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Manual de Primeros Auxilios

CAPREMIN OTEC
PROLOGO

Adquirir criterios de excelencia en materias de prevención de riesgos y salud


ocupacional requiere de gran compromiso y responsabilidad en el cumplimiento de
las normas y procesos que regulan estas materias, de manera de entender que
ninguna meta de operación ni emergencias de cumplimiento de tiempos justifican
que un trabajador se exponga al riesgo.

Como una forma de contribuir en este gran desafío, CAPREMIN OTEC, a través
de su Departamento de Capacitación, elaboró el “Manual de Primeros Auxilios”,
que entrega una guía de cómo enfrentar una situación de emergencias y que
requiera aplicar Primeros Auxilios.

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PRIMEROS AUXILIOS

Los primeros auxilios NO son tratamientos médicos, son acciones de emergencia


otorgadas a una persona en el lugar del accidente para evitar el agravamiento de
su estado, mientras se cuenta con atención especializada. Tienen como objetivo
detener el daño y si fuera posible disminuirlo.
En caso de tener que aplicar primeros auxilios se debe definir claramente de que
tipo es, definir prioridad en la atención, llamar inmediatamente a emergencias de
la faena.

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DEFINICIONES
Primeros Auxilios: Son los cuidados o la ayuda inmediata, temporal y necesaria
proporcionada a una persona que ha sufrido un accidente, enfermedad o
agudización de ésta hasta la llegada de un médico y/o paramédico. Se ocupa no
solo de una lesión física o enfermedad, sino también de cualquier otro tipo de
atención inicial, incluido el apoyo psicosocial a las personas que sufren angustia
emocional al experimentar o presenciar un evento traumático.

Accidente del Trabajo: Se considera accidente del trabajo: “Toda lesión que una
persona sufra a causa o con ocasión del trabajo y que le produzca incapacidad o
muerte".

Aire: Es el medio principal a través del cual los agentes químicos ingresan al
trabajador.

Contaminación: degradación de uno o más elementos o aspectos del medio


ambiente, debido a desperdicios industriales, químicos o biológicos nocivos,
provenientes de desechos de productos hechos por el hombre y de mal manejo de
los recursos naturales y ambientales.

Contaminación Química: contaminación repentina del agua o del aire en las


inmediaciones de las zonas industriales, que provocan desordenes orgánicos que
pueden ser fatales para el ser humano, o afecciones externas que dejan secuelas
permanentes en la piel o algún otro órgano.

Condiciones operativas del móvil: considera la constatación de la revisión


técnica al día de la ambulancia correspondiente.

Elementos de mitigación de incendios: sistemas o elementos destinados a


contrarrestar o minimizar los daños potenciales sobre la vida y los bienes
causados por el fuego.

Emergencia o urgencia: condición de salud o cuadro clínico que implique riesgo


vital y/o riesgo de secuela funcional grave para una persona, de no mediar
atención médica inmediata e impostergable.

Fluidos corporales de riesgo: se refiere a secreciones, líquidos biológicos,


fisiológicos o patológicos que se producen en el organismo y que pueden constituir
fuente de infección de agentes que se transmiten por la sangre.

Plan de emergencia: documento oficial a través del cual se determina la


estructura organizativa y funcional de las autoridades y organismos llamados a

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intervenir en un siniestro o desastre. Asimismo, permite establecer los
mecanismos de coordinación y de manejo de recursos.
Procedimiento no invasivo: procedimiento que no involucra solución de
continuidad de piel y mucosas, ni acceso instrumental a cavidades o conductos
naturales del organismo.

Profesionales (de la salud) habilitados: aquellos que ejercen sus profesiones de


conformidad con las normas previstas en el Libro Quinto del Código Sanitario, esto
es, que cuentan con el título profesional respectivo, otorgado por una institución de
educación superior reconocida por el Estado, y a los que no les afecta ninguna
prohibición para el ejercicio de su profesión.

Protocolo: descripción de un conjunto ordenado y secuencial de procedimientos o


actividades estandarizadas necesarios para realizar con éxito actividades
sanitarias específicas.

RCP: Significa Reanimación Cardiopulmonar. Es un procedimiento de emergencia


para salvar vidas que se realiza cuando alguien ha dejado de respirar o el corazón
ha cesado de palpitar. Esto puede suceder después de una descarga eléctrica, un
ataque cardíaco o ahogamiento.

Reanimación cardiopulmonar básica: es el conjunto de maniobras dirigidas a


restablecer o sustituir transitoriamente las funciones respiratorias y circulatorias
del individuo, con el objeto de mantener la vida. Se caracteriza porque no necesita
de instrumental médico y debe ser iniciada en el lugar donde acontece la
emergencia.

Registros: conjunto de datos organizados y relacionados entre sí en función de


un propósito asistencial determinado.

Señalética de vías evacuación: conjunto de señales o símbolos cuyo objetivo es


guiar y orientar la evacuación de las personas en caso de un siniestro.

Simulacro: ejercicio de representación en el cual las personas que participarían


en una emergencia aplican los conocimientos y ejecutan las técnicas y estrategias
que les están asignadas, ante un escenario ficticio planteado a fin de prever las
situaciones o problemas presentados durante la ocurrencia de un siniestro.

Sustancias peligrosas: todas aquellas que, por su naturaleza, producen o puede


producir daños momentáneos o permanentes a la salud humana, animal o vegetal,
a los bienes y/o al medio ambiente.

Vías de evacuación: circulación que permite la salida fluida de personas en


situaciones de emergencia hasta un espacio exterior libre de riesgo.

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Atmósfera Peligrosa: Es aquella atmósfera que, por sus características de
explosividad, concentración de oxígeno, presencia de monóxido de carbono y/o
concentración sobre límites permisibles de sustancias químicas, puede poner en
riesgo la vida de las personas.

PRINCIPIOS GENERALES EN PRIMEROS AUXILIOS

Atención inmediata

La atención inmediata de primeros auxilios debe ser instantánea, pues la pérdida


de tiempo pone en peligro la vida de la víctima.

Atención temporal

La atención de primeros auxilios debe prestarse durante el tiempo que sea


necesario hasta trasladar la víctima o enfermo a un centro asistencial.

Atención antes y hasta la llegada de la ambulancia con profesionales


calificado.

El desempeño y responsabilidad del prestador de primeros auxilios, cesa en el


momento que se cuenta con el apoyo de personal de salud calificado, o que el
prestador por no contar ellos, traslade a la víctima a un centro asistencial y lo deje
en manos y responsabilidad de un médico.

Función de un operador de primeros auxilios

 Prevenir accidentes

Se entiende por prevención de accidentes, al conjunto de recomendaciones que


debe impartir todo operador de primeros auxilios en el medio en que actué, las dos
áreas más importantes para la seguridad personal son la seguridad general del
operador de primeros auxilios y la prevención de trasmisión de enfermedades
durante la atención. Si bien se desea brindar una atención, no se debe poner en
peligro su propia vida, ya que pueden resultar dos víctimas. El operador no debe
actuar en áreas consideradas como peligrosas especialmente si no posee el
conocimiento y entrenamiento adecuado. El segundo ámbito de la seguridad es la
prevención de la transmisión de la enfermedad y esto se puede lograr a través de

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las precauciones universales, una buena higiene de manos y el adecuado uso de
los elementos de bioseguridad.

 Capacitar personal para actuar en un momento determinado

La capacidad de personas consiste en impartir el conocimiento y practica


necesarias para asegurar la correcta actuación frente a un accidentado o persona
que es víctima de un accidente, descompensación de su enfermedad u otros.
Además, cabe mencionar lo elemental que resulta la actualización de los
conocimientos de los operadores de primeros auxilios, ya que permite mejorar la
asistencia a las víctimas y salvar vida gracias al perfeccionamiento periódico de
sus nuevas habilidades.

 Evitar agravar una lesión por tratamiento inadecuado

Debe darse especial importancia a la enseñanza de lo que No debe hacerse y lo


que se debe realizar en casos de accidentes u otros, considerándose:

1) La forma de actuar o tener el conocimiento no es garantía de una buena acción,


se debe estar seguro de los procedimientos.
2) De transportar o trasladar a un accidentado.
3) De efectuar determinadas maniobras o movimientos.

 Procurar un transporte adecuado

El accidentado o enfermo debe ser trasladado al centro asistencial


correspondiente, siguiendo las normas establecidas y con las mayores
precauciones para evitar agravar su lesión. En algunos casos, es preferible dejar
al accidentado o enfermo en el mismo sitio del accidente, hasta la llegada de
recursos médicos o del adecuado medio de transporte, sin prejuicio de prestar allí
mismo la atención de primeros auxilios.

NORMAS GENERALES

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 Mantener la calma, para actuar con serenidad y rapidez, esto da confianza.
Además, contribuye a la ejecución correcta y oportuna de las técnicas y
procedimientos necesarios para prestar un primer auxilio. De su actitud
depende la vida de los heridos; evite el pánico.

 Actúe si tiene seguridad de lo que va a hacer, si duda, es preferible no


hacer nada, porque es probable que el auxilio que preste no sea adecuado
y que contribuya a agravar al lesionado.

 Registre la hora del accidente, el lapso que ha transcurrido sin atención y el


tiempo que lleva asistiendo a la víctima. Es de gran importancia que indique
estos antecedentes al llamar al servicio de emergencia.

 Pregunte a viva voz a los presentes quiénes tienen conocimientos en


primeros auxilios, si hay algún médico en el lugar.

 No asuma riesgos para usted, la persona lesionada, sus compañeros o


testigos del lugar.

 Evaluar en forma rápida y oportuna la situación para que pueda acceder sin
peligro a la persona que requiere la ayuda adecuada.

 Proporcionar una asistencia eficiente, inmediata y apropiada, según las


características de la o las personas lesionadas.

 No se retire del lado de la persona lesionada; si está solo, solicite la ayuda


necesaria (elementos de transporte, etc.). esperar junto a la persona
lesionada, hasta que llegue ayuda médica avanzada y colaborar con ellos si
es necesario.

