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Zen Tapes - Dr. Frederick P.

Lenz
17) Cómo ser un estudiante exitoso

"La verdadera educación comienza después de la Universidad"- Dr José Manuel Lozano

<< << Aquí el maestro Zen Rama. Nuestro tema de hoy es: Como ser un estudiante
exitoso. Asi que durante los próximos 45 minutos (audio) convirtámonos todos en
estudiantes. Estudiantes de la vida. Estudiantes de la muerte. Estudiantes de la
eternidad. Estudiantes de nuestras mentes. Estudiantes de toda la belleza y del
horror que pasa frente a nuestra mirada. Estudiantes del "___. Estudiantes de
aquello que es real. Estudiantes de aquello que es irreal. Estudiantes en la
universidad; en la escuela de posgrado; en la escuela profesional; en la escuela de
computación. Estudiantes del budismo zen. Estudiantes de música; de arquitectura;
de Derecho; de Medicina. Estudiantes de escuela elemental (primaria?). Estudiantes
de...la vida, sí.
He sido un estudiante -en realidad- durante toda mi vida. Todos empezamos como
estudiantes. Venimos a este mundo -nuestro mundo- desnudos. Sin saber nada, excepto
que venimos -que llegamos. Y miramos alrededor hacia el paisaje -hacia el terreno.
Sentimos un cuerpo. Respiramos. Experimentamos sensaciones de calor y de frío.
Sentimos el placer y el dolor. (Sentimos) amor y odio. Soledad. La compañía de
otras personas. Y aprendemos. Aprendemos las costumbres; idiomas. Se nos inculca
una noción de lo que es correcto y de lo que no lo es. Lo cual puede que esté bien
o mal. Y miramos a todos. Todo mundo es un modelo (a seguir) para nuestro
comportamiento. Comenzamos -más tarde- a hacer juicios. Escogemos y seleccionamos
una personalidad. La mayor parte de la cual hemos adotado o recogido de otros.
Somos condicionados. Se nos dice 'esto es algo hermoso', 'esto no es bonito o
bello'. 'Esto es algo feliz'. 'Aquello es algo triste'. Como niños pequeños, somos
condicionados. Se nos enseña. Somos enviados a la escuela. Se nos mete en camiones
amarillos o caminamos kilómetros. Y tan solo el viaje o jornada, si lo recuerdas
correctamente, es muy educativa. De repente estamos lejos de la familia y estamos
alrededor de nuestros amigos. Cada grupo es diferente y no obstante son todos lo
mismo. Y están las niñas, los niños, y los libros. E impermeables cuando llueve. Y
nos sentamos en las clases. Pasamos años, años, y años, sentados en clases. Todos
los días. De Lunes a Viernes estamos en una clase. Todo el día. Siendo enseñados. Y
por supuesto la mayor parte de lo que aprendemos tiene muy poco que ver con lo que
dice el maestro. Porque en realidad podemos absorber lo que dice el maestro, en un
periodo de tiempo mucho más corto. Diría que en un par de horas, sin ningún
problema en absoluto, por día. Pero esta es una oportunidad que tenemos para
aprender algo más -algo diferente. Aprendemos cómo ser. Cómo interactuar con otras
personas. Y decidimos quiénes somos. Si somos reclusivos; si somos "outgoing"; si
somos exitosos; si seremos un fracaso. Exactamente qué es aquello que queremos ser.
Y trazamos un rol para nosotros y nos adentramos en él, adoptándolo. Y la mayoría
de la gente interpretará ese rol (o papel) que comenzaron mucho antes, en aquellos
días de sus primeros años de vida en la escuela. Para el resto de su estancia -de
su vida- en esta Tierra.
Se nos enseña cómo vivir. Se nos dan tareas (u objetivos). Pero en realidad nadie
nos enseña cómo ser un estudiante exitoso. Ohh, sí, ocasionalmente hay cursos, en
algunas universidades. Donde enseñan un poco de lectura rápida; hablan acerca de
cómo llevar a cabo labor de investigación; cómo buscar biografías, y cosas como
esas. Pero nadie nunca nos enseña como ser un estudiante exitoso. Algunos tipos o
personas simplemente le agarran a la cuestión. Algunos imitan a otros que han sido
estudiantes exitosos. Tal vez sus padres. O alguien a su alrededor. O tal vez ellos
tuvieron un maestro al que miraron con atención, y se enfocaron en la conciencia
del maestro -en su nivel de atención- y de ahí pezcaron una noción sobre cómo ser
un estudiante exitoso. Pero en realidad es algo que -en gran medida- no se nos
enseña. Yo (Rama) he sido un estudiante durante mucho, mucho tiempo. Fui un
estudiante al pasar por esta vida. En la escuela elemental, secundaria,
universidad. Me gradué con mención honorífica de la la Universidad. Soy miembro de
lo que sería algo así como la Sociedad Nacional de Alumnos Distinguidos -"5-A
Capital Honor National Society". Recibí una beca considerable, un "fellowship".
Para ir a hacer un posgrado. Obtuve una mestría y un doctorado. Enseñé durante un
tiempo en algunas universidades. Y entonces decidí hacer algo diferente con mi
vida. Enseñar otra cosa. Estudié las artes del auto descubrimiento -o auto-
realización. Claro que por mucho, mucho tiempo. En esta vida. Durante muchos,
muchos años. Haciendo meditación durante miles y miles de horas. Estudiando con
diferentes maestros. Antes de que mi propia Iluminación regresara (a mí) de otras
vidas. O de donde venimos. Y siempre me ha gustado ser estudiante. Absolutamente
eso es mi onda -mi cosa- favorita. Ser estudiante. Es la cosa más alegre de todas,
el ser estudiante. Algunas personas, cuando crecen, y miran hacia atrás con esos
recuerdos chistosos sobre aquellos años felices de cuando eran estudiantes. Y que
ahora han sido arrojados al mundo del trabajo (lo que siempre he pensado que es muy
absurdo). Yo nunca he dejado de ser un estudiante. El salir y trabajar, y no estar
en un ambiente de escuela, no tiene nada que ver con ser un estudiante. Ahora,
claro que la mayoría de la gente reflexiona acerca de ésa época, como aquella en la
que eran un estudiante. Porque eso es todo lo que hicieron. Ese era, digamos el
título o nombre de su puesto de trabajo: estudiante. Y tenían los libros, la
parafernalia, y un chingo de tiempo para meter la pata (jaja). Que es precisamente
lo que la mayoría de las personas hizo. Excepto por unos cuantos de nosotros que
sencillamente trabajábamos todo el tiempo. Que en realidad parecíamos como
hormiguitas, cargados de ello. Pero entonces, otra vez. Tuviste la oportunidad de
aprender otra cosa. Cómo irse de farra -de fiesta, (jaja). O lo que sea que haya
sido. Pero como docente profesional (que soy), como ex-profesor de universidad, y
uno que actualmente enseña un tema por demás diferente, el de la Iluminación, me
gustaría hablar con ustedes un poco acerca de cómo ser un estudiante exitoso. En lo
que sea, realmente. Como estudiante, el éxito depende enteramente de cierta
actitud. Que ganas mediante el vivir. Y aprendí unos cuantos trucos, que supongo
podrás incorporar a lo largo del camino. Los cuales me permitieron a mí ser un
estudiante super exitoso. Básicamente con las notas más altas en la prepa, y en la
universidad. Gané varias becas que eran disputadas por varios. Pero claro, el
verdadero éxito fue la Iluminación. Lo que quiero decir es ¿cuántas gentes de entre
millones y millones se hacen iluminadas? En este caso, para mí, claro esta, fue
algo que regresó gracias a que fui alguien iluminado en otras vidas. Puesto que he
sido un maestro iluminado. Aun así hubo un tiempo en el que ocurrió por primera
vez. Cuando lo recuerdo muy bien. Así que sé algo acerca de ser estudiante. Soy
alguien que está maravillado por todo. Los centros comerciales; la naturaleza; los
seres humanos, y sus extrañas indiosincracias; el último periódico del día; los
poderes y fuerzas que viven en el desierto, en las montañas; los vastos y extensos
mundos sin fin; poesía; música; arte; ciencias computacionales; medicina; leyes;
arquitectura. Y así y así. Estoy fascinado con la vida. Y aprendo constantemente.
