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La Necropsia Del Ganado Porcino
La Necropsia Del Ganado Porcino
el ganado porcino
diagnóstico anatomopatológico
y toma de muestras
Joaquim Segalés
Mariano Domingo
La necropsia en
el ganado porcino
diagnóstico anatomopatológico
y toma de muestras
Joaquim Segalés
Mariano Domingo
La necropsia en
el ganado porcino
diagnóstico anatomopatológico
y toma de muestras
Índice
Agradecimientos ........................................................................................................... 7 Evaluación macroscópica
Prólogo ........................................................................................................................................................... 8
de las vísceras
Piel ........................................................................................................................................................................................ 46
Prefacio ......................................................................................................................................................... 9 Tejido subcutáneo .......................................................................................................................................................... 52
Aparato respiratorio ..................................................................................................................................................... 54
Aparato digestivo ........................................................................................................................................................... 64
Hígado ................................................................................................................................................................................. 80
Sistema cardiovascular .................................................................................................................................................. 84
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La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Agradecimientos
Agradecimientos
La mayoría de las imágenes utilizadas en el presente libro corresponden a la colección de dia-
positivas e imágenes digitales de la Unidad Docente de Histología y Anatomía Patológica de la
Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona. Nuestro agradecimiento a
una difícil labor de colección realizada en los últimos 20 años.
Nuestro más sincero agradecimiento a otras instituciones y otros profesionales que, desinte-
resadamente, han prestado algunas imágenes para poder ilustrar lesiones cuya inclusión creí-
mos importante:
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La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Prólogo
Prólogo Prefacio
La necropsia es una herramienta diagnóstica de gran valor para el control de muchas enfer- El objetivo de la presente obra es acercar, tanto al estudiante como al veterinario especialista
medades por parte de los profesionales veterinarios. en cerdos una metodología básica en el marco de los estudios diagnósticos, como es la necrop-
sia. Hemos intentado ilustrar detalladamente las distintas acciones que se deben realizar duran-
Sin embargo, apenas existen en veterinaria especialistas en necropsias tal y como ocurre en
te la necropsia en combinación con una explicación teórica de la misma.
medicina humana, lo que hace que en muchas ocasiones esta técnica se realice de forma pre-
cipitada y sin método, desaprovechando el valor diagnóstico de este procedimiento. Asimismo, creemos que, conjuntamente con la necropsia, un punto de vital importancia es la
interpretación y categorización de las lesiones que se observan en los distintos órganos y sis-
Desde Boehringer Ingelheim, cumpliendo con nuestro compromiso de ofrecer soluciones con-
temas. La correcta interpretación de aquello que vemos nos permite orientar, confirmar o des-
cretas a problemas específicos, esperamos que este Manual le resulte útil para la realización de
cartar el diagnóstico clínico previamente establecido. Definitivamente, las imágenes han sido, son
necropsias sistemáticas, completas y rápidas en su trabajo diario.
y serán un componente básico en la formación en anatomía patológica y, por tanto, del veteri-
Nuestro más sincero agradecimiento a los Autores de esta obra. nario entre cuyas tareas se encuentre la realización de necropsias.
Definitivamente ¡una imagen vale más que mil palabras! Esperamos que la presente obra os sea
de utilidad para vuestro trabajo.
Los autores
Bellaterra (Barcelona), Octubre de 2003
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La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Introducción
Introducción
El objetivo de esta obra es presentar los trol para evaluar los diferentes tratamientos a especies de producción, realicen las
procedimientos básicos para proceder a la establecidos en el colectivo. necropsias de modo frecuente. De aquí el
realización de la necropsia y su interpreta- interés en unificar criterios de valor en el
ción en el cerdo. • La necropsia permite avanzar en el
diagnóstico anatomopatológico y de pro-
conocimiento de la enfermedad, en rela-
ción a la patogenia de las lesiones produci- gresar en el conocimiento de enfermeda-
En todos los casos, cuando se realiza una
das, y su asociación con agentes etiológicos des a través de las lesiones macroscópicas
necropsia se intentará responder a la pre-
concretos. que se puedan observar.
gunta de cuál ha sido la causa de muerte en
el animal. Obviamente, eso supone plantear Ha de tenerse en cuenta que la realización
una serie de objetivos:
• En estudios jurídicos y peritajes, la necrop- de una necropsia aporta una serie de datos
sia es un elemento importante en la realiza-
ción de un dictamen final por parte de los macroscópicos que nos orientan sobre la
• Sistema de autocontrol del clínico; la enfermedad que padecía el animal, y nos
necropsia permite conocer, en algunos estamentos jurídicos.
permite establecer un diagnóstico diferencial
casos, si el diagnóstico clínico es el correcto. En el caso de la medicina humana, la reali- con las enfermedades que cursan con lesio-
• En la práctica diaria, conocer la causa de zación de necropsias está restringida a los nes concretas. En la mayoría de los casos
muerte de un animal permite establecer médicos especializados (médicos anato- estos datos no permiten establecer un diag-
medidas terapéuticas o preventivas para el mopatólogos forenses), mientras que en nóstico etiológico y aún menos asegurar la
colectivo del cual procede. Igualmente, la medicina veterinaria es habitual que los eficacia de la instauración de un determina-
necropsia puede ser una medida útil de con- profesionales, especialmente los dedicados do tratamiento en el resto del rebaño.
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La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Técnica de necropsia en el cerdo
Técnica de necropsia
en el cerdo
La realización de una necropsia no supone • Necropsia completa; hay que evitar dejar El esquema general de una necropsia tiene
grandes complicaciones en general; de partes u órganos del animal sin examinar. que incluir los siguientes pasos:
todas las maneras, si se quieren establecer Probablemente esta es la parte que, con 1. Preparación y examen externo del cadáver.
conclusiones válidas, se necesita proceder cierta frecuencia, no se realiza adecuada-
en un determinado orden y de acuerdo mente, existiendo una gran tendencia a la 2. Apertura del cadáver.
con un método. realización de “necropsias parciales”.
3. Estudio de los órganos
De hecho, existen diferentes procedimien- En términos generales, la búsqueda de lesio- de la cavidad abdominal.
tos para hacer una necropsia, aunque todos nes de manera preconcebida es perjudicial
compartan factores comunes; 4. Estudio de los órganos
cuando se trata de valorar los resultados de
una necropsia; habitualmente el prosector se de la cavidad torácica.
• Necropsia sistemática; hace falta utilizar un precipita en la realización de la necropsia, 5. Estudio de la cabeza.
sistema, y aplicarlo de la misma manera en
todos los casos. extrayendo inicialmente los órganos que
cree que han de estar afectados, prescin- 6. Estudio de los nódulos linfáticos
• Necropsia ordenada; es necesario seguir diendo del resto. y de la médula ósea.
un orden en su realización. 7. Estudio del aparato locomotor
(huesos, articulaciones y músculos).
A continuación se describe con detalle la
técnica de necropsia en el cerdo.