 Efectúe la evaluación de las posibles lesiones o la naturaleza de la


enfermedad que afecta a la persona lesionada.

 Si la persona afectada está consciente, solicite la autorización de ella o de


algún familiar para brindar los primeros auxilios.

 Organizar el traslado del o los lesionados a un centro sanitario adecuado,


priorizando los que tienen mayor compromiso vital.

 No olvide brindar apoyo psicológico básico.

 Optimizar las técnicas de atención en situaciones de emergencia,


ciñéndose a las normas vigentes en el lavado de manos antes y después
de la práctica de primeros auxilios.

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 Si ha perdido conciencia o está inconsciente o sospecha que puede llegar a
la inconsciencia, se privilegia la posición lateral de seguridad siempre que
no tenga lesiones de cuello o columna.

 Mande llamar al número local de emergencia, para dar aviso y que llegue
personal especializado a prestar ayuda o envíen una ambulancia. Con la
información adecuada usted logrará que llegue al lugar la ambulancia con
los recursos médicos y materiales para la atención y traslado de la víctima
un centro asistencial.

 Asegúrese de que ha reconocido todas las lesiones.

 Mantenga la temperatura normal del cuerpo de la víctima. Desabroche las


ropas o en su defecto, descósalas o córtelas, evitando producir
enfriamientos innecesarios.

 Sea simpático.

 No dé líquidos o comida a una persona en estado somnoliento, estuporoso


o inconsciente o que sospeche pueda llegar a la inconsciencia, por el
peligro de asfixia o neumonía por aspiración.

 No administre por ningún motivo medicamentos a la víctima.

Seguridad en la escena

Verifique la seguridad de la escena donde ocurrió la emergencia y reúna todos los


datos necesarios para tener claro en qué situación se encuentra. Identifique los
riesgos potenciales y trate de reducirlos al mínimo, de tal forma de que sea
seguro para todos.

Escenario en sí:

¿Qué pasó? ¿Cómo pasó? Números de personas afectadas severidad y edades


de éstas.

Pida a alguien que llame a Urgencia, a quien deberá entregar los datos:

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 Localización exacta del lugar donde ocurrió la emergencia, nombre y otras
referencias necesarias.
 Dar número de teléfono del que está llamando.
 Número de víctimas.
 Acción primaria

Según los datos anteriores:

 Pedir apoyo.
 Priorizar la atención de las víctimas.
 Trasladar a la o las víctimas en caso de haber un peligro mayor, en primera
instancia es referible no moverlas del lugar mientras llega el apoyo de
ambulancias.
 Estado de las víctimas (ej. inconsciente).
 Sexo de la víctima.
 Edad aproximada.
 Nombre del espectador.

Acción secundaria:

 Si es seguro acérquese al lesionado.


 Permanecer en calma, hablar con voz firme, pero sin gritar.
 Pregunte a los observadores si conocen a la víctima y lo ocurrido.
 Pregunte si algún observador tiene entrenamiento en primeros auxilios.
 Delegue la responsabilidad a personas que tiene mayor capacidad técnica,
en caso de que las mismas estén presentes.
 Mantenga al público alejado.

Evite la siguiente acción:

 Permitir que los observadores muevan a la víctima, excepto cuando peligre


su seguridad y sea peor no moverla.

Precauciones:

 Si las condiciones no son seguras, manténgase a distancia, tranquilice a la


víctima y de aviso a las autoridades.
 Si hay necesidad de mover a la persona, de ser necesario utilice una
técnica apropiada.

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 Protéjase de las responsabilidades legales. Si la victima está consciente,
infórmele su nombre y su nivel de entrenamiento y obtenga su permiso para
lo pueda ayudar.
 No de primeros auxilios si la víctima no quiere, en caso de que la víctima
este inconsciente se asume consentimiento implícito.
 No haga comentarios sobre el estado de salud del lesionado,
especialmente si éste se encuentra inconsciente.
 Proteja la columna de la víctima.
 Si la víctima tiene o puede tener lesiones en la cabeza, en el cuello o en la
espalda, inmovilice.
 Coloque a la víctima en posición de seguridad si no sospecha de trauma
raquimedular (cuello y columna).
 Recuerde asegúrese de prevenir la pérdida de temperatura corporal.
 Proporcione seguridad emocional y física.
 No administre medicamentos.
 No dé líquidos (vía oral) a personas con sospecha de alteración de la
consciencia.
 Protéjase de posibles enfermedades. Use guantes para evitar el contacto
con la sangre o fluidos corporales.
 Lávese las manos lo antes posibles una vez haya terminado los primeros
auxilios.

¿QUE DICE LA LEY…?

Cabe señalar que el artículo 184 del Código del Trabajo dispone que el empleador
está obligado a tomar todas las medidas necesarias para proteger eficazmente la
vida y salud de los trabajadores, informando de los posibles riesgos y
manteniendo las condiciones adecuadas de higiene y seguridad en las faenas,
como también los implementos necesarios para prevenir accidentes y
enfermedades profesionales. Asimismo, el inciso segundo de dicho artículo
dispone que el empleador "Deberá asimismo prestar o garantizar los elementos
necesarios para que los trabajadores en caso de accidente o emergencia puedan
acceder a una oportuna y adecuada atención médica, hospitalaria y farmacéutica".

Así, también, los artículos 72 y 626 del D.S. N° 132, de 2002, del Ministerio de
Minería, Reglamento de Seguridad Minera, disponen que, en toda faena
minera en operaciones, la empresa deberá mantener, de forma permanente,
con elementos de primeros auxilios, entre ellos un botiquín.

Valoración Primaria. Soporte Vital Básico (S.V.B.)

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Se trata de identificar las situaciones que pueden amenazar de forma inmediata la
vida del accidentado.

Para ello es importante conocer que el órgano más delicado del ser humano es el
cerebro cuya función es coordinar y ordenar el buen funcionamiento del resto del
organismo. Si éste falla, el resto del organismo falla también.

Las células que lo forman (neuronas) son muy delicadas, tanto que su muerte
implica la imposibilidad de regeneración de estas. Debe vigilarse y evitarse su
lesión. Las neuronas precisan el oxígeno que transporta la sangre, oxígeno que se
adquiere gracias a la respiración (pulmones) y se transporta por el impulso que
realiza el corazón.

Cuando este proceso se detiene, porque la persona no puede respirar o porque el


corazón no envía la sangre al cerebro, éste sufre, se lesiona y muere. Las
neuronas pueden soportar esta situación durante 4 minutos sin lesionarse; a partir
de ese momento y si no hemos restablecido el proceso, empiezan a morir de
forma progresiva y, transcurridos 4 minutos más, se produce la muerte total del
cerebro.

Comprenderemos así por qué delante de un accidentado, sea el que sea,


SIEMPRE deberán buscarse las situaciones que puedan implicar daño cerebral, o
lo que es lo mismo, realizar la Valoración Primaria o identificación de signos
vitales, mediante el Soporte Vital Básico (S.V.B.).

 Consciencia: Comprobar la capacidad de respuesta de la víctima.

 Respiración: Debe valorarse si la víctima respira normalmente o no.

 Circulación: Si la víctima no respira normalmente se iniciará de inmediato


la Resucitación Cardiopulmonar (R.C.P.).

Las Hemorragias Severas deberán detenerse de inmediato.

El Soporte Vital Básico (S.V.B.) se refiere al mantenimiento de la permeabilidad de


las vías aéreas y al soporte de la respiración y de la circulación, sin utilizar otros
dispositivos que no sean de protección.

 Reconocimiento precoz de la emergencia y llamada pidiendo ayuda.


Una respuesta precoz y efectiva puede prevenir la parada cardíaca.
 Resucitación Cardiopulmonar (R.C.P.) precoz. La R.C.P. inmediata
puede doblar o triplicar la supervivencia de una Parada Súbita Cardíaca
(P.S.C.) por Fibrilación Ventricular (F.V.).
REANIMACIÓN CARDIO PULMONAR (RCP)

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La reanimación cardiopulmonar (RCP) es una técnica útil para salvar vidas en
muchas emergencias, entre ellas, un ataque cardíaco o cuasi ahogamiento,
cuando se detienen la respiración o los latidos del corazón de una persona.

A continuación, se presentan algunos consejos:

Falta de capacitación. Si no tienes capacitación en RCP, solo practica la


reanimación cardiopulmonar con las manos. Esto significa hacer compresiones de
pecho sin interrupción de 100 a 120 por minuto hasta que lleguen los socorristas
(se describe en mayor detalle más adelante). No es necesario proporcionar
respiración de rescate.

Con capacitación y preparación. Si tienes capacitación y confianza en tus


habilidades, comprueba si la persona tiene pulso y respira. Si no respira o no tiene
pulso en 10 segundos, comienza las compresiones de pecho. Comienza la
reanimación cardiopulmonar con 30 compresiones de pecho antes de dar dos
respiraciones de rescate.

Con capacitación, pero falta de práctica. Si anteriormente hiciste la capacitación


en reanimación cardiopulmonar, pero no tienes confianza en tus habilidades, solo
haz las compresiones de pecho a un ritmo de 100 a 120 por minuto. (Los detalles
se describen más adelante).

Los consejos anteriores se aplican a adultos, niños y bebés que necesiten


reanimación cardiopulmonar, pero no a los recién nacidos (bebés de hasta 4
semanas).

La reanimación cardiopulmonar (RCP) puede mantener el flujo de sangre


oxigenada al cerebro y otros órganos vitales hasta que un tratamiento médico más
definitivo pueda restablecer el ritmo cardíaco normal.

Cuando el corazón se detiene, la falta de sangre oxigenada puede causar daño


cerebral en solo unos minutos. Una persona puede morir en 8 o 10 minutos.

