Los verbos son un tipo de palabra con la que se expresan acciones, procesos o estados y pueden variar en tiempo (pasado, presente o futuro), voz (activa o pasiva), modo (indicativo, subjuntivo o imperativo), número (singular o plural) y persona (primera, segunda o tercera).
Todo verbo está compuesto por dos partes fundamentales:
• Raíz (o lexema). Es la parte del verbo que expresa su
significado y es invariable. Por ejemplo: partir («sal-» es la raíz) • Desinencia (o terminación). Es la parte del verbo que se ve modificada por el tiempo verbal, el modo y la persona en que esté conjugado el verbo. Por ejemplo: partieron, partan, partiremos.
Verbo «amar» El verbo “amar” está compuesto por la raíz am– y la desinencia -ar
Si modificamos la desinencia, podemos obtener el verbo en otras
formas: amado, amé, aman.
La información más importante de un verbo está dada por la
desinencia y no por la raíz, puesto que agrega información y significado gramatical (o accidente gramatical).
Veamos un ejemplo en una oración: El abuelo amaba a sus nietos.
Siempre será la desinencia la que indique quién está realizando esta
acción y en qué tiempo.
Si si quisiéramos modificar el tiempo de la oración diríamos: El abuelo
amaría a sus nietos. Aquí podemos observar que el sentido cambia por el tiempo verbal utilizado.
• Ver además: Verbos conjugados
Raíz en verbos irregulares y regulares
• Verbos regulares. La raíz se mantiene invariable en todas sus conjugaciones, lo único que se modifica es la desinencia. Por ejemplo: temer (temo, temían), cantar (cantaron, cantas). • Verbos irregulares. La raíz permite variaciones en algunas de sus conjugaciones. Por ejemplo: morir (murieron, mueran), hacer (hicieron, hagamos)
Ejemplos de raíz y desinencia en los verbos regulares
La Lingüística Es El Estudio Científico Tanto de La Estructura de Las Lenguas Naturales y de Aspectos Relacionados Con Ellas Como de Su Evolución Histórica