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La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Técnica de necropsia en el cerdo
Preparación y examen
externo del cadáver
Inicialmente es necesario constatar el grado
y extensión de los cambios cadavéricos, los
cuales nos darán una información aproxima-
da del tiempo transcurrido desde la muerte
del animal y, sobre todo, del estado de des-
composición del cadáver. Los cadáveres en
estado avanzado de autoslisis –Fig. 1– no
suelen ofrecer mucha información y pueden
inducir a confusión cuando se tenga que
establecer el diagnóstico macroscópico
(resulta difícil determinar si se trata de cam-
bios debidos a la enfermedad o bien al pro-
ceso de autolisis). La muestra considerada
ideal es el cerdo vivo, en el cual podemos
observar la sintomatología clínica que pre-
senta (da una idea de si se trata de un ani-
mal representativo del problema de la gran-
ja o no). Además, es posible extraer sangre Fig. 1
para determinar algún parámetro sérico o Estado avanzado de autolisis (manchas de color verde oscuro en abdomen) en un lechón recién nacido.
sanguíneo –Fig. 2–. Para la necropsia, se pro-
cedería a la eutanasia y al sangrado inmedia-
to del animal –Fig. 3–.
Según las directivas 93/119/CEE y
86/609/CEE, tanto los animales de abasto
como los utilizados para experimentación u
otros fines científicos deben ser sacrificados
utilizando un método que no cause dolor ni
sufrimiento. El método de eutanasia reco-
mendado para cerdos es la administración
de una sobredosis de pentobarbital sódico
(80 mg/kg) por vía parenteral (intravenosa o
intraperitoneal). Los cerdos sacrificados por
este sistema no se deben destinar al consu-
mo bajo ningún concepto.
Fig. 2 Fig. 3
Extracción de sangre de la Vena Cava Anterior en un cerdo de transición. Sangrado del animal con el objeto de que la sangre no interfiera en la interpretación lesional.
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La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Técnica de necropsia en el cerdo
Fig. 5 Fig. 6
Coloración verdosa abdominal característica de un animal autolítico. El examen externo del cadáver permite valorar el estado de carnes del animal y la existencia de lesiones cutáneas.
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La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Técnica de necropsia en el cerdo
La colocación del animal puede variar. Gene- Para cerdos de engorde y adultos, es prefe-
ralmente se utiliza la posición en decúbito rible la posición en decúbito lateral; en este
supino para animales jóvenes (lactantes o de caso, se apoya el animal sobre el lado dere-
transición). En esta posición, al realizar cortes cho y se eliminan las extremidades posterior
en la región axilar y en la articulación coxo- y anterior del lado izquierdo –Figs. 9 y 10–.
femoral las extremidades reposarán directa-
mente sobre la mesa o el suelo –Figs. 7A y
7B–, mantieniéndose el cadáver estable en
esta posición –Fig. 8–.
Fig. 9
Extremidades anterior y posterior izquierdas cortadas durante una necropsia con el animal en decúbito lateral.
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La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Técnica de necropsia en el cerdo
Apertura
del cadáver
La apertura de las cavidades dependerá A
directamente de la posición en la cual se
realice la necropsia.
En animales en decúbito supino, inicialmente
se realizan dos cortes sobre la piel y el teji-
do subcutáneo en forma de triángulo
siguiendo la proyección de la mandíbula
–Figs. 11A y 11B–. Posteriormente, se reali-
za una incisión hasta la entrada del tórax,
donde con el mismo instrumento de corte,
se secciona la zona cartilaginosa de las cos-
tillas dejando al descubierto toda la caja
torácica –Fig. 12–. Siguiendo el corte, tam-
bién se procede a la apertura de la cavidad
abdominal hasta el pubis –Fig. 13–.
Fig. 16
Finalmente se corta desde el pubis en dirección a las vértebras lumbosacras.
Fig. 19 Fig. 20
Extracción del epiplón conjuntamente con el bazo. Ligadura doble a la altura del ligamento duodenocólico (aproximadamente 10 cm desde el píloro).
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La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Técnica de necropsia en el cerdo
A continuación, se realiza una ligadura a nivel tuando presión sobre la vesícula biliar (la bilis La vesícula biliar se abre longitudinalmente y Antes de extraer el aparato urogenital se han
del cardias –Fig. 25– y se extraen el hígado, tiene que fluir y salir hacia el duodeno) –Fig. también se realiza una incisión en su pared de extraer las glándulas adrenales (alargadas,
el estómago y duodeno (después de seccio- 27–. Posteriormente se separan el estóma- (se valora la presencia de edema) –Fig. 29–. de color marrón y adheridas a la parte medial
nar el esófago, la vena cava y la arteria aorta go (que se abre desde el píloro por la cur- del polo craneal de los riñones) –Fig. 30–.
a la altura del diafragma) –Fig. 26–. Se abre vatura mayor, valorando la presencia de
el duodeno y se comprueba que no existe úlceras y edema en la pared) –Fig. 28– y el
obstrucción del conducto colédoco efec- duodeno, del hígado.
Fig. 25 Fig. 26
Ligadura simple a la altura del cardias. Hígado, estómago y parte del duodeno una vez ya extraídos.
Se separan los riñones lateralmente de la ser necesario retirar la parte ventral de la orina longitudinalmente continuando el
grasa perirrenal, seccionando la vena y la pelvis). Se debe proceder a la apertura corte a lo largo de la uretra –Fig. 35–.
arteria renal. Se retira el riñón hacia la pel- longitudinal de los riñones, por el borde En el macho es necesario seccionar sagital-
vis unido al uréter correspondiente –Fig. medial, hasta el hilio –Fig. 33–. Se separa la mente los testículos –Fig. 36– y valorar la
31–. Se extraen los riñones conjuntamen- cápsula conjuntiva de los riñones (decap- próstata y glándulas accesorias, y en la hem-
te con la vejiga de la orina y el aparato sulación) –Fig. 34– y se abren los uréteres bra se debe abrir la vagina, útero y realizar un
genital –Fig. 32– (en algunos casos puede desde la pelvis renal. Se abre la vejiga de la corte sagital en los ovarios –Fig. 37–.
Fig. 34 Fig. 35
Decapsulación del riñón. Apertura longitudinal de la vejiga urinaria.
Fig. 32
Conjunto formado por los riñones, vejiga urinaria y aparato genital extraídos conjuntamente.
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La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Técnica de necropsia en el cerdo
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La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Técnica de necropsia en el cerdo
Fig. 43 Fig. 45
El esófago se separa de la tráquea dejándolo sujeto únicamente por su posición más craneal a la laringe. Entrada de la glotis una vez cortado el anillo faríngeo que,
a la vez, pone al descubierto las tonsilas (flechas).
B
Fig. 44 Fig. 46
Apertura longitudinal del esófago. Apertura de laringe y tráquea (A) y de los bronquios (B).
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La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Técnica de necropsia en el cerdo
Fig. 47
Glándula tiroides, situada en la zona craneal de la tráquea (flechas).
