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"Año del Bicentenario del Perú: 200 años de Independencia"

UNIVERSIDAD NACIONAL DE UCAYALI

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS

DERECHO DE AUTOR Y PROPIEDAD INTELECTUAL

INTEGRANTES : Castell Rodríguez, Cristhian.


García Huarcaya, Miguel
López Zúñiga, Lucero Nicole
Najar Cárdenas, Lían Mia
Penadillo Arévalo, Richard
Pinedo Acosta, Natalia.

CICLO : XII

SECCION : “C”

PUCALLPA - 2021
PROTECCIÒN DE OBRAS ESPECIALES

Están comprendidas como obras especiales:


1. Obras Derivadas:
La protección de estas obras, llamadas obras derivadas, está
sujeta a ciertas condiciones. Primero, deben respetarse los derechos de
autor que hay sobre la obra preexistente, lo cual requiere contar con
autorización del autor para poder hacer la traducción o adaptación.
Además, la obra derivada debe ser resultado de una intervención
creativa que permita identificar a la obra derivada como una obra distinta
y no como una mera copia de la anterior; en otros términos, la obra
derivada también debe satisfacer las exigencias de originalidad.

En cambio, no existe tal intervención creativa en un mero traspaso


de formato, como la digitalización de las páginas de un libro o la
transcripción de un poema, por lo que en tales casos no existe una obra
derivada. Así, por ejemplo, son obras distintas el libro Coronación de
José Donoso, y el guión de Silvio Caiozzi que adaptó su argumento para
la versión cinematográfica. En cambio, no hay una obra derivada ni
derechos de autor implicados en el simple acto de escanear La
Araucana de Alonso de Ercilla para poner ésta a disposición del público
en línea. Entre esta tenemos:

a) Las traducciones, adaptaciones.


las obras que se basan en otras obras también están protegidas,
siempre que no se trate de simples copias. El carácter de
originalidad que la ley exige para otorgar protección no impide que
una obra pueda basarse en obras preexistentes, como ocurre con
las obras que resultan de la adaptación, traducción u otra
transformación de una obra anterior. Por ejemplo, El Código Da
Vinci está protegida como obra literaria, pero separadamente
también está protegida su versión cinematográfica, El Código Da
Vinci.
b) Las revisiones, actualizaciones y anotaciones.
Estas obras derivadas también están protegidas por el derecho de
autor y hacen referencia, a los cambios posteriores a la creación de
la obra.
c) Los resúmenes y extractos.
d) Los arreglos musicales.
sí una canción va a ser adaptada a otro género musical (por
ejemplo, una composición de música criolla a música electrónica)
por un tercero, se requerirá la autorización del autor de la canción
original. Así, si bien el tercero habría creado una nueva obra,
siempre se requerirá la autorización del titular de la obra sobre la
cual se realiza la adaptación.
No se consideran arreglos musicales, y por lo tanto no están
protegidos por el Derecho de Autor, todas las contribuciones
meramente técnicas, tales como las simples trasposiciones y
transcripciones, la omisión o duplicación de voces, el agregado de
simples voces paralelas o la adición de adornos, actividades estas
que persiguen un mayor aprovechamiento comercial de las obras
originarias.
d) Las demás transformaciones de una obra literaria o artística o
de expresiones del folklore.

La definición del derecho de transformación no es tarea fácil, ya


que el concepto comprende actividades muy diferentes: desde una
traducción o una colección antológica hasta la actualización de una
obra original.

Como se puede extraer de la Ley de Propiedad Intelectual, el


derecho de transformación es el derecho a autorizar o prohibir
modificaciones en una obra preexistente de la cual resulte la
creación de una nueva obra. Puede hacerse mediante cualquier
tipo de modificación, adaptación o traducción de la original,
adquiriendo la titularidad de la obra derivada o compuesta
resultante el autor de la transformación, sin perjuicio de que su
explotación ha de ser autorizada por el titular de la obra original
mientras no esté en dominio público.

2. El título de una obra, cuando sea original, queda protegido como


parte de ella.

Se considera que el título forma parte de la obra, pero se protege en la


medida que sea original y creativo. Los títulos banales y los genéricos no
están protegidos. Por ejemplo, el título "Simón Bolívar" para referirse a
una biografía o novela sobre el Libertador, no se encuentra protegido,
pero sí lo está el título "El general en su laberinto".

3. Está protegida exclusivamente la forma de expresión mediante la


cual las ideas del autor son descritas, explicadas, ilustradas o
incorporadas a las obras.

Estos tipos de expresión incluyen la música, el arte, los gestos y,


por supuesto, el lenguaje verbal, ya sea escrito o hablado. Por tanto, el
ser humano no solo se puede expresar de una forma lingüística, sino
con la música, el arte, películas, etc.

LIMITACIONES DEL DERECHO


(LÍMITES AL DERECHO DE EXPLOTACIÓN Y DE SU DURACIÓN)
1. Límites al derecho de explotación

1.1. Las obras del ingenio protegidas podrán ser comunicadas


lícitamente, sin necesidad de la autorización del autor ni el pago
de remuneración alguna, en los casos siguientes:

a) Cuando se realicen en un ámbito exclusivamente doméstico,


siempre que no exista un interés económico, directo o indirecto
y que la comunicación no fuere deliberadamente propalada al
exterior, en todo o en parte, por cualquier medio.

b) Las efectuadas en el curso de actos oficiales o ceremonias


religiosas, de pequeños fragmentos musicales o de partes de
obras de música, siempre que el público pueda asistir a ellos
gratuitamente y ninguno de los participantes en el acto perciba
una remuneración específica por su interpretación o ejecución
en dicho acto.

c) Las verificadas con fines exclusivamente didácticos, en el


curso de las actividades de una institución de enseñanza por
el personal y los estudiantes de tal institución, siempre que la
comunicación no persiga fines lucrativos, directos o indirectos,
y el público esté compuesto exclusivamente por el personal y
estudiantes de la institución o padres o tutores de alumnos y
otras personas directamente vinculadas con las actividades de
la institución. Por ejemplo, cuando los profesores tienen que
repartir fotografías de diversos textos o copias de pinturas
artísticas, etc.

d) Las que se realicen dentro de establecimientos de comercio,


para los fines demostrativos de la clientela, de equipos
receptores, reproductores u otros similares o para la venta de
los soportes sonoros o audiovisuales que contienen las obras,
siempre y cuando la comunicación no fuere deliberadamente
propalada al exterior, en todo o en parte. Por ejemplo cuando
se tiene que poner la muestra d ellos perfumes en varios
botecitos y repartirlos o mostrarlos.

e) Las realizadas como indispensables para llevar a cabo una


prueba judicial o administrativa.

1.2. Las lecciones dictadas en público o en privado, por los profesores


de las universidades, institutos superiores y colegios, podrán ser
anotadas y recogidas en cualquier forma, por aquellos a quienes
van dirigidas, pero nadie podrá divulgarlas o reproducirlas en
colección completa o parcialmente, sin autorización previa y por
escrito de los autores.

1.3. Respecto de las obras ya divulgadas lícitamente, es permitida sin


autorización del autor:

a) La reproducción por medios reprográficos, para la enseñanza


o la realización de exámenes en instituciones educativas,
siempre que no haya fines de lucro y en la medida justificada
por el objetivo perseguido, de artículos o de breves extractos
de obras lícitamente publicadas, a condición de que tal
utilización se haga conforme a los usos honrados y que la
misma no sea objeto de venta u otra transacción a título
oneroso, ni tenga directa o indirectamente fines de lucro.

b) La reproducción por reprografía de breves fragmentos o de


obras agotadas, publicadas en forma gráfica, para uso
exclusivamente personal.

c) La reproducción individual de una obra por bibliotecas o


archivos públicos que no tengan directa o indirectamente fines
de lucro, cuando el ejemplar se encuentre en su colección
permanente, para preservar dicho ejemplar y sustituirlo en
caso de extravío, destrucción o inutilización; o para sustituir en
la colección permanente de otra biblioteca o archivo, un
ejemplar que se haya extraviado, destruido o inutilizado,
siempre que no resulte posible adquirir tal ejemplar en plazo y
condiciones razonables.

d) La reproducción de una obra para actuaciones judiciales o


administrativas, en la medida justificada por el fin que se
persiga.

e) La reproducción de una obra de arte expuesta


permanentemente en las calles, plazas u otros lugares
públicos, o de la fachada exterior de los edificios, realizada por
medio de un arte diverso al empleado para la elaboración del
original, siempre que se indique el nombre del autor si se
conociere, el título de la obra si lo tuviere y el lugar donde se
encuentra.

f) El préstamo al público del ejemplar lícito de una obra


expresada por escrito, por una biblioteca o archivo cuyas
actividades no tengan directa o indirectamente fines de lucro.
En todos los casos indicados en este artículo, se equipará al
uso ilícito toda utilización de los ejemplares que se haga en
concurrencia con el derecho exclusivo del autor de explotar su
obra.

1.4. Es permitido realizar, sin autorización del autor ni pago de


remuneración, citas de obras lícitamente divulgadas, con la
obligación de indicar el nombre del autor y la fuente, y a condición
de que tales citas se hagan conforme a los usos honrados y en la
medida justificada por el fin que se persiga.

1.5. Es lícita también, sin autorización, siempre que se indique el


nombre del autor y la fuente, y que la reproducción o divulgación
no haya sido objeto de reserva expresa:

a) La difusión, con ocasión de las informaciones relativas a


acontecimientos de actualidad por medios sonoros o
audiovisuales, de imágenes o sonidos de las obras vistas u
oídas en el curso de tales acontecimientos, en la medida
justificada por el fin de la información.

b) La difusión por la prensa o la transmisión por cualquier medio,


a título de información de actualidad, de los discursos,
disertaciones, alocuciones, sermones y otras obras de carácter
similar pronunciadas en público, y los discursos pronunciados
durante actuaciones judiciales, en la medida en que lo
justifiquen los fines de información que se persiguen, y sin
perjuicio del derecho que conservan los autores de las obras
difundidas para publicarlas individualmente o en forma de
colección. Por ejemplo cuando se hacen notas de obras
teatrales que son adaptaciones de libros u otras obras
literarias.

c) La emisión por radiodifusión o la transmisión por cable o


cualquier otro medio, conocido o por conocerse, de la imagen
de una obra arquitectónica, plástica, de fotografía o de arte
aplicado, que se encuentren situadas permanentemente en un
lugar abierto al público.

1.6. Es lícito que un organismo de radiodifusión, sin autorización del


autor ni pago de una remuneración adicional, realice grabaciones
efímeras con sus propios equipos y para la utilización por una
sola vez, en sus propias emisiones de radiodifusión, de una obra
sobre la cual tengan el derecho de radiodifundir. Dicha grabación
deberá ser destruida en un plazo de tres meses, a menos que se
haya convenido con el autor uno mayor. Sin embargo, tal
grabación podrá conservarse en archivos oficiales, también sin
autorización del autor, cuando la misma tenga un carácter
documental excepcional.

