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St 1,12

Feliz el hombre que soporta pacientemente la prueba, porque, después de probado, recibirá
la corona de vida que el Señor prometió a los que lo aman.
Que nadie diga en el momento de la prueba: «Dios me quiere echar abajo.» Porque Dios
está a salvo de todo mal y tampoco quiere echar abajo a ninguno.
Cada uno es tentado por su propia codicia, que lo arrastra y lo seduce;
la codicia concibe y da a luz el pecado; el pecado crece y, al final, engendra la muerte.

Santiago 5,14
Hay alguno enfermo? Que llame a los ancianos de la Iglesia, que oren por él y lo unjan con
aceite en el nombre del Señor.
La oración hecha con fe salvará al que no puede levantarse; el Señor hará que se levante; y
si ha cometido pecados, se le perdonarán.

Jn 6,47-54
47. En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna.

48. Yo soy el pan de la vida.

49. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron;

50. este es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera.

51. Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el
pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo.»

52. Discutían entre sí los judíos y decían: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?»

53. Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre,
y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.

54. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último
día.

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