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Director: Carlos Ramírez noticiastransicion.mx 26 de Mayo de 2014 contacto@noticiastransicion.

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Manuel Buendía 1984-2014


Crimen del
narcotráfico Por Carlos Ramírez / II y Russell H. Bartley / XIV
26 de Mayo de 2014 Suplemento

El periodismo antes,
durante y después de
Manuel Buendía (1984-2014)
Por Carlos Ramírez
I

M
anuel Buendía Tellezgirón el colapso en Excelsior con maniobras desde el go-
bierno, el nacimiento de periódicos por iniciativas de
nació en 1926 y fue asesina- periodistas y ya no como parte de grupos de poder
do en 1984. Su ciclo profe- de la clase dominante, la reforma política de López
sional —de sus inicios como reportero Portillo y el salto cualitativo en las élites gobernantes
de la revista La Nación del PAN en de los políticos a los administradores y de ahí a los
economistas tecnócratas. Como periodista en ese agi-
1948 a su muerte— transcurrió en dos tado y estimulante tiempo de redefiniciones políticas
tiempos políticos del sistema político y periodistas Buendía transitó varios sexenios:
priísta:
• Miguel Alemán Valdés (1946-1952). En
• Del fortalecimiento del caudillismo con el 1948 Buendía ingresó como reportero de la
tránsito de Obregón a Calles en 1924 y la re- revista La Nación, propiedad del Partido Ac-
forma constitucional al artículo 83 el 22 de ción Nacional y estuvo bajo la dirección del
enero de 1927 para liquidar el principio de legendario reportero Carlos Septién García,
no reelección y permitirla sólo por un periodo forjador de reporteros. Con Alemán comen-
más de cuatro años, pero dejando pasar uno zó la urbanización del país, nació la clase me-
evitando la continuidad, decisión que abrió la dia y México entró en la fase de industriali-
reelección de Obregón; fue hasta 1933, bajo zación, pero también proliferó la corrupción
la presidencia del interino Abelardo Rodrí- sin acotamientos.
II guez, que se reformó el 83 para establecer que
Manuel Buendía
• Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958). En
“en ningún caso y por ningún motivo podrá 1952 Buendía comenzó su larga carrera
volver a desempeñar ese puesto”. • La columna política. Buendía desarrollo una como maestro de periodismo en la Escuela
• Al México de 1984: él inició, a nivel muni- columna política de investigación, redactada Carlos Septién García y siguió laborando en
cipal, una reforma política de facto vía el re- con pulcritud de estilo, abandonando el viejo La Nación. El gobierno ruizcortinista creó
conocimiento a las victorias de la oposición modelo de la columna política como forma la política al estilo PRI, con todo y la picar-
y encaró una de las ofensivas políticas más de enviarse mensajes entre políticos y funcio- día del poder, pero también fue el periodo
severas por parte del gobierno de los Estados narios públicos. en que se incubó la más grandes oleada de
Unidos, y sobre todo el inicio del criminal • Y la independencia de la crítica. Formado protestas obreras impulsadas por el Partido
del narcotráfico como crimen organizado y como periodista en La Prensa y el semanario Comunista y con su sucesor Adolfo López
como debate nacional por la publicación de Crucero de El Día, Buendía mantuvo sus ta- Mateos como secretario del Trabajo. La
un desplegado periodístico firmado por los reas de comunicador oficial en dependencias prensa escrita poco a poco tuvo que abrir
obispos del sur de la república, cuyo segui- públicas y simultáneamente como colum- espacios a la disidencia y la crítica, pero
miento como investigador periodístico lo lle- nista político de 1965 a 1976; al finalizar el también a la represión.
vo al asesinato. gobierno de Luis Echeverría abandonó sus • Adolfo López Mateos (1958-1964). Fue un
tareas públicas y se dedicó sólo a escribir su sexenio de contradicciones entre las dos alas
Nacido profesionalmente en los tiempos del viejo columna a través del formato de la sindica- políticas del régimen de la Revolución Mexi-
régimen —el colapso político 1920-1929— y de las ción o venta simultánea a una treintena de cana: la institucional basada en la disciplina
estructuras de control y subordinación de medios de periódicos del interior del país, logrando la sistémica y la de izquierda, con las rebeliones
comunicación impresos como parte del sistema polí- autosuficiencia en ingresos. obreras, el activismo estudiantil del PCM, el
tico, a Buendía le tocó la fase de transición política, cardenismo y la Revolución Cubana como
generacional y de modernización periodística. Como El tiempo político del periodismo de Buendía telón de fondo y factor disruptor. La prensa
funcionario de prensa de oficinas del gobierno y al atravesó por las agitaciones, sobresaltos y reacomo-
mismo tiempo autor de una columna de análisis po- dos en el sistema político en el periodo 1964-1984,
lítico desde la perspectiva progresista y nacionalista
del Estado— y en ese escenario vivió el salto cualita-
del cual la prensa escrita formaba parte con una fun-
ción de aparato de propaganda del sistema o bocina
El tiempo político del periodis-
tivo a partir de las experiencias de 1968: de los gobiernos en turno y desde 1968 como espa- mo de Buendía atravesó por las
cio de crítica al poder. Como profesional de prensa agitaciones, sobresaltos y reaco-
• El periodismo de Estado. Como funcionario y difusión en empresas del Estado, contribuyó a la
de prensa en la Comisión Federal de Electri- profesionalización de las oficinas de prensa como es- modos en el sistema político en
cidad, Nacional Financiera, el Departamento pacios de circulación de información y no control de el periodo 1964-1984, del cual la
del Distrito Federal y el Consejo Nacional de periodistas y medios; en sus clases de periodismo en prensa escrita formaba parte con
Ciencia y Tecnología pudo sostener también la UNAM, inclusive, en sus clases de periodismo in-
dos columnas políticas —la diaria Para con- trodujo el modelo de profesionalización universitaria una función de aparato de propa-
trol de Usted en El Día y la dominical Con- de las oficinas de prensa y de reporteros más allá de ganda del sistema o bocina de los
cierto político, ambas en El Día, un periódico las redacciones de periódicos.
progresista de la línea de izquierda dentro del La prensa escrita comenzó a ganar algunos espa- gobiernos en turno y desde 1968
PRI, dirigido por el ex comunista Enrique cios de autonomía a partir de la crisis estudiantil de como espacio de crítica al poder.
Ramírez y Ramírez. 1968, a la que le siguió la apertura de Echeverría,
Suplemento 26 de Mayo de 2014

de México con el FMI y abrió indagatorias


periodísticas sobre el narcotráfico. Inclusive,
tuvo enfrentamientos con el gobierno de De
la Madrid. En 1984, cuando había comenza-
do a reproducir en su columna las denuncias
de los obispos del sur por la llegada de narcos
a las comunidades campesinas ante la pasi-
vidad del Estado y del PRI y a dar indicios
de que los narcos tenían la protección del
aparato de poder del gobierno, Buendía fue
asesinado la tarde del 30 de mayo de 1984 en
el estacionamiento público junto a su oficina,
en la zona rosa, mientras esperaba su auto.

II
Buendía fue un innovador como profesional de
las oficinas de prensa y como columnista, contribu-
yendo en ambas especialidades a modernizar fun-
cionamientos. A partir de sus clases de periodismo
en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la
escrita declinó su presencia por esconder la a López Portillo como candidato, porque UNAM desde 1973 desarrolló nuevos enfoques en
realidad. En 1958 inició Buendía la colum- no reunía el conocimiento del sistema, las materia de distribución de la información; profesio-
na Red Privada en el periódico policiaco La alianzas entre los grupos y las complicidades nalizó el oficio de redactor de boletines, convirtió
Prensa, ascendió a director en 1960 y fue del poder y el país pagó con crisis política las oficinas en puertas abiertas a las dependencias y
depuesto por conflictos como organización los errores sistémicos. López Portillo legalizó dio el paso adelante al configurar una teoría mexica-
cooperativa. En 1964 dirigió el semanario el Partido Comunista y abrió un poco la in- na de comunicación social. En su libro Ejercicio pe-
Crucero de El Día y en El Día comenzó su formación del Estado. El país dio otro salto riodístico, recopilación de textos, conferencias y en-
columna Para control de usted. cualitativo en la configuración del sistema sayos, documentó las tareas de comunicación más
• Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970). El sexenio político priísta. Buendía renunció a su cargo allá de la distribución de boletines. En ese sentido
diazordacista destacó por el endurecimiento público en áreas de comunicación y se de- fue un pionero en la fundación de revistas de circu-
del poder y el fortalecimiento autoritario de dicó de tiempo completo a su trabajo como lación interna en oficinas de prensa; en el Conacyt
la Presidencia de la República y por la mul- columnista político. Aunque con apertu- creó las revistas Ciencia y Desarrollo, Comunidad
tiplicación de protestas sociales, sobre todo ra —ya existían Uno más Uno, Proceso y El Conacyt y Conexión, dando también importancia a III
estudiantiles. La crisis de 1968 comenzó por Financiero—, los medios en general no se la comunicación interna entre funcionarios y traba-
un enfrentamiento entre dos escuelas secun- abrieron tan rápidamente a la crítica. Buen- jadores y empleados.
darias, la presencia violenta de granaderos día padeció la censura en El Sol de México En sus clases y en algunas conferencias Buendía
como detonador y la movilización de cientos y en El Universal, y llegó a Excelsior. Antes introdujo la comunicación social como parte de la
de miles de estudiantes exigiendo el fin de los que las páginas informativas, la prensa escri- acción política y como categoría de la información.
dos instrumentos de control social: el delito ta permitió la crítica en las columnas como Sus textos sobre la comunicación y la seguridad
de disolución social y el uso de la fuerza pú- espacios aislados. nacional, el ejército y los partidos abrieron nuevos
blica —granaderos y soldados— para con- • Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988). frentes de indagación sobre los efectos de los men-
tener protestas. La violencia en Tlatelolco, El sistema político pasó de los administrado- sajes en la sociedad, aunque en el fondo no hubo
dialécticamente, estalló la lucha por la demo- res a los economistas neoliberales, la econo- seguimiento político porque las dependencias pú-
cracia. Buendía inició en 1965 su doble tarea mía quedó presa en las cartas de intención blicas siguieron moviéndose en los parámetros tra-
de funcionario de oficina de prensa y colum- con el Fondo Monetario Internacional y el dicionales. De todos modos, a nivel de profesiona-
nista político crítico de la derecha, con apor- sistema político se reorganizó para el nuevo les de la información, Buendía consiguió imponer
taciones nuevas en ambas tareas: transitó la modelo económico sin dominio del Estado, una agenda de debate.
oficina de prensa a oficinas de comunicación con efectos políticos en las relaciones po- A base de un trabajo en el género de la columna
social y estableció el modelo de la columna líticas y sociales. El PRI comenzó a perder desde 1958 en que inició con la columna Red Priva-
analítica y de opinión reflexiva. Buendía se municipios y el PAN se perfiló hacia la alter- da, Buendía marcó un quiebre en estilos. A finales
convirtió en una especie de vocero del sector nancia. Buendía le dio un vuelco a su colum- de los cincuenta y toda la década de los sesenta, la
progresista del sistema político priísta. na, la convirtió en espacio para la crítica al columna política era un complemento menor en los
• Luis Echeverría Álvarez (1970-1976). Secre- neoliberalismo, publicó en exclusiva la carta medios. La columna más importante en esos años
tario de Gobernación en los años de endureci-
miento diazordacista, Echeverría rompió con
su antecesor desde la campaña presidencial y
como presidente desarrollo un gobierno de
discursos críticos, de regreso a la Revolución
Mexicana y de propuestas populistas. El Es-
tado aumentó el gasto y la política exterior se
acercó a los países No Alineados, a los gobier-
nos socialistas de Salvador Allende en Chile y
Fidel Castro en Cuba y colocó a México en el
espacio político del Tercer Mundo vinculado
al discurso antimperialista. Buendía encontró
un espacio extraordinario para su periodismo
de Estado y progresista; fueron sus mejores
columnas: contra la derecha fascista, la Casa
Blanca y la CIA.
• José López Portillo (1976-1982). Echeverría
rompió la continuidad sucesoria al designar
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era la del periodista Carlos Denegri en Excelsior, un


