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DERECHOS MORALES

Al hablar sobre el derecho moral, entendido éste como la conciencia del ser humano y el respeto a
su ser, se hace referencia a que el autor de una obra es el “único, primigenio y perpetuo titular”,
porque este derecho está unido a él en forma inalienable, imprescriptible, irrenunciable e
inembargable, haciéndose extensivo a los herederos. Esto quiere decir que el autor de una obra no
puede enajenar su derecho moral, ni tampoco renunciar a él, además de que éste no se extingue
con el tiempo y no se le puede incautar.

Mientras que los derechos morales no pueden transferirse porque son inalienables, perpetuos e
irrenunciables, es decir, no pueden venderse, cederse o renunciarse durante la vida de un autor,
los patrimoniales sí pueden transmitirse legalmente, de acuerdo con el artículo 24. Un autor
puede transferir o ceder sus derechos patrimoniales o económicos, parcial o totalmente, a cambio
de una remuneración por medio de un contrato, o de manera gratuita. Para que un contrato de
cesión de derechos tenga validez, es necesario que sea inscrito en el Registro Público del Derecho
de Autor.

El derecho moral sólo puede ser ejercido por el Estado cuando no hay herederos, la obra es del
dominio público o es anónima, o bien, cuando tenga un valor cultural para el país. Amparado el
derecho moral por la Ley Federal del Derecho de Autor, un creador tiene el privilegio de gozar de
ciertas facultades, como:

• Determinar si su obra se divulga o permanece inédita;

• Registrar una obra a su nombre, con seudónimo o de manera anónima;

• Evitar que su obra sea objeto de deformación, mutilación, modificación o atentado, que le
causen un perjuicio;

• No modificar su obra;

• Retirar su obra del mercado, y

• No le sea atribuida una obra ajena.

Al igual que en las publicaciones impresas, los autores de las obras que conforman una publicación
digital, desde los textos hasta las imágenes, sonido, video o el diseño de una interfaz, son, como lo
señala la LFDA, los únicos, primigenios y perpetuos titulares de los derechos morales sobre sus
creaciones. El derecho moral en este sentido está unido también a los autores y ellos gozan de los
mismos derechos que el creador de una publicación impresa.

Ejemplo:

En la UNAM, los derechos morales sobre los acervos literarios y científicos, como pueden ser libros
o revistas, ya sean impresos o digitales, pertenecen a los propios autores, aunque éstos tengan
una relación laboral con la Universidad. Según el artículo 83 de la LFDA, debido a este vínculo de
trabajo, lo que pertenece a la UNAM son los derechos patrimoniales de las obras, porque éstas
son realizadas por los académicos e investigadores en sus jornadas habituales.

Obras teatrales, los creadores originales de obras protegidas por el derecho de autor y sus
herederos gozan de ciertos derechos básicos. Detentan el derecho exclusivo de utilizar o autorizar
a terceros a que utilicen la obra en condiciones convenidas de común acuerdo. El creador de una
obra puede prohibir u autorizar:

• su reproducción bajo distintas formas, tales como la publicación impresa y la grabación


sonora;

• su interpretación o ejecución pública, por ejemplo, en una obra de teatro o musical;

• su grabación, por ejemplo, en discos compactos, casetes o cintas de vídeo;

• su transmisión, por radio, cable o satélite;

• su traducción a otros idiomas, o su adaptación, como en el caso de una novela adaptada


para un guión.

Las Obras como objeto de protección.

Obra: Es toda creación intelectual original de naturaleza artística, literaria o científica, susceptible
de ser divulgada o reproducida en cualquier forma.

Clases de obras.

Obra originaria: Es la primigeniamente creada.

Obra anónima: Es aquella en la que no se menciona la identidad del autor por voluntad del mismo.

Obra seudónima: Es aquella en que el autor utiliza un seudónimo que no lo identifica. No se


considera obra seudónima aquella en que el nombre empleado no arroja dudas acerca de la
identidad civil del autor.

Obra individual: Es la creada por una sola persona natural.

Obra colectiva: Es la creada por varios autores, bajo la iniciativa y la responsabilidad, de una
persona natural o jurídica que la pública con su propio nombre y en la cual las contribuciones de
los autores participantes, por su elevado número o por el carácter indirecto de esas
contribuciones, se fusionan en la totalidad de la obra de modo que se hace imposible
individualizar los diversos aportes e identificar sus respectivos autores.

Obra inédita: Es la que no ha sido divulgada con el consentimiento del autor o su


derechohabiente.
Obra en colaboración: Es la creada por dos o más personas naturales.

Obra derivada o compuesta: Es la basada en otra ya existente, sin perjuicio de los derechos del
autor de la obra originaria o su derechohabiente y de la respectiva autorización y cuya originalidad
radica en la adaptación o transformación de la obra primigenia o en los elementos creativos de su
tradición a un idioma distinto.