Para aprender correctamente la reanimación cardiopulmonar, haz un curso de


capacitación de primeros auxilios acreditado que incluya la reanimación
cardiopulmonar (RCP) y cómo usar un desfibrilador externo automático. Si no
recibiste capacitación, pero tienes acceso inmediato a un teléfono, llama al
número de emergencias antes de comenzar la reanimación cardiopulmonar. El
operador podrá darte instrucciones sobre cómo hacer los procedimientos de
manera adecuada hasta que llegue la ayuda.

En caso de un paro cardíaco, el tiempo de atención es vital.

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Recuerde, sólo cuenta con 4 minutos. En ese corto tiempo ninguna ayuda externa
alcanza a llegar.

¡Sólo usted puede salvarle la vida!

Antes de asistir al afectado/a, asegúrese de no poner en peligro su propia vida o la


de su equipo de rescate. Por ejemplo: peligros de electrocución o explosión.

La persona debe estar en una superficie dura, tumbada boca arriba y con las
extremidades extendidas (posición decúbito supino). Y tú de rodillas en un lateral.

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Si puedes, despéjale la zona del pecho, que se vea la piel. Que no te dé apuro, es
necesario sobre todo para colocar el desfibrilador y muy útil para realizar bien el
masaje. Busca el punto de compresión en la parte inferior del esternón (hueso
central que une las costillas en el pecho), a un par de dedos de su final.

Coloca el talón de una mano en ese punto y la otra encima entrelazando los
dedos. Solamente debe tocar el talón de una mano ya que cuanta menos
superficie haya apoyada mayor será la presión que puedas realizar. Ayúdate de la
mano superior para traccionar de los dedos de la de abajo y así forzar la mano
para que solo apoye el talón. Si llevas reloj, pulseras... es mejor que te las quites.
No es una posición cómoda. Hay personas que no pueden realizarla por
problemas en las articulaciones. Una vez colocadas las manos no las levantes
hasta que no finalices las 30 compresiones.

Extiende los brazos completamente y mantenlos rígidos, con hombros y codos


bloqueados. La fuerza de las compresiones debe provenir del movimiento del
torso desde la cadera no de los brazos. Colócalos perpendiculares al pecho de la
persona para poder aprovechar todo el peso del cuerpo.

El pecho debe bajar unos 4-5 cm. Es mucha fuerza la que debes aplicar para
comprimir el corazón que está bajo ese punto y que este bombee la sangre que
contiene al chocar con la columna. Se estima que hay que realizar 40 kilos de

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fuerza para bajar la distancia necesaria en un adulto de 70 kilos. Tras una
reanimación larga seguramente que alguna costilla se haya fisurado o roto, pero
no te preocupes ya que estás intentando salvarle la vida, sería un daño justificado.
En primeros auxilios prima la vida a las lesiones.

Debes permitir que el pecho vuelva a subir para que el corazón se descomprima y
vuelva a llenarse de sangre.

Técnica del masaje cardiaco

El ritmo ideal es de 100 compresiones por minuto. Hasta 120 es aceptable. Llevar
un buen ritmo quizás sea lo más complicado. Normalmente se hace más rápido de
la cuenta, al corazón no le da tiempo a llenarse y las compresiones no son
efectivas. Y si se va demasiado lento la sangre no llega al cerebro. A los que van
demasiado rápido se les aconseja contar "Y uno y dos y tres...", o "mil uno, mil
dos...", así se consigue un ritmo más exacto. Otra forma de practicar el ritmo es
con una canción.

Ventilaciones Boca a Boca

Tras las 30 compresiones se deben dar 2 insuflaciones boca a boca con el


objetivo de oxigenar la sangre y que las células cerebrales no mueran.

En el aire que respiramos hay un 21% de oxígeno y nuestro cuerpo solamente usa
una pequeña cantidad, por lo que al exhalarlo aún contiene un 16% de oxígeno,
por esto son efectivas las ventilaciones boca a boca. Aunque por supuesto es
mucho más eficaz poder oxigenar con aire puro o con oxígeno realizando una
RCP instrumental.

Realización de las ventilaciones

Las insuflaciones o ventilaciones las debes hacer a la vez que realizas la maniobra
frente-mentón (para abrir las vías aéreas), pinzando la nariz (para que el aire
insuflado no se escape por ella) y mirando hacia el pecho (para ver que se eleva).

Realiza una inspiración normal, luego sella bien tu boca con la de la persona e
insufla el aire suavemente hasta que el pecho se eleve, no más de un segundo (no
debes soplar mucho ni muy fuerte porque el aire se puede ir hacia el estómago y
provocar el vómito). Retira la boca para dejar salir el aire y comprueba que el
pecho baja. Vuelve a realizar otra ventilación.

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Si el pecho se eleva, las ventilaciones están siendo efectivas. Si no se eleva
puede que no estés realizando bien la maniobra o que las vías estén obstruidas.
Fíjate si hay algún objeto en la boca y si lo hubiera y puedes sácalo. Si sigue sin
entrar aire no des más ventilaciones, solo se deben realizar dos intentos de
ventilación e inmediatamente continuar con el masaje cardíaco. La parada para las
ventilaciones no debe ser superior a los 10 segundos.

Protección para el boca a boca

Con respecto al boca a boca suele surgir el temor de contagio de enfermedades


graves al entrar en contacto con fluidos corporales como la saliva y la sangre, pero
eso es muy poco probable. Aun así, para evitarlo existen unas protecciones que
se pueden llevar en un pequeño llavero. Es una lámina de plástico con un filtro
que se coloca sobre la boca de la persona y a través de ella insuflas el aire y no
deja que pasen fluidos hacia ti.

Aun teniendo esa protección es normal que exista rechazo a dar el boca a boca y
no estás obligado a realizarla, pero sí deberás realizar el masaje continuamente.
Pero ten en cuenta que casi el 60% de las PCR suceden en el hogar, o sea que
será un familiar o conocido al que le ha ocurrido y que la probabilidad de sobrevivir
es mucho mayor si realizas las ventilaciones.

En las recomendaciones de 2015 se fomenta que los rescatadores no entrenados


proporcionen compresiones torácicas continuamente sin insuflaciones. En el caso
de que la parada sea por causas cardiacas (que son la mayoría, un 78% según el
estudio OHSCAR) el oxígeno que sigue conteniendo la sangre es suficiente para
oxigenar el cerebro durante unos minutos mientras que llega la ayuda
especializada. Por esto también existe un protocolo de asistencia telefónica para
aquellas personas que no saben las maniobras en el que te dirán que aprietes
fuerte y rápido en el pecho y que no pares. Pero esto no será efectivo
transcurridos 3-4 minutos o en aquellas personas que hayan sufrido la PCR por
causas ventilatorias como asfixia o ahogamiento. En estos casos las ventilaciones
son totalmente necesarias.

Si hay dos socorristas, es recomendable que uno haga las compresiones y el otro
las ventilaciones. Y tras 2 minutos (5 ciclos de 30:2) se cambian las posiciones. Si
alguien ha conseguido un desfibrilador, se debe colocar y seguir las instrucciones.
Este sería el tercer eslabón de la cadena, y fundamental para la reanimación de la
persona con PCR.

La RCP debe continuar hasta que lleguen los medios sanitarios, hasta que
reaccione la persona o si estás agotado y no puedes más.

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Muchas víctimas de Parada Súbita Cardíaca (P.S.C.) pueden sobrevivir si quienes
presencian la parada actúan inmediatamente, mientras la Fibrilación Ventricular
(F.V.) está todavía presente.
El tratamiento óptimo de la F.V. es la Resucitación Cardiopulmonar (R.C.P.)
inmediata (ventilaciones de rescate y compresiones torácicas combinadas)
además de la desfibrilación eléctrica.

TALLER RCP

La
utilización
de un
desfibrilad
or será
realizado
solo por
personal
debidame
nte
capacitad

APLIQUE LO APRENDIDO
MANIOBRA DE HEIMLICH
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La Maniobra de Heimlich, llamada Compresión abdominal, es un procedimiento de
primeros auxilios para desobstruir el conducto respiratorio, normalmente
bloqueado por un trozo de alimento o cualquier otro objeto. Es una técnica efectiva
para salvar vidas en caso de asfixia por atragantamiento.

El atragantamiento se produce cuando un objeto o trozo de comida obstruye la vía


aérea y no deja que entre aire a los pulmones. Cuando esto ocurre, se debe
practicar la Maniobra de Heimlich dentro de los próximos cuatro minutos para
evitar que la persona muera por asfixia. ¿Cómo realizarla correctamente? ¿Cómo
reconocer una asfixia?

Cuando una persona se atraganta con un objeto o trozo de comida, comienza a


toser y la acción natural es llevarse las manos al cuello.

Adultos y niños

 Ubícate detrás de la persona y abrázala con una de tus manos empuñadas.

 Busca la zona justo en medio de las costillas y cubre tu mano empuñada


con la otra mano.

 Haz presión hacia adentro y hacia arriba con fuerza varias veces, hasta que
el elemento sea expulsado.

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 En el caso de niños mayores de un año, el movimiento debe ser el mismo,
pero con un poco menos de fuerza para evitar daños en las costillas.

Niños menores de un año

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 Toma al niño, gíralo y ponlo sobre tus rodillas.

 Con tu mano extendida dale cinco golpes fuertes en la espalda, justo entre
los omóplatos.

 Tómalo, gíralo y ponlo de espaldas sobre tus piernas y realiza cinco


compresiones en el tórax usando dos dedos.

 Abre la boca del niño y revisa si puedes ver el objeto. Si es así, retíralo con
tus dedos. Si no logras verlo, repite la maniobra hasta que el elemento sea
expulsado.

…y si estas solo….

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Lo que NO debes hacer

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Inhibir la tos: Es un mecanismo del organismo para expulsar el elemento. Si la
persona está tosiendo, significa que aún respira.

Dar agua: Si una persona se está asfixiando, no podrá beber agua ni ésta
ayudará a liberar el objeto.