1.7. Es lícito, sin autorización del autor ni pago de remuneración


adicional, la realización de una transmisión o retransmisión, por
parte de un organismo de radiodifusión, de una obra
originalmente radiodifundida por él, siempre que tal retransmisión
o transmisión pública, sea simultánea con la radiodifusión original
y que la obra se emita por radiodifusión o se transmita
públicamente sin alteraciones.

1.8. Es lícita la copia, para uso exclusivamente personal de obras,


interpretaciones o producciones publicadas en grabaciones
sonoras o audiovisuales. Sin embargo, las reproducciones
permitidas en este artículo no se extienden:

a) A la de una obra de arquitectura en forma de edificio o de


cualquier otra construcción.
b) A la reproducción integral de un libro, de una obra musical en
forma gráfica, o del original o de una copia de una obra
plástica, hecha y firmada por el autor.
c) A una base o compilación de datos.

1.9. No será considerada transformación que exija autorización del


autor la parodia de una obra divulgada mientras no implique
riesgo de confusión con la misma ni se infiera un daño a la obra
original o a su autor y sin perjuicio de la remuneración que le
corresponda por esa utilización.

1.10. Las excepciones establecidas en los artículos precedentes, son


de interpretación restrictiva y no podrán aplicarse a casos que
sean contrarios a los usos honrados.

1.11. Los límites a los derechos de explotación respecto de los


programas de ordenador, serán exclusivamente los contemplados
en el Capítulo relativo a dichos programas.

2. Duración

2.1. El derecho patrimonial dura toda la vida del autor y setenta años
después de su fallecimiento, cualquiera que sea el país de origen
de la obra, y se transmite por causa de muerte de acuerdo a las
disposiciones del Código Civil. En las obras en colaboración, el
período de protección se contará desde la muerte del último
coautor.

2.2. En las obras anónimas y seudónimas, el plazo de duración será


de setenta años a partir del año de su divulgación, salvo que
antes de cumplido dicho lapso el autor revele su identidad, en
cuyo caso se aplicará lo dispuesto en el artículo anterior.

2.3. En las obras colectivas, los programas de ordenador, las obras


audiovisuales, el derecho patrimonial se extingue a los setenta
años de su primera publicación o, en su defecto, al de su
terminación. Esta limitación no afecta el derecho patrimonial de
cada uno de los coautores de las obras audiovisuales respecto de
su contribución personal, ni el goce y el ejercicio de los derechos
morales sobre su aporte.
2.4. Si una misma obra se ha publicado en volúmenes sucesivos, los
plazos de que trata esta ley se contarán desde la fecha de
publicación del último volumen.

2.5. Los plazos establecidos en el presente Capítulo, se calcularán


desde el día primero de enero del año siguiente al de la muerte
del autor o, en su caso, al de la divulgación, publicación o
terminación de la obra.
USO DE LAS OBRAS PUBLICAS
Las obras se encuentran protegidas por toda la vida del autor y 70 años
después de su muerte. Sin embargo, existe una serie de casos especiales, los
cuales se detallan a continuación. La obra pasa a ser de dominio público,
cuando el plazo de protección se ha cumplido, a partir de ese momento la obra
será de libre reproducción y utilización, respetándose siempre los derechos
Morales del autor.
1. Dominio publico
En el contexto del derecho de autor, no se refiere sólo a que la obra esté
a “disposición del público”. Una vez expirado el plazo de los derechos de
autor, se considera que la obra es de dominio público y puede ser
utilizada, adaptada o publicada por cualquiera. Así algunos textos de
Aristóteles, Mark Twain, Shakespeare, Dante Alighieri, Hans Christian
Andersen, pueden ser reproducidos sin tener que solicitar permiso
alguno. En función de la jurisdicción es posible que se conserven
determinados derechos, como el derecho de atribución y otros derechos
Morales. Asimismo, el derecho puede optar por ceder la licencia de su
obra conforme a un sistema de colaboración como las licencias de
creative commons, que permiten la posibilidad de usar y distribuir la
obra.

DERECHO A LA CITA
El derecho de cita es, en realidad, un límite a los derechos del
autor (tanto a los de contenido económico como a los personales).
Es importante saber tener un concepto claro de qué es la cita. Según la
propia Ley de Propiedad Intelectual es un pequeño fragmento de una obra
ajena, extracto poco relevante sobre su conjunto que incluimos en nuestra
creación. Puede ser escrito, sonoro o audiovisual. La ley de Propiedad
Intelectual regula el derecho a citar en el artículo 32. El título del artículo es “Es
permitido realizar, sin autorización del autor ni pago de remuneración, citas de
obras lícitamente divulgadas, con la obligación de indicar el nombre del autor y
la fuente, y a condición de que tales citas se hagan conforme a los usos
honrados y en la medida justificada por el fin que se persiga”.
1. ¿qué requisitos debe tener una cita para no lesionar el derecho de
propiedad intelectual del autor?

 Que la obra de la que extraemos la cita sea una obra divulgada


 Que su inclusión se realice a título de cita o para ser analizada o
sometida a comentario o juicio crítico.
 Siempre con fines docente o de investigación
 Indicar la fuente y el autor de la obra que hemos empleado. No te
olvides de este detalle porque es importante y puede que estés
metiendo la pata y acaben acusándote de plagio o algo similar.

TRANSMISION DE LOS DERECHOS DE AUTOR


Solo son transferibles los derechos patrimoniales, mas no los derechos
morales; entonces el derecho patrimonial puede transferirse por mandado o
presunción legal, mediante cesión entre vivos o transmisión mortis causa, por
cualquiera de los medios permitidos por la ley.
1. Cesión entre vivos
Toda cesión entre vivos se presume realizada a título oneroso, a
menos que exista pacto expreso en contrario, y revierte al cedente al
extinguirse el derecho del cesionario.

La cesión se limita al derecho o derechos cedidos, y al tiempo y


ámbito territorial pactados contractualmente. Cada una de las
modalidades de utilización de las obras es independiente de las demás
y, en consecuencia, la cesión sobre cada forma de uso debe constar en
forma expresa y escrita, quedando reservados al autor todos los
derechos que no haya cedido en forma explícita. Si no se hubiera
expresado el ámbito territorial, se tendrá por tal el país de su
otorgamiento; y si no se especificaren de modo concreto la modalidad de
explotación, el cesionario sólo podrá explotar la obra en la modalidad
que se deduzca necesariamente del propio contrato y sea indispensable
para cumplir la finalidad de éste.

Salvo en los casos de los programas de ordenador y de las obras


audiovisuales, la cesión en exclusiva deberá otorgarse expresamente
con tal carácter y atribuirá al cesionario, a menos que el contrato
disponga otra cosa, la facultad de explotar la obra con exclusión de
cualquier otra persona, comprendido el propio cedente, y la de otorgar
cesiones no exclusivas a terceros. El cesionario no exclusivo queda
facultado para utilizar la obra de acuerdo a los términos de la cesión y en
concurrencia, tanto con otros cesionarios como con el propio cedente.

2. Nulidad
Es nula la cesión de derechos patrimoniales respecto del conjunto
de las obras que un autor pueda crear en el futuro, a menos que estén
claramente determinadas en el contrato. Es igualmente nula cualquier
estipulación por la cual el autor se comprometa a no crear alguna obra
en el futuro.

3. Cesión a título oneroso


La cesión otorgada a título oneroso le confiere al autor una
participación proporcional en los ingresos que obtenga el cesionario por
la explotación de la obra, en la cuantía convenida en el contrato.

No será de aplicación lo dispuesto en el párrafo anterior y por


tanto la remuneración puede ser a tanto alzado:

a) Cuando, atendida la modalidad de la explotación, exista


dificultad grave en la determinación de los ingresos o su
comprobación sea imposible o de un costo desproporcionado
con la eventual retribución.

b) Cuando la utilización de la obra tenga carácter accesorio


respecto de la actividad o del objeto material a los que se
destine.

c) Cuando la obra, utilizada con otras, no constituya un elemento


esencial de la creación intelectual en la que se integre.

d) En el caso de la primera o única edición de las siguientes


obras no divulgadas previamente: diccionarios, antologías y
enciclopedias; prólogos, anotaciones, introducciones y
presentaciones; obras científicas; trabajos de ilustración de
una obra; traducciones; o ediciones populares a precios
reducidos.

e) Cuando las partes expresamente lo pacten. Las disposiciones


del presente artículo son igualmente aplicables a las tarifas de
las entidades de gestión colectiva.

4. Titular del derecho patrimonial


El titular de derechos patrimoniales puede igualmente conceder a
terceros una simple licencia de uso, no exclusiva e intransferible, la cual
se regirá por las estipulaciones del contrato respectivo y las atinentes a
la cesión de derechos, en cuanto sean aplicables. Los contratos de
cesión de derechos patrimoniales, los de licencia de uso, y cualquier otra
autorización que otorgue el titular de derecho, deben hacerse por
escrito, salvo en los casos en que la ley presume la transferencia entre
vivos de tales derechos.
EL CONVENIO DE BERNA

I. RESEÑA HISTÓRICA

El 9 de septiembre de 1886, países de todo el mundo firmaron el


Convenio de Berna para la Protección de Obras Literarias y Artísticas en
Berna (Suiza). ¿Qué es este Convenio? Es el primer acuerdo internacional
que reconoce los derechos exclusivos que el creador tiene sobre sus obras
artísticas y literarias y, en la actualidad, más de 160 países lo han ratificado
e incorporado a su legislación.
Toda vez que ha sido fuente de inspiración para el establecimiento de leyes
sobre el derecho de autor en los países. Permanece a pesar de haber sido
el incipiente en la legislación de finales del siglo XIX.
La Convención de Berna se desarrolló a instancias de Víctor Hugo, el
escritor francés de «Los Miserables», él y junto con otros autores de
la Asociación Littéraire et Artistique Internacionale, se desarrolló la
Convención de Berna que aprobó el Convenio del mismo nombre el 9 de
septiembre de 1886. Con ello, pretendían aplicar en todo el mundo el
modelo francés y así evitar la reproducción de sus obras en otros países sin
ningún respeto por el derecho de autor. Por lo tanto, contrasta con el
concepto anglosajón de "derecho de autor" que solo se ocupaba de las
preocupaciones económicas.  
Según la Convención, los derechos de autor de las obras creativas están
vigentes automáticamente desde su creación sin ser afirmados o
declarados. Un autor no necesita "registrarse" o "solicitar" un derecho de
autor en países adheridos a la Convención. Tan pronto como una obra es
"fija", es decir, escrita o grabada en algún medio físico, su autor tiene
derecho automáticamente a todos los derechos de autor de la obra y a
cualquier obra derivada, a menos y hasta que el autor los niegue
explícitamente o hasta que el copyright expira. Los autores extranjeros
tienen los mismos derechos y privilegios para el material con derechos de
autor que los autores nacionales en cualquier país que ratificó la
Convención.
Antes de la Convención de Berna, la legislación sobre derechos de autor
seguía siendo descoordinada a nivel internacional. Entonces, por ejemplo,
un trabajo publicado en Gran Bretaña por un ciudadano británico estaría
cubierto por derechos de autor allí, pero cualquier persona en Francia
podría copiarlo y venderlo. El editor neerlandés Albertus Willem Sijthoff,
quien saltó a la fama en el comercio de libros traducidos, escribió a la reina
Wilhelmina de los Países Bajos en 1899 en oposición a la convención por la
preocupación de que sus restricciones internacionales sofocarían la
industria gráfica neerlandesa.
El Convenio de Berna siguió los pasos del Convenio de París para la
Protección de la Propiedad Industrial de 1883, que de la misma manera
había creado un marco para la integración internacional de los otros tipos
de propiedad intelectual: patentes, marcas y diseños industriales. 
Al igual que el Convenio de París, el Convenio de Berna creó una oficina
para manejar tareas administrativas. En 1893, estas dos pequeñas oficinas
se fusionaron y se convirtieron en las Oficinas Internacionales Unidas para
la Protección de la Propiedad Intelectual (mejor conocidas por su acrónimo
francés BIRPI), situadas en Berna.  En 1960, BIRPI se mudó a Ginebra,
para estar más cerca de las Naciones Unidas y otras organizaciones
internacionales en esa ciudad.  En 1967 se convirtió en la Organización
Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), y en 1974 se convirtió en una
organización dentro de las Naciones Unidas. 
La Convención de Berna fue completada en París en 1886, revisada en
Berlín en 1908, completada en Berna en 1914, revisada en Roma en 1928,
en Bruselas en 1948, en Estocolmo en 1967 y en París en 1971, y fue
enmendada en 1979 (su última modificación en ese año).
Se considera el instrumento internacional más antiguo de cuantos existen
en la esfera del derecho de autor, y revisaba la:

- Unión de la mayoría de los países del mundo para proteger a los


creadores.
- Reciprocidad de protección entre países.
- Reconocimiento de los derechos exclusivos de autorización y los
derechos morales del autor.
- Establecimiento de periodos máximos de protección en las obras tanto
en su creación como en su traducción.
- Creación de una oficina internacional para la protección de las obras
literarias y artísticas.

II. PRINCIPIOS DE PROTECCIÓN


Los tres principios básicos son los siguientes:
a) Principio de trato nacional: Las obras originarias de uno de
los Estados Contratantes (es decir, las obras cuyo autor es
nacional de ese Estado o que se publicaron por primera vez en él)
deberán ser objeto, en todos y cada uno de los demás Estados
Contratantes, de la misma protección que conceden a las obras
de sus propios nacionales (el principio del "trato nacional").
Así ocurre en las mercancías importadas en un país deben recibir
el mismo trato, al menos después de que las mercancías
extranjeras hayan entrado en el mercado. Lo mismo debe ocurrir
en el caso de los servicios extranjeros y los nacionales, y en el de
las marcas de fábrica o de comercio, los derechos de autor, las
patentes extranjeros y nacionales. Este principio de “trato
nacional” (dar a los demás el mismo trato que a los nacionales) en
este ejemplo que les pongo los países no pueden normalmente
establecer discriminaciones entre particulares. Por lo tanto, otro
ejemplo claro es de una novela escrita en Perú por un ciudadano
peruano tendrá la misma protección en Ecuador, que una novela
escrita en Ecuador por un ciudadano de ese país. 
b) Principio de protección automática: La protección no deberá
estar subordinada al cumplimiento de formalidad alguna (principio
de la protección "automática"). El efecto de este principio es que,
poniéndonos en el ejemplo anterior, el autor peruano de una
novela no tiene que registrarla o declararla en Ghana, India,
Indonesia o cualquier otro estado integrante de la Convención de
Berna. Su novela quedará automáticamente protegida en todos
estos países desde el momento en que sea escrita. 
c) Principio de la independencia de la protección: La
protección es independiente de la existencia de protección en el
país de origen de la obra (principio de la "independencia" de la
protección). Empero, si en un Estado Contratante se prevé un
plazo más largo de protección que el mínimo prescrito por el
Convenio, y cesa la protección de la obra en el país de origen, la
protección podrá negarse en cuanto haya cesado en el país de
origen.
¿Qué es lo que se quiere decir? En este principio se establece
que cada estado miembro debe otorgar a las obras extranjeras la
misma protección que se le otorga a las obras nacionales, aun
cuando las obras extranjeras puedan no estar protegidos por la
legislación de derecho de autor en los países en los cuales se
originaron. Por ejemplo, aunque una novela escrita en Perú por un
ciudadano peruano no estuviera protegida por la legislación
peruana, estaría protegida en España si se ajusta a los requisitos
de protección de la legislación de España. 

III. LA CONVENCIÓN DE ROMA Y LOS DERECHOS CONEXOS.

Los derechos conexos están contemplados internacionalmente por la


Convención Internacional sobre la Protección de los Artistas Intérpretes o
Ejecutantes, los Productores de Fonogramas y los Organismos de
Radiodifusión, conocida como la Convención de Roma, firmada en 1961 y
administrada por la OMPI.
La Convención de Roma de 1961 es la base internacional en la cual se
expresan estos derechos y se promueve su protección por un plazo de 20
años desde la adquisición del derecho, es decir desde que se interpretó la
obra, o desde que se difundió; del mismo existe otro acuerdo internacional
más específico y aplicable a nuestra época, los ADPIC (acuerdo relativo a
derechos de propiedad intelectual relativas al comercio) determinados en
la Ronda de Uruguay de la OMC del mismo modo se han establecido
pautas de protección de estos derechos. El ADPIC establecen protección de
los productores e intérpretes, en cuanto a sus derechos, de 50 años y los
derechos de los radiodifusores de tan solo 20 años.
En el año 1996 se realiza el tratado WPPT (tratado de la OMPI sobre
interpretación y fonogramas que entró en vigor en 2002, la cual ampara la
difusión en la Internet.

¿Cómo se relacionan con los derechos conexos?


La Convención de Roma asegura la protección de las interpretaciones o
ejecuciones de los artistas intérpretes o ejecutantes, los fonogramas de los
productores de fonogramas y las emisiones de los organismos de
radiodifusión:

1) Los artistas intérpretes o ejecutantes (actores, cantantes, músicos,


bailarines y otras personas que interpretan o ejecutan obras literarias o
artísticas) están protegidos contra ciertos actos para los que no hayan
dado su consentimiento; dichos actos son: la radiodifusión y la
comunicación al público de su interpretación o ejecución; la fijación de su
interpretación o ejecución; la reproducción de dicha fijación si ésta se
realizó originalmente sin su consentimiento o si la reproducción se
realizó con fines distintos de aquellos para los cuales se había dado el
consentimiento.

2) Los productores de fonogramas gozan del derecho a autorizar o


prohibir la reproducción directa o indirecta de sus fonogramas. A tenor
de lo previsto en la Convención de Roma, se entenderá por fonograma
la fijación exclusivamente sonora de los sonidos de una ejecución o de
otros sonidos. Cuando el fonograma publicado con fines comerciales sea
objeto de utilizaciones secundarias (tales como la radiodifusión o la
comunicación al público en cualquier forma), el usuario deberá abonar
una remuneración equitativa y única a los artistas intérpretes o
ejecutantes o a los productores de fonogramas, o a ambos; sin embargo,
los Estados Contratantes tienen la facultad de no aplicar esta norma o
de limitar su aplicación.
3) Los organismos de radiodifusión gozan del derecho a autorizar o
prohibir ciertos actos, a saber, la retransmisión de sus emisiones; la
fijación de sus emisiones; la reproducción de dichas fijaciones; la
comunicación al público de sus emisiones de televisión cuando se
realice en lugares accesibles al público previo pago del derecho de
entrada.

