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Lenguaje corporal

canino y felino
Posturas felinas:
Cola de los gatos:
Cola baja es signo de miedo o enfado.
Una cola rígida puede ser síntoma de felicidad y placer.
Cola arqueada; sienten intriga y curiosidad, llegando
en algunos momentos a poder significar inseguridad.

Cabeza de los gatos:


Cabeza abajo nos muestra un gato con miedo,
sumiso e, incluso, enfadado. Con ella alta, tenemos
ante nosotros a un animal con confianza y relajado.

Orejas de los gatos:


Orejas hacia arriba y moviéndose indican alerta.
Orejas atrás o de lado es que se encuentra a la
defensiva u ofensiva por miedo o enfado.

Amigable: la postura será relajada con las orejas hacia


delante y erguidas, así como la cola levantada.
Nuestro gato está feliz y nos lo demuestra frotándose
contra nosotros u olfateando a terceros como señal
de saludo amistoso.

Relajado: si está relajado realiza estiramientos, puede


llevar la cola levantada y tendrá las orejas en una
posición normal. Si tiene los ojos entreabiertos, es
otro signo de tranquilidad.

Contento: contento y amigable comparten las mismas


posturas. Si vemos en determinados momentos que
maúlla y su cola vibra, será señal de que está muy
contento.

Juguetón: buscará la atención de los demás y puede,


incluso, llegar a mordisquear o arañar. Además, tendrá
las orejas hacia delante y los ojos abiertos.

Inseguro: estará en estado de alerta y expectante de


la reacción del otro. Su postura será tensa y tendrá la
cola recta con una curva en la punta, orejas erguidas y
los ojos abiertos.

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Molesto: nos manifestará su malestar a través de una


postura recta y moviendo su cola. Además, tendrá los
ojos muy abiertos y las orejas hacia los lados.

Irritado: el cuerpo arqueado y la cola erizada, quiere decir


que está enfadado y te lo hace saber.

Asustado: si después de estar irritado la situación persiste


y no puede escapar, pasará a estar asustado y en este
estado es probable que ataque. Sabrás que pasa de
irritado a asustado cuando las señales se intensifiquen o
comience a maullar gravemente, sisear y bufar.

Sonidos felinos:
Maullido. Lo que intenta con el maullido es conseguir
nuestra atención. Cuanto más intenso sea, más importante
será el mensaje.

Ronroneo. Tiene diferentes significados, aunque el más


habitual es para expresar felicidad y tranquilidad. En
ocasiones puede significar miedo o vulnerabilidad.

Chirrido o trino. Lo utiliza la gata para comunicarse con


sus cachorros, pero también puede ser un saludo amistoso
cuando lo realiza un gato adulto.

Gruñido. Si gruñe, respeta su espacio porque estará


enojado o estresado y es mejor dejarlo tranquilo.

Murmullo. Es una mezcla entre ronroneo, gruñido y


maullido que utilizan para expresar agradecimiento y
satisfacción.

Llamada de apareamiento. En esta época realizan un


sonido prolongado para avisar a sus parejas de su
presencia y atraerlas.

Posturas caninas:
Erguido: si se encuentra en esta posición con la cabeza alta
y el rabo levantado, quiere decir que se encuentra seguro y
relajado.

Reverencia: cuando lo veas con las patas delanteras


estiradas pegadas al suelo y el rabo elevado en constante
movimiento, quiere decir que tu perro se encuentra muy
contento y quiere jugar.

Vueltas sobre sí mismos: es un gesto que invita al juego, si


ese gesto lo hace de forma inmóvil, puede indicar sumisión.

Caminar sin rumbo: deambular por la casa, significa que


está aburrido o estresado. Lo mejor es sacarlo a pasear
para que pueda correr y jugar.

Inmóvil: cuando estás realizando una actividad con tu


perro y de repente se queda quieto es porque percibe una
amenaza y no se siente seguro.

Piloerección: el pelo erizado puede indicar excitación,


amenaza e incluso juego según que contexto.

Sonidos caninos:
Ladrido: los ladridos se utilizan para llamar la atención,
indicar la presencia de extraños, pedir comida, juegos o
alguna otra necesidad. Existen diferentes tipos que
deben ser analizados junto con factores como la
postura, frecuencia, tono, etc.

Territorial. Fuerte y muy repetitivo que se va


agravando con el tiempo.
De aviso. Grave y espaciado.
De miedo. Corto y agudo a la vez que el perro se
retira hacía atrás.
De juego. Repetitivo y agua mientras que estira las
patas delanteras.
De frustración. Nervioso y a un volumen muy alto.
Para llamar la atención. Repetitivo, agudo y de
manera muy persistente.

Gruñido: es un síntoma de amenaza.


Gemido: tiene dos significados: dolor o tristeza y


alegría. El primero es más largo; mientras que el
segundo suele ir acompañado de movimiento.

Gritos: es una señal de pánico.


Bufidos: un perro con estrés puede bufar y lo acompaña


de un ladrido o un gruñido.

¿Es necesario hablar para


comunicarse?
En principio podríamos pensar que sí,
pero lo cierto es que en muchas
ocasiones el lenguaje no verbal puede
decir más que las palabras. En el mundo
animal nos basta con observar cómo se
comporta o cuál es la postura de
nuestro gato o perro para averiguar qué
le ocurre.

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