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EL SISTEMA VENEZOLANO DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO

La Ley de Derecho Internacional Privado en Venezuela

La Ley de Derecho Internacional Privado consta de 64 artículos, divididos en


12 Capítulos, titulados "Disposiciones generales", "Del domicilio", "De las personas",
"De la familia", "De los bienes", "De las obligaciones", "De las sucesiones", "De la
forma y prueba de los actos", "De la jurisdicción y de la competencia", "De la
eficacia de las sentencias extranjeras", "Del procedimiento" y "Disposiciones finales".
La Ley comprende esencial y casi exclusivamente normas de Derecho Civil
Internacional, ya que, de igual manera que el Derecho Civil constituye, en el Derecho
material o interno, la matriz nuclear del Derecho privado, en el Derecho Civil
Internacional se encuentran las bases esenciales para la construcción del sistema de
normas de Derecho Internacional Privado.

Los objetivos primordiales de la LDIP son:

a) Resolver los antiguos problemas del sistema venezolano de Derecho


Internacional Privado, caracterizado por sus contradicciones entre los artículos
contenidos en el Título Preliminar del Código Civil (8, 9, 10, 11 y 26), por su
carácter estatutario, por la dispersión e sus disposiciones en los códigos y en
leyes especiales y por el inadecuado factor de conexión personal;
b) Ajustar la legislación venezolana de Derecho Internacional Privado a la
realidad social del país;
c) Adaptar las soluciones internas a los avances consagrados en la
codificación convencional, especialmente las convenciones de La Haya y las
convenciones interamericanas sobre Derecho Internacional Privado;
d) Adaptar las soluciones venezolanas al desarrollo universal de la materia y a
las legislaciones más recientes, que se han convertido en instrumentos válidos
para el armónico desarrollo de las relaciones jurídicas entre los particulares.

Antecedentes

 Proyecto De Ley De Aplicación Del Derecho Internacional Privado, 1912,


Pedro Manuel Arcaya; (integrante de la Comisión Revisora del Código de
Procedimiento Civil Código de Enjuiciamiento Criminal, Ley de Aplicación de
Derecho Internacional Privado): propuso que se eliminaran de todos los códigos
las disposiciones de Derecho Internacional Privado y se reunieran en una ley
especial, así, presentó su Proyecto, que a pesar de estar incluido en la orden del
día, no fue discutido. Una vez nombrado MRI, convencido del territorialismo
imperante, desistió.

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 Proyecto De Ley De Normas De Derecho Internacional Privado, 1963:
elaborado en 1963 por una Comisión nombrada por el entonces Ministro de
Justicia, Andrés Aguilar, la misma estuvo integrada por los juristas Joaquín
Sánchez Covisa, Roberto Goldschmidt Y Gonzalo Parra-Aranguren, el trabajo
original fue ligeramente modificado por los mismos proyectistas en 1965. Entre
las razones por las que este Proyecto no fue convertido en Ley podemos referir la
falta de madurez del foro venezolano para la aplicación práctica del Derecho
Internacional Privado, las dificultades inherentes a su adaptación a la legislación
vigente debido a lo novedoso de sus soluciones, así como la falta de interés por la
materia, el cual se redujo a las aulas universitarias y a las corporaciones
científicas.

 Proyecto De Ley De Derecho Internacional Privado, 1995-96: a iniciativa de


todas las cátedras de Derecho Internacional Privado, en 1995, se procede a la
revisión y actualización del Proyecto de 1965. Se mantienen sus disposiciones
fundamentales, se adapta a nuevas Leyes vigentes en Venezuela y se recoge en su
articulado la evolución de la doctrina y de la jurisprudencia. Este Proyecto fue
aprobado el 6 de agosto de 1998 y entró en vigencia el 6 de febrero de 1999.

Fuentes del sistema Venezolano de Derecho Internacional Privado

El artículo 1º de la Ley de Derecho Internacional Privado establece el orden


escalonado y jerárquico de fuentes en materia de "conflictos de leyes", en los
siguientes términos: "Los supuestos de hecho relacionados con ordenamientos
jurídicos extranjeros se regularán por las normas de Derecho Internacional Público
sobre la materia, en particular las establecidas en los tratados internacionales vigentes
en Venezuela; en su defecto, se aplicarán las normas de Derecho Internacional
Privado venezolano; a falta de ellas, se utilizará la analogía y, finalmente, se regirán
por los principios de Derecho Internacional Privado generalmente aceptados".