Fig. 49 Fig. 48
Test de flotación del pulmón en un líquido acuoso. El pulmón normal debe flotar. Los nódulos linfáticos cervicales craneales, medios y caudales se observan como una cadena en el arco mandibular hacia la escápula.
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La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Técnica de necropsia en el cerdo
Estudio de la cabeza
Es necesario separar la cabeza del cadáver
mediante una incisión ventral en la articula-
ción atlantooccipital –Fig. 50–. Se aparta la
musculatura de los temporales y se procede
a la apertura de la caja craneana: se hace un
corte coronal sobre el techo del cráneo, a la
altura del ángulo lateral del ojo, y dos cortes
laterales por encima de los cóndilos del
occipital y dirigidos hacia los extremos del
corte coronal –Fig. 51–. Una vez realizados
estos cortes, ya se puede levantar la tapa del
cráneo –Fig. 52– y se separa la duramadre
(paquimeninge) –Fig. 53–.
Fig. 51 Fig. 52
Líneas de corte en los huesos craneanos para la apertura de la cavidad craneal. Cortes marcados anteriormente ya realizados. Nótese la presencia de la duramadre cubriendo el
encéfalo.
Fig. 50 Fig. 53
Apertura de la articulación atlantooccipital con el objeto de separar la cabeza del cuerpo. Misma foto anterior una vez se ha eliminado la duramadre.
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Fig. 56
Punto de corte para la valoración de los cornetes nasales. El nivel al que se encuentra el primer premolar suele coincidir con la comisura labial.
Fig. 58 Fig. 59
Nódulos linfáticos inguinales superficiales. Es importante la valoración del tamaño, color y consistencia de los mismos. Fémur fracturado con el objeto de estudiar la médula ósea.
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La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Técnica de necropsia en el cerdo
Estudio del
aparato locomotor
Con tal de comprobar el estado de minera-
lización de los huesos, se rompe una costilla,
una vez seccionados los músculos intercosta-
les a ambos lados de su inserción –Fig. 60–.
Se abren todas las articulaciones de las
extremidades –Fig. 61–, teniendo en cuenta
la presencia de contenidos anormales.Tam-
bién es necesario seccionar longitudinal-
mente diferentes músculos esqueléticos
–Fig. 62–. En casos de cojeras unilaterales de
extremidades es importante valorar el esta-
do del nervio ciático –Fig. 63–.
Fig. 60
La rotura de una costilla permite valorar el grado de mineralización general del esqueleto.
Evaluación
macroscópica
de vísceras
En todos los casos es fundamental conocer
la historia clínica precisa para establecer el
diagnóstico. La evaluación macroscópica no
es mas que otra herramienta que nos
puede ayudar al diagnóstico final del proce-
so patológico que hemos detectado en un
animal o un grupo de animales.
De la misma forma que la necropsia se ha
de hacer de forma ordenada, sistemática y
completa, en el examen individualizado de
los órganos se tiene que proceder de la
misma forma. A continuación se presenta,
de manera general, un protocolo de evalua-
ción de los diferentes órganos, sistemas y
aparatos del cerdo.
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La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Evaluación macroscópica de vísceras
Piel
En la piel se describe la lesión observada
teniendo en cuenta:
• Distribución (simétrica, asimétrica, genera-
lizada, localizada).
• Forma.
• Consistencia (dura, blanda, normal).
• Cambios de color (palidez, ictericia, cia-
nosis, verde –habitualmente en el abdomen
Fig. 66
y suele ser indicador de autolisis–, hemorrá-
gico, oscuro –generalmente en caso de Necrosis de la punta de las orejas asociada a la forma sistémica del mal rojo
(infección por Erysipelothrix rhusiopathiae).
necrosis–).
• Proliferación (se estudia si la lesión sobre-
sale o si está deprimida con respecto al nivel
normal de la superficie de la piel. Por tanto,
es fundamental realizar una palpación de la
zona afectada). Fig. 64
En la mayor parte de los casos las lesiones Dermatitis pustular generalizada de causa no determinada.
cutáneas de los cerdos suelen ser inflamato-
rias (dermatitis –Figs. 64 y 65–), abscedifi-
cantes (presencia de abscesos) o necroti-
zantes –Figs. 66 y 67– (necrosis producidas
por inflamación y necrosis de los vasos de la
dermis (origen sistémico), o bien por conta-
minación de heridas por microorganismos
ambientales en la piel).
Necrosis multifocal
generalizada de la piel
asociada a vasculitis
necrotizante sistémica
(síndrome de dermatitis
y nefropatía porcina).
Fig. 65 Fig. 67
Dermatitis papular generalizada asociada a picaduras de insectos.
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La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Evaluación macroscópica de vísceras
Cianosis
Zonas periféricas Difusa
–Fig. 73–
Ptiriasis rosada
Vientre y extremidades Multifocal a difusa
–Fig. 74–
Fig. 68 Epidermitis exudativa crónica
Cabeza y tronco Multifocal
Lesiones proliferativas en la piel de distintas zonas del cuerpo en un caso de dermatosis vegetans. –Fig. 75–
Epidermitis exudativa aguda
Todo el cuerpo Difusa
–Fig. 76–
Sarna sarcóptica
Todo el cuerpo Difusa
–Fig. 77–
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La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Evaluación macroscópica de vísceras
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La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Evaluación macroscópica de vísceras
Tejido subcutáneo
Se puede apreciar la existencia de edema
–Fig. 78– (generalizando – en este caso
hablamos de anasarca – o localizado), hemo-
rragias –Fig. 79–, hematomas, áreas necróti-
cas, nódulos, abscesos –Fig. 80–, etc.
Fig. 79
Hemorragias subcutáneas asociadas a una infección por el virus de la peste porcina clásica.
Fig. 78 Fig. 80
Edema subcutáneo muy marcado en un proceso septicémico. Absceso subcutáneo-muscular asociado a una contaminación bacteriana durante la aplicación de un producto inyectable.
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La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Evaluación macroscópica de vísceras
total expansión del pulmón (atelectasia fetal), o alveolar). En algunos casos también se obser- lares (distensión de los tabiques interlobulillares
Pulmón • Anomalías congénitas. La más habitual • Atelectasia. Colapso del pulmón por falta en animales de cualquier edad por causas va la presencia de aire a nivel subpleural for- por líquido),y alveolar cuando afecta a los alvé-
es la melanosis maculosa –Fig. 86–, consisten- de aire en el interior del parénquima pulmonar.
