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Biblioteca Real Gabinete Portugués de Lectura. Rio de Janeiro, Brasil. Imagen obtenida de: Architecture
& Desing @elensham IG]
Vo. 2 — No. 2
Julio – Diciembre 2020
TABLA DE CONTENIDO / 2020-2
Notas Editoriales
Reconocer un legado no es lo que está en sí mismo dado sino es
continuar haciéndose con lo dado
Opúsculos sobre investigación
y producción del conocimiento E. Orlando Gutiérrez Ramos. pp. 3-5.
articulosrei@revistarei.com.co
iurisconsultum
@revistaiurisconsultum
https://revistarei.com.co/
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Commons- Colombia. Se permite la distribución, mezcla, ajuste y construcción a partir de la misma e incluso
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EDITORIAL
Reconocer un legado no es lo que está en sí mismo dado
sino es estar haciéndose con lo dado
A lo largo de estos dos años de trabajo cooperativo y colaborativo cuya propuesta desde un
inicio fue estimular la producción de conocimiento de la comunidad estudiantil y desde allí irla
fortaleciendo como una práctica personal, reflexiva, crítica, escritural investigativa e incitada
evaluada por un Comité Científico y apoyada a su vez por diversas y oportunas elucubraciones de
docentes internos a nuestra Alma Mater, docentes externos, para quienes extendemos en esta línea,
un sincero agradecimiento por sumarse a esta “locura” compartida; a la fecha de hoy, podemos
expresar que dicho derrotero ya antes señalado sigue estando vivo en el horizonte de la pertinencia
social y legitimidad existencial de los pensamientos pedagógicos, jurídicos y autobiográficos-
deontológicos que acompañan este ejemplar Vol.2 No. 2. Lo anterior, nos ha hecho reconocer y
valorar una vez más la importancia que enmarca la circunstancia de proseguir un camino y no la
efímera eventualidad de quedarnos anquilosados recordando lo ya conseguido o incluso lo perdido.
Lo dado del trabajo entonces, ha estado acompañado tanto de ires y venires como de logros y
vicisitudes, pero sin lugar a duda, de toda una plurivocidad coyuntural de oportunidades y
resignificaciones de sentido. Esta es pues, una de las máximas epistemológicas y ontológicas de la
objetividad del pensamiento aquí consolidado por parte de la Revista REI.
Entender que por ahora sin apoyo económico debemos asumir la posibilidad de postergar por
un buen tiempo la entrega de ejemplares en físico para nuestros articulistas, no ha resquebrajado
ni desarticulado el compromiso por continuar trabajando arduamente en la virtualidad del ser de
lo dado. Es decir, en aquella estela que deja y marca un nuevo camino del presente contemplado,
ya asumido y posicionado en nuestra página web: http://www.revistarei.com.co/ y al mismo
tiempo desde las redes sociales que nos caracterizan: Facebook, iurisconsultum e Instagram,
@revistaiurisconsultum; pues gracias a que aún gozamos del ISSN-electrónico, nuestra tarea sigue
estando vigente y comprometida. Nuestro ideal entonces sobre el material físico de lo dado, ISSN-
rústico, con aflicción latente quedará empolvado pero no olvidado y a la espera de una próxima
oportunidad.
Tal es así, que la prevalencia y utilidad de las nuevas tecnologías para nuestros intereses como
Revista Estudiantil es un hecho, y a su vez una recurrencia que nos ayudará a repensarnos por un
lado en el ser de quienes somos y por el otro, en el sentido de como procederemos a partir de la
idea de que nuestro presente está dado en redes. Ahora bien, si aceptamos lo anterior, no cabe
duda de que las categorías de responsabilidad y calidad en el campo de la realidad virtual serán
definitivamente una certeza y más si a estas le acompañan el sentido de pertenencia de nuestro
Comité Editorial que ayude a incitar con su proceder la preocupación de los articulistas a hacer
parte de este legado académico y social. Con esto en mente, incluiremos en nuestros postulados de
ética y buenas prácticas REI, el compromiso por prestarnos como una herramienta más que ayude
a facilitar las comunicaciones del pensamiento, elimine barreras de acceso y por ende favorezca y
promueva la información del conocimiento fruto de las nuevas reflexiones que habrán de venir;
aumentando con esto respuestas diversas a los retos que nos acompañan. En consecuencia, el
objetivo a resaltar de aquí en adelante no puede entenderse como activista sino como formativo.
En esta línea de ideas, lo que se buscará estimular será la habilidad del aprendizaje en tanto
podamos hacerlo más cercano y apropiado con nuestros designios una vez descentralizamos el 4
saber más allá del fascinante pero apacible entendimiento del discurrir solo en lo áulico y para lo
áulico y sin mayor preponderancia por la trascendentalidad de poderlo compartir con la sociedad
en cuya consumación siempre se conectará con el fiel sentido de lo comúnmente compartido.
La anterior aseveración nos hace cuestionarnos sobre la directriz editorial que ocupamos al
momento de identificarnos en cuanto a la posición que ocupa el hombre actual y el entramado
conceptual que habrá de caracterizarnos como Revista Estudiantil IURISCONSULTUM-REI.
Pues para ambos casos, existe una categoría en común que por supuesto con el transcurrir de
ejemplares venideros se podrá dicotomizar: “seres-en-el-mundo”. Es decir, por el uso de las nuevas
tecnologías en-el-mundo. En otras palabras, Ser o Estar, tal como se sigue a continuación: “la
propuesta heidegeriana (ser o estar-en-el-mundo) envuelve hombre y mundo en unidad con
diferentes dimensiones que no lo descomponen, sino lo exponen mejor y lo enriquecen”. (Cortés-
Boussac, 2009, p.35) tal es así, que el hombre no es preso de la tecnología como falsamente se
puede llegar a creer, sino un ser abierto a la misma en proceso de formación y compromiso social.
De allí, que entender al hombre hoy es aceptarlo como ser-en-redes-de-movimiento, y es
precisamente aquí que el contacto con-el-mundo hace que se reconozca la postura mimética frente
a los demás. En pocas palabras, lo importante no es creer que se está-en-el-mundo ya que de lo
que se trata es de transformar el mundo en compañía de otros y para el caso las redes sociales
desde esta perspectiva dan crédito del uso del fenómeno que le cobija: la sistematización de las
reflexiones REI por medio del procedimiento que hemos reenfocado. Todo esto tiene un sentido:
no quedarnos en la inmovilidad de lo que antes estaba aquí.
A propósito de todo lo hasta aquí indicado, bien podría decir que anécdotas quedan, logros se
evidencian, aspiraciones muchas y con la esperanza de poder éstas poco a poco irlas materializando
y mientras procedemos en el corregir de anomalías y designios hasta ahora inconclusos. Sin
embargo, en cuanto a los reconocimientos, uno en especial (no solo a título personal sino de igual
modo como Comité Editorial): A la labor desempeñada por parte de Angie Benjumea Abril, que
como estudiante y encargada del área de redes sociales de la Revista REI, demostró en tan poco
pero muy valioso tiempo una excelsa disposición por el quehacer desempeñado, pues nos prendó
de lo que realmente significa el sentido de pertenencia más allá de la teoría cada vez que semana
tras semana evidenciábamos públicamente la práctica misma de la labor cumplida. Así como ella
indicaba: “debemos estar en el radar no solo de la academia sino también de quienes con nuestras
reflexiones podamos servir”. Desenando por ahora que el mundo confabule a su favor y de esta
forma continúe solucionando sus situaciones personales; las cuales sin reproche son respetables y
de igual manera prioritarias. Las puertas estarán abiertas si entre su horizonte entrevé la posibilidad
de regresar.
Una vez más y como ha sido nuestra intención con los tres ejemplares anteriores a éste, nos
permitimos compartir unas nuevas miradas de mundo y puestas en palabras prendadas de tesitura
académica y de humanidad reflexiva-comprometida por parte de cada uno de los articulistas aquí
presentes bajo la conjetura de que la auténtica educación y el proceso formativo que le identifica
no se enseña para que se aprenda lo transmitido sino para que ésta sea capaz de generar un proceso
de pensamiento propio, deliberado, compartido y siempre debatido. 5
Se sabe que lo único que trasciende aun así estemos en un momento difícil de la vida es el
conocimiento, como lo adquirimos y para que nos sirve, las personas se conocen en su forma de
superar las adversidades y los problemas, no en la manera como siguen la vida de manera
monótona, viviendo el día a día sin trascendencia, sin dejar una marca o por lo menos aportar algo
a la humanidad por no abandonar su zona de confort. En sí, es solo el conocimiento lo que nos
llevaremos a la vida extraterrenal pues como mencionaría nuevamente el mismo Pascal en su obra
“Pensées” (1670): “El hombre está visiblemente hecho para pensar; ello constituye toda su
dignidad y todo su mérito […]; el orden del pensamiento está en comenzar por sí mismo".
Ahora bien, en relación con esto último y continuando con nuestro legado de transcendencia
humana y académica, presentamos a la comunidad educativa nuestra cuarta publicación REI Vol.
2, N° 2; una compilación de diversas reflexiones basada ésta a su vez en varios temas
interdisciplinarios, los cuales como eje central se encuentran enfocados a la producción de
conocimiento en este tiempo de pandemia. Para el caso, se inicia con dos reflexiones docentes
sobre nuestro primer eje temático discursivo: la importancia de las practicas pedagógicas en
educación superior y su relación con los procesos de enseñanza. En esta línea de ideas, se socializa
un artículo en coautoría de los profesores Albadan, Castro y Carranza de la Universidad Distrital
Francisco José de Caldas, titulado: “relaciones entre prácticas y ambientes universitarios: una
cuestión en debate”. Seguido a lo anterior, un artículo del profesor Gutiérrez-Ramos de la
Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales U.D.C.A cuyo título es: “seremos lo que
nuestros maestros sean. A propósito del oficio de ser maestro”.
Para el cierre, un compendio de tipología ensayística que enmarca el tercer eje temático
propuesto: contar lo que soy desde la introspección del yo-deontológico jurídico y más allá de sí
mismo. Aquí compartimos los siguientes escritos: “la introspección del yo desde el quehacer
profesional” de Andrade Gina. “La deontología jurídica como cimiento del ser profesional” de
Herrera Andrea. “La identidad propia. Una construcción de la experiencia profesional del
abogado” por parte de Largo Laura y finalmente, “Lenguaje jurídico Vs lenguaje coloquial” de
Mondragón, Farley.
Los anteriores manuscritos son señal de que no importa si el tiempo es difícil o la adversidad
que se presenta en la vida de igual manera lo es; ya que siempre habrá personas que pensarán en
pro de sus contextos y de ellos se escribirán las páginas de la historia. Persistentemente es bueno
saber que aunque la “normalidad” cambió, hay articulistas que se salen de lo normal para dejar
una marca en: un tiempo difícil…
Gutiérrez-Ramos, E. O. (2020)
“Seremos lo que nuestros maestros sean”
A propósito del oficio de ser Maestro
Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales U.D.C.A
RELACIONES ENTRE PRÁCTICAS Y AMBIENTES UNIVERSITARIOS:
UNA CUESTIÓN EN DEBATE
Resumen
Este escrito recorre reflexiones asociadas a la relación entre prácticas pedagógicas y ámbitos
universitarios, desde miradas transversas a procesos formativos de marcos profesionales diversos.
En tal sentido, reconoce que cuando se habla de `prácticas pedagógicas´ es común acudir a vincular
el término con ideas y sentidos del `ser profesor´ y, por supuesto, de su actuación. Esta coligación,
persistente en imaginarios colectivos, ha traído como consecuencia, históricamente, el
9
establecimiento de fronteras limitantes que ubican las prácticas pedagógicas como atributo
privativo del campo educativo. Si bien esta asunción es válida, asumido en el ámbito universitario
no es suficiente, pues se han de conjugar diálogos que liguen el marco educativo con un marco
profesional determinado, una comprensión curricular compleja y religadora. Comulgar con esta
necesidad también trae, de forma inmediata, reconocer su ausencia en las dinámicas actuales y
evidenciarla en tanto existe una confrontación constante representada en el binomio excluyente:
asumirse o bien en un marco profesional, o bien en un marco docente de los profesores. Así las
cosas, emerge una problemática inscrita en la categoría de identidad y relaciones con escenarios
diversos, que coexiste y converge en la limitación, invisibilización o desconocimiento de marcos
actuativos de/para las prácticas pedagógicas en el ámbito universitario. Fenómeno no menor que
ha de ser tratado y presenta desafíos importantes que han de ser configurados en los procesos
formativos a desarrollar.
Palabras Clave
Educación Superior. Identidad profesional docente, Formación de Profesores, Educación
1
Doctor en Pensamiento Complejo. Docente e investigador. Facultad de Ciencias y Educación. Universidad Distrital
Francisco José de Caldas. Bogotá, Colombia.
2
Magister en Docencia e Investigación Universitaria. Docente e investigadora. Facultad de Ciencias y Educación.
Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Bogotá, Colombia.
3
Magister Universitario en Educación y TIC. Docente e investigador. Facultad de Ciencias y Educación. Universidad
Distrital Francisco José de Caldas. Bogotá, Colombia.
Relations between pedagogical practices and university setting:
A question in debate
Resumen
This writing covers reflections associated with the relationship between pedagogical practices and
university settings, from transverse views to training processes in various professional
frameworks. League necessary for the modernization of the universities of the XXI century, in this
sense, it recognizes that when talking about 'pedagogical practices' it is common to go to link the
term with ideas and meanings of 'being a teacher' and, of course, of its performance . This
colligation, persistent in collective imaginations, has historically resulted in the establishment of
limiting borders that place pedagogical practices as a unique attribute of the educational field.
Although this assumption is valid, assumed in the university environment is not enough, since
dialogues have to be combined that link the educational framework with a specific professional
framework, a complex and reconcilating curricular understanding. Communicating with this need
also brings, immediately, recognizing its absence in the current dynamics and evidencing it as
there is a constant confrontation represented in the exclusive binomial: assuming either in a
professional framework, or in a teaching framework of teachers. Thus, a problem emerges
inscribed in the category of identity and relationships with diverse settings, which coexist and
converge in the limitation, invisibility, or ignorance of active frameworks of / for pedagogical 10
practices in the university environment. Not a minor phenomenon that has to be treated and
presents important challenges that have to be configured in the training processes to be developed.
Palabras Clave
Higher education, Teacher professional identity, Teacher Training, Education
Emerge así la primera tensión: sean licenciados o no, todo aquel profesional que ingrese a
espacios universitarios, en calidad de profesor, ha de considerarse profesional de la educación y,
en consecuencia, ligar los dos sistemas. Sin embargo, aun con esta claridad, nos encontramos con
la existencia de una negación constante sobre este rol y resistencia a la mutación de identidad que
se requiere en y desde las actuaciones.
Dichas actuaciones evidenciables, de manera más o menos simple, en hechos, frases, espacios
y/u opiniones que son muestra tangible de concepciones y creencias asociadas a su rol, si
aceptamos las premisas de Van Dijk (1999). Creencias que, configuradas como red, demarcan las
actuaciones de los sujetos, evidenciables en su discurso. De forma particular, allí residen nociones
difusas y concepciones asumidas que constituyen la identidad profesional, aun cuando en muchas
ocasiones, esto no es perceptible al sujeto en sí mismo.
Precisemos un poco más esto: En los espacios en blanco de los ejemplos anteriores podríamos
poner cualquier especialidad de un sistema organizacional: odontólog@, médic@, abogad@,
contador@, administrador@, ingenier@, psicolog@, etc., y ello no modificaría el centro de
atención de las creencias subyacentes a las opiniones y concepciones. Entonces, estamos ante la
dicotomía: especialistas o educadores. Más aún, estamos ante el sofisma que formar un profesional
y asumir el profesional sin considerar el estado, el escenario, el contexto y el sentido, entre otros
es una acción equivalente. No obstante ello, nada más lejos de la realidad cotidiana de un escenario
educativo.
Buena parte de estas creencias tienen sustrato, como menciona Mertens (como se citó en
Herrera y Didrikson, 1999), en asumir solo lo laboral como base del sistema universitario. Más
puntualmente podemos aludir:
Como hemos visto encontramos una serie de tensiones que se concatenan y producen un
fenómeno de enajenamiento de los sistemas planteados inicialmente y que, por demás, reproducen
prácticas de aula artificiales y ajenas a los procesos formativos que, misionalmente, decimos desear
en las IES. Razones que nos permiten dar paso a propuestas y acciones que se han dado para
controvertir este comportamiento.
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Algunas respuestas. La práctica pedagógica en la Educación Superior
Reconocemos que las posibilidades de análisis a las tensiones mencionadas son amplias y lo
suficientemente transversas al currículo, la estructura, la formación, la vinculación laboral de los
profesores y demás. Sin embargo, centramos la mirada en las acciones que se han venido
realizando para responder a estas desde la perspectiva de formación en y para la actuación del
profesor.
En esta dirección, como respuesta a las tensiones enunciadas, diversas IES cuentan con
programas para la formación continuada para docentes universitarios, como especializaciones,
maestrías y doctorados en el marco de la educación, los cuales posibilitan procesos relacionados
con la complejidad del conocimiento profesional docente. Sin embargo, estas opciones no son
garantía de que en las acciones ello ocurra. Razón por la que emerge un segundo escenario, no
menos importante, es el que brinda la propia práctica pedagógica, el que hacer docente que cuenta
con, el aula como espacio privilegiado de realización; espacios de configuración de comunidades
de práctica, conformados por grupos de trabajo convocadas desde las funciones misionales de la
universidad: Docencia, investigación e innovación y, extensión y proyección social.