reportero con capacidad de movilidad internacional.
Su columna Desayuno Político en Excelsior operaba
un instrumento de gobernación del PRI y era re-
dactada en la Secretaría de Prensa del CEN del PRI,
entonces a cargo del publirrelacionista Francisco Ga-
lindo Ochoa. Las columnas en esa época servían para
sondear la opinión dentro del sistema político priísta
y para enviarse mensajes entre políticos. Denegri fue
asesinado por su esposa en diciembre de 1970 y con
él se fue un estilo de periodismo.
Buendía ya escribía su columna en La Prensa a
finales de los cincuenta pero ese diario no tenía pe-
netración periodística en la clase política. El estilo de
Buendía ya presentaba novedades: información pri-
vilegiada, análisis de hechos políticos, decodificación
de los mensajes del poder, algo de prospectiva polí-
tica y un enfoque progresista a partir de los intereses
del Estado y no del gobierno en turno. La circulación Buendía dio otro paso adelante con la columna do- nal de estabilidad nacional, las contradicciones en las
de La Prensa estaba atada a su prioridad como perió- minical Concierto Político de una plana en periódico élites del poder y el dilema de dictadura-democracia
dico policiaco y popular; inclusive, Buendía se inició estándar: comentarios bajo espacios subtitulados condujeron a un proceso de apertura política que co-
como reportero en La Prensa encargándose de una con el lenguaje de las partituras musicales, siempre menzó con Echeverría y se consolidó con la reforma
parte de la información policiaca, en donde apren- con el mismo estilo de analizar, descubrir, aportar política de López Portillo al legalizar al Partido Comu-
dió a indagar las noticias, investigar los trasfondos y pistas de interpretación y contextualizar. La política nista y darle espacios en el congreso federal.
depurar su estilo de redacción. De 1953 a 1958 fue progresista-populista de Echeverría había de alguna El periodismo rompió amarras. La crítica admi-
ascendiendo en el escalafón del diario. manera polarizado la vida política nacional, sobre nistrada en Excelsior en el periodo de dirección de
El salto cualitativo en el estilo de la columna polí- todo por su acercamiento a Cuba, al gobierno socia- Julio Scherer García —1968-1976— y el manotazo
tica no fue sucesivo —pasar de Denegri a Buendía— lista chileno de Salvador Allende y al grupo de los autoritario originado en la Presidencia de la Repúbli-
sino que venía de atrás, traslapándose aunque sin Países No Alineados. ca en julio de 1976 ya no pudieron cerrar de nueva
efectos similares, sólo que con poca capacidad de pe- Al finalizar 1976 Buendía tomó una decisión cuenta las puertas de la crítica. De todos modos, el
netración por el estilo popular de La Prensa y mayor fundamental: abandonar su empleo en oficinas de sistema político priísta ajustó sus espacios a los nue-
circulación política de Excelsior. Luego de Red Priva- prensa y dedicarse de tiempo completo a su colum- vos escenarios y los mecanismos de control se afloja-
da en La Prensa, Buendía se incorporó a los cuadros na política; la Agencia Mexicana de Información, ron pero siguieron existiendo, como lo probaron los
IV profesionales de El Día y ahí comenzó su columna del periodista José Luis Becerra, había introducido casos de censura que enfrentó Buendía en El Sol de
Para Control de Usted en 1964, finales del gobierno el modelo de la sindicación de columnas, es decir, México, El Universal y el propio Excelsior.
de López Mateos y elección de Díaz Ordaz. La es- su venta masiva a periódicos y revistas del interior El asesinato de Buendía llevó la censura a escena-
tructura de la columna representaba una especie de de la república. Así, los columnistas no trabajarían rios inéditos. La crítica periodística no sólo se centró
reporte de análisis de la noticia pero con aportación para un diario sino que reproducirían sus trabajos en en los abusos de poder del sistema institucional, sino
de elementos informativos no públicos pero reales: multitud de diarios logrando ingresos diversificados que se trasladó también a sectores fuera del sistema
algo así como un memorándum interno sólo para importantes para su independencia. pero con suficiente poder como para afectar la estabi-
la lectura del jefe. Era una reproducción del trabajo Pero si bien los columnistas lograban indepen- lidad nacional. A Buendía le tocó abrir la línea crítica
temporal que realizó Buendía en el periodo 1963- dencia de criterio al sindicalizar sus columnas y no al surgimiento del crimen organizado en el rubro del
1964, de su salida de La Prensa y su incorporación a depender de un solo empleador, de todos modos los narcotráfico: el 14 de mayo de 1984, dos semanas an-
El Día: en esos meses intermedios, Buendía realizaba mecanismos de censura del aparato político seguían tes de su asesinato, Buendía alertó a sus lectores y al
un reporte de análisis noticioso diario para lectura operando. Así, Buendía comenzó su fase indepen- poder político institucional del avance de los narcos.
exclusiva del presidente López Mateos; ya instalado diente en enero de 1977 escribiendo Red Privada — En su columna de ese día, Buendía escribió:
en El Día le dio a su columna el formato de reporte: el título y estilo de columna que había comenzado
el concepto de la columna Para control de usted era en La Prensa— para El Sol de México, en agosto de “El procurador general de la República y
de información exclusiva para una persona, sólo que 1978 salió de este diario por una censura y pasó unos el secretario de la Defensa no deberían igno-
dirigido al lector. El estilo de redacción tomaba una cuantos meses a El Universal de donde salió también rar por más tiempo la advertencia que hicie-
información y la iba desglosando a lo largo de los por censura; a finales de 1978 arribó a Excelsior y ahí ron desde marzo los nueve obispos del Pací-
párrafos. En ese tiempo Buendía había detectado la escribió, a veces en momentos de tensión editorial fico Sur, respecto al significado político que
existencia de un mundo de intereses al interior del por políticas del diario, hasta su asesinato en 1984. puede tener el incremento del narcotráfico en
sistema político priísta, sobre todo en la consolida- nuestro país, específicamente en los estados de
ción de grupos conservadores. Oaxaca y Chiapas.
La capacidad de difusión de las columnas Red III “Tal como lo plantean ‑-y como se des-
Privada en La Prensa y Para Control de Usted en El prende también de otras informaciones-‑, este
Día, de 1958 a 1972, era menor a la de Denegri en La línea editorial de las columnas de Buendía tu- asunto involucra la seguridad nacional.
Excelsior, entonces el diario más importante del país. vieron tres características: nacionalista, de Estado y crí- “Los nueve dirigentes eclesiásticos coinci-
Sin embargo, las columnas de Buendía tenían lecto- ticas. La formación profesional e intelectual del autor den con lo que saben otros observadores. Dicen
res dentro de las estructuras de poder. Asimismo, la le permitió ganar un espacio de autonomía relativa en que en este sucio negocio “existe la compli-
temática referida a la defensa del Estado progresista y los diarios en los que la publicaba, ajena y a veces con- cidad, directa o indirecta, de altos funciona-
la denuncia de las presiones al Estado por el empre- traria a la línea editorial del diario, llegando a la situa- rios públicos a nivel estatal y federal”.
sariado, la jerarquía católica conservadora, el PAN, ción de convertir la columna en “un periódico dentro “Pero principalmente afirman que con el
la ultraderecha, el gobierno de los Estados Unidos y de otro periódico”. Esta autonomía, dialécticamente, narcotráfico puede quedar comprometida la
la CIA, le redujeron de modo natural su espectro de contribuyó a jalar a los periódicos a posiciones críticas imagen exterior de México, “si como país, damos
lectores colocándolo más en el sector de la opinión que no asumían; el periodo 1968-1976 fue de aper- cabida a mafias internacionales, que van a termi-
pública interesada pero minoritaria. tura crítica de los medios, junto con la fundación de nar por inmiscuirse en nuestros asuntos patrios”.
En 1973, ya con el país polarizado por el discur- la revista Proceso y del periódico unomásuno, a los que “Esto, el peligro de una “interferencia ex-
so del presidente Echeverría y el activismo creciente siguieron en los ochenta La Jornada y El Financiero. tranjera”, es subrayado por los obispos, que no
de la derecha —bombazos en el periódico El Día La crisis autoritaria de 1968 con la represión al movi- hacen más que recoger las preocupaciones de
y Excelsior revelaron la dimensión del conflicto—, miento estudiantil, la ruptura de la imagen internacio- sectores sociales: “Tenemos el temor, no in-
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cursos pero fue agredido por grupos radicales vio-


