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Dpto.

de Gª e Historia
MANIFIESTO DE LOS PERSAS (12-04-1814)
INTRODUCCIÓN
El “Manifiesto de los persas” se enmarca en el recibimiento y las peticiones que los absolutistas realizan a
Fernando VII en su vuelta a España en 1814. En la realización del comentario seguiremos los siguientes
pasos: localización del texto, análisis del mismo y contextualización. Finalizaremos con unas breves
conclusiones, señalando la importancia del texto de cara a la historia de aquellos años.

CLASIFICACIÓN
El texto que se presenta para comentar expone un hecho concreto: la solicitud al monarca Fernando VII,
por parte de un grupo de diputados absolutistas, del restablecimiento del Antiguo Régimen, por lo que se
clasifica dentro de los textos narrativos, histórico-circunstanciales.

En cuanto a su contenido, se trata de un documento político puesto que se propone la abolición de la


legislación gaditana lo que conlleva la vuelta al absolutismo.

Por su origen, es una fuente histórica ya que se trata de un documento redactado en el mismo momento en
el que se produce el hecho, es decir, es coetáneo al mismo.

Se trata de un manifiesto que algunos diputados a cortes ordinarias firmaron, por lo tanto, su autor es
colectivo.

Su destinatario, primeramente, es privado, es decir, va dirigido al monarca Fernando VII (l. 1: “Señor”; l.
5-6: “a V.M.”). Al tener acceso o poder conocer su contenido cualquier persona interesada en el hecho, se
puede decir que se trata también de un documento público.

En cuanto a su localización, el texto se encuadra en el inicio del reinado de Fernando VII (1814-1833),
dentro del periodo conocido como Sexenio absolutista (1814-1820), que tuvo lugar tras la derrota de las
tropas napoleónicas en la Guerra de la Independencia (1808-1814). Ese hecho obligó a Napoleón a
devolver la corona a su legítimo rey (Fernando VII) por el Tratado de Valençay (1813). Un grupo de
diputados absolutistas presentó el 12 de abril de 1814 a Fernando VII, recién llegado a España, el texto
conocido como Manifiesto de los Persas, por el que le solicitaban la abolición da la legislación gaditana y
la vuelta al Antiguo Régimen.

TEMA E IDEAS PRINCIPALES.


El texto trata del deseo de la nobleza y el clero absolutistas del restablecimiento del A. Régimen, a través
de la abolición de la obra de Cádiz.
Las ideas secundarias que se extraen del texto se pueden concretar en tres aspectos:
- El apoyo incondicional que el Rey recibe por los firmantes del documento (l. 6-8: “se complacen al
ver restituido a V. M.”).
- La loa a la monarquía absoluta, indicando tanto su origen (“obra de la razón y de la inteligencia”)
como su aceptación desde antiguo (“fue por derecho de conquista o por la sumisión…”).
Igualmente, señala la necesidad para el buen gobierno y la obediencia que a los monarcas deben sus
súbditos.
- En el tercer párrafo solicitan una serie de peticiones entre las que destacan: la abolición de “lo
actuado en Cádiz”, celebración de cortes estamentales convocadas “en la forma que se celebraron
las antiguas”, el mantenimiento de la legislación tradicional, es decir, “leyes, fueros, costumbres” y,
sobre todo, la suspensión de la Constitución y los decretos dictados en Cádiz (l. 20-22).
CONTEXTUALIZACIÓN
Como se ha comentado, el texto pertenece al reinado de Fernando VII (1814-1833) y más concretamente
al periodo conocido como Sexenio absolutista (1814-1820). Tras la derrota de las tropas francesas en la
Guerra de la Independencia (1808-1814), Napoleón se vio obligado a firmar el Tratado de Valençay
(1813) por el que devolvía la corona de España a su legítimo dueño, Fernando, y se propiciaba el regreso
de éste a España.