La
Convención de Roma permite que se dispongan limitaciones y excepciones
en la legislación nacional a los derechos antes mencionados por lo que
respecta a la utilización privada, la utilización de breves extractos en relación
con la información de acontecimientos de actualidad, la fijación efímera
realizada por un organismo de radiodifusión por sus propios medios y para
sus propias emisiones, la utilización con fines exclusivamente docentes o de
investigación científica y en cualquier otro caso en que la legislación nacional
prevea excepciones al derecho de autor sobre las obras literarias y
artísticas. Además, una vez que el artista intérprete o ejecutante ha
autorizado que se grabe su interpretación o ejecución en la fijación visual o
audiovisual, ya no son aplicables las disposiciones relativas a los derechos
de los artistas intérpretes o ejecutantes.
En lo que atañe a la duración, la protección debe durar, como mínimo, hasta
que expire el plazo de los 20 años contados desde el término del año en
que:
a) Se haya realizado la fijación de los fonogramas y de las interpretaciones o
ejecuciones incorporadas en ellos;
b) Hayan tenido lugar las interpretaciones o ejecuciones que no estén
incorporadas en fonogramas;
c) Se hayan difundido las emisiones de radiodifusión. Sin embargo, las
legislaciones nacionales prevén cada vez con mayor frecuencia un plazo de
protección de 50 años, por lo menos, para los fonogramas y las
interpretaciones o ejecuciones.
La OMPI se encarga de administrar la Convención de Roma conjuntamente
con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Estos tres organismos constituyen la Secretaría del Comité
Intergubernamental establecido en virtud de la Convención, que está
compuesto por representantes de 12 Estados Contratantes.
La Convención no prevé que se constituya una Unión ni que se dote de
presupuesto. Por otra parte, en ella se instituye un Comité
Intergubernamental compuesto por los Estados Contratantes y al que
compete examinar las cuestiones relativas al presente instrumento 1.
Pueden adherirse a la Convención los Estados que son parte en el Convenio
de Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas (1886) o en
la Convención Universal sobre Derecho de Autor. Los instrumentos de
ratificación o de adhesión deben depositarse en poder del secretario general
de las Naciones Unidas. Los Estados pueden formular reservas respecto de
la aplicación de ciertas disposiciones.
Jurisprudencia Nacional:
Mediante Resolución N°0023-2021/TPI-
INDECOPI de fecha 8 de enero de
2021 (recaída en el Expediente N°1522-
2019/DDA), firmada digitalmente con
fecha 8 de febrero de 2021 por la
Presidenta de la Sala Especializada en
Propiedad Intelectual del Tribunal de
Defensa de la Competencia y de la
Propiedad Intelectual del Indecopi, se
emitió un Precedente de Observancia
Obligatoria en materia de Derechos de
Autor sobre “Comunicación Pública de
una obra (también de fonogramas)
realizada exclusivamente un ámbito doméstico”.
En el referido precedente de observancia obligatoria se logró determinar 
(i) el derecho de remuneración de los artistas intérpretes o ejecutantes y
de los productores de fonogramas,
(ii) los actos de comunicación pública y
(iii) sobre las excepciones y límites para el derecho de autor reconocido a
los artistas intérpretes o ejecutantes y productores de fonogramas
con relación a los actos de comunicación pública.
La Sociedad de Gestión Colectiva Unión Peruana de Productores
Fonográficos “UNIMPRO” interpuso una denuncia administrativa contra la
empresa Hotel Turismo El Tambo S.A.C. por haber realizado comunicación
1
El Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (Acuerdo
sobre los ADPIC) también contiene disposiciones sobre la protección de los derechos conexos. En varios aspectos,
esas disposiciones son diferentes de las que figuran en la Convención de Roma y en el Convenio de Ginebra para la
protección de los productores de fonogramas contra la reproducción no autorizada de sus fonogramas (1971).
pública de fonogramas que forman parte del repertorio que administra como
entidad de gestión colectiva. En primera instancia, la Comisión de Derecho
de Autor declaró fundada la denuncia al haberse acreditado que la
denunciada se negó a abonar la remuneración por la comunicación pública
de fonogramas administrados por la denunciante, en el periodo comprendido
entre octubre de 2018 a febrero de 2019. Asimismo, sancionó a la
denunciada con una multa de 1.73 UIT, además del pago de
remuneraciones devengadas, así como las costas y costos del denunciante,
y la inscripción de la resolución en el Registro de Infractores a la legislación
sobre el derecho de autor y derechos conexos.
Lo importante de la decisión de la primera instancia es que señala que las
habitaciones de un hotel no son consideradas como ámbito doméstico, por lo
que la puesta a disposición de aparatos idóneos (en este caso televisores)
para la comunicación pública de fonogramas es considerada como un acto
de comunicación pública, teniendo en cuenta que dicho acto implica permitir
a cualquier persona el acceso a la obra, fonograma y/o producción. Ante la
decisión de la primera instancia, la denunciada presentó recurso de
apelación señalando como fundamento la sentencia recaída en el
Expediente N° 04085-2008-PHC/TC que señala que “el domicilio debe ser
entendido de manera amplia, pudiendo ser un hotel”, por lo que el uso de
televisores en su interior está dentro del ámbito doméstico y es por ello por
lo que las habitaciones de hoteles y centros de hospedaje son consideradas
desde el punto de vista jurídico como domicilio transitorio. Además, señalo
que la denunciante cobra a la empresa Movistar por el uso de sus
fonogramas por lo que no corresponde exigir un doble pago por dicho uso.
En ese sentido, la Sala Especializada en Propiedad Intelectual confirmo
la decisión de la primera instancia y determinó que, respecto del lugar de
residencia de las personas, el uso de obras intelectuales sólo se
encuentra exonerado de la autorización y pago de derechos de autor y
derechos conexos, si se realiza en un ámbito exclusivamente doméstico, es
decir, en el marco de reuniones familiares realizadas en la casa
habitación que sirve como sede natural del hogar, y respetando siempre
el uso honrado de las obras.
La Sala Especializada en Propiedad Intelectual señala diversas normas
jurídicas con relación al derecho de remuneración de los artistas intérpretes
o ejecutantes y de los productores fonográficos, como (i) La Convención
Internacional sobre Protección de los Artistas Intérpretes o
Ejecutantes, los Productores de Fonogramas y los Organismos de
Radiodifusión “Convención de Roma”, en específico el artículo 12, (ii)
La Decisión N°351 “Régimen Común sobre Derecho de Autor y Derechos
Conexos”, en específico el artículo 37, (iii) El Decreto Legislativo N°822 “Ley
sobre el Derecho de Autor”, en específico el artículo 133, y (iv) El Tratado
OMPI sobre Interpretación o Ejecución y Fonogramas.
En ese sentido, la Sala Especializada en Propiedad Intelectual concluye que
queda claro que tanto los artistas intérpretes y/o ejecutantes como los
productores de fonogramas tienen el derecho a una remuneración
equitativa y única por la comunicación al público de los fonogramas
publicados con fines comerciales, debiéndose precisar que en el caso de
los artistas ese derecho solo recae respecto a los fonogramas que
contengan su interpretación o ejecución.
Con relación al caso, se determina que, si bien en algunos contextos las
habitaciones de un hotel pueden ser consideradas como domicilio, en
el caso de derecho de autor y los derechos conexos estas no cumplen
con la definición legal para ser considerada como parte del ámbito
doméstico.

DERECHOS CONEXOS A LOS AUTORES:

- DE LOS ARTISTAS – DE LOS INTÉRPRETES O EJECUTANTES. DE LOS


PROCUTORES DE FONOGRAMAS. – DE LOS ORGANISMOS DE
RADIODIFUSION. LAS SOCIEDADES DE GESTIÓN COLECTIVA.
PROBLEMÁTICAS EN TORNO A LOS DERECHOS DE AUTOR: LA
PIRATERÍA Y OTRAS INFRACCIONES AL DERECHO DE AUTOR.

I. DERECHOS CONEXOS A LOS AUTORES: - DE LOS ARTISTAS – DE


LOS INTÉRPRETES O EJECUTANTES. DE LOS PROCUTORES DE
FONOGRAMAS. – DE LOS ORGANISMOS DE RADIODIFUSION.

Los derechos conexos son aquellos que otorgan protección a quienes, sin ser
autores, contribuyen con creatividad, técnica u organización, en el proceso de
poner a disposición del público una obra.

Los derechos conexos derivan directamente del derecho de autor y están


estrechamente relacionados.

La protección brindada por el derecho conexo surge desde el mismo momento


en que se realiza la interpretación, fijación, emisión, fotografía o imagen en
movimiento y, en el caso del Perú, no es necesario algún tipo de formalidad o
inscripción (registro).

Se trata de derechos de reconocimiento relativamente reciente. A nivel


internacional, se introdujeron con la Convención de Roma de 1961
(Convención Internacional sobre la Protección de los Artistas, Intérpretes o
Ejecutantes, los productores de Fonogramas y los Organismos de
Radiodifusión).
La finalidad de los derechos conexos, también conocidos como derechos
afines, es proteger los intereses legales de determinadas personas y
entidades jurídicas que contribuyen a la puesta a disposición del público de
obras o que hayan producido objetos que, aunque no se consideren
obras en virtud de los sistemas de derecho de autor de todos los países,
contengan suficiente creatividad y capacidad técnica y organizativa para
merecer la concesión de un derecho de propiedad que se asimile al derecho de
autor. En la normativa de derechos conexos se parte de que las obras
resultantes de las actividades de esas personas y entidades merecen ser
objeto de protección por sí mismas por cuanto guardan relación con la
protección de obras protegidas por derecho de autor.
Hasta la fecha se han venido otorgando derechos conexos a tres categorías de
beneficiarios:
1. Artistas intérpretes y ejecutantes; actores, músicos, cantantes,
bailarines, es decir, artistas en general), respecto de sus
interpretaciones y ejecuciones
2. Productores de grabaciones sonoras (también denominadas
fonogramas) (por ejemplo, grabaciones en casete y discos compactos),
respecto de sus grabaciones; y
3. organismos de radiodifusión, respecto de sus programas de radio y de
televisión.
¿Qué prerrogativas de índole moral se reconoce a los artistas?
Se les reconoce prerrogativas de índole moral únicamente a los artistas
intérpretes y/o ejecutantes por ser consideradas personas físicas o naturales,
siendo las siguientes:
 Derecho de paternidad: Es la facultad del autor de solicitar en cualquier
momento ser reconocido como creador de la obra, sea a través de su
nombre o de un signo que lo identifique como es el caso del uso de un
seudónimo transparente. Igualmente, en la faz negativa, este derecho
permitirá al autor mantenerse en el anonimato a través de un seudónimo
no transparente u omitiendo cualquier mención a su nombre como es el
caso de la obra publicada en forma anónima.
 Derecho de integridad: Es la facultad del autor de exigir que la forma de
expresión elegida para volcar sus pensamientos, sentimientos,
opiniones, creencias, punto de vista, llegue al público tal y como fueron
expresadas inicialmente por él; facultándole a oponerse a todo tipo de
mutilación, deformación de su obra.
 Derecho de acceso: Por medio del ejercicio de esta prerrogativa, el
autor tiene el derecho de acceder al ejemplar único o raro de su obra
cuando dicho ejemplar o soporte se halle en poder de otros, con la
finalidad de ejercitar los demás derechos. Un ejemplo clásico podría ser
el caso de un artista plástico con la finalidad de ejercitar su derecho de
reproducción.
¿Qué prerrogativas de índole patrimonial se reconoce a los titulares de
derechos conexos?
A diferencia del autor, a los titulares de derechos conexos sólo se les reconoce
el derecho de controlar la explotación de sus interpretaciones, ejecuciones,
fonogramas, emisiones y demás producciones, en algunos casos específicos.
Ello a fin de no entrar en conflicto con el control de la explotación de la obra del
que gozan los autores.
¿Qué derechos de orden patrimonial se reconoce a los artistas intérpretes
y/o ejecutantes?
A los artistas intérpretes y/o ejecutantes se les reconoce los siguientes
derechos de exclusiva:
 Derecho de reproducción: Mediante esta prerrogativa, el artista
intérprete y/o ejecutante tiene la facultad de autorizar las fijaciones de
sus interpretaciones y/o ejecuciones no fijadas. De acuerdo con la Ley
del Artista, en concordancia con el artículo 132° literal b) del Decreto
Legislativo N° 822, los artistas también tienen el derecho de realizar,
autorizar o prohibir la reproducción directa o indirecta de sus
interpretaciones o ejecuciones fijadas en fonogramas o videogramas,
por cualquier procedimiento o bajo cualquier forma y mediante
tecnología creada o por crearse. Comprendiendo esta prerrogativa la
facultad de autorizar, realizar o prohibir la sincronización y/o
incorporación de sus interpretaciones y ejecuciones en cualquier obra
audiovisual grabada o reproducida de cualquier forma y mediante
tecnología creada o por crearse.
 Derecho de comunicación al público: El artista intérprete y/o ejecutante
tiene la facultad de autorizar el acceso de su interpretación y/o ejecución
no fijadas a dos o más personas reunidas o no en un mismo lugar sin
que ese acceso suponga la distribución de ejemplares tangibles de
dichas interpretaciones y/o ejecuciones.
 Derecho de distribución: El artista intérprete y/o ejecutante gozará del
derecho exclusivo de autorizar la puesta a disposición del público del
original y de los ejemplares de sus interpretaciones o ejecuciones fijadas
en fonogramas o videogramas, mediante venta, alquiler, préstamo o
cualquier otra forma de distribución al público.
¿Qué derechos de orden patrimonial se reconoce a los productores de
fonogramas?
Los derechos de exclusiva reconocidos a los productores de fonogramas son
los siguientes:
 Derecho de reproducción: Mediante esta prerrogativa, el productor tiene
la facultad de realizar, autorizar o prohibir la fijación, réplica, grabación,
estampado y, en general, cualquier otra forma de reproducción directa o
indirecta de sus fonogramas, sea esta de forma permanente o temporal,
total o parcial, mediante procedimiento conocido o por conocerse;
considerándose como un acto de reproducción la fijación del fonograma
en medios digitales o electrónicos.
 Derecho de distribución: El productor tiene la facultad de realizar,
autorizar o prohibir la puesta a disposición del fonograma mediante la
venta, alquiler, canje, permuta, préstamo o cualquier otra forma de
transmisión de su propiedad o de copia.
 Derecho de puesta a disposición: El productor tiene la facultad de
controlar la puesta a disposición de su fonograma de manera tal que el
público pueda tener acceso desde el lugar y momento en que lo elija.
 Derecho de inclusión: El productor tiene el derecho de realizar, autorizar
o prohibir la inclusión del fonograma en obras audiovisuales.
 Derecho de modificación: El productor tiene el derecho de hacer,
autorizar o prohibir la modificación del fonograma por medios técnicos.
Finalmente, al productor fonográfico se le reconoce un derecho de
remuneración simple por la comunicación al público del fonograma; el cual,
sólo a falta de acuerdo, deberá ser compartido con el artista intérprete y/o
ejecutante en partes iguales.
¿Qué derechos de orden patrimonial se reconoce a los organismos de
radiodifusión?
● Derecho de reproducción: Mediante esta prerrogativa, el organismo de
radiodifusión tiene la facultad de realizar, autorizar o prohibir la reproducción de
sus emisiones sea esta de forma permanente o temporal, total o parcial,
mediante procedimiento conocido o por conocerse; considerándose como un
acto de reproducción, la fijación de la emisión en medios digitales o
electrónicos.
● Derecho de grabación: El organismo de radiodifusión tiene la facultad de
realizar, autorizar o prohibir la grabación de sus emisiones en soporte sonoro o
audiovisual, de forma permanente o temporal, total o parcial, mediante
procedimiento conocido o por conocerse; considerándose como un acto de
reproducción, la grabación de la emisión en medios digitales o electrónicos,
inclusive de imágenes aisladas de esta o de su retransmisión.
● Derecho de retransmisión: El organismo de radiodifusión tiene la facultad de
realizar, autorizar o prohibir la retrasmisión de sus emisiones por cualquier
forma conocida o por conocerse.
II. LAS SOCIEDADES DE GESTIÓN COLECTIVA.

