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El periodismo antes,
durante y después de
Manuel Buendía (1984-2014)
Por Carlos Ramírez
I
M
anuel Buendía Tellezgirón el colapso en Excelsior con maniobras desde el go-
bierno, el nacimiento de periódicos por iniciativas de
nació en 1926 y fue asesina- periodistas y ya no como parte de grupos de poder
do en 1984. Su ciclo profe- de la clase dominante, la reforma política de López
sional —de sus inicios como reportero Portillo y el salto cualitativo en las élites gobernantes
de la revista La Nación del PAN en de los políticos a los administradores y de ahí a los
economistas tecnócratas. Como periodista en ese agi-
1948 a su muerte— transcurrió en dos tado y estimulante tiempo de redefiniciones políticas
tiempos políticos del sistema político y periodistas Buendía transitó varios sexenios:
priísta:
• Miguel Alemán Valdés (1946-1952). En
• Del fortalecimiento del caudillismo con el 1948 Buendía ingresó como reportero de la
tránsito de Obregón a Calles en 1924 y la re- revista La Nación, propiedad del Partido Ac-
forma constitucional al artículo 83 el 22 de ción Nacional y estuvo bajo la dirección del
enero de 1927 para liquidar el principio de legendario reportero Carlos Septién García,
no reelección y permitirla sólo por un periodo forjador de reporteros. Con Alemán comen-
más de cuatro años, pero dejando pasar uno zó la urbanización del país, nació la clase me-
evitando la continuidad, decisión que abrió la dia y México entró en la fase de industriali-
reelección de Obregón; fue hasta 1933, bajo zación, pero también proliferó la corrupción
la presidencia del interino Abelardo Rodrí- sin acotamientos.
II guez, que se reformó el 83 para establecer que
Manuel Buendía
• Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958). En
“en ningún caso y por ningún motivo podrá 1952 Buendía comenzó su larga carrera
volver a desempeñar ese puesto”. • La columna política. Buendía desarrollo una como maestro de periodismo en la Escuela
• Al México de 1984: él inició, a nivel muni- columna política de investigación, redactada Carlos Septién García y siguió laborando en
cipal, una reforma política de facto vía el re- con pulcritud de estilo, abandonando el viejo La Nación. El gobierno ruizcortinista creó
conocimiento a las victorias de la oposición modelo de la columna política como forma la política al estilo PRI, con todo y la picar-
y encaró una de las ofensivas políticas más de enviarse mensajes entre políticos y funcio- día del poder, pero también fue el periodo
severas por parte del gobierno de los Estados narios públicos. en que se incubó la más grandes oleada de
Unidos, y sobre todo el inicio del criminal • Y la independencia de la crítica. Formado protestas obreras impulsadas por el Partido
del narcotráfico como crimen organizado y como periodista en La Prensa y el semanario Comunista y con su sucesor Adolfo López
como debate nacional por la publicación de Crucero de El Día, Buendía mantuvo sus ta- Mateos como secretario del Trabajo. La
un desplegado periodístico firmado por los reas de comunicador oficial en dependencias prensa escrita poco a poco tuvo que abrir
obispos del sur de la república, cuyo segui- públicas y simultáneamente como colum- espacios a la disidencia y la crítica, pero
miento como investigador periodístico lo lle- nista político de 1965 a 1976; al finalizar el también a la represión.
vo al asesinato. gobierno de Luis Echeverría abandonó sus • Adolfo López Mateos (1958-1964). Fue un
tareas públicas y se dedicó sólo a escribir su sexenio de contradicciones entre las dos alas
Nacido profesionalmente en los tiempos del viejo columna a través del formato de la sindica- políticas del régimen de la Revolución Mexi-
régimen —el colapso político 1920-1929— y de las ción o venta simultánea a una treintena de cana: la institucional basada en la disciplina
estructuras de control y subordinación de medios de periódicos del interior del país, logrando la sistémica y la de izquierda, con las rebeliones
comunicación impresos como parte del sistema polí- autosuficiencia en ingresos. obreras, el activismo estudiantil del PCM, el
tico, a Buendía le tocó la fase de transición política, cardenismo y la Revolución Cubana como
generacional y de modernización periodística. Como El tiempo político del periodismo de Buendía telón de fondo y factor disruptor. La prensa
funcionario de prensa de oficinas del gobierno y al atravesó por las agitaciones, sobresaltos y reacomo-
mismo tiempo autor de una columna de análisis po- dos en el sistema político en el periodo 1964-1984,
lítico desde la perspectiva progresista y nacionalista
del Estado— y en ese escenario vivió el salto cualita-
del cual la prensa escrita formaba parte con una fun-
ción de aparato de propaganda del sistema o bocina
El tiempo político del periodis-
tivo a partir de las experiencias de 1968: de los gobiernos en turno y desde 1968 como espa- mo de Buendía atravesó por las
cio de crítica al poder. Como profesional de prensa agitaciones, sobresaltos y reaco-
• El periodismo de Estado. Como funcionario y difusión en empresas del Estado, contribuyó a la
de prensa en la Comisión Federal de Electri- profesionalización de las oficinas de prensa como es- modos en el sistema político en
cidad, Nacional Financiera, el Departamento pacios de circulación de información y no control de el periodo 1964-1984, del cual la
del Distrito Federal y el Consejo Nacional de periodistas y medios; en sus clases de periodismo en prensa escrita formaba parte con
Ciencia y Tecnología pudo sostener también la UNAM, inclusive, en sus clases de periodismo in-
dos columnas políticas —la diaria Para con- trodujo el modelo de profesionalización universitaria una función de aparato de propa-
trol de Usted en El Día y la dominical Con- de las oficinas de prensa y de reporteros más allá de ganda del sistema o bocina de los
cierto político, ambas en El Día, un periódico las redacciones de periódicos.
progresista de la línea de izquierda dentro del La prensa escrita comenzó a ganar algunos espa- gobiernos en turno y desde 1968
PRI, dirigido por el ex comunista Enrique cios de autonomía a partir de la crisis estudiantil de como espacio de crítica al poder.