lentos; una pedrada impactó la frente presidencial
y el presidente tuvo que ser sacado en un auto
improvisado. Ciertamente que la presencia presi-
dencial en CU era una provocación política y peor
si no estuvo preparada con grupos de protección
estudiantil. La pedrada cimbró al sistema político
priísta y despertó los temores de una represión en
respuesta. Los medios cerraron filas en torno al
presidente y Buendía explicó en su momento que
no se trataba de una defensa personal de Eche-
verría sino de las instituciones y del Estado. En
consecuencia, el periodismo político, en Buendía,
cumplía una función de estabilidad nacional de
cohesión social y de denuncia de desestabilizacio-
nes/inestabilidades.
La aportación de Buendía a la comunicación so-
cial, el periodismo político, la columna política y los
fundado, de que en México llegue a suceder imagen exterior del país; por ejemplo, cuando valores nacionales, representaron una recuperación
lo que en otros países hermanos, donde estas fue necesaria la directa protección del Presi- del trabajo periodístico como función social y políti-
redes de narcotraficantes han llegado a tener dente para impedir un juicio de extradición ca a favor de los intereses nacionales. La denuncia de
influencia política decisiva”. (…). Buendía al retomar el desplegado de los obispos del
“La lista de estos países en donde los nar- “Dejó tan permeados los círculos oficia- sur se hizo con la intención de revelar que los narcos
cotraficantes han tenido “decisiva influen- les Durazo Moreno, que el nuevo gobierno habían llegado al campo mexicano por la corrupción
cia política”, incluye no sólo a Italia, sino parece haber desistido ya de traerlo para que del poder; los datos posteriores conocidos por inves-
a otros cercanos a nosotros geográficamente, responda por una variedad de acusaciones pe- tigadores periodísticos enfatizaron en el dato de que
y ligados por una complicada urdimbre de nales. El miedo a su sola presencia en el país, Buendía había comenzado a seguir la pista de funcio-
relaciones. prácticamente ha paralizado los esfuerzos para narios y políticos involucrados en la protección de
“Bolivia y Colombia son dos de estos paí- localizarlo y aprehenderlo. narcos y que la amenaza de publicación de nombres
ses. Colombia se halla actualmente bajo esta- (…) habría conducido a su asesinato.
do de sitio después del asesinato del ministerio “Pero con Durazo o no, la mafia inter- A treinta años del asesinato, la investigación se ago-
de justicia, liquidado por la omnipotente aso- nacional del narcotráfico ha incrementado tó en el entonces director de la Federal de Seguridad,
ciación de traficantes de drogas. Nadie ignora evidentemente sus actividades en México, de José Antonio Zorrilla Pérez, pero lo hicieron aparecer
como en esos dos países los estupefacientes y 1982 a la fecha. Y esto, como señalan los nue- como un autor intelectual solitario, sin indagar en la V
la política han ido muchas veces de la mano. ve obispos, no se puede lograr sin complici- estructura de poder y de élite política a la que perte-
“Pero es en Estados Unidos donde se da el dades internas”. necía Zorrilla: la Secretaría de Gobernación, entonces
fenómeno más peligroso no sólo para su pro- a cargo de Manuel Bartlett Díaz. La investigación del
pia sociedad sino para los países del continen- Así, la columna política cumplió con su función asesinato de Buendía se estancó en el sexenio de Mi-
te, especialmente México. El contubernio de atraer la atención hacia temas que las políticas edi- guel de la Madrid, a pesar de que tuvo referentes en
de políticos y miembros del crimen organi- toriales e informativas de los medios habían descui- el secuestro, tortura y asesinato del agente de la DEA
zado —que incluye el comercio clandestino dado. Buendía se basó en un desplegado periodístico estacionado en México, Enrique Camarena Salazar, en
de enervantes— es cosa vieja en el esquema pagado que publicaron los obispos católicos del sur febrero de 1985; sólo la presión de los Estados Unidos
norteamericano, y un pilar para la ampliación de la república —vinculados a la corriente de la teo- a través de su embajador John Gavin, en el sentido de
constante del mercado, que estimula en otros logía de la liberación— sobre la presencia de narcos que policías del área de seguridad nacional eran cóm-
territorios, como el nuestro, la producción. productores de marihuana en zonas territoriales del plices de los narcos —lo que Buendía había comen-
“La denuncia de los nueve obispos no sur. La columna alertó al procurador general y al se- zado a indagar— y estaban involucrados con el cártel
parece exagerada al decir que existe para Mé- cretario de la Defensa Nacional, prendió el foco de la occidental de Miguel Ángel Félix Gallardo, Ernesto
xico el peligro de la interferencia extranjera seguridad nacional, fijó por primera vez la atención Fonseca y Rafael Caro Quintero, logró la defenestra-
en nuestros “asuntos patrios” por la vía de las en la corrupción política y de gobierno como aliada a ción de Zorrilla —en marzo de 1985 era candidato del
mafias internacionales. Más bien se quedaron los narcos y de pasó recordó que a nivel de gobierno PRI a diputado local por el estado de Hidalgo— y su
cortos. Ellos debieron haber señalado que en el narco se había infiltrado en 1977 cuando desig- arresto en solitario en junio de 1989.
México ya se dio el caso de que ciertos hechos nó como jefe de la policía del DF a Arturo Durazo A pesar del poco reconocimiento a su trabajo, la
políticos, en el pasado inmediato, fueran mar- Moreno, ex comandante de la Dirección Federal de revaloración del trabajo de Buendía como comuni-
cados por la influencia de un notorio trafican- Seguridad, asentado en el aeropuerto de la ciudad de cador social, columnista político y profesor de pe-
te de narcóticos. México y por tanto responsable del tráfico de droga riodismo ha tardado y se ha ido desdibujando con
“La corrupción, que es un fenómeno en ese punto delicado. el tiempo. Sin embargo, quedan los datos de que sus
esencialmente político, fue incrementada Al mismo tiempo, Buendía le dio a la columna primeras revelaciones mostraron el inicio del ciclo
durante el sexenio pasado, en una medida de política un valor profesional adicional: reveló en su del narcotráfico en México, representaron la primera
realidad incontrastable, por los intereses de columna dominical Sol y Sombra en El Sol de Mé- alerta: la corrupción del poder por los narcos y su
ese traficante que ejerció su actividad casi a xico, el 18 de septiembre de 1977, la carta secreta aportación a la configuración de la columna política
la luz pública. que había firmado el gobierno de Echeverría con el moderna en estilo, profundidad y análisis, aunque
“Pero se puede hablar de hechos más con- Fondo Monetario Internacional cediendo soberanía lamentablemente en las escuelas de periodismo del
cretos. Por la cercanía que tuvo con el Presi- económica. Y en sus columnas diarias también reve- país hay un olvido o una decisión de no tomar en
dente de la República, Arturo Durazo More- ló la identidad de dos jefes de estación de la CIA y cuenta el valor del ejemplo de Manuel Buendía como
no influyó en decisiones del gobierno como exhibió la relación de grupos fascistas mexicanos con profesional del oficio de denunciar y criticar al poder
la represión contra supuestos enemigos, y similares latinoamericanos, sobre todo argentinos. desde los medios de comunicación escritos.
también en algunos aspectos importantes de En todos estos tópicos periodísticos hubo un senti- Buendía fue un periodista de su tiempo, contri-
la información; o en la conducta de no pocos miento nacionalista, de Estado, de simpatías con el buyó a modernizar la profesión periodística que hasta
dirigentes sociales y de funcionarios que lite- proyecto nacional. entonces se veía como oficio y dejó un legado que
ralmente dependían de él para su provisión El 14 de marzo de 1975, el presidente Echeve- debiera de ser retomado por las escuelas de periodis-
de enervantes o para el mantenimiento de sus rría acudió al auditorio de Medicina de la Ciudad mo como una aportación invaluable al trabajo en los
equipos de “seguridad”. Influyó también en la Universitaria de la UNAM a la inauguración de medios escritos.
26 de Mayo de 2014 Suplemento

¿Quién Mató a
Manuel Buendía?
Por Carlos Ramírez

L
a mañana del miércoles 30 de
mayo de 1984, Alejandro Gómez
Arias le confió a Luis Suárez:
“Algo terrible va a pasar hoy”. Duran-
te el día, el tema de moda fue el eclipse
anular de sol. Por la tarde, casi al caer
la noche, el periodista Manuel Buen-
día, de 58 años de edad y autor de la
influyente columna Red Privada, fue
asesinado al salir de su despacho en el
centro de la Zona Rosa de la ciudad
de México, cuando estaba a punto de
abordar su automóvil. Cuatro tiros a
quemarropa y por la espalda abrieron
una herida periodística y política que
la sociedad mexicana aún no ve cerra-
da y menos todavía cauterizada.
Desde entonces, una pregunta inquieta no sólo a esos temas para depurar el estilo. De ahí, ya forjado el puesto público, Buendía decidió optar por la inde-
VI los periodistas sino a importantes sectores del país y el periodista, se pasaba a las diferentes fuentes para pendencia total. No por ello abandonaría la reflexión
del extranjero: ¿Quién mató a Manuel Buendía? aterrizar en políticas o en Presidencia de la Repú- institucional sobre la comunicación social e inclusive
A lo largo de un año las investigaciones policiacas blica, además de incursionar en el columnismo. En antes de su muerte redactó importantes documentos
han sido conducidas bajo el sello de un importante La Prensa, Buendía terminó de templarse e inclusive acerca de la urgencia de una política de comunica-
compromiso presidencial para aclarar el suceso, pero llegó a ser, durante tres años, director de aquel im- ción social del Estado.
la tardanza y las equivocaciones habidas a lo largo de portante periódico de penetración popular. Por con- En 1977 volvió por sus fueros. Dejó de publicar
las pesquisas, aunadas a cierto interés del fiscal por flictos políticos salió de la dirección de ese rotativo las columnas “Para control de usted...” y “Concierto
despolitizar el crimen, han provocado inquietudes y comenzó su segundo aprendizaje, en el cual dejó Político” en El Día y se cambió a El Sol de México
entre los periodistas y amplios sectores de la socie- sentadas tesis, teoría y sobre todo reflexión: la comu- en donde revivió “Red Privada”, una columna que
dad, así como una ola de rumores que en nada bene- nicación social y las oficinas de prensa. publicara durante su estancia en La Prensa a fines
fician al país en un año político clave. Hombre de práctica, Buendía nunca dejó de de los cincuentas y principios de los sesentas. Con
Desde esa noche del 30 de mayo de 1984, el país aprender y de prepararse en la teoría. Su inclinación ella iniciaría un recorrido trashumante por diferen-
contrajo una deuda consigo mismo: aclarar el ase- reflexiva lo hizo sentar teoría sobre temas que por los tes medios para poner a salvo su independencia. Pasó
sinato de Manuel Buendía. La consigna también es sesentas no parecían tener importancia en la estruc- por El Universal en donde la “Red Privada” del 12
clara: en el caso de Buendía, ni mártir ni silencio. tura política del gobierno y menos aún en los medios de octubre de 1978 alcanzó las ocho columnas: des-
de difusión: convertir el periodismo en una respon- enmascaró al jefe de la estación de la CIA en Méxi-
El periodista sabilidad de comunicación social y transformar los co. Problemas de intereses creados le hicieron buscar
tradicionales basureros de la política y cajones finan- nuevos mecanismos para salvaguardar su indepen-
Nacido en Zitácuaro, Michoacán, el 24 de mayo cieros de la corrupción periodística en verdaderas dencia, y a través de la Agencia Mexicana de Infor-
de 1926, Manuel Buendía tuvo un paso fugaz por oficinas de prensa o –como le gustaba llamarlos en mación (AMI), desembarcó en la página cuatro de
una escuela que en la provincia posrevolucionaria era conversaciones convincentes– en verdaderos labora- Excélsior. Por méritos propios iría a dar pronto a la
obligada: el seminario. Sin vocación para la sotana, torios de comunicación social. primera plana de ese diario hasta el día de su muerte.
aunque precoz en el entendimiento del papel de la Esta tarea estuvo relacionada, de manera simultá- El hecho de ser, en algún momento, el periodista
Iglesia en la sociedad mexicana, Buendía dejó el se- nea, a la apertura de caminos de rescate de un género más leído e influyente del país le resultó una respon-
minario y se fue a la ciudad de México. periodístico que era considerado, por entonces, como sabilidad acreditada y asumida.
Ahí aprendió periodismo en la revista La Na- sinónimo de la corrupción: la columna. Sus temas Abandonar la función pública en el gobierno y
ción, órgano del Partido Acción Nacional y al lado fueron variados, siempre intentado crear opinión pú- optar por la independencia crítica y observadora del
del maestro formador de plumas destacadas: Carlos blica, aportando elementos de juicio para que los lec- periodista, le significó privilegios profesionales pero
Septién García. tores pudieran explicarse los hechos en su contexto también precios a pagar. Nunca dijo todo lo que que-
Su paso por el conservadurismo político fue efí- y rescatando los valores nacionales derivados de un ría decir, porque sabía los límites del sistema, pero
mero. Ahí conoció las contradicciones y la corrup- paulatinamente olvidado movimiento revolucionario siempre conquistó nuevos espacios de expresión.
ción de una corriente que en años posteriores denun- de comienzos de siglo. Ejerció un doble periodismo: el de las columnas pu-
ciaría sistemáticamente. Y aunque su acercamiento a Después de pasar por las oficinas de prensa de la blicables y el de sus cartas a sus amigos, género un
las causas populares fue a partir de entonces acelera- Comisión Federal de Electricidad, la Nacional Fi- poco olvidado. Hacia el final de sus días, el autor de
do, nunca más se afiliaría a una organización política. nanciera, el Departamento del Distrito Federal y el “Red Privada” – según testimonio de sus amigos—se
La biografía del oficio periodístico de Buendía Consejo Nacional Financiera, el Departamento del debatía entre el entusiasmo y la exasperación, entre la
para necesariamente por el itinerario profesional del Distrito Federal y el Consejo Nacional de Ciencia y institucionalidad y el deseo de contribuir a mejoras
viejo periodismo de los cincuentas: noticias policia- Tecnología, y de mantener con dificultad la doble ta- las cosas, además de seguir denunciando las irregula-
cas para afinar el olfato del reportero, redacción de rea de ejercer el periodismo crítico e independiente y ridades del gobierno y del sistema político.
Suplemento 26 de Mayo de 2014