Golpear la espalda a mayores de un año: Con el golpe se puede agravar el


cuadro, ya que el elemento que está en la vía aérea puede bajar y bloquearla aún
más.

Cómo prevenir

Niños

 Vigílalos permanentemente mientras estén jugando y no dejes a la


mano elementos pequeños que puedan introducir a su boca.
 Ten precaución al comprar juguetes para menores de 5 años.
 Córtales la comida en trozos pequeños y muele bien las papillas.
 No ingieras alimentos en trozos pequeños, ya que la reacción natural es
tragarlos y no masticarlos.

Adultos

 Evita reírte mientras tengas alimentos en la boca.


 En el caso de los adultos mayores que utilizan prótesis, es importante
verificar que esté correctamente fijada.

HEMORRAGIAS

Observe:

 Si sangra en forma continua, color rojo oscuro – Hemorragia Venosa.


 Si sangra a borbotones, color rojo claro – Hemorragia Arterial.
 Si sangra en forma pareja con pequeñas gotas – Hemorragia Capilar

Recomendaciones generales:

 Coloque a la víctima en posición horizontal.


 Coloque un apósito o paño limpio en el lugar que sangra.
 Comprima con sus manos durante 5 minutos el punto sangrante.
Detenga la sangre:

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 Hemorragia venosa: levante la pierna o el brazo herido y ligue bajo la
herida.
 Hemorragia arterial: Levante la pierna o el brazo herido y ligue sobre la
herida.
 Hemorragia capilar: Lave la zona que sangra con abundante agua,
cubra con un apósito o paño limpio y comprima por 5 minutos y aplique
un vendaje apretado.

TIPOS DE HEMORRAGIAS

Las hemorragias se pueden clasificar en función de dos criterios, además de las


clases ya vistas.

Según hacia el lugar donde se dirige la sangre perdida por los vasos:

 Hemorragias Externas
 Hemorragias Internas
 Hemorragias exteriorizadas

Según el tipo de vaso lesionado:

 Hemorragias arteriales
 Hemorragias venosas
 Hemorragias capilares

Hemorragias Externas, son aquellas en la que la sangre se vierte al exterior del


organismo a través de una herida; sólo en este tipo de hemorragias se puede
determinar de qué tipo de vaso procede la sangre.
Hemorragias arteriales, identificables porque la sangre es de un color rojo
brillantes (por la presencia de oxígeno) y sale a borbotones y de forma rítmica
(coincidiendo con el latido cardiaco). Si la arteria afectada es un vaso principal,
puede provocar una hemorragia muy grave en pocos minutos, causando incluso la
muerte del paciente. La circulación arterial es una circulación de alta presión, con
lo que la participación de las plaquetas en la Coagulación es casi imposible.

Hemorragias venosas, son más lentas y uniformes, de un color rojo oscuro por la
ausencia de oxígeno y fácilmente controlable, dado que el circuito venoso es un
circuito de baja presión. Las plaquetas participan activamente en el fenómeno de
la coagulación.

Hemorragias capilares, son una pérdida muy lenta de sangre. Son hemorragias
Superficiales o "en sabana” y no suelen requerir. técnicas especiales de
Hemostasia, dado que suelen cohibirse por sí mismas.

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Las hemorragias externas más importantes suelen producirse en las
extremidades, ya que son las partes del cuerpo más expuestas a traumatismos y
por donde los vasos circulan de forma más superficial.

En la actuación ante una gran hemorragia, lo más importante es controlar


continuamente los signos vitales y activar al Sistema de Emergencias.

PROTOCOLO DE HEMOSTASIA

El protocolo de Hemostasia o control de una hemorragia sigue unos pasos bien


definidos. En la mayoría de las ocasiones NO es necesario ponerlos todos en
práctica, pero si es de vital importancia guardar el orden entre ellos, en beneficio
de la víctima.

También es muy importante mantener informada a la víctima de todos los pasos


que vamos dando, de esta manera mantendremos la tranquilidad en ella. Estos
pasos son:

 Compresión directa, con una gasa o apósito estéril y habiendo tomado las
precauciones apropiadas (utilización de guantes, si es posible) se
presionará sobre el punto sangrante.
 Si es preciso, se cogerá otra gasa y se pondrá encima de la primera, sin
retirar esta, ya que se estaría arrastrando el coagulo que se hubiese
empezado a formar. Esta presión se mantendrá por un tiempo máximo de
10 minutos o hasta que cese la hemorragia, añadiendo cuantos apósitos
sean necesarios y sin retirar nunca ninguno de los que ya se hayan puesto.
 Si la hemorragia cesa, se aliviará la presión, se sujetarán los apósitos sin
retirar ninguno y se procederá al traslado a un Hospital. En caso de fractura
abierta NO se podrá realizar la compresión sobre la herida.

 Elevación del miembro, es un paso casi simultaneo al anterior. Si la herida


sangrante se encuentra en una extremidad y no existe sospecha de
traumatismo que lo impida (una fractura, etc.) se elevará por encima del
nivel del corazón, manteniendo la presión directa.
 Vendaje compresivo, se creará lo que se denomina una férula con material
inmovilizador que tengamos a nuestro alcance o con una venda elástica
apretada sobre las gasas puestas en la compresión directa. NO se trata de
cortar el riego sanguíneo y NO ES UN TORNIQUETE; se trata del
mantenimiento de una presión constante sobre el foco de la hemorragia.
 Punto de compresión arterial, este método SOLO se realizará en las
hemorragias en extremidades y SOLO si las técnicas anteriores no han sido
efectivas y no ha cesado la misma. Consiste en localizar la arteria principal
del brazo (arteria humeral) o la arteria principal de la pierna (arteria femoral)
y presionar sobre la misma, consiguiendo una reducción importante (no

25
eliminación) del aporte sanguíneo, pero manteniendo el retorno venoso. La
presión en los puntos de compresión arterial se podrá llevar a cabo siempre
que la herida se encuentre por debajo de los mismos, es decir, en las
extremidades superiores, hemorragias localizadas en el antebrazo o en el
tercio inferior del brazo; en las extremidades inferiores, en hemorragias
localizadas por debajo del tercio superior del muslo.
 La arteria humeral se puede localizar en su trayecto por el brazo a la altura
del húmero, por debajo del músculo bíceps. Se presionará con dos dedos y
con fuerza en la cara interna del brazo, por debajo del músculo y
presionando hacia el hueso. La arteria femoral se comprime a la altura de la
ingle, en la cara interna del muslo y utilizaremos el canto de la mano, los
nudillos o el talón de la mano, presionando en dirección al fémur. Hay que
tener en cuenta también que ambas maniobras de compresión son
dolorosas y, en el caso de la compresión femoral, además, resulta agresiva
para la intimidad de la víctima. Por ello es muy importante explicar el
procedimiento y mantener informado al paciente, procurando tranquilizarle.
 Hemorragias Internas, son pérdidas de sangre de los vasos hacia el
exterior, pero se producen en el interior del organismo, por lo que no son
visibles al exterior del cuerpo.

Es importante atender a los grupos que pueden hacer que sospechemos la


existencia de
las mismas, como la presencia de sintamos de shock sin causa aparente; además
se
sospechará en:

 Un traumatismo producido en un accidente violento


 Heridas por arma de fuego o electrocuciones
 Fracturas de fémur o pelvis
 Traumatismo abdominal, torácico o craneal

La actuación ante la sospecha de una hemorragia interna será:

 Tranquilizar al paciente
 Control de los signos vitales (inicio de RCP, si es preciso)
 Poner al herido tumbado boca arriba, si las lesiones lo permiten, y con los
pies algo más elevados que la cabeza (posición de Trendelemburg)
 Aflojarle toda la ropa que puede comprimir (cinturón, botón pantalón,
corbata, etc.) con el fin de ayudar al resto de la circulación.
 Arropar al paciente para evitar la pérdida de calor corporal.
 Activar al Sistema de Emergencias para un traslado urgente a un Centro
Sanitario.

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Hemorragias exteriorizadas, son hemorragias internas que fluyen al exterior del
organismo a través de los orificios del cuerpo: oídos, nariz, boca, ano y genitales.

Según el orificio por donde se exterioricen, se denominan de diferente manera:

Hemorragias por el oído: Se denominan OTORRAGIA y es cuando la pérdida de


sangre es abundante y ha ido precedida de un traumatismo en la cabeza, el origen
de la hemorragia suele ser la fractura de la base del cráneo y, en ocasiones, se
acompaña de líquido cefalorraquideo. En este caso NUNCA se debe detener la
hemorragia, dado que es un mecanismo de defensa del organismo ante la
elevación de la presión intracraneal. Se debe facilitar su salida en posición lateral
de seguridad con el oído sangrante hacia abajo y manteniendo el eje cabeza-
cuello-columna en bloque, de lo contrario, la sangre acumulada en la cavidad
craneal comprimiría la masa encefálica, provocando lesiones irreversibles en el
cerebro. Se deben mantener controladas las constantes vitales.

Hemorragias nasales: Se denominan EPIXTASIS y su origen puede ser de


diverso orden. Pueden ser producidas por un golpe directo en la misma o por el
desgaste de la mucosa nasal. Este tipo de hemorragias es fácilmente controlable.
La actuación en este caso se dirigirá a tranquilizar a la persona y a presionar la
fosa nasal sangrante contra el propio tabique nasal y mantener esta presión
durante 5 minutos. Se inclinará la cabeza ligeramente hacia adelante, con el fin de
evitar la aspiración de coágulos o de la propia sangre. A los 5 minutos se aliviará
la presión para comprobar si la hemorragia ha cesado. De no ser así, se llevará a
cabo un taponamiento de la fosa nasal afectada con una gasa empapada en agua
oxigenada, manteniendo la presión contra el tabique y dejando un trozo de la gasa
fuera del orificio para facilitar su posterior retirada. Si en otros 5 minutos no cede la
hemorragia, se procederá a evacuar a un Centro Sanitario. Las epixtasis pueden
aparecer también como consecuencia de otras patologías como hipertensión
arterial (HTA) en las que será un signo. Cuando las epixtasis son producidas por la
consecuencia de una fractura de cráneo, se procederá como en las otorragias, NO
se taponará y se dejará fluir, porque además puede ir acompañada de líquido
cefalorraquideo.

