Está en la página 1de 2

Hay Siete requisitos para cumplir para tener éxito en el ministerio cristiano.

Estos son los


elementos básicos para alcanzar un ministerio ungido y con éxito. Sin ellos nuestro servicio
será intrascendente y sin frutos. Observemos lo siguiente:

1) CONSAGRACION  = Con esto me refiero a la entrega total de una persona a Dios. Ninguno de
nosotros puede desarrollar un ministerio eficaz si no rendimos toda nuestra vida a Él.

2) VISION = El segundo es la Visión. ¿Cual es la visión ministerial que Dios le ha dado?


Dentro de la Iglesia de Cristo hay cinco ministerios importantes apóstol, profeta, evangelista,
pastor y maestro

3) CONOCIMIENTO =  Tener conocimiento es fundamental, pero debemos usarlo para servir al


señor y no para mostrarle al mundo nuestro nivel intelectual. La capacitación es esencial para
responder adecuadamente a lo que preguntan sobre un determinado tema. Los que
ministramos somos hombres y mujeres que debemos responder  puesto que conocemos bien
la biblia, la palabra de Dios. Si no la conocemos vamos a estar en desventaja  frente al diablo
porque el si la conoce. Dios también nos capacita  para que ministremos  el amor y la gracia de
Cristo a través de nuestra vida. Si nos llenamos solo de  conocimiento y no tenemos amor por
las almas perdidas, no alcanzaremos el objetivo.

4) FE=  La fe sin obra es muerta. Podemos tener fe, pero si la ponemos en practica de nada nos
sirve. Si cumplimos todos los pasos hasta aquí citados pero no tenemos fe, la unción no
resultará. son necesarios cada uno de estos ingredientes para alcanzar la unción.

5) ACCIÓN =  Para tomar este paso deseo que tomemos el ejemplo de Nehemías. Él recibió la
palabra de Dios diciendo que debía hacer algo. Y no se quedo sentado esperando que Dios lo
hiciera,  sino que se puso en Acción y dijo "Ayúdame cuando le presente al rey mi petición. Haz
que su corazón sea propicio a mi.
Muchos oran y oran y cuando les decimos (Hermano ganemos aquel barrio para Cristo)      
-Responden-  (Estamos orando) (Al año siguiente le repetimos ( Hermano, hay que ganar hace
barrio para Cristo, hay muchos drogadictos)  y ellos vuelven a responder seguimos orando. En
definitiva, se pasan la vida solamente orando. Debemos orar, pero una vez que Dios nos da la
seguridad es momento de pararnos como Nehemías y decir: !Vamos reedifiquemos los muros
de Jerusalén y quitemos de nosotros este oprobio. Nehemías 2.17

6) ORACIÓN Y AYUNO  = Somos sacerdotes de Cristo. Cada  uno de nosotros tiene la


responsabilidad de tener el fuego encendido, mantener el fuego del altar en nuestra vida
devocional  a través de la oración constante.  Así el fuego del Espíritu Santo no se apagara
jamás.

Y el fuego encendido sobre el altar no se apagará, sino que el sacerdote pondrá en él leña cada
mañana, y acomodará el holocausto sobre él, y quemará sobre él las grosuras de los sacrificios
de paz.
Levítico 6:12
Es importante que sintamos amor por las almas perdidas; que doblemos nuestras rodillas para
gemir, para proclamar por el mundo que se pierde. Cuando aceptamos a Jesús las llamas del
altar llegan hasta el techo. Sim embargó, al pasar el tiempo el amor se va apagando y el altar
también. Entonces, allí donde había fuego, solo quedan cenizas. Si dejamos apagar el fuego del
altar, como le sucedía a los levitas, no servimos como sacerdotes, fracasamos en nuestra
función. Si no mantenemos el Altar a Dios encendido en nuestras vidas, nos enfriamos. De
pronto comenzamos a perder el amor por las almas sin Cristo, por la obra y los hermanos.

Podemos mantener el altar encendido con oración y con ayuno.

7) AMOR= A todo lo anunciado hasta aquí debemos abrazarlo con Amor. Si no hay amor por
las almas perdidas y por las ovejas propias,  en el ministerio cristiano es ineficaz y no va a tener
en nuestra vida ningún resultado. Usted puede ser una persona de ACCIÓN, FE o de
CONOCIMIENTO, pero si no tiene amor, ¿de que sirve? Todo lo que pueda construir lo termina
construyendo con Amor. Diariamente elevo esta oración a Dios: Señor, dame amor. Porque sé
que si no tengo amor, nada soy. Si no amara en verdad al que sufre, me seria imposible
continuar en el ministerio.

El amor por los perdidos produce avivamiento. Cuando se termina el amor, se termina el
avivamiento. Aquel que tiene pasión  por las almas vive en un permanente avivamiento.

También podría gustarte