La Iluminación no quiere decir que uno deja de ser estudiante. Ser estudiante es un
estado de la mente, como lo es todo. La Iluminación simplemente quiere decir que ya
no tienes más una forma de personalidad, fija. Eres todo y todos lados. Y aun así
sigues caminando por ahí, pagando impuestos (jaja). Sigues estando en un cuerpo. Y
que sigues lidiando con los mismos asuntos (buenos o malos) que los demás -"to deal
with the hazel". En las diferencias no estás limitado por ningún mundo estructural
o por un plano dimensional. Tu forma interna se ha disuelto en la luz clara de la
realidad, tantas veces, que ya no hay más diferencia. Y aun así, tú sigues aquí. Si
sigues aquí, no que estés aquí. Pero ello no impide (o hace imposibe) que todos
sean estudiantes. No tienes que ser uno. En ese punto, tú puedes ser cualquier
cosa. Pero a mí personalmente me gusta ser estudiante. ¿Qué es eso de ser
estudiante? ¿Qué implica? (Yo seré un estudiante exitoso). Un estudiante es alguien
que observa la vida con curiosidad. Hay una noción de fervor. Un deseo para
perseguir o lograr algo. Y yo agregraría que particularmente hay un sentido o
efecto de novedad. Como todos ustedes saben, cuando uno es estudiante siempre estás
aprendiendo algo. Por tanto tienes que ser nuevo o novato hacia ello. Siempre hay
algo nuevo por aprender. Aprendes un nuevo idioma. Aprendes un nuevo tipo de
matemáticas. Aprendes una nueva forma de meditar. Aprendes cómo esquiar, por
primera vez. Aprendes artes marciales. Aprendes cómo navegar; cómo bailar. Lo que
sea que ello fuere. Eres un estudiante -digamos de una especie- de arte.
Así que tiene que estar esa noción de anticipación. Que va de la mano con -repito-
la novedad; esperanza; confianza. Claro que siempre hay un grado de incertidumbre.
De falta de certeza o seguridad. No estas exactamente seguro de cómo será, la
cuestión. Y eso es lo que lo hace divertido. Pero lo que lo hace más interesante
-sobre todo ello- es que no es nada más lo que aprendes, sino que tan bien lo haces
-te desempeñas- ahí. Ahora, este es un secreto que aprendes, si eres un estudiante
muy exitoso. De otro modo, yo no podría decir que eres un estudiante exitoso. Por
ejemplo, recuerdo que estaba en la carrera universidad. Y tenía muchas clases con
maestros que me agradaban mucho. Profesores. Pero había unos cuantos (que supongo
que a todos le toca) donde obviamente el maestro no estaba muy emocionado acerca de
lo que hacía. Literalmente nos leería algo directamete del libro, así. O agarraría
unas notas super antiguas, onda 15 años. Y todo mundo se quedaba dormido. Siempre
había una materia que tomabas que no era precisamente tu favorita. Así que el
verdadero truco estaba en cómo sacar un diez, en esa clase en particular. Obtener
un juego de dieces. Aquellas materias que te gustan son fáciles, ¿verdad? Pero
cuando estás en un área que no te emociona mucho, que no eres muy fan, ¿qué haces?
Bueno. Hay diferentes maneras de abordar -acercarse- a la cuestión. Algo que mí
siempre me dio buenos resultados fue la mera diversión de aprender cómo hacerlo lo
mejor posible, salir airoso de la situación. Esto es, la materia que me encantaba
no era necesariamente historia medieval. Sino que la materia que me encantó era
aquella sobre cómo salir bien -en notas- en Historia Medieval. Eso era lo que
estudiaba. No hace falta decir que -como consecuencia de ello- aprendí mucho sobre
Historia Medieval. Eso sería inevitable.
Así que para ser un estudiante exitoso no puedes depender enteramente del material
de estudio, del contenido. Porque algunas de las cosas que estudias en la vida te
gustan, y algunas no te gustan. Y si sólo destacas -lo haces bien- en las cosas que
te gustan -que te atraen, y no lo haces bien en las cosas que no disfrutas,
entonces nunca serás exitoso. Tu éxito viene y va, dependiendo de tus gustos y
disgustos. Yo fui un maestro de Yoga por muchos años. Enseñé 'Hatha Yoga',
'Respiración Pranayama'. Cómo pararte sobre tu cabeza. Cómo hacer todos esos
ejercicios. Y claro, antes de que me convirtiera en un maestro de Yoga, yo fui un
estudiante de Yoga. Y había algunas posiciones que se me hicieron fáciles. Algunas
fueron muy difíciles. En la clase había unas personas que la primera o segunda vez
que recién llegaron, ya se estaban parando sobre la cabeza. Y a mí eso me tomó seis
meses. Y finalmente, yo seguía por mi cuenta intentando e intentando. Y un día me
las apañé para lograrlo una vez que estuve determinado para ello y lograrlo.
Mientras que toda esa gente que aparentemente tenían una habilidad natural, nada
más practicaron por un rato y después lo dejaron. Ni tampoco llegaron a ser
maestros. Lo que quiero decir es que la gente que destaca en alguna materia no
necesariamente tienen una inclinación natural para ello. Algunas veces, pues sí,
(Pero) la gente que destaca en algo tiene una tendencia natural hacia eso de ser
estudiante. El tema (o materia) en particular no importa. Yo podría estudiar
cualquier cosa y ser exitoso en ello. Porque disfruto el proceso, de estudiar, de
ser estudiante. Es por eso que me encanta cualquier cosa que me ocurra en la vida.
