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Igeret HaRamban (La Carta del Ramban)

Extraido de una compilacion de los libros sagrados para el cumplimiento de esta mitzva.
Por el Rabino Moshe Levy, Benei Brak, Israel.

Escucha, hijo mío, la instrucción de tu padre y no descuides la Torá de tu madre (Mishlé/Proverbios


1:8).

Adquiere el hábito de hablar siempre calmadamente a todo hombre y a toda hora. Y con ésto te
salvarás de la ira, un serio defecto de carácter que hace pecar a los hombres. Como dijeron nuestros
Rabinos (Nedarim 22ª): Quienquiera que estalla en ira, todo tipo de infiernos (Gehinam) dominan
sobre él, como está escrito (Kohelet/Eclesiastés 12:10), “Destierra la ira de tu corazón y aparta el
mal de tu carne”. “Mal” significa aquí Gehinam, como leemos (Mishlé/Proverbios 16:4): “…y los
malvados están destinados al día del mal”.

Una vez que te hayas salvado de la ira, la cualidad de la humildad entrará en tu corazón. Esta
cualidad es la mejor de todos los rasgos admirables (ver Avodah Zarah 20b), porque
(Mishlé/Proverbios 22:4), “Siguiendo a la humildad llega el temor a D-os”. A través de la humildad
también llegará a tu corazón la cualidad del temor a Dos. Hará que siempre pienses acerca de (ver
Avot 3:1) tu proveniencia y de tu destinación, y que mientras estás vivo eres siempre como un
gusano, y lo mismo después de tu muerte.

También te recordará ante Quién has de ser juzgado, ante el Rey de la Gloria, y está escrito (Melajim
I/Reyes I 8:27; Mishlé/Proverbios 15:11), “Ni siquiera el cielo ni los cielos del cielo pueden
Contenerte” – “¡Cuánto menos el corazón de los hombres!” También está escrito
(Yirmeyahu/Jeremías 23:24), “¿Acaso no lleno Yo cielo y tierra? Dice D-os”.

Y cuando pienses en todas estas cosas temerás de tu Creador y te protegerás del pecado y con estas
cualidades serás feliz con tu porción. Y cuando actúes humildemente y te averguences de todo
hombre y les temas, y te cuides del pecado, el espíritu de la Shejina y la radiancia de Su Gloria y la
vida del Mundo por Venir descansarán sobre ti. Y ahora, hijo mío, entiende y observa que el que se
enorgullece en su corazón sobre las criaturas, se está rebelando contra la Realeza de D-os, porque
se está adorando a sí mismo con las vestiduras del reino de los Cielos, como está escrito
(Tehilim/Salmos 93:1), “Hashem reina, El viste ropas de orgullo”.

¿Y con qué habría uno de sentirse orgulloso? ¿A causa de la riqueza? D-os lo hace a uno pobre o rico
(Shmuel Alef /Samuel I 2:7). ¿Es a causa del honor? Pertenece a D-os, como leemos (Divrei Hayamim
Alef/Crónicas I 29:12), “Riqueza y honor vienen de Ti”. ¿Así que, cómo podría uno adornarse con el
honor de D-os? ¡Y alguien que está orgulloso de su sabiduría seguramente debe saber que D-os
“aparta el habla de hombres locuaces y quita el razonamiento de los sabios” (Iyov/Job 12:20)!

De modo que vemos que todo el mundo es igual ante D-os, ya que con Su ira El rebaja a los
orgullosos y cuando El lo desea El levanta a los que están abajo. ¡Así que rebájate y D-os te elevará!.
Por consiguiente, ahora te explicaré cómo comportarte siempre humildemente.

Todas tus palabras serán amables, con tu cabeza inclinada, tus ojos viendo hacia el piso y tu corazón
enfocado hacia arriba. No mires al rostro de la persona con quien estás hablando. Considera a todo
el mundo como mayor que tú . Si él es sabio o rico, debes darle respeto. Si él es pobre y tú eres más
rico –o más sabio- que él, considera que eres más culpable que él, y que el es más meritorio que tú,
dado que cuando él peca lo hace por error, ¡mientras que tú lo haces deliberadamente!

En todas tus acciones, palabras y pensamientos y en toda hora, considera en tu corazón como si
estás parado ante D-os, con su Shejina encima de ti, porque Su gloria llena el mundo entero. Y tus
palabras serán con temor y espanto, como un esclavo de pie ante su amo. Avergüenzate ante todo
el mundo.

Cuando alguien te llama, no contestes en voz alta, sino gentil y suavemente, como alguien parado
ante su amo.

Cuida de estudiar siempre la Torá diligentemente, de modo que seas capaz de cumplir sus
mandamientos. Cuando te levantes de tu aprendizaje reflexiona cuidadosamente acerca de lo que
has estudiado, a fin de ver qué hay en ello que puedas poner en práctica.

Examina tus acciones todas las mañanas y todas las noches, y de esta manera en todos tus días
habrá teshuvá (arrepentimiento). Concéntrate en tus Tefilot removiendo todas las preocupaciones
mundanas de tu corazón. Prepara tu corazón ante D-os, purifica tus pensamientos y piensa en lo
que vas a decir antes de sacarlo de tu boca.

Y así harás todos los días de tu vana vida y no pecarás. De esta manera, todos tus palabras, acciones
y pensamientosrectos y tu Tefila será pura, clara, limpia, devota y aceptable a D-os, pues como está
escrito (Tehilim/Salmos 10:17), “Cuando su corazón está dirigido a Ti, escúchales”.
Lee esta carta al menos una vez por semana y no descuides ningún aspecto de ella. Cumple con su
contenido y, al hacerlo, camina con ella para siempre por los senderos de D-os, Bendito sea, de
modo que tengas éxito en todos tus caminos.

Así tendrás éxito en todos tus caminos y merecerás el Mundo por Venir que se encuentra escondido
para los Tzaddikim. Y cada día que leas esta carta el cielo responderá siempre conforme a los deseos
de tu corazón. ¡Amén, Sela!

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