2 versus 3 sílabas, manteniendo así la lógica de la
prueba. De hecho, un examen posterior a la prueba
Descargado por [Hebrew University] a las 12:21 del 14 de enero de 2012
mostró que la regla de clasificación estaba
correlacionada con la idea central de las diferencias de
sílabas en lugar de con el número de sílabas per se. (b) El
idioma hebreo carece de letra cursiva, por lo que el
formato de fuente en el segundo juego de tarjetas se
cambió a grueso./audaz versus delgado/letra estrecha.
Se encontró que la media del estudio actual (2,83 tipos
correctos confirmados) estaba muy cerca de las normas
publicadas por los autores sobre el dominio verbal (media de
3 tipos correctos confirmados) en ambos conjuntos, lo que
indica que los ajustes hebreos fueron efectivamente
efectivos. La confiabilidad entre evaluadores se evaluó
comparando la puntuación de dos evaluadores
independientes (un estudiante de doctorado y un estudiante
de psicología superior). Las correlaciones de confiabilidad
entre evaluadores, en forma de coeficientes de correlación
entre clases (Shrout y Fleiss, 1979), mostraron valores que
iban de .925 a .985 (p < .0001).
Prueba de clasificación de tarjetas de Wisconsin
El WCST (Heaton, 1981) se realizó de acuerdo con el
manual de prueba. En resumen, cada una de las 128 tarjetas
utilizadas en esta prueba muestra un número variable de
símbolos en colores rojo, amarillo, azul o verde. Se le pide al
participante que haga coincidir cada nueva tarjeta que se
revela con una de las cuatro tarjetas objetivo, y después de
cada respuesta, el examinador indica si la respuesta del
participante fue correcta o no. Una categoría se logra
después de que se hagan 10 respuestas consecutivas de
acuerdo con el principio de clasificación correcto (es decir,
color, forma, número). Las variables medidas en esta prueba
incluyen el número de categorías completadas; respuestas
de perseverancia; número de intentos; número de errores;
porcentaje de respuesta a nivel conceptual; y falta de
mantenimiento del conjunto.
La prueba de creación de senderos
El TMT se compone de dos partes: TMT-A y TMT-B
(Reitan, 1958). En TMT-A, se le pide al participante que
conecte los números colocados al azar en una página
en un orden consecutivo. En TMT-B, se le pide al
participante que conecte números y letras
consecutivos en una secuencia alterna. Se instruye a
los participantes para que trabajen de la manera más
rápida y precisa posible sin levantar el lápiz; si se
comete un error, el examinador lo indicará para su
corrección. El tiempo total requerido para completar
la tarea se mide para cada participante.
Procedimiento
Los participantes en el grupo de TBI fueron reclutados
para el estudio pro bono, como parte de su asistencia a la
unidad de rehabilitación de tratamiento diurno. Cinco de
los 34 pacientes que fueron abordados se negaron a
participar por consideraciones personales. Ninguno de
los pacientes tenía experiencia previa con ninguna de las
tres pruebas realizadas. Una vez que los pacientes
firmaron un formulario de consentimiento informado, las
tres pruebas se administraron en una sesión y en un
orden compensado. Debido a limitaciones técnicas, 1
participante de control y 1 paciente con TCE no
completaron el WCST, y 1 paciente con TCE no completó
el TMT.
RESULTADOS
Para examinar la capacidad del D-KEFS ST para
diferenciar entre pacientes con TCE y sujetos de
control sanos, primero realizamos un MANOVA entre
los dos grupos, controlando por edad y educación y
con la variable de grupo como factor fijo. La prueba
reveló un efecto principal para los grupos,F(5, 62) =
54, p < .001. Además, los efectos de la prueba entre
sujetos mostraron una diferencia significativa entre
los dos grupos en las cinco variables D-KEFS ST, y el
grupo de control tuvo un desempeño
considerablemente mejor (Tabla 2).
A continuación, repetimos el MANOVA para las
variables WCST y TMT, controlando nuevamente por edad
y educación. Aquí también encontramos un efecto
principal para los grupos,F(5, 59) = 48, p < .01. Se
encontró una diferencia significativa entre los dos grupos
para la variable de tiempo de finalización en cada parte
del TMT y en cuatro de las seis variables del WCST. Las
variables "respuestas perseverantes" y "no mantener el
conjunto" en el WCST no difirieron significativamente
entre los grupos (Tabla 3).
 EVALUACIÓN EF EN PACIENTES CON TCE GRAVE 5

TABLA 2
Medias, análisis multivariado de puntuaciones de varianza y tamaños de efecto para la prueba de clasificación D-KEFS

Variable Grupo TBI (N = 29) Grupo de control (N = 38) F Tamaño del efecto (d de Cohen)

