Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
“Dios quiere aliviarnos de toda nuestra carga. Sólo nos pide una cosa: que le
permitamos hacerlo. Que no nos avergoncemos de entregarle todo, incluso lo que
nos humilla, lo que nos parece despreciable, incluso repulsivo.
Una sola fruta podrida puede contaminar toda una caja de fruta sana: un solo
germen podrido que no nos hemos atrevido a presentar al Señor es suficiente para
llenarnos de tristeza y amargura.”
Salmo 116
Gloria al Padre….
Canto
Santo Evangelio Según San Mateo (11, 28- 30)
Efectivamente salir solo no basta, es necesario saber dónde ir. Porque muchas
metas son ilusorias: prometen descanso y distraen solo un poco, aseguran paz y
dan diversión, dejando luego en la soledad de antes, son “fuegos artificiales”. Por
eso Jesús indica dónde ir: “venid a mí”. Muchas veces, ante un peso de la vida o
una situación que nos duele, intentamos hablar con alguien que nos escuche, con
un amigo, con un experto… Es un gran bien hacer esto, ¡pero no olvidemos a
Jesús! No nos olvidemos de abrirnos a Él y contarle la vida, encomendarle
personas y situaciones. Quizás hay “zonas” de nuestra vida que nunca le hemos
abierto a Él y que han permanecido oscuras, porque no han visto nunca la luz del
Señor. Cada uno de nosotros tiene la propia historia. Y si alguien tiene esta zona
oscura, buscad a Jesús, id a un sacerdote, id… Pero id a Jesús, y contadle esto a
Jesús. Hoy Él dice a cada uno: “¡Ánimo, no te rindas ante los pesos de la vida, no
te cierres ante los miedos y los pecados, sino ven a mí!”. Él nos espera, nos
espera siempre, no para resolvernos mágicamente los problemas, sino para
hacernos fuertes en nuestros problemas. Jesús no nos quita los pesos de la vida,
sino la angustia del corazón; no nos quita la cruz, sino que la lleva con nosotros. Y
con Él cada peso se hace ligero (cf. v. 30) porque Él es el descanso que
buscamos. Cuando en la vida entra Jesús, llega la paz, la que permanece en las
pruebas, en los sufrimientos. Vayamos a Jesús, démosle nuestro tiempo,
encontrémosle cada día en la oración, en un diálogo confiado y personal;
familiaricemos con su Palabra, redescubramos sin miedo su perdón, saciémonos
con su Pan de vida: nos sentiremos amados y consolados por Él.
Canto
PETICIONES.
1. Para que toda la obra de evangelización que realiza la Iglesia tenga como
finalidad despertar la conversión y como fruto de ésta, la reconciliación con
Dios y con el prójimo. Roguemos al Señor.
2. Para quienes son los responsables de la conducción de las naciones y de
los pueblos, se esfuercen en acabar tanta guerra y violencia, que entorpece
las buenas relaciones entre los habitantes de la tierra. Roguemos al
Señor.
4. Para que las personas que viven solas y marginadas, los enfermos
mentales y los encarcelados, sepan que son objeto especial del amor de
Dios y nosotros les manifestemos con hechos el amor al prójimo que nos
pide hoy el evangelio. Roguemos al Señor.
5. Para que todos los aquí reunidos, aprendamos a vivir entre nosotros el
mandamiento del amor. Roguemos al Señor.
Canto
Oración
Quédate conmigo, Señor, porque es necesario que estés presente para que no te
olvide. Ya sabes lo fácil que te abandono.
Quédate conmigo, Señor, porque soy débil y necesito tu fuerza para no caer tan a
menudo.
Quédate conmigo, Señor, porque tú eres mi vida, y sin ti, no tengo fervor.
Quédate conmigo, Señor, porque tú eres mi luz, y sin ti, estoy en tinieblas.
Quédate conmigo, Señor, para mostrarme tu voluntad.
Quédate conmigo, Señor, para que escuche tu voz y te siga.
Quédate conmigo, Señor, porque deseo amarte mucho y estar siempre en tu
compañía.