Ramírez y Ramírez. 1968, a la que le siguió la apertura de Echeverría,
Suplemento 26 de Mayo de 2014
II
Buendía fue un innovador como profesional de
las oficinas de prensa y como columnista, contribu-
yendo en ambas especialidades a modernizar fun-
cionamientos. A partir de sus clases de periodismo
en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la
escrita declinó su presencia por esconder la a López Portillo como candidato, porque UNAM desde 1973 desarrolló nuevos enfoques en
realidad. En 1958 inició Buendía la colum- no reunía el conocimiento del sistema, las materia de distribución de la información; profesio-
na Red Privada en el periódico policiaco La alianzas entre los grupos y las complicidades nalizó el oficio de redactor de boletines, convirtió
Prensa, ascendió a director en 1960 y fue del poder y el país pagó con crisis política las oficinas en puertas abiertas a las dependencias y
depuesto por conflictos como organización los errores sistémicos. López Portillo legalizó dio el paso adelante al configurar una teoría mexica-
cooperativa. En 1964 dirigió el semanario el Partido Comunista y abrió un poco la in- na de comunicación social. En su libro Ejercicio pe-
Crucero de El Día y en El Día comenzó su formación del Estado. El país dio otro salto riodístico, recopilación de textos, conferencias y en-
columna Para control de usted. cualitativo en la configuración del sistema sayos, documentó las tareas de comunicación más
• Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970). El sexenio político priísta. Buendía renunció a su cargo allá de la distribución de boletines. En ese sentido
diazordacista destacó por el endurecimiento público en áreas de comunicación y se de- fue un pionero en la fundación de revistas de circu-
del poder y el fortalecimiento autoritario de dicó de tiempo completo a su trabajo como lación interna en oficinas de prensa; en el Conacyt
la Presidencia de la República y por la mul- columnista político. Aunque con apertu- creó las revistas Ciencia y Desarrollo, Comunidad
tiplicación de protestas sociales, sobre todo ra —ya existían Uno más Uno, Proceso y El Conacyt y Conexión, dando también importancia a III
estudiantiles. La crisis de 1968 comenzó por Financiero—, los medios en general no se la comunicación interna entre funcionarios y traba-
un enfrentamiento entre dos escuelas secun- abrieron tan rápidamente a la crítica. Buen- jadores y empleados.
darias, la presencia violenta de granaderos día padeció la censura en El Sol de México En sus clases y en algunas conferencias Buendía
como detonador y la movilización de cientos y en El Universal, y llegó a Excelsior. Antes introdujo la comunicación social como parte de la
de miles de estudiantes exigiendo el fin de los que las páginas informativas, la prensa escri- acción política y como categoría de la información.
dos instrumentos de control social: el delito ta permitió la crítica en las columnas como Sus textos sobre la comunicación y la seguridad
de disolución social y el uso de la fuerza pú- espacios aislados. nacional, el ejército y los partidos abrieron nuevos
blica —granaderos y soldados— para con- • Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988). frentes de indagación sobre los efectos de los men-
tener protestas. La violencia en Tlatelolco, El sistema político pasó de los administrado- sajes en la sociedad, aunque en el fondo no hubo
dialécticamente, estalló la lucha por la demo- res a los economistas neoliberales, la econo- seguimiento político porque las dependencias pú-
cracia. Buendía inició en 1965 su doble tarea mía quedó presa en las cartas de intención blicas siguieron moviéndose en los parámetros tra-
de funcionario de oficina de prensa y colum- con el Fondo Monetario Internacional y el dicionales. De todos modos, a nivel de profesiona-
nista político crítico de la derecha, con apor- sistema político se reorganizó para el nuevo les de la información, Buendía consiguió imponer
taciones nuevas en ambas tareas: transitó la modelo económico sin dominio del Estado, una agenda de debate.
oficina de prensa a oficinas de comunicación con efectos políticos en las relaciones po- A base de un trabajo en el género de la columna
social y estableció el modelo de la columna líticas y sociales. El PRI comenzó a perder desde 1958 en que inició con la columna Red Priva-
analítica y de opinión reflexiva. Buendía se municipios y el PAN se perfiló hacia la alter- da, Buendía marcó un quiebre en estilos. A finales
convirtió en una especie de vocero del sector nancia. Buendía le dio un vuelco a su colum- de los cincuenta y toda la década de los sesenta, la
progresista del sistema político priísta. na, la convirtió en espacio para la crítica al columna política era un complemento menor en los
• Luis Echeverría Álvarez (1970-1976). Secre- neoliberalismo, publicó en exclusiva la carta medios. La columna más importante en esos años
tario de Gobernación en los años de endureci-
miento diazordacista, Echeverría rompió con
su antecesor desde la campaña presidencial y
como presidente desarrollo un gobierno de
discursos críticos, de regreso a la Revolución
Mexicana y de propuestas populistas. El Es-
tado aumentó el gasto y la política exterior se
acercó a los países No Alineados, a los gobier-
nos socialistas de Salvador Allende en Chile y
Fidel Castro en Cuba y colocó a México en el
espacio político del Tercer Mundo vinculado
al discurso antimperialista. Buendía encontró
un espacio extraordinario para su periodismo
de Estado y progresista; fueron sus mejores
columnas: contra la derecha fascista, la Casa
Blanca y la CIA.
