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Carl Schmitt
Carl Schmitt
Órdagos teológico-políticos
en los demiurgos de la
Modernidad y la crítica
a la productividad romántica
ISBN: 978-607-8702-22-0
ÍNDICE
Prólogo
Alfredo García Galindo 5
Introducción 11
Dialéctica de lo político 23
El momento liberal 31
El apelo a la Vendée 37
La crítica a la Modernidad 61
El cogollo hobbesiano 85
Órdagos Teológico-Políticos 89
Bibliografía 137
PRÓLOGO
1
De acuerdo con la lectura que hace Carl Schmitt sobre el
fenómeno histórico en cuestión y por lo mismo que tuvo que
confrontar a la vez a sus propios demiurgos, para él es a partir
del elemento romántico con el que da inicio la lucha ideológica
total. El antecedente de esta condición histórica que se ha mani-
festado como la razón de ser de los dramáticos acontecimientos
que cimbraron a la historia de los siglos XIX y XX; y parte de lo
que hemos vivido durante la larga noche neoliberal. Que hoy al
parecer pasa por su más profunda crisis y, suponemos, terminal.
El prerromanticismo como momento del nacimiento de la dia-
léctica es, pues, el antecedente del romanticismo. Para Schmitt
los demiurgos son los conceptos novedosos de la humanidad y
la historia. Al Respecto Hugo Dotti escribe lo siguiente; “Los
demiurgos, la “humanidad” y la “historia”, hacen del ser humano
una suerte de instrumento de un proceso superior que desarrolla
por encima de su cabeza”. Schmitt, Carl. Romanticismo político.
Buenos Aires. Universidad Nacional de Quilmes. 2001. p. 17.
14
2
Las leyes de Nuremberg se refieren a la pureza de sangre
en el régimen nazi. “Las leyes de Nuremberg fueron, en efecto,
la introducción en la legislación alemana de la ideología racis-
ta y discriminatoria de Hitler y del partido nacionalsocialista…
las leyes de Nuremberg de septiembre de 1933 establecieron los
principios jurídicos de un racismo de Estado con el motivo de
proteger la sangre alemana del ciudadano alemán contra la de-
gradación, el contagio, la mancilla, de los cuales la “raza judía”
era, según los nazis, el vehículo de trasmisión”. Zarca, Yves-
Charles. Un detalle nazi en el pensamiento de Carl Schmitt. La
justificación de las leyes de Nuremberg de 15 de septiembre de
1935. Barcelona. Anthropos. 2005. p. 13. De la relación de Sch-
mitt con el nazismo, se hablará más adelante.
3
Esta idea contiene muchas aristas. Es parte de un acuerdo
entre Carl Schmitt y Leo Strauss. Siendo a la vez un concepto
clave en sus respectivas tesis teológico-políticas. En su radica-
lidad significa la crítica a la desontologización del mundo, en
particular de su raíz agustiniana.
15
4
Con respecto a la comprensión de dichas oscilaciones, ver
en particular: Starobinski, Jean. Acción y reacción. Vida y aven-
tura de una pareja. México. Fondo de Cultural Económica.
2002. Hirschman, Albert. Retóricas de la intransigencia. Méxi-
co. Fondo de Cultura Económica. 1991.
5
Ver Schmitt, Carl. Romanticismo político.
16
6
Ibidem. p. 31-2.
ESCORZOS TEOLÓGICO-POLÍTICOS
DE LA MODERNIDAD
2
“La fe es el bastión inexpugnable de lo político”. Meier,
Heinrich. Carl Schmitt, Leo Strauss y El concepto de lo político.
Sobre un dialogo entre ausentes. Buenos Aires. Katz. 2008. p.
86. Cabe decir que la ausencia de la fe, por aparte de motivar al
nihilismo en sus derivaciones y variedad, es, para Schmitt, nega-
ción de la metafísica como perdida de la seriedad de la vida que,
al ser montada en el extendido individualismo, pone en crisis a
los sistemas de estatalidad moderna.
3
La política se entiende como la realización, ampliación y
conservación del espacio público en cuanto a la integración de
los individuos reconocidos como ciudadanos. El origen del Es-
tado moderno es, como producto de la secularización moderna,
una relación social e histórica que en general no ha requerido de
la teología para llevar a efecto los fines que la determinan.
19
5
Ver ibidem. p. 97.