Las sociedades de gestión colectiva son asociaciones civiles sin fines de lucro
formadas para gestionar el cobro de los derechos de autor o conexos de
carácter patrimonial, por cuenta de varios autores y titulares de esos derechos.
Se constituyen conforme a las disposiciones del Código Civil y se rigen por las
normas específicas del Decreto Legislativo No 822. Estas sociedades deben
solicitar a la Dirección de Derecho de Autor del INDECOPI, la autorización
correspondiente para dedicarse a dicha actividad.
Al autor le es imposible estar presente en todos los lugares del país y del
mundo donde su obra es usada. Del mismo modo, a los usuarios les es muy
difícil establecer un trato personal con todos los autores, compositores y
editores a fin de obtener las autorizaciones para utilizar las obras. Es por ello,
que las entidades de gestión colectiva facilitan el desarrollo de todo este
proceso.

Acudiendo a ellas y gracias a los contratos de representación recíproca que


tienen celebrados con entidades homólogas del extranjero, las radios,
televisoras, hoteles, restaurantes, discotecas, peñas, supermercados,
productores de fonogramas, etc. podrán obtener las autorizaciones respectivas
a fin de poder cumplir con la ley.

Entre sus fines, las sociedades de gestión colectiva ejercen en nombre propio o
ajeno la defensa de los intereses patrimoniales y eventualmente los morales,
que corresponden a sus asociados o representados, en su condición de
titulares originarios o derivados de un derecho de autor o un derecho conexo.
Asimismo, establecen tarifas generales aplicables por la explotación de las
obras cuyos derechos administran y recaudan las remuneraciones
correspondientes al uso de su repertorio, mediante la aplicación de tarifas
aprobadas y publicadas. Finalmente deben distribuir esas remuneraciones
entre los titulares de derechos asociados o representados, en proporción al uso
efectivo de las obras, interpretaciones o producciones administradas.

Se encuentran sometidas al régimen de autorización previa por parte del


Estado, a través de la Dirección de Derecho de Autor del INDECOPI, lo que
implica que, para los fines de su funcionamiento como sociedades de gestión
colectiva, dichas asociaciones se han sometido al procedimiento de
autorización respectivo. Asimismo, se encuentran sujetas a la fiscalización,
inspección y vigilancia por parte de la Dirección de Derecho de Autor. La
Oficina de Derechos
de Autor es la única autoridad competente que podrá imponer sanciones a las
sociedades de gestión que infrinjan sus propios estatutos o reglamentos, o la
legislación de la materia, o que incurran en hechos que afecten los intereses de
sus representados, sin perjuicio de las sanciones penales o las acciones civiles
que correspondan.

La Dirección de Derecho de Autor, de acuerdo con sus atribuciones, ha


autorizado el funcionamiento de las siguientes sociedades:

 APDAYC, de autores y compositores de obras musicales.


 UNIMPRO, de productores fonográficos.
 SONIEM, de artistas intérpretes y ejecutantes musicales.
 INTER ARTIS, de artistas intérpretes y ejecutantes audiovisuales.
 EGEDA PERÚ, de productores audiovisuales.
 APSAV, de artistas visuales.

III. PROBLEMÁTICAS EN TORNO A LOS DERECHOS DE AUTOR: LA


PIRATERÍA Y OTRAS INFRACCIONES AL DERECHO DE AUTOR.
El respeto a la propiedad intelectual y la tutela jurídica del mismo, constituyen
uno de los aspectos esenciales del progreso socioeconómico y cultural de toda
sociedad civilizada; como tal, éstos han sido plasmados en Tratados
Internacionales, normas sobre Derechos Humanos, además en las
Constituciones de los diferentes países del orbe. En el Perú, las diversas
Constituciones promulgadas desde 1823 hasta la fecha, han garantizado el
derecho a la propiedad intelectual como un derecho económico y un derecho
fundamental de la persona; protegiendo al autor propietario de su obra, quien
es el único en decidir sobre el ámbito de sus derechos morales y patrimoniales
La infracción ocurre cuando una obra protegida por el derecho de autor es
utilizada (reproducida, traducida, adaptada, exhibida o interpretada en público,
distribuida, emitida, o comunicada al público) sin el permiso de los titulares de
los derechos y dicho uso no está cubierto por ninguno de los límites al derecho
de autor.
La infracción del derecho de autor reduce las posibilidades que tienen los
autores de percibir ingresos por sus obras, y nos perjudica a todos, ya que
reduce la motivación de los autores para seguir creando obras de las que todos
podamos disfrutar.

¿Qué es la piratería para el derecho de autor?

Según la acepción más generalizada del Diccionario de la Real Academia de la


Lengua Española, la piratería proviene del acto de piratear, del robo o
destrucción de los bienes de alguien (DRAE, 2015). En la actualidad el término
se emplea para referirse a los actos ilegales de reproducción, difusión y venta
en cualquiera de sus variantes comerciales, de las obras protegidas por el
derecho de autor y derechos conexos, sin la autorización de sus autores o
titulares, según sea el caso.

El problema de la infracción a los derechos intelectuales del autor, en sus


modalidades de piratería editorial, reprografía ilegal, comercialización de
videos, softwares y piratería fonográfica, se incrementan y expanden en las
ciudades más importantes del país, sin que el Estado ni la sociedad civil
organizada encuentren mecanismos eficaces de control. Es en este contexto
que constatamos cómo el comercio informal de las obras del intelecto
productos de la piratería se incrementa y expande irrestrictamente ante la
pasividad de las autoridades competentes, particularmente la piratería editorial
se ha convertido en una verdadera amenaza contra los autores y editores
formales; agudizándose más el problema con el uso indiscriminado de la
reprografía a través máquinas fotocopiadoras, las que gracias al avance
tecnológico han alcanzado niveles sorprendentes de sofisticación reflejados en
la calidad y el precio

Este hecho y la piratería en general, además de generar serios daños y


perjuicios a los editores y a los derechos morales y patrimoniales del autor; es
lesivo a los intereses del Estado y a la economía del país.

La música es el tipo de creación que más frecuentemente se piratea, aunque


otras obras, como las películas, los videojuegos y programas informáticos
también son víctimas de la piratería. La piratería es una actividad ilegal que no
sólo perjudica a los autores, intérpretes, productores de fonogramas y
radiodifusores, sino también la sociedad en su conjunto. Las copias
“pirateadas” se venden a menudo:
a precios muy bajos; por vendedores callejeros en mercados, en los maleteros
de coches o en otros lugares informales, en vez de en tiendas establecidas;
en CD-Rs; como recopilaciones en MP3 de álbumes de distintos artistas;
con contenidos de mala calidad (imágenes y textos borrosos, carátulas baratas
y mal cortadas impresas sólo por una cara; palabras mal escritas y textos
manuscritos, envoltorios de plástico mal ajustados o a menudo sin
envoltorios); sin indicación de ©.

Impacto económico de la piratería

La magnitud de esta problemática se advierte fundamentalmente por las


pérdidas económicas que genera para los Estados y para el comercio mundial,
pero también por la pérdida de empleos de las industrias creativas, que se le
pueden achacar.

¿Qué es el plagio?
Plagio es el acto de copiar una obra, entera o parcialmente, pretendiendo ser
su autor original. Las ideas en sí no están protegidas por el derecho de autor,
por lo
tanto no hay nada malo en escribir sobre una idea que encontramos en otra
obra.

Sin embargo, para evitar el plagio, tenemos que expresar la idea de una
manera
personal y única. A veces un autor ha expresado una idea tan bien que no la
podemos expresar mejor con nuestras propias palabras. En estos casos,
podemos copiar el texto original palabra por palabra siempre que se ponga
entre comillas. Estas comillas informan al lector de que este texto específico
está tomado de la obra de otro autor. Hay que mencionar al autor original en el
texto, antes o después de la cita, o con una nota a pie de página. La mayoría
de los colegios, universidades y empresas tienen reglas estrictas contra el
plagio. Aunque sea fácil, por Internet, copiar y pegar la obra de otra persona y
decir que es de uno, las consecuencias del plagio pueden ser muy serias. Los
estudiantes que plagian corren el riesgo de ser expulsados de sus colegios.
Para que se produzca una infracción, el infractor tiene que haber tenido
acceso a la obra original, porque, al fin y al cabo, podría ser que el acusado
creara una obra muy parecida por casualidad, sin haber visto nunca la obra
original. Si es así, no hay plagio

Ejemplo de infracción al Derecho de autor a través de Internet.