En este punto, nos parece importante reconocer entonces que, una primera necesidad a incluir
en las respuestas y programas que hemos mostrado, deben generar formación asociada a la
categoría de Identidad Profesional docente (IPD); y comulgamos con lo expresado por Albadan
(2020) al decir que la IPD se comprende como:
Expresión de sentimiento del ser que se reconoce a sí mismo y es reconocido por otros,
como profesor; es el halito que envuelve el ingreso y permanencia a una comunidad
de práctica particular, en la que siempre se está en procura de dinamizar procesos de
acompañamiento del aprendizaje (del otro y propios) como motor de sus actuaciones,
de la intención de enseñanza (no como transmisión) sino como experiencia de
aprendizaje per se. Es expresión de complejidad inherente al campo educativo en
relaciones con los tejidos sociales que lo circundan. (p.145)
Entonces, debemos reconocer que la práctica pedagógica se constituye como el ser y el deber
ser de la actuación docente. En consonancia con lo anterior, Antunes y Bain (como se citó en
Barragán, Gamboa y Urbina, 2012) afirman que:
Un profesor tiene valor por la forma en que –por medio de una disposición humana
singular– puede llevar a los estudiantes a aprendizajes altamente efectivos, en el que
la comprensión de lo humano lleva a cuestionar el conocimiento de las disciplinas; y
eso se hace por medio de la práctica pedagógica. (p.6)
Así mismo, debemos señalar, que en la práctica pedagógica existe una delgada línea entre
la dimensión del ser humano, formar profesionales justos, sensibles y éticos, articulada con la
dimensión cognitiva, idóneos y capaces de utilizar el conocimiento en pro de la sociedad, generada
a partir de la relación tríadica entre el docente, el estudiante y el saber. En tal sentido, reconocemos
también que cuando se habla de `prácticas pedagógicas´ es común acudir a vincular el término con
ideas y sentidos del `ser profesor´ y, por supuesto, de su actuación. Esta coligación, persistente en
imaginarios colectivos, ha traído como consecuencia, históricamente, el establecimiento de
fronteras limitantes que ubican las prácticas pedagógicas como atributo privativo del campo
educativo. Ha sido la espada de Damocles de la acción formativa en el espectro de las IES.
Razones por las que, además de lo dicho, el uso, sentido y recuperación de prácticas
pedagógicas en el escenario educativo debe proveerse en la religación de poder diferenciar y
conjugar los actos escolares y los actos educativos, pues se comprende que estos “son los vehículos
de manifestación del campo educativo” (Albadan, 2020: 139). Si se pierde de vista ello y sus
prácticas pedagógicas, recaemos en la dicotomía mencionada entre especialistas y profesores, pues
nos quedamos en la idea de lo escolar, tensión ya mencionada.
Quizá valga la pena que precisemos la noción de lo que significan estos actos, en tanto ello
nos permite transgredir el discurso por el que se han mantenido las tensiones planteadas hasta
ahora y profundizar en la necesidad de la práctica pedagógica:
Pareciera ser, entonces, que aun con las respuestas nos debatimos aun entre la profesión y la
docencia, aun cuando ello puede desaparecer si lo consideramos como `un espacio entre los
espacios´. Esto quiere decir, reconocer que se hace práctica pedagógica tanto como se es objeto de
la misma. En tanto la percibamos como tejido medular que relaciona diferencialmente las prácticas
áulicas de las prácticas profesionales, siempre observándolos desde el marco del campo educativo,
por lo que es inestable, mutable, espectral y local. (Albadan, 2019)
Consecuencia de lo dicho, entendemos que los profesionales no licenciados que optan por la
práctica docente en la Educación Superior, asumen la responsabilidad de brindar a los discentes
una formación disciplinar, dinamizada por componentes didácticos, pedagógicos, y
metodológicos. Si bien esta asunción es válida, ocupados en el ámbito universitario no es
suficiente, pues se han de enlazar diálogos que liguen el marco educativo con un marco profesional
determinado, una comprensión curricular compleja. Comulgar con esta necesidad también trae, de
forma inmediata, reconocer su ausencia en las dinámicas actuales y evidenciarla en tanto existe
una confrontación constante representada en los binomios excluyentes trabajados.
Aspectos que Didriksson (2012), ha venido esbozando al explicitar como en diversos países
iberoamericanos en la última década se vienen planteando agendas para la modernización de la
educación superior. En estos planteamientos encontramos un eco relacional con la práctica
pedagógica, con los sofismas aquí planteados y con los modelos desarrollados a lo largo de nuestra
historia; todos ellos desde miradas asociantes con las acciones curriculares en y de las IES.
Aspectos que se dan al proponer “[…] mayor flexibilidad y la cooperación horizontal
interinstitucional, la movilidad estudiantil, enfoques de currículos interdisciplinarios, así como
propiciar una mayor apertura a nuevas áreas del conocimiento y una gestión adecuada cercana al
“Modo 2” de la universidad […] vinculada a la innovación social.” (p.195).
Pero, y ¿por qué estas discusiones son importantes? Podríamos decir que en tanto estas
reflexiones no se posicionen en el seno de las IES, de sus profesores y, por supuesto, de sus
estudiantes, entonces las prácticas en las que decimos formar no son formativas, ni siquiera
laborales como hemos dicho, sino que son prácticas explicativas de lógicas funcionales de
mercado. Lógica que se entiende en tanto “la tendencia actual de mercantilizar la educación
superior (tratar a los estudiantes como consumidores) está más extendida en esta región que en
otras partes del mundo y tiene un impacto negativo en la ampliación de la participación.”
(Didriksson, 2018: 19) y que promueve no una formación de profesionales y especialistas, sino de
consumidores de una información que se encuentra estática y anacrónica.
Componentes que, por demás profundizan el hecho de que las prácticas pedagógicas se vean
eclipsadas en las IES por prácticas funcionalistas, como lo expone Didriksson (2005), en tanto la
lógica dicha está enmarcada en políticas neoliberales que transportaron:
Como hemos venido tejiendo, el ámbito educativo trasciende más allá del aula, configura a la
persona, el entorno, la sociedad y la cultura. Pensar que las prácticas pedagógicas en educación
superior sólo intervienen en el contexto de aula disciplinar, pone una barrera del alcance
pedagógico del profesor al limitarlo únicamente al mero conocimiento disciplinar, técnico y
tecnológico, sin involucrar más allá de la labor para que `se está formando a un profesional´, o
como lo plantea Reisberg (2019):
Como parte de esta revaluación es necesario, finalmente decir que existe la necesidad de poner
en diálogo el marco profesional con el marco docente. Lo que no es otra cosa que reconocer los
componentes del conocimiento profesional del profesor (CPP). En este sentido, Shulman (1986)
estructura tres tipos de conocimiento: el conocimiento pedagógico general, el conocimiento del
contenido y el conocimiento pedagógico del contenido. Por su parte, Leal (2013) señala que a
partir de la integración de estos tres tipos de conocimientos se configura el Conocimiento
Didáctico del Contenido y que posteriormente, Shulman en 1987 realiza propuestas acerca de:
● El Conocimiento curricular.
● El Conocimiento de los aprendices y sus características.
● El Conocimiento del contexto educativo.
● El Conocimiento de los fines, propósitos y valores educacionales y sus bases filosóficas e
históricas.
En tanto ello no ocurra seguiremos asistiendo a escenarios poco diversos, que coexisten y
convergen en la limitación, invisibilización o desconocimiento de marcos actuativos de/para las
prácticas pedagógicas en el ámbito universitario. Fenómeno que trae consigo el confundir y tratar
como iguales a la formación y la capacitación, al enseñar y al educar. Por lo que los procesos de
formación de los futuros profesionales se continuarán viendo afectados por factores relacionados
con la práctica pedagógica de los profesores que acompañan los procesos y el anquilosamiento
curricular producido por este tipo de prácticas.
Referencias
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Leal Castro, A. (2014). El Conocimiento Didáctico del Contenido (CDC): una herramienta que
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Reisberg, L. (2019). ¿Es posible la innovación en América Latina? La educación superior en toda
América Latina necesita una transformación dramática. ESAL Revista de Educación
Superior en América Latina, Universidad del Norte. Este artículo fue publicado
inicialmente en inglés en The World View, un blog de Inside Higher Education, el 3 de
enero de 2019.
Shulman, L. S. (1987). Knowledge and teaching: foundations of new reform. Harvard Educational
Review, 57(1), 1-22. Recuperado de: http://people.ucsc. edu/~ktellez/shulman.pdf
Van Dijk, T. (1999). El análisis crítico del discurso. Barcelona, España; Anthropos.
19
“SEREMOS LO QUE NUESTROS MAESTROS SEAN”
A PROPÓSITO DEL OFICIO DE SER MAESTRO
E. Orlando Gutiérrez Ramos 4
edggutierrez@udca.edu.co
Resumen
El oficio del maestro como práctica profesional encaminada a la construcción-de-identidad tanto
epistemológica como ontológica del educando, hoy por hoy se presenta como un diálogo encausado hacia
el proceso formativo entre sus actores. Su primacía, incluso llega a redefinir entre ellos como el sentido de
lo que-se-es a través de su propia consolidación. Con esto en mente, y en aras de propiciar una reflexión
sobre la importancia de los procesos de enseñanza en educación superior cuyo eje directriz sea el quehacer
por una pedagogía trasformadora-humanista, se plantean dos aspectos concomitantes en mención: primero,
el reflejo de lo que se es cuando se enseña. Y segundo, la reflexión sobre la propia formación que se
despierta en la comunidad estudiantil una vez se devela el saber aprendido por parte del estudiante y
ejecutado por éste en su actividad profesional. De allí, que se pueda indicar que: “seremos lo que nuestros
maestros sean” y que lo anterior se comprende cuando se tiene presente la siguiente reflexión: ¿cómo
podemos reencontrarnos a nosotros mismos en un diálogo académico? Lineamientos entonces, que
permiten poner en acción los procesos formativos del saber, hacer y ser en contexto social y disciplinar.
Razón última a lo que apunta esta propuesta.
Palabras Clave
Práctica docente, Proceso de enseñanza, Sentido del aprendizaje 20
Abstract
The job of the professor as a professional practice aimed at the construction-of-identity, both
epistemological and ontological, of the student, today it is presented as a dialogue directed towards the
training process among its actors. Their primacy even redefines between them the sense of what-is through
their own consolidation. With this in mind, and in order to promote a reflection on the importance of
teaching processes in higher education whose principle guiding is the task of a transformative-humanist
pedagogy, two concomitant aspects are raised in mention: first, the reflection of what one is when it is
taught. And second, the reflection on the own training that awakens in the student community once the
knowledge learned by the student and carried out by him in his professional activity is revealed. Hence, it
can be indicated that: "we will be what our teachers are" and that the above is understood when the
following reflection is kept in mind: How can we rediscover ourselves in an academic dialogue? Guidelines
then, that allow putting into action the formative processes of knowing, doing and being in a social and
disciplinary context. The last reason this proposal points to.
Keywords
Teaching practice, Teaching process, Sense of learning
4
Licenciado en Filosofía de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá y Magister en Educación de la misma
Universidad. Especialista en Investigación y Docencia Universitaria de la Universidad Sergio Arboleda de Bogotá,
graduado con Summa Cum Laude por el Trabajo de Grado: El Silencio del Maestro. Vinculado actualmente como
docente de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales U.D.C.A en las
asignaturas de Introducción a la Filosofía, Lectura y Escritura, Ética-Derecho y Deontología Jurídica. Editor de la
Revista Estudiantil IURISCONSULTUM-REI.
Contextualización
Cada día que pasa se dedica mayor atención a la enseñanza del hombre. Sencillamente, porque
de esta depende el porvenir de la existencia humana. La enseñanza ha evolucionado a través de los
tiempos y de acuerdo con las ideas prevalecientes de cada época; sin embargo, su objeto se ha
mantenido siempre encausado a poder proporcionar al educando la mejor preparación posible para
el papel que deberá desempeñar como persona comprometida con su realidad existente. De allí,
que el hombre sea el único ser racional que posea la facultad de transmitir a sus congéneres un
valioso cúmulo de conocimiento de vida y experiencias por medio del quehacer que realiza.
El ser humano al inicio de su existencia aprende de sus mayores varios conocimientos vitales
que más adelante y cuando inicie su etapa formativa habrá de manifestar como aquel reflejo de su
primer conocimiento adquirido. Este contacto biológico es en primera instancia el reconocimiento
de lo que se es y bien ha sido dado gracias a la importancia de una educación asumida por sus
primeros maestros, los padres. No obstante, respecto a lo que puede llegar a ser el educando con
la educación que recibe, habría entonces que hacer énfasis en la práctica de quienes
pedagógicamente los orientan y con la realización de su oficio logran establecer la relación esencial
entre lo cultivado y lo acompañado.
Tal es así, que al abordar el tema de la educación debemos pensar en los axiomas de su 21
simbiosis sociocultural. Cultivo descentralizado, acompañamiento compartido y decisión personal
sobre la propia forma de permitirse llegar a ser. Por esto, el reto que enfrenta la educación de hoy
es la de acelerar y modificar los procesos de cambio en sistemas dirigidos única y exclusivamente
al saber por el saber. Lo cual desvirtúa en consecuencia, un reconocimiento por la formación
integral de personas comprometidas en las problemáticas de su realidad. Ante este panorama es
indispensable, entre otras cosas que como maestros nos identifiquemos y actuemos bajo las
condiciones de una educación que pueda responder a los retos derivados de los procesos de
modernización y globalización que actualmente enfrentamos. Es decir, un lenguaje y una acción
encaminada hacia el legado del ejemplo (factor imprescindible) y la discusión del conocimiento
(factor esencial) durante el paso por la academia y siendo estos requerimientos el estímulo hacia
un pensar de la acción pedagógica en alusión a los cánones de la educación social.
La educación es un proceso que cumple una función cultural por excelencia, que no
solo reconoce en la especie humana la capacidad de hacer por hacer, sino
fundamentalmente el potencial de pensar la transformación del hombre como ser
sociocultural con plena comprensión acerca de su hacer […]. En tal sentido, la
educación como factor y práctica sociocultural puede orientarse hacia la formación de
hombres que sepan develar en el trasegar de la vida la eventualidad de darse-forma e
imbuir cierto número de conocimiento en el vigor de cultivar de manera disciplinada
y responsable la habilidad de pensar-por-sí-mismo. (Gutiérrez-Ramos, 2009, p.133)
En esta línea de ideas, aprender y educarse no significa recibir simplemente determinados
contenidos teóricos, sino asumir problemas y prepararse para responder de un modo original y
creador. Porque, como señalaba Husserl (1981): La filosofía es una responsabilidad absolutamente
personal de quien filosofa y, en consecuencia, iniciación en el filosofar. Caso semejante sucedería
con la educación. La pedagogía es una responsabilidad absolutamente personal de quien la realiza
y en consecuencia iniciación de la enseñanza. Precisamente, respecto a esto último, podríamos
sumarle una nueva máxima filosófica nietzscheana citada por Chamberlain (1998): “no hay
filosofías, solo hay filósofos” (p.13). Y desde allí, adecuarla a una sentencia educativa que bien
podrá marcar el sentido de esta propuesta reflexiva: “no hay pedagogías, tan solo hay pedagogos”
(Gutiérrez-Ramos, 2009, p.145).
Enseñar es aún más difícil que aprender. Se sabe esto muy bien, más pocas veces
se lo tiene en cuenta ¿Por qué es más difícil enseñar que aprender? No porque el
maestro debe poseer un mayor caudal de conocimientos y tenerlos siempre a
disposición. El enseñar es más difícil que el aprender porque enseñar significa:
dejar aprender (pp.20-21)
Martín Heidegger
En ¿qué significa pensar?
22
En la práctica educativa la enseñanza en términos generales no puede considerarse
absolutamente como un acto de simple idealización imaginativa. Es decir, soñar y soñar para
terminar soñando (ya sea de día o de noche) irrisorios sueños de almohada en cuanto a lo que no
es y en consecuencia debería de ser la educación; conllevando esto a un silencio de palabras al
respecto y por ende, mucho más a un silenciamiento de acciones al considerar dichos sueños como
simples ideas quiméricas o imágenes perdidas en los rincones empolvados de la inconsciencia
teórica. Así pues, frente al panorama anterior, la educación tampoco es en su totalidad una consulta
ligera de vagos tecnicismos de vademécum prestos a la aplicabilidad de oscuros métodos sin previa
reflexión, análisis y sentido de estos. Sin embargo, sí es una visión que desde la teoría sin lugar a
duda permite reformular la práctica de ser docente. Esto, conlleva a dejar de lado el “parloteo de
múltiples y lucidas opciones que lamentablemente terminan por enlodar el propio camino de la
apuesta pedagógica que ha-de-venir y que gracias a la rapidez de elección terminan siendo una
torpeza electiva o un reflejo distorsionado y desfigurado de una opción tentada, asumida y sin
ninguna reflexión al respecto” (Gutiérrez-Ramos, 2012, p.7).
Ahora bien, la puesta en escena de la enseñanza, tal vez entonces, acaezca en la particularidad
esencial de describirla bajo la categoría de vocación, habilidad y práctica. Aspectos que bien se
pueden entender bajo una categoría esencial: el quehacer de la enseñanza ha de concebirse como
la virtud, la disposición y la habilidad para hacer algo a partir del llamado susurro interno o
monologal de lo que significa ser-docente. Es decir, entablar un dialogo consigo-mismo sobre lo
que se es, permite posteriormente transformar lo que se hace.
En esta línea de ideas, desarrollando un poco más lo indicado anteriormente, hoy en día es
claro que para reflexionar acerca del fenómeno educativo y en especial sobre el quehacer de la
enseñanza, se debe tener como referente y dejar atrás la impronta europea acaecida durante el siglo
XVII del sistema lancasteriano el cual se enfocaba hacia el saber memorístico y a su vez promovía
en los educandos la directriz de la transmisión del conocimiento, la discursividad excesiva y por
supuesto, la pasividad estudiantil. Esta conjetura histórica, debe reconocerse como pedagogía
tradicional y destierro de todo quehacer docente encaminado a proponer constructos a partir de
habilidades creativas y su consecuente solución de problemas, esto en aras de establecer nuevas
bases e improntas de sentido hacia lo crítico y transformador. Así pues, proseguir hacia una
educación relevante es llegar a verse reflejado en el disenso accesible hacia la pedagogía crítica y
en aras de permitir desde allí la particularidad de la enseñanza de contextos mutuos compartidos y
problematizados.