• José López Portillo (1976-1982). Echeverría
rompió la continuidad sucesoria al designar
26 de Mayo de 2014 Suplemento
¿Quién Mató a
Manuel Buendía?
Por Carlos Ramírez
L
a mañana del miércoles 30 de
mayo de 1984, Alejandro Gómez
Arias le confió a Luis Suárez:
“Algo terrible va a pasar hoy”. Duran-
te el día, el tema de moda fue el eclipse
anular de sol. Por la tarde, casi al caer
la noche, el periodista Manuel Buen-
día, de 58 años de edad y autor de la
influyente columna Red Privada, fue
asesinado al salir de su despacho en el
centro de la Zona Rosa de la ciudad
de México, cuando estaba a punto de
abordar su automóvil. Cuatro tiros a
quemarropa y por la espalda abrieron
una herida periodística y política que
la sociedad mexicana aún no ve cerra-
da y menos todavía cauterizada.
Desde entonces, una pregunta inquieta no sólo a esos temas para depurar el estilo. De ahí, ya forjado el puesto público, Buendía decidió optar por la inde-
VI los periodistas sino a importantes sectores del país y el periodista, se pasaba a las diferentes fuentes para pendencia total. No por ello abandonaría la reflexión
del extranjero: ¿Quién mató a Manuel Buendía? aterrizar en políticas o en Presidencia de la Repú- institucional sobre la comunicación social e inclusive
A lo largo de un año las investigaciones policiacas blica, además de incursionar en el columnismo. En antes de su muerte redactó importantes documentos
han sido conducidas bajo el sello de un importante La Prensa, Buendía terminó de templarse e inclusive acerca de la urgencia de una política de comunica-
compromiso presidencial para aclarar el suceso, pero llegó a ser, durante tres años, director de aquel im- ción social del Estado.
la tardanza y las equivocaciones habidas a lo largo de portante periódico de penetración popular. Por con- En 1977 volvió por sus fueros. Dejó de publicar
las pesquisas, aunadas a cierto interés del fiscal por flictos políticos salió de la dirección de ese rotativo las columnas “Para control de usted...” y “Concierto
despolitizar el crimen, han provocado inquietudes y comenzó su segundo aprendizaje, en el cual dejó Político” en El Día y se cambió a El Sol de México
entre los periodistas y amplios sectores de la socie- sentadas tesis, teoría y sobre todo reflexión: la comu- en donde revivió “Red Privada”, una columna que
dad, así como una ola de rumores que en nada bene- nicación social y las oficinas de prensa. publicara durante su estancia en La Prensa a fines
fician al país en un año político clave. Hombre de práctica, Buendía nunca dejó de de los cincuentas y principios de los sesentas. Con
Desde esa noche del 30 de mayo de 1984, el país aprender y de prepararse en la teoría. Su inclinación ella iniciaría un recorrido trashumante por diferen-
contrajo una deuda consigo mismo: aclarar el ase- reflexiva lo hizo sentar teoría sobre temas que por los tes medios para poner a salvo su independencia. Pasó
sinato de Manuel Buendía. La consigna también es sesentas no parecían tener importancia en la estruc- por El Universal en donde la “Red Privada” del 12
clara: en el caso de Buendía, ni mártir ni silencio. tura política del gobierno y menos aún en los medios de octubre de 1978 alcanzó las ocho columnas: des-
de difusión: convertir el periodismo en una respon- enmascaró al jefe de la estación de la CIA en Méxi-
El periodista sabilidad de comunicación social y transformar los co. Problemas de intereses creados le hicieron buscar
tradicionales basureros de la política y cajones finan- nuevos mecanismos para salvaguardar su indepen-
Nacido en Zitácuaro, Michoacán, el 24 de mayo cieros de la corrupción periodística en verdaderas dencia, y a través de la Agencia Mexicana de Infor-
de 1926, Manuel Buendía tuvo un paso fugaz por oficinas de prensa o –como le gustaba llamarlos en mación (AMI), desembarcó en la página cuatro de
una escuela que en la provincia posrevolucionaria era conversaciones convincentes– en verdaderos labora- Excélsior. Por méritos propios iría a dar pronto a la
obligada: el seminario. Sin vocación para la sotana, torios de comunicación social. primera plana de ese diario hasta el día de su muerte.
aunque precoz en el entendimiento del papel de la Esta tarea estuvo relacionada, de manera simultá- El hecho de ser, en algún momento, el periodista
Iglesia en la sociedad mexicana, Buendía dejó el se- nea, a la apertura de caminos de rescate de un género más leído e influyente del país le resultó una respon-
minario y se fue a la ciudad de México. periodístico que era considerado, por entonces, como sabilidad acreditada y asumida.
Ahí aprendió periodismo en la revista La Na- sinónimo de la corrupción: la columna. Sus temas Abandonar la función pública en el gobierno y
ción, órgano del Partido Acción Nacional y al lado fueron variados, siempre intentado crear opinión pú- optar por la independencia crítica y observadora del
del maestro formador de plumas destacadas: Carlos blica, aportando elementos de juicio para que los lec- periodista, le significó privilegios profesionales pero
Septién García. tores pudieran explicarse los hechos en su contexto también precios a pagar. Nunca dijo todo lo que que-
Su paso por el conservadurismo político fue efí- y rescatando los valores nacionales derivados de un ría decir, porque sabía los límites del sistema, pero
mero. Ahí conoció las contradicciones y la corrup- paulatinamente olvidado movimiento revolucionario siempre conquistó nuevos espacios de expresión.