Hemorragias por la boca: Las hemorragias internas exteriorizadas por la boca se


presentan en forma de tos o vómitos. Tienen dos orígenes diferentes, respiratorio
o digestivo, y es muy importante distinguirlas; pueden derivarse de traumatismos
torácicos o abdominales (respectivamente) o bien como consecuencia de otras
patologías previas. Las hemorragias procedentes del aparato digestivo se
denomina HEMATEMESIS y se manifiesta en forma de vómito precedido de
nauseas. Tiene aspecto de sangre oscura con restos de alimentos y maloliente.
En este caso se deberá colocar a la persona afectada en posición lateral de
seguridad con las piernas flexionadas (posición fetal) vigilando las constantes
vitales y procurando su traslado urgente.

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Hemorragias anales: Cuando la hemorragia tiene su origen el aparato digestivo,
se denomina MELENAS. Tienen un color negruzco y son altamente malolientes.
Cuando su origen lo tiene en el recto se denomina RECTORRAGIA y se presenta
como sangre roja. En ambos casos se procurará un traslado urgente.

Hemorragias vaginales: La hemorragia exteriorizada por la vagina se denomina


METRORRAGIA y hay que diferenciarla de la menstruación normal de la mujer en
edad fértil. Cuando existe un sangrado excesivo sin causa aparente, se colocará
un apósito sobre la vagina y se deberá evacuar de forma urgente tumbada boca
arriba y con los pies cruzados NO debiendo introducir ningún objeto o apósito en
el interior de la vagina. Cuando la mujer se encuentra en estado de gestación, la
aparición de una hemorragia es un síntoma sospechoso de la necesidad de
traslado urgente. Durante las primeras semanas del embarazo puede ser un signo
de embarazo ectópico (óvulo fecundado e implantado fuera del útero) o signo de
aborto. En las últimas fases de gestación, puede ser síntoma de abrupción de la
placenta (desprendimiento prematuro de ésta de la pared uterina) o bien de
placenta previa (la placenta se ha desarrollado sobre el cuello del útero).

Torniquete

El torniquete es una medida sumamente agresiva y que presenta una multitud de


contraindicaciones, efectos nocivos y, mal utilizado, puede provocar la muerte de
la víctima. Sólo se aplicará en casos MUY EXCEPCIONALES Y SOLO EN
EXTREMIDADES.

El torniquete es un dispositivo que corta TODA la circulación sanguínea a la


extremidad en la que se haya puesto. Esta falta de aporte sanguíneo conlleva la
falta de oxigenación de todos los tejidos que se encuentren por debajo del nivel
donde se haya colocado. Por la falta de oxígeno, se produce la muerte de los
tejidos y la formación de toxinas por la necrosis y trombos por la acumulación
plaquetaria. Un torniquete puede, cuando menos, significar la pérdida del miembro
donde se haya colocado; por ello, y por el peligro que supone para la vida el
retorno por vía venosa de las toxinas y trombos producidos, es por lo que se
tendrá mucho cuidado su utilización.
SOLO se utilizará en los siguientes casos:

 Grandes Catástrofes. Situaciones vitales sobresaturadas y/o cuando el


número de heridos sobrepase en mucho, sin remedio a corto plazo, el
número de sanitarios.
 Cuando exista una situación de Riesgo Vital. Cuando exista una
situación en la que la hemorragia continúe siendo una gran hemorragia una
vez aplicado el protocolo de Hemostasia previo, paso a paso; pueda
significar la perdida de la vida del paciente y no se espere la llegada de

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ayuda pronto o no sea posible la evacuación a un Centro de urgencias en
un plazo corto de tiempo.
 Ante un herido con síndrome de aplastamiento y antes de retirar el
objeto que comprime la extremidad. En este caso estamos ante lo que
podríamos denominar un “torniquete natural”. Si el objeto es de gran peso y
tamaño y la extremidad se haya aplastada se utiliza para evitar toxinas que
se han empezado a liberar lleguen al torrente sanguíneo por retorno
venoso.
 En casos de amputaciones traumáticas, sólo si existe una gran
hemorragia y siempre que el protocolo falle. Como norma general se
preparará, pero no se hará efectivo hasta el último momento (no se iniciará
la presión si no es necesario) Por lo dicho, hay que ser muy prudente en la
utilización del torniquete. Y si se toma la decisión de utilizar esta técnica, es
indispensable realizarla correctamente.

Para realizar un torniquete efectivo es necesario proceder de la siguiente manera:

 Sólo se realizará en las extremidades, en la parte que sólo consta de un


hueso, brazo (húmero) o muslo (fémur).
 Se debe realizar por encima del foco de la hemorragia y lo más cercana
posible a ella.
 Se utilizará una cinta ancha de 7 a 10 cm. y de material no elástico. La cinta
dará dos vueltas alrededor de la extremidad y se realizará un primer nudo
sencillo.
 Sobre este nudo se aplicará un objeto alargado y consistente (palo corto,
etc.) horizontalmente, que se fijará con otros dos nudos simples.
 Se girará el objeto alargado hasta conseguir que cese la hemorragia,
manteniendo la presión controlada.
 Se fijarán los extremos del objeto alargado a la extremidad con el fin de
evitar que gire en sentido contrario y afloje la presión.
 Es imprescindible anotar la HORA EXACTA y LUGAR de aplicación del
torniquete y prendiendo al paciente en un lugar visible.
 NUNCA se deberá aflojar o retirar el torniquete, excepto por personal
facultativo.
 Arropar al paciente y adoptar medidas para prevenir el shock

SHOCK

El shock es un estado en el que entra el cuerpo cuando no recibe aporte suficiente


de sangre a los tejidos y, por tanto, no llega el oxígeno necesario a los órganos

29
para que éstos realicen sus funciones. Como resultado se produce un fallo
multiorgánico.

Es una afección potencialmente mortal que se presenta cuando el cuerpo no está


recibiendo un flujo de sangre suficiente. La falta de flujo de sangre significa que las
células y órganos no reciben suficiente oxígeno y nutrientes para funcionar
apropiadamente. Muchos órganos pueden dañarse como resultado de esto.

El aporte de oxígeno está directamente relacionado con el contenido de oxígeno


arterial (saturación de oxígeno y concentración de hemoglobina) y el gasto
cardíaco (volumen sistólico y frecuencia cardíaca).

Clasificación

Atendiendo a sus causas de producción de shock, podemos diferenciar entre


aquellos que se producen por una disminución del volumen de sangre
(hipovolémico) y aquellos que mantienen un volumen normal de sangre
(normovolémico).

Shock Hipovolémico. Derivado de la pérdida del volumen sanguíneo, causado


por:

 Hemorragias
 Quemaduras (lesiones por calor)
 Deshidratación (diarrea y vómitos)

Shock Normovolémico. Producido por una detención de la circulación sanguínea


(shock cardiogénico) por un aumento de la capacidad de los vasos sanguíneos lo
que origina una disminución o pérdida de la presión necesaria para que la sangre
llegue a oxigenar los tejidos. Como ejemplos:

 Shock séptico, producido por infecciones (heridas, quemaduras, etc.)


 Shock neurogénico, producido por dolor intenso (traumatismos en general)
 Shock tóxico, producido por intoxicaciones (alcohol, etc.)
 Shock anafiláctico, producido por un colapso en los sistemas de
compensación de sustancias extrañas, ajenas al organismo y contras las
que se desarrolla una alergia (medicación, picaduras, etc.)

Todo esto quiere decir que cualquier tipo de lesión, si no es tratada


adecuadamente, pueden derivar en un estado de shock del herido
Signos y síntomas

Independientemente del tipo de Shock frente al que no encontremos y de sus


causas, básicamente todos cursan con los mismos síntomas.

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 Piel pálida, fría y húmeda, retraso del relleno capilar.
 Sudoración abundante y densa (diaforesis), generalmente en manos, pies,
cara y pecho.
 Sed, debilidad y sensación de muerte próxima.
 Alteración de la conciencia progresiva: ¿Consciente? ¿Orientado?
¿Agitación? ¿Confusión? ¿Somnolencia? ¿Inconsciencia?
 Disnea con aumento de la frecuencia respiratoria, respiración acelerada y
superficial.
 Pulso acelerado (taquicardia) y caída de tensión arterial. En pacientes
ancianos no suele presentarse este síntoma.

En el shock anafiláctico, además, pueden presentarse síntomas como:

 Cefalea, eritema facial y calor.


 Picor en las palmas de las manos.
 Sensación de cuerpo extraño en la garganta. Ruidos al respirar producidos
por un edema de glotis.
 Opresión torácica.

Conducta a seguir

La actuación debe dirigirse, principalmente, a tratar la causa de que ha producido


el shock, siempre que sea posible. Por norma general se actuará atendiendo a los
siguientes pasos:

 Tranquilizar al paciente, manteniéndole informado en todo momento.


 Control de las constantes vitales. Se iniciará protocolo de RCP si existe
parada cardiorrespiratoria.
 Tratar las lesiones, si es posible.
 Aflojar todo aquello que oprima el cuerpo para facilitar la circulación
sanguínea.
 Colocar al paciente en posición Trendelemburg (piernas a un nivel
ligeramente superior al de la cabeza). NO se procederá con este paso si
existe sospecha de Hemorragia Interna.
 Cubrir al paciente con una manta para evitar la pérdida de calor corporal,
sobre todo si se trata de un niño.
 Se procurará traslado urgente a un Centro Hospitalario, vigilando siempre
las constantes vitales, pues la evolución normal del shock es empeorar
hasta un estado de COMA.