Solamente sobre la base de esta asimilación es como el ser humano llámese hombre, individuo,
sujeto, persona, educando, educador; está en disposición de tomar las riendas de su propia
existencia a partir de un nivel ya alcanzado por otras generaciones asumiendo así una actividad
crítica ante algunos elementos ya adquiridos. En otras palabras, ha de ser su propio interés el que
conduzca a comprender el mundo y si se desea a transformar su contexto. Por tal razón, la respuesta
a la pregunta: ¿por qué educar y a quién educar? no ha de recaer en la educación misma, sino por
el contrario ha de incurrir en la entidad que se va evidenciando. EL HOMBRE. Preguntarse por la
educación es preguntarse por el hombre. El hombre como tal, como unidad, como totalidad viva,
con un pasado y un presente que se reconoce y se proyecta en la práctica de su hacer.
Con esto en mente, al ser concebida la educación como un proceso de mejora de la persona,
esta se ve maximizada más allá del conocimiento transmitido, encontrando sentido en la actividad
permanente del hombre, y por ende toda tradición educativa y pedagógica ha de ponerse de
manifiesto en el perfecto correlato de anhelos y hábitos sustentados bajo la luz de la propia
voluntad. Y por ello, si el hábito es una forma de reacción adquirida, relativamente invariable y
suscitada mediante una forma casi autónoma, la habituación puede tener como efecto una
distinción de interés que antes suscitaba un hecho. Finalmente, esta noción de educación básica
nos dice que lo individual es al mismo tiempo lo social y que lo social es, entonces, el fundamento
mismo de la personalidad no como aquello que crea sino como aquello que se manifiesta. El
hombre tendrá por tanto una naturaleza humana y una personalidad individual consolidada en su
hacer social. Para el caso Garay (2003), expresa que la educación que entre otras cosas es un
producto social, un producto de cultura, no puede llamarse tal, si no aspira a resolver los problemas
que la misma comunidad se plantea: “la educación debe ser dimensionada como experiencia que
competa y responsabilice a todos fundamentalmente mediante un esfuerzo público, colectivo y
privado, de formar ciudadanos que sean protagonistas en el desarrollo de un proyecto educativo, 24
De las páginas que presiden estas líneas se puede ver claramente que el quehacer docente
reflejado en la práctica se consolida en la “praxis” pedagógica. Para ilustrar este planteamiento
Acevedo (1985), señala siguiendo a Marx (s.f), que la acción: “es un saber práctico y un
conocimiento aplicado en miras de transformar una realidad determinada” (p.15). En este sentido
prosigue el autor: “al transformar el hombre la naturaleza, transforma su propia naturaleza. La
educación, por otra parte, permite que el hombre pase del reino de la razón, al reino de la realidad.
Educar entonces, es transformar la realidad” (p.22). Lo anterior quiere decir que la “praxis”
desempeña un papel dinámico y tiene como sujeto de la acción de lo humano donde el hombre se
encuentra inscrito en la sociedad. Esto significa cambiar las circunstancias y cambiarse a sí mismo.
Es decir, el fenómeno de la práctica educativa deja de ser objeto de interpretación y se convierte
en objeto de transformación. En pocas palabras, un ser-que-se-hace por la práctica que realiza y
no solo por el saber que comunica. Influencia decisiva en la formación del hombre.
A partir de allí entonces, la base del conocimiento se da desde una realidad que se debe
transformar y con ello transformar al hombre en la naturaleza social. En esta línea de ideas ya
podemos rastrear claramente la intención inicial de esta reflexión, pues no podrá de desconocerse
que: la vida social es esencialmente práctica, y la práctica educativa con referencia a lo anterior,
una parte fundamental en lo que se refiere a la actividad social-humana. No obstante, el objetivo
de la praxis-pedagógica se encuentra arraigada en una teoría en constate transformación e
innovación al momento de manifestarse en un espacio-tiempo-cultura-determinada. Es decir, su
fenómeno se presenta como: “actividad objetiva y transformadora de la realidad humana e
histórico-social. Se trata de obtener un producto objetivo (afectar al educador en su grado de
formación) para lograr un resultado real (como fin) de su estructura social” (Acevedo, 1985, p.31).
Ahora bien, dicha educación debe apoyarse y potenciarse (y en este sentido me encuentro
plenamente identificado) en la FORMACIÓN que no acepte obedientemente los dictámenes
preestablecidos. Es decir, una educación cernida por la mera INFORMACIÓN y que según
Acevedo (1985), continúa diciendo: […] El maestro, individuo llamado a realizar tareas que
superen el discurso […] donde el conocimiento de la realidad sea la mejor arma para interpretar
en forma consciente y adecuada los problemas de la comunidad y lograr que esta supere el estado
de crisis permanente en que vive. (p.38)
Para ejemplificar lo hasta ahora desarrollado sobre la historia de la pedagogía y que permita
evidenciar gráficamente lo dicho sobre la teoría pensada (pedagogía tradicional y discursiva) y
llevada al quehacer repensado (pedagogía práctica y transformadora). A continuación, se muestra
un esquema que invita a la reflexión sobre ¿qué es lo que hace el maestro? Y según algunas
pedagogías existentes que incluso ayudarán a caracterizar introspectivamente el horizonte
pedagógico sobre el cual nos encontramos adheridos al realizar nuestra práctica de enseñanza.
26
El dinamismo pedagógico. La viva voz renacentista
La educación actual se construye a partir de la tensión existente que se da entre la
tradición histórica, entendida esta, como historia del ser de la educación y las condiciones
que de allí se derivan. Es mención, sus matices conceptuales, su sentido de comprensión y su
directa aplicación durante la práctica pedagógica. Ahora bien, desde este enfoque que si se
quiere teórico –por el momento–, bien se puede emprender una reflexión hacia su aspecto
práctico a la luz de lo anteriormente mencionado y junto con un interrogante que plantea
Saldarriaga (2003), acerca de la enseñanza hoy día: “¿qué es lo que hace el maestro?” (p.
303). Este pequeño abrebocas, permite entonces, sugerir dos referentes básicos a tener en
cuenta. En primer lugar, qué es necesario por una parte explorar la postura: “como podrían
distribuirse algunas pedagogías relevantes de la modernidad” tal como lo sugieren Ayuste &
Trilla (2003, p.226). Y, en segundo lugar, que el propósito sobre el que versa el quehacer del
maestro no es un asunto que a la fecha ya se revolvió y en consecuencia disolvió su cavilación
e impronta.
Así pues, para asumir el hecho de cómo puede llegar a ser la educación hoy en día, es
necesario realizar un ejercicio de retrospectiva etimológica y entender dicho fenómeno como
aquella razón de ser que avivaba el espíritu renacentista en su época. En otras palabras, habrá
de ser la raíz latina o el término «ducere» quien marque la directriz a seguir y al mismo tiempo
faculte guardar cierta similitud con el concepto «e-ducare» actual. Es decir, llegar a 27
comprender el quehacer docente, como aquella posibilidad que busca hacer aflorar el
conocimiento en aquel que lo devela y ya como líneas arriba se mencionó con la cita de Fullat-
Octavi (1983). Por ende, se entiende la educación superior como un proceso nunca acabado,
al concebir al ser humano como un ser abierto y orientado a transformar lo aprendido. Es así,
como se va vociferando que sólo existiendo pedagógicamente es que se construye la esencia
de aquello que se somos en el trasegar académico de lo que implica haber estado en un Alma
Mater.
De allí, que el «ducere» ahora pueda ser visto como un proceso en cuyo horizonte se
manifiesta un interés fehaciente tanto por el fenómeno educativo como en el campo de lo
cotidiano. Donde la razón de ser de este planteamiento se da a partir del reflejo proyectado
por la siguiente dupla: sujeto y objeto. Expresiones que han de ser entendidas a partir de la
identidad entre el sujeto-de-ser y el objeto-de-pensar. En este sentido, siguiendo a Campo &
Restrepo (1999), en pocas palabras, es así como damos cuenta de “aquello que podemos
hacer aflorar” a partir de “aquello que somos” (cap. I, p.5). De este modo, el argumento
principal que nos compete se presenta como una línea directriz respecto a una visión
determinada del hombre y su respectiva relación del mundo que le rodea. Es por ello
justamente, que muchos conceptos e ideas apenas se mencionan, quedando de hecho abiertos
para un mejor acercamiento y consolidación en todo lo concerniente a la siguiente pregunta:
¿cómo se debe realizar la práctica de enseñanza asumida como una formación integral en el
ser humano? Y para tal efecto, la cita que sigue a continuación:
28
Insinuaciones por una pedagogía transformadora
El silencio asumido como transformación formativa
Oscar Saldarriaga
En el oficio del Maestro
Si como dice Kant: (2003) “toda educación es un arte, porque las disposiciones naturales
del hombre no se desarrollan por sí mismas” (p.35), se ha de reconocer entonces, que lo que
se busca con la educación humana es que esta pueda asentarse como la base volitiva de lo
que el mismo hombre quiera conscientemente llegar-a-Ser. Y no obstante, aseverar que es la
educación lo que hace de él Ser. Esto quiere decir, que no sólo basta con la orientación que
de ella pueda seguir cada individuo en el presente, sino que al mismo tiempo es menester
dejar aflorar el sentido por un posible perfeccionamiento de la humanidad en el futuro. Y es
precisamente en la importancia de estas líneas donde radica la esencia de considerar la
educación como un arte. (Gutiérrez-Ramos, 2015, p.840). Ahora bien, una vez puesto sobre
el papel la anterior aseveración kantiana, se puede decir que enseñar también es un arte. Y
cuando este arte versa sobre el fenómeno de la educación, entendiendo esto último como: “el
problema más grande y difícil que puede ser propuesto al hombre”, la “poiesis” (fabricación
del discurso humano) aparece entonces como una habilidad dirigida hacia la formación
humana. Sin embargo, relacionar la “poiesis” con el ámbito educativo es asociar dicho
concepto con la “zétesis” (proceso de búsqueda de lo ausente), y con la “dianoia” (tema de
pensamiento a partir de la intriga) pues es desde aquí que se puede entrever el silencio como
un instrumento que le permite al hombre abrirse ante el mundo, ante sí mismo y ante otros
hombres, haciendo de su discurso un estilo característico de su hacer. (Gutiérrez-Ramos,
2009. p.34).
29
Gráfica No. 1
Presentada en el Tercer Congreso de Estilos de Aprendizaje
Fuente: Gutiérrez-Ramos (2015). Cartagena, Colombia
Así pues, solamente sobre la base de este beneplácito el hombre está en disposición de
tomar las riendas de su propia existencia a partir de un nivel ya alcanzado por otras
generaciones. De hecho, es la “dianoia” propia de la “poiesis” la que constituye un esfuerzo
por hacer asequible, interesante y provechosa la enseñanza humana ya que proporciona al
hombre una serie de conceptos y distensiones básicas que deparan claridad a su lenguaje y a
sus acciones frente a los otros hombres. De hecho, parafraseando nuevamente a Kant (2003),
se podría hacer eco al respecto de lo siguiente: “se educa mejor las facultades del espíritu
haciendo por sí mismo todo lo que se pretende […] Pues, el mejor recurso para comprender es
producir. Lo que, más o menos, se aprende por sí mismo, es lo que se aprende más sólidamente
y lo que mejor se conserva” (p.68).
Si la formación significa ser presencia que despierte en otros una toma de conciencia
capaz de asumir el propio destino individual y colectivo, lo que ahora brevemente me
propongo presentar es que dicha postura complementaria no recae exclusivamente en un
sujeto en particular, sino en un interrogante práctico. Por ello, solamente sobre la base de esta
asimilación es como el ser-maestro denominado como artista educador y el ser-estudiante
asumido como viajero formador estarán en la disposición de tomar las riendas de su propia
existencia a partir de un nivel ya alcanzado por otras generaciones y de allí, asumir una
actividad crítica ante algunos elementos ya adquiridos. De hecho, la noción de formación
silenciosa dice: que lo individual es al mismo tiempo lo social y que lo social es entonces, el
fundamento mismo de la personalidad no como aquello que se transmite sino como aquello
que se devela para ser transformado. Este sería en esencia el modo-de-ser-docente y la forma-
de-ser estudiante.
30
Por tal razón, el silencio formativo pensado como la realización de una práctica
pedagógica (reflejo de lo que se es cuando se enseña) se asume a partir del develamiento que
va más allá de un diálogo informativo y el cual sólo quiere trasmitir ciertas palabras y no
otras. Esto indica que aquella interlocución humana ceñida exclusivamente a partir de lo-
dicho, tan sólo logra manifestar una visión de lo expresado, más rara vez, una comprensión
por aquello que falta por llegar a comprender. Por ende, la importancia de ir más allá se revela
como la noción de relacionar lo dicho con lo no-dicho en una simbiosis de correspondencia
abierta al propio poder del filosofar pedagógicamente el modo de ser cuando se realiza la
práctica. En este sentido, el silencio adquiere valor y se convierte en un diálogo formativo-
creativo, en cuanto que el hombre tiene la posibilidad de decidir si utiliza o no, esta revelación
en sí mismo y en su consecuente trato de comunicación hacia los otros.
Por tal razón, he de mencionar que las prácticas docentes parten de un sujeto designado
como maestro-guía. Es decir, que este calificativo tan propio a la práctica de enseñanza puede
variar según la forma como se ejecute el oficio, ya que: “existen muchas formas de ver el
papel del maestro. Como partero, sembrador, pastor, artesano, etc.”. Resulta oportuno decir
que el maestro es: la figura central de los procesos educativos, responsable de propiciar y
promover la formación integral […] muestra el mundo y abre horizontes […] el encargado
de iniciar a cada quien en el sentido que su existencia tiene en la comunidad. (Campo &
Restrepo, 1999, Cap. III, p.20)
Desde este punto de vista, cuando se requiera llegar a preguntarse acerca del significado
del silencio pedagógico como artista educador, bastaría simplemente con indicar, que es el
compendio de una práctica sugerente capaz de abrir y plasmar sin equívoco, la forma de
interpretar las acciones silentes para que éstas sean descompuestas y recompuestas bajo la
plena intención pedagógica de formar-se. En consecuencia, el silencio pues no acalla ni
enmudece, simplemente despierta nuevos actos de conducta en el trato comunicativo entre
hombres. Aunque cuando se hable al respecto, lo primero que pueda llegar a develarse de
manera apresurada sea la ausencia auditiva, el abandono visible y/o distancia por las demás
percepciones plasmada en una incongruencia de sentido por parte del viajero formador.
No obstante, ha de ser el artista educador quien incite a reabrir cuantas veces sea necesario
el contexto educativo a partir de la poetización del filosofar, y desde allí, acceder a lo no-
dicho. En esta línea de ideas, llegar a preguntar-se por el quehacer pedagógico que desde lo
callado suscita la posibilidad de darse-forma por medio de un ser que hace de su hacer una
acción directa por un ser que interpretativa y volitivamente se-hace; es simplemente instituir
que la “dianoia” y la duda son las herramientas esenciales del quehacer pedagógico que
vuelven todo pensamiento de incomprensión en el hombre un acto humanizante entre el que
lo hace y el que se-hace.
De la definición última, se podría señalar que el quehacer del silencio no radica en no-
decir nada, sino en el saber callar. Más nunca en el hacer silenciar lo que ha de aflorar en el
otro una vez éste llegue a develar cual ha de ser su actividad. Podría insinuarse entonces, que
de lo que se trata es que sea una actividad muy similar a lo que sería un decir callando no
necesariamente para ser aceptado, como sí para ser transformado una vez se ha develado
que con su reiteración se convierta en una práctica artística de enseñanza. Lo cual se podría
formular de la siguiente manera: a cuanto mayor silencio, mayor sospecha y angustia, pero
no siempre mejor resultado. Ya que esto último depende de dos aspectos. El primero se remite
a una acción enfocada en el artista educador: ojalá se haya dicho lo que se tenía que decir y
callar lo que se debía callar. Mientras que el segundo aspecto se remite a una interpretación
por parte del viajero formador: “¿qué quiere decir con su silencio este que calla?” (Castilla
del Pino, 1992, p.20. En Gutiérrez-Ramos, 2015, p.842). De allí, que el centro de interés
conceptual de lo no-dicho no recae única y exclusivamente en el mundo de la anáfora teórica,
sino en la “mimesis” práctica y enseñable por parte de un artista educador y dirigida hacia
aquel viajero formador.
Toda una postura de espejo que se puede describir de la siguiente manera: ten 32
siempre como inspiración a un ser que desde su quehacer sea capaz de
exteriorizar pasión a partir de destellos de libertad y responsabilidad no sólo
por lo que hace sino también para quien lo hace; demostrando de esta forma
que su hacer manifiesta lo que él realmente es. Pero una vez quieras formar tu
propio ser, ten como referente que ha de ser la sensibilidad por la némesis, lo
que permita superar el reflejo de dicho ser, para que de esta forma cuando
llegue el tiempo de realizar tu quehacer, tú no sólo seas el reflejo de un
quehacer, sino sobre todo conciencia de tu propio ser. (Gutiérrez-Ramos,
2013b, p. 291)
Por tal razón, ser y quehacer al igual que decir y callar son movimientos
comportamentales complementarios y alternantes que siempre han de estar en continua
comunicación más nunca en una fugaz exclusión. Cimientos sobre los cuales se habrá de
asentar la ejecución transformadora del propio ser para que de esta forma cuando llegue el
tiempo de realizar el quehacer enseñable frente a los demás, no sólo se pueda ser el reflejo
de un quehacer, sino sobre todo conciencia del propio ser. En pocas palabras, se ha de
entender y asumir estos componentes como la directa relación formativa con los otros, y no
como la simple información acerca de lo que puede llegar-a-ser la formación para los otros.