La tarea periodística convirtió a Buendía, aún sin día difícil, pues la esposa de su principal asistente, Luis
quererlo ni buscarlo prioritariamente, en conciencia Hombre de práctica, Buendía Soto, estaba a punto de dar a luz, y requería la presencia
crítica y moral de la sociedad. Como todo periodis- de su marido. Tenía además varios días sin secretaria.
ta, aceptó el liderazgo social que implicó su función nunca dejó de aprender y de pre- “Tendré que contestar teléfonos y abrir puertas”,
de analista de los acontecimientos nacionales. Hizo pararse en la teoría. Su inclina- se dijo a sí mismo por la mañana y posteriormente lo
política pero sin perder de vista sus obligaciones pro- repetiría en el curso del día.
fesionales. Siempre se atuvo a los compromisos que
ción reflexiva lo hizo sentar teoría Como siempre, desayunó con amigos y posterior-
forjaron a México como nación. El periodismo mexi- sobre temas que por los sesentas mente arribó a su oficina en Insurgentes Sur No. 58,
cano supo con él, lo mismo que con otras plumas de no parecían tener importancia en sexto piso. Se quitó el saco y repasó algunos temas para
su generación, que la objetividad era un mito y que el sus columnas. Antes de empezar a redactar a mano en
periodismo cumplía también tareas sociales. Su plu- la estructura política del gobier- hojas de papel blancas, hizo –como siempre—algu-
ma fue memoria histórica en un país amnésico. Pudo no y menos aún en los medios de nas anotaciones de asuntos pendientes y de asuntos
identificar enemigos y plantear alianzas estratégicas ya reporteados. Entre sus notas llevaba cuando me-
en beneficio de los compromisos populares. difusión: convertir el periodismo nos cinco asuntos que le comenzaban a atraer, sobre
Su columna fue también el registro de una evolu- en una responsabilidad de comu- todo la punta de la hebra del narcotráfico y el involu-
ción personal. nicación social y transformar los cramiento de algunos altos funcionarios en ese sucio
Conocedor de los límites del ejercicio del oficio negocio. También llevaba especial anotación del tema
periodístico, hizo esfuerzos para orientar sus comen- tradicionales basureros de la po- de la ultraderecha, debido fundamentalmente a que
tarios hacia funciones trascendentes. lítica y cajones financieros de la algunos personajes políticos vinculados a las fuerzas de
Defendió casos y cosas que otros silenciaban. la derecha podrían llegar a ejercer importantes puestos
Exaltó la labor progresista del Ejército, alertó sobre corrupción periodística en verda- de poder regional en el occidente del país. Influían en
la derechización, se tomó del brazo del Congreso deras oficinas de prensa el ánimo del periodista algunas amenazas por las inda-
del Trabajo y promovió las propuestas obreras con- gaciones de ciertos personajes que ya había criticado
tra la crisis y los “Chicago Boys”. Defendió hasta el en algunas de sus columnas anteriores.
último instante al SUTIN e hizo gestiones priva- de escribir. A través del ejercicio diario de la escritu- En los últimos días, el autor de “Red Privada” ha-
das para reunir a sindicalistas con funcionarios; les ra, Buendía estimuló la práctica de un periodismo bía aumentado sus reuniones con importantes jefes
dio espacio político a los telefonistas y caracterizó social, político, comprometido con la historia del sindicales del sector progresista, en cuyos hombros
con certeza los puntos flacos del proyecto econó- país, republicano. pesaba la difícil negociación de la alianza del gobierno
mico conservador. Fue garantía para la defensa de No fue –lo recuerdan y señalan sus amigos para con los trabajadores. Unos días antes le había entrado
asilados de las dictaduras conosureñas y descubrió destacar la destreza y originalidad de su periodis- al puntilloso tema del primero de mayo – el desfile y
la presencia de agentes extranjeros latinoamericanos mo—un periodista de oposición. los bombazos en Palacio Nacional—y le había dicho
en México. Tocó temas que el gobierno quería sos- Surgido del sistema, aspiró siempre a que el sis- al gobierno que no dejara de percibir el problema eco-
layar y provocó reacciones a favor y en contra: era tema fuera fiel consigo mismo, comprometido con nómico-social del país a causa de la cortina de humo
escuchado y también desatendido. la historia que le dio autoridad. Buendía tendió un de las bombas “molotov”. Buendía escribió que ese VII
Fue claro en sus criterios: “También existimos puente entre las diferentes corrientes progresistas del primero de mayo era un “parteaguas” y significaba un
quienes vemos la crisis actual en términos de Revo- país, haciéndolas convivir para mejor servicio a la Re- rotundo “no” de los trabajadores a la política económi-
lución vencida o contrarrevolución triunfante como pública. No fue marxista, aunque dialogó con ellos; ca. Bien recibida en círculos sindicales un poco cohi-
usted prefiera”. tampoco era priista y tenía en las filas del tricolor bidos por los bombazos, la columna de Buendía raspó
Para él, a lo largo de la última etapa de su vida amigos de verdad; nunca volvió al gobierno, aunque el buen humor de algunos funcionarios que esperaban
periodística, el oficio de escribir fue una forma de se sabía interlocutor de importantes sectores oficiales. agradecimientos en ese desfile del día del Trabajo.
hacer patria, de forjar una nación. A la usanza de Esta diversidad de relaciones le permitió, como en las En su oficina, Buendía hizo algunas llamadas a
los viejos maestros del liberalismo juarista, Buendía buenas etapas del periodismo mexicano, convertir a Relaciones Exteriores, la Contraloría de la Federa-
creyó en las enseñanzas de Zarco y como él convirtió la columna en un interlocutor válido del poder sin ción y al director de Pemex. Varios temas le preocu-
las páginas de los periódicos en ágora y parlamento, entrar en componendas con el poder. Sabía de sus li- paban y amarró citas para confirmar algunos datos.
en partido político y manifiesto a la nación. Sabía mitaciones y de las propias de la prensa, pero aun así Comió con el subsecretario de Relaciones, Víctor
de los peligros que encerraba el escribir sobre temas nunca quiso dejar de ser congruente consigo mismo. Flores Olea, y otros funcionarios de la chancillería,
delicados, pero nunca la fatalidad guió su máquina Así fue: Periodista de tiempo completo. Y como además del diputado José Carreño Carlón.
periodista murió. Después de comer hizo algunas llamadas y poco
antes de las 18:30 horas se puso la gabardina y salió
de su oficina acompañado de su asistente Juan Ma-
II nuel Bautista, quien iba a sacar algunas fotocopias.
Como el elevador estaba descompuesto, Buendía
El Crimen bajó por las escaleras. Salió a la calle y se enfiló al es-
tacionamiento de al lado para recoger su automóvil.
El día que lo iban a Antes de que pudiera llegar a él y en menos de un
matar, Manuel Buendía minuto, la tragedia ocurrió.
se despertó muy tem- Un hombre joven, de entre 27 y 30 años, de
prano, pero no para mi- 1.70 metros de estatura, delgado, moreno, cabello
rar el eclipse. Casi no le castaño corto, cejas pobladas, nariz rectilínea, boca
importó ese suceso más mediana, labios delgados, bigote abundante, men-
que para anotarlo como tón prominente, con cachucha blanca de beisbolis-
posible juego de palabras ta, pantalón de mezclilla, chamarra negra y tenis, se
o de ingenio en alguna le acercó al periodista por detrás, le abrió la gabar-
columna. Esa mañana, dina y disparó dos veces. Buendía cayó y ahí el ase-
otros periodistas tenían sino le disparó nuevamente. El periodista no pudo
premoniciones. desenfundar su arma.
(Gómez Arias conce- El asesino caminó hacia atrás para escapar. Bau-
día una entrevista a Luis tista lo siguió gritándole que se detuviera y el asesino
Suárez y, como preludio, quiso dispararle, pero tropezó con una mujer. Volteó
le advirtió que algo iría a y corrió hacia la calle de Havre y se perdió ante la
pasar ese día). El colum- mirada atónita de mucha gente que pasaba esa tarde
nista sabía que sería un por la avenida más transitada del país.
26 de Mayo de 2014 Suplemento

tarios, crónicas y sobre todo promesas gubernamen-


tales. Varios periódicos comisionaron a sus mejores
reporteros para seguir el proceso de la investigación.
Una serie de hechos comenzó a manifestarse. El
crimen se había cometido en momentos bastante di-
fíciles para el país. El mes de mayo terminaba sus días
con puntos malos contra la nación: desde el bombazo
en Palacio Nacional hasta la ejecución de Buendía,
pasando por el desfile del Día del Trabajo más lle-
no de críticas, protestas y cuestionamientos para la
política económica, y el viaje del presidente De la
Madrid a Washington con la fría recepción de Rea-
gan, sus presiones para desinflar la política mexicana
en Centroamérica y la columna de Jack Anderson en
el The Washington Post haciendo denuncias de co-
rrupción presidencial en México sin pruebas y sí con
intenciones desestabilizadoras.
El país estaba conmocionado y sometido a pre-
siones extraordinarias (no por menos el propio Presi-
El asesino parecía ser un profesional. bía terminado de conmocionar a la sociedad. En un dente de la República había denunciado “injerencia
oscuro despacho de Insurgentes Sur No. 58, rigurosa- extranjera” en los sucesos del primero de mayo).
Se movía como una persona con entrenamiento. mente vigilado por la policía, una fina capa de polvo Tampoco eran menores las tentativas norteame-
De acuerdo a versiones de testigos, el criminal estuvo mostraba ya una oficina en abandono. Los cuadros y ricanas para influir desde fuera en la orientación de
algún tiempo frente a la oficina de Buendía. Indaga- las pertenencias personales del periodista comenzarían, la política exterior mexicana. En este contexto, las
ciones posteriores hablan de personajes que se mo- pronto, a ser archivadas y guardadas en cajas de cartón. reacciones sociales y políticas al asesinato de Buendía
vieron con regularidad en los últimos días de mayo cobraron una dimensión especial, pero la respuesta
por las cercanías de las oficinas del columnista. Luego gubernamental a estas reacciones fue tibia y ni siquie-
del asesinato, una persona no identificada, con un III ra en la investigación del asesinato del autor de “Red
arma en la mano, se acercó al cadáver de Buendía y Privada” se logró convocar la confianza nacional.
luego se fue por las calles. Algunas versiones hablan Las reacciones Escrito una semana antes del asesinato de Buen-
de la hipótesis de un cómplice que se acercó a mirar si día y publicado justamente una semana después de
Buendía realmente estába muerto y otros indican que El jueves 31 de mayo amaneció después de una larga ese acontecimiento, Francisco Martínez de la Vega
era un policía que pasaba por la oficina. No se descar- noche. El alerta policiaco y militar reportó sin novedad. firmó un artículo en la revista Siempre! en el que
VIII ta la posibilidad de que ese personaje hubiera perte- Sin embargo, habían sido horas de irritación, indigna- señalaba las fricciones existentes entre la prensa y el
necido a fuerzas policiacas de seguridad que mante- ción y temor. Las redacciones de los periódicos trabaja- Gobierno, desde aquella iniciativa para proteger la
nían vigilando a Buendía en busca de sus fuentes de ron fuerte para informar de la muerte de Buendía. moral y el prestigio de los funcionarios que se co-
información y contactos para determinados temas. Los noticieros de televisión transmitieron algunas noció popularmente como Ley Mordaza. Como pre-
Elementos de la Dirección Federal de Seguridad escenas del suceso. monición, Martínez de la Vega tocaba puntos clave:
fueron los primeros en presentarse en la escena del 24 Horas abrió con la figura demudada y con- “evidentemente, la historia de la lucha por la libertad
crimen, al mando del director de la corporación, José movida de Jacobo Zabludowski, —quien casi 30 de imprenta es un relato de la cadena de sacrificios
Antonio Zorrilla. Enseguida llegaron agentes de la Ju- años atrás compartiera experiencias periodísticas con heroicos de los mejores hombres del periodismo”.
dicial Federal, así como reporteros de todos los medios Buendía—anunciando la muerte del columnista. Luego advirtió una falta de voluntad gubernamental
de información y corresponsales extranjeros: bastaron Siete Días, en cambio, mostró desconcierto y para llevar las relaciones con la prensa a niveles de
unos cuantos minutos para que la noticia corriera quiso esconder la noticia relegándola a la parte po- madurez y no de confrontación.
como pólvora encendida por el país y levantara una liciaca del noticiero. Los espacios periodísticos de la El asesinato de Manuel Buendía vino a consolidar
ola de indignación en diferentes estratos sociales. radio fueron más allá y en programas nocturnos se las preocupaciones de los sectores interesados en el
Los archivos del periodista y sus notas personales comenzó a gestar la irritación del gremio y de cier- rumbo político de la nación.
fueron los primeros elementos de investigación pro- tos sectores de la sociedad. Por la funeraria desfilaron Como era de esperarse, el crimen introdujo ma-
curados por los agentes. Durante las semanas siguien- periodistas, funcionarios, políticos, secretarios de Es- yores desconfianzas en la relación prensa-gobierno.
tes, un grupo de especialistas trabajó en el despacho tado, gobernadores, dirigentes de todos los partidos Si bien había pocos elementos para acreditar o no
de Buendía espulgando los expedientes en busca de políticos, líderes empresariales y decenas de jóvenes. la ejecución a una conspiración gubernamental, el
alguna posible pista. Esta muestra de consternación culminó ese jueves asesinato creó mayor distanciamiento entre el poder
Los periodistas presentes en el lugar del crimen con la visita y guardia del Presidente de la República. político y los informadores. La reacción de la prensa
tomaron nota del impresionante despliegue policiaco Las primeras planas de los periódicos fueron in- al crimen fue importante en su dimensión y, sobre
en la oficina y los bajos de Insurgentes Sur 58. Prác- suficientes para incluir noticias, reacciones, comen- todo, en su respuesta.
ticamente se instaló un estado de sitio. Hubo friccio-
nes entre las diferentes corporaciones policiacas por
hacerse cargo del cadáver del columnista. Mientras
eso ocurría, el cuerpo permaneció bastante tiempo
en el pavimento.
Los resultados de la autopsia exhibieron la morta-
lidad de los disparos. Los análisis de peritos de balís-
tica dieron importantes pistas.
Por ejemplo, destacó el hecho de que las balas de
la pistola del asesino fueron de las que se conocen
como recargables mediante aparatos especiales. Asi-
mismo, fue importante la conclusión de los peritos de
la Procuraduría del Distrito respecto a que el tipo de
proyectiles usados contra Buendía correspondían a los
generalmente utilizados por pistoleros profesionales.
Una semana después, al celebrarse el Día de la Li-
bertad de Prensa, el asesinato de Manuel Buendía ha-
Suplemento 26 de Mayo de 2014