Obra radiofónica: Es la producida específicamente para su transmisión por radio o televisión, sin
perjuicio de los derechos de los autores de las obras preexistentes.

DERECHOS PATRIMONIALES

Tratándose de su patrimonio, un autor tiene el derecho de explotar su obra, o bien, autorizar o


prohibir su explotación, no dejando con esto de ser el titular de los derechos. Así, un autor puede
transmitir con libertad sus derechos patrimoniales: trasladarlos o adjudicar licencias con
exclusividad y no exclusividad de uso, durante un tiempo determinado y de manera onerosa,
quedando determinados los montos, el procedimiento y los términos para el pago de
remuneraciones.

Los convenios o contratos para transmitir los derechos patrimoniales deben realizarse por escrito,
además de inscribirse en el Registro Público del Derecho de Autor. Ante la ausencia de una
disposición expresa, debe considerarse la transmisión de los derechos patrimoniales por 5 años. Se
podrá celebrar un acuerdo excepcional por más de 15 años cuando el tipo de obra y la inversión lo
justifiquen.

Los derechos patrimoniales en sí no son embargables, aunque el producto de esos derechos sí lo


es. En cuanto a la vigencia del derecho patrimonial, ésta está estipulada en el artículo 29 de la Ley
Federal del Derecho de Autor: durante la vida del autor y cien años más.

La LFDA establece una limitación a los derechos patrimoniales. En su artículo 148 señala que en
algunos casos podrán utilizarse las obras artísticas y literarias ya divulgadas, cuando no sea
afectada “la explotación normal de la obra”, sin solicitarle autorización al titular del derecho
patrimonial y sin cubrirle remuneración alguna; no obstante, la fuente debe ser citada y la obra no
debe ser alterada.

Así, pueden:

1. Citarse textos no simulados y tampoco sustanciales de una obra;

2. Reproducirse artículos, fotografías, ilustraciones o comentarios, publicados en la prensa, la


radio o la televisión, si no lo prohíbe el titular;
3. Reproducirse fragmentos para la crítica y la investigación;

4. Reproducirse un solo ejemplar para uso personal y sin lucro, a excepción de personas
morales que no sean instituciones educativas, de investigación o no mercantiles;

5. Reproducirse una sola vez en un archivo o biblioteca una obra agotada, descatalogada y
en peligro de extinción para preservarla;

6. Reproducirse una obra como constancia en un procedimiento judicial o administrativo, y

7. Reproducirse, comunicarse y distribuirse en lugares públicos una obra mediante dibujos,


pinturas, fotografías o audiovisuales.

La subjetividad de estos casos no permite delimitar claramente la parte que se puede utilizar de
una obra sin dañar los derechos de autor, así que debe analizarse cada caso y, en la medida de lo
posible, consultar al autor o al tenedor de los derechos sobre el uso del material.

El creador de una obra digital alojada en Internet adquiere prerrogativas o privilegios de carácter
patrimonial, por el hecho de que la LFDA ampara su realización. De esta forma el autor de un
contenido digital, como texto, imagen, audio o video, tiene “el derecho de explotar de manera
exclusiva su obra, o bien, autorizar a otros su explotación, en cualquier forma”, según el artículo
24, así como el “derecho a percibir una regalía por la comunicación o la transmisión pública de su
obra por cualquier medio”, de acuerdo con el artículo 26 bis.

Ejemplos:

Los Derechos Patrimoniales o de Explotación representan el derecho del autor de beneficiarse


económicamente de su producción intelectual.

Ejemplo:

• Derecho de Reproducción: El autor puede obtener beneficio económico de las


reproducciones o copias que se realicen de su obra o recurso. Reproducir o copiar un
recurso sin consentimiento del autor es ilegal.

• Derecho de Distribución: Puesta a disposición del público del original o copias de la obra
mediante su venta, alquiler, préstamo, o de cualquier otra forma.

• Derecho de Comunicación Pública: La comunicación pública es todo un acto por el que una
pluralidad de personas puede tener acceso a la obra sin previa distribución de ejemplares
a cada una de ellas. La discusión en este sentido sería, ¿puede considerarse la publicación
web como Comunicación Pública?

• Derecho de Transformación: Derecho del autor para autorizar y obtener una remuneración
por las transformaciones que se hagan sobre la obra, como por ejemplo las traducciones.
¿QUÉ SON EL DERECHO DE AUTOR Y LOS DERECHOS CONEXOS?