Razón de la siguiente cita:
Es preciso, sobre todo que aquí vaya uno de esos saberes indispensables, que
quien se está formando, desde el principio mismo de su experiencia
formadora, al asumirse también como sujeto de la producción del saber, se
convenza definitivamente de que enseñar no es «transferir conocimiento»,
sino crear las posibilidades de su producción o de su construcción. (Freire,
1997, p. 24)
Con lo dicho hasta aquí, esta actividad concatenada al mejoramiento indisoluble entre lo
individual (ser que se hace) y lo colectivo (quehacer de un ser) desde un acto comunicante
tal como comenta Freire, (1997), al decir que dicho “acto” es la amalgama sobre la que se
cierne el conjunto denominado como “conciencia crítica axiológica” (p. 38) y a partir de un
diálogo abierto entre la libertad y la responsabilidad por parte del artista educador. Y la
autonomía y la voluntad propia del viajero formador. En este sentido, si se habla de que: “es
la «otredad» del «no yo» o del tú, la que me hace asumir el radicalismo de mi yo” (Freire,
1997, p. 42) no se debe relegar o menospreciar entonces el ámbito axiológico una vez se
desee asumir esta insinuación hacia una pedagogía transformadora.
De hecho, esta expresión hace parte de una disciplina rigurosa que tiene como objeto
describir, reflexionar y transformar a partir de la “mimesis” el respeto por el ser humano, sin
perder de vista lógicamente su eje principal: enseñar no para transmitir el conocimiento, sino
únicamente transferir la pasión visceral de la cual se goza; donde las dudas o hablas
silenciosas que se despierten sobre lo no-dicho, a su vez se manifiesten como el horizonte
creacionista de la formación humana. Referente a este caso habremos de concentrarnos en un
estilo o “marca característica dada por una determinada manera de hacer y encaminada a 33
avivar la formación de personas de modo integral, que por consiguiente configura un
particular modo de ser. Una identidad” (Campo & Restrepo, 1999, Cap. I, p. 14).
Gráfica No. 2
Presentada en el Tercer Congreso de Estilos de Aprendizaje
Fuente: Gutierrez-Ramos (2015). Cartagena, Colombia
En esta línea de ideas, el darse-forma desde el silencio no se da inicialmente desde un
lenguaje silencioso, ni mucho menos a partir de un lenguaje silenciado; ya que existe gran
diferencia entre ser silencioso y ser silenciado. En cuanto al último concepto, éste se concibe
como la forma de imponer en el otro un silencio obligatorio y definitivo. Es decir, llegar a
deformar. Mientras que para el primero, dicho estado es momentáneo y se origina en el
individuo de forma natural y consciente ya que éste encuentra en el silencio una
manifestación para llegar a ser-sí-mismo. Tal como apunta Walde-Uribe (2001): “como una
luz que se enciende a partir de una chispa y por sí misma se alimenta” (p.108).
Es así, que ser sujeto es comprenderse como algo más que materia perfeccionada que
trata de encontrar su origen, procedencia y destino, llevándole a una síntesis más libre de la
pregunta pilar de esta reflexión: ¿cómo podemos reencontrarnos a nosotros mismos en un
diálogo académico? y, por consiguiente, hablar de la magnitud del fundamento de la
formación asumir-la-forma y permitir el darse-forma. Tal como lo subraya el siguiente
fragmento:
Dadas las referencias anteriores y las condiciones que anteceden, atrás quedó el tiempo
que daba cuenta acerca de cómo es la educación. Hoy es el momento fehaciente del cómo
debe ser la misma. De allí, que en aras de propiciar la transformación de la propia práctica
de enseñanza se ha de promulgar por cimentar dos aspectos notables: 1.) la posibilidad ante
la visualización por el disenso cognitivo y, 2.) el horizonte hacia una pedagogía crítica que
bien puede llegar a establecer consideraciones bajo la luz de referentes que permitan construir
un discurso comunicable entre diversas disciplinas y de esta forma, comprender entonces, el
paso que desde lo áulico se da al ámbito de la realidad en miras de transformar lo hasta ahora
develado.
La transformación de la práctica como resultado del “seremos lo que
nuestros maestros sean”
Hechas las anteriores precisiones, bien se comprende el paso del simple hecho razonado
al hecho realmente constituido. Pues lo que se buscaba era asumir la práctica de enseñanza
como un proceso transformador en el ser y gracias al hacer. Esto implica modificar la
actividad docente y constituirla bajo un estilo, talante o manera-de-ser particular que no nos
permita perder el horizonte de abordar el proceso educativo y asumirlo como formación
propia, inquietante e inherente al ser humano. Tal como alude una nueva cita de Campo &
Restrepo (1999):
De hecho, asumir el silencio como práctica transformadora implica ser presencia que
despierte en otros una toma de conciencia capaz de asumir un quehacer tanto individual,
como colectivo. Prosigue Campo & Restrepo (1999):
Esta es pues, una de las razones para entender la práctica docente como un aspecto
posible que conlleva al camino secreto del maestro mientras se autocompromete a repensar
la propia práctica de enseñanza asumida como: “conversación reflexiva”. Práctica que según
Schön (1998), se presenta como: “[…] mediaciones conceptuales que permiten establecer el
proceso como se construye el modo-de-Ser y el Ser-del-hacer del «profesional reflexivo»,
una vez se entabla diálogo directo entre ser, hacer y llegar a comprender. […]. (Castro y
Gutiérrez-Ramos, 2018, p.150).
Demás está decir, que el sentido de esta propuesta no puede privarse del error, aunque
tradicionalmente se haya huido de él. Antes bien, debe beneficiarse de todas las posibilidades
que este produzca. Y, por ende, gravitar en lo que Estanislao Zuleta denomina como
“educación suscitadora” o “educación como proceso de formación” (Zuleta, 1995, p. 122 y
ss.). En este contexto, no es posible desligarnos del peso que llevamos sobre nuestras espaldas
en cuanto a nuestros orígenes pedagógicos. Así, pues, es por esto que definitivamente el
elemento importante debe ser: el cambio de lo que se viene haciendo hasta hoy. Al cómo ha
de hacerse en un estado presente. Por tal razón, el objetivo de realizar la práctica de enseñanza
y la formación integral a partir del «ducere» se encuentran arraigadas en una teoría en
constante transformación al momento de manifestarse. Tal como nos lo ofrece Saldarriaga
(2003), en su texto “del oficio de ser Maestro” y que, en consecuencia, enriquece los
argumentos hasta aquí tratados:
De igual manera, enseñar ha de seguir entendiéndose como el hacer señas que desde los
primeros referentes clásicos se difundía. Sin embargo, esto no significa promulgar
simplemente determinados contenidos teóricos, sino asumir problemas y prepararse para
responderlos de un modo original y creador. Y es precisamente aquí, donde convergen la
enseñanza por lo humano y la práctica pedagógica que asumimos cada vez que manifestamos
nuestro modo de hacer ante nuestros contertulios. Finalmente, la habilidad de la formación
y entendida teóricamente como un enredo dispuesto con ingenio, bien podría resumirse
en la siguiente línea: el saber hacer como práctica transformadora puede traducirse
como aquel conocimiento que vuelve-sobre-sí sólo cuando se logra llegar a comprender
que un simple modo de hacer se puede transformar en un muy posible modo de ser:
MAESTRO.
Referencias
Chamberlain, L. (1998). Nietzsche en Turín. Los últimos días de lucidez de una mente
privilegiada. Barcelona, España: Editorial Gedisa.
Freire, P. (1997). Pedagogía de la autonomía. Madrid, España: Siglo XXI.
Fullat, O. (1983). Filosofías de la educación. Barcelona, España: Ediciones CEAC.
38
Garay, S. (2003). Educación de ciudadanos como protagonistas. Talleres del Milenio,
PNUD. En Revista Orientaciones Universitarias, No. 34. Bogotá, Colombia: MEN.
39
Artículos
Estudiantes
40
Castellanos, D. (2020).
Sobre la importancia de celebrar el día del abogado
Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales U.D.C.A
Urbina-Lozano, O. A. (2020).
La biopolítica, un recurso de control en tiempos pandemia
Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales U.D.C.A
UNA MIRADA DESCRIPTIVA AL CONFLICTO SOCIOAMBIENTAL DEL RIO
RANCHERÍA EN COLOMBIA
Resumen
A mediados de los años setenta el Rio Ranchería ubicado en el departamento de la Guajira,
Colombia, ha presentado problemas ambientales producto de las actividades mineras que se
desarrollan a partir de la extracción de carbón a cielo abierto. La influencia del hombre en su
afán de incrementar la productividad económica ha provocado impactos negativos en el
41
ambiente y en el bienestar social de la región. En efecto, las micropartículas generadas por
la explotación minera se propagan en el aire provocado brotes de enfermedades a las
comunidades; de igual manera, los lodos y metales pesados que se producen por la extracción
son llevados por las escorrentías a los cuerpos de agua, generando una grave afectación a los
ecosistemas y a la salubridad de los pobladores que habitan la ronda hídrica. Así mismo, el
mal uso de los recursos naturales ha provocado la muerte de especies endémicas
fundamentales para el equilibrio ecológico del departamento. Basados en estas
consideraciones, describimos la problemática suscitada a partir de la intervención y las malas
prácticas del ser humano sobre los recursos naturales.
Palabras Claves
Rio Ranchería, Problema Socioambiental, Comunidades.
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Estudiante décimo semestre del Programa de Derecho de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales
U. D. C. A. Bogotá, Colombia.
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Estudiante décimo semestre del Programa de Derecho de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales
U. D. C. A. Bogotá, Colombia.
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Estudiante décimo semestre del Programa de Derecho de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales
U. D. C. A. Bogotá, Colombia.
A descriptive glance at the socio-environmental conflict of the Rancheria
River in Colombia
Abstract
In the mid-seventies, the Rancheria River, located in the department of La Guajira, Colombia,
has presented environmental issues caused by mining activities developed from open-pit coal
extraction. The influence of men and their desire to increase economic productivity
negatively impacted the environment, and the social well-being of the region. In effect, the
microparticles generated by mining spread in the air causing outbreaks of diseases for the
communities; Also, the sludge and heavy metals produced by the extractions are carried by
runoff to the bodies of water, generating a severe impact on the ecosystems and the health of
the residents that inhabit the riparian corridor. Furthermore, the misuse of natural resources
causes the death of endemic species essential for the department's ecological balance. Based
on these considerations, we describe the drawback raised from the intervention and bad
practices of human beings on natural resources.
Key Words 42
Introducción
A partir de la evolución del hombre se han evidenciado cambios en los ecosistemas, dado
que su intervención de manera directa o indirecta ha ocasionado la transformación de estos.
La destrucción causada por el ser humano ha estado ligada a la obtención de recursos que
satisfagan sus necesidades y a su vez alcanzar mayor riqueza para potencializar sus
industrias. El uso indiscriminado de los recursos naturales ha generado que diversas especies
se vean en inminente peligro de extinción producto de las diferentes
actividades humanas, dentro de este marco ha de considerarse que la problemática ambiental
se encuentra unida al progreso de los países, toda vez que, el hombre en busca de su desarrollo
económico afecta la dinámica de los ecosistemas. Por lo tanto, determinar cuáles son las
principales causas y consecuencias antropogénicas-industriales que producen conflictos
ambientales en el ecosistema del Rio Ranchería en la Guajira, son imprescindibles para
comprender y precisar la problemática que atañe al departamento.
En efecto, desde mediados de los años 80 se ha visualizado la creciente contaminación
de las cuencas hídricas de la Guajira específicamente en el Rio Ranchería Gualdron (2011).
Es así, que algunos de los aspectos que inciden en los cambios ambientales de la región ha
sido la llegada de multinacionales que realizan la explotación de recursos minerales a cielo
abierto y de igual manera la utilización de agroquímicos y pesticidas por parte de los nativos
y sus asentamientos humanos han incrementado el envenenamiento de las aguas de ésta
principal arteria del departamento; aguas que desempeñan un papel fundamental en la
estabilidad de los ecosistemas y que a su vez son esenciales para el sostenimiento de las
comunidades que hacen presencia en la ronda hídrica Otero (2013). La importancia de este
afluente como pieza fundamental de los ecosistemas para nueve municipios del departamento
de la Guajira es indispensable ya que a lo largo de su cuenca cumple entre muchas, la función
además de abastecer el sistema de canales de riego de los suelos tiene un gran valor
sociocultural para las comunidades indígenas que coexisten en sus riberas Otero (2013).
El Conflicto Socioambiental
El Río Ranchería
La Minería
En Colombia, departamento de la Guajira, se descubren reservas de carbón a mediados
de los años 70, específicamente en 1975 se convoca a 17 firmas de diferentes partes del
mundo a participar en la licitación que permitiría la explotación minera a cielo abierto
(extracción de carbón mineral) del Cerrejón, dicha licitación fue adjudicada bajo la figura de
unión entre Carbocol (Carbones de Colombia S.A) e Intercor (International Colombia
Resources Corporation), a través de un contrato de asociación por 33 años, el cual se dividió
en tres etapas: siendo la primera, de exploración entre (1977 y 1980); la segunda, de
construcción y montaje entre (1981 y 1986); y la tercera, de producción a partir del año 1986.
Mundo Minero (2016).
La contaminación del agua por los desechos tóxicos que son descargados en
ríos como el Ranchería, no sólo hacen que este recurso no sea consumible por
animales y humanos, también es inutilizable para el uso en actividades
productivas como la agricultura y peligrosa para la vida de especies acuíferas
y vegetales, muchas de las cuales han desaparecido (p.24).
Teniendo en mente las observaciones anteriores, a su vez se le puede sumar que en una
expedición realizada al Río Ranchería por las diferentes comunidades indígenas,
organizaciones sociales, defensores de derechos humanos y periodistas, en razón a la
explotación minera que se lleva a cabo en la mina El Cerrejón por parte de las
multinacionales; Glencore, Anglo American y BHP (Broken Hill Propiety), los asistentes a
la expedición afirman que el slogan de “Minería Responsable” es una falacia toda vez que,
es evidente el vertimiento al río de los desechos que produce la mina durante el proceso de
extracción de carbón, lo que ha ocasionado el deterioro ambiental y la muerte de múltiples
especies acuáticas y terrestres que servían como sustento de las comunidades asentadas en la 47
zona, de igual manera es indiscutible que dichos vertimientos han generado un cambio
sustancial en sus aguas cristalinas (Girón & Castro, 2016).
La Fauna y la flora
A partir del hallazgo y posterior explotación industrial del carbón por parte del Estado
Colombiano en 1975, el auge carbonífero en la región intensificó sus exploraciones y su
intención de expandir los procesos extractivitas en territorios guajiros que hasta ese momento
gozaban de abundante sosiego, con la llegada de empresas mineras como Anglo American,
Glencore y BHP; aumenta la intensión de optimizar y ampliar la capacidad de producción,
solicitando licencias ambientales ante las autoridades gubernamentales: Corpoguajira,
Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) y Ministerio de Minas y Energía,
encargadas de realizar el seguimiento, evaluación y control de los proyectos para que se
realicen con estándares de calidad, garantizando la protección del medio ambiente y de igual
manera generando desarrollo en beneficio de la sociedad. Es así, que dichos permisos basados
en estudios de viabilidad amplían el campo de acción de estas empresas mineras. Sin
embargo, el impacto a las comunidades circunvecinas y desde luego a la flora y la fauna es
desbordante; los vertimientos de metales pesados a los afluentes hídricos y las
micropartículas en el aire producto de la extracción de carbón a cielo abierto, han creado
alteraciones al ecosistema guajiro.
Por su parte, las prácticas agropecuarias imprudentes que extienden sus faenas alrededor
de los cauces también contribuyen a la disminución de la calidad de las aguas, causando la
muerte de especies acuáticas y terrestres; siendo justamente el sobrepastoreo, los
agroquímicos, la tala de bosques y la quema de superficie vegetal, lo que produce cambios 48
en la estructura del suelo generando erosión y pérdida de biodiversidad. De igual manera, el
uso equivocado de la tierra para llevar a cabo prácticas como la tala ilegal y la explotación
minera ilícita; generan residuos y la acumulación de basura en los cuerpos de agua añadiendo
afectaciones al ecosistema. De esta manera, cobra especial relevancia precisar que una pronta
intervención en pro de garantizar la conservación y restauración del ecosistema generará
bienestar ecológico, económico y sociocultural a las comunidades que se sustentan de él.
Sobre todo, en el acceso al agua potable ya que su suministro es limitado o incluso nulo;
producto de la contaminación a los cuerpos de agua.
Sin lugar a duda, Colombia posee condiciones geográficas únicas que lo favorecen con
abundancia del recurso hídrico, su topografía y variados pisos térmicos beneficia al desarrollo
de diversas actividades económicas; para algunas de las cuales es indispensable el uso del
agua, pues satisface necesidades como riegos y generación de electricidad. Por lo tanto, el
óptimo aprovechamiento del recurso en zonas altas es esencial para los ecosistemas y para
los habitantes de las zonas bajas del Rio Ranchería, ya que debe satisfacer el acceso al agua
potable con la misma dinámica hidrológica y biológica con la que nació. Por esta razón, los
valores bióticos y ecosistémicos que alberga la cuenca media y baja del Río Ranchería son
de gran importancia para las comunidades raizales, toda vez que, de allí se extraen recursos
naturales que sirven para el sustento de la población, ayudando a la supervivencia y al
mejoramiento de la condición de vida de estos.
Ciertamente las condiciones geo-climáticas crean y componen sistemas naturales
complejos, de ellos se establecen distintas especies tal como los arbustales que protegen y
albergan diferentes animales silvestres: el Moraceae, por ejemplo, se caracteriza por tener
buena resistencia a los cambios ambientales, tiene distintos usos en la agricultura y la
medicina UNAM (2012). La Anarcardiaceae: es una familia de especies tropicales,
considerada de excelentes prestaciones por la calidad de su madera, cobra especial
importancia ya que algunas de sus variedades dan frutos (Cabezas, 2018). En este sentido,
dentro de las especies de árboles más importantes se encuentran: El Anacardium que por su
gran tamaño en el bosque seco tropical y cercanía a las cuencas de los ríos se usa con fines
comerciales ya que su madera se comercializa para el uso medicinal y la fabricación de
canoas (Morales, 2016). La Bulnesia Arbórea o Guayacán: crece en las orillas de los ríos, su
madera se emplea para la fabricación de viviendas y cercados agropecuarios, así como
también para parques y calles. La Caesalpinia Ébano: es utilizada por su madera gruesa para
realizar artesanías; se encuentra en peligro de extinción ya que habita únicamente en los
bosques secos y es usado para la explotación de carbón vegetal y cercados agropecuarios
(Cárdenas & Salinas, 2007).