ción de una corriente que en años posteriores denun- de comienzos de siglo. Ejerció un doble periodismo: el de las columnas pu-
ciaría sistemáticamente. Y aunque su acercamiento a Después de pasar por las oficinas de prensa de la blicables y el de sus cartas a sus amigos, género un
las causas populares fue a partir de entonces acelera- Comisión Federal de Electricidad, la Nacional Fi- poco olvidado. Hacia el final de sus días, el autor de
do, nunca más se afiliaría a una organización política. nanciera, el Departamento del Distrito Federal y el “Red Privada” – según testimonio de sus amigos—se
La biografía del oficio periodístico de Buendía Consejo Nacional Financiera, el Departamento del debatía entre el entusiasmo y la exasperación, entre la
para necesariamente por el itinerario profesional del Distrito Federal y el Consejo Nacional de Ciencia y institucionalidad y el deseo de contribuir a mejoras
viejo periodismo de los cincuentas: noticias policia- Tecnología, y de mantener con dificultad la doble ta- las cosas, además de seguir denunciando las irregula-
cas para afinar el olfato del reportero, redacción de rea de ejercer el periodismo crítico e independiente y ridades del gobierno y del sistema político.
Suplemento 26 de Mayo de 2014
La tarea periodística convirtió a Buendía, aún sin día difícil, pues la esposa de su principal asistente, Luis
quererlo ni buscarlo prioritariamente, en conciencia Hombre de práctica, Buendía Soto, estaba a punto de dar a luz, y requería la presencia
crítica y moral de la sociedad. Como todo periodis- de su marido. Tenía además varios días sin secretaria.
ta, aceptó el liderazgo social que implicó su función nunca dejó de aprender y de pre- “Tendré que contestar teléfonos y abrir puertas”,
de analista de los acontecimientos nacionales. Hizo pararse en la teoría. Su inclina- se dijo a sí mismo por la mañana y posteriormente lo
política pero sin perder de vista sus obligaciones pro- repetiría en el curso del día.
fesionales. Siempre se atuvo a los compromisos que
ción reflexiva lo hizo sentar teoría Como siempre, desayunó con amigos y posterior-
forjaron a México como nación. El periodismo mexi- sobre temas que por los sesentas mente arribó a su oficina en Insurgentes Sur No. 58,
cano supo con él, lo mismo que con otras plumas de no parecían tener importancia en sexto piso. Se quitó el saco y repasó algunos temas para
su generación, que la objetividad era un mito y que el sus columnas. Antes de empezar a redactar a mano en
periodismo cumplía también tareas sociales. Su plu- la estructura política del gobier- hojas de papel blancas, hizo –como siempre—algu-
ma fue memoria histórica en un país amnésico. Pudo no y menos aún en los medios de nas anotaciones de asuntos pendientes y de asuntos
identificar enemigos y plantear alianzas estratégicas ya reporteados. Entre sus notas llevaba cuando me-
en beneficio de los compromisos populares. difusión: convertir el periodismo nos cinco asuntos que le comenzaban a atraer, sobre
Su columna fue también el registro de una evolu- en una responsabilidad de comu- todo la punta de la hebra del narcotráfico y el involu-
ción personal. nicación social y transformar los cramiento de algunos altos funcionarios en ese sucio
Conocedor de los límites del ejercicio del oficio negocio. También llevaba especial anotación del tema
periodístico, hizo esfuerzos para orientar sus comen- tradicionales basureros de la po- de la ultraderecha, debido fundamentalmente a que
tarios hacia funciones trascendentes. lítica y cajones financieros de la algunos personajes políticos vinculados a las fuerzas de
Defendió casos y cosas que otros silenciaban. la derecha podrían llegar a ejercer importantes puestos
Exaltó la labor progresista del Ejército, alertó sobre corrupción periodística en verda- de poder regional en el occidente del país. Influían en
la derechización, se tomó del brazo del Congreso deras oficinas de prensa el ánimo del periodista algunas amenazas por las inda-
del Trabajo y promovió las propuestas obreras con- gaciones de ciertos personajes que ya había criticado
tra la crisis y los “Chicago Boys”. Defendió hasta el en algunas de sus columnas anteriores.
último instante al SUTIN e hizo gestiones priva- de escribir. A través del ejercicio diario de la escritu- En los últimos días, el autor de “Red Privada” ha-
das para reunir a sindicalistas con funcionarios; les ra, Buendía estimuló la práctica de un periodismo bía aumentado sus reuniones con importantes jefes
dio espacio político a los telefonistas y caracterizó social, político, comprometido con la historia del sindicales del sector progresista, en cuyos hombros
con certeza los puntos flacos del proyecto econó- país, republicano. pesaba la difícil negociación de la alianza del gobierno
mico conservador. Fue garantía para la defensa de No fue –lo recuerdan y señalan sus amigos para con los trabajadores. Unos días antes le había entrado
asilados de las dictaduras conosureñas y descubrió destacar la destreza y originalidad de su periodis- al puntilloso tema del primero de mayo – el desfile y
la presencia de agentes extranjeros latinoamericanos mo—un periodista de oposición. los bombazos en Palacio Nacional—y le había dicho
en México. Tocó temas que el gobierno quería sos- Surgido del sistema, aspiró siempre a que el sis- al gobierno que no dejara de percibir el problema eco-
layar y provocó reacciones a favor y en contra: era tema fuera fiel consigo mismo, comprometido con nómico-social del país a causa de la cortina de humo
escuchado y también desatendido. la historia que le dio autoridad. Buendía tendió un de las bombas “molotov”. Buendía escribió que ese VII
Fue claro en sus criterios: “También existimos puente entre las diferentes corrientes progresistas del primero de mayo era un “parteaguas” y significaba un
quienes vemos la crisis actual en términos de Revo- país, haciéndolas convivir para mejor servicio a la Re- rotundo “no” de los trabajadores a la política económi-
lución vencida o contrarrevolución triunfante como pública. No fue marxista, aunque dialogó con ellos; ca. Bien recibida en círculos sindicales un poco cohi-
usted prefiera”. tampoco era priista y tenía en las filas del tricolor bidos por los bombazos, la columna de Buendía raspó
Para él, a lo largo de la última etapa de su vida amigos de verdad; nunca volvió al gobierno, aunque el buen humor de algunos funcionarios que esperaban
periodística, el oficio de escribir fue una forma de se sabía interlocutor de importantes sectores oficiales. agradecimientos en ese desfile del día del Trabajo.