La primera fuente son las normas de Derecho Internacional Público, es decir,


los "tratados". Por razones que ignoramos, el legislador utiliza un lenguaje equívoco
cuando después de aludir a dichas "normas", utiliza las expresiones "en particular las
establecidas en los tratados", como si existiesen normas de Derecho Internacional
Público distintas a las propias de los Tratados, lo cual dista de ser cierto: las únicas
normas de Derecho Internacional Público son las contenidas en los tratados. No hay
otras.
Para 1.998 Venezuela había suscrito y ratificado, en materias de Derecho
Internacional Privado, 12 Convenciones y 2 Protocolos Adicionales.

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Las fuentes enumeradas en el artículo 1º de la Ley en comento concuerdan
con las señaladas en los artículos 4 del Código Civil (único aparte) y 8 del Código de
Procedimiento Civil, los cuales establecen: "... Cuando no hubiere disposición precisa
de la ley, se tendrán en consideración las disposiciones que regulan casos semejantes
o materias análogas; y si hubiere todavía dudas, se aplicarán los principios generales
del derecho". "En los casos de aplicación del Derecho Internacional Privado, los
jueces atenderán primero a los tratados públicos de Venezuela con el Estado
respectivo, en cuanto al punto en cuestión; en defecto de tales tratados, aplicarán lo
que sobre la materia dispongan las leyes de la República o lo que se desprende de la
mente de la legislación patria, y en último lugar se regirán por los principios de dicho
Derecho aceptados generalmente".

Lo que en materia de Derecho Internacional Privado disponen las leyes de la


República -fuente aplicable en defecto de tratados- es precisamente lo previsto en la
novísima Ley de Derecho Internacional Privado y en cualesquiera otras "normas de
conflicto" de nuestro derecho interno.

Fuentes Internas

El sistema interno venezolano de conflicto de leyes, como la mayoría de los


ordenamientos jurídicos latinoamericanos, nace primordialmente bajo la influencia de
dos factores que lo acompañan a lo largo de su evolución: la recepción del Código
Napoleón con su estructura estatutaria y, posteriormente, de la escuela italiana de
Mancini; y el apego al territorialismo del Código de Andrés Bello.

Efectivamente, las disposiciones internas de esta materia aparecen en el


primer Código Civil venezolano, en 1862, y guardan extraordinaria similitud con el
artículo 3 del Código Napoleón.

Bajo esta influencia, el primer Código Civil de Venezuela, incorpora los tres
estatutos en los artículos, 8 (actualmente 9), 9 (actualmente 10) y 11 (actualmente 11
también).

Constitución de la República bolivariana de Venezuela, 1999

Como todas las ramas jurídicas, el derecho internacional privado desarrolla en


el marco constitucional y no sólo porque en la actualidad todo el ordenamiento
jurídico se han “constitucionalizado”. Hay que evidenciar relaciones entre la carta
magna y las fuentes de derecho internacional privado. También encontramos en la

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constitución los principios rectores para la aplicación de la ley del derecho
internacional privado nuestro principal fuente interna en esta materia.

Código Civil
Entre los objetivos de esta ley está resolver los antiguos problemas del sistema
venezolano de Derecho Internacional Privado, caracterizado por sus contradicciones
entre los artículos contenidos en el Título Preliminar del Código Civil (8, 9, 10, 11 y
26), por su carácter estatutario, por la dispersión de sus disposiciones en los códigos y
en leyes especiales y por el inadecuado factor de conexión personal.

Así en el capítulo III, referido a las personas, incluye entre sus modificaciones
más importantes, frente al sistema venezolano consagrado en el Código Civil, las que
se derivan de la aplicación del principio domiciliario, tal y como ocurre en materia de
familia y sucesiones. Además, se prevé la regulación de las personas jurídicas
(artículo 20), según lo dispuesto en la Convención Interamericana sobre Personalidad
y Capacidad de Personas Jurídicas en el Derecho Internacional Privado.

Con la entrada en vigor de la Ley, se incluye una cláusula derogatoria


comprende, especialmente, los artículos 9, 10, 11, 26 (en su parte final), 104, 105,
106, 107, 108 y 879 del Código Civil.