Clases intentadas 9,58 (3,06) 12,88 (2,83) 18.54∗∗∗ 1,11

Total clasificaciones correctas confirmadas 8,27 (2,88) 10,65 (1,84) 14.38∗∗∗ 0,98
Puntuación de descripción de clasificación gratuita 27 (12,21) 37,97 (7,31) 20.24∗∗∗ 1.09
Descripción de reconocimiento de clasificación 26,58 (9,85) 35,26 (10,62) 12.22∗∗ 0,84
puntaje

Perseveración total 3,1 (3,61) 1,85 (2,1) 4.6∗ 0,42

Nota. D-KEFS = Sistema de funciones ejecutivas Delis – Kaplan; TBI = lesión cerebral traumática. Desviaciones estándar entre paréntesis.
∗p < .05.∗∗p <.01.∗∗∗p <.001.

TABLA 3
Medias, análisis multivariado de puntuaciones de varianza y tamaños de efecto para la Prueba de clasificación de tarjetas de Wisconsin y la Prueba de creación de senderos
Partes A y B

Variable Grupo TBI (N = 27) Grupo de control (N = 37) F Tamaño del efecto (d de Cohen)

WCST: Número de categorías 5,17 (1,72) 5,8 (0,52) 7.14∗ 0,49

Descargado por [Hebrew University] a las 12:21 del 14 de enero de 2012

terminado
WCST: Número de ensayos 93,57 (21,85) 86,74 (17,08) 7.23∗∗ 0,34
WCST: Número total de 27,03 (26,11) 14,76 (8,09) 8.58∗∗ 0,63
errores
WCST: No mantener establecido 0,61 (1,07) 0,32 (0,72) 0,18 0,31
WCST: Porcentaje de 69,41 (20,28) 78,13 (11,74) 10,59∗∗ 0,52
Respuesta a nivel conceptual
WCST: Respuestas perseverativas 14,5 (21,14) 12,37 (6,68) 0,23 0,13
TMT-A: Tiempo de finalización 62,94 (48,62) 37,01 (9,35) 7.75∗∗ 0,74
(segundos)
TMT-B: tiempo de finalización 131,46 (67,52) 64,05 (17,02) 11,2∗∗∗ 1,36
(segundos)

Nota. WCST = Prueba de clasificación de tarjetas de Wisconsin; TMT = Prueba de trazabilidad. Desviaciones estándar entre paréntesis.
∗p < .05. ∗∗p < .01. ∗∗∗p < .001.