DERECHO DE AUTOR

En la terminología jurídica, la expresión “derecho de autor” se utiliza para describir los derechos
de los creadores sobre sus obras literarias y artísticas. Las obras que se prestan a la protección por
derecho de autor van desde los libros, la música, la pintura, la escultura y las películas hasta los
programas informáticos, las bases de datos, los anuncios publicitarios, los mapas y los dibujos
técnicos.(OMPI)

El titular de los derechos de una obra es, como regla general, la persona que crea el trabajo, es
decir, el autor. El autor “es la persona natural que crea alguna obra literaria, artística o científica”.
Aunque en principio sólo las personas naturales o físicas pueden ser consideradas autores, la ley
prevé ciertos casos en los que también pueden beneficiarse de estos derechos las personas
jurídicas.

El derecho de autor tiene una doble naturaleza, moral y patrimonial, “la propiedad intelectual está
integrada por derechos de carácter personal y patrimonial, que atribuyen al autor la plena
disposición y el derecho exclusivo a la explotación de la obra”. De ahí que los derechos que
componen el derecho de autor se puedan agrupar en dos grandes categorías: derechos morales
(paternidad, integridad, divulgación…) y derechos patrimoniales (reproducción, distribución,
comunicación pública, transformación).

las obras habitualmente protegidas por el derecho de autor en todo el mundo están las siguientes:

las obras literarias como las novelas, los poemas, las representaciones escénicas, las obras de
referencia, los artículos periodísticos;

los programas informáticos y las bases de datos;

las películas, las composiciones musicales y las coreografías;

las obras artísticas como los cuadros, los dibujos, las fotografías y las esculturas;

la arquitectura; y

los anuncios, los mapas y los dibujos técnicos.

La protección del derecho de autor abarca solo las expresiones, pero no z en sí. El derecho de
autor puede amparar o no elementos como los títulos, los lemas o logotipos, dependiendo de que
la paternidad de la obra sea suficiente.(OMPI)

DERECHOS CONEXOS

Los derechos conexos son aquellos que otorgan protección a quienes, sin ser autores, contribuyen
con creatividad, técnica u organización, en el proceso de poner a disposición del público una obra.
En inglés se les llama "related righs" o "neighboring rights", |traduciéndose ambas expresiones
como derechos conexos. Son parecidos a los derechos de autor en cuanto a que ofrecen el mismo
tipo de exclusividad y las mismas protecciones que brindan a sus titulares. (Ábreg, 2014).

Estos derechos son muy heterogéneos entre sí pues engloban, además de los derechos
correspondientes a los artistas, intérpretes o ejecutantes, los relativos a los productores de
fonogramas y grabaciones audiovisuales, a las entidades de radiodifusión, a los realizadores de
fotografías y a los editores de determinadas obras. El factor común entre ellos es el de estar
vinculados en la mayoría de los casos con una obra intelectual preexistente y significar una
actividad de mediación entre la obra y el público. (Instituto Autor).

En este sentido, son derechos conexos al derecho de autor los que la Ley otorga a los artistas,
intérpretes y ejecutantes para permitir o prohibir la difusión de sus producciones y percibir una
remuneración por el uso público de las mismas, sin perjuicio de las que corresponden al autor de
la obra.

A. DERECHOS CONEXOS DE ARTISTAS, INTÉRPRETES Y EJECUTANTES

Los primeros protegidos son las personas que interpretan o ejecutan las obras, los artistas,
cantantes, actores, bailarines, músicos, declamadores, etc. Su intervención creativa es la base, la
esencia necesaria para expresar obras musicales, dramáticas, coreográficas, películas y otras.

Goza este grupo del derecho a impedir la fijación, la radiodifusión y la transmisión al público de
sus interpretaciones o ejecuciones indirecto sin su consentimiento, así como el derecho a impedir
la reproducción de fijaciones de sus interpretaciones o ejecuciones.

El WPPT en su capítulo II, se refiere a los derechos de los artistas… y les reconoce: derechos
morales (reivindicar el derecho a ser identificado, el de oponerse a modificaciones o
deformaciones, etc.), derechos patrimoniales (radiodifusión, comunicación, fijación, etc.), derecho
de reproducción, de distribución, de alquiler, de poner a disposición sus ejecuciones fijadas y
derecho a remuneración por radiodifusión y comunicación al público. (Ábreg, 2014)

1. ARTISTAS, INTÉRPRETES Y EJECUTANTES


El reconocimiento legal y la protección específica de los artistas surge cuando aparecen
nuevos medios idóneos para registrar las interpretaciones de los artistas. Se desarrolla
con la evolución del fonograma, de las películas cinematográficas, la radiodifusión, la
televisión, el vídeo.
En el sistema americano, prima la idea de que la protección que debe darse al artista debe
quedar situada dentro del campo del derecho laboral, obteniendo sus derechos y
obligaciones del correspondiente contrato de actuación