Los editoriales de los periódicos insistieron en ca-


lificar al crimen de provocación contra las libertades
y como parte de acciones desestabilizadoras internas
y externas. De ahí se lanzaron a exigir al gobierno
las garantías indispensables para el ejercicio de la li-
bre información. Excélsior insistió en que las balas
dirigidas contra Buendía eran, en realidad, contra
la libertad de expresión. El Universal escribió que si
atentados como esos no se castigan ni se persiguen,
la libertad de expresión se pondría en peligro. El
Nacional tomó la promesa presidencial de una in-
vestigación a fondo y anotó que “un crimen así, de
suyo tan nefasto, debe ser aclarado”. El Heraldo de
México publicó un editorial en primera plana para
enfatizar el clima de provocación y enlistar el crimen
de Buendía con otros similares en El Salvador, Niaca-
ragua y Filipinas, al tiempo que pidió “justicia, sim-
ple justicia”. El Sol de México se hizo eco entusiasta
de la investigación ordenada por el presidente De la
Madrid y estimó que “nada impedirá la investigación tribunas públicas y políticas para insistir en el castigo De entonces a la fecha, ningún otro alto funciona-
sin tregua del asesinato”. Uno Más Uno dijo que el al o a los homicidas de Buendía. El 30 de noviem- rio gubernamental se referiría en público a los com-
crimen golpeaba al conjunto del cuerpo social. El Fi- bre, al recibir la medalla “Eduardo Neri”, el periodis- promisos oficiales ni al asesinato de Manuel Buendía.
nanciero pidió deslindar responsabilidades. ta Francisco Martínez de la Vega trajo a colación el Sobre la embajada de Estados Unidos en Méxi-
Otras reacciones fueron más críticas que las opi- asesinato de Buendía y dijo –en presencia del Primer co, y sobre el locuaz y agresivo exactor que ahora la
niones editoriales de los principales periódicos de la Mandatario, su Gabinete y el Poder Legislativo-, que encabeza, cayeron de inmediato sospechas. En dos
ciudad de México. Los artículos reflejaron la impor- los periodistas mexicanos “no estaremos tranquilos” oportunidades Buendía había puesto al descubierto
tancia del trabajo periodístico de Buendía y su papel mientras no se esclarezca el crimen. las identidades de otros tantos “jefes de estación” de
social en una etapa particularmente conflictiva de la En las dos ocasiones en las que se refirió al ase- la CIA, —que operan al amparo de la cobertura di-
nación. El periodismo mexicano se declaró en luto y sinato de Buendía, el presidente Miguel De la Ma- plomática de la Embajada y dirigen al mayor grupo
entre las columnas se comenzó a hacer el intento por drid condenó el uso de la violencia para dirimir norteamericano de espionaje fuera de Washington—.
aclarar la verdad. No fueron pocas las plumas que diferencias, comprometió la acción de su gobier- Estas revelaciones, junto con una sistemática labor de
siguieron la pista de la desestabilización, y tampoco no para garantizar la libertad de expresión y sobre denuncia de las actividades de la CIA en México y
fueron pocas las que insistieron en aportar datos para todo ordenó hacer las investigaciones oficiales para América Latina, y constantes críticas a la política im-
facilitar la investigación. aclarar el asesinato. Respecto al último punto, el perialista norteamericana, hicieron de Buendía uno IX
Pero en el fondo, nadie pudo detener lo obvio: el Presidente dijo, después de montar guardia ante el de los hombres más destacados para los ocupantes del
enfrentamiento en las relaciones de la prensa con el féretro de Buendía: blando edificio de Paseo de la Reforma.
gobierno. Los artículos y análisis destilaron un tomo “He girado instrucciones precisas a la Procuraduría Entrevistado en enero pasado por el reportero
de reproche y ubicaron el asesinato en el contexto General de Justicia del Distrito Federal para que haga Mattew Rothschild de la revista The Progressive, el
de una situación nacional bastante crítica, si bien no sus investigaciones con todas las fuerzas y recursos de señor Gavin se negó a comentar el crimen. “Pero la
se puso en duda la libertad de expresión. De ahí la que dispone, para esclarecer los hechos y hacer justicia”. embajada, y en particular Gavin –escribió Rothschild
insistencia de los periodistas –en privado, en sus co- Días más tarde, en la comida del Día de la Liber- en el número de abril de su revista—, veían a Buen-
lumnas o en artículos y en sus gremios—para que la tad de Prensa, el presidente De la Madrid afirmó en día como a un enemigo y lo detestaban”.
investigación realmente llegara al fondo de las cosas su discurso leído: Ante el periodista el embajador calificó a Buendía
y desbrozara la relación con el Estado de cualquier “El respeto a la vida es principio básico de nuestra como “enemigo de Estados Unidos”, condición que
mal entendido. convivencia. Por ello nuevamente lamento y condeno según su lógica lo hacía objeto de muchas enemista-
El verdadero termómetro de esa relación fue la enérgicamente el asesinato y la violencia. Mi gobierno des, y expresó que el periodista asesinado “traficaba
celebración del Día de la Libertad de Prensa, el 7 de hace todo su esfuerzo para esclarecer y penalizar el ho- en mentiras y distorsiones”.
junio. En una atmósfera que los cronistas se preo- micidio que victimó a Manuel Buendía. Expreso nue- En su reportaje, Rothschild estimó que aparece de
cuparon de resaltar como poco festiva, el Presidente vamente mi sincero pésame por tan lamentable suceso”. la animadversión personal de la embajada norteame-
de la República convivió con los editores y entregó ricana y las demandas institucionales de la CIA “exis-
los premios nacionales de periodismo. Un editorial te otra posible base para la complicidad norteameri-
de un diario insistiría en el punto de fricción al ti- cana: es concebible que el gobierno estadounidense
tularlo: “Libertad sin Justicia”, debido al atraso en La derecha no celebró abierta- haya estado involucrado en el asesinato de Buendía
los resultados de la investigación. En la comida, la mente el asesinato y tampoco fue como parte de un esfuerzo por alinear a México con
periodista María Luisa “La China” Mendoza pro- convincente en su aparente con- la política norteamericana en América Central (...)
nunció un discurso que conmovió por su petición, Buendía apoyaba abiertamente a los sandinistas y
bastante desusada en este tipo de convivencias, de dena, sobre todo la derecha vin- fuentes norteamericanas afirman que servía de enlace
que los resultados de la investigación deberían llegar culada a los sectores que Buendía de prensa a los rebeldes salvadoreños. Mantenía una
a puerto seguro. El Presidente tomó el hilo y en una estrecha vigilancia sobre la política exterior mexica-
breve intervención lamentó y condenó nuevamente desenmascaró. Un columnista de na, criticándola cada vez que parecía ceder a las pre-
el asesinato y la violencia, y destacó el esfuerzo guber- las fuerzas de la derecha antico- siones norteamericanas”.
namental para esclarecer y penalizar el homicidio que La iglesia progresista lamentó la muerte y celebró
victimó a Buendía.
munista, sobre todo patrocinada algunas misas por Buendía. Los portavoces del sector
El tiempo pasó sin que se tuvieran datos sobre por la Universidad Autónoma conservador, que fueron muchas veces tocados por el
los resultados de la investigación, lo que atizó la irri- de Guadalajara, escribió sobre la estilete de Buendía, no fueron proclives a la piedad o
tación del gremio periodístico. Algunos sectores del a la calidad cristiana. Genaro Alamilla, obispo auxi-
gobierno, por su parte, tomaron con evidente inco- historia de Buendía y dijo: “A los liar de México, ex secretario general del Episcopado y
modidad las peticiones de aclaración del proditorio hombres podremos traicionarlos brazo derecho del cardenal Ernesto Corripio Ahuma-
asesinato de Buendía y no ocultaron su malestar por da, dijo que en el caso de Buendía “se está haciendo
las celebraciones mensuales y los artículos consuetu- y engañarlos. Pero a Dios nadie un mito y eso no está bien. Nadie es absolutamen-
dinarios de petición de informes sobre las indagacio- lo engaña”. te bueno porque no es Dios ni absolutamente malo
nes oficiales. Tampoco escapó a la protesta el uso de porque no es el Diablo”.
26 de Mayo de 2014 Suplemento