La patología pulmonar es, juntamente con la te en la presencia de manchas negras en la Puede afectar difusamente a todo el pulmón diversas (atelectasia adquirida) –Fig. 88–. mando bullas (enfisema bulloso –Fig. 89–). olos, observable como un aumento generali-
superficie pulmonar debidas a la migración (suele ser atelectasia fetal –Fig. 87–, es decir, zado del volumen del pulmón (pulmón “acam-
digestiva, causa de grandes pérdidas econó-
aberrante de melanocitos hacia el parénquima cerdos nacidos muertos que no han respira-
• Enfisema. Cúmulo de aire en los tabi- • Trastornos circulatorios. Hemorragias
panado”) con una pleura brillante, y con pre-
micas en el sector porcino. Destacaremos ques interlobulillares (enfisema intersticial) o –Fig. 90–, trombosis, infartos y edema. El
diferentes tipos de alteraciones patológicas: pulmonar durante el período embrionario. do) o focalmente (habitual en animales muy sencia de líquido espumoso en la tráquea y los
en el parénquima pulmonar debido a la rup- edema puede ser intersticial –Fig. 91– cuando
jóvenes en los cuales todavía no se ha dado la bronquios. El edema alveolar suele acompa-
tura de los tabiques interalveolares (enfisema afecta a los tabiques interlobulares e interlobe-
ñarse de congestión pulmonar –Fig. 92–.
Neumonía granulomatosa –Fig. 97–: conso- Neumonía intersticial –Figs. 98 y 99–: incre-
lidación pulmonar en forma de nódulos de mento del grosor de los tabiques interalveo-
tamaño muy variable, caracterizados por la lares y presencia de exudado inflamatorio
presencia de material caseoso y/o necrótico. formado por células mononucleares (inflama-
Microscópicamente su aspecto es diverso ción no purulenta). Macroscópicamente, el
según la causa de la lesión, pudiendo encon- pulmón puede tener un aspecto normal, o
trarse macrófagos, células epitelioides y célu- bien presentar zonas ligeramente más oscu-
las gigantes. ras por toda su extensión (que da lugar a la
expresión “en tablero de ajedrez”). Las neu-
Hay una forma especial de neumonía granu-
monías intersticiales son frecuentes y suelen
lomatosa que es aquélla causada por parási-
asociarse a infecciones víricas (virus del PRRS,
tos. Se describe como una neumonía vermi-
circovirus porcino tipo 2, coronavirus respira-
nosa y en el cerdo su distribución suele ser
torio porcino, etc.).
multifocal por todo el pulmón.
Fig. 98
Patrón lobulillar marcado en un pulmón con ausencia de colapso pulmonar (neumonía intersticial).
Fig. 97 Fig. 99
Formación de granulomas en el parénquima pulmonar (neumonía granulomatosa) en un caso de tuberculosis. Corte transversal del mismo pulmón, observando idéntico patrón lobulillar y edema intersticial.
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La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Evaluación macroscópica de vísceras
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La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Evaluación macroscópica de vísceras
Faringe y esófago
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La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Evaluación macroscópica de vísceras
Estómago A
En el estómago se describen:
• Inflamaciones (gastritis).
Gastritis catarral: se observa contenido
líquido en el estómago. De hecho no se evi-
dencia ninguna lesión macroscópica. Se
suele asociar a infecciones víricas (virus de la
gastroenteritis transmisible, virus de la ence-
falomielitis hemaglutinante, etc.). Se trata de
una lesión cuya caracterización es básica-
mente microscópica. Fig. 110
Gastritis fibrino-necrotizante o difteroide: B Hemorragia difusa en la pars fúndica del estómago (gastritis
hemorrágica).
presencia de fibrina en la superficie de la
mucosa gástrica, dispuesta como una capa
muy adherida sobre ésta –Fig. 109A–. Se
suele asociar a trastornos circulatorios, espe-
cialmente fenómenos de vasculitis y trombo-
sis de vasos. Frecuentemente se dan fenó-
menos de necrosis de extensión diversa
(desde confinada sólo a la zona fúndica hasta
difusa) en la mucosa gástrica. Es una lesión
muy poco usual en el ganado porcino, y
generalmente se asocia a infecciones fúngicas
(gastritis micótica, –Fig. 109B–). Es muy fre-
cuente que las lesiones asociadas a hongos
se localicen en la región del cardias, a ambos
lados de la pars esofágica.
Gastritis hemorrágica –Fig. 110–: se observa
la presencia de hemorragias en la mucosa
gástrica. Se suele asociar a intoxicaciones
diversas (arsénico, zinc, cadmio, ciertas plan-
Fig. 108 Fig. 109
tas, etc.). Es muy rara en el cerdo.
Edema de la pared del estómago tras realizar un corte en un caso de enfermedad de los edemas. Presencia de material fibrinoso y necrótico en la superficie de la mucosa del píloro en un caso de salmonelosis gastrointestinal (A).
Material necrótico situado a ambos lados de la pars esofágica. El análisis microscópico confirma la presencia de hifas fúngicas (gastritis
micótica) (B).
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La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Evaluación macroscópica de vísceras
Úlcera gástrica: habitualmente situada en la gástrica es la paraqueratosis –Fig. 115– de la a marcada formación de tejido de granula-
pars esofágica del estómago –Figs. 111, 112, porción esofágica. En caso de una úlcera ción en la cual, frecuentemente, los bordes
113 y 114–. Se trata de un proceso de etio- activa se suele encontrar sangre digerida en de la lesión se encuentran hemorrágicos. En
logía multifactorial. En la tabla 2 se resumen el interior del estómago o del intestino. La los casos más extremos se pueden dar, debi-
los factores de riesgo asociados a la presen- forma crónica de la úlcera gástrica se carac- do a la cicatrización de la pars esofágica, la
cia de la úlcera gástrica en la pars esofágica. teriza por un hundimiento irregular de la total oclusión del esófago a su entrada en el Tabla 2. Factores de riesgo asociados con ulceración
de la pars esofágica del estómago en el cerdo.
Se considera que la fase inicial de la úlcera mucosa de la pars esofágica, con moderada estómago –Fig. 116–. (Fuente: Friendship, 1999; Gastric Ulcers, En: Diseases of Swine,
Iowa State University Press, 685-594).
Ligeras erosiones de la mucosa situadas en los márgenes verticales (flechas) de la pars esofágica Úlcera gástrica de la pars esofágica del estómago con presencia de restos de sangre digerida
del estómago. (de color negruzco).
Enteritis hemorrágica –Fig. 128–: se caracte- Ileítis proliferativa –Figs. 129, 130 y 131–: veces es visible incluso en la serosa). Este nales conocidos con los nombres de: ente-
riza por la presencia de sangre o contenido consiste en un aumento muy marcado del tipo de lesión se asocia a la infección por ropatía hemorrágica proliferativa (segunda
sanguinolento en el interior del intestino del- grosor de la pared intestinal, básicamente Lawsonia intracellularis, una bacteria intracelu- forma más frecuente de la infección por
gado,aumentando el grosor de la pared,y por debido a una proliferación intensa de criptas lar que se encuentra en la parte apical del L. intracellularis, que afecta especialmente a
la necrosis masiva de la mucosa intestinal. Se intestinales inmaduras. Cuando la lesión es citoplasma de las células de las criptas intes- animales adultos jóvenes), enteritis necrótica
asocia a bacterias de alta patogenicidad (Clos- muy marcada, la imagen macroscópica del tinales. La lesión básica proliferativa se cono- e ileítis regional. Estas dos últimas formas se
tridium perfringens tipo C en lechones duran- íleon recuerda a las circunvoluciones cere- ce con el nombre de adenomatosis intesti- consideran muy esporádicas.
te la primera semana de vida y algunas cepas brales, de manera que se habla de aspecto nal porcina. Esta forma básica se puede
de Escherichia coli β-hemolíticas que provo- cerebriforme de la mucosa (este aspecto a complicar dando lugar a otros cuadros lesio-
can colibacilosis post-destete).