Como fuente de sustento para algunas comunidades; la cacería sobre algunas especies
de mamíferos se convierte en una alternativa de supervivencia, generando degradación a los
hábitats y limitando la reproducción de estos como consecuencia de la sobreexplotación, 49
hecho que ha forzado a los cazadores a desplazarse a mayores distancias para conseguir las
especies cinegéticas. Siendo particularmente preocupante la captura del chigüiro, guartinajas,
iguanas y algunas especies de aves, de modo que en el departamento han desaparecido a
consecuencia de la destrucción del hábitat o la contaminación de este (Arteta & Molina,
2016).
La Problemática social
La importancia del Río Ranchería y la riqueza hídrica que provee es de gran
transcendencia para llevar acabo las actividades mineras a cielo abierto, riqueza capitalista
que contrasta con los elevados índices de pobreza entre los nativos; desigualdad palpable
ante los hechos de insalubridad, desnutrición, desempleo, hambruna, y abandono estatal en
la región. En otras palabras, el factor de bienestar social no es proporcional al incremento
económico de las multinacionales; pues se esperaría que, con el ingreso de regalías para el
departamento se optimizaran las condiciones de vida para los nativos en todo lo
correspondiente al saneamiento básico. Razón de la siguiente cita:
Según mediciones del DANE (2019), los índices de pobreza monetaria (entendida esta
como la capacidad económica de un hogar para adquirir una canasta de bienes mínimos.) en
el departamento de la Guajira para el año 2018 alcanzaban el 53.7%, De igual manera y para
el mismo año el índice de pobreza monetaria extrema fue de 26.7% (la cual hace referencia
a las privaciones que tiene un hogar en características que se consideran vitales como la salud,
educación y empleo).
51
Gráfica No. 2
Boletín Técnico Pobreza Monetaria Departamental
Fuente: Construcción propia siguiendo al DANE (2019)
Así mismo se hace necesario recalcar que gran parte de los pobladores siquiera cuentan
con acueductos o alcantarillados, pues las difíciles características geográficas se pueden
convertir en una excusa para no garantizar el acceso a los servicios públicos. Por esta razón
el departamento de la Guajira ha sido catalogado como una de las regiones con mayor déficit
de agua en el país. La situación en la alta Guajira se agrava debido a que las fuentes
superficiales escasean. Si bien en el área urbana la cobertura alcanza el 90%, la cantidad que
se suministra no es suficiente para suplir las necesidades de la población, pues el
abastecimiento en promedio se limita a nueve horas diarias y solo el 26% de los municipios
cuentan con agua apta para el consumo humano. La insuficiencia y precariedad en las
infraestructuras de captación, tratamiento, conducción, almacenamiento y distribución,
aunado a las deficiencias en gestión, altos niveles de pérdidas y los altos porcentajes de
extracción no autorizados agravan el problema.
De igual manera dicho informe da cuenta que los contratos financiados con estos
recursos se adjudicaron en licitaciones públicas con un único oferente, porcentaje que
asciende al 78,2 % (Álvarez, et al., 2018). Las cifras de los últimos años en aspectos de
gobernabilidad no son alentadoras, pues en los últimos 24 años el departamento ha tenido 12
gobernadores, de los cuales cinco han estado vinculados a procesos judiciales y cuatro de 52
ellos fueron hallados culpables y posteriormente condenados; lo que da cuenta de reiterados
sucesos de inhabilidades, irregularidades y corrupción, en los diferentes periodos de
gobierno. Con lo anterior se podría explicar la problemática que yace en este territorio. Sin
embargo, el ralentizado desarrollo en la región no solo radica en la corrupción, sino en la
deficiente planeación, ejecución y control de los proyectos minero-energéticos (Hernández,
2018).
El sector minero, igual que los demás sectores productivos, debe desarrollarse
de forma coherente con el ordenamiento del territorio y con las políticas
ambientales. La minería debe alinearse con la política de cambio climático,
con la política de biodiversidad y con la política para la gestión integral de los
recursos hídricos, entre otras. (p.21)
En relación con esto último, y teniendo en cuenta el mismo comunicado de prensa del
25 de septiembre del 2020 de la Organización de Naciones Unidas con sede en Ginebra
mencionado líneas arriba, esta entidad revalida que: "es absolutamente vital que Colombia
proteja los derechos de los pueblos indígenas a la vida, la salud, el agua, el saneamiento y a
un medio ambiente seguro, limpio, sano y sostenible […]. Exhorto además a la empresa
minera a que aumente sus esfuerzos para evitar que se produzcan más daños a las personas y
también a que garantice que quienes hayan sufrido un impacto negativo tengan acceso a un
remedio eficaz" (s.p). Puntualizó este ente institucional de competencia internacional sobre
el asunto.
Conclusiones
Las malas prácticas desarrolladas por los habitantes como lo son: la tala ilegal, las
practicas agropecuarias insostenibles, la caza indiscriminada de especies, la minería ilegal y
la extracción de leña, han provocado cambios significativos en los ecosistemas, lo que ha
conllevado a la perdida de cobertura vegetal, degradación del suelo, reducción de caudales,
contaminación de las fuentes hídricas y perdida de flora y fauna (Arteta & Molina, 2016). De
esta manera cobra especial relevancia precisar que, una pronta intervención que garantice la
conservación del ecosistema generará bienestar ecológico, económico y sociocultural a las
comunidades que se sustentan de él.
Considerado el segundo departamento más pobre del país, La Guajira, según los
indicadores de pobreza y pobreza extrema, manifiesta grandes problemas de acceso a: salud,
vivienda, educación, saneamiento básico y justicia. La vulneración de los derechos
fundamentales se hace irrebatible, pues el impedimento que se presenta para suplir las
necesidades básicas se hace evidente en el abandono gubernamental, situación que incide en
la calidad de vida de los pobladores, ejemplo de ello es la escasa e insuficiente red de
acueductos y alcantarillados, aunado a la dificultad para adquirir productos de primera
necesidad. La deficiente planeación, ejecución y gestión en los proyectos, han hecho notorios
los descalabros financieros de los que ha sido objeto el departamento desde los inicios del
plan minero. Menoscabo que se manifiesta de manera más clara en el informe presentado por
(La Guajira, 2015) donde alude a la venta de Carbocol en el año 2000, por parte del gobierno
del entonces presidente Andrés Pastrana Arango.
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Semillas. Recuperado de: https://n9.cl/4a41
LA IMPORTANCIA DE CELEBRAR EL DÍA DEL ABOGADO
Resumen
El ejercicio de una de las actividades más antiguas y nobles de la sociedad implica al igual
que el resto de las profesiones un reconocimiento a los profesionales que la aplican y se
encargan día a día de ejercerla, enaltecerla y actualizarla a las realidades de cada comunidad.
A pesar de ser una profesión respetada, es necesario reivindicar su papel fundamental dentro
del desarrollo de la comunidad y la afectación de su ejercicio en todas las actividades de la
misma, por lo que es fundamental rescatar la importancia del papel del abogado y de su
ejercicio profesional en todos los campos de acción en los que actúa, así como la aclaración
que su actuar correcto e incorrecto tendrá consecuencias presentas y futuras no sólo en los
terceros a quienes directamente trata, sino en las bases de la comunidad en la cual se
desarrolla su acción.
Palabras Clave
Día del abogado, Importancia, Responsabilidad y Consecuencia 59
Abstract
The exercise of one of the oldest and noblest activities of the society implies like the rest of
the professions, recognition of the professionals who apply it and are in charge or exercising
it, exalting it and updating it to the realities of each community. Despite being a respectec
profesión, it is necessary to vindicate its fundamental role within the development of the
community and the affectation of its exercise in all its activities, so it is essential to rescue
the importance of the Lawyer´s role and its exercise profesional in all fields of action in
which it operates, as well as the clarification that its correct and incorrect action Will have
present and future consequences not only in the third parties to whom it directly deals, but in
the bases of the community un which its development is carried your action.
Keywords
The Lawyer´s Day, Importance, Responsibility and Consequence.
8
Contadora Pública Universidad Nacional de Colombia. Especialista en Derecho Privado Ecónomico, Facultad
de Derecho Universidad Nacional de Colombia. Especialista en Derecho Tributario, Facultad de Derecho
Pontificia Universidad Javeriana. Estudiante de segundo semestre de Derecho Universidad de Ciencias
Ambientales y Aplicadas U.D.C.A. Artículo elaborado para la clase de Lectura y Escritura en Derecho 2020-2.
Introducción
Cuando el orden jurídico se incumple, se rompen la tranquilidad y la
paz, se crean caos y confusión, se pierde el rumbo y se cae en crisis
Luis Malpica de Lamadrid
Tradicionalmente una de las carreras favoritas de los padres para que estudien sus hijos
es el Derecho, pero ¿de dónde sale esa idea?, ¿por qué el derecho se convierte en una de las
carreras ideales para los hijos por parte de sus padres? Existe la idea socializada a nivel
general que algunas carreras denominadas “tradicionales”, tales como la Medicina, Derecho,
Economía, Psicología, Contaduría Pública, entre otras son las destacadas. No obstante, la
concepción “tradicional” puede estar ligada a ser de las primeras carreras en desarrollarse
formalmente y con bases académicas desde los inicios de la Educación y la Organización
Social de los individuos, así como a la percepción de la importancia dentro de dicha
organización social de las comunidades de su ejercicio en los aspectos relacionados con el
desarrollo y crecimiento de éstas, dentro de las cuales se incluye el Derecho y las Ciencias
Jurídicas, cuentan con unas características específicas que le brindan a quienes las ejercen
ventajas importantes sobre otras profesiones tales como una estratificación social de
importancia, buenos ingresos económicos, reconocimiento familiar y social por el ejercicio,
así como un mejoramiento directo de las condiciones generales de la comunidad donde se
ejercen, como consecuencia de ejecución de la actividad profesional. Es tal el punto de
aceptación de estas carreras y la importancia de estas, que se convierte en algunos casos hasta
en una imposición o mandato familiar que los hijos continúen con el legado de los padres y
tomen la decisión de estudiar la misma carrera de sus antecesores, convirtiéndolas en una
“tradición y legado familiar”.
Para el caso puntual del Derecho, es de general conocimiento y aceptación la
trascendencia de su actividad como aporte fundamental en el desarrollo de los aspectos más
relevantes de la sociedad, ligado de manera casi natural a la organización de las primeras
estructuras económicas y sociales de la humanidad, lo que enaltece su ejercicio profesional
y lo noble de la práctica jurídica. Desde las primeras organizaciones matriarcales, donde la
característica de su sistema es el sostenimiento de la familia en las necesidades más básicas
para la misma, y pasando por las importantes civilizaciones posteriores (Egipcia, Sumeria,
Persia y Griega) donde se evidencia un desarrollo más elaborado de la gestión jurídica dentro
de la organización estatal y de las relaciones entre individuos, buscando el mantenimiento de
la sociedad a nivel general y el apoyo a un incipiente orden económico y comercial, se llega
a la Civilización Romana que se constituye en el máximo punto de desarrollo y
perfeccionamiento de la actividad jurídica a tal punto que trasciende desde esa época hasta
la actual la formación y ejercicio del Derecho, y que en su momento se constituye en uno de
los puntos más fuertes de la Civilización Romana para convertirse en el segundo imperio más
importante de la historia humana. Aspecto entonces que confirma la teoría y apreciación
general entre la mayoría de las personas, tanto a nivel nacional como a nivel mundial, de la
trascendencia del Derecho como profesión a través de la historia y su importante contribución
al desarrollo o freno (caso particular de la Época Medieval y el desarrollo de un Derecho
Canónico que impone una serie de disposiciones a favor de la Iglesia Católica y desecha otras
situaciones que cambian el panorama económico, político, social y cultural del mundo
61
conocido a ese tiempo), y que la determina como una de las profesiones de más peso en la
humanidad.
El Derecho cuenta con una afectación directa en todas las relaciones humanas a nivel
individual y de comunidad, que trasciende fronteras y que permite la regulación de la
convivencia no sólo entre seres humanos, sino entre comunidades, países, organizaciones,
por lo que es muy amplio su campo de acción y las consecuencias de las actuaciones legales
e ilegales si se quiere ver, por lo que el ejercicio de la actividad jurídica resalta con mayor
significancia su interacción en la Sociedad y las características de la misma, sumado al hecho
de su propia naturaleza de creación, la cual obedece a la resolución de conflictos. Si bien el
objetivo principal del derecho puede ser la Administración de la Justicia, como bien dice
Kelsen (1953): “[…] El hacer lo justo y bueno […]” (p.6) aspecto que alberga otros principios
y valores fundamentales tales como la igualdad, la equidad, la libertad, entre otras, ese grado
de susceptibilidad y acercamiento a los deseos humanos de lograr dichos principios y valores
hace que su actuar sea seguido con especial interés por todos aquellos a quienes afecta directa
o indirectamente, siendo tal dicho grado de susceptibilidad, que una acción meritoria y
denominada “justa” será aplaudida y vanagloriada a través del tiempo y de las situaciones, y
de la misma forma una acción que genere un detrimento o perjudique a determinado grupo
sea considerado un acto infame y sea repudiado por ese mismo grupo social al que afecta, o
así no lo afecte, pero que se sienta incómodo por la actuación realizada. El Derecho se
convierte ya sea desde un punto de vista positivo o negativo, se convierte en un generador de 63
cambio social o determinador de dicho cambio, ya sea de forma directa o indirecta.
[…]. Dar cuenta de la justicia entre los colombianos es chocante; ese valor y
Derecho resulta esquivo y hasta inalcanzable, y no sin razón, porque se asocia
con la corrupción, lo que involucra la destrucción de los principios éticos, la
desestabilización del Estado y del Derecho. Aunque la responsabilidad penal
y disciplinaria es individual, que la corrupción haya llegado a las cortes
significa un alto grado de descomposición de la sociedad e implica un proceso
de revisión […]. (p.1)
Como bien se sabe todas las profesiones tienen determinado un día específico para
celebrar su actividad, que puede ser variar de acuerdo del país o zona geográfica, pero que
es una fecha especial para quienes la ejercen, hecho que no es ajeno para la profesión del
Derecho. La celebración del día del abogado debe ser la oportunidad para exaltar la
trascendencia e importancia de la profesión, así como de los ejecutores de la misma en el
sentido de su empoderamiento en la toma de decisiones que afectan el trascender de las
personas tanto directa como indirectamente tengan influencia o alcance en dicha decisión.
De este modo y a manera de conclusión general, se puede firmar que llegar a reconocer
la labor que realiza cada profesional del derecho en su quehacer diario, es encaminarse a
buscar la aplicación correcta e idónea de las normativas existentes, complementado con el
análisis juicioso de las normas y la aplicación de las mismas, pues como se ha indicado líneas
arriba, debe ser un tema de vital importancia para cualquier sociedad, ya que más que una
fecha para celebrar una profesión más entre las muchas existentes: es exaltar a aquellas
personas que dedican todo su ser a aplicar y ejercer uno de los oficios más sagrados, antiguos
e importantes dentro de las actividades del hombre como individuo y como ser social, que se
convierte en parte básica del quehacer de cualquier persona del planeta independientemente
de su credo, posición económica, género o creencia política, ya que establece, desde el
momento del nacimiento, los lineamientos morales y sociales que debe mantener durante su
vida, y por ello los juristas, se convierten en protagonistas del pasado, presente y futuro de la
humanidad. Nos convertimos entonces en copartícipes de quienes, y cómo somos, al igual de
lo que llegaremos a ser dada la valiosa importancia para nuestra vida. Por ende, precisando
una vez más, ¿cómo no celebrar esa loable labor y exaltar la grandiosa tarea que día a día
hacen los profesionales en Derecho? Ya que no se trata solo de celebrar sino de reconocer
que somos parte significativa de una de las disciplinas más maravillosas para la sociedad y
la vida misma. En este propósito, ser y hacer parte de este colegiado es la vivida
representación que continuamente nos permiten escribir la historia y el devenir de las
comunidades humanas.
65
Referencias
Kelsen, H. (1953). ¿Qué es la justicia? (Was ist Gerechgtikeit?,1953), tr. de Ernesto Garzón
Valdés, Fontamara, México, 1991.
Vargas. P. (23 de enero de 2020). Jóvenes prefieren estudiar las carreras tradicionales de hace
18 años, según la Ocde. Disponible en: https://n9.cl/2v7q
Ámbito jurídico (22 de junio de 2016). ¿Por qué el 22 de julio se celebra el día del Abogado?
Disponible en: https://n9.cl/ka9e
Resumen
El poder es tan cierto y existente como impalpable a la vez, todo sentir humano a menudo,
busca satisfacer estas ansias en aspectos de la vida, negar que somos mamíferos es negar que
a menudo algún sector de la especie humana intente imponerse a la otra, desde la
individualidad hasta la legitimidad que otorgan los estados democrático-laicos para el control
de la vida en sociedad, de esta postura nace una concepto que tomó fuerza desde las diferentes
obras de Michel Foucault en el tema de poder y sociología y la biopolítica, aquella acción de
control social por parte de organismos locales de poder y multilaterales que tienden a someter
la vida humana y a controlar la libertad de los individuos en escenarios propicios como el
que atraviesa actualmente el mundo y es la pandemia a causa del virus SARS-CoV-2 -
COVID-19; es por lo anterior que se entrará a hacer un análisis crítico-reflexivo en torno a
tres pilares, biopolítica y virus, biopolítica y poder y biopolítica y libertad.
Palabras Clave
Biopolítica, Poder, Virus, Libertad.
66
Keywords
Biopolitics, Power, Viruses, Freedom.