Ya sea que lea buenos artículos acerca de Mayweather, o lea malos artículos sobre
Mayweather. De si la gente me ama o me odia. De si la gente me entiende o no. En
realidad no importa. Esencialmente. Porque mi vida no está envuelta totalmente en
esos asuntos. Mi vida está envuelta en ser estudiante, de este mundo. Y por
supuesto que ahora soy maestro. Y como maestro no nada más tienes que ser
estudiante de las cosas que enseñas, sino que tienes estudiar el cómo enseñas. Y
naturalmente también tenéis que ser estudiante de aquellos a los que enseñáis.
Porque que tenéis que entenderlos y estudiarlos. De modo que puedas introducir
nueva información. (Ingresar nuevos datos) en todas esas cosas que necesitan
aprender. Tienes que estudiar a otros (jaja). Y claro tienes que estudiar diversos
métodos y maneras de transmitir información. Eso es el arte de enseñar. Más la
materia o el tópico en sí. Así que -hombre- como maestro uno nunca deja de ser
estudiante. Si es que eres un buen maestro. Y siempre aprendes más sobre tu propia
área. Porque si no te emociona aquello sobre lo que enseñas; si no eres siempre
-perpetuamente- un estudiante de lo que enseñas, entonces nadie se beneficiará.
Nadie quedará encantado con lo que haces. Porque tú no estás en fuego, no eres
creativo. No estás entusiasmado. Si yo no estuviera más entusiasmado que antes,
cualquier vez, acerca de tener que sentarme y meditar hoy, y hacer 'zazen',
entonces yo no debería enseñarlo. Si yo no estoy más entusiasmado acerca del
seminario que haré después, entonces no debería hacerlo. En otras palabras, debe
haber esa noción del reto. Tienes que retar a tu mente, probándola. Reta tu cuerpo.
Reta tu psique. Tu espíritu. Para ser un estudiante exitoso.
Así que como estudiante de Yoga que fui, recuerdo que cuando me lanzaba a intentar
esos ejercicios que eran particularmente difíciles, yo nada más seguiría
intentándolo. Y eventualmente la voluntad prevalecerá. O, recuerdo un ejercicio que
era muy difícil para mí de hacer. En realidad es muy difícil para la mayoría de la
gente. Y la actitud natural con la cual le daría vueltas al asunto es decir: 'Ok,
aquí está este ejercicio que es realmente difícil. Verdaderamente es monstruoso de
hacer. Ahora, no me gusta este ejercicio porque es muy difícil'. Así que me
encontré a mí mismo un día pensando, conforme estaba echado en el suelo, sobre una
manta en las montañas, -(en el Sur de California)-, cuando tenía alrededor de 19
años. Estaba haciendo este ejercicio de Yoga. Y lo intentaba con ahínco, y pensando
cuánto me desagradaba ese ejercicio. Cuando me cayó el veinte de que debería optar
porque me gustara ese ejercicio más que cualquiera de los otros. Así que decidí que
a partir de ese día, el ejercicio que me causara tal grado de dificutad (que lo que
llaman el "full locus"); decidí que éste sería mi ejercicio favorito,
absolutamente. Y cada día cuado hacia eso, me diría a mí mismo 'este es mi
ejercicio favorito'. Y comenzó a agradarme. Y me empezó a gustar cuán difícil era
de hacer. Lo difícil que tenía que batallar para llevar a cabo ese ejercicio.
Aprendí a disfrutar con esa sensación, de lucha. De (tener que) usar tooda mi
energía. Y tooda mi fuerza de voluntad. Nada más para disfrutar de aquella
sensación. La mayoría de la gente disfruta con la sensación de complacencia, de
suficiencia. Ellos aprenden a que les guste la sensación de sentarse frente a la
televisión; de recostarse para asolearse en la playa; de manejar alrededor en su
automóvil, sin nada que hacer; de hablar y hablar y hablar, durante horas con
otros, acerca de sujetos triviales. En otras palabras, que no hay demanda. No se
les exige. El estudiante exitoso decide que le gusta el mundo que es demandante,
que es exigente. El mundo de la fuerza de voluntad. El mundo del trabajo. Más que
el mundo de las actividades -de búsquedas- triviales. Si estás ahí afuera jugando a
las ocupaciones (actividades) triviales, entonces quiere decir que nada está
ocurriendo en tu vida. Nada relevante. Y las actividades triviales son más que un
juego de tablero (jaja). Así es como vive la mayoría de la gente. Sus vidas son
búsquedas triviales. Ir a la tintorería; recoger la ropa de la lavandería; salir
corriendo a la tienda; hacer algunas compras; indagar con quién quieres pasar el
tiempo; si estás casado, cómo apañártelas para irte con alguien; mirar a tus hijos
crecer; mirar como te haces viejo; trabajar en el trabajo, del cual no eres muy
entusiasmado; envolverte en el mundo del dinero, y así, y así, y así. La condición
humana. Enojarte cuando algo no sale del modo que querías. Echarle la culpa a
alguien más. Todo ese sin sentido de siempre. Con qué carga vivimos, ¿verdad? (Es
el mundo) de las búsquedas -las ocupaciones- triviales. Los estudiantes no gozan de
libertad de tiempo. Como estudiante, tú siempre estás ocupado. Definitivamente no
hay manera en esta Tierra de que puedas estar aburrido. Porque no hay límite para
la cantidad de estudio que puedas hacer. En realidad nunca tienes suficiente tiempo
para preparar tus clases.
Así que si estudias el budismo zen, en realidad nunca tienes suficiente tiempo.
Porque la vida llega a su fin, morirás. Y deseas ser alguien iluminado en esta
vida. Y puede que lo logres. Y si no te haces alguien plenamente iluminado, si tu
iluminación no está completamente integrada, ciertamente si practicas puedes llegar
a altos -e iluminados- estados de la mente. Ser iluminado no es algo especial. Pero
sí que es inusual. Trato de esclarecer esto lo más en los seminarios. Pero no sé si
se nota esto siempre. Algunas veces bromeo tú sabes al decir 'no sostengas la
respiración hasta que seas iluminado'. Lo cual -claro está- es una patada porque
cuando eres iluminado, con frecuencia no respiras durante largos periodos de tiempo
(jaja). Cuando estás en meditación profunda. Pero, muy pocas personas se tornan
iluminadas, en cualquier vida dada. Con ello quiero decir que de los 4 ó 5 mil
millones de personas en la Tierra, qué serán unas cuantas docenas que son
iluminadas. Tal vez una docena de ellos. Son plenamente iluminados. Tal vez un
centenar que están parcialmente iluminados. Tal vez miles y miles. Muchos miles de
todos modos. Tal vez diez mile de ellos que viven en estados de la mente
iluminados. Ahora, que como estudiante del zen, trabajar con un maestro iluminado,
la probabilidad de que te conviertas -digamos- en uno de esos diez mil personas que
viven en estados de la mente iluminados, de los alrededor de 5 mil millones en el
planeta, pues es alta. La posibilidad de ello es muy buena. Y eso en sí mismo es
extraordinario. Puesto que hay muy pocos maestros iluminados. Y si te encuentras
trabajando con uno, y si haces un buen trabajo, realmente te aplicas como
estudiante a lo largo de los años, es más probable que improbable que seas uno de
esos pocos. Uno de esos diez mil. Que viven en estados de la mente iluminados. Esto
es meramente sobre una base numérica. Y entonces hay un peldaño más arriba; un paso
más. Diría que es una iluminacion parcial. Y tal vez estés entre aquellos que
avanza hacia ahi. Y claro entonces que habrá algunas gentes que alcanzan la
iluminación total, plena. Y tú incluso puedes ser uno de ellos. Uno nunca sabe.