Fig. 129
Engrosamiento muy evidente de la pared del íleon con aspecto cerebriforme de la serosa
intestinal en un caso de adenomatosis intestinal porcina.
Tiflo-colitis catarral –Fig. 132–: es el diag- suele asociar a infecciones de bacterias de del intestino grueso. Se observa un aumen- Tiflo-colitis ulcerativa-necrotizante –Figs. 134
nóstico anatomopatológico utilizado para mediana virulencia (caso de la espiroquetosis to del grosor de la pared del ciego y colon, y 135–: caracterizada por la presencia de
designar alteraciones digestivas del intestino intestinal porcina causada por Brachyspira pilo- con hemorragias de extensión variable en la erosiones y/o úlceras de la mucosa del ciego
grueso que cursan con un contenido pastoso sicoli) y a alteraciones del intestino grueso de mucosa. Se suele asociar a infecciones bac- y del colon acompañadas, en algunos casos,
o líquido, de color variable, habitualmente origen nutricional (colitis inespecífica). Tam- terianas de alta virulencia (caso de la disen- de exudado inflamatorio fibrinoso y necrosis.
verdoso, y en los cuales no se observa exu- bién es la lesión observada en algunos casos tería porcina causada por Brachyspira La distribución de la lesión puede ser difusa o
dado inflamatorio visible macroscópicamente de salmonelosis. hyodysenteriae) y a parasitosis intestinales multifocal en forma de “botones” o pequeños
en ciego y colon. Histológicamente presenta Tiflo-colitis hemorrágica o muco-hemorrá- por Trichuris suis. nódulos. Se suele asociar también a ciertas
un infiltrado inflamatorio linfoplasmocitario de gica –Fig. 133–: consiste en la presencia de infecciones de bacterias de alta virulencia (sal-
intensidad variable en la mucosa intestinal. Se sangre no digerida y moco en el contenido monelosis, disentería porcina) y, ocasional-
mente, a parásitos (Trichuris suis).
Proctitis fibrino-necrotizante –Fig. 136–:
consiste en la erosión, ulceración y necrosis
de las porciones media y caudal del recto,
en forma de anillo. En los casos más cróni-
cos, la lesión puede implicar cicatrización y
retracción de la zona, de manera que esta
estenosis rectal –Fig. 137– provoca un
megacolon marcado. Se suele asociar con
Fig. 136 infecciones crónicas por Salmonella typhimu-
rium y con secuelas de prolapsos rectales.
Necrosis y fibrina en la superficie de la mucosa del recto (proctitis fibrino-necrotizante). Lesión asociada a formas crónicas
de salmonelosis entérica. • Neoplasias. Las neoplasias en el ganado
porcino, y por ende las intestinales, son muy
B raras. De entre las más frecuentes destaca-
Fig. 132 Fig. 133 mos el linfosarcoma, que en algunos casos se
puede encontrar en el intestino, habitualmen-
Presencia de un contenido intestinal pastoso con restos de pienso sin digerir en el colon Presencia de material mucinoso y de restos de fibrina adheridos a la mucosa del colon en un te asociado a las placas de Peyer.
(colitis catarral). caso de disentería porcina (colitis muco-fibrinosa).
A pesar de que el peritoneo no corresponde
al aparato digestivo, la mayor parte de éste se
encuentra en la cavidad peritoneal. Ello supo-
ne que el aparato digestivo puede afectarse
por extensión directa de una lesión presente
en la cavidad abdominal. Probablemente la
lesión de mayor importancia es la inflamación
fibrinosa del peritoneo (peritonitis fibrinosa
–Fig. 138–), que suele asociarse a infecciones
bacterianas sistémicas tales como las produci-
das por Haemophilus parasuis o Streptococcus
suis. No obstante, como ya se ha señalado,
también puede generarse una peritonitis fibri-
nosa secundariamente a una rotura del estó-
Fig. 134 Fig. 135 Fig. 137 Fig. 138 mago o también del intestino.
Presencia marcada de fibrina adherida a la mucosa del ciego y colon proximal Imagen similar a la anterior, con presencia de fibrina especialmente en el ciego Estenosis rectal como consecuencia de la lesión presentada Depósito de fibrina en la superficie de los órganos intestinales
(tiflo-colitis fibrino-necrotizante) en un caso de salmonelosis entérica. (tiflitis fibrino-necrotizante), también asociada a una salmonelosis. en la figura anterior. en un caso de poliserositis fibrinosa causado por Haemophilus
parasuis.
78 79
La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Evaluación macroscópica de vísceras
84 85
La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Evaluación macroscópica de vísceras
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La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Evaluación macroscópica de vísceras
88 89
La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Evaluación macroscópica de vísceras
Sistema linfático existe inflamación se advierte un incremento tante, la lesión inflamatoria generalizada más
• Neoplasias. En los nódulos linfáticos se
de tamaño y habitualmente disminución o frecuente de los nódulos linfáticos del cerdo ha descrito el linfosarcoma, que cursa con
incremento de la consistencia normal del es la linfadenitis granulomatosa asociada a la un aumento generalizado de los nódulos lin-
nódulo. En el ganado porcino, pueden consi- circovirosis porcina –Fig. 156–, donde macros- fáticos. El diagnóstico se confirma histológi-
Dentro del sistema linfático se incluyen los punto de vista más específico, en los nódu- ciones sistémicas. En muchos casos, histológi- derarse la linfadenitis purulenta (acumulación cópicamente sólo se aprecia incremento de camente. Es una lesión muy poco habitual
nódulos linfáticos, tonsilas palatinas, timo y los linfáticos se describe: camente, estas alteraciones se confirman de pus en su interior, asociado a infecciones tamaño de los linfonodos. Microscópicamente en el cerdo; no obstante, el linfosarcoma es
bazo. como inflamaciones o, raramente, neoplasias. bacterianas regionales) y la linfadenitis caseosa se observa una depleción linfocitaria con una
• Hiperplasia. Se define como un incre- Las causas más frecuentes de hiperplasia de –Fig. 155– (acumulación de material caseoso inflamación granulomatosa de moderada a
la lesión neoplásica más frecuente en esta
mento del tamaño regional o generalizado de especie y puede hallarse en animales relati-
Nódulos linfáticos los nódulos linfáticos son infecciones víricas, y necrótico en el interior del nódulo linfático. marcada. De forma ocasional se puede obser-
los nódulos linfáticos, de causa no conocida o vamente jóvenes, incluso de menos de
bacterianas y protozoarias. Se asocia específicamente con la infección por var linfadenitis necrotizante –Fig.157– en algu-
inespecífica. Un incremento del tamaño de un 3 meses de vida.