9
Estudiante de décimo semestre de Derecho, Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales U. D. C. A.,
diplomados en derecho administrativo, derecho laboral, régimen disciplinario, derecho comercial y gestión
pública entre otros, trabajo 14 años en el sector de la inclusión social y la reconciliación con amplio
conocimiento en víctimas de la violencia. Actualmente es gestor editor de la Revista Estudiantil
IURISCONSULTUM.
Es Sabido que cuando el Estado crece, achicarlo suele ser una tarea
prácticamente imposible
Agustín Lage. 2020
Introducción
[…] una forma de asociación capaz de defender y proteger con toda la fuerza
común la persona y bienes de cada uno de los asociados; pero de modo que
cada uno de estos, uniéndose a todos, solo obedezca a sí mismo y quede tan
libre como antes. […] Cada uno de nosotros pone en común su persona y todo
su poder bajo la suprema dirección de la voluntad general, recibiendo también
a cada miembro como parte indivisible del todo. (pp. 19-20)
Visto esto, el Estado hace que todos acepten y endosen a este una forma de organización
de la vida en sociedad, a ella se llega en un estado primigenio de fuerzas naturales, lo
paradójico de todo resulta en el entender que al nacer se está obligado sin consentimiento
alguno. Lógicamente el control y la regulación de la vida en el Estado está enmarcado de
posiciones y leyes en las que al entregar la voluntad del pueblo soberano (demos) a una
organización de gobierno (cracia) se llega a la legitimación del uso del poder coercitivo por
parte de este ante cualquier tipo de desviación de lo que la política Estatal dispone, entre más
se pueda controlar al individuo, más fácil se hace que el poder del Leviatán sea
inquebrantable, de allí que surja la biopolítica como medio de control de la vida de los
ciudadanos de un determinado país o territorio, la biopolítica son aquellas políticas de un
Estado tendientes a la normalización y sumisión de sus contratados, esta definición se puede 68
determinar a partir del planteamiento de Tejeda (2011), donde la define como “la intromisión
e injerencia del poder y la política sobre la vida”. (s.p).
Con lo anterior en mente, una vez planteado la problemática del endoso y la firma del
“contrato social” involuntario -por el hecho de nacer y existir en un país democrático- donde
se pretende abandonar toda construcción de personalidad e identidad bajo la idea de axiomas
propios pero supra-poniendo los generales por el llamado bien común nace la idea de la
“normalización” de aquellos que bajo el velo de la ignorancia llegan iguales y deben ser
iguales proponiendo así el escenario más llamativo para la implementación de la biopolítica
como método de la acción coercitiva del Estado, más aún, en momentos en los que la
humanidad una pandemia por el virus denominado SARS-CoV-2 y su enfermedad COVID-
19; difícil es creer que el ser humano luche por su libertad toda su vida pero ante su primer
acercamiento real ante aquello que amenace con su vida por solo instinto de conservación,
deje que otros decidan por él, por eso se hará un análisis crítico-reflexivo de la biopolítica
con relación al virus, al poder y a la libertad.
Biopolítica y virus
Sin Embargo las cosas hay que llamarlas por su nombre, pues los intereses son
meramente humanos y es que hay que llamar al virus por su lugar de generación, pero
últimamente en el debate semántico se ha caído en victimismo colectivo cuando se trata de
llamar las cosas por su nombre, se quiere vivir en libertad pero hay que tener cuidado con los
términos que se utilizan; una patología en el argot popular se le es bautizada de acuerdo al
lugar de su descubrimiento, al respecto Bermeo (2020), diría:
Con estos antecedentes de tolerancia represiva y ante los crecientes conflictos entre
occidente y oriente surge la teoría de la utilización de este tipo de medidas para contrarrestar
ciertas políticas que terminan impactando directamente las economías en el mundo y más
aún cuando las personas empiezan a desconocer ese contrato social del que se hablaba
anteriormente, pues un método para mantener el orden es la utilización de la biopolítica,
Tejeda (2011), describe esta acción así:
Nótese que esto descrito anteriormente no escapa a una realidad mostrada por muchos
años como política de Estado Chino y de base del Partido Comunista Chino – PCCh y es que, 70
aunque después de la muerte de Mao Zedong el régimen chino tuvo una apertura económica,
cambiando el obsoleto modelo comunista y socialista predominado por ideales Marxistas por
el modelo capitalista pero sin dejar atrás todo el andamiaje del poder coercitivo de las ideas
colectivistas para mantener a raya a sus ciudadanos.
Cercenar derechos como el de la libertad es algo que es normal en el régimen chino, pero
es algo que hablaremos ms adelante con algo que hoy llaman “la nueva normalidad”; pero lo
que interesa en este apartado es la injerencia de un virus en la biopolítica o como es utilizado
un virus en la biopolítica. Claro es y explicado anteriormente que equipara el termino
biopolítica, su relación con el poder y el Estado, pero el ingrediente secreto son las acciones
que se toman para mantener el orden, ¿Por qué no un virus? Algo que genere impacto en la
sociedad y haga revalidar ese contrato social inocuo entre Estado-individuo, es extraño ver
como después de las sanciones económicas interpuestas por los Estados Unidos de América
al régimen Chino y las diferentes protestas en Hong Kong por la utilización de cámaras para
controlar la intimidad de las personas, una epidemia de algo tan pequeño llegue a esparcirse
hasta llegar a una pandemia, no resulta paradójico que se quiera acabar con el Fortín de las
economías libres como lo es Hong Kong, los Estados Unidos de América y Europa, en
especial el Reino Unido.
En un artículo de este año publicado en el portal INFOBAE (18 de abril de 2020) titulado
Paso a paso: el informe que explica cómo el régimen chino permitió que el coronavirus se
convirtiera en pandemia se aprecia claramente como pudo darse el nacimiento de la
propagación del virus todo el tema de censura a los medios de comunicación en dicho país y
por el chat denominado WeChat al suprimir palabras alusivas a la epidemia del virus. De este
planteamiento se rescata lo siguiente:
Por ejemplo, Beijing obligó a la red social WeChat -el WhatsApp chino
controlado por el régimen- a suprimir palabras claves que aludieran al brote
de la gripe en momentos en que el Gobierno informaba a la Organización
Mundial de la Salud (OMS) sobre la aparición de una neumonía de origen
desconocido. En verdad, el origen ya había sido identificado. Las autoridades
tardaron valiosas semanas en transmitir las informaciones sobre el nuevo virus
y la importante cantidad de casos relacionados con el mercado de Wuhan. “Si
las autoridades no hubieran ocultado a los medios la existencia de un brote
epidémico vinculado con un mercado muy popular, el público habría dejado
de visitar este lugar mucho antes de su cierre oficial, el 1 de enero”, señala
RSF. (s.f)
Watson (16 de julio de 2020), da una aproximación del por qué la OMS tiene cierta
reserva en la información del coronavirus, en su artículo “La OMS no investigará el
laboratorio de Wuhan donde se mantuvo el coronavirus”, en apartes del articulo menciona lo
siguiente:
Es decir, que las cosas de las que el gobierno debe hacerse cargo son los
hombres, pero en sus relaciones, sus vínculos, sus imbricaciones, con esas
cosas que son las riquezas, los recursos, las provisiones, el territorio, por
supuesto, en sus fronteras, son sus condiciones, su clima, su aridez, su
fertilidad; son los hombres en sus relaciones son esas diferentes cosas que son
los usos, las costumbres, los hábitos, las maneras de hacer o de pensar, y,
finalmente, son los hombres en sus relaciones también con esas otras cosas
que pueden ser los accidentes o las desgracias, como el hambre, las epidemias
o la muerte. Que el gobierno dirige las cosas entendidas, así como
intrincaciones de los hombres y de las cosas, creo que fácilmente se
confirmaría en la metáfora del barco ¿Qué es gobernar un barco? Por supuesto,
es hacerse cargo de los marineros, […] (p. 198)
Biopolítica y poder
Sólo los hombres más exasperados y ávidos de sentimiento de poder
pueden experimentar más deleite marcando con el sello de su poder a
quienes se les resisten: les resulta cargante y aburrido contemplar a
quien ya les está sometido
Friedrich Nietzsche
En el acápite inicial, Nietzsche (2006), dan una información sobre las relaciones
humanas, pues estas están enmarcadas las relaciones de poder, y es claro que siempre habrá
uno que se superponga ante el otro, es decir, en su filosofar a martillazos metafóricamente
determina que las relaciones de poder se pueden dar en la medida en que alguien deje la
moral de camello y pase a ser señor, pues el señor abandonaría toda sujeción del poder moral 73
o de castigo que se tenga sobreponiéndose a ese que se limitó a seguir a la masa pero sabiendo
que se necesita de la masa ignorante para que sus posturas trasciendan, es así como nace el
poder y hace parte del andamiaje de la vida en sociedad, este es expresado en actos hacia
aquellos que entregan la administración de sus libertades individuales a ese contrato social
pero una vez entregadas, no hay vuelta atrás, de ahí el acápite inicial del artículo.
Y si, es el poder quien garantiza la sumisión de las gentes y el control de los círculos
sociales, este es necesario en el escenario del contractualismo, no es posible encontrar un
Estado sin poder, ahora bien, esto no quiere decir que el poder en todas sus dimensiones sea
malo, pues hay posturas fetichistas como las de Steven Lukes, Parsons y Hannah Arendt que
legitiman el poder y su esencia, pero son contados los casos en donde el poder es bien
aplicado, por otro lado los anti fetiches como Poulantzas, Miliband y Mills son la
contraprestación a la legitimación del poder, pero para efectos de este artículo se tendrá en
cuenta la postura de Foucault, que es una postura de anarquismo epistemológico.
En líneas atrás se observó que la gubernamentalidad es una de las tesis de Foucault para
sustentar que de la biopolítica es una forma muy eficaz para ejercer poder en la sociedad,
pero como hacer que la gubernamentalidad sea exitosa, mediante el poder de normalización
y su claro ejemplo está en la disciplina; nada más puntual que tener a todo el mundo
disciplinado y haciendo caso a lo determinado por el poder soberano, es así como la
biopolítica ve en el poder su mejor arma y representada por la disciplina. Para el momento
actual mundial cae como anillo al dedo lo descrito por Foucault (1986), en su descripción del
panoptismo en medidas tomadas en el siglo XVIII, allí se diría que:
Quien iba a pensar que una idea del siglo XVIII y descrita por Foucault en su obra
“Vigilar y Castigar” casi dos siglos después, se volviera como el libro del apocalipsis para
los cristianos o el de Nostradamus para los supersticiosos, lo cierto es que inicia y da fuerza
a la tesis del pánico controlada por la disciplina desde lo que Bentham describiría como
panóptico que en si es una estructura arquitectónica de cárceles del siglo anteriormente
descrito, en esta misma obra se da vida aún concepto de disciplina que es el panoptismo,
definido así por Foucault (1986):
La normalización en el tiempo de Foucault era entender que la disciplina haría que las
relaciones sociales entre soberano-ciudadano se basaban en términos de poder, el soberano
tendía que disciplinar a sus súbditos o gobernados y de esa manera lograr la normalización
de la sociedad gobernamentalizada, es decir una biopolítica de poder basada en disciplina;
frente al tema de la disciplina el autor la denomina una anatomía política del detalle,
aduciendo lo siguiente:
Biopolítica y libertad
H. B. Phillips
El autor, aunque muy fuerte es sus comentarios hacia la moral si aclara algo, la voluntad
77
se ha convertido en un valor dormido, lo que lleva a pensar que esa voluntad es endosada al
contrato social fraudulento que se tiene con el Estado y su gubernamentalidad, ya por miedo
no se actúa por voluntad propia sino por disposición de un tercero, haciendo que la libertad
sea vana y pusilánime. Sin embargo, es de aclarar que el mismo autor refiere siempre a la
superación del ser humano y que esa sublimación se lograba dejando atrás el nihilismo
negativo o pasivo, esta era la base de la moral esclava a la que se llegaba por medio del
contractualismo, pero otorgaba la libertad como un medio para alcanzar el vitalismo
propuesto con una propia escala de valores, es decir, el autogobernarse si causar el mal a
otro, pues como se mencionó, prima la superación del ser humano, no la sugestión de este.
A modo de reflexión…
Es innegable que el Leviatán necesita de la biopolítica para sublevar sus dirigidos, para
ello es necesario tener políticas de control sobre las cosas (humanos) y sus relaciones, es así
como mediante políticas de sublevación se pueden legitimar el uso de mecanismos para el
control de los individuos y porque no un virus; si la biopolítica está encaminada a extender
acciones coercitivas contra los sujetos, utilizar la microbiología es válido para fortalecerla;
el virus chino es un mecanismo de control innegable, si este tema no hubiese sido censurado
desde sus inicios por el régimen chino, mejores medidas se hubiesen podido tomar para
contrarrestarlo, pero es lógico que se quiera tener un nuevo orden mundial, pues oriente sabe
que Occidente y su pensamiento liberal es la piedra en el zapato para “normalizar” a los
humanos por ello resulta apremiante apostarle a la nueva normalidad, pues lo nuevo hoy en
78
día es lo bueno, lo antiguo es decadente y arcaico.
Esta nueva normalidad conlleva a que el uso del poder disciplinario sea también un
mecanismo útil en las relaciones de poder, la nueva normalidad como se vislumbra entre
líneas debe estar encaminada a disciplinar a las personas a un nuevo orden mundial, por ende,
el poder en base a la biopolítica debe centrarse en hacer un orden panóptico, el uso del poder
debe ir acompañado del miedo y este a la vez hará que sea el combustible político de aquellos
que pretenden llegar al poder.
Dedicatoria
A mis padres por su apoyo incondicional en esta etapa de crecimiento profesional de amor y dedicación a lo
largo de mi vida. Preocupados por formarme en un ambiente de respeto y gratitud.
A mis hermanos por sus palabras de aliento cuando me he sentido frustrada; ayudándome a nunca
desanimarme en mi sueño.
A mis docentes universitarios por todos los conocimientos brindados hasta hoy.
A mi novio Wilson Garzón por su apoyo en toda la carrera junto con mi amiga Daniela Tique por compartir su
conocimiento y experiencia dentro de nuestra formación.
Introducción
81
Este ensayo presenta una reflexión personal sobre mi vida profesional desde el inicio de ésta
y su relación con mi ámbito personal. Aborda valores como la responsabilidad, la tolerancia, la
integridad entre otros tantos inculcados desde casa y potenciados en la universidad. La primera
parte, abre la reflexión desde lo anterior y desarrolla a su vez conceptos como la disciplina, la
buena fe, la probidad, la honestidad aspectos tan fundamentales en los dos campos de la vida.
Aunado a esto se prosigue con un planteamiento sobre la esencia misma de la persona al momento
de realizar la práctica desde lo individual llevado al colectivo de lo común.
El abogado entonces debe tener unos principios que lo lleven a reconocer su ética profesional
enmarcados en su autonomía y obrando con buena fe en la experiencia. Demostrando una serie de
conocimientos básicos que hagan de él una persona dedicada, leal, equitativa y profesional capaz
de obrar con probidad para que posea autoridad al momento de defender los derechos que han sido
vulnerados. Por esto, la convicción en si misma será la esencia tanto en la persona como en su vida
profesional, buscando la verdad y la rectitud de los problemas partiendo de lo particular a lo
general. El jurista en su carrera laboral se debe caracterizar por esa serie de valores, principios
éticos y morales que harán que éste se desenvuelva vehementemente dentro de la sociedad. Sin
embargo, para que esto suceda en el ejercicio debe existir una confianza entre el cliente y el
abogado para que exista un buen derecho de defensa. La abogacía es una formación que exige un
alto grado de intelectualidad plasmándola en la ciencia jurídica de su profesión, para luego llevarla
82
a la práctica actuando en la prevención de conflictos siendo mediador de su cliente para que se
pueda ejercer su derecho fundamental a la tutela efectiva. (Miralles, 2013).
Por lo tanto, el derecho se mueve dentro del deber ser, teniendo en cuenta que se tiene unos
derechos y deberes que cobijan tanto al abogado como al cliente. Cuando hacemos alusión a la
profesión ésta es entendida como una actividad que ejerce una persona que se ha preparado, pero
también da cuenta de un ejercicio de forma libre. En consecuencia, se tiene una independencia,
una función social, una relación de confianza, un secreto profesional entre otras.
Teniendo en cuenta lo anterior y siguiendo a Julieta Iribarne, ella plantea la visión de la ética
desde el referente husserliano y se parte de la idea que el hombre tiene dos clases de personalidades
como es la personalidad ética y la personalidad social; todo esto con el fin de lograr fortalecer la
personalidad ética (Iribarne, 2007). Por lo cual, el hombre en su quehacer social puede realizar dos
tipos de actos bien sean actos sociales y actos instintivos, estos últimos son los que realiza de
manera impulsiva y los primeros tiene como finalidad la comunicación no solo verbalmente sino
mediante signos, por lo que se debe tener una intuición referente a lo que el sujeto hace. Es decir,
se requiere que ese sujeto sea notado por el otro para que, a su vez, esté comparta de determinada
manera la intención de comunicarse entre el tú y el yo.
Analizar la situación del sujeto antes indicada, genera una serie de estados comportamentales
y de pensamiento que buscan ser con la experiencia del sujeto la razón de un quehacer profesional
consciente. En esta línea de ideas, la abogacía juega un papel fundamental en la sociedad en el
sentido de la aplicabilidad normativa que conlleva a una serie de responsabilidades por parte de
cada profesional y toda vez que al sujeto se le hará responsable de lo que ha hecho y de lo que
pueda hacer. Según Morales (2004): “las personas aprenden por imitación al sentirse responsables”
(p.6). Ahora bien, para que esa responsabilidad se convierta en un reconocimiento voluntario y
deliberado, la moral ha de ser considerada en rigor social; ya que va dirigida a la sociedad mediante
fines y obligaciones de una conciencia que corresponderá a la rectitud que nos veremos obligados
a tomar en cuenta mediante las acciones que nos sean planteadas.
Una vez presentada la contextualización discursiva, lo que prosigue será hablar un poco sobre
tres momentos significativos que me permitirán dirigir toda mi actividad profesional una vez me
encuentre en esta. Esta es pues, la directriz a continuación.