Pero realmente no es un asunto o cuestón que sea significativa. Como puedes ver,
ser estudiante no es nada más sobre el graduarse. Y convertirte en algo. Y obtener
un título. O como en el Mago de Oz, que le sostiene al espantapájaros un diploma. Y
eso gira en torno a la envergadura de la cuestión, el tamaño del diploma, de lo que
representa. Pues te dan certificados y diplomas, ¿verdad? Y sin embargo, un pedazo
de papel sí que representa algo. Significa que ya no quieres seguir en la escuela
(jaja). Pues tienes que salir ahí y conseguir trabajo.
Así que, representa más que eso, definitivamente. Significa que has trabajado -que
te has esforzado- mucho. El cual se ha esfumado ya (jaja). Aquí todo es
transitorio. Así que como estudiante de la Iluminación, tu actitud no debiera ser
una del tipo 'quiero ser iluminado'. O de llegar a ser iluminado. Sino que debe ser
una que goce de gran disposición por aprender. En otras palabras, cuando te
dispones a hacer un doctorado, digamos que hay un cierto número de áreas que debes
estudiar, y hacerte competente ahí pues vas a tomar exámenes que medirán que tan
bien andas ahí: o tal vez una tesis; o un experimento; lo que sea que contenga tu
programa, tienes que aprender sobre todas estas diferentes áreas. Tienes que
hacerte un experto. Ahora, no hace falta decir que te harás un experto nada más
para obtener un doctorado. Sino que aprendes lo suficiente como para poder enseñar
en un nivel básico. Y cuando terminas el doctorado es cuando verdaderamente
empiezas. El doctorado solamente te introduce al tema y tú tienes que seguir más
allá después. No hay límite para lo que puedes aprender sobre cualquier cosa. Así
que en la escuela de la Iluminación hay mucho por aprender. Pero la actitud
apropiada, si es que quieres ser un estudiante exitoso es no estar preocupado de si
te vas a graduar o no. No estar preocupado sobre si te harás alguien iluminado.
Obvio que uno lo hace precisamente por dicha razón. Pues uno va a la escuela para
obtener el grado. Pero esa no debería ser la única razón porque serás alguien
miserable durante muchos años; hasta que llegue el día en el que te hagan llegar el
papelito o el diploma o el certificado. Así que óptimamente tú esperas que vas a ir
-(de acuerdo con Rama esta es la buena actitud)-. La actitud correcta es que
optimizando el asunto, pues esperas ir y llegar lo más lejos posible. Y no poner
ninguna limitación en eso. Ni siquiera sabes lo que significa la palabra
Iluminación. No es más que una palabra. Hasta que lo vives y lo experimentas. En
realidad no sabes lo que es. Puede que hayas tenido algunas experiencias de
Iluminación. Pero para la mayoria de la gente, las experiencias de Iluminación -
(desde el punto de vista de alguien que es ciertamente alguien iluminado)- son algo
muy básico. Diríamos que algo muy trivial para ellos. Así que si te gustan las
experiencias en la consciencia de la Iluminación, entonces te gusta meditar y
detener el pensamiento, tus pensamientos. Lo cual es lo más dificil de hacer -
[(pues la mente gira y gira hacia, y cuando la buscas no está ahí, nota JS]). Es
por ello que la meditación es algo con lo que más debes disfrrutar. Es como mi
ejercicio de yoga. Aprendes a hacer que te guste. Porque es lo más difícil, la
lucha que trae consigo. Si te gusta aprender sobre como ser abnegado o altruista;
ser amable; dedicado; ser honesto. No ser alguien que nada más entretiene -como que
actuando o fingiendo- con tal o cual tema, sino aprender a trabajar con cierta
concordancia en un grupo. Y en ciertas ocasiones poder separarte; como un alma
sola, en la eternidad, -(en las bellezas de la eternidad). Esa es la actitud
correcta. La que es propia. La gente que está muy preocupada por graduarse estaría
mucho mejor enfocándose nada más en su trabajo y no en el día de su graduación.
Están dispuestos a graduarse mucho más rápido. Así que creo que la actitud que te
ayudaría es esta: nunca sabes. Nunca sabes si serás uno de aquellas diez mil
personas que acceden a estados iluminados de la mente. Nunca sabes si serás uno de
aquellos 100 ó 1000, o los que sean, tipos. En realidad no importa; pero digamos
que son menos. Que se hacen tan parcialmente iluminados (para estar en ese rango).
Y que se hacen lo suficiente y parcialmente iluminados para experimentar aquel
fragmento de la totalidad del ser; lo cual es impresionante. Digo yo hablo de eso
como algo parcial. Pero es una absorción muy profunda en el "samadhi". O en un
nivel elevado -alto- de realización. ([Nota JS: Véase la obra de Antonio Blay,
sobre los caminos de autorrealización]). Y puede que eso sea tu destino en esta
vida. O tal vez en una vida futura. El llegar a ser alguien plenamente iluminado.
Si es algo que va a ocurrir, entonces ocurrirá eventualmente. Pero la única manera
en que cualquiera de esas posibilidades ocurra es cuando disfrutas con el estudio.
Y si estás contento con nada más aprender. Con simplemente estar avanzando. Porque
cada vez que brincas a un nivel superior de consciencia; cada vez que desaprendes
algún tipo de condicionamiento; cada vez que meditas con mayor perfección; cada vez
que eres capaz lograr cosas mediante un acto de voluntad, en la vida; que logras
convertirte en todas esas cosas; que logras desatorarte de aquella personalidad que
eres ahora; y que te fusionas con la vida, te sientes mejor. Avanzas.
Así que ser un estudiante exitoso es una actitud. Y la actitud correcta es
disfrutar el estudio. Ese es el primer paso. Tienes que tener esa noción de
compromiso. De que vas a embarcarte en algo. Has decidido ir a la universidad o a
la escuela de computación. Pensaste sobre el asunto y lo que en última instancia te
animó a hacerlo fue un sentimiento -una sensación. Es por eso que nos lanzamos a
hacer cualquier cosa. Podemos decir 'bueno, decidí que quería hacer más lana; o no
me gustaba el trabajo que tenía; o me quería salir de mi casa e irme a la escuela'.