Quédate conmigo, Señor, si deseas que te sea fiel.
Quédate conmigo, Señor, porque por pobre que sea mi alma, quiero que sea un
lugar de consuelo para Ti, un nido de amor.
Amén~
San Pío de Pietrelcina.
Bendición Final
Canto
Oración Oración
Quédate conmigo, Señor, porque es Quédate conmigo, Señor, porque es
necesario que estés presente para que no te necesario que estés presente para que no te
olvide. Ya sabes lo fácil que te abandono. olvide. Ya sabes lo fácil que te abandono.
Quédate conmigo, Señor, porque soy débil y Quédate conmigo, Señor, porque soy débil y
necesito tu fuerza para no caer tan a necesito tu fuerza para no caer tan a
menudo. menudo.
Quédate conmigo, Señor, porque tú eres mi Quédate conmigo, Señor, porque tú eres mi
vida, y sin ti, no tengo fervor. vida, y sin ti, no tengo fervor.
Quédate conmigo, Señor, porque tú eres mi Quédate conmigo, Señor, porque tú eres mi
luz, y sin ti, estoy en tinieblas. Quédate luz, y sin ti, estoy en tinieblas. Quédate
conmigo, Señor, para mostrarme tu voluntad. conmigo, Señor, para mostrarme tu voluntad.
Quédate conmigo, Señor, para que escuche Quédate conmigo, Señor, para que escuche
tu voz y te siga. tu voz y te siga.
Quédate conmigo, Señor, porque deseo Quédate conmigo, Señor, porque deseo
amarte mucho y estar siempre en tu amarte mucho y estar siempre en tu
compañía. compañía.
Quédate conmigo, Señor, si deseas que te Quédate conmigo, Señor, si deseas que te
sea fiel. sea fiel.
Quédate conmigo, Señor, porque por pobre Quédate conmigo, Señor, porque por pobre
que sea mi alma, quiero que sea un lugar de que sea mi alma, quiero que sea un lugar de
consuelo para Ti, un nido de amor. consuelo para Ti, un nido de amor.
Amén~ Amén~
San Pío de Pietrelcina. San Pío de Pietrelcina.
Oración Oración
Quédate conmigo, Señor, porque es Quédate conmigo, Señor, porque es
necesario que estés presente para que no te necesario que estés presente para que no te
olvide. Ya sabes lo fácil que te abandono. olvide. Ya sabes lo fácil que te abandono.
Quédate conmigo, Señor, porque soy débil y Quédate conmigo, Señor, porque soy débil y
necesito tu fuerza para no caer tan a necesito tu fuerza para no caer tan a
menudo. menudo.
Quédate conmigo, Señor, porque tú eres mi Quédate conmigo, Señor, porque tú eres mi
vida, y sin ti, no tengo fervor. vida, y sin ti, no tengo fervor.
Quédate conmigo, Señor, porque tú eres mi Quédate conmigo, Señor, porque tú eres mi
luz, y sin ti, estoy en tinieblas. Quédate luz, y sin ti, estoy en tinieblas. Quédate
conmigo, Señor, para mostrarme tu voluntad. conmigo, Señor, para mostrarme tu voluntad.
Quédate conmigo, Señor, para que escuche Quédate conmigo, Señor, para que escuche
tu voz y te siga. tu voz y te siga.
Quédate conmigo, Señor, porque deseo Quédate conmigo, Señor, porque deseo
amarte mucho y estar siempre en tu amarte mucho y estar siempre en tu
compañía. compañía.
Quédate conmigo, Señor, si deseas que te Quédate conmigo, Señor, si deseas que te
sea fiel. sea fiel.
Quédate conmigo, Señor, porque por pobre Quédate conmigo, Señor, porque por pobre
que sea mi alma, quiero que sea un lugar de que sea mi alma, quiero que sea un lugar de
consuelo para Ti, un nido de amor. consuelo para Ti, un nido de amor.
Amén~ Amén~
San Pío de Pietrelcina. San Pío de Pietrelcina.