El derecho de paternidad se infringe a través del plagio, el cual consiste en
hacer pasar como propia una obra ajena. Además, el plagio trae como
consecuencia, muchas veces, que se infrinja el derecho de integridad, pues la
intención del plagiario casi siempre va a ser disimular su infracción y ello sólo
se logra modificando o alterando la obra plagiada, aunque manteniendo la
esencia de la misma.
Al respecto, la Comisión de Derecho de Autor del Indecopi emitió una
resolución interesante sobre la figura del plagio a través de Internet, la cual
recayó en el expediente Nº 001573-2007/ODA, en la que se sancionó al
escritor Alfredo Bryce Echenique. Así, según la resolución expedida por la
Comisión de Derecho de Autor, confirmada posteriormente por la Sala de
Propiedad Intelectual, el escritor peruano se habría atribuido la autoría de obras
de varios otros autores, las cuales eran publicadas por el Diario “El Comercio”,
no sólo en su edición impresa, sino también en su edición de Internet.
Uno de los aspectos resaltantes de dicha resolución fue que la Comisión
consideró que, mientras se encuentre a disposición en Internet una obra que
contiene una falsa atribución de autoría, la infracción continúa, aunque el
infractor ya no tenga el control respecto de dicha publicación: En ese sentido, la
Comisión considera que si bien el presunto acto de reproducción de la obra “El
declive del poder estadounidense” de Graham Fuller se debió dar antes del 05
de marzo de 2006 (fecha en que apareció la edición impresa del diario El
Comercio conteniendo el texto del denunciado), al continuar a disposición del
público en la página web del diario El Comercio el texto “La decadencia del
poder americano” indicando que el mismo es de autoría de Alfredo Bryce,
incluyendo algunas presuntas modificaciones respecto del texto de Graham
Fuller, y al no haber demostrado el denunciado que requirió al diario El
Comercio la aclaración correspondiente, la Comisión considera que las
presuntas infracciones a los derechos morales de paternidad e integridad aún
continúan produciéndose, habiendo prescrito únicamente en todo caso la
presunta infracción al derecho de reproducción.

PROPIEDAD INDUSTRIAL

INTRODUCCIÓN

Este trabajo tiene con finalidad el estudio de la Ley de Propiedad Industrial, la


importancia que tiene el Registro de la Propiedad Industrial
su organización y procedimientos.

La propiedad industrial constituye un que adquiere el inventor o descubridor


con la creación o descubrimiento de cualquier producto relacionado con
la industria, y el productor, fabricante o comerciante con la creación
de signos especiales con los que aspira a diferenciar los resultados de sus
trabajos de otros similares. La propiedad industrial designa
los derechos sobre bienes inmateriales que se relacionan con la industria y con
el comercio y a su vez determina que los nuevos productos o procedimientos
que por su originalidad y utilidad deben ser de provecho exclusivo para su
inventor; por otro lado regula las denominaciones del producto o del
comerciante que sirven de atracción y convocatoria para la clientela. Los
derechos de propiedad intelectual son derechos absolutos o de exclusión que
requieren, para su válida constitución, la inscripción en el registro. Por otra
parte, el interés general exige que las concesiones exclusivas de propiedad
industrial no son perpetuas, y ello determina que las leyes concedan a los
derechos citados un tiempo de duración distinto según las distintas
modalidades que discriminen esta propiedad especial y temporal. Transcurrido
el tiempo de existencia legal, caducan los derechos. La caducidad puede
resultar por efecto de otros motivos, como la falta de pago de las anualidades o
cuotas correspondientes, el no uso por el plazo que la ley determine en cada
caso, y la voluntad, por ende, de los interesados.

Las modalidades de propiedad industrial son las siguientes: derechos que


recaen sobre las creaciones industriales, como patentes, modelos de utilidad, y
modelos y dibujos industriales y artísticos. 