otorga a la muerte de Buendía su calidad de hecho


político límite, como parte de la lógica de la conspi-
ración y las desestabilización que rondan por igual a
la sociedad inerme y al gobierno inmóvil de México”.
El mismo Aguilar Camín anotó en su artículo un
juicio que no ha perdido vigencia:
“La Lógica de la investigación policiaca del asesi-
nato de Buendía no corresponde necesariamente a la
lógica de sus implicaciones políticas. Del resultado
de la primera se sabe poco en el momento de escribir
estas líneas (junio de 1984); del sentido de la segunda
era posible hablar incluso antes del asesinato que hoy
lamentamos”.
En las primeras semanas, la presión periodística
obligó a las autoridades a definir los rumbos de la
investigación. Sin embargo, en el corto plazo el ca-
mino de las pesquisas empezó a torcerse y la apertura
informativa sobre los avances, retrocesos o estanca-
IV mientos en las indagaciones fue disminuyendo. Al-
Desde el extranjero, las muestras gunos hechos mostraron debilidades en la voluntad
de condolencias fueron impresio- La Investigación para esclarecer el asesinato de Buendía. Prácticamente
al mes del crimen, la Dirección Federal de Seguridad
nantes. Mensajes de organizaciones La noche del 30 de mayo de 1984 se formaron fue excluida de la investigación y el caso quedó en las
políticas, gremiales, periodísticas y varios grupos policiacos especiales para realizar las in- manos de la Policía Judicial del Distrito.
vestigaciones del asesinato del autor de “Red Privada”. Más allá de pugnas interburocráticas, este hecho
gubernamentales llegaron a Méxi- Por las características del suceso, cada grupo se encargó permitió que pocas semanas después la procuradora
co no sólo para expresar condolen- de temas específicos: uno lo ubicó en el contexto de la de Justicia del D.F., Victoria Adato de Ibarra, inten-
seguridad del Estado, otro comenzó a indagar hechos tara despojar al crimen de cualquier competente po-
cias, sino para exigir la aclaración puramente policiacos, uno más se dedicó a las impli- lítico o de desestabilización.
del crimen. La repercusión mun- caciones políticas y no faltó un equipo de analistas que El retiro de la DFS de la investigación no podía
dial llegó a preocupar a algunas hizo una impresionante lista de sospechosos. obedecer sino a tres razones: 1.- El crimen fue acla-
Aunque el punto de partida no desechó posibili- rado pero por razones políticas los resultados no po-
instancias gubernamentales y no dades ni probables involucrados, las investigaciones dían ser conocidos.
X pocos esfuerzos se hicieron para dieron poca credibilidad a
las vertientes de conspira-
diluir el tono de algunos mensajes. ción o de desestabilización.
Sin embargo, no fue-
ron pocos los analistas que
La derecha no celebró abiertamente el asesinato ubicaron el asesinato de
y tampoco fue convincente en su aparente conde- Manuel Buendía en el con-
na, sobre todo la derecha vinculada a los sectores texto de hechos políticos
que Buendía desenmascaró. Un columnista de las internos y externos que agi-
fuerzas de la derecha anticomunista, sobre todo pa- taron al país en ese mes de
trocinada por la Universidad Autónoma de Guada- mayo de 1984.
lajara, escribió sobre la historia de Buendía y dijo: Escribiendo en Nexos
“A los hombres podremos traicionarlos y engañar- de julio de ese año, Héctor
los. Pero a Dios nadie lo engaña”. Uno más dijo: Aguilar Camín apuntó:
“Buendía asesinó muchas honras y ahora a él le “Las semanas del mes de
tocó la muerte física”. Otros sectores guardarían un mayo de 1984 fueron para
cuidadoso silencio. la opinión pública un to-
Partidos políticos y sindicatos participan en el bogán de sorpresas e incer-
sepelio de manera masiva. Al calor de la indigna- tidumbres; para los funcio-
ción por el asesinato de Buendía, importantes sin- narios públicos, el terreno
dicatos, políticos, escritores e intelectuales llamaron de la precipitación, la in-
a formar un amplio frente nacional contra la vio- seguridad y el desconcierto
lencia y por la soberanía, que al final de cuentas no político; para el conjunto
cuajó bien. Los firmantes del desplegado del 7 de de la sociedad, el espacio
junio de 1984 condenaron el asesinato y ubicaron la del temor y la ocasión de
ejecución del periodista en un amplio contexto de nuevas sospechas sobre la
provocación y desestabilización. integridad de su gobierno.
Desde el extranjero, las muestras de condo- La ejecución de Buendía
lencias fueron impresionantes. Mensajes de or- añadió un tinte sombrío a
ganizaciones políticas, gremiales, periodísticas y la terrible lógica política de
gubernamentales llegaron a México no sólo para esas semanas, porque fue
expresar condolencias, sino para exigir la aclara- ese clima de tensión, esa
ción del crimen. La repercusión mundial llegó a atmósfera de crisis ahonda-
preocupar a algunas instancias gubernamentales y da, lo que la hizo posible.
no pocos esfuerzos se hicieron para diluir el tono Quienes hayan sido los
de algunos mensajes. asesinos, lo cierto es que la
Al final de cuentas, el crimen había provocado percepción del río revuelto
una reacción y una respuesta inesperada. aceleró o definió fechas y le
Suplemento 26 de Mayo de 2014

2.- La seguridad del Estado no estaba involucrada El evidente cariz político del crimen fue susti-
en el asesinato del periodista. tuido, vía rumores, por interpretaciones puramente Al final de cuentas, por el
3.- La seguridad del Estado sí estaba relacionada policiacas y hasta sexuales. También se circularon in-
con el asesinato del 30 de mayo y había que lavar formes respecto a supuestas investigaciones de rique- rumbo de la investigación
pruebas y desviar la atención de los observadores ha- za, fortuna, propiedades y vida privada del periodista oficial; los datos filtrados a
cia hechos puramente policiacos. asesinado. Todos estos hechos quisieron desviar la
En este sentido, la investigación mostró también atención sobre el verdadero carácter y significado de
ciertos periodistas y las presio-
otros tres rasgos importantes: la muerte de Buendía. nes para acallar la exigencia de
1.- La comisión investigadora presidencial, encabe- Al final de cuentas, por el rumbo de la investiga- solución al asunto, dieron la
zada por uno de los principales asesores de Los Pinos, ción oficial; los datos filtrados a ciertos periodistas
el economista, sociólogo y ex director de una revista, y las presiones para acallar la exigencia de solución impresión de que el expedien-
Samuel del Villar, realizó indagaciones por su cuenta al asunto, dieron la impresión de que el expediente te Buendía se convirtió en un
y tuvo línea abierta con los aparatos policiales mexica- Buendía se convirtió en un asunto de razón de Esta-
nos. De acuerdo a informes extraoficiales, esta comi- do. Asimismo se han generado otras especulaciones: asunto de razón de Estado.
sión llegó a conclusiones; e inclusive circuló la versión Que la investigación sigue abierta y que muchos ca-
de que el asesino de Buendía habías sido muerto de 40 bos faltan de atar. También, que el análisis del cua-
puñaladas antes de denunciar a sus cómplices. derno de anotaciones del periodista asesinado tiene
2.- Hubo presiones a partir del primer mes del pistas que no han sido aún andadas por lo delicado buena voluntad del gobierno para aclarar el crimen.
asesinato del autor de “Red Privada”, para que ce- de los asuntos que tocan. Sin embargo, hacia finales de la tercera semana de
sara la insistencia en la aclaración del asesinato. Asi- Por lo demás, hasta la penúltima semana de mayo el junio y sobre todo a partir de julio, esas filtraciones
mismo, periodistas que escribieron sobre el crimen expediente continuaba en manos de la policía judicial cesaron y se supo que los aparatos de seguridad del
del 30 de mayo y dieron algunas sugerencias para la del Distrito Federal y salvo cifras imposibles de compro- Estado no tenían nada que ver con la investigación.
investigación fueron invitados por fuerzas policiacas bar –“avance del 80 por ciento en las investigaciones”— El expediente se turnó, entonces, a la Procuraduría
a fin de que dijeran lo mismo en declaraciones de y aseveraciones de que el criminal ya había sido “cer- de Justicia, aunque esta dependencia no recibió los
juzgado. Algunos de los periodistas que se vieron en cado” –igualmente imposible de constatar—dadas a expedientes de la CIA, los Tecos, ni el cuaderno de
esta situación hablaron de clara intimidación. Por lo conocer por el subprocurador René Paz Horta a una anotaciones sobre los cinco asuntos delicados que
demás, portavoces del gobierno, en su área política, comisión de periodistas después de gestiones varias, la presumiblemente estaba investigando el periodista
hicieron peticiones a algunos editores para que dis- Procuraduría del Distrito no había presentado a la opi- en los días cercanos a su muerte.
minuyeran el tono y el enfoque del tratamiento del nión pública conclusiones, ni siquiera adelantos, del es-
crimen de Buendía. tado real que guardan las pesquisas. Cuando mucho, las
3.- También hubo, paralelamente a lo anterior, cifras porcentuales y otros elementos manejados desde V
una clara intención por tener espesas cortinas de Niños Héroes han contribuido a propalar rumores.
humo en torno a la investigación. A lo largo de un año, el itinerario de la investigación Una cronología
oficial se perdió en la identifi- XI
cación de posibles enemigos A lo largo de un año fueron más las contradicciones
del periodista asesinado. Un y errores de la policía, que realidades y avances concre-
equipo especial de seguridad tos. El itinerario de la investigación ha estado lleno de
del Estado se dedicó a crear promesas incumplidas e informes de que el asunto casi
estadísticas, cuadros y curvas está a punto de resolverse. A continuación, una cronolo-
sobre los personajes ataca- gía tomada de los diarios del D.F.
dos por Buendía en sus co- 4 de junio de 1984. Empresarios, industriales,
lumnas. Luego elaboró otro líderes sindicales, ex políticos y exfuncionarios es-
cuadro con los casos que in- taban siendo investigados. En sólo cuatro días se
vestigaba y uno más sobre los investigaron a más de 5,000 personas, pero sin re-
asuntos delicados de los que sultados concretos. Los peritajes de balística exhibie-
ya había elaborado algunas ron algunos adelantos en la identificación del ahora
columnas de adelanto pero homicida, pero sin lograr encontrar pistas de inves-
sin cerrar aún el tratamiento tigación.
de esos temas. 5 de junio. El comandante del quinto grupo de
Sin conclusiones efec- la Policía Judicial del D.F., José Luis F. Martínez
tivas en estos rubros, hacia –quien estaba de guardia el día del crimen y, quien
septiembre comenzó a ten- encabezaba las investigaciones—, fue cesado.
derse una cortina de humo Al informar este hecho, la policía dijo que se
y a desestimarse el cariz seguía trabajando en el caso y que se contaba con
político del asesinato. Se “importantes pistas”, aunque el comité especial de
habló entonces de un he- periodistas formado para seguir el camino de la in-
cho puramente policiaco, vestigación no había recibido ningún informe oficial.
pasional, de venganza de 6 de junio.- Surgen algunas pugnas entre las poli-
homosexuales –se dijo que cías. El jefe de la Judicial del D.F., José Trinidad Gu-
algún admirador de Juan tiérrez Sánchez, se quejó de que la Dirección Federal
Gabriel habría vengado a su de Seguridad seguía apropiándose de los testigos y de
ídolo—y algunas otras in- los archivos de Buendía y dijo que “se ha negado a
terpretaciones por el estilo. colaborar y a intercambiar información con nosotros”.
Lo cierto, al final de A ello atribuyó el jefe policiaco el que no se hubiera
cuentas, era que la policía avanzado en la investigación. En otra declaración, dijo
no tenía nada concreto. también: “Estamos como al principio; prácticamente
Cuando el expediente es- no tenemos nada”. Otros jefes policiacos reconocieron
taba en manos de la Fede- que se “ha avanzado muy poco en la investigación”.
ral de Seguridad, algunos Del lado de la Federal de Seguridad se tenían más pis-
informes fueron filtrados tas, o al menos funcionarios de esa dirección filtraron
a la prensa con la obvia informes en ese sentido. Al tiempo que se investigaba
intención de mostrar la una denuncia importante que preparaba el periodis-
26 de Mayo de 2014 Suplemento