hacer patria, de forjar una nación. A la usanza de Esta diversidad de relaciones le permitió, como en las En su oficina, Buendía hizo algunas llamadas a
los viejos maestros del liberalismo juarista, Buendía buenas etapas del periodismo mexicano, convertir a Relaciones Exteriores, la Contraloría de la Federa-
creyó en las enseñanzas de Zarco y como él convirtió la columna en un interlocutor válido del poder sin ción y al director de Pemex. Varios temas le preocu-
las páginas de los periódicos en ágora y parlamento, entrar en componendas con el poder. Sabía de sus li- paban y amarró citas para confirmar algunos datos.
en partido político y manifiesto a la nación. Sabía mitaciones y de las propias de la prensa, pero aun así Comió con el subsecretario de Relaciones, Víctor
de los peligros que encerraba el escribir sobre temas nunca quiso dejar de ser congruente consigo mismo. Flores Olea, y otros funcionarios de la chancillería,
delicados, pero nunca la fatalidad guió su máquina Así fue: Periodista de tiempo completo. Y como además del diputado José Carreño Carlón.
periodista murió. Después de comer hizo algunas llamadas y poco
antes de las 18:30 horas se puso la gabardina y salió
de su oficina acompañado de su asistente Juan Ma-
II nuel Bautista, quien iba a sacar algunas fotocopias.
Como el elevador estaba descompuesto, Buendía
El Crimen bajó por las escaleras. Salió a la calle y se enfiló al es-
tacionamiento de al lado para recoger su automóvil.
El día que lo iban a Antes de que pudiera llegar a él y en menos de un
matar, Manuel Buendía minuto, la tragedia ocurrió.
se despertó muy tem- Un hombre joven, de entre 27 y 30 años, de
prano, pero no para mi- 1.70 metros de estatura, delgado, moreno, cabello
rar el eclipse. Casi no le castaño corto, cejas pobladas, nariz rectilínea, boca
importó ese suceso más mediana, labios delgados, bigote abundante, men-
que para anotarlo como tón prominente, con cachucha blanca de beisbolis-
posible juego de palabras ta, pantalón de mezclilla, chamarra negra y tenis, se
o de ingenio en alguna le acercó al periodista por detrás, le abrió la gabar-
columna. Esa mañana, dina y disparó dos veces. Buendía cayó y ahí el ase-
otros periodistas tenían sino le disparó nuevamente. El periodista no pudo
premoniciones. desenfundar su arma.
(Gómez Arias conce- El asesino caminó hacia atrás para escapar. Bau-
día una entrevista a Luis tista lo siguió gritándole que se detuviera y el asesino
Suárez y, como preludio, quiso dispararle, pero tropezó con una mujer. Volteó
le advirtió que algo iría a y corrió hacia la calle de Havre y se perdió ante la
pasar ese día). El colum- mirada atónita de mucha gente que pasaba esa tarde
nista sabía que sería un por la avenida más transitada del país.
26 de Mayo de 2014 Suplemento
2.- La seguridad del Estado no estaba involucrada El evidente cariz político del crimen fue susti-
en el asesinato del periodista. tuido, vía rumores, por interpretaciones puramente Al final de cuentas, por el
3.- La seguridad del Estado sí estaba relacionada policiacas y hasta sexuales. También se circularon in-
con el asesinato del 30 de mayo y había que lavar formes respecto a supuestas investigaciones de rique- rumbo de la investigación
pruebas y desviar la atención de los observadores ha- za, fortuna, propiedades y vida privada del periodista oficial; los datos filtrados a
cia hechos puramente policiacos. asesinado. Todos estos hechos quisieron desviar la
En este sentido, la investigación mostró también atención sobre el verdadero carácter y significado de
ciertos periodistas y las presio-
otros tres rasgos importantes: la muerte de Buendía. nes para acallar la exigencia de
1.- La comisión investigadora presidencial, encabe- Al final de cuentas, por el rumbo de la investiga- solución al asunto, dieron la
zada por uno de los principales asesores de Los Pinos, ción oficial; los datos filtrados a ciertos periodistas
el economista, sociólogo y ex director de una revista, y las presiones para acallar la exigencia de solución impresión de que el expedien-
Samuel del Villar, realizó indagaciones por su cuenta al asunto, dieron la impresión de que el expediente te Buendía se convirtió en un
y tuvo línea abierta con los aparatos policiales mexica- Buendía se convirtió en un asunto de razón de Esta-
nos. De acuerdo a informes extraoficiales, esta comi- do. Asimismo se han generado otras especulaciones: asunto de razón de Estado.
sión llegó a conclusiones; e inclusive circuló la versión Que la investigación sigue abierta y que muchos ca-
de que el asesino de Buendía habías sido muerto de 40 bos faltan de atar. También, que el análisis del cua-
puñaladas antes de denunciar a sus cómplices. derno de anotaciones del periodista asesinado tiene
2.- Hubo presiones a partir del primer mes del pistas que no han sido aún andadas por lo delicado buena voluntad del gobierno para aclarar el crimen.