Regresión logística sujetos de control). Los únicos dos predictores de la

Ajustamos un modelo de regresión logística binaria (enp
< .05) a los datos y probó la hipótesis de que el D-KEFS ST
predice la clasificación de grupos mejor que el WCST o el
TMT. Para ello, primero identificamos las variables que
mejor predicen la clasificación de grupos en las tres
pruebas. A la luz de Peduzzi, Concato, Kemper, Holford y
Feinstein (1996), quienes sugirieron un mínimo de 10
casos por variable, y por razones de equidad (es decir,
para eliminar diferencias cuantitativas entre las pruebas;
ver Tablas 3 y 4 ), elegimos los dos mejores CohenD
variables en cada prueba. Por tanto, se aplicaron al
modelo los siguientes parámetros: para el D-KEFS ST,
ordenaciones intentadas y puntuación de descripción de
ordenación libre; para el WCST, número total de errores y
porcentaje de respuesta a nivel conceptual; y para el
TMT, tiempo de finalización de cada parte de la prueba.
Encontramos que el modelo explicaba el 61,6% de la
varianza observada (Nagelkerke R cuadrado = .616), y el
84,2% de todos los participantes se clasificaron
correctamente (81,5% de los pacientes con TCE y 86,7% de los
clasificación de grupo fueron el número de tipos de intentos
de D-KEFS ST (razón de posibilidades = 0,73,pag =.01) y
tiempo para completar el TMT-B (razón de probabilidades =
1.04,pag =.002).
También realizamos un análisis de las características
operativas del receptor (ROC) para evaluar la sensibilidad
y la especificidad de estas dos variables predictoras, y
usamos el índice de Youden para detectar los puntos de
corte más óptimos (ver Schisterman, Perkins, Liu y
Bondell, 2005). El área bajo la curva fue 0,8 para la
variable de ordenación intentada D-KEFS ST (p < .001; IC
del 95% [0,69; 0,91]) y 0,92 para la variable de tiempo de
finalización de TMT-B (p < .001; IC del 95% [0,84, 0,99]). La
Tabla 4 describe las características operativas de cada
prueba.
DISCUSIÓN
El objetivo principal de este estudio fue examinar
la contribución potencial del D-KEFS ST al campo
de las evaluaciones neuropsicológicas de EF.
 6 HELED ET AL.
TABLA 4
Resultados del análisis de las características operativas del receptor
Cortar
punto Sensibilidad Especificidad PPV NPV
TMT-B 84,5 .9 . 82
(segundos)
ST intentó 9.5 . 88 . sesenta y cinco
ordena
Nota. TMT = Prueba de trazabilidad; ST = Prueba de clasificación D-
KEFS (Delis – Kaplan Executive Function System); VPP = valor predictivo
positivo; VPN = valor predictivo negativo.
Específicamente, buscamos evaluar la eficacia de esta prueba
para identificar los déficits de FE en pacientes con TCE, donde se
comparó el D-KEFS ST con otras dos pruebas de evaluación
ampliamente utilizadas: una que involucra una tarea diferente de
clasificación de tarjetas y otra que involucra una tarea no
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relacionada. Como parte de la investigación actual, dos
neuropsicólogos clínicos expertos tradujeron el D-KEFS ST al
hebreo. Hasta donde sabemos, este fue el primer y único intento,
hasta la fecha, de traducir esta útil herramienta al hebreo. La
confiabilidad entre evaluadores demostró que la traducción era
confiable y efectiva; por lo tanto, sugerimos que los resultados
obtenidos para el grupo de control (ver Tabla 2) pueden servir
como normas preliminares para las edades de 18 a 30 años.
Nuestros resultados muestran que el D-KEFS ST puede
distinguir eficazmente a los pacientes con TCE de los
sujetos de control, y el grupo con TBI demuestra
consistentemente dificultades en la categoría/formación
de conceptos y flexibilidad de pensamiento. Estos
hallazgos son consistentes con estudios previos que
encontraron que los pacientes con daño cerebral
demuestran un bajo rendimiento en el D-KEFS ST (Kramer
et al., 2002; Parmenter et al., 2007). Algunas de las
variables de WCST también diferenciaron con éxito entre
los dos grupos de estudio; sin embargo, a diferencia del
D-KEFS ST (y su versión anterior, el CCST), el WCST no
detectó diferencias en las variables "respuesta de
perseveración" y "falta de mantenimiento del conjunto".
Por lo tanto, para los pacientes con TCE, nuestros
resultados indican una debilidad de la sensibilidad del
WCST en estos dominios ejecutivos en comparación con
el D-KEFS ST. Esto plantea la posibilidad de que, aunque
el WCST puede evaluar EF, el D-KEFS ST puede ser una
prueba más robusta, como se sugirió anteriormente
(Beatty et al., 1994; Beatty & Monson, 1990, 1996; Fossati
et al., 2001; Parmenter et al., 2007).
El propósito de realizar un análisis de regresión
logística fue evaluar la probabilidad de que las variables
de las pruebas diferenciaran entre los dos grupos, para
así indicar su sensibilidad. Encontramos que para los
participantes del presente estudio, con sus rangos
específicos de edad, nivel educativo, etiología y
gravedad de las lesiones, el TMT-B fue la prueba más
predictiva para la clasificación de los dos grupos, con 84,5
segundos como punto de corte óptimo de duración para
completar la tarea (Tabla 4). Este resultado apoya la
evidencia previa que indica que la variable de duración
. 78 . 91
del TMT-B es muy sensible a la disfunción neurológica
. 81 . 75 (Busch, McBride, Curtiss y Vanderploeg, 2005). Nuestros
resultados indican que los pacientes con LCT se
desempeñan peor en el TMT-B que en el TMT-A, y que el
TMT-B puede distinguir más eficazmente entre los dos
grupos de estudio que el TMT-A, una noción respaldada
por el tamaño del efecto ( ver Tabla 3). Aunque es muy
sensible al daño neurológico subyacente a las
discapacidades cognitivas, es importante señalar que el
TMT-B evalúa una gama considerablemente amplia de
funciones cognitivas. todos condensados en una
medición de tiempo aproximada (Fernández y
Marcopulos, 2008; Nilson et al., 1999). Algunas de estas
habilidades (por ejemplo, velocidad de procesamiento de
información, búsqueda visual y habilidades visomotoras),
sin embargo, no están directamente relacionadas con la
EF. Esto permite varias explicaciones posibles para el mal
desempeño del paciente en el TMT. Desde una
perspectiva neuropsicológica clínica, esto crea una
dificultad para inferir con precisión qué habilidades
cognitivas están deterioradas y en qué medida (Nilson et
al., 1999; Strauss et al., 2006).
Nuestros resultados sugieren que el D-KEFS ST podría superar esta dificultad
clínicamente importante y complementar el TMT, ya que las diversas variables del D-KEFS ST
permiten al examinador subdividir de manera efectiva las funciones cognitivas cercanas, lo
que da como resultado un informe más completo sobre el estado cognitivo del paciente.
estado. Parmenter y sus colegas (2007), por ejemplo, afirmaron que el D-KEFS ST (a
diferencia del WCST) puede separar los diversos componentes del funcionamiento ejecutivo
para aislar la causa del deterioro (Lezak et al., 2004). De manera similar, Delis, Kramer,
Kaplan y Holdnack (2004) argumentaron que el D-KEFS ST es preferible al WCST, ya que a
menudo es útil para revelar los mecanismos neurocognitivos subyacentes a los déficits de
resolución de problemas y tiende a no ser tan frustrante como el derecho. –
Retroalimentación incorrecta utilizada en el WCST. Varios otros investigadores (p. Ej., Beatty
et al., 1994; Beatty y Monson, 1990) también han llegado a conclusiones similares en
diferentes poblaciones clínicas, utilizando el CCST. Nuestros resultados apoyan fuertemente
las nociones de estos autores, ya que todas las variables obtenidas a través del D-KEFS ST
en este estudio, a diferencia de las obtenidas a través del WCST, resultaron ser
significativamente diferentes entre los participantes de control y los pacientes con TCE. La
variable número de ordenaciones intentadas fue uno de los dos mejores predictores de la
asignación de grupo, con 9.5 ordenaciones como el valor más específico y sensible. Es
importante destacar que esto se encontró que eran significativamente diferentes entre los
participantes de control y los pacientes con LCT. La variable número de ordenaciones
intentadas fue uno de los dos mejores predictores de la asignación de grupo, con 9.5
ordenaciones como el valor más específico y sensible. Es importante destacar que esto se
encontró que eran significativamente diferentes entre los participantes de control y los
pacientes con LCT. La variable número de ordenaciones intentadas fue uno de los dos
mejores predictores de la asignación de grupo, con 9.5 ordenaciones como el valor más
específico y sensible. Es importante destacar que esto