ta asesinado, la cual supuestamente estaba plagada de


nombres de políticos y funcionarios, la DFS siguió la
línea de identificar posibles enemigos en seis pistas:
CIA, pistoleros al servicio de Jorge Díaz Serrano, gati-
lleros contratados por Arturo Durazo Moreno, ultra-
derechistas vinculados a dictaduras centroamericanas,
narcotraficantes y comandos anticomunistas.
7 de junio.- Además de las pistas investigadas, la
Federal de Seguridad comenzó a ligar al crimen de
Buendía con otros similares no aclarados. Se habló
concretamente del asesinato de un empresario, un
funcionario de Pemex y dos dirigentes estudiantiles
de Jalisco. Otras agrupaciones hicieron la investi-
gación policiaca en el lugar del crimen, recogiendo
datos, evidencias, informes de testigos ocasionales y
revisando palmo a palmo la oficina del periodista.
8 de junio.- Una importante pista hace parecer
optimistas a los investigadores. Un hombre fue iden-
tificado y señalado como asiduo a las inmediaciones
de la oficina de Buendía. Luego fue detectado en un
avión rumbo a Minatitlán, Veracruz. Esta pista orien-
tó las investigaciones hacia el sindicato petrolero y la
muerte de otros periodistas veracruzanos a manos de columnas. La atención volvió hacia aquellas personas
caciques. La policía comenzó a amarrar datos y evi- denunciadas por el columnista, mientras en el inte- La policía estaba investigando a
dencias y llegó a tener, inclusive, los números de bo- rior del país declaró “sirvieron interrogatorios y…
letos del hombre y de una mujer que lo acompañaba. (No se ve lo que dice el párrafo) no se eliminan sos- algunos políticos que se sintieron
9 de junio.- El caso volvió a sus comienzos. Las pechosos. Sin embargo, las pistas se diluyeron y en lastimados por las columnas de
pistas anteriores se desvanecieron y no llevaron a 10 días no se tuvo prácticamente nada.
ningún lado. Las fuentes de filtraciones de infor- El optimismo y la confianza se transformaron, Buendía. Por su parte, la Judicial
mación sobre la investigación se fueron cerrando. según reportes periodísticos, en desaliento y frustra- Federal filtró la información de
La policía buscaba datos y pistas prácticamente en ción. El hermetismo de los investigadores iba cre- que el asesino de Buendía estaba
todo el país y el rigor metodológico no llevaba a ciendo día a día y las reclamaciones en las columnas
ningún lado. Las líneas de investigación derivadas de los diarios también crecían. plenamente identificado, pero que
XII del contenido de las columnas del periodista ase- 12 de junio.- El abogado Raúl F. Cárdenas, enlace no se daba ningún dato porque
sinado no fueron sino formas de depurar sospe- del Comité de Pares, se entrevistó con la procuradora
chosos, pero al final de cuentas no sirvieron para Victoria Adato de Ibarra y al salir de su despacho de- podría entorpecerse su detención.
nada. Las pistas llegaron a ser centenares y ningu- claró que existe “voluntad política” del gobierno para
na funcionó. Tampoco operó el uso de soplones. esclarecer el asesinato de Buendía.
La Procuradora Victoria Adato de Ibarra mostró 20 de junio.- Seguía sin nombrarse sustituto del a Miami, Florida, para indagar acerca de las activida-
su confianza en llegar a identificar a los criminales comandante Falcón Martínez, aunque las riendas de des del grupo anticastrista Alpha 66. Otras pistas se
y lamentó no poder proporcionar informes por no la investigación estaban ya en manos del subdirector analizaron, aunque sin llegar a conclusiones viables. El
entorpecer las pesquisas. Se nombró a los aboga- de la Judicial, Mario Hernández Bernal. Nada aún. atentado contra Edén Pastora fue evaluado para esta-
dos Antonio Rocha Cordero y Raúl F. Cárdenas Los jefes policiacos se mostraban herméticos y decep- blecer alguna conexión entre sus autores y los asesinos
como enlaces de la prensa con los investigadores. cionados por la lentitud en la investigación. de Buendía. Investigaciones de la ropa del periodista
Paralelamente, el exdirector de Pemex, Jorge Díaz 21 de junio.- La investigación derivó hacia gru- asesinado y de la trayectoria de las balas asesinas reve-
Serrano, declaró desde el Reclusorio Sur su ino- pos anticomunistas que habían amenazado la muerte laron a juicio de los investigadores, el modus operandi
cencia en el asesinato de Buendía. a Buendía. Esta línea de la investigación era seguida del criminal y lo identificaron con dos grupos: el de
10 de junio.- Las policías enfocaron su atención por la Federal de Seguridad, de acuerdo a los informes los narcotraficantes y el de ex policías. La hipótesis se
en la lista de sospechosos elaborada con base en las de sus archivos. Inclusive, un equipo de agentes viajó centraba más en el segundo grupo –se habló inclusive
de algún ex policía de la División de Investigaciones
para la Prevención de la Delincuencia (DIPD).
28 de junio.- Otra vertiente de la investigación
fue a dar hacia funcionarios y ex políticos. Según in-
formaciones, la policía estaba investigando a algunos
políticos que se sintieron lastimados por las colum-
nas de Buendía. Por su parte, la Judicial Federal filtró
la información de que el asesino de Buendía estaba
plenamente identificado, pero que no se daba ningún
dato porque podría entorpecerse su detención. El
perfil del asesino, sin embargo, fue publicado: ex po-
licía de la Judicial Militar que trabajó para la judicial
del Estado de México y luego para Seguridad Pública
de Veracruz; fue miembro también de la desapareci-
da Brigada Blanca. La pista del asesino terminaba en
Veracruz, por lo que agentes de diferentes corpora-
ciones policiacas fueron destacados en ese estado para
aprender al sospechoso. Luego silencio.
30 de junio.- A un mes del asesinato de Buendía,
la policía no tenía informes firmes y claros. “Se trabaja
con entusiasmo”, informaron portavoces del equipo
investigador. El abogado Raúl F. Cárdenas, con acceso
directo a expedientes, policías, testigos y casilleros de
Suplemento 26 de Mayo de 2014

sonajes que habían amenazado con anterioridad al


periodista—se cerraron sin informar sobre los resul-
tados. Ningún policía ha hablado ya de la CIA, de
Alpha 66, de los petroleros, de los narcotraficantes.
Las investigaciones se orientaban a supuestas vertien-
tes pasionales o sexuales del crimen, pese a las protes-
tas de los periodistas que no querían que el curso de
las pesquisas se desviara.
31 de enero de 1985.- A ocho meses del asesinato,
el equipo investigador estaba menguado. A petición
de los nuevos dirigentes de la Unión de Periodistas
Democráticos, el subprocurador René Paz Horta
aceptó hablar de las investigaciones e informó que
la policía judicial tenía ya el 95 por ciento del perfil
del asesino y que, por si fuera poco el criminal estaba
cercado por fuerzas del orden.
La pesquisa estaba avanzada en un 80 por ciento.
“El restante 20 por ciento corresponde precisamente
a la etapa de persecución del homicidio”, agregó.
Luego Se comprometió: “encontraremos al crimi-
nal. Vamos por buen camino”.
En este contexto y bajo el supuesto de que el cri-
la investigación, declaró que el asunto iba “por buen 28 de agosto.- En una conferencia de prensa con- minal caería en breve tiempo, se insistió en deses-
camino”. El propósito, según informantes policiacos, vocada por su oficina, la procuradora Victoria Adato timular la publicación de notas sobre el crimen de
era “encontrar la punta del hilo que lleve a la madeja”. de Ibarra dijo que el asesinato de Buendía no tuvo Buendía e incluso hubo sugerencias de que dejaron
10 de junio.- Un hijo del exdirector de Pemex, motivos políticos, aunque no pudo dejar de infor- de hacerse las guardias mensuales en el monumento
Jorge Díaz Serrano, es detenido e incomunicado apa- mar sobre “la gran variedad de posibles victimarios, a Francisco Zarco.
rentemente por agentes adscritos a la investigación del de todo tipo, de toda naturaleza”. La intención, en 22 de mayo.- A casi un año del crimen, la inves-
caso Buendía. Sin confirmación oficial, se publica la todo caso, fue despolitizar el crimen: “no puedo decir tigación no arroja resultados concretos y la voluntad
noticia de que dos testigos habrían señalado al señor que sea un asesinato político. No lo es y lo digo ca- política de las autoridades para aclarar el asesinato se
Díaz Moreno como el autor del crimen. El detenido tegóricamente, y por lo que hasta ahora hemos visto, diluye en responsabilidades no asumidas.
recupera la libertad y su padre, desde el reclusorio sur, no es de esta naturaleza”. La reacción de periodistas En tanto, a la par de una investigación bajo sos-
denuncia torturas. Días después, un columnista publi- y observadores fue inmediata, debido a la eviden- pecha, rumores e interpretaciones comenzaron a
caría que ante sus dos hijos el ingeniero Díaz Serrano te connotación política del asesinato del periodista enrarecer el ambiente. Otros problemas surgieron XIII
habría expresado, semanas atrás, su intención de bus- Buendía. Se denunció la intención de la Procuradu- y nuevas posibilidades de avances se manifestaron,
car la forma de callar de un modo u otro a Buendía. ría de tender una cortina de humo sobre el asesinato pero aún el asesinato de Manuel Buendía continúa
24 de julio.- El abogado Raúl F. Cárdenas anun- y desviar el curso de las investigaciones. Adato de Pie- pesando en el ánimo de la nación. Las hipótesis sobre
ció que en el curso de ese día se darían algunas infor- dra negó enfáticamente que la Procuraduría estuviera el crimen encuentran una opinión pública desinfor-
maciones nuevas sobre el avance de las investigacio- dando “palos de ciego”. Ante preguntas irritadas a pe- mada y ávida de saber el camino de las investigacio-
nes del asesinato del autor de “Red Privada”. rentorias de los reporteros, la Procuradora no pudo nes. Los rumores han sustituido a los razonamientos,
El penalista insistió en que se mantendría vigente adelantar nada de la investigación e informó que no y publicaciones extranjeras comienzan a manejar de-
la solicitud de periodistas a las autoridades judiciales había ningún detenido. No obstante, se comprome- cires callejeros como si fueran acusaciones concretas.
para investigar a fondo el caso Buendía. Los informes tió a aclarar las cosas: “no es un caso común... me
no se proporcionaron al finalizar el día y el asunto comprometo a que el caso será aclarado”. Agregó: “es
siguió incierto. imposible decir en qué momento caerá el responsa- VI
29 de julio.- Un día antes del segundo mes del ble. Pese a nuestro empeño, nos enfrentaremos a un
asesinato de Buendía, dirigentes de la Unión de Pe- abanico de posibilidades, pero aseguro que no des- Hay versiones en el sentido de que algunos casos
riodistas Democráticos buscaron informaciones en la cansaré hasta no dar con el culpable”. que el periodista estaba trabajando a fondo, fueron
Procuraduría de Justicia del D.F. 22 de septiembre.- Al rendir un informe sobre pistas que posteriormente no se siguieron. Aparente-
No fueron recibidos pero se les entregó un oficio las actividades de su dependencia, la Procuradora no mente algunas de ellas fueron cerradas por presiones
de respuesta. Para los periodistas, la investigación apa- tocó el caso Buendía. Al final de su declaración en la políticas y otras no encontraron información sufi-
recía detenida y sin posibilidades de cumplirse la pro- Cámara de Diputados, los periodistas la interroga- ciente para continuarlas. Las primeras pistas, las polí-
mesa presidencial de llegar a resultados concretos. La ron. Dijo poco: “se está investigando y no puedo ade- ticas, derivadas de columnas publicadas y algunas por
carta oficial era firmada por Rubén Hangis Verduzco, lantar nada que pueda echar por tierra las pesquisas”. publicar, se abandonaron en la… (Faltó la página 36)
secretario particular de la Procuradora Victoria Adato 31 de octubre.- A cinco meses del crimen, las in- Pag.37
de Ibarra: “en relación al homicidio del señor Manuel formaciones oficiales y extraoficiales prácticamente A pistas seguras y concretas.
Buendía, la Procuraduría realiza las investigaciones habían cesado. Sin embargo los rumores sobre la inves- Sin embargo, lo que pareció escapar a los inves-
tendientes a la identificación y posteriormente captura tigación creaban para estas fechas un ambiente difícil. tigadores policiacos fue la vinculación, estrecha o te-
al autor o de los autores de tan lamentable suceso. La infinidad de pistas abiertas al comienzo de las nue, pero finalmente evidente, entre los principales
30 de julio.- A dos meses del asesinato, nada aún. indagaciones –temas y nombres de columnas, per- asuntos y protagonistas de las investigaciones perio-
Ya ni siquiera pistas o filtraciones de la investigación. dísticas de Buendía. Por muchos caminos, las rutas
4 de agosto.- Por segunda ocasión, la policía tiene de los personajes e instituciones que criticó dura-
en sus manos confesiones o evidencias que hablan de mente el periodista estaban articulados entre sí.
culpables. Los ex “jaguares” de la policía involucrados Algunos casos que el periodista Lo cierto es que a un año de distancia de la ejecu-
en el caso de los cadáveres del río Tula fueron señala- estaba trabajando a fondo, fue- ción del autor de “Red Privada” hay un compromiso
dos, junto con el grupo de “Los Camacho”, narcotra- adoptado al más alto nivel e incumplido aún: escla-
ficantes de Jalisco, como los responsables de la muerte
ron pistas que posteriormente recer ante la nación el asesinato y dar respuesta a la
de Buendía. Las confesiones fueron obtenidas en los no se siguieron. Aparentemente pregunta que gravita ominosamente en el ambiente:
separos de la INTERPOL y se enviaron a la Procura-
duría de Justicia del D.F. Los ex “jaguares” y “Los Ca-
algunas de ellas fueron cerradas ¿quién mató a Manuel Buendía?

macho” fueron señalados también como los asesinos por presiones políticas Material embargado hasta el sábado 25 de mayo de 1985
del abogado Francisco López Portillo y de un joyero.
26 de Mayo de 2014 Suplemento