asesinato del autor de “Red Privada”, para que ce- de los asuntos que tocan. Sin embargo, hacia finales de la tercera semana de
sara la insistencia en la aclaración del asesinato. Asi- Por lo demás, hasta la penúltima semana de mayo el junio y sobre todo a partir de julio, esas filtraciones
mismo, periodistas que escribieron sobre el crimen expediente continuaba en manos de la policía judicial cesaron y se supo que los aparatos de seguridad del
del 30 de mayo y dieron algunas sugerencias para la del Distrito Federal y salvo cifras imposibles de compro- Estado no tenían nada que ver con la investigación.
investigación fueron invitados por fuerzas policiacas bar –“avance del 80 por ciento en las investigaciones”— El expediente se turnó, entonces, a la Procuraduría
a fin de que dijeran lo mismo en declaraciones de y aseveraciones de que el criminal ya había sido “cer- de Justicia, aunque esta dependencia no recibió los
juzgado. Algunos de los periodistas que se vieron en cado” –igualmente imposible de constatar—dadas a expedientes de la CIA, los Tecos, ni el cuaderno de
esta situación hablaron de clara intimidación. Por lo conocer por el subprocurador René Paz Horta a una anotaciones sobre los cinco asuntos delicados que
demás, portavoces del gobierno, en su área política, comisión de periodistas después de gestiones varias, la presumiblemente estaba investigando el periodista
hicieron peticiones a algunos editores para que dis- Procuraduría del Distrito no había presentado a la opi- en los días cercanos a su muerte.
minuyeran el tono y el enfoque del tratamiento del nión pública conclusiones, ni siquiera adelantos, del es-
crimen de Buendía. tado real que guardan las pesquisas. Cuando mucho, las
3.- También hubo, paralelamente a lo anterior, cifras porcentuales y otros elementos manejados desde V
una clara intención por tener espesas cortinas de Niños Héroes han contribuido a propalar rumores.
humo en torno a la investigación. A lo largo de un año, el itinerario de la investigación Una cronología
oficial se perdió en la identifi- XI
cación de posibles enemigos A lo largo de un año fueron más las contradicciones
del periodista asesinado. Un y errores de la policía, que realidades y avances concre-
equipo especial de seguridad tos. El itinerario de la investigación ha estado lleno de
del Estado se dedicó a crear promesas incumplidas e informes de que el asunto casi
estadísticas, cuadros y curvas está a punto de resolverse. A continuación, una cronolo-
sobre los personajes ataca- gía tomada de los diarios del D.F.
dos por Buendía en sus co- 4 de junio de 1984. Empresarios, industriales,
lumnas. Luego elaboró otro líderes sindicales, ex políticos y exfuncionarios es-
cuadro con los casos que in- taban siendo investigados. En sólo cuatro días se
vestigaba y uno más sobre los investigaron a más de 5,000 personas, pero sin re-
asuntos delicados de los que sultados concretos. Los peritajes de balística exhibie-
ya había elaborado algunas ron algunos adelantos en la identificación del ahora
columnas de adelanto pero homicida, pero sin lograr encontrar pistas de inves-
sin cerrar aún el tratamiento tigación.
de esos temas. 5 de junio. El comandante del quinto grupo de
Sin conclusiones efec- la Policía Judicial del D.F., José Luis F. Martínez
tivas en estos rubros, hacia –quien estaba de guardia el día del crimen y, quien
septiembre comenzó a ten- encabezaba las investigaciones—, fue cesado.
derse una cortina de humo Al informar este hecho, la policía dijo que se
y a desestimarse el cariz seguía trabajando en el caso y que se contaba con
político del asesinato. Se “importantes pistas”, aunque el comité especial de
habló entonces de un he- periodistas formado para seguir el camino de la in-
cho puramente policiaco, vestigación no había recibido ningún informe oficial.
pasional, de venganza de 6 de junio.- Surgen algunas pugnas entre las poli-
homosexuales –se dijo que cías. El jefe de la Judicial del D.F., José Trinidad Gu-
algún admirador de Juan tiérrez Sánchez, se quejó de que la Dirección Federal
Gabriel habría vengado a su de Seguridad seguía apropiándose de los testigos y de
ídolo—y algunas otras in- los archivos de Buendía y dijo que “se ha negado a
terpretaciones por el estilo. colaborar y a intercambiar información con nosotros”.
Lo cierto, al final de A ello atribuyó el jefe policiaco el que no se hubiera
cuentas, era que la policía avanzado en la investigación. En otra declaración, dijo
no tenía nada concreto. también: “Estamos como al principio; prácticamente
Cuando el expediente es- no tenemos nada”. Otros jefes policiacos reconocieron
taba en manos de la Fede- que se “ha avanzado muy poco en la investigación”.
ral de Seguridad, algunos Del lado de la Federal de Seguridad se tenían más pis-
informes fueron filtrados tas, o al menos funcionarios de esa dirección filtraron
a la prensa con la obvia informes en ese sentido. Al tiempo que se investigaba
intención de mostrar la una denuncia importante que preparaba el periodis-
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macho” fueron señalados también como los asesinos por presiones políticas Material embargado hasta el sábado 25 de mayo de 1985
del abogado Francisco López Portillo y de un joyero.
