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La verdadera historia detrás del vaso

La vida moderna no sería igual si no hubiesen inventado el vidrio. Desde los


vidrios usados en los invernaderos y que nos permitieron cultivar frutas y verduras
en climas templados hasta las lentes de cristal de los telescopios gracias a las
cuales conseguimos explorar los secretos de nuestro sistema solar.

Los primeros recipientes vacíos hechos de vidrio fueron fabricados en 1500 a.C,
pero el arte de hacer vidrio transparente no fue descubierto hasta el 1 d.C, época
en la que se mantuvo como un secreto hasta la caída del Imperio Romano.

¿Qué es el vidrio?

El vidrio es un sólido amorfo que posee muchas de las propiedades del líquido, una
característica que le proporciona la condición atractiva y transparente que todos
conocemos. Se fabrica calentando un número de ingredientes, fundamentalmente
sílice, a temperaturas que llegan a los 1.500 grados.

Posteriormente, este vidrio fundido se agrupa en torno al final de un tubo, muy


parecido a cuando echamos miel en una cuchara. Luego esto se coloca dentro de un
molde y el aire sopla a lo largo del tubo creando una burbuja de vidrio que se
ajusta a la forma requerida.

¿Qué es la corrosión?

Desafortunadamente, la constante exposición al agua caliente y al detergente


elimina las moléculas microscópicas del vidrio. Esto deja huecos e irregularidades
en la superficie que provocan que la luz rebote fuera del vidrio en lugar de
atravesarlo. Y esto es lo que da al vidrio una sensación de poco brillo y opacidad.

¿Cómo se puede prevenir esto?

Puedes proteger el brillo de tus vasos asegurándote de que los metes en el


lavavajillas correctamente. Mientras el lavavajillas está funcionando, hay que
tener cuidado de que los vasos no se golpean, ya que en tal caso pueden aparecer
pequeñas grietas o astillas de cristal. Y recuerda, lo que siempre debes hacer es
usar un detergente para el lavavajillas con el objetivo de evitar la opacidad y
conseguir la mejor limpieza.

Finish Quantum combate este proceso corrosivo evitando que se eliminen las
moléculas del vaso. Para ello usa una única tecnología patentada que funciona como
un escudo protector.

Hay varios momentos durante el lavado en los cuales los vasos sufren un mayor
riesgo, por lo tanto es útil combinar el poder de brillo y protección del
detergente con un buen abrillantador. Esto los protegerá de la corrosión así como
de otros factores que pueden llegar a comprometer el lavado como las manchas de
agua.

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