No por el motivo aducido


murió Manuel Buendía
Por Russell H. Bartley

C
uando la fiscalía especial para el preparación media puede destruir.” Por cierto, un
caso Buendía rindió su informe estudiante de derecho de segundo año pudiera haber
final el 30 de junio de 1989, redactado un resumen de investigación superior al
que presentó en esa ocasión el docto jurista.
pretendieron las autoridades mexica- Lo cual nos dejó perplejos. ¿Por qué habría pro-
nas cerrar de una vez la averiguación cedido García Domínguez de forma tan descuida-
de uno de los más sonados homicidios da y tan poco profesional? Mi coinvestigadora y yo
acaecidos en México durante el siglo pudimos entrevistarle en dos ocasiones: la primera a
mediados de marzo de 1988; la segunda, a principios
pasado. Como señalamos en aquel de marzo de 1990. En ambas oportunidades nos ex-
momento, sin embargo, lo cerraron presó que su mayor preocupación como fiscal espe-
sin resolver. Al cabo de cinco años de cial para el caso Buendía era conservar su eminencia
investigaciones poco transparentes, profesional. “Lo que más temo – insistió – es hacer
el ridículo”. Con su informe final, sin embargo, no
le dieron carpetazo, pasando por alto dejó de hacerlo, aunque debemos reconocer que se
una maraña de cabos sueltos. encontraba García Domínguez entre la espada y la
De entrada, mucho llama la atención la baja ca- pared, pues por las condiciones temporales y políti-
lidad profesional del informe final presentado por el cas que se le imponían, le resultaba imposible realizar
fiscal especial Dr. Miguel Ángel García Domínguez. una investigación de veras cabal. El propio fiscal nos
De las 20 hojas mecanografiadas que formulan car- expresó a principios de su cometido oficial que no le
gos y presentan pruebas, sólo cuatro tienen que ver parecía factible resolver el caso Buendía.
directamente con el asesinato de Manuel Buendía. Desde el primer momento el elefante que se hacía
Otras cuatro se refieren al asesinato posterior de José presente en el salón, como lo expresamos metafóri-
Luis Esqueda Gutiérrez, investigador de Goberna- camente en inglés, ha sido la CIA, junto con otros
ción, que al parecer informaba sobre las actividades elementos encubiertos estadounidenses y también los
del entonces director de la DFS, José Antonio Zorri- órganos de seguridad nacional de México. Nos llama-
XIV lla Pérez. Las 12 hojas restantes tratan de delitos co- ba poderosamente la atención, al respecto, la renuen-
laterales atribuidos a Zorrilla que no tenían relación cia por parte de las autoridades mexicanas a siquiera Esa férrea renuencia oficial a admitir la posibili-
alguna con el homicidio de Buendía, aunque sí le plantear la hipótesis de alguna injerencia foránea en dad de haber tomado cartas en el asesinato, la Agen-
aseguraban largos años de reclusión al supuesto el complot de asesinar a Manuel Buendía, hi- cia Central de Inteligencia ya en sí sustentaba la hi-
autor intelectual del crimen. pótesis de por sí más verosímil que la del pótesis de que era cierto, sobre todo a la luz de la
Como bien observó Carlos Ra- crimen pasional propugnada por la bien documentada historia de relaciones coludidas
mírez a los pocos días de haber entonces procuradora del D.F., entre la CIA y las más altas autoridades mexicanas.
entregado el fiscal especial Victoria Adato Green. Como En el plano operativo es de conocimiento público
su informe, “García Do- se acordarán algunos lecto- que la antigua Dirección Federal de Seguridad ve-
mínguez no cumple con res, durante varios años nía siendo casi una dependencia de la CIA, hasta el
el objetivo de aclarar el nosotros insistíamos en insospechado extremo de poner personal de la DFS
crimen. Al contrario, la hipótesis de coludidos a las órdenes de los americanos, como reveló recien-
enreda más las cosas, extranjeros desde las temente el veterano de la seguridad mexicana Jorge
padece de lagunas ju- páginas de unomásuno Carrillo Olea (Proceso, No. 1930). “Había una casa
rídicas, policiales y y la Revista mexicana de en la colonia Anzures donde vivían agentes de la DFS
políticas, concluye a comunicación, empeño al servicio de la CIA”, recuenta Carrillo Olea. “Los
base de suposiciones y nuestro que disgustó estadunidenses les pagaban, los vestían, les ordena-
ofrece acusaciones con- sensiblemente a las au- ban. En total eran 10 elementos asignados al servicio,
tundentes que cualquier toridades encargadas de las 24 horas, para seguir órdenes directas de la CIA.
abogado penalista con manejar el caso Buendía. Recibían una compensación en dólares”.
Suplemento 26 de Mayo de 2014

IPS y por tanto habían sido estos años que hemos tra-
autorizadas por el propio tado a Harrison, nos ha
A los nueve meses de cerrarse la gobierno mexicano. Du- llamado bastante la aten-
fiscalía especial, pudimos plan- rante casi dos décadas ción la inquietud que le
Harrison se asociaba y parece ocasionar el caso
tearle de nuevo a García Do- colaboraba con algunos Buendía. Es una especie
mínguez la hipótesis de haberse de los personajes más de obsesión que sugiere
inmiscuido la CIA en el complot renombrados de la segu-
ridad mexicana; citamos
la posibilidad de haber
tenido él algo que ver
para ultimar a Buendía. Nos entre otros a Miguel Na- con el asesinato. En todo
respondió que, efectivamente, zar Haro, Javier García Pa- caso, afirma Harrison que
niagua, Florentino Ventura, el verdadero móvil del homi-
él mismo había sondeado esa Mario Arturo Acosta Chapa- cidio fue el conocimiento que
posibilidad con sus contactos en rro, Jorge Carranza Peniche y José tuvo Buendía de la colusión de la
la embajada de Estados Unidos, Antonio Zorrilla Pérez, asociaciones CIA y altos oficiales mexicanos con
éstas que de por sí hacen constar su peso los narcotraficantes en apoyo a los contras
pero que, “como era de esperar”, operativo como agente encubierto del otro lado. nicaragüenses. El verdadero autor intelectual del
no recibió “ninguna coopera- Al contrario de lo que han afirmado varios reporteros asesinato, nos aseveró, fue el coronel Oliver North – el
mexicanos, al regresar a Estados Unidos no se acogió mismo que pronto protagonizaría el llamado escánda-
ción de ese lado”. Harrison al programa de testigos protegidos, sino que lo Irán/Contra.
conservó el nombre ficticio que le había dado la CIA Y por el mismo motivo, enfatiza Harrison, murió el
un cuarto de siglo antes (su nombre de nacimiento es agente antinarcótico Kiki Camarena, como hasta ahora
De la parte americana, por acuerdo mutuo de los George Marshall Davis), se licenció en derecho, luego ha revelado el ex coordinador de la Operación Leyen-
dos gobiernos, la CIA había colocado al menos uno abrió su propio bufete de abogados. Nosotros lo cono- da, Héctor Berréllez, y recién ha sensacionalizado el
de los suyos, Lorenzo (Lawrence Victor) Harrison, en cimos en el 2004 y desde entonces hemos sostenido un semanario Proceso. (Berréllez nos confirmó el explosivo
la DFS, a la vez que en la Dirección General de In- diálogo continuo sobre el caso Buendía y otras facetas detalle hace ya una década pero aún no se animaba a
vestigaciones Políticas y Sociales (IPS), ambas depen- de sus labores clandestinas en México. denunciarlo públicamente). Es, a fin de cuentas, Lo-
dencias de la Secretaría de Gobernación. A la fecha Bien nos consta que Lorenzo Harrison no es ni renzo Harrison quien establece el vínculo entre los ca-
del asesinato de Manuel Buendía, Harrison se había payaso ni farsante, como en determinados momen- sos Buendía y Camarena. Es él en su propia persona,
insinuado en el cártel de Guadalajara, donde reali- tos se ha querido hacer creer. Demasiado enciclopé- o sea, por su extraordinaria actuación como agente de
zaba tareas de espionaje que le daban conocimiento dico resulta su conocimiento de la realidad mexicana la CIA durante largos años en México, la insoslayable
directo de los vínculos de la CIA con los principales de las últimas décadas del siglo pasado y de los múl- prueba empírica de que la CIA sí se entendía con el nar-
capos del narco mexicano y de éstos con la contra tiples actores que en esos años sembraron la violencia co mexicano para sus propios fines geopolíticos. Como
nicaragüense. Surge Harrison a la luz pública por a lo largo y lo ancho del país; demasiado conocedor nos comentó en una ocasión Jesús Blancornelas, “si los XV
primera vez en 1990 como testigo de la parte acusa- de la historia clandestina de México para no haber narcotraficantes tuvieron algo que ver con el asesinato
dora en un juicio federal contra Rubén Zuno Arce, sido participante directo en ella. Por nuestras propias de Manuel Buendía, no habrá sido por el narcotráfico”.
cuñado del ex presidente de México Luis Echerevrría investigaciones hemos podido confirmar que él sí era Nada que ver con “las charolas”, nos enfatizó Harrison,
Álvarez. A Zuno se le acusaba de ser cómplice en el agente de la CIA, que conocía a fondo el caso Buen- refiriéndose a las para entonces muy comentadas cha-
asesinato del agente antinarcótico estadounidense día, y que es, por tanto, fuente clave para esclarecer el rolas de la DFS otorgadas a los traficantes por el mismo
Enrique (“Kiki”) Camarena Salazar. asesinato de Don Manuel. director de la DFS, Pepetoño Zorrilla.
Lamentablemente, algunos reportajes sobre el pro- En los círculos policiacos y de inteligencia mexica- A los nueve meses de cerrarse la fiscalía especial,
ceso de Zuno aparecidos en la prensa mexicana incu- nos, nos asegura Harrison, se sabía con cinco semanas pudimos plantearle de nuevo a García Domínguez la
rrieron en un chauvinismo burdo, tachando al gringo de antelación que iban a asesinar a Manuel Buendía. hipótesis de haberse inmiscuido la CIA en el complot
Harrison de “mentiroso patológico” y “disperso men- Lo sabía el propio Harrison. No sólo lo sabía, sino que para ultimar a Buendía. Nos respondió que, efecti-
tal”, sin reconocer lo que patentizaba su propio testi- posteriormente pudo adquirir una de las motos que se vamente, él mismo había sondeado esa posibilidad
monio, es decir, que era un agente americano, cuyas trajeron al D.F. especialmente para el operativo contra con sus contactos en la embajada de Estados Unidos,
actividades de espionaje se coordinaban con la DFS e Buendía, una potente Kawasaki roja de 1200 cc. En pero que, “como era de esperar”, no recibió “ninguna
cooperación de ese lado”. De todos modos, agregó, el
hecho de que a Zorrilla se le imputara el motivo de
querer encubrir su contubernio con el cártel de Gua-
dalajara “no excluía en absoluto la posible presencia
de otros individuos ajenos al narcotráfico o bien in-
miscuidos en él para otros fines”.
En cuanto a su propia actuación como fiscal espe-
cial, nos explicó, tuvo que acatarse a las reglas de la
praxis jurídico-política del país. Más allá no le cabía
aventurarse, de modo que había demostrado lo poco
que le cupo demostrar: un autor intelectual, otro ma-
terial y tres cómplices. De ahí en adelante, nos expre-
só con mirada fija, les quedaba a otros investigadores
esclarecer “hipótesis aún pendientes”.
De nuestra parte, van casi treinta años que in-
dagamos el caso Buendía. A estas alturas nos com-
place saber que ya podemos aportar algunos datos
adicionales que iluminarán con mayor intensidad
las circunstancias en que fue vilmente abatido Don
Manuel. Los resultados de nuestra prolongada in-
vestigación se ofrecerán al público lector en un libro
que recién terminamos, el cual será editado por la
Universidad de Wisconsin con el título Eclipse of the
Assassins. The slaying of Manuel Buendía. Deberá salir
en el primer semestre del 2015.

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