Abordamos la clasificación y manifestación clínica de sus cinco tipos:

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Shock hipovolémico: La hipovolemia aguda es la causa más frecuente de shock
en la infancia. Se produce por una pérdida de líquidos del espacio intravascular
secundaria a una ingesta inadecuada o a pérdidas excesivas (vómitos y diarrea,
pérdida de sangre, síndromes de fuga capilar o pérdidas renales patológicas de
líquidos). La reducción del volumen sanguíneo disminuye la precarga, el volumen
sistólico y el gasto cardíaco. El shock hipovolémico produce un aumento de la
actividad simpático-suprarrenal, lo que incrementa la frecuencia cardíaca y mejora
la contractilidad miocárdica. La constricción de arteriolas y vasos de capacitancia
mediada neuro hormonalmente mantiene la presión arterial, aumenta el retorno
venoso al corazón para mejorar la precarga y redistribuye el flujo sanguíneo desde
órganos no vitales hacia órganos vitales. Si el shock hipovolémico no se trata, el
aumento de la frecuencia cardíaca puede alterar el flujo sanguíneo coronario y el
llenado ventricular, mientras que el aumento de la resistencia vascular sistémica
incrementa el consumo de oxígeno del miocardio, lo que a su vez empeora la
función miocárdica. En última instancia, la intensa vasoconstricción sistémica y la
hipovolemia producen una isquemia tisular, lo que altera el metabolismo celular y
libera potentes mediadores vasoactivos de las células lesionadas. Las citocinas y
otros péptidos vasoactivos pueden cambiar la contractilidad miocárdica y el tono
vascular, y promover la liberación de otros mediadores de la inflamación que
aumentan la permeabilidad capilar y alteran aún más la función de los órganos.

Shock distributivo: Las anomalías de la distribución del flujo sanguíneo pueden


producir profundas alteraciones de la perfusión tisular, incluso en presencia de un
gasto cardíaco normal o elevado. Esta mala distribución del flujo suele deberse a
anomalías del tono vascular. El shock séptico es el tipo de shock distributivo más
frecuente en los niños. Otras causas son la anafilaxia, las lesiones neurológicas y
algunos fármacos. E l shock distributivo puede manifestarse con un síndrome de
respuesta inflamatoria sistémica (SRIS), que se define como la presencia de dos o
más de los siguientes criterios: temperatura superior a 38°C o inferior a 36°C,
frecuencia cardíaca superior a 90 latidos/min o más de dos desviaciones estándar
por encima de lo normal para la edad.

Shock cardiogénico: se produce por una anomalía de la función miocárdica y se


manifiesta como una disminución de la contractilidad miocárdica y del gasto
cardíaco, con mala perfusión tisular. Los mecanismos de compensación pueden
contribuir a que el shock aumente por la mayor disminución de la función cardíaca.
Las respuestas vasoconstrictoras neurohormonales aumentan la poscarga y
añaden trabajo al ventrículo insuficiente. La taquicardia puede alterar el flujo
sanguíneo coronario, lo que disminuye el aporte de oxígeno al miocardio. El
aumento del volumen sanguíneo central ocasionado por la retención de agua y
sodio, y por el vaciamiento incompleto de los ventrículos durante la sístole,
produce un aumento de volumen y de presión en el ventrículo izquierdo, lo que
altera el flujo sanguíneo subendocárdico. Cuando los mecanismos de
compensación se superan, en el ventrículo izquierdo insuficiente aumentan el
volumen y la presión telediastólicos ventriculares, lo que incrementa la presión

32
auricular izquierda, con el consiguiente edema pulmonar. Esta secuencia también
contribuye a la insuficiencia ventricular derecha por aumento de la presión arterial
pulmonar y de la poscarga ventricular derecha. Los niños con una cardiopatía
congénita pueden presentar un shock cardiogénico primario.

Shock obstructivo: se debe a una obstrucción mecánica del flujo de salida


ventricular. Entre sus causas se encuentran las lesiones congénitas, como la
coartación de la aorta, el cayado aórtico interrumpido y la estenosis valvular
aórtica grave, además de ciertas afecciones adquiridas (p. ej., miocardiopatía
hipertrófica). Cuando un recién nacido presenta un shock, deben considerarse las
posibles lesiones obstructivas.

Shock disociativo: se refiere a las situaciones en que, con una perfusión tisular
normal, las células no son capaces de utilizar el oxígeno porque la hemoglobina
tiene una afinidad anómala por él, lo que impide su liberación a los tejidos.

QUÉ HACER EN CASO DE SHOCK.

PRIMEROS AUXILIOS

Diversas situaciones pueden provocar que nuestros órganos no reciban el oxígeno


que necesitan, haciendo que entremos en estado de shock.

Lo ideal es tratar el problema antes de entrar en shock, pero si la víctima cuando


es atendida ya está en ese estado, las acciones en primeros auxilios han de ir
dirigidas a ayudar al sistema circulatorio a que pueda llegar sangre a todos los
órganos, para oxigenarlos hasta que llegue la ayuda médica avanzada. Una rápida
actuación puede salvar la vida del afectado. Para ello esto es lo que debemos
hacer en caso de shock:

 En primer lugar, se debe avisar a los servicios de emergencias,


proporcionando datos precisos y concisos de la víctima y su situación.
 Si la persona está inconsciente, se examina la respiración y la circulación y,
de ser necesario, se comienza a realizar las maniobras de reanimación
cardiopulmonar.
 Examinar al accidentado: valorar si puede tener una lesión en la columna,
cabeza o cuello, en cuyo caso no se le debe mover. Si se descartan estas
lesiones y la persona está consciente, se procede a ponerla en posición de
shock, esto es, boca arriba (sin la cabeza levantada) y con las piernas
levantadas aproximadamente 30 centímetros. Con esto ayudaremos a que
la sangre retorne de las extremidades al corazón y al cerebro.
 Observar si el afectado tiene heridas u otras lesiones, ya que puede que
esté perdiendo sangre y en ese caso lo necesario será cortar la hemorragia
y administrar los primeros auxilios correspondientes.

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 La persona debe estar cómoda, sin ropa ajustada que pueda molestar, y
mantenerlo caliente. Lo apropiado es taparlo con una manta o ropas.
 Valorar su estado general cada cinco minutos por si empeora.
 Puede que el accidentado vomite o tenga muchas secreciones bucales, en
este caso se le gira la cabeza hacia un lado, por supuesto siempre que no
se sospeche de lesión de columna, en cuyo caso se debe girar el cuerpo
entero en bloque, como una unidad.
 No dar nada de beber ni comer a la víctima de un shock.
 Es importe que no se levante ni deambule sola, mantener la posición de
shock.
 No dudar al llamar al servicio de emergencias ni esperar a que la situación
se agrave.
 No abandonar al accidentado, permanecer a su lado valorando
constantemente su estado hasta que los servicios de emergencia acudan.

QUEMADURAS

Es una lesión provocada en el organismo por agente externo, normalmente en


forma de calor intenso. Conviene saber que también puede afectar a otras zonas
no visibles del organismo. Hay que tener máximo cuidado y especial
autoprotección con el agente causante de la misma, pues también puede
afectarnos a nosotros.

Clasificación.

Según su profundidad:

 Quemaduras de PRIMER GRADO: Son quemaduras que afectan


únicamente a la capa más externa de la piel: la epidermis. Provocan un
enrojecimiento de la zona (eritema) y son lesiones muy dolorosas.
 Quemaduras de SEGUNDO GRADO: La lesión afecta a capas más
profundas, dermis y epidermis, creando una ampolla (flictena) que contiene
un líquido claro en su interior (plasma), exudado de los capilares afectados.
Estas quemaduras también son muy dolorosas.
 Quemaduras de TERCER GRADO: Afectan a todas las capas de la piel,
epidermis, dermis e hipodermis, y pueden afectar a tejidos más internos,
como músculos, vasos sanguíneos, nervios, etc. Se caracterizan por la
aparición de una escara de color negruzco. Este tipo de quemaduras no
son dolorosas, dado que, al destruirse las terminaciones nerviosas
nociceptivas, la zona suele estar “anestesiada”.

Según el Agente Causante:

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 Térmicas, Son las quemaduras producidas por la acción directa del calor,
el sol, el fuego, líquidos calientes, etc.
 Químicas Causticaciones. Producidas por agentes químicos de tipo
corrosivo: ácidos (sulfúrico, clorhídrico, etc.) o bases (sosa, potasa, etc.)
 Eléctricas. Producidas por instalaciones eléctricas de alta y baja tensión o
bien por formas naturales como los rayos. Su manifestación más grave es
la electrocución.

Trataremos sólo las producidas por productos químicos de tipo corrosivo.

En contacto con la piel: Retirar la ropa que haya resultado impregnada, para
evitar el contacto del acústico con la piel de la víctima. Arrastrar el corrosivo con
agua abundante, durante 15-20 minutos y en el mismo lugar del accidente,
siempre que sea posible. Hay que tratar después como el resto de las
quemaduras. Cubrir y trasladar, que siempre se hará en un Transporte Sanitario
adecuado.

Si se produce en los ojos: Lavar con agua abundante durante un mínimo de 20


minutos, cuidando siempre de que el agua residual no entre en contacto con el ojo
“sano”, en su caso. Cubrir ambos ojos con apósitos limpios. Trasladar
urgentemente con cualquier medio a un Centro de Urgencias.

Complicaciones y gravedad de las quemaduras

Los factores de los que depende la gravedad de una quemadura son


principalmente:

 Profundidad, condiciona la cicatrización posterior y la afectación de otras


estructuras internas. Su apreciación es, en ocasiones, difícil.
 Extensión, el peligro de muerte por quemaduras es directamente
proporcional a la superficie quemada, por la gran pérdida de líquidos que
conlleva.
 Localización, cara, manos, pies, orificios naturales, genitales.
 Riesgo de infección.
 Edad, las edades extremas (niños y ancianos) son factores de mal
pronóstico.
 Compromiso de la función respiratoria, inhalación de humos o gases
tóxicos.
 Patologías previas, enfermedades cardiovasculares, alcoholismo, etc.
 Recomendaciones generales de conducta a seguir.
 Hay que separar a la víctima de del agente agresor.
 Es necesario detener la progresión de la quemadura, cubrir con paños
estériles empapados en suero fisiológico frío o, en su defecto, agua fría.