En lo que concierne al artículo 8 del Código Civil se observa que, una vez
aprobada esta Ley, desaparecen las dudas originadas por su interpretación y su
transcendencia se reduce a una declaración formal, sin influencia en el sistema de
Derecho Internacional Privado.

Código Mercantil
En el caso del Derecho Mercantil Internacional, se ha preferido no establecer
una regulación especial independiente. Ello confluye, de un lado, en esta materia, con
las orientaciones tendentes a la unificación del Derecho Privado, pero se justifica,
sobre todo, porque las normas de conflicto fundamentales, que son las únicas que
habrían tenido cabida en la ley, son las mismas normas de Derecho Civil
Internacional o se derivan lógicamente de ellas. Por otra parte, se ha juzgado que las
normas relativas a temas muy especiales, como las referentes a Derecho Cambiario,
Seguros, Quiebras o compañías de Comercio o bien escapaban a las características
generales de esta ley, o bien —como sucede señaladamente en el caso de las
Sociedades Mercantiles— debían desarrollarse en el seno de la propia ley mercantil
dentro de los principios generales que la ley de Derecho Internacional Privado señala.

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Los Proyectos del 2 Libro del Código de Comercio y de la Ley General de Títulos
Valores y Operaciones Bancarias comprenden, en efecto, tales disposiciones.

Leyes especiales.
Debido al carácter general de la ley del Derecho Internacional Privado
conserva su vigencia algunas disposiciones contenidas en leyes especiales. Estas
disposiciones se refiere al derecho aplicable y a la jurisdicción, así como a normas
imperativas.

A continuación se citan ejemplos de estas leyes especiales:


 a) La ley que Regula y Fomenta la Multipropiedad y el Sistema de
Tiempo Compartido. Determina que los contratos sobre
multipropiedad y tiempo compartido, celebrados conforme con
ordenamientos jurídicos extranjeros, para ser ejecutados en territorio
venezolano, se regirán por el derecho venezolano en todo lo referente
la creación, regulación o extinción de los derechos reales (artículo 3).
Esta solución responde el artículo 10 del código civil, derogado por el
artículo 27 de la ley del Derecho Internacional Privado, así como las
normas imperativas en materia turística, urbanística y de protección al
consumidor y el usuario.
 b) Ley sobre derecho de autor. Determina cuanto a las diversas obras
de ingenio se aplicara el derecho venezolano (artículo 125-129).
 c) Ley de Arbitraje Comercial. Prevé la posibilidad de reconocimiento
automático de los laudos arbitrales y, en consecuencia, la posibilidad
de ejecución forzosa sin previo exequatur (artículo 48).
 d) Ley orgánica para la protección del niño y del adolescente. Regula
la adopción internacional.
 e) Ley de mensajes de datos y firmas electrónicas. Establece sobre
solemnidades y formalidades de ciertos actos (artículo seis), sobre
presunción del domicilio (artículo 12) y sobre la eficacia jurídica de
los certificados electrónicos extranjeros (artículo 44).
 f) Ley de comercio marítimo.
 g) Ley de procedimiento marítimo. El capítulo II, intitulado "de la
jurisdicción de la competencia los tribunales marítimos", se establece
jurisdicción de los tribunales marítimos se determinará por lo
dispuesto en las leyes respectivas de los tratados y convenios
internacionales (artículo 5).

LAS FUENTES INTERNACIONALES

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Las normas convencionales: problemas de aplicación

1º. Las normas de un tratado internacional sólo son aplicables, en principio, a las
relaciones entre estados que son partes del mismo y no con otros estados.

2º. El ámbito material de aplicación del tratado puede no ser idéntico para todos los
estados firmantes. Hay que estar a las reservas formuladas por alguno o algunos
estados.

3º. En caso de tratados sucesivos hay que examinar si todos los estados firmantes del
primero lo son también del segundo.

4º. Hay que examinar la relación entre el tratado y la norma de fuente estatal que
regula la misma materia: Esta última regula los supuestos de tráfico externo con
carácter general mientras que el tratado normalmente sólo regula aquellos supuestos
conectados con los estados partes, por lo que cabe estimar que la norma interna actúa
como norma general y la convencional como norma especial en la materia regulada
por una y otra. No obstante, esta conclusión se modifica en caso de que el tratado se
aplique a todas las relaciones externas y no sólo a los casos vinculados con los
estados firmantes, pues en este caso el juez deberá aplicar la norma convencional en
sustitución de la norma interna.