Lo evocado…
83
Ahora bien, con el tiempo abres paso a ese conocimiento que en ocasiones yo consideraba
limitado pero el derecho no solo te enseña las normas que debes aplicar sino las ramas distintas en
la que lo puedes ejercer. Por ejemplo, la asignatura de civil y personas, bienes, obligaciones,
contratos familia, sucesiones, responsabilidad civil extracontractual y dentro de esta rama del 84
derecho que hace parte de privado se abarcaron temas como patrimonio, clasificación de bienes,
derecho personal y real, bienes tangibles e intangibles, la identificación de bienes, propiedad, mera
tenencia, clases de bienes, la ley procesal, determinación de la cuantía, la jurisdicción, los
impedimentos y recusaciones, los tipos de procesos, lo sujetos procesales, llamamiento en garantía,
los tipos de contratos y otros temas que hacen extensivo esta rama de derecho. Traigo a colación
estos temas, porque son los que a lo largo de mi carrera aplicaré.
Lo reflexionado…
Las teorías indicadas, estudiadas y debatidas en los semestres anteriores dieron fruto a este
momento. Una actividad vivencial que después tendría conexión y complementariedad con los
conocimientos puestos en práctica en el Consultorio jurídico de la Universidad de Ciencias
Aplicadas y Ambientales U.D.C.A. En este espacio se brinda orientación al usuario y los
problemas que se suscitan entre las personas. Se parte con la conciliación y de no darse entre las
partes, se levanta una constancia de no conciliación donde se exprese que no hubo animo
conciliatorio. Por lo cual este documento prestará merito ejecutivo para iniciar un proceso.
Para los procesos declarativos que se presenten, se otorgará poder especial, amplio y suficiente
al miembro activo del Consultorio Jurídico para que tramite y lleve a su terminación proceso de
fijación en contra del demandado. También se llevan otros tipos de casos que no excedan los 20
SMLMV. Esta carrera implica estar informados de las normas pues debido a que
cada día pueden estar modificando
un artículo o derogando una ley
para que entre en vigor una
posterior, aunado a esto no hay
que dejar de lado el quehacer
profesional que debemos de tener
a la hora de llevar los procesos,
actuando con responsabilidad,
lealtad, buena fe y con esos valores
que caracterizan al abogado. Desde
un punto personal se visualiza el
crecimiento no solo como persona
individual sino como una persona
que está dispuesta a brindar el
conocimiento que adquirió en todo su
desarrollo académico para llevarlo a 85
la práctica profesional aplicándolo
dentro de la sociedad.
Lo proyectado…
Con esto en mente, el anteproyecto del código marítimo colombiano implica una serie de
modificaciones sobre un piloto de practicaje y el valor que éste tiene. Dentro del contrato de
practicaje, el código guarda muchas falencias ya que en él se evidencian más deberes que derechos
y además se habla de unos buques autónomos y ahí es donde entra la seguridad marítima y
portuaria garantizando la seguridad de la vida humana en el mar y la navegación segura del buque,
protección que está asignada a la Autoridad Marítima. Este referido presenta componentes
importantes: 1. brindar una seguridad a los buques. Es decir, una interfaz buque-puerto. 2. El
security que es la seguridad de la instalación (actividad Marítima) que brinda una intervención
jurídica; en lo que influye la competencia territorial respecto a las aguas jurisdiccionales Marítimas
Colombianas y la protección del medio Marino.
Por esto pienso que el derecho marítimo será importante debido a que, para Colombia con la
consensualidad de los contratos de unificación, buscará favorecer la materia contractual existe, el
contrato marítimo de mercancías, la manipulación portuaria de volumen, de remolque, de
construcción, reparación y practicaje entre otros.
Referencias
Morales, J. (2004). Dewey moralista de acción. Athenea Digital, No. 5, pp. 1-10.
87
La deontología Jurídica como cimiento del ser-profesional
Dedicatoria
Primeramente, estar en paz con Dios cualquiera que sea la idea de él.
A mi madre, una mujer valiente, fuerte y noble, con un corazón puro; que encontrándose sola se levantó, luchó y
venció las adversidades; a ella que busca soluciones, que protege, ayuda, que motiva para no desfallecer, quien cada
día me da su bendición; porque más que mi mamá, es mi mejor amiga y gracias a ella soy una mujer de valores,
virtudes y modales.
A ella, por su dedicación, educación y por su entrega, mi total gratitud y todo mi amor, mamá.
Introducción
88
El Título de Abogado no se sostiene con un clavo en la pared, se sostiene
con trabajo constante, ética irreductible y pasión por la justicia.
Anónimo
La deontología tiene como fin regular las distintas profesiones bajo aspectos éticos y morales,
siendo necesaria para la concepción de un profesional en cualquier contexto. Teniendo en cuenta
lo dicho por Chinchilla (2006, citado en Huaraya, 2018) las profesiones deben poseer valores y
virtudes. De manera específica, nos dice: “una actividad profesional no puede definirse solo en
un sentido instrumental, ni tampoco, únicamente como la puesta en práctica de un conjunto de
instrumentos o técnicas aprendidas durante la carrera, cuyo dominio asegure tener un buen
profesional” (p.4). Es preciso, como demanda la sociedad, contar con metas internas, valores,
virtudes y principios que son propios del ejercicio de la profesión en su relación con los clientes
y/o ciudadanos.
En este ensayo autobiográfico, se hará un análisis teniendo en cuenta algunas fuentes que han
servido para ampliar los saberes en cuanto a deontología se refiere, en el mismo se verá lo evocado
y como la deontología fue factor determinante en la iniciación de mis estudios en Derecho, después
miraremos lo reflexionado donde se hará un análisis acerca de la importancia que tiene el valor
deontológico en la sociedad, por último se hará énfasis en lo proyectado, mostrando el actuar que
debe tener un abogado en la sociedad.
Actualmente, hacemos parte de un mundo globalizado el cual trae consigo muchas facilidades,
herramientas y también desafíos es por esto que las instituciones educativas tienen un papel
determinante en la formación de personas que le van a aportar en un futuro a la sociedad, cabe
destacar que hoy en día un gran número de instituciones de educación superior demuestran
carencias en la formación de profesionales, ya que solo fomentan una educación basada en distintas
disciplinas, dejando de lado la parte deontológica, es por esto que se ven muchas falencias frente 89
a las actividades que realizan los profesionales, demostrando falencias frente a la rectitud en su
trabajo lo refiere. Gorostiaga (2013), refiere a que en la actualidad las universidades dejan de lado
la formación en valores que debe tener cualquier profesional, generando un quebranto en cuanto
aportación a la sociedad se refiere.
Así pues, la autonomía humana surge como problemática evidente en esta situación y teniendo
en cuenta lo que dice Morín (2005 citado en López. 2010). El concepto axiológico surge como
una emergencia en un mayor nivel de complejidad, principio fundamental del sujeto viviente a lo
que Morín denomina el: “autos [...] en un para-sí que, sin embargo, es capaz de transformarse en
un para-todos, de abrirse a los demás seres –sin dejar de ser para sí–, generando el principio de
altruismo” (p.6). Es importante generar conciencia en la sociedad, mostrando el valor que tiene el
ser altruista, y conservador de buenas obras, pensando en el bien común por encima del personal,
siendo individuos reflexivos y gestores de cambio para la sociedad que deseamos.
En este sentido es significativo hacer énfasis en la moral y como está afecta a la sociedad y al
que hacer de cada profesional. Morales (2004), refiere que la moral regula los deseos juzgando los
hechos, de esta forma se nutre de los actos de la realidad incrementando a su vez la capacidad de
abarcar nuevos acontecimientos en el ejercicio de comparación, lo que se puede denominar como
identidad. Y la cual nace en la relación con el otro, y es en esta reproducción del ser donde se
afianza la sanción y la aprobación.
Paso seguido, se puede señalar que la moral nace como consecuencia recíproca del sujeto en la
cual los valores emiten un juicio y son revividos en la vida en comunidad, donde factores como el
contexto y la educación fomentan un actuar acorde al convenio social y la disciplina. Así, la
abogacía afirma Garrido (2010): “es una de las profesiones más nobles y elevadas, por estarle
confiados los más caros intereses del individuo y de la sociedad y debe estar acompañada en los
que la ejercen, de cualidades especialísimas de orden intelectual y moral” (p.39). Aquí se destaca
la rectitud que debemos tener como fuerza reguladora, entendiendo la moral como el convenio que
garantiza la vida satisfactoria de los individuos, en el cual el acuerdo común es el pilar de una
sociedad que se regula con propósito de mantener su existencia.
Es por esto que mediante el buen obrar en los sitios de trabajo se puede llegar a cambiar el
entorno, es produciendo condiciones que por su carácter de aceptable sean implementadas como
necesarias en el desarrollo de la vida, partiendo de esto la moral debe hacer parte de la
concientización que se debe hacer en la sociedad, donde no solo se debe contemplar, se debe
aplicar en cualquier contexto generando una transformación en la vida nuestra y la de los demás.
90
Lo evocado…
Esta imagen representa el inicio
de un proceso de formación, una
etapa que me ayudó a iniciarme como
profesional en un campo laboral. Me
encontraba en un laboratorio con
pipetas, beaker, morteros, embudos,
etc., en un análisis fisicoquímico. Mi
idea de estudiar Derecho no era muy
clara en ese entonces, pero me
gustaba esa profesión. Sin embargo,
recuerdo la pregunta que
generalmente le hacen a un niño:
¿qué quieres ser cuando seas
grande? Mi respuesta: ¡abogada!
tenía 8 años. Con el paso del tiempo,
el momento que decidí estudiar
Derecho se vio marcado de muchas
dificultades. Por esos días me
encontraba con decisiones encontradas. Cuando me gradué del colegio inicié mis estudios en el
SENA como técnica y tecnóloga en química, mi idea de estudiar Derecho aun no era fuerte. Al
terminar el SENA, de todo el proceso teórico-práctico, opté por estudiar una ingeniera, mi primera
opción fue ingeniería química y como segunda opción ingeniería ambiental, por diversos factores
me incliné por la segunda opción: fueron tres semestres en los cuales debo agradecer a la Alma
Mater que me aceptó todo lo que aprendí, lo que conocí, por los profesores y porque gracias a ella
mi decisión de estudiar Derecho empezó a crecer y a hacerse fuerte, pero ésta era una decisión
difícil; encaminada por el factor económico, por el tiempo y por mi familia.
Estudiar esos tres semestres de ingeniería ambiental, me permitió amar la naturaleza, conocerla,
disfrutar de ella, de cada recurso que nos brinda, y de respetarla, siento que hubiera sido una buena
ingeniera, pero creo más en ser una excelente abogada. Recuerdo la vez que le dije a mi familia
que no iba a seguir estudiando ingeniería ambiental, -quiero ser abogada y especializarme en
Derecho ambiental- fue un duro “golpe” para ellos, pero me apoyaron, me motivaron a hacerlo,
porque si mi felicidad dependía de eso, ellos no me dejarían sola, y la pregunta fue:
Tratado lo anterior, la cuestión siguiente era: ¿en qué universidad?, encontrar dicho Claustro es
una tarea que empezamos en el momento en que decidimos que estudiar y comenzamos a tener en
cuenta varios aspectos. Por ejemplo: un lugar que se acomode a nuestras necesidades tanto
económicas, de tiempo, ubicación, acreditación y plan de estudios entre otras. Así pues, me
propuse iniciar con esta tarea y entre las opciones existentes, surgió una nueva variable: su énfasis.
En consecuencia, aparece sobre la mesa el enfoque ambiental y fue bastante alentador saber que
la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales U.D.C.A, Bogotá, Colombia suplía una a una
mis expectativas. Aquí inicié mi sueño de convertirme en abogada y muy pronto habré de
materializarlo. Esto sin llegar a desconocer y expresar mi gratitud hacia la primera universidad
donde empecé este mundo de conocimientos. Cuando inicie fui consciente de que un abogado debe
obrar con rectitud en su día a día dentro y fuera de su lugar de trabajo, esto genero cierta
predilección y pasión en mí, era mi oportunidad de aportarle algo a la sociedad.
Lo reflexionado…
En este tiempo he aprendido que mi decisión fue acertada, somos cambiantes de la sociedad,
defensores de la justicia, garantes de los derechos y deberes, nuestro deber está encaminado a la
solución de conflictos… el mundo está lleno de engaños, de injusticias, de inocentes en cárceles y
delincuentes en las calles; donde el odio se cobija en cada hogar y los parques se cubren de sangre;
donde se vuelve tendencia maltratar a un animal. De lo anterior, es importante tener en cuenta esta
concepción de Morales (2004), el cual afirma. “vivimos en un mundo en que viven también otras
personas que son afectadas por nuestros actos que perciben sus efectos y reaccionan en
consecuencia hacia nosotros” (p.8). Partiendo de esto, es menester mencionar que nuestro pensar
es una declaración voluntaria, actuamos de acuerdo con ella, somos responsables de cada uno de
nuestros actos; conscientes o inconscientes. Por eso, nuestra profesión está dada a un “llamado de
auxilio”, advocatus; nos llaman para los asuntos difíciles, para que los auxiliemos, ya que los
abogados somos ciudadanos públicos, porque en cualquier círculo social que exista un abogado,
va a ser el que está dispuesto a contribuir y a ayudar. Ser abogado es más que lucir un traje elegante,
es una relación pública, tan importante en su manifestación de su profesión y de su saber que se
vuelve tan social, una relación de confianza, de asesoramiento, intrínseca con el servicio social.
Lo proyectado…
Conclusión
Es importante generar huella en la sociedad de la cual somos participes, para esto es menester
la promulgación de las buenas obras teniendo un sentido altruista, siendo modelos desde nuestro
lugar de reproducción laboral, fomentando la moral, la ética y la deontología como cimientos del
cambio en cuestión, para esto debemos reinventarnos en nuestro que hacer laboral, ayudando al
más necesitado, y siendo agentes de transformación teniendo en cuenta los fenómenos y las
94
problemáticas sociales que nos acompañan.
Referencias
López Calva, J.M. (2010). La ética profesional como religación social. Hacia una visión compleja
para el estudio de la ética en las profesiones. Revista Electrónica de Investigación Educativa
[Número Especial]. Recuperado de: https://n9.cl/x0hxf
Morales, J (2004). Dewey, moralista en acción. Athenea digital. Recuperado de: https://n9.cl/dji5
Dedicatoria
A Dios por hacer parte de un gran sueño.
A mis padres por su entrega y cariño incondicional
A mis docentes universitarios y del colegio por darme las herramientas para formar una gran abogada.
Al amor de mi vida.
Introducción
95
No hay que apagar la luz del otro para lograr que brille la nuestra
Gandhi
¿Quién soy yo? Esta pregunta es tan frecuente a lo largo de nuestra vida, pero la respuesta es
tan inusual que podría considerarse una pregunta retórica. La identidad propia enmarcada en un
concepto que define al yo en autoconcepto en términos de pertenencia. La percepción individual
que creamos sobre nosotros mismos no es más que la conciencia del existir y que en el camino que
llamamos “vida” adquirimos moldeando el patrón de conducta y personalidad.
Así pues, la necesidad que tiene cada individuó de construir, de crear una identidad propia
brinda una sensación de seguridad y estabilidad que se proyecta socialmente. La identidad propia
enfatizada en el carácter activo del sujeto en su elaboración así pues la identidad tiene varias
dimensiones la identidad asignada, la identidad aprendida, la identidad internalizada que
constituye la autoidentidad. La identidad siempre está en proceso constructivo, no es estática ni
coherente, no se corresponde mecánicamente con los estereotipos. Cada persona reacciona de
manera creativa al resolver su vida, y al resolverse, elabora los contenidos asignados a partir de su
experiencia, sus anhelos y sus deseos sobre sí misma. Más allá de las ideologías naturalistas los
cambios de identidad son una constante a lo largo de la vida. Sus transformaciones cualitativas
96
ocurren en procesos de crisis. Por ello, la identidad se define por semejanza o diferencia en cuanto
a los referentes simbólicos y ejemplares. Cada uno es semejante y diferente. Finalmente, cada uno
crea su propia versión identitaria: es única o único.
Al crear una identidad propia con los elementos que se nombran se puede visualizar y crear
las primeras bases para una identidad profesional que también hace parte de nuestra cotidianidad.
Para Bolívar, Fernández-Cruz y Molina (2005), este aspecto dice que:
La identidad social es un modo de definición social del individuo, que le permite
situarse en el sistema social y ser identificado por otros, en una relación de
identificación y de diferenciación. Las identidades profesionales se definen
como una construcción compuesta, a la vez de la adhesión a unos modelos
profesionales, resultado de un proceso biográfico continuo, y de unos procesos
relacionales. Son, por tanto, un modo de definirse y ser definido como poseyendo
determinadas características, en parte idénticas a otros y en parte diferentes a
otros miembros del grupo profesional. (pp.3-4)
Otra definición que cataloga la identidad profesional es la que propone Evetts (2003), cuando
menciona que la identidad profesional se asocia con el hecho de tener experiencias, formas de
entender y conocimientos técnicos comunes, así como maneras coincidentes de percibir los
problemas y sus posibles soluciones. La identidad común es producida y reproducida mediante la
socialización ocupacional y profesional a través de trayectorias educativas compartidas y
coincidentes, de la formación profesional y las experiencias vocacionales, y de la pertenencia a
asociaciones profesionales (locales, regionales, nacionales e internacionales) y sociedades en las
que aquellos que ejercen una misma profesión desarrollan y mantienen una misma cultura de
trabajo.