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 Como norma general no se debe quitar la ropa a la víctima, sobre todo si
ésta se encuentra adherida a la piel. Como excepción, en las quemaduras
químicas, el daño a la piel es proporcional a la duración de la exposición y a
la concertación del agente causante. Por lo tanto, se aconseja quitar las
ropas, evitar el contacto directo y lavar con gran cantidad de agua a chorro.
 Valorar el estado general de la víctima y asegurar el mantenimiento de las
constantes vitales.
 Evitar el uso de remedios caseros como ungüentos, cremas, pomadas,
aceites, etc. porque son difíciles de eliminar y dificultan la valoración médica
posterior.
 Evitar el contacto directo de nuestras manos con la quemadura, ya que
deben ser previamente desinfectadas.
 Preservar la superficie quemada de agentes contaminantes en las
maniobras de traslado. Para ello es conveniente cubrir la zona afectada con
apósitos estériles gruesos y paños metálicos isotérmicos estériles, los
cuales, además previenen la hipotermia que se produce frecuentemente en
grandes quemados.
 Cubrir a la víctima con una manta isotérmica (tipo Sirius) y en el caso de
carecer de este sistema, utilizar una sábana limpia como aislamiento sin
que entre en contacto con la piel.
 En las quemaduras de 2º grado, NO pinchar las ampollas, dado que son la
mejor defensa contra la infección.
 Retirar anillos, pulseras, relojes, para evitar que estrangulen las zonas
correspondientes por la inflamación.
 Si la persona está ardiendo, se debe procurar evitar que corra presa del
pánico, hay que apagar las llamas con una manta o similar.
 Los pacientes con quemaduras en la cara presentan rápidamente edema,
pueden manifestarse complicaciones respiratorias. Hay que tenerlo en
cuenta, se deben mantener abiertas las vías respiratorias y administrar
oxigeno por mascarilla en caso de dificultad respiratoria.
 Procurar siempre el traslado a un centro Hospitalario adecuado lo antes
posible.

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FRACTURAS

Una fractura es la pérdida de continuidad de un hueso, el cual estará en un punto


roto
parcial o totalmente; este punto se denomina foco de fractura.

Las causas de las fracturas son múltiples:

 Un impacto de una fuerza externa sobre el hueso puede sobrepasar su


resistencia.
 También un movimiento poderoso y brusco de la musculatura puede
arrancar un fragmento óseo.
 A veces múltiples traumatismos repetidos pueden causar una fractura por
fatiga, sin que sea necesariamente ninguno de ellos un traumatismo
poderoso.
 En ocasiones, la resistencia del hueso esta disminuida, como en el caso de
las personas que sufren osteoporosis o pérdida de masa ósea orgánica.

Signos y Síntomas de las Fracturas

 Inflamación, Rubor, calor, tumor y dolor.


 Deformidad ósea, el hueso pierde su eje y su forma habitual.

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 Impotencia funcional, el paciente no puede mover los músculos que se
insertan en los fragmentos porque producen desplazamiento de la fractura y
no el movimiento esperado.
 Crepitación, es la sensación al tacto y a veces el ruido que se produce al
manipular los fragmentos, parecido a un crujido. NO debemos buscar este
signo a propósito, por la posibilidad de originar nuevas lesiones.
 Movilidad anormal, el hueso se mueve por donde no existe articulación.

Clasificación de las Fracturas

Las fracturas tienen diversos criterios de clasificación, de ahí que se las asigne un
“apellido” a cada fractura; algunos de estos son:

Fracturas abiertas, son aquellas en las que el foco de fractura está en contacto
con el exterior, es decir, existe una herida en la piel que permite llegar hasta el
hueso desde el exterior. Se producen, principalmente, siguiendo dos mecanismos:

 El objeto que produce la fractura del hueso es el que produce la herida


(p.ej.: un traumatismo producido por un hacha produce una herida y fractura
el hueso que queda por debajo de la piel).
 El hueso se fractura primero por cualquier mecanismo y, al desplazarse los
fragmentos óseos, rompen la piel en un estallido de tejidos desde dentro
hacia fuera.

Las fracturas abiertas son difíciles de tratar y presentan complicaciones


específicas. La infección está casi asegurada y puede progresar al hueso, creando
una infección de difícil tratamiento denominada osteomielitis.

Fracturas cerradas, son las opuestas a las anteriores, no existe discontinuidad de


la piel, no existe herida y, por lo tanto, no se tiene acceso al hueso desde el
exterior. Tienen un mejor
pronóstico que las fracturas abiertas y es más fácil su tratamiento.

Fracturas múltiples, Se denominan así aquellas fracturas en las que la rotura ha


producido más de dos fragmentos.

Fracturas Alineada/No Alineada, Esta es una subclase de fracturas


desplazadas; las Alineadas, a pesar de su desplazamiento, mantienen el mismo
eje entre los fragmentos. Los No Alineadas forman un ángulo entre sus
fragmentos.

Conducta a seguir
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Ante una fractura, sea del tipo que sea, lo primero que tenemos que tener en
cuenta es que cualquier manipulación del miembro causará mayores daños de los
que ya existen; por lo tanto, NUNCA deberemos intentar reducir una fractura,
reducir una fractura significa recolocar los fragmentos rotos y dejarlos en su
posición anatómica inicial, es decir, en la posición que tenía el hueso antes de la
fractura.

 Tranquilizar al paciente y valorar el tipo de lesión y posibles complicaciones.


 NO mover al accidentado a no ser que sea imprescindible (riesgos
añadidos del accidente, incendio, derrumbamiento, etc.,)
 Retirar anillos pulseras relojes y objetos que sean susceptibles de oprimir
con la inflamación.
 Explorar movilidad, sensibilidad y pulsos.
 Inmovilizar el foco de la fractura y las articulaciones adyacentes evitando
movimientos bruscos y sin tratar de reducir la fractura.
 Procurar el traslado urgente a un centro sanitario con las extremidades
elevadas, si es posible.
 En el caso de las fracturas abiertas, tratar la posible hemorragia y la herida,
cubriéndola con apósitos estériles antes de proceder a su inmovilización.
Recordar NO REALIZAR COMPRESION DIRECTA en este caso.
 Proteger al paciente de la pérdida de calor, vigilar constantes y prevenir el
shock.

TALLER DE INMOVILIZACIÓN

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TRAUMATISMO CRANEO-ENCEFALICO

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Se denominan así a aquellos que afectan al cráneo y/o cerebro. Puede haber
alteración cerebral sin alteración óseo craneal. Este traumatismo es grave debido
a que el cráneo deja un espacio muy reducido a la exposición de los tejidos, lo que
produce un aumento de la presión intracraneal, provocando lesiones irreversibles
en el cerebro.

Clasificación

Conmoción, presenta afectación neurológica poco grave y transitoria. Presenta


una disminución del nivel de consciencia que puede llegar a la pérdida de
conocimiento y a la amnesia parcial de los hechos ocurridos.

Contusión, presenta una afectación neurológica más grave, afectando al nivel de


consciencia en distinto grado: pupilas no reactivas a la luz, en ocasiones
hemiplejia (parálisis de un lado del cuerpo), son debidas a microhemorragias y a
edema en el cerebro.

Hematomas cerebrales, afectación neurológica grave, producida por hemorragias


en el cerebro; los síntomas que presentan son; náuseas, vómitos, respiración
irregular y apnea. Las pupilas del mismo lado de la lesión están midriáticas y no
reactivas a la luz, afectando al nivel de consciencia (coma).

Fractura de cráneo, puede acompañarse de graves lesiones intracraneales,


depresión e inestabilidad del cráneo a la palpación y la hemorragia que se
produce, puede exteriorizarse por oídos y nariz, acompañándose de líquido
cefalorraquideo y producir hematoma alrededor de los ojos (hematomas
periorbitarios u “ojos de mapache”)

Conducta a seguir

 Valoración de las constantes vitales y si el paciente presenta cualquier


alteración de estas (consciencia, frecuencia cardiaca, respiración, etc.)
 Control de las hemorragias externas.
 Observar cualquier alteración de la postura natural de las extremidades, sin
que existan signos evidentes de traumatismos.
 Vigilar si las pupilas presentan cualquier resultado distinto a lo normal.
 Explorar cualquier deformidad o hemorragia por la cabeza.

Traumatismo vertebro-medular. Son aquellos traumatismos que afectan a la


columna vertebral y/o a la médula espinal. Al igual que en el traumatismo
craneoencefálico, no es
necesario la afectación de la columna vertebral para que pueda existir una lesión
medular; son muy graves, ya que pueden producir parálisis y perdida de
sensibilidad del cuerpo por debajo del lugar, pudiendo provocar paraplejia,

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tetraplejia y hasta la muerte del paciente por afectación de centros nerviosos
centrales.

Las causas de estos traumatismos son muy diversas entre los que podemos
destacar accidentes de tráfico, accidentes de buceo, precipitaciones, traumatismos
por aceleraciones y desaceleraciones bruscas, etc.

Conducta a seguir

Todo paciente con un traumatismo de los señalados anteriormente se trata como


si tuviera lesión medular, hasta que se demuestre lo contrario.

 Antes de cambiar de postura al paciente se deben explorar las constantes


vitales y palpar con mucho cuidado la parte posterior de la columna en
busca de deformidades o puntos dolorosos.
 NUNCA se moverá a un paciente que presente sospechas de lesiones
medulares.

En el caso de estar tumbado en el suelo boca abajo:

 Se debe poner al paciente en decúbito supino.


