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Lucas 11-1

¿Usted alguna vez, le ha pedido a alguien que le enseñe hacer algo? Probablemente nos
hemos visto en algún momento en la necesidad de decirle a otra persona que nos enseñe,
porque usted ha visto una habilidad o cualidad en esa persona y le ha llamado tanto la
atención que le ha solicitado que le enseñe, ya sea a cocinar, a trabajar, a estudia, a tacar
algún instrumento y vemos este versículo donde este discípulo le pide algo a Jesús.
Nuestro Texto dice que JESÚS estaba orando en cierto lugar y sus discípulos lo escucharon.
Ellos no quisieron perturbar Su oración, así que esperaron a que terminara. No sabemos
cuánto tiempo había durado la oración, pero lo que sí sabemos es que ellos se sintieron
movidos al oír al SEÑOR JESÚS orar, y le piden al SEÑOR que, así como Juan el Bautista
había enseñado a sus discípulos a orar, Él también les enseñara a ellos como debían orar,
¿Qué motivó aquella solicitud? La oración era parte integral de la vida y la adoración
judías. Además, en el libro de los Salmos y en otros lugares de las Escrituras Hebreas
aparecen numerosas oraciones. De modo que aquel discípulo no pedía que se le enseñara
algo totalmente desconocido para él o que nunca hubiera hecho. Lo más probable es que
conociera las oraciones ceremoniosas de los guías religiosos del judaísmo. Pero cuando
observó a Jesús, al parecer se dio cuenta de que había una gran diferencia entre los rezos
santurrones de los rabinos y las oraciones de Jesús (Mateo 6:5-8).
La oración fue parte integral de la vida y el ministerio de Jesús. Los evangelios mencionan
numerosas ocasiones en que Jesús oró. Enseñó a orar a Sus discípulos, En muchos de los
acontecimientos, milagros y decisiones relevantes de la vida de Jesús, hasta el momento
mismo de Su muerte, Él se entregó a la oración. El hecho de que se preocupara de pedir y
enseñara a Sus discípulos a hacerlo, es señal de que la oración constituye una parte
importante de la vida de un discípulo.
Jesús solía retirarse a solas para orar. Se apartaba de las multitudes y a veces de Sus
apóstoles más cercanos con el objeto de orar. También oraba en presencia de Sus
discípulos como lo vemos en los versículos leídos. Jesús también dio a Sus discípulos
consejos prácticos para orar. Les dijo: «Vosotros, pues, oraréis así: “Padre nuestro que
estás en los cielos, santificado sea Tu nombre. Venga Tu reino. Hágase Tu voluntad,
como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y
perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Y no nos metas en tentación, más líbranos del mal”

También indicó a Sus discípulos qué prácticas que no debían hacer: «Cuando oren, no
sean como los hipócritas, porque a ellos les encanta orar de pie en las sinagogas y en las
esquinas de las plazas para que la gente los vea. Les aseguro que ya han obtenido toda
su recompensa. Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y
ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te
recompensará. Y al orar, no hablen solo por hablar como hacen los gentiles, porque ellos
se imaginan que serán escuchados por sus muchas palabras. No sean como ellos, porque
su Padre sabe lo que ustedes necesitan antes de que se lo pidan» Mateo 6 5-8.

Jesús les enseñó a ser persistentes en la oración, como narra el Evangelio de Lucas: «Jesús
les contó una parábola en cuanto a la necesidad de orar siempre y de no desanimarse »
la parábola de la viuda y el juez justo, Lucas 18 1-8.

Les enseñó también el poder que tiene la oración, que las oraciones obtienen respuesta y
se deben hacer con fe y confianza, sabiendo que Dios es todopoderoso y que no hay nada
que Él no pueda llevar a cabo, en respuesta a nuestras peticiones. En el libro de Mateo, Él
dice: «Si tienen fe y no dudan, pueden hacer cosas como esa y mucho más. Hasta
pueden decirle a esta montaña: “Levántate y échate al mar”, y sucederá. Ustedes
pueden orar por cualquier cosa, y si tienen fe la recibirán» Marcos 11 22-24.

Exhortó a Sus discípulos a velar y orar para no caer en tentación y pecado. «Velad y orad,
para que no entréis en tentación».

Es evidente, por lo que describen los evangelios, que Jesús oró con enorme fervor antes
de Su detención. El Evangelio de Lucas dice: «Él se apartó de ellos a distancia como de un
tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, diciendo: “Padre, si quieres, pasa de Mí esta
copa; pero no se haga Mi voluntad, sino la Tuya”. Y se le apareció un ángel del cielo para
fortalecerle. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era Su sudor como
grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.

