Está en la página 1de 6

Isidro y Edgardo. Ambos frente a alguien que no vemos.

Edgardo fuma un
cigarrillo y se ve nervioso. Isidro, casi siempre con expresión neutral, cargada de un
sutil enfado que ya es parte de su personalidad.

VOZ: (A Edgardo) ¡Disculpe, no se puede fumar aquí, lo siento!

Edgardo apaga su cigarro.

VOZ: Como le dije, este cuestionario, aparte de abordar la cuestión de si

ustedes presentan síntomas, se extenderá también hacia hábitos

alimenticios y de higiene en general. (Pausa) Esto con el fin de que

ustedes, si están libres del virus, puedan prevenir un futuro contagio,

¿estamos?

Los dos asienten con la cabeza.

VOZ: ¡Pues bien! (A Edgardo) Empecemos con… ¿usted?

Edgardo e Isidro se voltean a ver, este último cierra los ojos asintiendo
levemente con el rostro.

VOZ: ¿Has estado con alguna persona que tenga Coronavirus?

EDGARDO: No recuerdo. Frecuento a mucha gente, no me gusta aislarme.

VOZ: ¿Ha tenido fiebre, o dolor de cabeza, o tos?

EDGARDO: No.

VOZ: ¿Dolor en el pecho, dolor de garganta, dificultad para respirar,

escurrimiento nasal, dolor en el cuerpo o conjuntivitis?

EDGARDO: Sí, pero lo normal.

VOZ: ¿Sí a qué y porque dice “lo normal”?

EDGARDO: Me refiero a que tengo algunos de esos síntomas, pero me vienen de

mucho antes de la pandemia. Me duele la garganta, pero quizá es por

1
el cigarro. Luego esto, por consecuencia, trae dificultades para

respirar, ¿no? El dolor en el cuerpo es algo normal, achaques de la

edad. Y, por último, ¿quién no padece de un poco de conjuntivitis en

esta ciudad tan contaminada?

VOZ: ¿Tiene alguna de las siguientes condiciones: diabetes, hipertensión,

obesidad, problemas cardiacos, asma, EPOC, VIH, cáncer?

EDGARDO: No, pero hace tiempo sufrí un grave accidente y los doctores me

tuvieron que abrir en canal. A raíz de aquello tengo un marcapasos.

VOZ: ¿Entonces es evidente que usted ha sufrido al menos un infarto?

EDGARDO: Se puede decir que sí.

VOZ: ¡Muy bien! ¿Siente dolor al respirar?

EDGARDO: Sí, pero también, ¡incluso!, al hablar. Le digo eso tiene que ver con la

edad y el cigarro. Fumo mucho y no puedo dejarlo y no quiero dejarlo.

¡No creo que tenga que ver con el famoso virus!

VOZ: ¿Siente falta de aire al caminar algunos pasos?

EDGARDO: ¡Pero desde joven! Yo no camino casi, tengo coche. Si me puedo

evitar la pena de andar a pie, no me importa gastar gasolina.

Isidro, que ha ido escuchando con desaprobación contenida todo lo que Edgardo
dice, se tapa el rostro lanzando un resoplido.

VOZ: ¿Últimamente ha sufrido de diarrea o vomito?

EDGARDO: Sí, pero por andar crudo. No se puede hacer mucho en estos tiempos

y me da por agarrarme unas de buró, que pa´que le cuento. (Ríe)

VOZ: ¿Ha perdido el sentido del olfato o del gusto?

2
EDGARDO: ¡No, que va! Si eso me pasara, me suicido.

VOZ: ¡Perfecto! Dada sus respuestas, es difícil determinar si usted padece el

virus o no. Sin embargo, en base a las justificaciones que me ha

dado, podemos suponer que no. Ahora bien, es importante que, de

ahora en adelante, usted comience a cuidarse y, por supuesto,

cambiar algunos hábitos. ¡Vayamos a la encuesta sobre su estilo de

vida!

EDGARDO: ¡Perdón! ¿A qué viene eso?

VOZ: Sus hábitos de salud.

EDGARDO: ¡Ah!