5º. Por último, las normas de D.I.P. contenidas en un tratado internacional no se


interpretan según los criterios de interpretación de cada estado, sino que deberán
seguirse las reglas de interpretación de los tratados actualmente codificadas en el
Convenio de Viena de 1969.Y dado que la finalidad del tratado es la unificación de
los sistemas estatales de Derecho Internacional Privado, creando soluciones comunes,
el intérprete deberá tener en cuenta este objetivo, tratando de lograr una interpretación
uniforme entre todos los estados partes.

Norma de conflicto y norma de derecho material

La Ley de Derecho Internacional Privado contiene la normativa del


Derecho Venezolano "interno" en los supuestos de hecho contentivos de elementos de
extranjería (los "tratados" constituyen, por así decirlo, la normativa de carácter
"internacional"). Dicho de otro modo: cuando un caso de la vida real, jurídicamente
relevante, sólo guarda relación con el sistema legal venezolano, porque sus
protagonistas son venezolanos, los hechos acontecen en Venezuela y cualesquiera
otros de sus elementos están vinculados a nuestro país, no cabe duda alguna acerca de
la procedente y exclusiva aplicación del derecho interno venezolano. Cuando, a
diferencia de la hipótesis anterior, un supuesto de hecho dado se halla vinculado a
varios ordenamientos jurídicos simultáneamente vigentes, se plantea entonces la

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necesidad de determinar cuál de esos ordenamientos es el aplicable. La norma de
Derecho Internacional Privado, o "norma de conflicto" (terminología acuñada por el
derecho anglosajón y ampliamente difundida), es la preceptiva encargada de hacer
ese señalamiento.

En la dogmática internacional privatista se distingue la norma de derecho


internacional privado y la "norma de derecho material" (distinción que tiene una
relevancia especial, como ulteriormente veremos, al hablar de la institución del
"reenvío"). Ya hemos dicho que la norma de Derecho Internacional Privado es la
indicante o indicadora del ordenamiento jurídico aplicable a un caso de la vida real
conectado a diversos ordenamientos jurídicos simultáneamente vigentes, es decir, a
un caso contentivo de elementos de "extranjería". A diferencia de dicha norma, la de
derecho material es la regla sustantiva que regirá el caso en definitiva.

Hemos hecho estas precisiones terminológicas para facilitar la comprensión


de nuestras disquisiciones restantes.

Composición del sistema venezolano

El Derecho Internacional Privado venezolano tenía carácter estatutario con


influencia Manciniana, producto de la recepción del Código Napoleón y,
posteriormente, de la escuela italiana de Mancini.

El estatuto personal se encontraba regulado en los artículos 9 y 26 del Código


Civil, normas que consagraban la nacionalidad como factor de conexión personal. El
estatuto real estaba sometido a la regla lex rei sitae, de acuerdo a lo establecido en el
artículo 10 del mismo código. El artículo 11, al regular la forma de los actos (estatuto
mixto), los sometía a la ley del lugar de su celebración.

Por otra parte, el artículo 8 del Código Civil -norma territorialista- obligaba
aplicar a todos los habitantes de la República las leyes venezolanas. Este artículo,
incluido bajo la influencia del Código Bello (2), no acoge la calificación que hace su
similar en el Código Napoleón, al referirse a las leyes de policía y seguridad, lo cual
dificulta aún más su aplicación práctica.

La coexistencia de dos elementos antagónicos, esto es, un sistema estatutario con


factor de conexión nacionalidad, por una parte y la vigencia de una disposición
absolutamente territorialista, por la otra, motivaron la aplicación abusiva de la lex fori
por parte de los tribunales venezolanos.

Sin embargo, la doctrina se preocupó por encontrar una interpretación congruente


a esta disposición territorialista. Así, Lorenzo Herrera Mendoza buscó una solución,

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interpretando la norma a la luz de los términos establecidos en el Código Napoleón,
esto es, limitándola a las normas de orden público. Esta interpretación no fue
totalmente convincente, por cuanto la calificación de una norma como de orden
público, es tarea que corresponde al legislador, como lo hizo el Código Napoleón.