A veces cuando existen labores de trabajo muy extensas, lo único que quiere es que pase
el día para tener un tiempo para usted, para despejarse y descansar. Notamos que en la
biblia Jesús cada vez que terminaba alguna jornada en algún lugar, de estar predicando,
de estar sanando, él lo que quería hacer era pasar tiempo con su padre, en Lucas 5:16
señala “Mas el se apartaba a lugares desiertos y oraba” en este mundo donde estamos
absorbidos por el trabajo o por otras situaciones, donde quizás no tenemos tiempo para
nada o pensamos que no tenemos tiempo para nada o estamos muy cansados para
dedicarnos a otro tipo de labores, como algo tan importante y relevante como la oración.
Pero Jesús quería pasar tiempo con su padre, ahora no es malo desear esto, poder tener
un tiempo para descansar pero se puede transformar en la gran meta de nuestro día y en
realidad lo que nos indica el Señor, es que independiente de lo que hagamos o tengamos
SIEMPRE renovemos y recobremos fuerza en el Señor por medio de la oración, por medio
del estudio de su palabra.

¿Cuántas veces nos vemos enfrentados a decisiones difíciles? La pregunta es ¿Qué es lo


que hacemos nosotros para tomar esa decisión? A quien acude o como lo hace
finalmente. Leer Lucas 6 12-13 “En aquellos días el fue al monte a orar, y paso la noche
orando a Dios, y cuando era de día llamo a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los
cuales también llamo apóstoles”. En estos versículos vemos como el señor tenia que
tomar una decisión compleja que era la elección de los 12 apóstoles, ahora usted me
puede decir que esta elección ya estaba asignada y tomada desde la eternidad igual el
señor Jesucristo decidió pasar esa noche en oración para discernir quienes iban a ser las
personas que lo iban a estar acompañando en su ministerio. Nosotros al igual que le señor
nos vemos enfrentados también a tomar decisiones complejas, importantes, difíciles y lo
interesante es que es lo que hacemos cuando tenemos que tomar una decisión así.
Podemos pasar la noche, pero a lo mejor pensando o tal vez organizando o tratando de
buscar alguna alternativa, para solucionar o tomar ese tipo de decisiones, porque todos
estamos estimulados con el control. El querer hacer las cosas a nuestra voluntad, de
acuerdo con nuestras expectativas. Lo que el señor nos quiere reforzar acá, es que en
todos momentos acudamos al señor en oración y el señor por medio de su palabra, nos va
a ir guiando para tomar esa decisión, porque, porque acudiendo a él descansamos,
descansamos en su soberanía, en su palabra y confiamos que el esta haciendo lo correcto
y lo perfecto. Para esta forma glorificarlo.

Otro Ejemplo, nos hemos visto en una situación en la cual usted sabe que tiene que hacer
algo, pero no lo quiere hacer porque su voluntad, su carne se resiste, pero sabe que ese
algo, va a traer gloria al señor. En mateos 26:36 “entonces llego Jesús con ellos a un lugar
que se llama Getsemaní dijo a sus discípulos: sentaos aquí entre tanto voy allí y oro” acá
hubo una batalla figuradamente hablando, una batalla contra la carne y el espíritu. Jesús
sabía lo que venía, lo que iba a pasar ya que después de este momento iba a empezar
todo su proceso de crucifixión, si bien estaba en ese momento sincerándose con el padre,
pero también manifestando lo que el esta viviendo, al nivel de decir que no quería pasar ni
vivir ese momento, no quiero a lo mejor que me apedreen, no quiero que me crucifiquen,
no quiero pasar por esa situación. Pero en realidad no se haga mi voluntad, sino se haga
tu voluntad. Todo este proceso lo vivió en oración. En esto nosotros también debemos
aprender de el, ya que nosotros también en nuestra vida hay un montón de situaciones
que lo que están buscando es desviarnos, descarrilarnos, sacar la vista de nuestro señor y
muchas veces nosotros vamos a ser estimulados a seguir nuestra voluntad, nuestro patrón
de pensamiento. ¿Cuándo estamos siendo tentados, que es lo que hacemos? ¿A quién
acudimos? A nuestro corazón engañoso o someteremos en oración y por medio de su
palabra declararon que “no quiero hacer lo que yo quiero hacer, sino hacer tu voluntad”
Las luchas y situaciones difíciles que el señor estaba pasando, la paso en oración sometido
a su palabra, este es el modelo que Jesús nos dejó, en todas las situaciones en todos los
momentos que podamos pasar, debemos poder someter todo al Señor.
Vemos estos ejemplos como el señor acudió al padre en cada situación, Jesús era un
hombre de oración y el quiere que nosotros también lo seamos, esto llamo la atención de
este discípulo. Mas allá de las sanaciones, milagros y todo lo que esta persona vio en
Jesús, también sabia que era producto de la relación que el tenía con su padre.

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