Así pues, la profesión y el trabajo son factores importantes que forjan la identidad individual 97
y social además de convertirse en el modo de mantenerse económicamente y un aporte al prestigio
social y realización personal. Para Cobo (2003), el profesional que ejerce su profesión
correctamente es una persona: que con el ejercicio de su profesión está haciendo o procurando a
otros el bien propio de su actividad profesional y que, por lo mismo, puede experimentar la
satisfacción que acompaña a la experiencia de hacer el bien a los demás; que puede experimentar,
asimismo, la satisfacción del deber cumplido; que puede experimentar también otros sentimientos
positivos, como son los de sentirse socialmente útil, o de alegría por haber encontrado un trabajo
que le gusta o sencillamente por tener trabajo; que puede pasar por la experiencia profesional
básica de sentirse realizado ejerciendo su profesión; que puede pasar por una experiencia del
sentido de lo que hace y que con todo ello puede vivir en plenitud su ciudadanía, ya que el ejercicio
profesional correctamente ejercido representa la principal aportación y participación ciudadana del
profesional.
La profesión del abogado se reviste de gran importancia según Anaris, (2010), un profesional
es aquella persona que ejerce una ocupación esencialmente intelectual, en la que se requieran
determinados conocimientos que no toda la población tiene. Razón por cual, la importancia y
responsabilidad del abogado radica en dar información verídica a su representado acerca de su
situación jurídica y el procedimiento que debe seguirse para la defensa de sus derechos. Por lo
cual, en esta profesión es clave seguir las normas impuestas por el legislador y tener claras las
interpretaciones respecto a los diversos temas que causan polémica en la vida diaria de cada
persona y la situación específica que va a atenderse.
Dentro de la profesión del derecho, el ser profesional no solo requiere de acogerse a las normas
y a la teoría jurídica; implica problemas morales cotidianos. El ejercicio profesional del abogado
se encuentra establecido bajo unos parámetros y sometido al imperio de la ley. Pero también es
cierto que hay que tener en cuenta el aspecto moral puesto que el abogado debe evitar caer en actos
de corrupción, clientelismo o conductas reprochables y es allí donde yace la identidad no solo
propia sino profesional que se ejerce todos los días. Así pues, el abogado en las diferentes facetas
que puede llegar a desempeñar en el campo laboral está llamado a ser una persona idónea en el
uso, interpretación y aplicación de la ley sumado a unos procederes apropiados para consigo y con
los otros.
Cada aspecto se convierte en un espacio de reflexión sobre el enfoque a tomar… pues esta
profesión tiene una gran brecha de especializaciones y diferentes ramas que la complementan.
Entonces, el poner en práctica mis habilidades habrán de demostrar poco a poco en lo que soy
buena y en lo que puedo llegar a desarrollar. Sin embargo, desde allí estoy construyendo de apoco
una identidad que me marca solo a mí.
Lo reflexionado…
Lo proyectado…
100
Daniela Largo
A lo largo de mi camino me he dado cuenta de que en la sociedad esta profesión muchas veces
se estigmatiza por la cantidad de títulos que aumentan el conocimiento. Sin embargo, este tipo de
privilegios deberían enfocarse en crear mayor responsabilidad. Estoy segura de que aún falta
mucho por construir, pero este espacio de comprender que la profesión del abogado se logra bajo
otros principios y bajo otros conceptos ayuda a cambiar el chip que se tiene, la academia enseña
teoría, pero aquellos que la ponen en práctica de la mejor manera se hacen grandes profesionales.
Dentro de la Universidad he podido conocer y visualizar grandes proyecciones y esto solo con
ayuda de mis docentes, en mi casa mi familia quienes me han enseñado que antes de ser profesional
hay que ser persona y la sociedad porque me muestra que la realidad es otra a lo que se pinta, sin
embargo todos estos factores permiten crear IDENTIDAD aquella que es inherente a mí, única e
inigualable y es uno de los motores que me impulsa a ser la mujer que quiere proyectar no solo
una abogada distinguida sino una con principios y valores pues dentro de mi identidad se encuentra
el amor por todo aquello que hago y que quiero que deje huella, sueño con ser maestra y alcanzar
a ser magistrada del mi país pero se que esto solo se logra con carácter persistencia y fuerza.
Conclusión
La identidad es lo que permite reconocerse así mismo, todo aquello que nos define como
individuos y aunque para lograr descifrar esta gran incógnita que la vida nos presenta es necesario
tener ciertos patrones de conductas y reglas establecidos para proyectarlo a la sociedad, la
autodefinición genera distinguir entre la idea del yo y la de los demás cuando esto se consolida es
más sencillo entender en el entorno en el que nos encontramos. Somos el único ser dotado de
capacidad para pensar sobre sí mismo y todo este proceso se construye y se crea poco a poco, no
solo para nuestra vida personal sino también para aquella que nos enfrenta la misma sociedad y lo
que viene después la profesional pero el crear una propia identidad solo se puede con carácter,
dedicación compromiso y mucha responsabilidad para conocer y comprender este largo viaje
cotidiano que nos muestra diferentes ámbitos pero que solo cada uno de nosotros puede elegir es
por ello que este concepto de identidad es único e irrepetible y característico de cada persona.
Quisiera terminar invitándote a ti, querido colega a que no olvides que para esta carrera se necesita 101
de teoría claro está pero también de algo muy importante, a conocer un poco más sobre la moral y
la forma de actuar que solo se forja desde la experiencia profesional que se logra con carácter,
resistencia, compromiso y dedicación y de la relevancia que tiene esto, no solo para ser un gran
profesional sino para ser una mejor persona dotada de patrones de conducta mejores; pero eso sí,
sin olvidarse de crear UNA PROPIA IDENTIDAD porque esa si es única e inigualable.
Referencias
Cobo, J. (2003). Ética profesional. Pedagogía (curso 2003-2004), Madrid, Universidad Pontificia
de Comillas
De la Torre, C. (2007). La identidad. Madrid, Editorial: Espasa Calpe, ISBN: ISBN: 84-670-2007.
Evetts, J. (2003), Identidad, diversidad y segmentación profesional. En Mariano Sánchez-
Martínez, Juan Sáez y Lennart Svensson (coords.), Sociología de las profesiones. Pasado,
presente y futuro, Murcia, Diego Marín Librero Editor, pp. 141-154.
102
Lenguaje jurídico Vs. Lenguaje coloquial
La expectativa de un sueño sin mucha información
Dedicatoria
Dedicado a mi madre por su amor incondicional, infinita paciencia, y el mayor ejemplo de fortaleza.
A mis hermanas Diana y Ángela quienes son y serán siempre el amor de mi vida
103
La Autora
La decisión de estudiar derecho en principio fue idea de mi hermana menor que decía: “tener
un abogado en la familia es fundamental” y por diferentes características de mi comportamiento
y la idea de vivir en una sociedad mejor, defender a las personas que lo necesitaran, contribuir con
mi conocimiento, tiempo y dedicación para forjar un país con altos estándares de humanidad opté
por este buen proceder profesional. Resolví entonces, inscribirme en la Universidad para el
programa de derecho. Recuerdo que el primer semestre fue bastante confuso y difícil, pues los
profesores utilizaban un lenguaje jurídico que no conocía del todo. Sin embargo, mi emoción
seguía intacta. Sé que especialmente en una carrera como las Ciencias Jurídicas los términos y
locución de los docentes es de gran importancia ya que nos permite tener un acercamiento a la
forma como se comunican los profesionales de esta disciplina; aunque desconocido para mis
algunos términos también era algo que quería aprender y sobre todo implementar en mi vida como
futura abogada…
104
Así, podría seguir identificando un sinfín de acciones que realizamos en nuestro diario vivir y
que todas se encuentran encaminadas a una estrecha relación con el derecho directa o
indirectamente. Es por esta razón, que mi enfoque principal cambio y ahora, ya no pretende salvar
el mundo… En el presente estaba claro que deseaba ser un puente. ¿Puente? Se estarán 105
preguntando ¿para qué?, ¿de quién?, ¿por qué?, recuerdan cuando les hable de cómo me sentía
en primer semestre con el refinado y exquisito lenguaje que mis maestros utilizaban siempre,
donde muchas veces no entendía ni conocía los términos utilizados, creo que de esa misma forma
y aún peor se sienten la mayoría de personas en su diario vivir que en diferentes contextos de la
cotidianidad se ven inmersos en situaciones difíciles de manejar y no saben cómo ejercer su
derecho a la defensa y el correcto procedimiento para superar impases de la vida en sociedad.
Es por esto, que mi visión frente al correcto proceder como abogada y como voy a serlo en
poco tiempo, me lleva a enfatizar mi deontología y axiología como persona capaz de dirimir
conflictos entre las partes de la forma más clara y entendible para aquellos que tengan una
dificultad y se acercen a mí para una asesoría y/o posible representación me elijan a mí no solo
por mi conocimiento en las leyes sino también porque les explique de una forma precisa y
entendible la naturaleza del asunto a tratar y su eventual solución. Como bien lo expresa Norberto
Bobbio, uno de los primeros deberes de cualquier intelectual es ser claro al expresar su
comportamiento.
Lo reflexionado…
Me mantengo firme en el punto de vista que hasta aquí he señalado, pues si bien como señala
Perelman (1977), en su libro El razonamiento jurídico nos preparamos para saber de leyes y
enfrentar un juicio o una audiencia en representación de un individuo, siendo fundamental el poder
dirigirse al juez con un lenguaje apropiado para convencerle pues: “es a él a quien las partes deben
convencer es a él a quien se dirigen el libelo de la demanda y los alegatos de los abogados”.
También es igual de importante capacitarnos para expresar lo jurídico sin utilizar tantos
tecnicismos con respecto al léxico jurídico o expresiones que confundan al ciudadano del común
ya que en su gran mayoría no están familiarizados con las expresiones que se manejan en el ámbito
del derecho. Un buen profesional en esta área debe estar preparado para lograr comunicarse con
todas las personas que le rodean, sin importar su grado de escolaridad o su deseño laboral.
Si bien es cierto que la educación superior nos acerca a un entendimiento donde podemos
comunicarnos con mayor fluidez de lo aprendido, no debemos pensar que ser un excelente
estudiante universitario, o con títulos de maestría o doctorado en derecho; nos hará igual de
inteligentes en la vida cotidiana. Para establecer esta idea hago referencia a un autor que de forma
concisa y fácil de entender nos hace un acercamiento al buen uso de la palabra y la importancia de
hacerse entender no solo por el juez sino también de cualquier ciudadano. En el alma de la toga,
Osorio (1919) indica: “la diafanidad. En elogio de un Abogado, decía un Magistrado amigo mío. 106
“Habla claramente, para que le entienda el portero de estrados; y si lo consigue, malo ha de ser
que no le entienda también alguno de, los señores de la sala” (s.p).
En esta parte de mi vida tengo la certeza del tipo de profesional que aspiro ser, gracias a la
excelente formación y ejemplo que he tenido en mi paso por la academia. Ha sido una fortuna
escuchar a mis docentes universitarios; pero eso sí, sin dejar de lado mis convicciones, mi forma
de ver la vida y sobre todo los valores, ética y buen juicio que me han inculcado desde los inicios
de mi vida. Precisamente es aquí, en este fragmento donde quiero destacar que las bases para un
buen profesional no solo dependen de sus profesores, es indudable que la persona que eres ahora
es gracias a las bases fundamentales que se adquieren en la primera infancia, los primeros
educadores que tenemos son nuestros padres y/o cuidadores que se encargaron de la crianza y
formación para ser personas de bien. Ellos nos forman y los maestros nos potencian. Esta es pues,
la base fundamental del ser un buen profesional.
Las facultades de derecho, entonces, por norma general deberían tener como asignaturas
fundamentales y obligatorias durante toda la carrera, aquellas que versen de ética, valores,
humanismo y que ayuden a edificar el BUEN PROFESIONAL, que el plan de estudios no solo
exijan los requerimientos legales y doctrinales del conocimiento sino que tengan un fundamento
en la ética profesional y sus distintos valores en cada ámbito del profesional en formación con
una amplia alineación en las ciencias humanas y sociales y con un respeto profundo por el valor
imprescindible de cada persona, defensor de los derechos humanos, y altamente comprometido
con la democracia en toda su extensión.
107
En cuanto a los deberes del abogado puedo decir que se enumeran algunos de ellos como lo
son el secreto profesional, que básicamente nos indica que el togado por ningún motivo puede
difundir los secretos revelados en medio de su representación. El valor por cobrar al cliente debe
ser acorde a lo manifestado en medio de un contrato entre las partes y estos honorarios no pueden
ser pagados con los bienes muebles e inmuebles objeto del litigio. Por su parte, la lealtad hacia el
cliente es fundamental ya que el cliente casi siempre se encuentra en desventaja y se puede
presentar una mejor oferta entre la otra parte y su representado y es ahí donde muchos abogados
(se venden al mejor postor), dejando a su defendido desamparado y con las implicaciones
gravísimas que se tornan después de este comportamiento. Aunque existen diferentes normas
penales que castigan este tipo de comportamientos, es de notorio conocimiento que muchos
abogados evaden este tipo de sanciones legales cuando optan por realizar este tipo de conductas
similares.
Conclusión
Ser profesional en derecho nos hace participes de una de las profesiones con sentido social y
un mayor contacto con la humanidad. Nuestro comportamiento es el arbitrio que dirige el saber y
el hacer del hombre en comunidad: pero no desde una vista coactiva o de reproche. Debemos
utilizar nuestro conocimiento adquirido para ser un guía, ser ese individuo que acerca a las
personas a entender, saber utilizar y hacer parte de una vida sociable de la manera más cordial
posible… Por ende, siempre he pensado que la mayoría de los errores que cometemos son por falta
de información, o falta de experiencia en algo y que si nosotros los futuros abogados logramos
aportar un granito de arena con nuestro ejemplar comportamiento, no solo ayudamos a las
personas sino que también estamos dejando en alto nuestra amada profesión que se ha visto
envuelta en diversas polémicas por la mala práctica de algunos abogados que se alejan de sus
principios y valores; es aquí donde invito a todos los abogados y futuros profesionales que
participemos en nuestras diferentes actividades profesionales de la forma como nos enseñaron 108
nuestros padres y nuestros docentes en cada aspecto de nuestras vidas, que el conocimiento, los
libros, los códigos y demás herramientas sean esenciales pero que no servirán de nada si no
actuamos de la mano de los más altos estándares de ética y valores. ¿De qué sirve un prestigioso
abogado con infinidad de títulos si no aplica sus conocimientos en favor y bienestar de la
comunidad?
Referencias
111
Forma y preparación de artículos o informes
En la primera página:
• Título del artículo o informe en español (inglés, francés, portugués) que resuma en forma
clara la idea central del artículo de reflexión. (15 palabras, centrado en negrilla y en altas
sostenidas). Times New Roman, 12 pts.-sencillo.
• Nombre y apellido del autor (es) del artículo, justificado a la derecha en letra cursiva y
junto con el correo institucional. Times New Roman, 12 pts.-sencillo. Debe incluirse una
nota a pie de página donde se mencionen datos académicos del autor (es) resumen de la
hoja de vida del autor de máximo un párrafo y no mayor a 10 líneas. Times New Roman,
10 pts.-sencillo.
• Resumen sobre el contenido del artículo. Se debe mencionar o indicar: introducción,
justificación, objetivo y conclusión. No debe exceder las 200 palabras. Times New Roman,
12 pts.-sencillo.
• Palabras clave (máximo 4), en la misma línea y separadas por comas (pueden incluirse
palabras compuestas, o de Tesauro de la Unesco o en su defecto, incluir algún Tesauro de
Derecho o Humanidades. Ejemplo: Tesauro-Corte Interamericana de Derechos Humanos.
No obstante, cual sea la opción se deberá indicar la selección. Times New Roman, 10 pts.-
sencillo.
• Resumen en otro idioma (inglés, francés, portugués), bajo las mismas características del
resumen en español.
• Palabras clave (inglés, francés, portugués), bajo las mismas características del resumen en
español.
• Los artículos deben ir paginados y no se incluirán notas a pie de página, excepto la antes
en mención. Si se desea por parte del autor (es) incluir características para publicación
electrónica-inclusiva, se deberán tener presente las pautas que establecen Gutiérrez-
Restrepo, Martínez y Moraga (s.f) en su libro Edición de documentos en Word 2010-2016
u Open Office para el caso. La escritura debe estar en 3era. Persona. Los gráficos,
imágenes, tablas y demás se insertan en el texto, debidamente numerados según su orden
de presentación. Lo ideal es incluirlas en archivo Word como tablas editables, a fin de
poder adaptarlas al estilo que se maneja en la diagramación final. Para las gráficas, es ideal
que se incluyan como archivos editables de Excel. Las imágenes deben ser de alta calidad
(resolución 300 dpi). Cada uno de estos elementos debe presentar un título breve que 112
indique claramente su contenido según lo indica la normatividad APA.
• Las referencias irán al final del documento y se incluirá un listado ordenado
alfabéticamente siguiendo normas internacionales (APA). El cuerpo del documento debe
estar fundamentado e incluir como mínimo 15 referencias en relación 1 a 1, e incluir
algunas de éstas en un segundo idioma (inglés, francés o portugués). En algunos casos se
aceptará una bibliografía más completa, siguiendo las normas de COLCIENCIAS.
• No se devolverán los originales, ni se considerarán los artículos que no cumplan con las
normas precedentes. La aceptación de los documentos queda supeditada a la revisión
teórica, metodológica y formal por parte del Comité Científico. A su vez, el Comité
Editorial de la revista, se reserva el derecho de introducir las modificaciones formales
necesarias para adaptar el texto a las normas de publicación.
En la primera página:
• Título del ensayo o crónica en español (inglés, francés, portugués) que resuma en forma
clara la idea central del escrito seleccionado. (15 palabras, centrado en negrilla y en altas
sostenidas). Times New Roman, 12 pts.-sencillo.
• Nombre y apellido del autor (es) del escrito, justificado a la derecha junto con el correo
institucional. Times New Roman, 12 pts.-sencillo. Debe incluirse una nota a pie de página
donde se mencionen datos académicos del autor (es) resumen de la hoja de vida del autor 113
de máximo un párrafo y no mayor a 10 líneas. Times New Roman, 10 pts.-sencillo.
114
116
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a. Cualquier autor, lector, evaluador o persona natural, bien puede hacernos llegar sus
comentarios vía correo electrónico a la siguiente dirección: editor@revistarei.com.co
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