1.1. DERECHOS MORALES


El Tratado de la OMPI sobre Interpretación o Ejecución y Fonogramas ha reconocido por
primera vez a nivel internacional derechos morales a los artistas, intérpretes o
ejecutantes. Así, el artículo 5 de este Tratado, siguiendo la estela del Convenio de Berna,
ha reconocido el derecho de paternidad y el de integridad, si bien con un alcance más
limitado.
Por lo que se refiere al derecho de paternidad, el TOIEF establece que “en lo relativo
a sus interpretaciones o ejecuciones fijadas en fonogramas, el derecho a reivindicar ser
identificado como el artista intérprete o ejecutante de sus interpretaciones o ejecuciones
excepto cuando la omisión venga dictada por la manera de utilizar la interpretación o
ejecución”.
El derecho de integridad está definido en el Tratado como “el derecho a oponerse a
cualquier deformación, mutilación u otra modificación de sus interpretaciones o
ejecuciones que cause perjuicio a su reputación”.
Respecto a la duración de estos derechos morales, el Tratado OMPI establece que durarán
al menos hasta la extinción de los derechos patrimoniales (50 años desde la fijación en un
fonograma de la interpretación). (OMPI, 2004)

1.2. DERECHOS EXCLUSIVOS


1.2.1. Derecho de reproducción
los artistas intérpretes o ejecutantes tienen los derechos exclusivos de autorizar:
• La fijación de sus actuaciones.
• La reproducción de las fijaciones de sus actuaciones.

La Convención de Roma, atribuye este derecho a los artistas, productores de


fonogramas y organismos de radiodifusión. El TOIEF, por su parte, reconoce a los
artistas el derecho de autorizar la reproducción directa o indirecta de sus
actuaciones fijadas en fonogramas y a los productores por la reproducción de los
fonogramas, por cualquier procedimiento o bajo cualquier forma (Ábreg, 2014).

1.2.2. Derecho de distribución


La OMPI en 1996 definen y regulan el derecho de distribución como el derecho
exclusivo de autorizar la puesta a disposición del público mediante venta u otra
transferencia de la propiedad. Además, como otro derecho independiente,
reconocen también el derecho de alquiler. (EUROPEA, 2004)
1.2.3. Derecho de comunicación pública
Tanto el derecho de comunicación pública como el de reproducción de los artistas
están sometidos a una presunción de cesión, salvo pacto en contrario, en virtud
del contrato de trabajo o de arrendamiento de servicios.
1.2.4. Derechos de remuneración
Los derechos de remuneración están más extendidos en el ámbito de los derechos
reconocidos a los titulares de derechos afines. En el caso de los artistas, su
regulación se justifica por la posición de “debilidad” en que se encuentran en las
relaciones contractuales, de modo que para evitar que una cesión total de
aquellos les deje desprovistos de una compensación adecuada, se introduce
legalmente una serie de derechos a obtener en cualquier caso una remuneración.
(EUROPEA, 2004)

2. PRODUCTORES DE FONOGRAMAS
El productor de fonogramas es la persona natural o jurídica bajo cuya iniciativa y
responsabilidad se fijan por primera vez los sonidos de una ejecución u otros sonidos
diferentes. El objeto protegido es la fijación en un soporte material que se denomina
fonograma, es decir, se protege la actividad industrial no la personal.

2.1. DERECHOS EXCLUSIVOS

Los productores de fonogramas tienen los derechos de exclusivos de autorizar:

• La reproducción directa o indirecta de sus fonogramas.


• La distribución de sus fonogramas y de sus copias.
• La comunicación pública de sus fonogramas y de sus copias.

2.2. DERECHOS DE REMUNERACIÓN.

Equitativa y única por copia privada.


Equitativa y única por la comunicación pública de su fonograma.

3. ENTIDADES DE RADIODIFUSIÓN
El objeto protegido por la Ley, en el caso de las entidades de radiodifusión, es la
emisión (difusión mediante ondas hertzianas u otros sistemas sin hilos) o transmisión
(difusión mediante hilos, cable, fibra óptica u otros procedimientos análogos) con
independencia de su contenido, es decir, que el objeto protegido es el continente. Sus
derechos son exclusivamente de naturaleza patrimonial y son los siguientes derechos
exclusivos de autorizar:

• La fijación de sus emisiones o transmisiones en cualquier soporte sonoro o visual.


• La reproducción de las fijaciones de sus emisiones o transmisiones.
• La retransmisión de sus emisiones o transmisiones.
• La comunicación pública de sus emisiones o transmisiones cuando tal
comunicación se efectúe en lugares a los que el público pueda acceder mediante
el pago de una cantidad en concepto de derecho de admisión o entrada.
• La distribución de las fijaciones de sus emisiones o transmisiones. (OMPI, 2004)

El derecho de autor y los derechos conexos son fundamentales para la creatividad humana al
brindar a los autores incentivos en forma de reconocimiento y recompensas económicas objetivas.
Este sistema de derechos garantiza a los creadores la publicidad de sus obras sin temor a que se
realicen copias no autorizadas o actos de piratería.

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