Salmonella typhisuis y micobacterias). No obs- nos casos de circovirosis porcina.
En los nódulos linfáticos se suele utilizar el solo nódulo suele reflejar un proceso patoló- • Inflamación (linfadenitis). Se utiliza
término genérico de linfadenopatía –Fig. gico confinado a su zona de drenaje. Una lin- este término cuando se observa macroscópi-
154– (regional o generalizada) para desig- fadenopatía generalizada (aumento del tama- camente la presencia de un exudado inflama-
nar alteraciones inespecíficas, especialmen- ño de todos o la mayoría de los nódulos lin- torio en el interior de la estructura del nódu-
te el incremento de tamaño. Desde un fáticos del organismo) suele asociarse a infec- lo linfático. En términos generales, cuando
Fig. 155
Incremento de tamaño y necrosis caseosa difusa de los nódulos linfáticos mesentéricos en un
caso de infección por Salmonella spp.
Tonsilas palatinas caracterizan por la presencia de pequeños infecciones bacterianas secundarias. De la Bazo
puntos blanquecinos correspondientes a misma manera que se observa en los linfo-
En las tonsilas se describen básicamente pro- necrosis hasta masivas alteraciones de la nodos, es muy frecuente la presencia de una En el bazo de cerdo se han descrito las
cesos inflamatorios: tonsilitis fibrino-necroti- superficie tonsilar con necrosis de todo el tonsilitis granulomatosa en casos de circovi- siguientes lesiones:
zantes o necrotizantes –Fig. 158–. Estas alte- tejido linfoide. Estas alteraciones se asocian a rosis porcina; esta lesión no suele ser visible
raciones no siempre son visibles macroscópi- infecciones víricas (virus de la enfermedad de macroscópicamente. • Trastornos de la circulación. En el
Aujeszky, virus de la peste porcina clásica, ganado porcino se describen trombosis en
camente, pero en caso de que así sea, se
etc.), que en algunos casos se complican con las arteriolas esplénicas originadas por la
proliferación y espongiosis de las células
endoteliales de dichas arteriolas, resultando
en infartación de la zona irrigada por estos
vasos (infartos esplénicos –Figs. 159 y
160–); este es el caso de las formas agudas
de peste porcina clásica.
También se pueden presentar infartos esplé-
nicos en caso de oclusión de las arteriolas
por un proceso inflamatorio (vasculitis), tal
como en el caso del síndrome de la derma-
Fig. 159 Fig. 160 titis y nefropatía porcina, ciertas infecciones
bacterianas, etc. Debido a estos infartos
Necrosis isquémica de un extremo del bazo (infarto) Múltiples focos de necrosis isquémica en los bordes del bazo esplénicos ocurre necrosis de toda la zona
asociada a una vasculitis necrotizante en un caso de síndrome (infartos) asociados a la infección por el virus de la peste
de dermatitis y nefropatía porcina. porcina clásica. irrigada por la arteriola ocluida, y de forma
crónica se observa cicatrización de la zona.
Se pueden considerar como infartos espléni-
cos, normalmente de gran extensión, aque-
llas áreas que corresponden a una zona de
torsión del bazo –Fig. 161–; se trata de una
lesión de presentación esporádica, preferen-
temente en animales adultos. Las zonas infar-
tadas se suelen presentar con una coloración
más oscura y con una mayor consistencia. En
casos crónicos evoluciona hacia fibrosis de la
porción de bazo necrosada –Fig. 162–.
94 95
La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Evaluación macroscópica de vísceras
Fig. 168
Hemorragias en el cerebelo, asociadas a un proceso de diátesis hemorrágica.
100 101
La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Evaluación macroscópica de vísceras
Vejiga urinaria
Uretra
104 105
La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Evaluación macroscópica de vísceras
108 109
La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Evaluación macroscópica de vísceras
Las lesiones más habituales en el útero de la En los ovarios no se suelen presentar altera-
cerda son las inflamaciones: metritis purulen- ciones patológicas remarcables. En caso de
ta, que se caracteriza por la presencia de pus ovarios no cíclicos se puede observar su
en la superficie de la mucosa uterina, y metri- superficie prácticamente lisa, con solamente
tis fibrinosa o fibrino-necrotizante, caracteriza- pequeños folículos y ausencia manifiesta de
da por la presencia de exudado inflamatorio cuerpos amarillos, rojos y blancos. Esta
purulento y focos de necrosis en la pared del misma imagen también correspondería a
útero. Estas lesiones se asocian a infecciones animales prepúberes.
bacterianas, y se incluirían en el llamado sín-
También existen quistes ováricos –Fig. 193–,
drome de la cerda sucia. No obstante, de
que son una causa importante de infertili-
forma ocasional, se pueden observar lesiones
dad en la cerda. Se asume que se trata de
no inflamatorias que afectan al útero como el
folículos maduros que no ovulan, y que pue-
prolapso uterino –Fig. 192–.
den llegar a tener hasta 2-3 cm de diámetro.
Muchas veces, estos quistes ováricos son
concomitantes con quistes luteínicos.
En la glándula mamaria deben destacarse
especialmente las inflamaciones, y concreta-
mente la mastitis granulomatosa crónica
(que consiste en la presencia de granulomas
y pus en la glándula mamaria y se suele aso-
ciar a infecciones bacterianas).
Existe un cuadro patológico antiguamente
conocido como el síndrome de mamitis-
metritis-agalaxia (MMA), y actualmente
conocido como síndrome de disgalaxia
post-parto (PPDS), que se asocia a una
forma purulenta de mamitis caracterizada
por un aumento de la consistencia de la
glándula mamaria que se suele dar poco
después del parto (12-48 horas post-parto).
Este proceso se asocia a infecciones por
bacterias coliformes (Escherichia coli, Klebsie-
lla, Enterobacter y Citrobacter). Además de la
participación de alguno de estos agentes
etiológicos, el PPDS se considera un cuadro
de origen multifactorial donde factores
intrínsecos de la propia cerda, manejo y
nutrición desempeñan un papel importante.
110 111
La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Evaluación macroscópica de vísceras
Aparato locomotor Articulaciones parasuis). Dado el carácter sistémico de estas En los casos donde se produce una inflama-
infecciones, es muy frecuente observar poliar- ción crónica, también suele existir participa-
El grupo más importante de lesiones articu- tritis fibrinosa o fibrino-purulenta (afectación ción de estructuras situadas alrededor de la
lares en el cerdo son las inflamaciones (artri- de varias articulaciones) y, a veces, incluso articulación (periartritis, –Figs. 199A y
En esta sección se dividen las lesiones según poliserositis fibrinosa o fibrino-purulenta). En 199B–), membrana sinovial (sinovitis), mem-
tis). Se utiliza el término de artritis fibrinosa
afecten al hueso, articulación o musculatura. algunos casos se pueden dar artritis prolifera- brana sinovial y tendones que pasan por
–Fig. 197– cuando existe exudado inflamato-
rio fibrinoso o fibrino-purulento en el interior tivas –Fig. 198–, que son formas crónicas con aquella zona (tenosinovitis), y bolsas sinoviales
Hueso de la cápsula articular y se asocia a infecciones proliferación fibrosa de la cápsula articular. (bursitis).
bacterianas septicémicas (especialmente en la Estas últimas son frecuentes en la forma cró-
En el hueso se destaca: infección por Streptococcus suis y Haemophilus nica del mal rojo.