Ya en España, durante un viaje del monarca a Valencia, un grupo de diputados reaccionarios (absolutistas)
le presentó un documento conocido como el Manifiesto de los Persas (12-04-1814). En él se reclamaba la
vuelta al sistema del A. Régimen: restablecimiento de la monarquía absoluta (2º párrafo), restauración de
la Inquisición y señoríos, derogación de la desamortización, Constitución de 1812 y la obra legislativa de
las Cortes de Cádiz (3º párrafo), etc.

Las primeras medidas del Rey se encaminaron a satisfacer las reclamaciones de los firmantes (nobleza,
clero) a través de un decreto dado por el propio monarca el 4 de mayo de 1814. Éste eliminó la soberanía
nacional y la institución que la representaba, las Cortes constitucionales. También quedaron derogadas la
Constitución de 1812 y la obra legislativa de Cádiz. Así, se anularon las medidas desamortizadoras, la
libertad de imprenta, sistema fiscal…Se restablecieron al mismo tiempo la Inquisición y la Mesta y se
permitió el retorno de la Compañía de Jesús.

La reacción ante dicho decreto fue diversa. Por un lado, los absolutistas (nobleza, clero) recibieron con
agrado las medidas adoptadas pues suponían el mantenimiento de sus privilegios; por otro lado, los
liberales opuestos a la restauración del Antiguo Régimen fueron perseguidos y reprimidos, pagando en
muchos casos con el destierro y la confiscación de sus bienes.

A esta situación política había que añadir los problemas económicos por los que atravesaba España desde
la Guerra de la Independencia: ruina de la Hacienda Pública, reducción de ingresos procedentes de
América en lucha por su independencia, hundimiento de la producción industrial, etc.

Los acontecimientos políticos y económicos citados desembocaron en protestas que se plasmaron en la


reorganización del movimiento clandestino liberal, restablecimiento de los contactos con los exiliados e
inicio de la conspiración contra el estado absolutista y a favor de la reposición de la Constitución gaditana.
Al mismo tiempo, surgieron círculos revolucionarios y sociedades secretas masónicas así como
pronunciamientos militares. Algunos de esos pronunciamientos terminaron en fracaso como el de Espoz y
Mina en Pamplona, Porlier en La Coruña y Lacy en Barcelona. En 1820, el comandante Riego dirigió una
sublevación en Cabezas de San Juan (Cádiz) que logró la adhesión popular y de otras guarniciones. El
triunfo de dicha sublevación obligó a Fernando VII a jurar la Constitución de 1812 y restablecer la obra
legislativa de las Cortes de Cádiz, dando paso a tres años de gobierno liberal: el Trienio liberal (1820-
1823).

Los gabinetes moderados (liberales) fueron hostigados por la reacción absolutista que contó con el apoyo
del monarca. Este solicitó ayuda a las potencias absolutistas de la Restauración que, reunidas en el
Congreso de Verona (1822), acuerdan enviar un ejército denominado Cien mil hijos de San Luis en 1823
para restablecer a Fernando VII en la plenitud de su soberanía. El rey invalida toda la legislación del
trienio y pone fin a este segundo intento revolucionario liberal, dando comienzo a la Década ominosa o
absolutista (1823-1833)
En definitiva, la aceptación por el monarca Fernando VII de las peticiones plasmadas en el Manifiesto de
los Persas supuso un retroceso en la implantación del régimen liberal en España iniciado durante las
Cortes de Cádiz a través de la promulgación de la Constitución de 1812 y de los decretos que abolían el
Antiguo Régimen.

CONCLUSIÓN. VALORACIÓN.

La restauración del sistema político absolutista se llevó a cabo por medio del Decreto de mayo de 1814
que derogaba toda la obra de dichas Cortes, incluida la Constitución. Dicha situación se mantendría en
España a lo largo de seis años, durante los cuales los liberales irían preparando el camino para acabar con
el régimen establecido, hecho que se produjo en el año 1820 tras el pronunciamiento militar dirigido por el
comandante Riego en Cabezas de San Juan.

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