Joaquín Sánchez Covisa, José Muci Abraham y Gonzalo Parra-Aranguren,


propusieron una interpretación distinta que ha permitido un desarrollo mas
congruente de nuestra materia, aún con las dificultades que implica la existencia de
este "hibridismo antagónico", como llamó Lorenzo Herrera Mendoza al divorcio
entre la personalidad y el territorialismo. Para estos notables juristas, cuando el
Código Civil ordena aplicar la ley venezolana a todos los habitantes de la República,
se refiere al ordenamiento jurídico considerado en su conjunto, lo cual incluye
también al Derecho Internacional Privado. Por lo tanto, cuando la norma de conflicto
venezolana ordena aplicar el derecho extranjero, el juez debe obedecer dicho
mandato.

A pesar de esta última interpretación que permitía la aplicación del derecho


extranjero, el artículo 8 del Código Civil continuaba siendo una efectiva barrera para
la aplicación del ordenamiento jurídico extranjero o, por lo menos, como una
justificación "válida" para no aplicarlo.

A esta situación se añade la escasez de tratados internacionales sobre la materia,


así como la falta y la dispersión de normas de Derecho Internacional Privado
(Venezuela sólo había ratificado el Código Bustamante y el Acuerdo Boliviano sobre
Ejecución de Actos Extranjeros) en el Código Civil, en el Código de Comercio, en el
de Procedimiento Civil y en algunas leyes especiales, lo cual dificultaba la solución
de casos con elementos extraños.

Por otra parte, a las contradicciones intrínsecas, propias del sistema venezolano,
se les agregó una brecha entre las regulaciones internas y las soluciones consagradas
en los tratados internacionales ratificados por Venezuela. Las Convenciones
Interamericanas sobre Derecho Internacional Privado, especialmente las
Convenciones sobre Normas Generales de Derecho Internacional Privado, la relativa
al Derecho Aplicable a los Contratos Internacionales, así como, la Convención sobre
Eficacia Extraterritorial de las Sentencias y Laudos Arbitrales Extranjeros, ofrecen
numerosos ejemplos de soluciones ausentes en la legislación interna venezolana, o
contradictorias a las mismas, lo cual creaba incongruencia entre las soluciones
contenidas en fuentes internacionales y en la normativa interna. Con la promulgación
de la Ley se eliminan estas incongruencias y se logra la armonía en las soluciones de
los casos con elementos extraños.

Este panorama, sin lugar a dudas, revelaba la necesidad de regular la materia


referente al Derecho Internacional Privado, en un instrumento autónomo, como lo es
la nueva Ley que armoniza y adapta las soluciones de los casos con elementos

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extraños a los tratados vigentes en Venezuela, a la realidad de nuestro tráfico externo
y a las tendencias universales en esta materia.

El Código de Bustamante, su importancia.

El Código de Derecho Internacional Privado (también conocido como Código


de Bustamante) es un tratado que pretendió establecer una normativa común para
América sobre el Derecho internacional privado. La idea de dicha normativa común
fue promovida por Antonio Sánchez de Bustamante y se concretó durante el 6°
Congreso Panamericano celebrado en Cuba en 1928, específicamente en el
documento final, el Tratado de La Habana, se adjunta en el anexo el Código de
Derecho Internacional Privado.

El Código de Derecho Internacional Privado (también conocido como Código


de Bustamante) es un tratado que pretendió establecer una normativa común para
América sobre el Derecho internacional privado.

La idea de dicha normativa común fue promovida por Antonio Sánchez de


Bustamante y se concretó durante el 6° Congreso Panamericano celebrado en Cuba
en 1928, específicamente en el documento final, el Tratado de La Habana, se adjunta
en el anexo el Código de Derecho Internacional Privado.

El Código en cuestión no tuvo gran aceptación; Estados Unidos se retiró a


mitad de las negociaciones, México y Colombia no firmaron dicho tratado,
Argentina, Uruguay y Paraguay decidieron regirse por las normas de Montevideo en
lo relativo al Derecho Internacional Privado y el resto de los países ratificaron con
grandes reservas. Es meramente un conjunto de normas las cuales pretenden regular
las relaciones jurídicas de tráfico externo entre los países partes del tratado.

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