Bueno, todas estas cosas pueden ser o no ser verdad. Pero la verdadera razón por la
que hacemos algo, lo que sea, -(claro que no es lo que la mayoría de las personas
le llaman una decisión racional)-. Todos le echamos una pensada a las cosas. Pero
entonces llega un punto en el que seguimos ese sentimiento. Si la sensación
coincide con la decisión racional, entonces podemos decir que hicimos -que tomamos-
una decisión racional. Pero como todo mundo sabe con mucha frecuencia las cosas más
importantes que hacemos en la vida no tienen nada que ver con la razón; con el
raciocinio. La razón es una manera muy limitada de mirar -de considerar- las cosas.
No es más que una ecuación. Una ecuación es como un trabajo -un "paper"- finito.
Pero no siempre funcionan en el día a día. En la vida. En la escuela (egipcia) de
la experiencia. En el bardo de la existencia. Asi que lo que es necesario,
entonces, es divertirse. Que la pasas bien con tu vida. Y lo haces a través de
seguir sentimientos. Y algunos sentimientos te hacen sentir miserable -(como la
ira) y algunos hacen que te sientas bien -(como la risa); algunos te atan (como el
odio) y otros te llevan hacia la libertad (como el perdón). ([En reaidad solo
podemos sentir dos emociones: amor y miedo. 'Un Curso de Milagros', nota JS]). Así
que el estudiante opta por la libertad. Y escogen la felicidad -la alegría-. Es una
elección que haces. Reflexionas sobre estas ideas como 'quiero estudiar ciencias
computacionales; quiero estudiar zen, meditación; quiero estudiar el misticismo y
los poderes en los desiertos y en las montañas; lo que sea; quiero estudiar leyes o
medicina; hacerme músico o bailarín; quiero estudiar artes marciales; ski;
navegación; ingresar a una escuela de buceo, lo que sea que eso sea; paracaidismo;
volar un avión; volar a través de los planos astrales. Sigues un sentimiento
-sensación- y tienes que meditar sobre esa sensación. Y sentirla. Y caminar por ahí
envuelto en ella por un rato antes de decidirte a hacerlo. Una vez que te has
decidido, una vez que has dicho 'sí, quiero estudiar esta materia en particular',
grandioso. Entonces el siguiente paso claro está es encontrar un maestro. A menos
que sea un tema que sea muy auto-didacta. En cuyo caso tú eres el maestro; o los
libros son el maestro; o lo que sea con lo que trabajes. El maestro es el
componente esencial y una de las cosas que aprendes enseguida -como un estudiante
exitoso- es que uno no toma clases, (sino) uno toma (escoge) maestros. En otras
palabras tres gentes, diez gentes, mil gentes, pueden enseñar lo mismo. Y muy pocos
lo harán bien. Hay muchos negados y muy pocos que son buenos. La mayoría somo como
el promedio y algunos son terribles. Y así es como es con todo. Así ocurre con los
carpinteros; los escultores. La mayoría de ellos fueron estudiantes. La mayoría son
mediocres. Algunos que son sumamente malos y muy pocos que son geniales. Que
destacan. Así que es lo mismo con los maestros. Como estudiante universitario y de
posgrado, yo nunca escogí una clase nada más por como se llamaba. Claro que hubo
algunas clases que eran requeridas; pero me iría caso por caso individualmente
antes de inscribirme a alguna clase, al final del semestre, cuando te inscribes a
las clases del siguiente término, e iría y haría una cita para conocer a los
maestros; y presentarme estar ahí uno ó dos minutos con ellos, en sus horas de
oficina, y diría 'hola, estoy pensando en tomar tu clase el próximo semestre, y
nada más quería conocerlo y preguntarle de qué va a tratar, qué libros leeremos. Y
yo me daría cuenta después de un minuto ó dos, sin que me dijeran, si me gustaría o
no trabajar con ese profesor. Ahora, la mayoría de los estudiantes no harían esto.
Ellos nada más se anotarían en la lista, en el librito, y aún así se sentarían con
ese maestro, mes tras mes, experimentando la consciencia de ese profesor; su
vibración; escuchándolos; y al final de cuentas quedando atados a la nota que les
fuera a dar ese maestro. Uno nunca escoge maestros fáciles -barcos-. Esos maestros
pueden ser desastrosos. Porque son tan fáciles, estás tan aburrido, que no lo haces
-no te desempeñas- bien. Escoges buenos maestros. Algunos de los maestros que
escogí eran duros; sus reputaciones era de esas que nunca le pondrían a alguien un
diez; lo cual me di cuenta que no era cierto. Aquellos que no obtenían esa nota
obvio que eran los mismos que esparcían esos rumores y que al propio tiempo no
trabajaron lo suficiente. El escoger -seleccionar- un maestro es algo muy
importante. Y esto es de mayor relevancia mientras más pasa uno tiempo con un
maestro. Así que si es un maestro que tendrás durante un semestre, pues es
importante. De vez en cuando no hay nada que puedas hacer. Puesto que nada más hay
un maestro que dará una sección de algún curso en particular . Y no hay vuelta de
hoja. Tienes que tomarlo ese semestre. ¿Entonces? Pues tienes que tomarlo. Aún así
vale la pena hacer acto de presencia y hacer un contacto inicial, creo con el
maestro. Si es una materia en la que vas a estar por mucho más tiempo, si la
materia -el tema- es la Iluminación; si la materia son las artes marciales; o algo
en lo que trabajes, una maestría del arte. (Donde hay) un mentor; alguien que con
el que estarás involucrado no nada más por uno ó dos meses, sino por un largo
periodo de tiempo, que relamente supervisará tu estudio por muchos años, entonces
tienes que ser muuy selectivo. Y puede que sean, como dije anteriormente la mayoría
de los maestros son mediocres. La mayoría de la gente que dice enseñar acerca de la
Iluminación son terribles. En mi opinión, ellos son mediocres. No son terribles;
pero así es como los veo. Porque mis estándares son diferentes. Y entonces hay
algunos que son todavía peores. Y hay unos pocos que son muy buenos. Pero me topé
con lo mismo cuando fui profesor universitario. La mayoría de mis colegas eran
verdaderamente aburridos. Esto es, digo, lo mismo pensaban los estudiantes, en
última instancia. Eran grandes académicos. Eso es algo diferente. Para ser un
profesor universitario, no tienes que ser un buen maestro. Tu doctorado manda la
señal de que eres un buen académico y que disfrutas esa vida en la que escribes
artículos. Y puede que seas muy bueno para hacer todo eso; pero eso no quiere decir
que seas buen maestro. Nadie nunca te pregunta si eres buen maestro. Los maestros
de prepa toman cursos sobre cómo enseñar. Eso no asegura que sean buenos maestros.
Únicamente manda la señal de que acreditan cursos sobre cómo enseñar. Ser un buen
maestro es un boleto diferente. Así como ser un buen estudiante. Y junta a un buen
maestro con un buen estudiante, y tienes una combinación difícil de romper. Porque
al maestro le gusta enseñar y al estudiante le gusta aprender. Y ellos viven
felices por siempre ¿verdad? Bueno no hay duda de ello. Pero debes ser muy
cuidadoso a la hora de escoger a un maestro. Si es un curso de meditación básica,
entonces no importa mucho. Pero si trabajas en tu Iluminación, entonces trabajas
con alguien durante años, años y años. Y necesitas uno obviamente en el que se
sienta que es el indicado. O el más acreditado de todas las personas que has
conocido. Y tienes que respetarlos. Ellos no tienen que agradarte. Pero tienes que
respetar la manera en la que enseñan. Si no respetas a un maestro, no puedes
obtener nada de ellos en absoluto. Algunos maestros son graciosos; algunos no.