Toma de muestras
para el estudio
patológico y otras
consideraciones prácticas
En todos los casos, la toma de muestras
dependerá directamente del tipo de pato-
logía de la que se sospecha. Es decir, para
cada enfermedad sería conveniente tener
un protocolo específico de toma de mues-
tras, ya no sólo para histopatología, sino
para cada tipo de test o prueba que se pre-
cise realizar.
No obstante, en este apartado se aportan
unas ideas básicas de cuáles son las mues-
tras a tomar, y cómo tomarlas, en caso de
que se desee realizar un estudio histopato-
lógico. En primer lugar es necesario consi-
derar que estas muestras se deben fijar en
formol previamente a todo procesado que
se pretenda realizar. Lo ideal es fijar la mues-
tra tan pronto como sea posible, siendo
deseable que ello se dé en la propia granja.
116 117
La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Toma de muestras para el estudio patológico y otras consideraciones prácticas
Fijación de
las muestras
Debería utilizarse formol tamponado al 10%.
A nivel práctico, no obstante, es suficiente la
utilización del formol comercial que se vende
en las droguerías diluido 1:10. Lo que no se
debe hacer en ningún caso con una muestra
en la cual se pretenda realizar un estudio his-
topatológico es congelarla (dado que se
forma una cantidad muy importante de arte-
factos asociados a la congelación –Figs. 206 y
207–, que tienden a enmascarar la posible
existencia de lesiones). Se recomienda en
todos los casos utilizar contenedores de plás-
tico con cierre hermético (los botes de cris-
tal se rompen con gran facilidad durante el
transporte), llenados hasta las 4/5 partes de
su capacidad con formol. Es muy importan- Fig. 207
te, especialmente para evitar la autolisis inclu-
Imagen de un nódulo linfático al microscopio óptico previamente congelado. Nótese la masiva presencia de artefactos de congelación.
so dentro del bote de formol, que la pro- Tinción de HE.
porción entre el volumen de tejido fijado y el
volumen de formol sea aproximadamente
de 1:5 a 1:10 –Fig. 208–.
Características
de las muestras a tomar De hecho, se considera que después de 3 o
4 horas post-mortem, la mucosa intestinal
ya se encuentra autolítica –Figs. 209 y 210–.
Por tanto la muestra ideal es aquélla que
procede de un animal muerto recientemen-
Dependerá de la enfermedad de la que se te o al que el propio veterinario le ha prac-
sospecha, pero en general se pueden mar- ticado la eutanasia. Las muestras que convie-
car las siguientes pautas: ne tomar suelen ser 2 o 3 porciones de
unos 4-5 cm de longitud de yeyuno, una de
• CEREBRO. Se extrae y se fija entero. Si
íleon, una de ciego y 1 o 2 de colon. En
se pretende realizar aislamiento microbioló-
todos los casos es necesaria la apertura lon-
gico, es adecuado sacar primero un hisopo
gitudinal de la sección intestinal recogida
de meninges o del tercer ventrículo. Si se
para poder lograr una fijación eficiente. La
quiere realizar un aislamiento vírico, enton-
no realización de la apertura del tracto
ces se fija sólo la mitad del cerebro y la otra
intestinal recolectado puede suponer que
mitad se utiliza para el estudio virológico.
igualmente se produzca la autolisis de la
• PULMÓN. Se suelen recoger 3-4 mucosa, aunque la muestra corresponda a
muestras de diferentes partes del pulmón, un animal recientemente muerto o al que se
tanto de la zona supuestamente lesionada le ha practicado la eutanasia.
como de la zona aparentemente no lesiona-
da. Se cortan rodajas de unos 0,5 cm de • OTROS ÓRGANOS. Habitualmente
se suelen tomar secciones de órganos
ancho, y especialmente de los lóbulos apica-
parenquimatosos de un grosor igual o
les y medios (son los lóbulos donde gene-
menor a 0,5 cm. En muchos casos es ade-
ralmente las lesiones microscópicas son más
cuado recoger varias porciones de un
evidentes). Las muestras deben ser peque-
mismo órgano. En caso de órganos peque-
ñas para facilitar la penetración del formol.
ños (casos de glándulas adrenales, ganglio tri-
• CORAZÓN. Se toma una porción de la gémino, etc.) se toma el órgano entero.
pared ventricular derecha, izquierda y del
tabique interventricular. En todos los casos,
la rodaja no debe medir más de 0,5 cm de
ancho.
• ESTÓMAGO/INTESTINO. Estas
son probablemente las muestras más delica-
das de tomar adecuadamente. Dado la nor-
mal presencia de una flora bacteriana en
estas localizaciones (especialmente intesti-
no), el proceso de autolisis (putrefacción)
comienza inmediatamente después de la
muerte del animal. Fig. 209 Fig. 210
Visión microscópica de la mucosa intestinal (intestino delgado) en un animal donde se han tomado muestras justo después Visión microscópica de la mucosa intestinal extraída y fijada una vez el animal llevaba 4 horas muerto.Tinción de HE.
de la eutanasia.Tinción de HE.