VOZ: ¿Come al menos dos porciones de fruta al día?

EDGARDO: (Riendo) ¡Ni siquiera una al mes! Me gusta mucho la manzana, pero

sólo si es ingrediente de algún postre. ¡Un pie, por ejemplo!

VOZ: ¿Come, al menos, una porción de verdura al día?

EDGARDO: ¡Menos, ni al día ni nunca! De hecho, la tengo prohibida por mi

médico.

VOZ: ¿Tiene prohibida las verduras?

EDGARDO: ¡Sobre todo las hojas verdes!, espesan la sangre y eso es malo para

el marca pasos.

VOZ: ¿Bebe de cuatro a ocho vasos de agua diarios?

EDGARDO: (Sonriendo) ¡También se la debo! El agua sola no me gusta, me sabe

espantosa y también la tengo prohibida. No sé qué sucede que

también provoca un conflicto particular…

3
VOZ: ¿Con el marca pasos?

EDGARDO: ¡Así es!

Un silencio. Edgardo voltea a ver a Isidro haciendo un gesto de inocencia.

VOZ: ¡Bien! ¿Se relaja usted y descansa al menos una vez a la semana?

EDGARDO: (Pausa) ¡Sí, se puede decir que sí! ¡Hasta más! Ahora, en estos

tiempos que no hay nada que hacer, me la pasó en mi sillón favorito,

leyendo o viendo una película.

VOZ: ¿Practica algún deporte por lo menos una vez a la semana?

EDGARDO: Tengo alma de artista.

VOZ: ¿Y eso qué quiere decir?

EDGARDO: Que, así como le tengo fobia al agua y a las verduras, no soporto el

espíritu de competencia. Además, es peligroso que me agite, por mi

condición.

VOZ: ¿Come carne roja más de cuatro veces a la semana?

EDGARDO: ¡Hasta más! Eso, para que vea, estoy muy bien alimentado. ¡Soy un

carnívoro nato!

VOZ: ¿Come pasteles, dulces y golosinas a diario?

EDGARDO: ¡Fíjese que sí! Y no me empalago. Yo creo que mi temperatura

corporal es baja y tiendo a tener periodos en que me siento decaído,

entonces la azúcar…

VOZ: ¡Señor, Edgardo! ¿Come tocino, margarinas y embutidos a diario?

4
EDGARDO: Pues no sé si diario, pero cuando se da la ocasión, no pierdo la

oportunidad de hacerlo. El jamón serrano, usted lo habrá probado, es

un manjar que no se puede desperdiciar.

VOZ: ¿Se salta alguna de las tres comidas o su tiene un horario irregular

para comer?

EDGARDO: ¡No! La hora de la comida, a mediodía es lo más importante para, mí.

Suelo ir a una fonda cerca de mi trabajo. Te dan sopa, arroz con un

huevo, guisado con frijoles, tortillas, refresco…

VOZ: ¿Toma café?

EDGARDO: Si, pero en realidad muy poco.

VOZ: ¿Cuánto?

EDGARDO: Podemos decir que de 10 a 12 tazas.

VOZ: ¿A la semana?

EDGARDO: ¡No, al día!

VOZ: Y… ya dijo que fumaba, ¿verdad?

EDGARDO: ¡Y no pienso dejarlo! (Pausa) Oí que el cigarro no es riesgo de

contagio, como sí lo es la obesidad, ¡por ejemplo!

VOZ: ¡Bien! (Pausa) Vamos con usted, señor…

ISIDRO: Isidro… Isidro Balbuena…

VOZ: Señor Isidro, quisiera ahora empezar por los hábitos alimenticios, ya

que veo que se están volviendo una cuestión digna de poner atención.

(Pausa) ¡Dígame! ¿Usted si come frutas y verduras?

5
ISIDRO: ¡Por supuesto que sí! ¡Todos los días! ¡Yo no soy Edgardo!

Edgardo se vuelve sorprendido a ver a Isidro. Este le responde alzando las cejas
en actitud desafiante. Edgardo lanza un suspiro.

También podría gustarte