Algunos son estrictos; algunos son más liberales. Pero puedes respetar a cualquiera
de ellos si entiendes lo que hacen. Esto es si son dignos de tu respeto. Si son
maestros de su arte. Un maestro del arte es alguien que supongo ha sido adiestrado
por su arte. Se hacen tan iguales a lo que enseñan que no puedes distinguir entre
el maestro y la materia -el tema. El maestro es el tema -la materia. De esto trata
su vida entera. Ellos están tan envueltos en ella que, bueno, olvídense. Yo tuve
profesores universitarios que eran exactamente así. Ellos estaban tan envueltos
-tan adentrados- en la materia que era la única cosa sobre la que podían hablar.
Así que diría que una persona así es un maestro de su área o materia. O que han
sido adiestrados por ésta. Su vida y su tema -su materia- son una y la misma cosa.
Así es como definiría al alguien diestro en el asunto, a un maestro. Un maestro zen
es alguien que su vida está tan unificada -tan identificada- con la iluminación y
el autodescrubrimiento que nunca los podemos serparar de ello. Esencialmente ellos
han sido adiestrados -entrenados- por el zen. Nadie nunca domina un tema -o
materia.. Ese es un concepto extraño. Sino que el tema o materia te adiestra a ti.
Así que necesitas escoger un maestro selectivamente; uno que respetes; y claro uno
que sea capaz; uno que pueda hacer lo que dicen. (En) el mundo de la Iluminación no
es nada más ver a alguien que pueda hablar de ello, con trazas poéticas grandiosas
sobre la Iluminación; sino alguien que tenga el suficiente poder personal como para
llevarte hacia estados alterados de consciencia. Alguien que tenga un conocimiento
avanzado sobre otros planos de la consciencia; que pueda ver más allá del mundo de
la fisicalidad. Ahora, hay gente que profesa -que declara- que son capaces de hacer
eso. Pero en realidad muy pocos pueden lograr eso. Alguien que literalmente puede
realizar milagros. No nada más exteriormente sino interiormente también. Que puede
desplazar tu consciencia alrededor -por ahí- así como si movieras -de un lugar a
otro- el juguete de un niñito. Que con tan solo mover un dedo puden cambiar la
manera en la que te sientes. Asi como un gran maestro de artes marciales que con
tan solo mover un dedo te tira al suelo. Si es que son verdaderos maestros. Así que
el maestro del estudio de la atención puede nada más mover un dedo y cambiar el
modo en el que te sientes. O puede que hagan mucho más que eso. Ahora, ningún
maestro lo hace por ti. Y desafortunadamente la gente tiene esta idea; de que los
maestros de la Iluminación -u otros temas- se supone que deben estar pendientes de
uno y asegurarse de que hagas el trabajo. O que de alguna manera mágica hagan que
esto ocurra. En el zen y otras formas del autodescubrimiento sí que tenemos una
transferencia que se da. Donde se transfieren psíquicamente bloques -trozos- de
información de la atención hacia el estudiante. Lo cual es un poco diferente que en
otros tópicos o materias. Pero dicha transferencia únicamente puede ocurrir con un
estudiante que está horas y horas trabajando, en su vida diaria, tal como lo
sugiere el maestro; que está ahí en su meditación; con un actitud sumamente
entusiasta; con esperanza; optimista; y divertida. Tal estudiante se prepara a sí
mismo de modo que como maestro les puedas transferir algo. A eso en el zen le
llamamos la transmisión de la lámpara. Y es cuando tomamos estados iluminados de la
mente y literalmente los puedes pasar -transferir- del mismo modo en el que le
harías llegar flores a alguien. (Que puedes) iluminar la atención de alguien. Pero
únicamente les puedes entregar lo que ellos puedan sostener, mantener, no más. Una
persona tiene un pequeño vaso y nada más lo puedes llenar con cierta cantidad de
agua; claro si tienen una alberca de 25 metros, pues la puedes llenar. Algún día te
harás alguien sin límite, sin fin. Y entonces qué es lo que hay que llenar (jaja).
La Iluminación es algo que reside en tu interior. No es algo externo o que esté ahí
afuera. Me doy cuenta que esto es un concepto difícil. Pero está en tu mente. No tu
cerebro. Sino que está en ti. Hay un lugar dentro de ti, digamos que hay miles y
miles de caminos -o extremidades- en tu interior. Pero es un camino en particular.
Verdaderamente está ahí. Y si lo recorres, -¡bum!-, la iluminación está ahí. Pero
tenemos que andar por miles y miles de caminos. A veces una y otra vez. Solo que
nos olvidamos. Pero después de un rato los volvemos a recorrer. Para encontrar el
camino propio de la Iluminación -el que nos lleva ahí-, -(ciertamente todas las
cosas forman parte de la iluminación), empero hay un camino en particular; un par
de zapatos en particular, que se ajustarán mejor que cualquiera de los otros. Y
está dentro de ti. El maestro te enseña, señala, te ayuda, tanto externa como
internamente, tú sabes para que tengas la noción de cómo encontrar ese camino; cómo
descartar los caminos que no sirven. Pero para ser un estudiante exitosos tienes
que tener un buen maestro ([que tenga un aura como verde, que resuelve bien, esas
personas son las que se dedican a enseñar, ser docente es algo característico de su
naturaleza, nota JS]). Una vez que encuentras el maestro tienes que esmerarte. Y si
estás en nivel muy básico pues nada más te sientas ahí; escuchas; y aprendes.
Conforme te haces más avanzado, en cierta medida ayudas al maestro en su trabajo.