120 121
La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras Toma de muestras para el estudio patológico y otras consideraciones prácticas
122 123
La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras índice alfabético
Índice alfabético
A Brachyspira pilosicoli
Bronconeumonía catarral-purulenta
Brucella suis
78
58
106
D
Aborto 108 Degeneración hialina de Zencker 115
Bursitis 113
Absceso cerebral 98, 99 Depleción linfocitaria 91, 95
Absceso subcutáneo-muscular 53
Actinobacillus pleuropneumoniae 59 C Dermatitis
papular 46
recomendada
Agenesia renal 100 Diarrea 72
Anasarca 52 Canibalismo 50
osmótica 74
Anemia hemolítica isoinmune 94 Caquexia 95, 114
Diátesis hemorrágica 73, 96, 97
Antiinflamatorios no esteroideos 70, 71 Cianosis 49
Disentería porcina 78, 79
Apofisiolisis 112 Ciego 24
Circovirosis porcina 61, 80, 88, 91, 92, 94,
124 125
La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras índice alfabético
82
Ictericia hepática 80, 81
Epidermitis exudativa 49, 51, 104 accesorias 28 Ileítis 74 Meningitis 98 Nefroblastoma 103 fibrosa 82, 83
Epifisiolisis 112 adrenales 27 estreptocócica 98 Neumonía 58 Peritonitis 70
proliferativa 77
Erysipelothrix rhusiopathiae 47, 87 Glomerulitis 102 fibrino-purulenta 98 bronquiolo-intersticial 62 fibrinosa 71, 79
regional 77
Escherichia coli 63, 70, 74, 76, 86, 111 Glomerulonefritis 102 supurativa 98 enzoótica 62 fibrosa 83
Infarto
Espiroquetosis 78 Meningo-encefalitis eosinofílica 98 fibrinonecrotizante 63 Peste porcina africana 95, 104
esplénico 93
Esplenitis 94 Metamorfosis grasa 80 fibrinosa 63
granulomatosa
purulenta
94
94
H renal
Intestino
invaginación
101
72
72
Metritis
fibrino-necrotizante
108
110
granulomatosa
intersticial
60
61
Peste porcina clásica
Picadura de insectos
53, 55, 73, 92, 93,
95, 96, 101, 104
46
Esplenomegalia 94 Haemophilus parasuis 63, 79, 83, 86, 113 verminosa 60
neoplasias 79 fibrinosa 110 Piel
Estenosis Helicobacter 69 purulenta 110 Nódulos linfáticos 40
Intoxicación 66, 80, 89, 97, 98, 107, 108, 115 abscesos 46
rectal 79 Hematoma 49 Micobacterias 91 preescapular 34, 35 cianosis 46, 50
subaórtica 84 Hemorragia Mycoplasma hyopneumoniae 58, 62 retrofaríngeo 34, 35
Estómago
infartos
66
70, 71
cerebelar
cerebral
97
96 K Mycoplasma hyorhinis
Micosis cutánea
63, 86
49
submandibular 34
ictericia
necrosis
neoplasias
46
46
48
Estomatitis
erosiva
64
65
subcutánea
Hepatitis
52
82
Klebsiella 111 Micotoxicosis
Microangiopatía nutricional
107, 108
89 O palidez
Pielitis
46
102
erosivo-ulcerativa
necrótica
urémica
65
49
65
granulomatosa
necrotizante
parasitaria
82
82
82
L Mielitis
Mielomalacia
98
97
Obstrucción intestinal
Opacidad corneal
72
16
Pielonefritis
purulenta
103
103
Lawsonia intracellularis 77 Miocarditis 88 Orejas, necrosis 47, 49, 50 Pleuritis
vesicular 64 Hepatosis dietética 81 Leptomeningitis 98 necrotizante 88 Orquitis 106 fibrinosa 63
Eutanasia 14 Hernia Leptospirosis 80, 102 supurativa 88 fibrino-necrotizante 106 fibrosa 63
Exantema vesicular 64 diafragmática 72 Linfadenitis 90 Miositis clostridial 115 Osteocondrosis 112 Pleuroneumonía
Extracción de sangre 14 escrotal 72, 73 caseosa 91 Muestras 120, 122 Osteodistrofia fibrosa 112 contagiosa 59
inguinal 72 granulomatosa 91 cerebro 120 Otitis 99 fibrinosa 59
F umbilical 72 necrotizante 91 corazón 120 Poliartritis
Fetos
macerados 108
Hidrocefalia
Hidronefrosis
Hidropericardio
96
101, 102, 104
84
purulenta
Linfadenopatía
Linfosarcoma
91
90
79, 82, 91, 95
estómago
intestino
nódulos linfáticos
120
120
120
P fibrino-purulenta
fibrinosa
113
113
Paladar Poliserositis 63, 82
momificados 108, 109 Hidrotórax 84 Lipidosis hepática 80 pulmón 120 blando 30 fibrino-purulenta 113
Fiebre aftosa 50, 64, 65 Hígado 80 Líquido Músculo 42 hendido 54 fibrinosa 79, 83, 113
Fijación de muestras 118, 119 con manchas de leche 82, 83 cefalorraquídeo 96 abscesos 115 Palatosquisis 54 Proctitis 74
Formol 118 Hiperostosis congénita 112 pericárdico 30 granulomas 115 Papiloma prepucial 106, 107 fibrino-necrotizante 79
Hiperparatiroidismo 112 Mycobacterium avium 82 Paquimeningitis 98 Prolapso
G Hiperperistaltismo
Hiperplasia
72
M N
Paraqueratosis
Parvovirosis porcina
68, 69
108, 109
rectal
uterino
79
110
Gastritis 66 esplénica 94 Mal rojo 47, 49, 87, 113 Pasteurella multocida 55, 59 Ptiriasis rosada 49, 51
catarral 66 nódulos linfáticos 90 Malabsorción 74 Necrosis Pentobarbital sódico 14 Pulmón 30, 56
difteroide 66 paraqueratótica 69 Malacia 97 bronquiolar 62 Perforación gástrica 70 acampanado 57
126 127
La necropsia en el ganado porcino, diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras
Q
Síndrome de la cerda sucia
Síndrome de mastitis-metritis-agalaxia
Sínfisis isquiopubiana
110
111
22
U
Úlcera gástrica 68, 69, 70
Sinovitis 113 Úlceras 26
Quemaduras cutáneas 49 Somatotropina 69 cutáneas 50
Quiste Splay-leg 114
renal 100
luteínico
ovárico
111
111
Staphylococcus hyicus
Streptococcus
Streptococcus suis
104
87
63, 79, 86, 99, 113
V
Vasculitis 66, 93
Succinilcolina 16
R necrotizante
Vejiga urinaria
46, 93
104
Rigidez cadavérica
Rinitis
16 T hemorragias
Vesícula biliar
104
26
Tejido subcutáneo edema 81
atrófica 54, 55 abscesos 52 Viruela porcina 49
catarral 54 hematomas 52 Virus de la encefalomielitis hemaglutinante 66
exudativa 54 necrosis 52 Virus de la encefalomiocarditis 88
fibrinosa 54 nódulos 52 Virus de la gastroenteritis transmisible 66
por cuerpos de inclusión 54 Tenosinovitis 113 Virus de la influenza porcina 62
purulenta 54 Test de flotación 34, 35 Virus de la Piedad-Michoacán 106
Riñón 27, 100 Tiflitis 74 Virus del ojo azul 106
congestión 101 fibrino-necrotizante 78 Virus del PRRS 61, 88
fibrosis 102 Tiflo-colitis
hemorragias 101, 103
necrosis
petequias
101, 103
101
catarral
fibrino-necrotizante
hemorrágica
78
78
78
Z
poliquístico 100 Zearalenona 107, 108
muco-hemorrágica 78
Rotavirus 74 ulcerativa-necrotizante 79
Rubulavirus porcino 106 Timo 95
atrofia 95
S Tonsilitis
granulomatosa
92
92
Salmonella choleraesuis 55, 59, 94 necrotizante 92
Salmonella typhimurium 79 Toxemia 70
Salmonella typhisuis 81, 91 Toxoplasma gondii 82
Salmonelosis 67, 70, 78, 79, 74, 91 Traumatismo craneal 16
Sarcocystis miescheriana 115 Traumatismo craneoencefálico 96
Sarna sarcóptica 49, 51 Trichinella spiralis 115
128