El encargado de administrar y hacer cumplir las normas que consagran los


derechos de los inventores sobre sus creaciones (patentes), y de los
comerciantes sobre los signos que utilizan para distinguir sus productos
y servicios (marcas) es el Registro de la Propiedad Industrial.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS:
En los inicios de civilización los inventos pasaban desapercibidos ya que el
progreso técnico era muy lento, es probable que el propio inventor no
distinguiese lo que era el producto de su imaginación; no fue sino hasta Edad
Media en que los soberanos comenzaron a otorgar privilegios con el objeto de
fomentar manufacturas este es el primer antecesor de las modernas patentes.
El primer privilegio exclusivo otorgado a una invención se otorgó en el año
1427 con relación a un nuevo tipo de barco fabricado por Filippo Bruelleschi, en
el 1474 en Venecia se dicta una ley que establecía obligatoriedad para el
registro de las invenciones y otorgaba a los inventores un monopolio por 10
años.
En el año 1709, la reina Ana de Inglaterra aprobó que se otorgara a los
creadores catorce años de protección, prorrogables por otros catorce si el
inventor seguía vivo. Con ello no hacía sino refrendar las teorías jurídicas de su
tiempo, que derivaban de las leyes de derecho natural y, de forma más
inmediata, de distintos privilegios medievales.
En el Siglo XVIII el congreso de los Estados Unidos de América, concede por
medio de la Constitución de los Estados Unidos de América, a los autores e
inventores el derecho exclusivo sobre sus respectivos inventos y
descubrimientos.
En 1873, a sugerencia de los Estados Unidos (EEUU), Austria convoca a
quince países a una conferencia internacional sobre los derechos de patentes,
firmándose en 1883 tratados multilaterales de común acuerdo en lo que se
refiere a marcas comerciales y patentes. Para el año 1943 es concedida la
primera patente de invención en Venecia, Italia.
A fin de desarrollar un marco legal que corrija las distorsiones del comercio
entre los países, entre los cuales se vendrían produciendo daños, se realizan
numerosos acuerdos y convenciones entre los que se destaca el Convenio de
Paris en 1883 y los Acuerdos sobre Derecho Intelectual Relacionados con el
Comercio (ADPIC).
CONCEPTO DE PROPIEDAD INDUSTRIAL:
La propiedad industrial se entiende por invención toda idea, creación del
intelecto humano capaz de ser aplicada en la industria.
La Propiedad Industrial es la que adquiere por sí mismo el inventor o
descubridor con la creación o descubrimiento de cualquier invención
relacionada con la industria; y el productor, fabricante o comerciante con la
creación de signos especiales con los que distinga de los demás de la misma
categoría.
Según Henri Capitant la Propiedad Industrial es la expresión usada para
designar el derecho exclusivo del uso de un nombre comercial, marca, patente
de invención, dibujo o modelo de fábrica, y en general cualquier medio especial
de atraer a la clientela.
La propiedad Industrial ampara la protección de la creatividad, la invención e
ingenio que son las pertenencias más valiosas de
cualquier persona, empresa y sociedad. Por otra parte, el interés general exige
que las concesiones exclusivas de propiedad industrial no sean perpetuas, y
ello determina que las leyes concedan a los derechos citados un tiempo de
duración distinto según las distintas modalidades que discriminen esta
propiedad especial y temporal. Transcurrido el tiempo de existencia legal,
caducan los derechos. La caducidad puede resultar por efecto de otros
motivos, como la falta de pago de las anualidades o cuotas correspondientes,
el no uso por el plazo que la ley determine en cada caso, y la voluntad, por
ende, de los interesados. La propiedad industrial designa los derechos sobre
bienes inmateriales que se relacionan con la industria y con el comercio: de
una parte, los que tutelan el monopolio de reproducción de los nuevos
productos o procedimientos que por su originalidad y utilidad merecen tal
exclusividad; de otra, las denominaciones del producto o del comerciante que
sirven de atracción y convocatoria para la clientela
ÁMBITO DE LA PROPIEDAD INDUSTRIAL:
La Propiedad Industrial es una rama de la Propiedad Intelectual y no podríamos
ampliar sobre la Propiedad Industrial sin antes expresar
el concepto de Propiedad Intelectual la cual tiene que ver con las creaciones de
la mente: las invenciones, las obras literarias y artísticas, los símbolos, los
nombres, las imágenes, los dibujos y modelos utilizados en el comercio.
La percepción de que la propiedad intelectual se circunscribía a las
prerrogativas del derecho de autor resultaba muy limitada para esta categoría
de derechos que, hoy en día, sin discusión de ningún tipo admite lo que se
reconoce como derechos industriales, entre los cuales destacan las patentes,
las marcas y los signos distintivos. De esta afirmación se desprende que la
Propiedad Intelectual se divide en dos categorías, a saber:
El Derecho de Autor, que se entiende como la protección jurídica que se otorga
al titular del derecho de una obra original del que es inventor. Es el derecho
patrimonial oponible al público que confiere a su titular un monopolio exclusivo
de explotación sobre un objeto no tangible pero dotado de un valor económico.
El Derecho de Autor comprende dos categorías principales de derechos: los
derechos patrimoniales y los derechos morales.
Por derechos patrimoniales se entiende los derechos de reproducción,
radiodifusión, interpretación y ejecuciones públicas, adaptación, traducción,
recitación pública, exhibición pública, distribución, entre otros.
Por derechos morales se entiende el derecho del inventor a oponerse a
cualquier deformación, mutilación o modificación de su obra que pueda ir en
detrimento de su honor y reputación.
Y La Propiedad Industrial que abarca las invenciones, los diseños industriales,
las marcas, los lemas, las denominaciones comerciales, incluye también la
represión a la competencia desleal, las patentes, la creación técnica de las
invenciones aplicables a la industria, los diseños industriales, los
descubrimientos, así como también los signos distintivos, incluida las marcas
de fabrica, de comercio y de agricultura, las denominaciones de origen los
nombres y lemas comerciales, es decir la Propiedad Industrial se entiende en
su acepción más amplia y se aplica no sólo a la industria y al comercio
propiamente dichos, sino también al dominio de las industrias agrícolas y
extractivas y a todos los productos fabricados o naturales, por ejemplo: vinos,
granos, hojas de tabaco, frutos, animales, minerales, aguas minerales,
cervezas, flores, harinas. En otras palabras la Propiedad Industrial abarca:
- El Derecho Invencional conocido en algunos países como derechos de
patentes y
- El Derecho Marcario el cual tiene por objeto la producción comercial.
Entre estas dos ramas de la propiedad intelectual podemos notar las siguientes
diferencias:
- En la Propiedad Industrial el diseño debe ser registrado para su protección
legal; mientras en el Derecho de Autor la obra queda protegidas sin ninguna
formalidad.
- En la Propiedad Industrial los derechos concedidos a través del registro son
eminentemente territoriales, salvo algunas excepciones; mientras en el
Derecho de Autor las obras pueden ser protegidas de manera automática en
todos los países miembros del Convenio de Berna, sin cumplimiento de
ninguna formalidad.
- En la Propiedad Industrial el derecho sobre el diseño es mas limitado pues
solo se circunscribe al de excluir a terceros de la
fabricación, importación, oferta; mientras en el Derecho de Autor, el derecho
patrimonial comprenderá el exclusivo de realizar, autorizar o prohibir todo uso
de la obra, por cualquier medio o procedimiento conocido o por conocerse,
salvo excepción legal expresa, sin importar que su uso este vinculado o no a la
presentación de un producto.
- En el ámbito de la propiedad industrial el periodo de protección del diseño es
mucho menor, ya que puede girar entre los cinco y diez años a partir de la
solicitud; mientras en el Derecho de Autor el plazo mínimo de protección de las
obras de arte aplicado es de veinticinco años contados a partir de su
realización, pero en la mayoría de las legislaciones nacionales han extendido
esta duración equiparándola a la de las obras literarias y artísticas por
cincuenta años.
- En la Propiedad Industrial, no son registrables los diseños que sean contrarios
a la moral, al orden público o a las buenas costumbres; por el contrario en el
Derecho de Autor no se conoce figura de la legalidad, es decir, la obra queda
protegida aunque eventualmente sean contrarios a la moral y a las buenas
costumbres.
CONVENIO DE PARÍS PARA LA PROTECCIÓN DE LA PROPIEDAD
INDUSTRIAL.
El Convenio de Paris para la Protección de la Propiedad Industrial fue
concluido en 1883, completado por un protocolo interpretativo
en Madrid, España en el año 1891; revisado en la ciudad de Bruselas en el año
1900, en Washington en el 1911, en la Haya en el 1925, en Londres en el año
1934, en Lisboa en 1958, en Estocolmo en el 1967 y fue enmendado en el
1979.
El Convenio de Paris establece normas comunes a seguir por los países que
conforman la unión, además estipula que un inventor debe ser mencionado en
todo caso como inventor de su obra.
En el Convenio de Paris se aplica a la Propiedad Industrial de forma más
amplia, tomando en consideración las invenciones, las marcas, los dibujos y
modelos industriales, los modelos de utilidad, los nombres comerciales,
indicaciones geográficas y la represión de la competencia desleal.
Las disposiciones del Convenio de Paris pueden dividirse en tres categorías
principales, a saber: el trato nacional, el derecho de prioridad y las normas
comunes.
En lo que se refiere al Trato Nacional el Convenio de Paris estipula que
cada estado contratante tendrá la obligación de extender la protección a los
miembros de otros estados signatarios de la misma forma que a sus
nacionales. Los nacionales de otros estados que sean contratantes o
signatarios tendrán derecho a esta protección siempre que residan o tengan
sus establecimientos industriales o comerciales en países que pertenezcan a la
unión.
En lo referente al Derecho de Prioridad todos los nacionales de los países que
formen parte de la unión tendrán derecho de un plazo, que será de doce meses
con relación a las patentes y de seis meses con respecto a las marcas, para
que a partir de la solicitud de registro de la marca, nombre o patente en un país
signatario, soliciten su registro en cualquiera de los países de la unión, dicho
registro será considerado como si hubieses sido hecho en la misma fecha que
el primero.
Con relación a las marcas el Convenio de Paris expresa que si una marca ha
sido registrada en su país de origen, los de mas países de la unión deberán
negar el registro a cualquier marca que constituya una reproducción, traducción
o imitación de cualquier símbolo de una marca previamente registrada.
EL REGISTRO DE LA PROPIEDAD INDUSTRIAL
CONCEPTO:
Es el ente encargado de administrar y hacer cumplir las normas que consagran
los derechos de los inventores sobre sus creaciones (patentes), y de los
comerciantes sobre los signos que utilizan para distinguir sus productos y
servicios (marcas). Su misión es otorgar protección sobre los derechos de
propiedad industrial y divulgar este régimen entre los sectores industriales,
comerciales, científicos, tecnológicos y de consumo del país.
OBJETIVOS:
a. Garantizar la concesión efectiva de los derechos de propiedad industrial.
b. Promover la inventiva nacional.
c. Favorecer la transferencia de tecnología.
d. Crear condiciones de seguridad jurídica en materia de propiedad industrial
para promover la inversión.
e. Combatir la piratería marcaria.
f. Ajustar el sistema de propiedad industrial a las tendencias mundiales.
g. Procurar servicios permanentes de información tecnológica y de propiedad
industrial.
h. Insertar a Venezuela dentro del contexto de la economía mundial.
ORGANIZACIÓN EXTERNA:
Podríamos definir como organización externa la oficina donde funciona
el Servicio Autónomo de Propiedad Industrial (SARPI).
Su estructura organizativa es la siguiente:
 Despacho del Registrador
 Oficina de asesoría jurídica, que brinda atención permanente al
público en
materia legal de propiedad industrial, resuelve los recursos administrativos que
se interponen y orienta las diferentes oficinas del SARPI.
 Oficina de marcas, la cual tramita y resuelve las solicitudes de marcas
comerciales, marcas colectivas, nombres comerciales y lemas, presentadas
ante el SARPI mediante los formularios establecidos al efecto y previo
cumplimiento de los requisitos establecidos en la Decisión 344 de la Comisión
del Acuerdo de Cartagena; ofrece información respecto de la situación
administrativa de las solicitudes que procesa.
 Oficina de patentes, que tramita y resuelve las solicitudes de patentes
de
invención, modelos de utilidad y diseños industriales que sean presentadas
ante el SARPI mediante los formularios establecidos efecto y previo
cumplimiento de los requisitos previstos en la decisión 344 de la Comisión del
Acuerdo de Cartagena; asesora técnicamente a inventores y/o solicitantes
respecto a la tramitación de las solicitudes mencionadas, ya que posee un
fondo documental conformado por documentos de patentes publicadas en
Venezuela desde 1982 hasta 1993, una base de datos de patentes españolas
en CD-ROM, una base de datos de patentes europeas e información sobre
solicitud patentes publicadas en Latinoamérica durante los años 1991 a 1992.
 Oficina de difusión tecnológica y de propiedad industrial.
 Oficina de administración, que se encarga de
la administración personal y de
recursos del SARPI, así como también del control los procesos administrativos
internos a la organización.
 Oficina de información, que procesa y mantiene actualizada la datos
del
SARPI, apoyando la gestión administrativa y brindado asistencia directa a la
unidad administrativa encargada de ofrecer servicios de información
tecnológica y de propiedad industrial (SITPI).
 Departamento de información al público, en el que se ofrece
permanente en
los horarios establecidos de todo lo concerniente a requisitos y trámites
necesarios para la presentación de solicitudes ante el SARPI, así como
también respecto de la situación administrativa de las solicitudes en trámite.
 Departamento de recepción de documentos, como una taquilla
recepción de
los documentos que se presentan ante el SARPI.
ORGANIZACIÓN INTERNA:
El Servicio Autónomo Registro de la Propiedad Industrial (SARPI)estará a
cargo del Registrador de la Propiedad Industrial.
EL REGISTRADOR DE LA PROPIEDAD INDUSTRIAL, NOMBRAMIENTO Y
REQUISITOS
El Registrador de la Propiedad Industrial deberá ser abogado y de libre
elección y remoción del Ejecutivo Nacional, por intermedio del Ministerio de
Producción y Comercio (Art. 38 LPI.).
ATRIBUCIONES DEL REGISTRADOR:
Son atribuciones del Registrador:
a. Estudiar los expedientes respectivos.
b. Autorizar o negar las solicitudes de registro, cesiones, cambios de nombre o
renovaciones que cursen ante la oficina, según que estén o no de acuerdo con
la Ley.
c. Certificar las copias de los documentos que existan en la oficina, salvo las
prohibiciones a que se hace referencia en el Artículo 40.
d. Firmar los títulos correspondientes y los libros de registro.
e. Ordenar las publicaciones de Ley.
f. Autorizar con su firma los documentos que sean extendidos por la oficina.
g. Emitir dictamen sobre los asuntos de su competencia cuando así lo
requieran las autoridades judiciales o administrativas.
h. Conocer y decidir las oposiciones conforme a la Ley.
i. Organizar el trabajo de la Oficina y hacer al Ejecutivo Nacional, por órgano
del Ministerio de Producción y Comercio, las sugestiones que estime
convenientes.
j. Autorizar las publicaciones de la Oficina.
k. Suspender a los Agentes Marcarios, de conformidad con el Artículo 53 de
esta Ley.
l. Las demás que señalen las leyes.
DOCUMENTOS SUJETOS A REGISTRACIÓN
 Patentes de invención originaria: Son aquellas que se solicitan por
primera vez
en Venezuela, o bien que han sido solicitadas en el extranjero; pero respecto a
las cuales se hace valer en nuestro país el derecho de prioridad, que en la Ley
de Propiedad Industrial debe ejercerse en el lapso de un (1) año para las
patentes de invención y de seis (6) meses para los dibujos y modelos
industriales. Las patentes originarias duran un máximo de 10 años y a
su vencimiento no pueden ser renovadas porque caen en el dominio público,
como sucede con todas las modalidades restantes de patente.
Es necesario recordar, que en la Ley de Propiedad Industrial, las patentes se
clasifican de acuerdo con su naturaleza en la siguiente manera:
1.
2. Patentes de invención originaria (anteriormente explicada).
superación de las patentes ya otorgadas cuyos elementos cumplen
sin embargo con los requisitos de una nueva patente, pero
dependen para su ejecución de un registro anterior que está en
vigencia, por lo cual requieren del consentimiento de su titular.
La verdadera patente de mejora de invención es aquella que
requiere para su ejecución de una patente aún vigente, por lo cual
para su registro, se necesita de la autorización expresa del titular de
dicha patente originaria y, en su falta, de una licencia de uso
obligatorio que obligue a este último a otorgar tal autorización al
nuevo inventor, con lo cual la misma se ubica dentro de la categoría
de las patentes dependientes. Antes de la Decisión 344, no estaban
previstas las licencias obligatorias en el derecho venezolano, por lo
cual la patente de mejora verdadera y propia, tenía pocas
posibilidades de constituirse al faltar el consentimiento del titular de
la patente originaria, y fue ello una de las razones por la cual en
forma simplista se consideraba como patente de mejora a
cualquiera que significase un avance respecto a una patente
fenecida.
3. Patentes de mejora de invención: como su nombre lo indica,
constituyen una
sino a alguien que desea obtener su protección exclusiva en el
país, a los fines de crear una nueva industria en el mismo. Esta
modalidad que existe en muy pocos regímenes, esencialmente
porque su concepción es contraria al sistema de patentes en
general, obedeció a una política de fomento industrial que
consideraba un estímulo el acordar derechos de exclusividad sobre
invenciones patentadas en el extranjero. La duración de estas
patentes llegó a ser, en la Ley de 1854, de 15 años, aun cuando tal
lapso se redujo en las leyes posteriores.
4. Patentes de introducción, cuya solicitud de registro no
corresponde al inventor,
posteriormente, se solicitan en Venezuela siempre y cuando no
hubieren caído en el dominio público. Estas patentes que son
indudablemente las más numerosas, ya que se trata de obtener la
protección en Venezuela de las patentes extranjeras, tienen como
duración lo que falta para que se produzca su extinción en el país
de origen, sin que el mismo pueda superar los 10 años, esto es, el
máximo de tiempo acordado para la patente de invención originaria.
5. Patentes de reválida, que son aquellas obtenidas en el extranjero
que,
6. Las patentes de dibujos o de modelos industriales, cuya
duración es de cinco
años y versan exclusivamente sobre las creaciones inmateriales basadas en el
efecto de líneas y/o colores (patentes de dibujo), o en las nuevas formas
(patentes de modelo), destinadas a otorgarle a un objeto conocido una
apariencia característica.
 Marcas comerciales (se incluyen en este rubro los lemas y los
nombres o
denominaciones comerciales).
La Decisión 344 define el concepto de marca en su artículo 81.
Artículo 81. Podrán registrarse como marcas los signos que sean perceptibles,
suficientemente distintivos y susceptibles de representación gráfica.
Se entenderá por marca todo signo perceptible capaz de distinguir el mercado,
los productos o servicios producidos o comercializados por una persona de los
productos o servicios idénticos o similares de otra persona.
La Ley de Propiedad Industrial define marca como todo signo, figura, dibujo,
palabra o combinación de palabras, leyenda y cualquiera otra señal
que revista novedad usados por una persona natural para distinguir los
artículos que produce, aquellos con los comercia o su propia empresa (Art. 27
LPI.).
 Lema Comercial: La Decisión 344 define lema como: "la palabra
frase
leyenda, utilizada como complemento de una marca".