Porque siempre hay un nivel de compromiso; no tanto hacia el maestro, sino hacia el
tema, la materia. (Suponemos) que te encanta el tema, pues obvio que al maestro
pues le gusta todavía más. Así que ustedes dos nada más disfrutan el asunto. Hubo
una época en mi vida en la que me iba a hacer botanista. Porque amo el mundo de las
plantas. Y solía ir de búsqueda con mi maestro de botánica y caminar por el bosque;
y cosas así. Y era algo con lo que los dos simplemente disfrutábamos tanto. Estar
en el bosque. Compartíamos algo. Así que yo admiraba y respetaba a mis maestros,
puesto que el maestro con el que estaba ahí afuera en el bosque era un gran
maestro. No nada más un académico sino un maestro. Y un caballero. Conforme nos
trepábamos en el bosque, y el me enseñara algún follaje extraño o una enredadera o
vid extraña, Pues pasábamos un gran momento. También admiraba el modo en el que
maestro enseñaba en el salón de clase. Pero lo que más me inspiraba era la matería
-el tema- en sí mismo, claro está. Así que había esa noción de camaredía mutua
acerca del tema. Si estudias con un maestro de iluminación, si te gusta la
iluminación, si te gusta meditar y el modo en que te sientes después de hacerlo; si
te gusta aprender sobre ti mismo, sobre el ser; aprender a utilizar tu mente en
millones de formas nuevas; superar el miedo; la pena; la ira; el enojo; odio. Todas
las cosas que te hacen infeliz. Si te gusta trascender el Ser limitado. Y
fusionarte con la eternidad. Encontrar que hay decenas de miles de seres que puedes
ser. Que hay innumerables mundos por explorar. Si te gusta todo eso, el estudio de
la consciencia. Entonces si encuentras a un buen maestro, pues has encontrado a
alguien que le gusta todo eso incluso más que a ti (jaja). Así que comparten un
interés mutuo. Y como estudiante principiante pues nada más te sientas ahí y lo
escuchas. Y practicas -haces- lo que te dice el maestro. Si no haces tu tarea, pues
no hay avance o progreso. Si no meditas diariamente y si no estás pendiente de ese
periodo, no lo haces el mejor rato de tu día, y entonces tienes que ser "mindful"
el resto del día; practicar el control mental. Todas esas cosas diferentes forman
parte de la materia llamada Iluminación. Son lo que constituye ese asunto. Si haces
todo eso con entusiasmo y eres buen en ello, entonces te respetarás a ti mismo
porque te estás aplicando apropiadamente. Y te sientes bien. Estás haciendo un buen
trabajo. Lo haces lo mejor que puedes. Y entonces lo intentas con mayor fuerza o
dedicación. Y como maestro respetas a tu estudiante porque ellos hacen un buen
trabajo, claro que tú respetas a tu maestro. Porque eres tan afortunado de tener a
uno que es tan bueno, cuando hay muy pocos que lo son. Y si encuentras a alguien
así, entonces haz un buen trabajo para ellos. En otras palabras, ésta es la actitud
del éxito. Técnicamente no hay buenos secretos para ser un buen estudiante fuera
del trabajo arduo; trabajar inteligentemente, lo que significa no echarle pensada a
cosas que te hacen perder el tiempo; no perder el tiempo con gente que no trabaja
bien, si te juntas mucho con malos estudiantes, nada más adquieres sus hábitos. Si
te rodeas y te juntas con buenos estudiantes, entonces haces bien. Cuando era
estudiante de la carrera, solía pasar el tiempo con otros estudiantes a los que
verdaderamente les gustaba la materia. Soldríamos sentarnos juntos en la clase. Era
fácil darse cuenta quién iba bien. A quién le gustaba en realidad. Y me sentaria
con ellos. A veces me gustaba sentarme solo. Pero la mayoría de las veces nos
sentaríamos juntos. Y escuchar; tomar notas; o hacer cualquier cosa. Y entonces
algunas veces estudiaríamos juntos. No necesariamente hablando juntos, sino que
nosotros. En la Universidad llegué a dirigir la Sociedad con Honores, para
estudiantes que estaban en el programa de honores, y todos juntos pasaríamos el
tiempo estudiando juntos. Todos los demás estaban de fiesta; o merodeando por ahí;
o pasándola increíble; Y nosotros teníamos fiesta, ahí sentados, y aún la pasábamos
bien estudiando aquellos sábados por la noche; o viernes por la noche. Oh, claro de
vez en cuando íbamos a bailar, y pasar un buen rato. Pero pasábamos gran parte del
tiempo estudiando. Mucho más que cualquier otro estudiante. Porque eso era lo que
nos encantaba. Y estar con personas que hacían lo mismo fortalecía -enormemente-
ese sentido de escolaridad, de academia, Algunas veces, pues yo pasaba la mayor
parte de mi tiempo estudiando solo. En mi pequeño departamento o lo que fuera.
Porque siempre me daba cuenta de que así podia asimilar más. Pero algunas veces era
divertido pasar un rato con otros estudiantes que les iba bien. Pero ciertamente no
pasaba el tiempo con gente que no era buenos estudiantes. Oh, sí, tenía amigos y
asociados con los que iría al cine, y a los que el estudio no era la panacea en sus
vidas. No muchos. Pero unos cuantos. En otras palabras uno no se sujeta al tema,
sino que así es como funciona mejor. Nuestro interés en común era estudiar. Así que
naturalmente yo no querría gastar el tiempo con gente que nada más les gustaba ir a
los bares y a fiestas todo el tiempo. Porque no los vería mucho (jaja). No teníamos
algo en común. Lo que teníamos en común es que realmente nos gustaba trabajar y
sobresalir como estudiantes. Era divertido. Todo mundo se había dado cuenta de
ello. Naturalmente cuando llegas al posgrado las únicas personas que están ahí son
gente así. Si es un buen programa de posgrado. Uno nada más trata con el 10 por
ciento superior de la clase. Así que hay una actitud de profesionalismo. Algunas
veces tedioso -según yo- en muchos de los estudiantes de posgrado. Están demasiado
enamorados de sí mismos y de su
estudio. Porque una cosa es trabajar duro y otra diferente es tomárselo todo tan
en serio.
Así que como estudiante de la Iluminación es bueno encontrar gente a la que
verdaderamente le agrada su maestro, y que verdaderamente le gusta estudiar; pasar
tiempo juntos; y no creas una especie de club exclusivo, pues qué aburrido. Que
autoderrotista. Sino por el contrario ustedes disfrutan pasar tiempo juntos porque
en realidad están emocionados sobre sus meditaciones; lo que el maestro tenga que
decir; La materia en sí, digámoslo así. Que todo eso te emociona. Ese es el truco.
Ya sea que estés ahí en el bosque con tu maestro de botánica; mirando algún "furn",
follaje; o si estás ahí afuera en el desierto con tu maestro de Iluminación; si
miras a seres astrales; o si estás sentado en una clase; trabajando por tu cuenta;
necesitas amar el proceso del aprendizaje. Que te guste aprender. Ese es el secreto
para ser un estudiante exitoso. Y necesitas crear una quietud en tu vida; porque de
otro modo nunca puedes llegar a saber si te gusta aprender o no. Realmente tienes
que separarte del resto del común de la humanidad. La mayoría de los estudiantes
exitosos viven solos. O si no pueden costearse el vivir solos, comparten cuarto en
una casa en la que viven con otros estudiantes exitosos. Y hay esa noción de
silencio en tu vida. Mucho orden. Una higiene total en todo lo que haces. Porque
sin esa quietud -sin ese silencio o calma- la mente no puede girarse hacia adentro
o hacia afuera, de un modo dirigido. Muchas personas no son estudiantes exitosos
debido a que no saben cómo estudiar. El estudio implica silencio y tranquilidad. Tu
mente no puede estar divagar por todo el lugar. Necesitas un lugar callado. Que se
sienta bien para estudiar. Recuerdo en la Universidad que había mucha gente que
solía estudiar en la biblioteca. Y eso yo nunca lo pude entender. Porque la
biblioteca era el peor lugar para estudiar. Mucho mejor estar en un cuarto en un
"dorm", dormitorio ruidoso, donde al menos puedes ponerte unos audífonos. La
biblioteca simplemente estaba llena de gente que estaban haciendo locuacidades. O
que se quedaban ahí dormidos. Había una energía digamos como durmiente -que
incitaba- que uno no podría hacer nada. Lo mejor era entrar por aquellos libros que
buscabas e irte a otro lado. Donde la energía era limpia. Necesitas un lugar para
meditar y estudiar, donde la energía sea limpia. Es muy importante escoger un
departamento; una casa; un cuarto de dormitorio; un cuarto rentado. El tamaño no
importa. Lo que importa es que te tomaste la molestia -el tiempo- de escoger un
cuarto apropiado para trabajar ahí. Y que entonces lo limpiaste; lo decoraste; de
una manera digamos fastidiosa que fue lo que te inspiró. Si no tienes un ambiente
limpio para trabajar, no lo harás bien, no te irá bien, en la mayoría de los casos.