 Movilizarlo como si fuese un solo bloque.
 Evitar movimientos bruscos o descompensados.
 El primer auxiliador fijará el cuello y la cabeza mientras el otro gira con una
mano en pelvis y otra en tórax.
 El primero deberá acompañar este giro; el giro deberá realizarse
acompasado y al mismo tiempo, NUNCA mover si estamos solos.

Si usted sospecha que hay una lesión en la espalda o el cuello (columna


vertebral), no mueva a la persona afectada. Puede resultar en parálisis
permanente y otras complicaciones graves.

Suponga que una persona tiene una lesión en la columna vertebral si:

 Hay evidencia de un traumatismo craneal con un cambio continuo en el


nivel de conciencia de la persona
 La persona se queja de dolor intenso en el cuello o la espalda
 Una lesión ha ejercido una fuerza considerable en la espalda o la cabeza
 La persona se queja de debilidad, entumecimiento o parálisis o falta de
control de sus extremidades, vejiga o intestinos
 El cuello o el cuerpo están torcidos o posicionados de manera extraña

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Si sospechas que alguien tiene una lesión en la columna vertebral:

 Busca ayuda. Llame al servicio de emergencia médica.


 Mantén a la persona inmóvil. Coloca toallas pesadas o sábanas enrolladas
a ambos lados del cuello o sostén la cabeza y el cuello para evitar el
movimiento.
 Evita mover la cabeza o el cuello. Proporciona primeros auxilios en la
mayor medida posible sin mover la cabeza o el cuello de la persona. Si la
persona no muestra signos de circulación (respiración, tos o movimiento),
comienza la reanimación cardiopulmonar (RCP), pero no inclines la cabeza
hacia atrás para abrir las vías respiratorias. Usa los dedos para agarrar
suavemente la mandíbula y levantarla hacia adelante. Si la persona no
tiene pulso, comienza las compresiones torácicas.
 No quites el casco. Si la persona está usando un casco, no se lo quites. Si
necesitas acceder a las vías respiratorias, debes quitar la máscara
protectora de un casco de fútbol americano.
 No des vuelta a una persona sin ayuda. Si tienes que voltear a la persona
porque está vomitando, asfixiándose con sangre o porque tienes que
asegurarte de que aún respira, necesitas al menos a otra persona. Uno
debe ubicarse en la cabeza y el otro a lo largo del costado de la persona
lesionada. Trabajen juntos para mantener la cabeza, el cuello y la espalda
de la persona alineados mientras se la coloca de costado.

CONTUSIÓN (golpe)

Lave y aplique una compresa fría.

Herida contusa:

Producida por golpes (tablas, piedras, palos, etc.). Estas heridas presentan bordes
irregulares y saneamientos leves que provocan un hematoma (chichón) y moretón.

Recomendaciones:

 Lave con agua fría


 Retire cuerpos extraños que no estén incrustados
 Cubra con apósito o paño limpio.
 Heridas erosionadas:
 Son los pequeños arañazos superficiales producidos por objetos limpios, en
este caso solo lave y aplique apósito o paño limpio.
 Si la herida está en contacto con el agua y es pequeña, utilice un parche
curita.

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 Si la herida se ha producido como consecuencia de una caída, debe lavar
con agua, limpiar y desinfectar, luego cubrir con un paño limpio.

Heridas punzantes:

Es producida por objetos con punta (palillos, clavos tijeras, etc.). En este caso:

 Lave la herida con agua corriente.


 Cubra con apósito estéril o paño limpio.
 Aplique tela adhesiva o vendaje de contención.
 Envíe a un Centro Asistencial

Heridas cortantes:

Es producida por cuchillos, vidrios, latas, etc.

 Lave la herida con agua corriente.


 Si presenta hemorragia conténgala con un apósito estéril o paño limpio
presionando durante 5 minutos.
 No retire el coágulo y cubra con otro apósito encima del anterior.
 Envíe a un Centro Asistencial

LUXACIONES

Afectan directamente a las articulaciones. Generalmente se producen por


movimientos fuertes. El hueso se corre o se sale de su articulación.

 Trátelas como fractura.


 Aplique apósito y vendaje de inmovilización.
 Inmovilice la parte lesionada con tablillas (tablas, diarios, revistas, etc.).
 Traslade a un Centro Asistencial.

ESGUINCES

Afectan a ligamentos y articulaciones. Provoca el desgarro o estirón de los


ligamentos.

 Calme el dolor aplicando una compresa fría inmediatamente.


 Aplique vendaje de inmovilización.
 Traslade a un Centro Asistencial.

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ELECTROCUCIONES.

Definimos el riesgo eléctrico como la posibilidad de circulación de la corriente a


través del cuerpo humano, siendo para ello necesario que el cuerpo humano sea
conductor, que pueda formar parte del circuito y que exista una diferencia de
tensiones entre dos puntos de contacto. Debido a que la electricidad es el tipo de
energía más utilizada, a veces caemos en la despreocupación olvidándonos de las
mínimas medidas de prevención en su uso.

El riesgo eléctrico puede producir daños sobre las personas (paro cardiaco,
respiratoria, etc.) y sobre los bienes, debido al riesgo asociado de incendios y
explosiones. Se asocian a lesiones muy graves.

Factores de Riesgo

Dentro de los factores técnicos mencionaremos los siguientes:

Intensidad de la corriente que pasa por el cuerpo humano: Se ha demostrado


experimentalmente que es la intensidad (amperios) que atraviesa el cuerpo
humano y no la tensión (voltaje) la que puede ocasionar lesiones debido al
accidente eléctrico.

A partir de 1 mA (miliamperio) de corriente alterna ya se comienza a percibir


hormigueo. Y que, hasta intensidades de 10 mA del mismo tiempo de corriente, la
persona aún es capaz de soltar un conductor.

Tiempo de exposición al riesgo: No podemos hablar de valores de intensidad


sin relacionarlos con el tiempo de paso por el cuerpo humano. De esta forma, para
cada intensidad de corriente se establecen, según el tiempo de contacto, tres
niveles:

 Nivel de Seguridad, abarca desde la mínima percepción de corriente hasta


el momento en que no es posible soltarse voluntariamente del conductor.
En dicho periodo no se produce afectación cardiaca ni nerviosa.
 Nivel de intensidad soportable, se produce aumento de la presión
sanguínea y alteraciones del ritmo cardiaco, pudiéndose llegar a parada
cardiaca reversible. Además, el nivel de consciencia va disminuyendo
llegándose al coma por encima de 50 mA.
 Nivel de intensidad insoportable, estado de coma persistente y parada
cardiaca. Recorrido de la corriente eléctrica por el cuerpo humano: Las
consecuencias del contacto dependerán de los órganos del cuerpo humano
que atraviese la corriente.
 Las mayores lesiones se producen cuando la corriente circula en las
siguientes direcciones:
a. Mano izquierda - Pie derecho.

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b. Mano derecha - Pie izquierdo.
c. Manos – Cabeza
d. Mano derecha - Tórax (corazón) - Mano Izquierda
e. Pie derecho - Pie izquierdo

Naturaleza de la corriente: Diferenciamos entre corriente alterna y corriente


continua.

 Corriente alterna, su característica fundamental es la frecuencia, de tal


modo que esa alternancia en el sistema cardiaco y nervioso produce
espasmos, convulsiones y alteraciones del sistema cardiaco.

 Corriente continua, suele actuar por calentamiento y generalmente no es


tan peligrosa como la alterna, si bien puede inducir riesgo de embolia y
muerte.

 Resistencia eléctrica: Entre los factores determinantes tenemos la edad el


sexo, las tasas de alcohol en sangre, el estado de la superficie de contacto
(humedad, suciedad, etc.), la presión de contacto, etc. El valor máximo de
resistencia se establece en 3.000 Ohmios y el mínimo en 500 Ohmios. La
piel seca tiene una gran resistencia, del orden de 4.000 Ohmios para la
corriente alterna. En el caso de la piel húmeda se reducen los niveles de
resistencia hasta 1.500 Ohmios, con lo que sólo con 100 V la intensidad
que atraviesa el organismo puede producir la muerte. La sudoración
también es un factor que puede disminuir la resistencia de la piel.

La resistencia en el interior del organismo es, en general, 1.000 veces


menor que la de la piel, siendo menor para la corriente alterna. En el interior
del organismo la resistencia disminuye en proporción directa a la cantidad
de agua que presenta los distintos tejidos; así, de mayor a menor
resistencia tenemos los huesos, el tendón, la grasa, la piel, los músculos, la
sangre y los nervios.

 Tensión aplicada: Definimos la “tensión de contacto” como la diferencia


potencial que pueda resultar aplicada entre la mano y el pie de una persona
que toque con aquella una masa o elemento sin tensión. En ausencia de
contacto con elementos aislantes, aumenta la tensión de contacto y se
favorece el paso de la corriente. Las tensiones más peligrosas son, para la
corriente continua, las cercanas a 500 V, y para la corriente alterna las
próximas a 300 V.

Conducta a seguir

Lo que NO se debe hacer:

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 Tocar a la víctima mientras se esté en contacto con la fuente de
electricidad.
 Utilizar materiales conductores o húmedos para apartar un cable.
 Intentar apartar un cable de mediana o alta tensión que haya caído cerca
de una casa o cualquier lugar.

Lo que se debe hacer es:

 Cortar la corriente, desconectando el automático antes de tocar a la víctima.


 Si esto no es posible, aislarnos con palos, cuerdas, etc. sin tocar a la
víctima directamente.
 Prever la caída de la víctima que estuviera pegada a un cable.
 Comprobar las constantes vitales e iniciar R.C.P. y mantener las maniobras
hasta la llegada de los Servicios de Emergencia.
 Poner sobre las quemaduras un apósito limpio o estéril.
 Poner bajo vigilancia médica a toda víctima que hubiese recibido una fuerte
descarga eléctrica, incluso si no presenta trastornos inmediatos o presenta
una simple conmoción; estos pueden aparecer más tarde.

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