La variable refleja el nivel de iniciación de la conducta de
resolución de problemas, una capacidad que no se mide
fácilmente mediante evaluaciones cognitivas (Delis et al.,
2001). Anderson, Levin y Jacobs (2002) dividieron EF en tres
capacidades subcognitivas, donde la iniciación se incorpora
en la subdivisión del establecimiento de metas junto con la
planificación, la resolución de problemas y el pensamiento
estratégico. Aunque este grupo de habilidades está en línea
con la mayoría de las variables D-KEFS ST, el número de
intentos parece ser el más sensible de todas las variables
medidas, probablemente debido a que la iniciación está
asociada con muchos elementos y funciones ejecutivas (Stuss
et al. , 2005). Por lo tanto, la variable correspondiente en el D-
KEFS ST, es decir, el número de intentos de ordenación,
puede ser particularmente valiosa para diferenciar a los
pacientes con TCE de los controles sanos.
Al considerar los resultados del presente estudio, se
deben tener en cuenta varias limitaciones. En primer
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lugar, la variable de género no se emparejó entre los dos
grupos, y el número de mujeres participantes fue mayor
en el grupo de control que en el grupo de LCT. Aunque es
claramente una advertencia en el presente estudio, esta
diferencia no necesariamente afecta nuestras
conclusiones, ya que las diferencias de género, según
varios estudios previos (ver la sección de Método) tienen
poca consecuencia en la evaluación de la mayoría de las
FE examinadas aquí. En segundo lugar, aunque el
tamaño de la muestra en nuestra investigación actual
está a la par con el de otros estudios (p. Ej., Bergquist et
al., 2009; Galski, Tompkins y Johnston, 1998; Kramer et
al., 2002; McCulloch, Buxton, Hackney , & Lowers, 2010),
se debe evaluar una muestra más grande en el futuro
para obtener resultados más concluyentes.
Tomados en conjunto, y aunque creemos que nuestros
resultados apuntan a una tendencia importante,
consideramos que nuestro estudio es preliminar y sugerente,
que esperamos que aliente estudios comparativos similares.
Las investigaciones futuras deberían consistir en una
población más grande y con más equilibrio de género y
emplear de manera óptima una batería más inclusiva de
pruebas cognitivas y examinar poblaciones adicionales de
pacientes que sufren traumas en la cabeza de diversas
etiologías. Además, tamaños de muestra más grandes
podrían potencialmente correlacionar variables entre las
diferentes pruebas, lo que contribuirá a nuestra
comprensión de los diferentes componentes ejecutivos
evaluados en cada una de las pruebas. Tales investigaciones
serán beneficiosas no solo para el campo de la evaluación
neuropsicológica posterior a la lesión de la FE, sino también
para el estudio bastante esquivo de la iniciación en general.
Manuscrito original recibido el 2 de marzo de 2011
Manuscrito revisado aceptado el 11 de septiembre de 2011
Publicado por primera vez en Internet el 24 de noviembre de 2011
EVALUACIÓN EF EN PACIENTES CON TCE GRAVE 7
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