6
Como un dato interesante, Jean-Jacques Rousseau decía que
de la Biblia sólo se debe dejar el Libro de Job. Todo lo demás
es desechable como compendio de fábulas. Como tal ese libro
es y representa un verdadero enjambre de interpretaciones. En
este caso nos atrevemos a pensar que a lo que se refiere es al
desarraigo de la tierra. Es decir, a la muerte del Padre. Al Dios
vencido. Es en sí el significado radical de la dichosa muerte de
Dios. Dejando al mundo sólo a la Iglesia como Institución salví-
fica. Y a la propiedad y la mercancía en que somos la cosa que
desea a la Cosa. Sobre este por demás interesante problema, ver
en especial: Rozitchner, León. La cosa y la Cruz. Cristianismo y
22
1
México. Folios. 1985. Presentación de José Aricó. Esta edi-
ción incluye los siguientes textos: Teoría del partisano. Notas
complementarias del concepto de lo “político”.
2
Respecto a la idea de “buen europeo” ver en esp. Duque,
Félix. Los buenos europeos. Hacia una filosofía de la Europa
24
3
La Dictadura. Desde los comienzos del pensamiento moder-
no de la soberanía hasta la lucha de clases proletaria. Madrid.
Alianza. 2013.
4
Galli, C. op. Cit. p. 50.
26
Hilb, Claudia. Más allá del liberalismo. Notas sobre las “An-
6
1
En el mundo los movimientos liberales son de compleja y
diversa factura. Formando amplias tribus intelectuales y acadé-
micas. Aquí nos referimos a aquellos liberales que entienden a
la política como fenómeno histórico del Estado moderno. Laski,
Harold. La gramática de la política. El Estado moderno. Grana-
da. Comares. 2002. Del mismo Laski, ver también: Introducción
a la política. Buenos Aires. Siglo Veinte. 1957. La libertad en
el Estado moderno, Buenos Aires. Abril. 1946. En particular su
más celebre y reconocido estudio histórico sobre el “momen-
to” liberal. El liberalismo europeo. México. Fondo de Cultura
Económica. 1987. Considero que el liberalismo político que
32
1
Ver Pérone, Michel. Vocabulario básico de la Revolución
Francesa. Barcelona. Crítica. 1984. pp. 291-296. También: Dic-
cionario de la Revolución Francesa. Madrid. Cátedra.1989.
2
Sobre las oscilaciones del siglo XIX francés, ver en espe-
cial: Starobinski, J. Acción y reacción. Vida y aventura de una
pareja. México. Fondo de Cultura económica.2202. También,
Hirschman, A. Retóricas de la intransigencia. México. Fondo
de Cultura Económica. 1991.
38
1
Kelsen, Hans. La teoría del Estado en Dante Alighieri.
Oviedo. KRL. 2007.
2
Bloch, Ernest. Derecho natural y dignidad humana. Madrid.
DIKINSON. 2011.
42
3
Más allá de la relevancia que ha tenido este ya largo debate
en torno a la relación entre el Estado y el Derecho a partir de sus
orígenes históricos, lo realmente candente de la lucha de clases
es que a partir de 1789 la idea de justicia ha dependido y depende
de cómo se aborde la cuestión social. Ver: Monero Pérez, José
Luis. La defensa del Estado social de Derecho. La teoría política
de Hermann Heller. Madrid. El Viejo Topo. 2009. Varios. El De-
recho contra el capital. Reflexiones desde la izquierda contem-
poránea. México. Contraste. 2016. Gerardo Ambriz y Ricardo
Bernal. (Coords.).
4
Sobre esta interesante relación existe una buena cantidad
de materiales, pero aquí nos remitimos al interesante estudio
de Heinrich Meier. Ver Op. Cit. Es este autor quien afirma que
Schmitt: “Sembró hostilidad y cosecho hostilidad”. p. 12. Por su
lado Hugo Dotti cuenta que a quien reconoce como el “último
pensador de lo político”, tuvo de igual modo a un interlocutor
que, sin embargo, éste era imaginario: Max Stirner con quien
sostuvo un prolongado monologo en los largos años de prisión.
Reflejando lo que llama “sabiduría de la celda”. Monologo que,
por otro lado, lleva a Heinrich Meier a mencionar al famoso pa-
seante solitario del siglo XVIII francés: Jean-Jacques Rousseau.
Haciendo de este modo una revalorización crítica y actual del
“último Rousseau; esto es, al Rousseau de las “ensoñaciones”.
Ibidem. Ver también sobre el mismo tema: Aramayo, Roberto.
Rousseau y sus ensoñaciones. Ensoñaciones de un paseante so-
litario y otros escritos autobiográficos. Madrid. Plaza y Valdez.
2016.
43
1
Ver Schmitt, C. El Leviatán. Op. Cit.
LA APUESTA POR LA TIARA PAPAL
1
Pró, Diego. Rodolfo Mondolfo. Buenos Aires. Losada. 1968.
p. 14. Es necesario señalar que Schmitt no recurre en su apología
a la Iglesia Católica, al cristianismo primitivo.
52
2004. p. 62.