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C
uando la fiscalía especial para el preparación media puede destruir.” Por cierto, un
caso Buendía rindió su informe estudiante de derecho de segundo año pudiera haber
final el 30 de junio de 1989, redactado un resumen de investigación superior al
que presentó en esa ocasión el docto jurista.
pretendieron las autoridades mexica- Lo cual nos dejó perplejos. ¿Por qué habría pro-
nas cerrar de una vez la averiguación cedido García Domínguez de forma tan descuida-
de uno de los más sonados homicidios da y tan poco profesional? Mi coinvestigadora y yo
acaecidos en México durante el siglo pudimos entrevistarle en dos ocasiones: la primera a
mediados de marzo de 1988; la segunda, a principios
pasado. Como señalamos en aquel de marzo de 1990. En ambas oportunidades nos ex-
momento, sin embargo, lo cerraron presó que su mayor preocupación como fiscal espe-
sin resolver. Al cabo de cinco años de cial para el caso Buendía era conservar su eminencia
investigaciones poco transparentes, profesional. “Lo que más temo – insistió – es hacer
el ridículo”. Con su informe final, sin embargo, no
le dieron carpetazo, pasando por alto dejó de hacerlo, aunque debemos reconocer que se
una maraña de cabos sueltos. encontraba García Domínguez entre la espada y la
De entrada, mucho llama la atención la baja ca- pared, pues por las condiciones temporales y políti-
lidad profesional del informe final presentado por el cas que se le imponían, le resultaba imposible realizar
fiscal especial Dr. Miguel Ángel García Domínguez. una investigación de veras cabal. El propio fiscal nos
De las 20 hojas mecanografiadas que formulan car- expresó a principios de su cometido oficial que no le
gos y presentan pruebas, sólo cuatro tienen que ver parecía factible resolver el caso Buendía.
directamente con el asesinato de Manuel Buendía. Desde el primer momento el elefante que se hacía
Otras cuatro se refieren al asesinato posterior de José presente en el salón, como lo expresamos metafóri-
Luis Esqueda Gutiérrez, investigador de Goberna- camente en inglés, ha sido la CIA, junto con otros
ción, que al parecer informaba sobre las actividades elementos encubiertos estadounidenses y también los
del entonces director de la DFS, José Antonio Zorri- órganos de seguridad nacional de México. Nos llama-
XIV lla Pérez. Las 12 hojas restantes tratan de delitos co- ba poderosamente la atención, al respecto, la renuen-
laterales atribuidos a Zorrilla que no tenían relación cia por parte de las autoridades mexicanas a siquiera Esa férrea renuencia oficial a admitir la posibili-
alguna con el homicidio de Buendía, aunque sí le plantear la hipótesis de alguna injerencia foránea en dad de haber tomado cartas en el asesinato, la Agen-
aseguraban largos años de reclusión al supuesto el complot de asesinar a Manuel Buendía, hi- cia Central de Inteligencia ya en sí sustentaba la hi-
autor intelectual del crimen. pótesis de por sí más verosímil que la del pótesis de que era cierto, sobre todo a la luz de la
Como bien observó Carlos Ra- crimen pasional propugnada por la bien documentada historia de relaciones coludidas
mírez a los pocos días de haber entonces procuradora del D.F., entre la CIA y las más altas autoridades mexicanas.
entregado el fiscal especial Victoria Adato Green. Como En el plano operativo es de conocimiento público
su informe, “García Do- se acordarán algunos lecto- que la antigua Dirección Federal de Seguridad ve-
mínguez no cumple con res, durante varios años nía siendo casi una dependencia de la CIA, hasta el
el objetivo de aclarar el nosotros insistíamos en insospechado extremo de poner personal de la DFS
crimen. Al contrario, la hipótesis de coludidos a las órdenes de los americanos, como reveló recien-
enreda más las cosas, extranjeros desde las temente el veterano de la seguridad mexicana Jorge
padece de lagunas ju- páginas de unomásuno Carrillo Olea (Proceso, No. 1930). “Había una casa
rídicas, policiales y y la Revista mexicana de en la colonia Anzures donde vivían agentes de la DFS
políticas, concluye a comunicación, empeño al servicio de la CIA”, recuenta Carrillo Olea. “Los
base de suposiciones y nuestro que disgustó estadunidenses les pagaban, los vestían, les ordena-
ofrece acusaciones con- sensiblemente a las au- ban. En total eran 10 elementos asignados al servicio,
tundentes que cualquier toridades encargadas de las 24 horas, para seguir órdenes directas de la CIA.
abogado penalista con manejar el caso Buendía. Recibían una compensación en dólares”.
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IPS y por tanto habían sido estos años que hemos tra-
autorizadas por el propio tado a Harrison, nos ha
A los nueve meses de cerrarse la gobierno mexicano. Du- llamado bastante la aten-
fiscalía especial, pudimos plan- rante casi dos décadas ción la inquietud que le
Harrison se asociaba y parece ocasionar el caso
tearle de nuevo a García Do- colaboraba con algunos Buendía. Es una especie
mínguez la hipótesis de haberse de los personajes más de obsesión que sugiere
inmiscuido la CIA en el complot renombrados de la segu-
ridad mexicana; citamos
la posibilidad de haber
tenido él algo que ver
para ultimar a Buendía. Nos entre otros a Miguel Na- con el asesinato. En todo
respondió que, efectivamente, zar Haro, Javier García Pa- caso, afirma Harrison que
niagua, Florentino Ventura, el verdadero móvil del homi-
él mismo había sondeado esa Mario Arturo Acosta Chapa- cidio fue el conocimiento que
posibilidad con sus contactos en rro, Jorge Carranza Peniche y José tuvo Buendía de la colusión de la
la embajada de Estados Unidos, Antonio Zorrilla Pérez, asociaciones CIA y altos oficiales mexicanos con
éstas que de por sí hacen constar su peso los narcotraficantes en apoyo a los contras
pero que, “como era de esperar”, operativo como agente encubierto del otro lado. nicaragüenses. El verdadero autor intelectual del
no recibió “ninguna coopera- Al contrario de lo que han afirmado varios reporteros asesinato, nos aseveró, fue el coronel Oliver North – el
mexicanos, al regresar a Estados Unidos no se acogió mismo que pronto protagonizaría el llamado escánda-
ción de ese lado”. Harrison al programa de testigos protegidos, sino que lo Irán/Contra.