Ocasionalmente hay un genio incompetente, que le va bien en un ambiente ingenioso.
Pero seamos honestos: hay muy pocos. Y claro está, en el estudio del Zen, llegamos
a sentir el ambiente externo simplemente como un reflejo del estado de nuestra
consciencia interior. Y si tu ambiente es un desastre, probablemente tu consciencia
también lo sea; pues que esté mal. Y al limpiar nuestro ambiente -quitar toda esa
basura- ayuda mucho a la hora de limpiar nuestra mente. Así que escoges un buen
lugar en el que te gusta la energía como para estudiar y trabajar; de todos esos
lugares disponibles los arreglas todos; hasta te emociones y dices 'este es el
lugar donde meditaré' o 'este es el lugar en que estudiaré'. Los arreglas y los
conviertes en un lugar especial. Te emocionas acerca de y con todo esto. Encuentras
al mejor maestro que puedas encontrar. Y entonces comienzas. Y aprendes. Y no te
preocuapas acerca de graduarte. No te preocupas acerca de hacerte alguien
iluminado. Compartes un interés común con aquellos que estudian. Y cualquiera que
estudie, si estudian tan siquiera un poco; o si son grandes academicos; todos son
lo mismo. Todos son iguales. (Porque) todos son estudiantes. Y a veces tienes la
oportunidad de ayudar a un estudiante. En realidad no puedes hacer el trabajo de
nadie; pero a veces puedes hacer que se entusiasmen acerca del tema o materia. Esa
emoción puede ser algo atrapante, eso es lo que hace un maestro. Pero no quieres
pasar demasiado tiemo ahí como para descuidar tus propios estudios. En el mundo de
la Iluminación -los que estamos en eso- vemos que hay muchos que deciden salir ahí
y ponerse a enseñar sobre meditación. Y quedan tan envueltos en eso que dejan de
avanzar ellos mismos. Y en realidad no tienen tantas cosas -(o ideas nuevas)- por
enseñar. Lo más importante es que tú, tú mismo, deberías estar avanzando. En tu
disciplina debería haber un nivel más alto de logro, constantemente. Sin ese nivel
de logro o realización, entonces ¿qué es lo que hay por enseñar? ¿Qué es lo que
puede aprender una persona que no tienes eso? Y claro hay gente que profesa poseer
eso -ese conocimiento- pero no es así. Así que como estudiantes hemos de
discriminar. Pero tú te conoces a ti mismo. Sabes cuál es tu nivel de logro o
realización; a menos claro que estés completamente loco y te engañes. Lo cual
ciertamente que ocurre a veces. Cuando la gente entra en esos estados de
consciencia donde creen que ya son iluminados; o que son esto y lo otro. Y de hecho
pues no lo han logrado. Y lo mejor por hacer es que si pasas por una de esas fases,
pues ser sensible; reírte de ti mismo por lo tonto fuiste; darte cuenta de que
simplemente eras un principiante. Porque incluso la gente iluminada cree que ellos
mismos son principiantes y que también lo son los maestros y los académicos. Ellos
incluso se consideran mucho más principiantes que como otros pudieran verlos. (Se
ven) como principiantes eternos; novatos por siempre. Que empiezan de nuevo en cada
momento. Porque su materia -su tema- no tiene fin. El estudio de la Iluminación y
de la vida es un tema sin fin. (En el que) nadie lo sabe todo. Una persona
iluminada no lo sabe todo; simplemente van más allá del conocimiento. Hacia otro
reino que ni siquiera podemos describir con palabras. Pero nadie lo sabe todo.
Iluminación simplemente quiere decir caminar -recorrer- más allá de este y todos
los mundos hacia el Nirvana. Que se encuentra más allá del conocimiento y de la
ignorancia. Es otra cosa. Pero siempre hay algo más por aprender; algo más que
podemos llegar a ser. Eso es lo que la vida sea tan emocionante.
Así que ser un estudiante exitoso es una actitud. O podría hablar horas sobre
métodos de estudio; los pormenores de esto y de aquello. Pero en realidad no
disponemos de horas en esta grabación en particular. Así que espero haber bien
transmitido lo importatne. Con un par de anéctodas y algunos sentimientos. Y eso es
que el éxito en el estudio tiene mucho que ver, todo que ver, con tu actitud. Es
una sensación. Que no la tienes necesariamente; pero que te adentras en ella. Haces
que se dé. En otras palabras, es un estado de la mente que existe en tu interior.
Que necesitas encontrar. Y ese sentimiento es el amor por ser un estudiante
exitoso. No exitoso en el sentido de que otros piensen -crean- que eres exitoso,
sino nada más bajo tu propia óptica. Exitoso quiere decir que trabajas duro; que lo
haces bien; y que lo disfrutas. No hablo del éxito como una reputación que llega a
los oídos de otros. ¿A quién le importa lo que otros piensen? Si ellos son
exitosos, entonces comprenden que lo que haces no es gran cosa. Pues es lo que uno
hace cuando trabaja duro. Si ellos no son exitosos, entonces ¿querrías la
admiración de aquellos que de todas maneras no lo entenderían? No tiene sentido. El
éxito es un asunto personal. Quiere decir que disfrutas trabajando duro; que te
gusta la sensación de avanzar. Que te gusta el sentimiento de expandirte. Que te
gusta la sensación de aprender. Es un mundo agradable para vivir. Tiene mucha
esperanza porque siempre hay algo nuevo en él. Nunca estás aburrido. No está eso de
las 'búsquedas triviales'. Hay tanto por aprender. Hay mucho por ser. Hay mucho
hacia lo cual convertirse, transformarse.
Un poco de instrucción urbana en el fondo (música). Del zazen. Así que ser un
estudiante exitoso. Quiere decir el tener una actitud de éxito. La cual no es sino
que te gusta lo que haces. No nada más el logro; el tesoro al final del arcoiris;
sino el arcoiris en sí >> >>.

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