2
Ver Dante Alighieri. Vida nueva. Tratado de la lengua vul-
gar. México. SEP. 1986.
57
Op. Cit.
4
Maistre, Joseph. Del Papa. Madrid. Feliz Palacios. 1842.
5
Maistre, Joseph. Sobre la soberanía popular. Un anti-con-
trato social. Madrid. Escolar y Mayo. 2014. p. 118.
6
Lugar mítico en el cual pasó Voltaire sus últimos años que-
riendo establecer su anhelada República de las Letras.
59
1
La expresión corresponde al sacerdote jesuita Claudio Cle-
mente en su obra escrita en 1637. Es decir, en el declive y ocaso
de la reacción antimaquiavélica iniciada por Giovanni Botero a
través de su filosofía política de la razón de Estado. Sobre este
significativo movimiento, ver en esp. Velázquez Delgado, Jor-
ge. Antimaquiavelismo y razón de Estado. Ensayos de filosofía
política del Barroco. México. Del Lirio. 2011. De acuerdo con
dicho movimiento lo que los tratadistas defendían era lo que lla-
maron la sabiduría de España y Austria bajo aquellos tiempos
de sangre y pólvora motivados por las Guerras de Reforma y
Contrarreforma. Cuyo momento más álgido fue la Guerra de los
Treinta Años.
2
Véase por ejemplo: Velázquez Delgado, Jorge. Claude Le-
fort: Los surcos del vacío en la noche oscura de lo político. Mé-
xico. Torres. 2016.
66
1
Maistre, J. Sobre la soberanía popular. Un anti-contrato so-
cial. Madrid. Hitos. 2014.
82
2
Schmitt, Carl. El nomos de la Tierra. p. 146.
83
3
Schmitt, C. La dictadura. p. 128.
ÓRDAGOS TEOLÓGICO-POLÍTICOS
5
Schmitt, C. Las dictadura. Desde los comienzos del pensa-
miento moderno de la soberanía a la lucha de clases proletaria.
Madrid. Alianza. 2012. p. 56. Strauss, Leo. Meditación sobre
Maquiavelo. Madrid, Instituto de Estudios Políticos. 1964.
6
La dictadura. p. 128.
101
7
Cfr. Teología política. Op. Cit.
LOS MOTIVOS DE UNA MILITANCIA
POLÍTICA
1
El nomos de la Tierra. p. 134.
108
2
Cfr. Agamben, Giorgio. El Reino y la Gloria. Una genealo-
gía teológica de la economía y del gobierno. Homo sacer, II, 2.
Argentina. Adriana Hidalgo. 2008.
LA PALABRA SOCIALISMO
1
Ver Berstein, Samuel. Blanqui y el blanquismo. Madrid. Si-
glo XXI. 1975.
111
1
Khan. Salah J. Revolución e ironía en la Francia del siglo
XIX. México. Anthropos-UAM. 2016. p. 34.
2
Ver Bourricaud, Francois. Los intelectuales y las pasiones
democráticas. México. UNAM. 1990.
116
1
Recordemos que la productividad romántica es fundamen-
talmente estética. Para la cual no existen los objetos, “solo las
ocasiones”. Schmitt, C. Romanticismo político. Op. cit. p. 148.
El romanticismo parte de este modo de la metafísica de la occa-
sio. Ibidem.
119
2
Lo justo es para el filósofo en cuestión, “la energía de toda
filosofía política”. Ib. 182.
3
Ver ib.
4
pp. 183-84. Para Schmitt el tercero superior es el gobierno
como mediador de las facciones políticas que dan sentido a lo
120
3
Cfr. Hobson, John y Lenin, Vladímir. Imperialismo. Madrid.
Capitán Swing. 2009. Petras, James y Veltmeyer, Henry. Impe-
rio con imperialismo. La dinámica globalizante del capitalismo
neoliberal. México. Siglo XXI. 2006.
4
Ver Traverso, Enzo. Las nuevas caras de la derecha. Con-
versaciones con Régis Maeyran. Argentina. Siglo XXI. 2018.
Querol, José Manuel. La democracia caníbal. El Leviatán y la
amenaza fascista en el siglo XXI. España. Trea. 2019. Finchels-
tein, Federico. Del fascismo al populismo en la historia. México.
Taurus. 2018. Mark, Bray. Antifa. El manual antifascista. Espa-
ña. Capitán Swing. 2018.
129
5
Ver Woolf, S. J. El fascismo europeo. México. Grijalbo.
1970. Marcuse, H. y Rosenberg, A, fascismo y capitalismo. Bar-
celona. Martínez Roca. 1972. Javier Rodrigo. Una historia de
violencia. Historiografía del terror en la Europa del siglo XX.
México. Anthropos-UAM. 2017.
130