conservó el nombre ficticio que le había dado la CIA Y por el mismo motivo, enfatiza Harrison, murió el
un cuarto de siglo antes (su nombre de nacimiento es agente antinarcótico Kiki Camarena, como hasta ahora
De la parte americana, por acuerdo mutuo de los George Marshall Davis), se licenció en derecho, luego ha revelado el ex coordinador de la Operación Leyen-
dos gobiernos, la CIA había colocado al menos uno abrió su propio bufete de abogados. Nosotros lo cono- da, Héctor Berréllez, y recién ha sensacionalizado el
de los suyos, Lorenzo (Lawrence Victor) Harrison, en cimos en el 2004 y desde entonces hemos sostenido un semanario Proceso. (Berréllez nos confirmó el explosivo
la DFS, a la vez que en la Dirección General de In- diálogo continuo sobre el caso Buendía y otras facetas detalle hace ya una década pero aún no se animaba a
vestigaciones Políticas y Sociales (IPS), ambas depen- de sus labores clandestinas en México. denunciarlo públicamente). Es, a fin de cuentas, Lo-
dencias de la Secretaría de Gobernación. A la fecha Bien nos consta que Lorenzo Harrison no es ni renzo Harrison quien establece el vínculo entre los ca-
del asesinato de Manuel Buendía, Harrison se había payaso ni farsante, como en determinados momen- sos Buendía y Camarena. Es él en su propia persona,
insinuado en el cártel de Guadalajara, donde reali- tos se ha querido hacer creer. Demasiado enciclopé- o sea, por su extraordinaria actuación como agente de
zaba tareas de espionaje que le daban conocimiento dico resulta su conocimiento de la realidad mexicana la CIA durante largos años en México, la insoslayable
directo de los vínculos de la CIA con los principales de las últimas décadas del siglo pasado y de los múl- prueba empírica de que la CIA sí se entendía con el nar-
capos del narco mexicano y de éstos con la contra tiples actores que en esos años sembraron la violencia co mexicano para sus propios fines geopolíticos. Como
nicaragüense. Surge Harrison a la luz pública por a lo largo y lo ancho del país; demasiado conocedor nos comentó en una ocasión Jesús Blancornelas, “si los XV
primera vez en 1990 como testigo de la parte acusa- de la historia clandestina de México para no haber narcotraficantes tuvieron algo que ver con el asesinato
dora en un juicio federal contra Rubén Zuno Arce, sido participante directo en ella. Por nuestras propias de Manuel Buendía, no habrá sido por el narcotráfico”.
cuñado del ex presidente de México Luis Echerevrría investigaciones hemos podido confirmar que él sí era Nada que ver con “las charolas”, nos enfatizó Harrison,
Álvarez. A Zuno se le acusaba de ser cómplice en el agente de la CIA, que conocía a fondo el caso Buen- refiriéndose a las para entonces muy comentadas cha-
asesinato del agente antinarcótico estadounidense día, y que es, por tanto, fuente clave para esclarecer el rolas de la DFS otorgadas a los traficantes por el mismo
Enrique (“Kiki”) Camarena Salazar. asesinato de Don Manuel. director de la DFS, Pepetoño Zorrilla.
Lamentablemente, algunos reportajes sobre el pro- En los círculos policiacos y de inteligencia mexica- A los nueve meses de cerrarse la fiscalía especial,
ceso de Zuno aparecidos en la prensa mexicana incu- nos, nos asegura Harrison, se sabía con cinco semanas pudimos plantearle de nuevo a García Domínguez la
rrieron en un chauvinismo burdo, tachando al gringo de antelación que iban a asesinar a Manuel Buendía. hipótesis de haberse inmiscuido la CIA en el complot
Harrison de “mentiroso patológico” y “disperso men- Lo sabía el propio Harrison. No sólo lo sabía, sino que para ultimar a Buendía. Nos respondió que, efecti-
tal”, sin reconocer lo que patentizaba su propio testi- posteriormente pudo adquirir una de las motos que se vamente, él mismo había sondeado esa posibilidad
monio, es decir, que era un agente americano, cuyas trajeron al D.F. especialmente para el operativo contra con sus contactos en la embajada de Estados Unidos,
actividades de espionaje se coordinaban con la DFS e Buendía, una potente Kawasaki roja de 1200 cc. En pero que, “como era de esperar”, no recibió “ninguna
cooperación de ese lado”. De todos modos, agregó, el
hecho de que a Zorrilla se le imputara el motivo de
querer encubrir su contubernio con el cártel de Gua-
dalajara “no excluía en absoluto la posible presencia
de otros individuos ajenos al narcotráfico o bien in-
miscuidos en él para otros fines”.
En cuanto a su propia actuación como fiscal espe-
cial, nos explicó, tuvo que acatarse a las reglas de la
praxis jurídico-política del país. Más allá no le cabía
aventurarse, de modo que había demostrado lo poco
que le cupo demostrar: un autor intelectual, otro ma-
terial y tres cómplices. De ahí en adelante, nos expre-
só con mirada fija, les quedaba a otros investigadores
esclarecer “hipótesis aún pendientes”.
De nuestra parte, van casi treinta años que in-
dagamos el caso Buendía. A estas alturas nos com-
place saber que ya podemos aportar algunos datos
adicionales que iluminarán con mayor intensidad
las circunstancias en que fue vilmente abatido Don
Manuel. Los resultados de nuestra prolongada in-
vestigación se ofrecerán al público lector en un libro
que recién terminamos, el cual será editado por la
Universidad de Wisconsin con el título Eclipse of the
Assassins. The slaying of Manuel Buendía. Deberá salir
en el primer semestre del 2015.