Por su parte la LPI. en su artículo 27 define lema como: " la que consiste, en
una palabra, frase o leyenda utilizada por un industrial, comerciante o
agricultor, como complemento de una marca denominación comercial".
Las denominaciones comerciales son los distintivos que, según la Ley de
Propiedad Industrial venezolana, tienen por objeto "distinguir una empresa,
negocio, explotación o establecimiento mercantil, industrial, agrícola o minero.
PROCEDIMIENTOS EN EL REGISTRO DE LA PROPIEDAD INDUSTRIAL:
  Podrán solicitar patente los inventores o descubridores de los objetos a que
se refieren el artículo 14 de la Ley de Propiedad Industrial, y los introductores
de invenciones o mejoras a que se refiere el ordinal 9 del mismo artículo citado.
 El aquel que pretenda obtener una patente, deberá llenar los siguientes
requisitos:
1. Presentar solicitud correspondiente y una copia simple de la misma, a la
Oficina de Registro de la Propiedad Industrial, por sí o por medio de Agente de
la Propiedad Industrial, en la cual el solicitante hará constar:
  a) Nombre, domicilio y nacionalidad del inventor;
b) Nombre y domicilio del mandatario, cuando la petición se haga por poder;
c) Que el solicitante es realmente el inventor o descubridor del objeto de la
patente de invención, mejora o dibujo industriales;
d) Que el objeto de la patente no ha sido utilizado en ningún caso en
Venezuela;
e) La originalidad del modelo o dibujo;
f) La clase de patente que solicita, y
g) El número, fecha y origen de la patente extrajera o la fuente de información
necesaria en caso de que ignore esos datos, cuando se trate de patente
de introducción.
 2. Acompañar a la solicitud:
 a) Una memoria por duplicado y en idioma castellano, en la que describa con
la mayor claridad, el objeto industrial sobre el cual ha de recaer la patente, con
especificación completa y exacta de la operación y método de construir, hacer
o combinar la correspondiente máquina, manufactura composición de materia,
procedimiento, mejora o modelo o dibujo industriales;
b) Los dibujos y muestras del objeto de la patente a menos que la naturaleza
del invento no lo permita;
c) Un croquis del modelo o dibujo industriales en tamaño que no exceda de 8 x
10 centímetros;
d) Copia certificada, legalizada y traducida al castellano de las letras patentes
del país de origen, en caso de solicitud de patente para una invención,
descubrimiento, mejora o modelo o dibujos industriales, ya patentados en otro
país;
e) Las estampillas fiscales que han de utilizarse para el pago
de impuesto establecido en el artículo 49, y
f) El poder legalmente otorgado si la solicitud se hiciere por medio de
apoderado, o indicar la fecha de su presentación y el número que le
corresponde en el Cuaderno de Poderes, si hubiere sido anteriormente
presentado a la Oficina de Registro de la Propiedad Industrial con motivo de
otra solicitud.
   3. Comprobar que la patente extranjera está vigente y el tiempo que falte
para vencerse en el país de origen, en caso de solicitud de patentes para una
invención, descubrimiento, mejora o dibujo industriales, ya patentados en otro
país.
 Cuando la solicitud sea hecha de acuerdo a las formalidades de la Ley, el
Registrador ordenará su publicación a costa del interesado en uno de los
periódicos de circulación diaria en la Capital de la República, tres veces
durante treinta días entre una y otra publicación, y posteriormente, en el Boletín
de la Propiedad Industrial una vez recibidas las tres publicaciones anteriores.
  A partir de la fecha de la publicación del número del Boletín de la Propiedad
Industrial en que aparezca la solicitud, se contará el lapso de oposición a que
se contrae el artículo 63 de esta Ley.
  Si el solicitante no cumpliere con los requisitos establecidos en los artículos
49 y 50 de esta Ley, el registrador devolverá al interesado la solicitud que
hubiere presentado, con exposición de las razones en que se funde la
devolución.
 La devolución de la solicitud, de conformidad con este artículo, no extingue la
prioridad de la presentación, si en el plazo de treinta días contados desde la
fecha de la devolución, fuere consignada nuevamente la solicitud con las
correcciones del caso. Sin perjuicio de la devolución que pueda hacerse
directamente al interesado, se considerará que ha habido devolución de la
solicitud, a los efectos del transcurso del plazo establecido en este artículo,
cuando la correspondiente resolución del Registrador hubiere sido publicada en
el Boletín de la Propiedad Industrial. 
El registrador queda facultado para prorrogar este plazo hasta por el término de
tres meses, previa solicitud del interesado, cuando a juicio de aquél la
naturaleza del asunto así lo requiera. 
Cuando la solicitud no se encuentre comprendida en los casos del artículo 14 o
se encuentre incurso en las prohibiciones contempladas en el artículo 15 de
esta Ley, se negará su registro mediante resolución del Registrador en la cual
indicará la causa de la negativa. 
En el lapso de las publicaciones y sesenta días después de expirado éste,
cualquiera persona podrá objetar la solicitud y oponerse a la concesión de la
patente: 
1. Por considerar que el objeto de la patente no se halla comprendido en los
casos contemplados en el artículo 14 de esta Ley o que está incurso en las
prohibiciones establecidas en el artículo 15 de la misma;
2. Por encontrarse en el caso previsto en el artículo 11 de esta Ley, y
3. Por considerarse el opositor autor del invento o con mejor derecho que el
solicitante.
 Ésta oposición se notificará al solicitante por medio de aviso en el Boletín de la
Propiedad Industrial, para que comparezca a informarse de aquélla en el plazo
de quince días hábiles para que el solicitante aduzca lo que estime conveniente
a sus derechos.
 En el primero de los dos casos expresados en éste artículo, el Registrador
resolverá la oposición con las pruebas que presenten los interesados, dentro
del plazo de treinta días después de vencido el lapso de la oposición; y en el
segundo y tercer caso, el registrador pasará el expediente al Tribunal de
Primera Instancia en lo Civil para que éste resuelva la oposición con las
pruebas que ante él se presenten según los trámites del juicio ordinario, y
suspenderá el procedimiento administrativo de concesión de la patente hasta
que el Tribunal decida y la parte interesada gestione nuevamente el asunto.
 Para resolver la oposición que se haga de conformidad con el caso primero del
artículo 63 de esta Ley, el Registrador podrá consultar previamente los
organismos técnicos oficiales o solicitar opinión de persona competente en la
materia a que se contrae la solicitud de la patente, sin que en ningún caso el
ejercicio de esta facultad pueda causar una demora mayor de sesenta días en
el procedimiento establecido.
 Si vencido el lapso a que se refiere el artículo 63, sin que haya habido
oposición, o desechada ésta, el Registrador procederá a resolver la expedición
de la patente si fuera procedente, efectuará su registro y extenderá el
correspondiente certificado. El interesado deberá consignar las especies
fiscales exigidas por la Ley de Timbre Fiscal para la expedición de patente. Si
vencidos treinta días después de la publicación de la resolución del Registrador
en el Boletín de la Propiedad Industrial, no se hubiere hecho esta consignación,
quedará sin efecto la resolución que acuerda la expedición de la patente y
nulas las actuaciones efectuadas. 
La nulidad del registro de un invento, mejora o modelo o dibujo industriales que
hubiere sido concedido en perjuicio de derecho de tercero, podrá ser pedida
ante los Tribunales competentes, si el interesado no hubiere hecho la oposición
a que se contrae el artículo 63 de la presente Ley. 
Esta acción sólo podrá intentarse en el término de dos años, contados a partir
de la fecha del certificado. 
Si la patente no fuere concedida, quedará a beneficio del Fisco el valor de las
estampillas inutilizadas por concepto de primera anualidad, que hubieren sido
consignadas conforme a la letra e del ordinal 2 del artículo 59. 
La patente a que se refiere el artículo 65 deberá contener: 
a) El nombre y apellido o razón o denominación social del beneficiario;
b) La denominación o una breve descripción de la invención, descubrimiento,
mejora, dibujo o modelo industriales, que indique exactamente su naturaleza y
objeto;
c) El reconocimiento al interesado, sus herederos o cesionarios del derecho
exclusivo de usar, vender y explotar la invención o descubrimiento;
d) El término de su duración;
e) La fecha de registro, y
f) La inserción del artículo 6 de esta Ley. 
La patente se expedirá en modelos formulados por la Oficina de Registro de la
Propiedad Industrial; irá firmada por el Registrador y será publicada en el
Boletín de la Oficina. A esa patente se adherirá una de las copias de la
memoria descriptiva y de los dibujos si los hubiere. 
Con cada solicitud y los documentos que la acompañan, se formará expediente
que se archivará en la Oficina de Registro de la Propiedad Industrial.
CONCLUSIÓN
Se puede concluir que la Propiedad Industrial Busca proteger los derechos de
invención y comercial, como garantía a la patentes y marcas, de índole
industrial y comercial.
La propiedad industrial es el derecho que tienen los inventores y comerciantes,
para resguardar los derechos, producto de su intelecto y producción comercial.
Es importante destacar la relevancia que tiene para el Estado la protección de
la propiedad industrial, puesto que reconoce y protege la propiedad intelectual
sobre obras científicas, literarias y artísticas, invenciones, innovaciones,
patentes, marcas, lemas y denominaciones, de acuerdo con las excepciones y
condiciones que la ley establece, conjuntamente con los tratados
internacionales firmados por Venezuela con otros países en relación a esta
materia.
La propiedad industrial trae como consecuencia inmediata el derecho exclusivo
sobre la invención; es decir la facultad de poder explotar su patente el titular de
la misma, impidiendo de esta forma que terceros no autorizados para ello
puedan ejercerlo, y ejercer las acciones a que haya lugar, siempre y cuando se
tenga la adquisición por el registro de la respectiva oficina competente. Este
requisito es indispensable para efectos tanto de patentes como se señaló
anteriormente, como de marcas comerciales, diseños industriales, y también
con respecto a la cesión de patentes y marcas.

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